Los mensajes del pasado sepultados en el foro romano de Santa Criz de Eslava (Navarra)

Escena de caza en un espectáculo público con dos tubicenes que amenizan la función - Pablo Ozcáriz


A unos 40 minutos de Pamplona, sobre un cerro cercano a la localidad navarra de Eslava, se erigía hace 2.000 años una importante ciudad romana de origen vascón de la que hoy dan fe los vestigios que los arqueólogos han ido desenterrando desde los años 90. Viendo las columnas de Santa Criz de nuevo en pie, los capiteles y fustas que descansan aquí y allá, y los restos de su antiguo foro, del que aún faltan por excavar sus dos terceras partes, no es difícil imaginar la vida que palpitaba en este lugar ahora abandonado.

Allí se encontró una estatua en mármol de un togado y numerosas inscripciones romanas, pero también se recuperaron miles de fragmentos con pintura. Debieron de formar las paredes de alguna casa romana, que posteriormente se utilizó como relleno en el foro. Material de derribo que, sin embargo, contenía retazos de valiosa información histórica en sus grafitos.


Un posible barco o caballo- Pablo Ozcáriz

«La mayoría, al ser de un tamaño reducido, tienen solo rayas que no se pueden identificar, pero algunos de ellos tienen figuras, inscripciones o escenas completas», describe el historiador Pablo Ozcáriz, que avanza a ABC algunas conclusiones de su estudio sobre estos grafitos. Sus investigaciones serán publicadas próximamente junto a las de Javier Andreu, profesor de Historia Antigua y Arqueología de la Universidad de Navarra, y de la arqueóloga Txaro Mateo, en la obra «Epigrafía romana de santa Criz», dentro de la colección «Epigrafia e Antichitá» de la Universidad de Bolonia.

Según explica Ozcáriz, en España se han conservado conjuntos de grafitos sobre pintura parietal en sitios como Baelo Claudia (Bolonia, Cádiz), Ampurias o Mérida, pero el de Santa Criz es uno de los más numerosos, con 78 grafitos sobre pintura y 37 sobre tambor de columna. Muchos de los fragmentos que los albergan estaban ennegrecidos por efecto del fuego y algunos muy deteriorados. Técnicos del Servicio de Patrimonio Histórico del Gobierno de Navarray de la empresa Artus han restaurado estas frágiles piezas, de forma muy superficial bajo lupa binocular para no dañar e interferir las incisiones de los grafitis, según explica la restauradora Carmen Usúa.

Un considerable nivel de alfabetización

Entre los grafitos sobre pintura que se pueden identificar, Ozcáriz señala que «el 40% son inscripciones y el 60% dibujos», lo que indicaría que «el nivel de alfabetización de los ciudadanos de Santa Criz sería bastante considerable, aunque lejos del nivel de una ciudad como Pompeya», donde el 90% son inscripciones y el 10%, dibujos.

Muchas de estas inscripciones pintadas en Santa Criz resultan ilegibles por estar fragmentadas, como en la que se lee «...oma», que podría referirse a Roma, pero también a ceroma (un ungüento con el se frotaban los atletas antes del combate), a coma (cabellera), diploma (documento oficial), o a poma (fruta).

Tampoco los dibujos son fácilmente distinguibles. Este profesor de Historia Antigua de la Universidad Rey Juan Carlos ha identificado un posible barco, un ciervo, un posible perro, un animal desconocido... aunque destaca en particular dos escenas con figuras antropomorfas. En una se ve a la izquierda una cornamenta, arriba a la derecha los cuartos traseros de un animal y en medio dos figuras humanas que llevan en la mano un objeto alargado que sale de sus cabezas. «Se trata de dos tubicenes o tocadores de tubas, un instrumento que se utilizaba en el ejército en las procesiones y en los espectáculos públicos», relata Ozcáriz que cree que «con toda probabilidad representa una escena de una venatio o caza en un espectáculo público y los músicos que amenizan la función». Existen paralelos a esta escena en otros grafitos encontrados en Roma y Pompeya, añade.

Inscripción de Iulius - Pablo Ozcáriz

Otros grafitos fueron realizados sobre un tambor de columna liso de arenisca local que ha sido limpiado por los restauradores de Patrimonio del Gobierno de Navarra. Se cree que este tambor formaba parte de un criptopórtico derrumbado y en él se observa una zona con numerosos grafitos y algunas letras sueltas en otras partes de la pieza, algunas de gran calidad epigráfica. Hay además una inscripción en la que «se lee claramente «(..I)ulius», un nombre muy habitual en el imperio y en Hispania en particular», según aclara Ozcáriz. En otra apenas se aprecia la primera letra, una M.

Representación de un edificio - Pablo Ozcáriz

En la parte del tambor que muestra gran intensidad de grafitos «destaca una serie de representaciones de edificios o edículas, en algún caso decoración en el frontón», prosigue este experto. Es habitual encontrarlos en mosaicos y pinturas «y pueden representar a edificios de la ciudad, engalanados, o ser dibujos que representan un lugar, una ciudad».

«La existencia de una inscripción a la derecha de uno de estos dibujos apoyaría esta opción», añade Ozcáriz.

Los grafitos formarán parte de una exposición sobre Santa Criz que está previsto que se inaugure en mayo.

Fuente: abc.es | 19 de febrero de 2019

Hallan indicios de dentición primitiva en restos de ‘Homo sapiens’ en China

Dentición superior (izquierda) e inferior (derecha) de Dushan 1/ Wei Liao. / CENIEH

Un estudio publicado hoy en la revista Scientific Reports sobre los restos esqueléticos hallados en la Cueva de Dushan, en Linfeng, al sur de China, revela características dentales sorprendentes para una población del Paleolítico Superior.

Según los coautores, María Martinón Torres (ambos a la izquierda) y José María Bermúdez de Castro, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), para encontrar esos caracteres con alta frecuencia es necesario remontarse a los primeros representantes del género Homo e incluso a los Australopithecus.

Los científicos agregan que “no es que tales rasgos hayan desaparecido por completo en las poblaciones modernas de China, sino que su presencia conjunta en el individuo conocido como Dushan 1 confiere un cierto aspecto primitivo a su dentición”.

Existe la posibilidad de que Dushan 1, cuyos restos se han datado entre 15.280 y 12.765 años de antigüedad, represente la variabilidad normal de una población poco conocida en un vasto territorio. Esta hipótesis podrá ser contrastada con nuevos estudios de poblaciones del mismo período.

Caracteres primitivos

“Tal vez estemos ante un caso de aislamiento prolongado de un grupo en un determinado territorio, en el que se han conservado caracteres primitivos de los primeros representantes de 'Homo sapiens' en China”, señala Bermúdez de Castro.

Finalmente, se podría proponer el mestizaje de los primeros Homo sapiens con grupos residentes ancestrales. Los descendientes de esa hibridación habrían llegado hasta el final del Pleistoceno, mostrando en su aparato dental las evidencias de una historia evolutiva muy particular.
La variabilidad de los humanos del Pleistoceno de China se conoce menos que la de los africanos y europeos. Sin embargo, la balanza se está equilibrando poco a poco. Los fósiles más antiguos se van conociendo cada vez mejor y su interpretación ya entra en los modelos generales. Tal vez, el mayor de los problemas reside en el estudio de las poblaciones más recientes de finales del Pleistoceno, ya que su interés ha sido menor para los expertos internacionales.

“El esqueleto de Dushan 1 abre grandes posibilidades para que mostremos interés en esa época tan poco conocida del Pleistoceno de China. Sabemos que queda mucho por aprender sobre la peculiar dinámica de las poblaciones de nuestra especie, que se movieron desde África para colonizar todo el planeta”, concluye Martinón Torres.

Fuente: agenciasinc.es | 20 de febrero de 2019

Afirman que Europa no tenía más de 1.500 habitantes durante el Paleolítico superior

Foto: ¿Hay alguien ahí? JEFF PACHOUD / AFP / Getty

Sabíamos que los primeros europeos eran pocos, pero nunca habríamos imaginado que tan pocos como acaba de sugerir un equipo de investigadores de la Universidad de Colonia. En un estudio recién publicado en PLosOne, en efecto, Isabell Schmidt y Andreas Zimmermann cifran el número de europeos durante el Paleolítico superior en no más de 1.500 individuos. Europa, en aquel tiempo, debió de ser un continente muy solitario.

Sabemos que nuestra especie, Homo sapiens, llegó al Viejo Continente hace unos 43.000 años. Las evidencias arqueológicas y las herramientas halladas en múltiples yacimientos sugieren que aquellos primeros europeos se dispersaron muy rápidamente por todo el continente. Pero nadie hasta ahora había podido decir con cierta exactitud cuántas personas vivían en Europa en aquellos momentos.
Ahora, Schmidt y Zimmermann han estimado cuál podría haber sido el tamaño medio de la población durante un periodo de la Prehistoria europea que conocemos como Auriñaciense (de la región francesa de Aurignac), un tipo de cultura que abarca desde hace 42.000 a hace 33.000 años, que vino a sustituir a la Musteriense y que se caracteriza por una idustria lítica bien diferenciada de la del periodo anterior.

Representación sincrónica y diacrónica del modelo sobre la organización socioespacial.
Imagen superior: Manifestación durante el Auriñaciense. La ubicación de las Áreas Centrales (CA) y las imágenes demográficas de este estudio se indican mediante círculos. Mapa de "macro-conjuntos" identificados por separación (áreas coloreadas = tipos de ornamentos específicos de macro-conjuntos, áreas sombreadas claras = tipos de ornamentos compartidos por dos macro-conjuntos).

Imagen inferior: comparación diacrónica de la red de información socioeconómica y de larga distancia de Auriñaciense (líneas rojas) y Gravetiense (negras), según las CA y las estadísticas de la población. El patrón de poblaciones viables y estacionales / satélites se adopta en todo el Área de Cálculo Total (TAC); Nuevas evidencias en Europa central y más allá del TAC.

Solo 13 regiones fueron ocupadas

Durante su trabajo, los investigadores estudiaron con detalle una amplia franja del continente europeo, que abarca desde el norte de España, por el oeste, hasta Polonia, en el este. En esa amplia área, los dos científicos situaron con la máxima precisión los aproximadamente 400 yacimientos conocidos del Auriñaciense. Y eso puso en evidencia que los humanos, en realidad, sólo ocuparon durante ese periodo 13 pequeñas regiones del continente, dejando el resto totalmente despoblado.

Para estimar el número de grupos de cazadores-recolectores que vivían en esas 13 áreas, Schmidt y Zimmermann analizaron con más detalle la evidencia arqueológica, incluídas las piedras que se transportaban de un lugar a otro para fabricar herramientas in situ. Basándose en cómo se agrupan esos asentamientos y en el análisis cuantitativo de los restos, los investigadores concluyeron que en total, las 13 regiones ocupadas albergaron a no más de 35 grupos de cazadores-recolectores.
Ahora bien, ¿Cuánta gente vivía, en total, en esos 35 grupos?

Para averiguarlo, los científicos recurrieron a lo que sabemos sobre los grupos de cazadores-recolectores modernos, la mayor parte de ellos registrados por exploradores de todo el mundo durante los últimos dos siglos. Y resultó que la mayoría de los grupos que más se parecían a los del Auriñaciense estaban formados, en promedio, por 42 individuos.

Una simple multiplicación es suficiente para dar con la «cifra mágica», que resultó ser de 1.470. Por supuesto, Schmidt y Zimmermann asumieron que los grupos de cazadores-recolectores del Paleolítico superior eran similares, en cuanto al número de miembros, a los más actuales. El resultado, desde luego, es impresionante: menos de 1.500 habitantes en un área que cubre casi toda Europa.

«Es realmente un número muy pequeño -explica Scmidt (izquierda)-. Pero los cazadores-recolectores del Auriñaciense desarrollaron estrategias muy exitosas para sobrevivir».

Preguntas por responder

Por supuesto, generar estimaciones absolutas de población para un periodo tan lejano en el tiempo es algo extremadamente difícil. No sabemos, en efecto, cuántos yacimientos del Auriñaciense quedan aún por descubrir en el Viejo Continente, ni cómo los futuros hallazgos podrían influir en las cifras totales de población.

El nuevo estudio, sin embargo, parte de una base que, a pesar de ser susceptible de actualizaciones, resulta científicamente sólida y ofrece resultados que tienen mucho sentido.

Hallazgos como éste no pueden dejar de recordarnos las enormes diferencias que existen entre la vida en la Europa Moderna y la de la Edad de Piedra. Y que a pesar de que hoy nos consideramos los amos y señores de todo cuanto nos rodea, hace no tanto tiempo apenas éramos una especie entre muchas otras, compitiendo por los mismos recursos. Y desde luego no la más numerosa.

Fuente: abc.es | 19 de febrero de 2019

Las estructuras megalíticas de Europa podrían tener su origen en el noroeste de Francia

El Dólmen de las Ruinas, en Vilajuïga, Gerona. (Bettina Schulz Paulssons).

Hay una pregunta recurrente sobre los megalitos. ¿Cómo puede ser que hace miles de años, sin internet, sin televisión, ni móviles, ordenadores o tan siquiera una cámara de fotos, se construyeran monumentos similares en lugares separados por centenares de kilómetros? La respuesta está, según los investigadores de la Universidad de Gotemburgo, en el comercio marítimo.

La arqueóloga Bettina Schulz Paulsson (izquierda) asegura, en un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Science (PNAS), que en plena Edad de Piedra había una movilidad mucho mayor de lo que se creía, con intercambios constantes entre diferentes partes de Europa, desde el noroeste de Francia (Carnac) hasta Gran Bretaña o la Península Ibérica.

Actualmente ya se han descubierto alrededor de 35.000 megalitos, monumentos antiguos construidos por una o más rocas, en todo el continente europeo. La mayor parte de ellos se levantaron durante el Neolítico y la Edad del Cobre y se concentran especialmente en áreas costeras.

Las primeras estructuras megalíticas se construyeron hace alrededor de 6.000 años y durante un período de entre 200 y 300 años. Se concentraron en el noroeste de Francia, a lo largo de la costa atlántica de la Península Ibérica y en el Mediterráneo. Durante más de cien años, los arqueólogos se han cuestionado si esta práctica se extendió desde un lugar de origen o si se originó en diferentes lugares de manera independiente.

Mapa que muestra la ruta hipotética de la expansión megalítica en tres fases principales (Bettina Schulz Paulssons)

Schulz Paulsson ha analizado con datación por radiocarbono hasta 2.400 objetos que proceden de sitios megalíticos, premegalíticos y no megalíticos contemporáneos de toda Europa, que ha recopilado durante diez años de viajes de investigación. Y su conclusión es que "los megalitos no se diseminaron y desarrollaron de manera independiente”.

“Los resultados muestran que el noroeste de Francia fue el lugar donde se originaron las tumbas megalíticas europeas y que esta tradición megalítica se extendió gradualmente durante tres fases, coincidiendo con cambios sociales y económicos. En general, los resultados indican que había una gran movilidad a través de las vías marítimas”, indica la arqueóloga a La Vanguardia.

Alineación de menhires en Le Ménec, Carnac, Bretaña (4500-2300 a. C.).

El noroeste de Francia es la única de estas áreas que mostró evidencia de monumentos mortuorios que precedieron a los primeros megalitos, que se remontan a alrededor de 5000 a.C. Estas tumbas, en el área geológica conocida como la cuenca de París, indican los inicios de la construcción de monumentos que faltan en las otras áreas.

Mientras que los diseños premegalíticos se encuentran solo en el noroeste de Francia, las tumbas megalíticas aparecen en la Península Ibérica, las islas británicas y Francia en la primera mitad del IV milenio a.C., mientras que a Escandinavia no llegaron hasta la segunda mitad del mismo milenio.

Dolmen de Haväng, Suecia. Sorprendentemente, los conceptos arquitectónicos de los megalitos son similares o incluso idénticos en toda Europa. Foto cortesía de BSP.

“A principios del siglo XX, investigadores como Oscar Montelius y Gordon Childe asumieron que los megalitos se desarrollaron en una región y luego se propagaron desde allí, pero aparte de ellos, la comunidad de investigadores creyó y asumió que la construcción de megalitos se había desarrollado de manera independiente en cinco regiones diferentes”, recuerda la experta.
Bettina Schulz Paulsson destaca que su investigación “es la primera” que ha demostrado esta teoría. “La distribución de estas tumbas indica que la tradición megalítica se extendió a través de las vías marítimas. Las habilidades marítimas y la tecnología de las sociedades megalíticas parecen haber sido más avanzadas de lo que se pensaba anteriormente”, concluye.

Si bien es posible que aún no tengamos una imagen completa en términos de ruinas y dataciones megalíticas en toda Europa, investigadores como el arqueólogo Chris Scarre (izquierda), de la Universidad de Durham, en el Reino Unido, afirman que el estudio es un caso sólido.

"No está completamente centrado al cien por cien, y siempre hay alguna otra investigación que hacer, pero la nueva hipótesis parece ser un escenario muy plausible", dijo Scarre a Brian Handwerk en The Smithsonian.

"Este estudio coincide con la idea más aceptada de que existen vínculos entre estas diferentes regiones con monumentos megalíticos. El desafío es comprender cómo funcionaron esos vínculos".

Fuente: lavanguardia.es| sciencealert.com | 13 de febrero de 2019

El auténtico origen de las piedras azules de Stonehenge

Foto: Stonehenge. La designación de 'piedras azules' es convencional, no es un concepto geológico, y se utiliza para denominar a las piedras foráneas, ya que existen en el monumento por lo menos 20 tipos diferentes de roca. Se supone que había unas 80 en un principio, pero esto nunca ha sido probado. Sólo quedan 43. De las rocas más grandes 30 no son 'piedras azules', sino rocas de arenisca.

Stonehenge, el famoso monumento del neolítico situado en Wiltshire, Inglaterra, ejerce una fascinación eterna que parece aumentar con cada nuevo descubrimiento acerca de sus orígenes. ¿Cómo y para qué se erigió el conjunto megalítico? Los geólogos saben desde hace mucho tiempo que 42 de sus piedras más pequeñas, conocidas como «piedras azules», fueron extraídas hace 5.000 años de las colinas de Preseli en Pembrokeshire, al oeste de Gales, situadas a la extraordinaria distancia de 300 km. ¿Por qué las rocas llegaron de tan lejos? Ahora, nuevos hallazgos al respecto publicados en la revista Antiquity acercan a los investigadores a la resolución del misterio al señalar las ubicaciones exactas de dos de esas canteras y revelar cuándo y cómo se extrajeron las piedras.

Arqueólogos y geólogos del University College de Londres (UCL) y otras instituciones británicas han investigado las canteras durante ocho años. La más grande apareció en el afloramiento de Carn Goedog, en la ladera norte de Preseli. «De allí es de donde vienen al menos cinco de las piedras azules, probablemente más», explica el geólogo Richard Bevins (izquierda), del Museo Nacional de Gales. «Esta fue la fuente dominante de la dolerita manchada de Stonehenge, llamada así porque tiene manchas blancas en la ígnea roca azul», señala.

En Craig Rhos-y-felin, en el valle debajo de Carn Goedog, fue identificado por los geólogos un segundo afloramiento como la fuente de uno de los tipos de riolita, otro tipo de roca ígnea, que se encuentra en Stonehenge.

Afloramiento de Piedras Azules en una de las canteras identificadas recientemente en Carn Goedog, Pembrokeshore, oeste de Gales. Crédito: Adam Stanford, Aerial-Cam Ltd

Martillos y cuñas

Según el nuevo estudio, los afloramientos de piedra azul están formados por pilares verticales naturales. Estos podrían haberse extraído de la superficie de la roca abriendo las juntas verticales entre cada pilar. A diferencia de las canteras de piedra en el antiguo Egipto, donde los obeliscos fueron tallados en la roca sólida, las canteras de Gales eran más fáciles de explotar.

Los trabajadores de la cantera neolítica solo necesitaban insertar cuñas en las juntas ya hechas entre los pilares y luego bajar cada pilar al pie del afloramiento. Aunque es probable que la mayoría del equipo empleado por estas gentes consistiera en cuerdas y cuñas de madera, mazos y palancas, dejaron otras herramientas como martillos y cuñas de piedra.

«Las cuñas de piedra están hechas de barro importado, mucho más suave que las duras columnas de dolerita. Martillar una cuña dura podría haber creado fracturas por estrés, causando que las delgadas columnas se agrietaran. Utilizar una cuña suave significa que, si algo se rompe, será la cuña y no el pilar», explica Mike Parker Pearson, profesor de arqueología el UCL y líder del equipo.

El arqueólogo Mike Parker Pearson, junto a unas columnas de dolerita (Antiquity / Adam Stanford)

Muelle de carga

Las excavaciones arqueológicas al pie de ambos afloramientos descubrieron restos de plataformas de piedra y tierra hechas por el hombre, con el borde exterior de cada plataforma terminando en una caída vertical de aproximadamente un metro.

«Los pilares de piedra azul podrían ser colocados en esta plataforma, que actuaba como un muelle de carga para bajarlos en trineos de madera antes de arrastrarlos», apunta el profesor Colin Richards (izquierda), de la Universidad de las Tierras Altas y las Islas de Escocia (UHI), quien ha excavado el único megalito identificado de Gran Bretaña en una cantera en las islas Orkney, en la costa norte de Escocia.

Un objetivo importante del equipo del profesor Parker Pearson era fechar las canteras de megalitos en los dos afloramientos. En el suave sedimento de una pista hueca que conduce desde el muelle de carga en Craig Rhos-y-felin, y en la plataforma artificial en Carn Goedog, el equipo recuperó trozos de carbón que datan de alrededor del año 3000 a.C.

Los investigadores piensan que Stonehenge fue inicialmente un círculo de pilares de piedra azul sin trabajar en los hoyos de Aubrey, cerca de Stonehenge, y que los bloques de arenisca se agregaron unos 500 años más tarde.


Llegaron por tierra

Los nuevos descubrimientos también ponen en duda la teoría popular de que las piedras azules fueron transportadas por mar a Stonehenge. «Algunas personas piensan que las llevaron hacia el sur a Milford Haven, y se colocaron en balsas o botes y luego se llevaron a remo por el Canal de Bristol y por el (río) Avon hacia Salisbury Plain. Pero estas canteras están en el lado norte de las colinas de Preseli, por lo que los megalitos podrían simplemente haber ido por tierra hasta Salisbury Plain», explica Kate Welham (derecha), profesora de la Universidad de Bournemouth.

«Lo que es realmente emocionante de estos descubrimientos es que nos acercan un paso más para descubrir el gran misterio de Stonehenge: por qué sus piedras vinieron de tan lejos», señala Parker Pearson. «Todos los demás monumentos neolíticos en Europa fueron construidos con megalitos traídos desde no más de 16 km de distancia», añade.

Ahora los investigadores tratan de averiguar qué hacía tan especial a las colinas de Preseli hace 5.000 años y si había otros círculos construidos allí antes de que las piedras azules se mudaran a Stonehenge.

Fuentes: abc.es | washingtonpost.com | 19 de febrero de 2019

El herético mensaje escondido en un famoso cuadro de Leonardo Da Vinci

«La Virgen de las Rocas», en la versión que está en la National Gallery de Londres, tras su restauración en 2010 - EFE

Algunas famosas pinturas contienen claves ocultas ya no solo para los ojos profanos sino que son incluso desconocidas hasta que alguien las resignifica, como le ocurre a «La Virgen de las rocas», de Leonardo Da Vinci, un cuadro del que hay dos versiones (una en 1486, en el Louvre parisino, y otra en 1508, en la National Gallery en Londres).

Los mensajes ocultos en los cuadros del maestro del Renacimiento Leonardo Da Vinci son una constante en su obra y un foco interminable de investigación. De hecho, expertos italianos ya descubrieron que en este cuadro se ocultaba el dibujo de un perro en el fondo de la pintura. «Es un acto de acusación de Da Vinci contra la corrupción del papado de su época», decía Silvano Vinceti (izquierda), presidente del Comité Nacional para la Valorización del Patrimonio Histórico.
Pero hay más, un detalle a simple vista que no está camuflado de ninguna manera pero que una vez descubierto su significado y dándose cuenta de su trascendencia convierte la escena en algo mucho más complejo y controvertido, como explica la BBC, y que va en la línea polémica del perro anteriormente descubierto. Y es que una palmera en una escena alpina incita a Kelly Grovier, el crítico de arte que ha escrito el artículo en la BBC, a seguir un rastro de pistas que descubren este misterioso y subversivo mensaje.

Como corresponde a un genio de su calibre, cada cosa que pintaba Leonardo tenía su significado profundo. Así, las características de la Virgen idealizada, los colores de su manto (el azul del manto sería el cielo, la otra parte amarilla podría ser la divinidad), la desnudez de Jesús y Juan Bautista que representaría la armonía con la naturaleza... Y, también, la pequeña planta de palmera colocada detrás de este último, que podría contener un mensaje sumamente polémico para su época.
El elemento que hace mención este crítico no pertenece a ninguna teoría de la conspiración elaborada por Dan Brown, sino que es evidente para todos, puesto que la palmera, justo detrás de la mano derecha de María, no está oculta. Y aunque está planta de palmera está levemente transformada de una versión a otra del cuadro, están diseñadas de tal manera que parezca una palmera abierta a la manera de una vieira.


Y es aquí donde viene el hallazgo interpretativo del crítico: «¿Qué significa todo esto para interpretar la Virgen de las Rocas? La suya (la de Leonardo) era una imaginación incorregiblemente unificadora, pero fusionar una palmera con una concha de vieira en una cueva de montaña es mucho más arriesgado por sus implicaciones religiosas. Porque aludir a la afirmación herética de las conchas marinas encontradas en paisajes montañosos evidencia que las enseñanzas de la Iglesia sobre la creación de la Tierra eran erróneas y supersticiosas. Así, Leonardo se colocó en una posición vulnerable a sí mismo y a su trabajo ante las acusaciones de herejía».

Y sigue: «La determinación de Leonardo de crear un símbolo tan subversivo (no una, sino dos veces) sugiere lo importante que fue para él dar testimonio, por sutil o codificado, a la bella y blasfema verdad de la naturaleza. La vieira / palmera, fácilmente olvidada, agazapada en silencio en los márgenes sombríos de ambas, transforma sus obras maestras en reflexiones subversivas sobre la evolución geológica de la Tierra, el problema frío y helado en el que todos nos encontramos desamparados y desesperados por un milagro que salva el alma», termina Grovier.

Perro oculto

¡Qué cantidad de mensajes ocultos en un solo cuadro! Hay que recordar que esta misma pintura contenía el detalle de un perro y que permaneció oculto cinco siglos nada menos. Concretamente el mensaje se oculta en la parte superior, donde aparece un perro con correa. El descubrimiento fue posible gracias al uso mixto de tecnología av.... «Una lupa especial nos permitió revisar cuidadosamente cada detalle de la pintura y posteriormente con photoshop avanzado y software se hizo una superposición, una descomposición y una recomposición», añade Vicenti.

En cuanto al significado del mensaje, en este caso, el grupo de expertos creen que Leonardo quiso representar con el perro «la desobediencia para denunciar la corrupción del papado que se vivía en esos tiempos, pues abusaban del poder temporal sobre el poder espiritual».



Fuente: abc.es | 20 de febrero de 2019