Logran reconstruir el uso de un taller de metalurgia fenicio descubierto en Guardamar del Segura (Alicante)

Restos del taller fenicio FERNANDO PRADOS MARTÍNEZ

Investigadores de la Universidad de Alicante (UA), la Universidad de Murcia y el Museo Arqueológico de Guardamar del Segura (Alicante) han logrado excavar y reconstruir un taller metalúrgico de origen fenicio que fue descubierto durante los trabajos arqueológicos llevados a cabo entre 2015 y 2017 en el Cabezo Pequeño del Estaño (CPE).

Se trata de un "hallazgo excepcional", destacan sus responsables, que detallan que la excavación es parte de la vertiente Costa mediterránea de la península Ibérica del Proyecto Modular: Arquitectura fenicio-púnica que lleva a cabo el grupo Arqueología y Patrimonio Histórico de la UA.

La novedad radica en que "nunca hasta ahora se había excavado un taller completo", resalta el investigador de la UA y miembro del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico de la UA (INAPH), Fernando Prados Martínez (izquierda).

Aunque el trabajo de la plata llevada a cabo por parte de los fenicios se conoce, nunca hasta ahora se había excavado un taller completo.
Este taller conserva la arquitectura, un edificio de planta circular, y el mobiliario interno, que está compuesto por un horno, un banco de trabajo, utensilios de fundición y forja y restos de galena argentífera, mineral de donde extraían la plata.


El mobiliario y los objetos localizados en la excavación arqueológica han permitido a los investigadores poder reconstruir su funcionalidad, concretamente la metalurgia de la plata. La constatación de esta actividad pone de manifiesto el prestigio tanto del edificio en sí, como de los artesanos que lo emplearon a lo largo del s. VII a.C.

El resultado de la investigación acaba de ser publicado en el artículo científico 'Metalurgia fenicia en el sureste ibérico: el taller del Cabezo Pequeño del Estaño (Guardamar, Alicante)', que salía a finales de diciembre de 2018 en la revista 'Complutum', editada por la Universidad Complutense de Madrid. Sus autores son el investigador de la UA, Fernando Prados Martínez, primer firmante; Antonio García Menárguez, conservador de patrimonio cultural y director del Museo de Arqueología de Guardamar (MAG); y Helena Jiménez Vialás, del Departamento de Prehistoria, Arqueología, Historia Antigua, Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas y del Centro de Estudios del Próximo Oriente y al Antigüedad Tardía de la UMU.

Vista aérea del taller metalúrgico fenicio.

La noticia es resultado del proyecto de investigación que se desarrolla desde 2014 en el Cabezo Pequeño del Estaño. Las recientes investigaciones arqueológicas efectuadas en el Cabezo Pequeño del Estaño (CPE) de Guardamar del Segura han permitido rescatar para los estudios fenicios este yacimiento.

A pesar de su conservación parcial, debido a que en 1988 padeció la acción destructora de una cantera ilegal de extracción de áridos, se trata de un asentamiento que aún está en condiciones de ofrecer informaciones de enorme relevancia sobre el primer impacto fenicio en el levante peninsular que, a tenor de los datos, pudo tener lugar desde las primeras décadas del s. VIII a.C.

Sobre los datos particulares obtenidos aclara Fernando Prados que "el taller está en uso aproximadamente entre los años 700 y 650 a.C., momento que se corresponde con la segunda fase de vida de este poblado fundado hacia el 780 a.C. y parcialmente destruido por un terremoto acaecido hacia el 730". "Las fechas -prosigue- están obtenidas mediante la técnica del Carbono 14 (C14) realizada sobre semillas, y los estudios de metales se han realizado en los Servicios Técnicos de Investigación de la UA (SSTTI)".

Yacimiento de Cabezo Pequeño del Estaño en Guardamar

EXPORTACIONES POR EL MEDITERRÁNEO HASTA ORIENTE

El arqueólogo detalla el origen de los minerales, sobre los que especifica "llegaron por barco desde las sierras de Almería y Murcia". "En el Cabezo Pequeño del Estaño se producían lingotes que, desde aquí, se exportaban por todo el Mediterráneo hasta el próximo Oriente. Gracias a este hallazgo podemos reconocer el circuito comercial fenicio del sureste hispano, que tenía la plata como su objetivo principal y poner en valor este singular yacimiento", añade.

Para la primavera de 2019 está prevista una exposición monográfica sobre el yacimiento en el Museo Arqueológico de Guardamar. Más adelante, en verano, asumida desde el INAPH y con el patrocinio del Ayuntamiento de Guardamar, Fernando Prados Martínez y Antonio García Menargues, directores de la excavación, continuarán con ella. En los trabajos participan alumnado y profesorado de la UMU y la UA.

Fuente: 20minutos.es| 24 de enero de 2018

El primer ‘rascacielos’ del Medievo

Recreación del aspecto del edificio palaciego de Los Hitos (Orgaz). DIPUTACIÓN DE TOLEDO / AYUNTAMIENTO DE ORGAZ.

La culpa fue de los osos, que se escondían entre los densísimos bosques que se extendían a unos 30 kilómetros de la capital del reino visigodo, Toledo. Tal era la abundancia de plantígrados y jabalíes que el dux (máximo cargo militar y civil de una provincia) decidió levantar un gran pabellón de caza de dos pisos cuando alboreaba el siglo VI. Un siglo después, se erigió la iglesia, el almacén, la presa para retener las aguas del arroyo de la sierra y la muralla de más de dos metros de anchura que rodeaba aquellas construcciones que se extendían por cinco hectáreas. Así, en lo que ahora es la pedanía de Arisgotas (en primitivo germano el "Ejército de los Godos o de los Buenos"), término de Orgaz (Toledo), surgió el primer “rascacielos” del Alto Medievo de Europa.

Restos del yacimiento de los Hitos.

Un equipo de más de 100 especialistas de las universidades Complutense, Autónoma de Madrid, CEU-San Pablo, la Escuela de Minas de Madrid, la de Agrónomos de Córdoba, el Instituto Geominero y el CSIC, entre otros, y bajo la codirección de Isabel María Sánchez Ramos (izquierda), del Instituto de Arqueología de la University College of London, llevan tres años reconstruyendo este enigmático enclave, el yacimiento de Los Hitos, donde han desenterrado más de un centenar de cuerpos (incluido el del dux) y calculando la altura de la edificación: más de 12 metros. No sería hasta el siglo IX cuando los arquitectos árabes la superasen con el alminar de Córdoba (20 metros).

Vista del yacimiento del complejo palaciego de Los Hitos, en Orgaz. KIKE PARA.

Los labriegos del siglo XVI de Arisgotas no hacían otra cosa que toparse con grandes piedras cuando araban el campo, los hitos que dan nombre al lugar. Aquellos "pedruscos" labrados (frisos del palacio) eran transportados al pueblo y reutilizados como material de construcción y se pueden contemplar hoy en día entre los muros de las casas de la población. En la primera década del XX, el “tío Simón” halló una tumba de alabastro. La República, en 1938, envió un equipo de expertos. En los años setenta comenzaron las excavaciones. Resultado: aquello parecía una iglesia con sarcófagos y sepulturas a su alrededor.

En 2016 se iniciaron nuevas excavaciones, que se extienden hasta la actualidad, y que permiten a los expertos determinar que "se trataba de un palacio de algún miembro de la alta nobleza toledana". Jorge Morín (izquierda), director de los trabajos y de la consultora Audema, explica que el edificio, según los cálculos realizados mediante la técnica de doble cuadrado pitagórico, alcanzó los 34 pies, “por lo que se puede decir que es el primer rascacielos del Alto Medievo”. “Se tardarían siglos en superarlo”. “La aparición de estribos para aumentar la altura parietal con vistas al abovedamiento y a la construcción de un piso superior es indudable, como confirma la existencia de contrafuertes y la escalera de acceso al piso superior”, explica.

En la puerta del edificio palaciego se ha hallado la tumba del dux en cuyos huesos quedaron marcadas las huellas de su actividad principal (la equitación), rodeada de otros enterramientos de notables y familiares, incluidos los cuerpos de mujeres. En la puerta de acceso a la iglesia, se localizaron los esqueletos de nueve niños (inhumados con pequeñas ollitas que les servirían para alumbrarse en el más allá), además de otros restos que aún no han sido analizados, pero que podrían coincidir con tumbas de monjes. Se ha encontrado también una gran lápida que hace referencia a la construcción del templo, ordenada por alguien –un rey o un dux– cuyo nombre acababa en la silaba "do".


En total, los especialistas han localizado ya más de un centenar de cuerpos. No existe constancia de a quién podría corresponder el enterramiento principal, solo que se trata de un noble y que este, dado el sistema de elección de los reyes visigidos, pudo alcanzar la corona real. Pero, de momento, solo son suposiciones. Lo que sí parece claro es que el conjunto fue construido durante el reinado de Atanagildo y Gosvinta (551-567) y ampliado durante el de Recaredo I (586-601).

Los investigadores hallaron en 2017, adyacente al palacio, un templo de una sola nave y dos pórticos. Su interior estaba decorado con mármol y guardaba varios sarcófagos de alabastro y granito. La opción que manejan los especialistas es que se trate de una iglesia privada aristocrática con panteones funerarios. Antonio Malalana (izquierda), director de Metodología de la Investigación de la Universidad CEU-San Pablo, explica que en la próxima campaña los antropólogos extraerán más cuerpos en un ambiente confinado para evitar la contaminación del ADN. “Es un trabajo muy complicado que obliga a que estos vayan perfectamente equipados y cubiertos”.

Los técnicos calculan que se necesitará más de una década para sacar a la luz el complejo palaciego de Los Hitos. Los trabajos de georradar, dirigidos por Felix Teichner, de la universidad alemana de Marburg, han desvelado otras cuatro grandes estructuras subterráneas de aproximadamente 20 metros de longitud y 10 de ancho.

En el siglo IX, ya en época andalusí, el conjunto sufre grandes cambios. La iglesia, por ejemplo, es reorientada a hacia la Meca y reconvertida en mezquita con un mihrab. Al pabellón palatino se le adosan escaleras y se ciegan puertas. El complejo es utilizado como espacio fortificado por las guarniciones musulmanas. Con la toma de Toledo en 1085 por Alfonso VI, es abandonado y servirá de cantera a Arisgotas. Hasta ahora, cuando los expertos lo devolverán a la vida.

EL PEQUEÑO Y ESPECTACULAR MUSEO DE TODOS

En 2018, el alcalde de Orgaz, Tomás Villarubia (PSOE), puso a disposición de los investigadores el dinero suficiente para convertir las antiguas escuelas municipales en un museo. Allí se guardan más de un centenar de piezas y objetos procedentes de la excavación, la mayoría donados por los vecinos que han ayudado, además, a la reforma del edificio ofertando precios bajísimos por sus trabajos albañilería, carpintería o forja.

Tumbas visigodas halladas en la entrada del edificio palaciego de Arisgotas. KIKE PARA

“Al principio”, dice Juana Martín, la alcaldesa de la pedanía de Arisgotas, “algunos pedían dinero por las piezas, pero pronto se dieron cuenta de que la donación significaba la riqueza del pueblo y, poco a poco, fueron entregando lo que tenían”. Así, cada pieza lleva el nombre del donante. “Había gente que entregaba varias y decía: ‘este pónselo a nombre de mi hijo, este a mi hija, este a mi mujer…”, se ríe.

Museo de arte visigodo. Arisgotas, Toledo.

Aún así, algunos vestigios no han podido ser recuperados porque forman parte de las edificaciones de este pequeño pueblo de una treintena de habitantes. No obstante, el Ayuntamiento ha colocado paneles para que los visitantes puedan perderse por sus calles buscando los trozos de historia que los vecinos muestran en sus casas con orgullo.

Fuente: elpais.com | 27 de enero de 2019

“El sexo de neandertales con otras especies demuestra que eran mucho más sociables que nosotros”

Svante Pääbo, este jueves en Alicante. PEPE OLIVARES.


Los neandertales mantuvieron relaciones con los Homo sapiens. No solo sociales, también sexuales. Lo sabemos porque el biólogo sueco Svante Pääbo (Estocolmo, 1955) secuenció el genoma de los restos de una niña hallados en los montes Altái, en Siberia, y demostró que era hija de madre neandertal y padre sapiens. A juicio de Pääbo, esta mezcla confirma que nuestros ancestros eran mucho más sociables que nosotros. “Dos seres que eran mucho más diferentes entre sí que nosotros respecto a cualquier otro humano mantuvieron relaciones sexuales y tuvieron hijos. Eso describe a la perfección lo distintos que eran de los humanos actuales”, sentencia.

Por lo demás, para este científico, que imparte una charla en Alicante, invitado por el Instituto de Neurociencias UMH-CSIC, determinar con exactitud si sapiens y neandertales eran especies distintas es irrelevante. Lo que cuenta es que parte de nuestro código genético guarda trazas de nuestros inmediatos ancestros. “La influencia neandertal se puede ver a lo largo de todo nuestro genoma”, asegura Pääbo. Continuamente aparecen estudios científicos que inciden en la "herencia neandertal de los genes relacionados con la diabetes, enfermedades de la piel o del sistema inmune o con los abortos espontáneos”. También de ellos procede “la resistencia a las enfermedades procedentes de la bacteria 'Helicobacter pylori'”, que afecta al estómago.

Sin embargo, donde menos huella han dejado es en toda la parte genética que afecta a los testículos. “Eso podría indicar algún aspecto negativo en la reproducción”, sostiene Pääbo, que podría explicar la prevalencia del sapiens frente a su antecesor, entre otros factores. “Quizá solo acabaron sobreviviendo las hembras”, aventura el director del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania), “y sabemos que morían mucho más jóvenes y su vida reproductiva era más corta”. Aunque la capacidad tecnológica del humano moderno parece mucho más determinante. “La tecnología de los neandertales es homogénea, es igual en España que en Siberia”, explica, “pero los 'sapiens' supieron evolucionar muy rápidamente y se puede saber la procedencia de un resto solo por su grado de avance tecnológico”.

Cráneo número 5 de la Sima de los Huesos. En la campaña de 1992 se exhumó el cráneo y en campañas posteriores la mandíbula.

Pääbo está considerado como el padre de la paleogenética y recibió el año pasado el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica por sus descubrimientos. Entre otros, los realizados con el material que va aflorando en el yacimiento burgalés de Atapuerca. En sus manos está la raíz de nuestro árbol genealógico. Nuestro antepasado más antiguo, de hace unos 430.000 años. Pääbo confía en que este año consigan descifrar “el 10% del genoma del hombre de la Sima de los Huesos”. “Pero no estamos seguros de poder lograrlo”, añade.

El biólogo escandinavo cree que “tan solo estamos en el inicio de la revolución científica que nace del genoma". Pero, al mismo tiempo, admite que se ha generado cierto bombo mediático en torno al ADN. ADN para descifrar nuestro pasado, para descubrir a los criminales, para comprender hasta el último rincón del planeta, como panacea para todos los males. “La genética contiene una parte importante de nuestra historia”, subraya, “pero no toda la información que hemos reunido como especie”. “Si voy a Grecia, me impacta estar en la cuna de la civilización occidental, de la democracia, de la arquitectura”, pone como ejemplo, “pero ni uno solo de mis genes tiene nada que ver con Grecia”. Pääbo insiste en restar presión a su especialidad. “El ADN hallado en la escena de un crimen te puede indicar quién es el asesino, pero en el estudio genético de esa misma persona nada va a indicar que pueda ser un asesino”.

Advierte el biólogo, además, de que conviene delimitar los usos del conocimiento del código genético. Y se refiere al caso de He Jiankui, el científico chino que anunció el nacimiento de los primeros bebés modificados genéticamente. “El consenso general en la comunidad científica es que no se puede manipular el ADN en la línea germinal”, es decir, en la fase de gestación embrionaria. Los peligros se desconocen, pero “en la gestación de un hijo modificado genéticamente podría crearse incluso una nueva especie”, porque “no sabemos qué repercusiones tiene en el genoma introducir un cambio en un solo gen”. En su opinión, las nuevas técnicas genómicas deben dedicarse en exclusiva "a usos terapéuticos, para curar enfermedades”.

Fuente:elpais.com| 25 de enero de 2019

Una profesora de la UC obtiene la más alta distinción investigadora de la UE

Manuel Frochoso, Ángel Pazos, Ana Belén Marín-Arroyo y Juan José San Miguel, en el Paraninfo de la UC. /ROBERTO RUIZ

Ana Belén Marín-Arroyo recibirá dos millones de euros para desarrollar el proyecto Subsilience, que analizará las estrategias de subsistencia de los neandertales y los primeros Homo sapiens

¿En qué medida la desaparición de los neandertales fue provocada por el cambio climático y/o por la expansión de una nueva especie –los Homo sapiens– en Europa? Esta es la pregunta que persigue responder la profesora e investigadora de la Universidad de Cantabria Ana Belén Marín-Arroyo en el proyecto Subsilience, para cuyo desarrollo ha obtenido una de las prestigiosas ayudas que concede el Consejo Europeo de Investigación (ERC), dotada con dos millones de euros.

Se trata de «la distinción más alta» que otorga la Unión Europea a un proyecto de investigación y sólo encuentra un precedente en la UC: en 2014 fue Ignacio Varela, científico del Instituto de Biomedicina y Biotecnología (Ibbtec), el que la recibió, aunque en este caso fue en la categoría para investigadores más jóvenes ,y Marín-Arroyo la ha obtenido en la modalidad de consolidación, destinada a grupos en los que el investigador principal tenga título de doctor con una antigüedad de entre 7 y 12 años. «Hay muy pocas universidades españolas del tamaño de la nuestra que cuente con algún proyecto ERC y menos aún con dos, como es el caso de la UC», destacó ayer el rector Ángel Pazos. «Un reconocimiento así, entre tantos proyectos extraordinariamente competitivos, marcan un antes y un después para la investigadora y para el centro. El sello ERC marca un nivel de excelencia fundamental», añadió.

Gracias a esta ayuda europea, la integrante del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC) podrá, junto a su grupo de investigación, analizar «el impacto de las oscilaciones climáticas en las poblaciones humanas en un periodo clave para la evolución humana: la transición entre las últimas poblaciones de neandertales y las primeras de nuestra propia especie humana. No sólo es importante conocer por qué se extinguieron los neandertales sino cuál fue el motivo que nos hizo a los homo sapiens sobrevivir».

Yacimientos del sur de Europa

Para ello, Marín-Arroyo explica que implementará «nuevas metodologías de carácter multidisciplinar» aplicadas a los materiales arqueológicos acumulados por ambas especies humanas en una veintena de yacimientos de Serbia, Croacia, Italia y España, datados entre hace 57.000 y 27.000 años. «Es la primera vez que se va abordar un marco temporal y espacial tan amplio», subraya.

La profesora indica que, hasta ahora, todas las hipótesis sobre esta cuestión «se han tratado de una forma muy generalista, pero nosotros lo abordaremos desde un punto de vista más regional, más local, en diferentes entornos».

Así, Subsilience estudiará las estrategias de subsistencia llevadas a cabo por neandertales y los primeros Homo sapiens a partir de los restos de animales consumidos y encontrados en diferentes cuevas y abrigos del sur de Europa, y se analizará su capacidad de resiliencia, no sólo ante las «continuas y rápidas oscilaciones climáticas» que caracterizan aquel periodo, sino también por la presencia de una nueva especie humana compitiendo por unos mismos recursos. Esas estrategias «indicarán qué tipo de explotación se estaba llevando a cabo del medio ambiente y sus recursos», indica la especialista.

Además de la repercusión científica del proyecto, la ayuda también tiene un importante «impacto económico»: dos millones durante los próximos cinco años con los que Marín-Arroyo prevé que se puedan contratar a cinco o seis investigadores que se sumarán a su grupo de trabajo, ahora formado por siete personas.

16 proyectos en España

Subsilience ha sido uno de los 291 proyectos seleccionados por el ERC entre un total de 2.389 solicitudes, de los cuales sólo el 32% están liderados por mujeres. La convocatoria de 2018 ha tenido una tasa de éxito del 12,2% y las ayudas se han distribuido en 21 países de la UE. En España se han elegido 16 iniciativas. «Es una noticia de gran relevancia, por la valía de la investigadora y también como refuerzo del trabajo que realiza la Universidad de Cantabria, el área de Ciencias Sociales y el IIIPC», destacó el rector.

Trayectoria

Ana B. Marín-Arroyo (Burgos, 1977) es profesora titular de Prehistoria de la Universidad de Cantabria, e investigadora del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC), tras haber sido investigadora Ramón y Cajal y profesora contratada doctor I3. Entre 2016 y 2018 fue Fellow de Leverhulme Centre for Human Evolutionary Studies, Universidad de Cambridge.
Es especialista en el estudio de la estrategia de subsistencia y la reconstrucción de las condiciones climáticas y ambientales en las que vivieron los grupos de cazadores-recolectores durante el Pleistoceno.

Su ámbito de investigación se centra en reconstruir las estrategias de subsistencia de los grupos humanos en Eurasia a través del estudio de restos de macromamíferos desde hace 200.000 a hace 3.000 años. En la actualidad, está centrada en la transición Paleolítico medio a superior, uniendo la subsistencia humana con la reconstrucción paleoclimática y paleomedioambiental a través de estudios de isótopos estables en ungulados consumidos, con el fin último de entender las causas que derivaron en la extinción de los Neandertales.

Ha realizado números estudios de faunas arqueológicas, acumulados por diferentes especies humanas, en yacimientos de Israel, Serbia y España, además de haber pasado varios años en centros como la Universidad de Cambridge, Belgrado, el Museo de Historia Natural de Londres, el MNHN de Paris y recibido también varios premios por su investigación (Premio Jóvenes Excelentes; Premio del Consejo Social a la mejor tesis doctoral en Humanidades; Marie Curie Career Integration Grant (CIG)con la 2ª mejor puntación europea en todas las áreas cientifícas), entre otros.

En el IIIPC ha sido responsable de la puesta en marcha del Laboratorio de Bioarqueología, lo que ayudó a iniciar una nueva línea de investigación dentro del instituto dedicada a la Paleoclimatología y Bioarqueología. Este laboratorio viene a llenar el vacío existente en la Cornisa Cantábrica de colecciones de referencia de carácter bioarqueológico y atrae a estudiantes de Máster y Doctorado interesados en temas arqueofaunísticos, malacológicos, antropológicos y de isótopos estables. Además, Marín-Arroyo ha sido la responsable del establecimiento de los protocolos para el pre-tratamiento de las muestras orgánicas, la extracción del colágeno y su posterior análisis isotópico, tanto en restos humanos como animales, en la UC.

Fuente: eldiariomontanes.es| 25 de enero de 2019

Descubren restos romanos cerca de un famoso restaurante de Lisboa

Esqueleto hallado en un antiguo cementerio romano bajo un restaurante en Lisboa, REUTERS/Pedro Nunes.

Arqueólogos portugueses que realizan una excavación cerca de uno de los restaurantes más icónicos de Lisboa, el Solar dos Presuntos, han descubierto una enorme cementerio romano con esqueletos de 2.000 años de antigüedad y varias piezas.

La necrópolis fue hallada después de que los dueños del restaurante decidieron ampliar el establecimiento, fundado en 1974 en el centro histórico de Lisboa. Para lograr que el proyecto de expansión fuera aprobado, las autoridades de la ciudad requirieron que un equipo de arqueólogos primero revisara el terreno.


“Lo que hallamos fue una sorpresa enorme”, dijo Nuno Neto (izquierda), un arqueólogo de Neoepica, la compañía que llevó adelante la excavación a una profundidad de unos seis metros. “El nivel de conservación es excelente y el grupo de piezas es fabuloso”.

En el cementerio, los arqueólogos hallaron 25 esqueletos, 35 grupos de restos cremados, cerámica y monedas usadas en antiguos rituales de entierro. Todo ha sido trasladado al laboratorio de investigación de Neoepica, que lo transferirá al Municipio de la ciudad.
Los hallazgos se dieron a conocer al público el mes pasado, pero los arqueólogos han estado trabajando en el sitio desde el 2016.


"Estuvimos un mes y medio para hacer los sondeos, y luego en los primeros metros fuimos percibiendo que teníamos en las manos un descubrimiento importante", añade el arqueólogo, que no esconde su satisfacción. "Estamos desenterrando elementos escondidos durante cientos de años - somos unos privilegiados por poder dar voz a estos vestigios", añade Nuno Neto.
El trabajo para expandir el restaurante ya ha comenzado y, pese a las demoras, los dueños ven el descubriendo del cementerio romano como algo positivo y esperan tener parte de los ítem en exhibición en el futuro.


Los ejércitos romanos ocuparon Olissipo, como solía llamarse a Lisboa, alrededor de 200 años antes de Cristo y permaneció bajo control romano durante varios siglos.

Fuentes: cmjornal.pt | lta.reuters.com | reuters.com | 24 de enero de 2019

Se demuestra, por primera vez, que los neandertales cazaban a distancia con pesadas jabalinas

Hace unos años, los hallazgos arqueológicos llevaban a pensar que los neandertales eran menos habilidosos y menos inteligentes que los otros humanos. A fin de cuentas, esta especie, que existió en Eurasia hace 450.000 años, desapareció hace 45.000 años, por motivos que se desconocen. ¿No será que desaparecieron por ser menos capaces que los humanos modernos? Detrás de ellos dejaron un rastro en multitud de herramientas y de yacimientos, pero también muchas huellas en forma de genes: alrededor del 2% del genoma de los humanos modernos proviene de neandertales.

Lanza neandertal hallada en Schöningen (Alemania). Wikipedia.

Un estudio que se acaba de publicar en la revista Scientific Reports, y elaborado por científicos del University College de Londres (Reino Unido), se ha sumado a la lista de artículos que desmienten que los neandertales fueran «primos» inferiores de los humanos modernos. Los investigadores examinaron el rendimiento de réplicas de lanzas hechas por neandertales y encontradas en el yacimiento de Schöningen, Alemania, y que tienen 300.000 años de antigüedad. Gracias al trabajo de lanzadores profesionales, los investigadores han comprobado que, estas lanzas eran jabalinas capaces de dar a un blanco a 20 metros de distancia. Y de producir un impacto letal.

«Este estudio es importante porque se suma a las evidencias que indican que los neandertales eran tecnológicamente versados y que tenían la habilidad de cazar grandes presas por medio de una variedad de estrategias de caza, no solo arriesgados encuentros cuerpo a cuerpo», ha dicho en un comunicado Annemieke Milks (izquierda), investigadora en el University College y directora de la investigación. «Esto contribuye a nuestra nueva visión de los neandertales como nuestros parientes capaces e inteligentes».

El origen de los lanceros

Se sabe que los neandertales dependían en gran medida de la ingesta de animales, pero no está claro cómo la conseguían. Normalmente, se ha considerado que eran meros carroñeros oportunistas, pero cada vez más pruebas han ido mostrando que, al menos hace 120.000 años, eran sofisticados cazadores que solían participar en partidas de caza con lanzas.
Se conoce un pedazo de lanza, con casi 400.000 años de antigüedad, que se halló en Clacton-on-Sea, Inglaterra, (derecha), en 1911. Pero el fragmento está tan deteriorado que no sirvió para deducir cómo fue usado. Sin embargo, a finales de los noventa se descubrieron varias lanzas de madera, junto a miles de huesos de animales, en el yacimiento de Schöningen (Alemania). Sus 300.000 años las convierten en utensilios de neandertales y en las armas más antiguas completamente preservadas.
Estas lanzas tienen un tamaño que va de los 1,82 hasta los 2,25 metros. Su diámetro oscila entre los 2,9 y los 4,7 centímetros y su peso, entre los 760 y los 800 gramos.

Réplicas de armas neandertales

Hasta ahora, se pensaba que eran demasiado pesadas como para poder ser lanzadas a una distancia suficiente como para ser armas a distancia eficaces. Pero los investigadores Annemieke Milks y Matt Pope (izquierda) quisieron comprobarlo, en gran medida porque las jabalinas modernas tienen un peso similar: de 600 a 800 gramos. Y también porque las lanzas de Schöningen tienen un diámetro superior en un extremo, lo que desplaza el centro de gravedad hacia la parte frontal del arma, al igual que ocurre con las jabalinas modernas.
Para comprobar si eran eficaces o no, Milks y Pope reclutaron a Owen O´Donell, estudiante en el University College y arqueólogo experto en fabricar réplicas de utensilios paleolíticos con herramientas de la época. O´Donell fabricó varias de ellas, con madera de pícea noruega, con un peso que fue de los 760 a los 800 gramos.

Réplica de una lanza producida por Owen O'Donnell, ex alumno del Instituto de Arqueología de la UCL.

A continuación, los investigadores reclutaron a seis lanzadores de jabalina, capaces de arrojar las armas a gran velocidad, al igual que habrían hecho los cazadores neandertales, y les pidieron usar las herramientas fabricadas por el arqueólogo.

Eficaces a 20 metros

Los lanzadores pudieron acertar en los objetivos a una distancia de hasta 20 metros con una fuerza considerable, capaz de matar a una presa. Esto duplica el alcance efectivo que se le achacaba estar armas antes de este estudio, lo que demuestra, según los investigadores, que los neandertales eran capaces de cazar a distancia de forma efectiva.

Un investigador lanza una jabalina neandertal contra un fardo de paja. FOTO: ANNEMIEKE MILKS / SCIENTIFIC REPORTS | VÍDEO: EPV

«Nuestro estudio muestra que la caza a distancia formaba parte, probablemente, del repertorio de estrategias de caza de los neandertales, y que esa flexibilidad en su comportamiento refleja fielmente la de nuestra propia especie», comenta Milks. «Esta es otra evidencia que estrecha más la separación entre neandertales y humanos modernos».

Según Matt Pope, estos resultados ayudarán a comprender mejor nuestro propio pasado: «La aparición del armamento –de la tecnología diseñada para matar– es un umbral crítico, pero pobremente conocido, en la evolución humana».
«Siempre hemos dependido de las herramientas y hemos extendido nuestras capacidades a través de la innovación tecnológica, y comprender cómo desarrollamos, por primera vez, la capacidad de matar a distancia es un importante momento en nuestra historia», concluye.

Fuentes: abc.es | eurekalert.org | elpais.com | ucel.ac.uk | 25 de enero de 2019