El Museo Arqueológico Nacional acoge la muestra ‘Lapis specularis. La luz bajo tierra. Miguel Ángel Blanco’

La muestra podrá visitarse hasta el 23 de junio. Posteriormente viajará al Museo Nacional de Arte Romano de Mérida e Italia

10-abril -2019.- El Museo Arqueológico Nacional  acoge desde hoy la exposición ‘Lapis specularis. La luz bajo tierra. Miguel Ángel Blanco’, que se podrá visitar hasta el próximo 23 de junio en el Museo Arqueológico Nacional. A continuación, viajará al Museo Nacional de Arte Romano de  Mérida  y  posteriormente,  itinerará por Italia gracias a la colaboración del  Instituto Cervantes.

‘Lapis specularis. La luz bajo tierra. Miguel Ángel Blanco” 

Miguel Ángel Blanco explora las cualidades plásticas y poéticas de este sorprendente mineral, que nunca había sido tratada como material creativo, actualizando la Historia Antigua.

El artista fusiona desde hace décadas Arte y Naturaleza en un singular proyecto: la Biblioteca del Bosque, que  está integrada en la actualidad por 1.191 libros-caja y contiene todos los reinos naturales e innumerables experiencias.

Tras conocer el lapis specularis ha dedicado un conjunto de libros-caja a esta piedra fascinante con la que ha abierto ventanas al pasado histórico y geológico.

En este conjunto de libros-caja que forman parte de su Biblioteca del Bosque, ha recreado no tanto sus funciones prácticas como sus usos rituales, con un enfoque más visionario que arqueológico.

En la sala del Foro Romano del Museo Arqueológico Nacional, ha situado un bloque de lapis que toma cuerpo entre los dioses y emperadores y reclama su lugar en la historia, y un tondo que deja penetrar en la sala la luz sobrenatural que procede del subsuelo; y sobre el suelo, como hacían los romanos en los grandes eventos, ha esparcido cristales pulverizados que la transforman en un escenario fastuoso y sobrehumano.

Miguel Ángel Blanco explora los componentes místicos del 'lapis specularis' en una exposición en el Museo Arqueológico Nacional

'Lapis specularis' de la mina romana del Espejuelo, en Arboleas (Almería), expuesto en el Museo Arqueológico Nacional junto a la estatua de Tiberio (años 14-19). KIKE PARA.

Es muy poco habitual que sea un material el que protagonice una exposición: este papel suele estar reservado para artistas, personajes o acontecimientos históricos, culturas, costumbres, libros, edificios o incluso conceptos… pero no para un mineral, como ocurre en Lapis specularis. La luz bajo la tierra. La muestra que se inauguró ayer miércoles en el Museo Arqueológico Nacional (MAN) entremezcla el espejuelo, este yeso cristalizado, con las colecciones romanas del centro.
Miguel Ángel Blanco (MAB) —el artista que ya expuso un gorrión junto a Las meninas en el Prado o un ejemplar de azurita junto a El paso de la laguna Estigia, de Patinir y llevó al lejano Oeste al Thyssen de Madrid— sitúa ahora un tondo de lapis specularis entre las esculturas de Livia, la más imponente dama del Arqueológico, con permiso de la de Elche, y la de su hijo Tiberio (ambas de entre los años 14 y 19). Como un óculo que refleja y expande la claridad y “nos envía la luz subterránea de su imperio”, explica el artista.


En ese espacio que es el patio romano, evocador de un foro de cualquier ciudad del imperio, entre esculturas de emperadores y sus familiares el mineral recuerda dos facetas de Roma: por un lado, su riqueza, su economía; ciudades como Segóbriga (Cuenca) surgieron en torno a las minas de este material que por su característica traslucidez sirvió para cerramientos y ventanas, para controlar la temperatura en los interiores de viviendas. Proporcionó luz a los edificios del imperio. Ya Plinio el Viejo (siglo I) da buena cuenta de la riqueza y de las características de las grutas y de este material en su Historia natural. De las minas de esta zona sur de la Península, partía el material hacia el puerto de Cartagonova (actual Cartagena, Murcia) y de ahí a todas las provincias del imperio. Se ha encontrado lapis specularis hispano en yacimientos del otro extremo del Mediterráneo. El que ha usado MAB procede de la mina de Arboleas en Almería.

Miguel Ángel Blanco muestra sus libros-caja expuestos en la exposición 'Lapis specularis. La luz bajo tierra' del Museo Arqueológico Nacional. Miguel Ángel Blanco muestra sus libros-caja expuestos en la exposición 'Lapis specularis. La luz bajo tierra' del Museo Arqueológico Nacional. KIKE PARA

Por otro lado, está la parte mística, natural y mágica, inherente a la obra de Blanco y al lapis specularis, de este yeso selenita, cuyo nombre irremediablemente lo vincula a la Luna (Selene es el nombre griego que recibía la diosa lunar). Y como una deidad más, MAB instala un bloque de lapis entre el mármol de Livia caracterizada como diosa Fortuna y el bronce de Mineva, como uno más en el ara de los dioses, que se mimetiza, incluso “parece el resto de una escultura”, hace notar el artista, que explica que ha espolvoreado fragmentos de espejuelo entre los emperadores al igual que hacían durante en el imperio, por ejemplo en el circo, en los grandes actos para darles esplendor y luminosidad.

La ocasión lo merece: es la primera vez que en el MAN las piezas de una muestra temporal interactúan con las de la exposición permanente. Carmen Marcos, subdirectora del museo, señala que no se ha movido ninguna pieza. Parece que el lapis specularis siempre estuvo allí con lo positivo y negativo que puede tener esto para los visitantes despistados.


No podían faltar los libros-caja, el gran proyecto artístico-vital de MAB, de los 1.191 que hasta ahora componen su Biblioteca del bosque (arriba), 23 están dedicados al lapis y todos ellos se exhiben en la muestra. Aunque para el artista su trabajo con este mineral ha finalizado, cuando el 23 de junio la muestra acabe en el Arqueológico, se expondrá en el Museo Nacional de Arte Romano, en Mérida y después en los Institutos Cervantes de Palermo, Nápoles y culminará en Roma en el templete de San Pietro in Montorio, donde MAB tiene previsto como colofón del proyecto que un foco de luz desde el suelo atraviese restos de lapis specularis. Y aunque este es el culmen perfecto, reconoce que hay sinergias que ha encontrado en el MAN que también son únicas. Como la de exponer en un museo que muestra la estela funeraria de un niño minero de cuatro años, Quartulus, del siglo I, representado con su pico y su cesta para recoger el material. El tamaño de los niños les permitía meterse en los recovecos más difíciles de las grutas. U otra coincidencia en la que entran en juego los astros, estos los pone Urania, musa de la astronomía, cuya escultura del siglo I, encontrada en Churriana (Málaga), contempla desde una sala contigua el libro-caja 1174 que contiene espejuelo (se decía que convertía en fructíferos árboles estériles) y cortezas de un árbol tronchado por el viento en el jardín histórico de la Hacienda de San Javier de la misma localidad malagueña.

Fuente: elpais.com | 11 de abril de 2019

Neandertales y mamuts compartieron adaptaciones genéticas al frío

Un nuevo estudio de la Universidad de Tel Aviv sugiere que los perfiles genéticos de dos mamíferos extintos con ascendencia africana, los mamuts lanudos y los neandertales, tenían características moleculares compartidas de adaptación a ambientes gélidos.

La investigación atribuye dicha relación entre el hombre y el mamut -durante la época del Pleistoceno- a su ecología mutua y entornos de vida compartidos, además de otras posibles interacciones entre las dos especies. El estudio fue dirigido por los profesores Ran Barkai (izquierda) y Meidad Kislev, del Departamento de Arqueología y Culturas del Antiguo Oriente Próximo de la Universidad de Tel Aviv, y ha sido publicado en Human Biology.

"Los neandertales y los mamuts vivieron juntos en Europa durante la Edad del Hielo. La evidencia sugiere que los neandertales cazaron y comieron mamuts durante decenas de miles de años al depender físicamente de las calorías extraídas de los mismos para el éxito de su adaptación al medio", dice el profesor Barkai. "Los neandertales dependían de los mamuts para su propia existencia".

“Se suele decir que eres lo que comes, y eso fue especialmente cierto en los neandertales, ya que comieron mamuts, pero aparentemente también eran genéticamente similares a éstos".
Para evaluar el grado de semejanza entre los componentes genéticos del mamut y el neandertal, los arqueólogos revisaron tres estudios sobre variantes genéticas relevantes y alelos -formas alternativas de un gen que surgen por mutación y se hallan en el mismo lugar de un cromosoma- asociados a la adaptación al clima frío en los genomas de los mamuts lanudos y neandertales.

El primer estudio describe la aparición mutua del gen LEPR, relacionado con la termogénesis y la regulación del tejido adiposo o almacenamiento de grasa en el cuerpo. El segundo estudio analiza los genes relacionados con la actividad de la proteína queratina en ambas especies. Y el tercer estudio se centra en las variantes de pigmentación de la piel y el cabello relacionados con los genes MC1R y SLC7A11.

"Nuestras observaciones presentan la probabilidad de semejanza entre numerosas variantes moleculares que dieron como resultado rasgos epigenéticos de adaptación al frío similares en las dos especies, las cuales evolucionaron en Eurasia a partir de un ancestro africano", explica Kislev. "Estos hallazgos notables ofrecen evidencias de apoyo a la discusión sobre la naturaleza de la evolución convergente a través del parecido molecular, en el que existen similitudes en las variantes genéticas entre especies adaptadas".

"Creemos que este tipo de conexiones pueden ser valiosas para futuras investigaciones evolutivas. Son especialmente interesantes cuando involucran a otros mamíferos de cerebro grande, con largos períodos de vida, comportamientos sociales complejos y existan interacciones en hábitats compartidos con los humanos primitivos".

Según el estudio, es probable que ambas especies provengan de ancestros que vinieron a Europa desde África y se adaptaran a las condiciones de vida de la Europa de la Edad del Hielo. Ambas especies también se extinguieron, más o menos, al mismo tiempo.

"Ahora es posible tratar de responder a una pregunta que nadie ha hecho antes: ¿Hay similitudes genéticas entre los caminos de adaptación evolutiva entre los neandertales y los mamuts?”, plantea el profesor Barkai. "La respuesta parece ser que sí. Esta idea por sí sola abre un sinfín de nuevas investigaciones en evolución, arqueología y otras disciplinas".
"En un momento en que los proboscídeos están bajo amenaza de desaparición en el mundo debido a la deleznable codicia humana por el marfil, destacar nuestra historia compartida y las similitudes con los elefantes y mamuts podría ser un punto de partida que vale la pena tomar en consideración".

Fuente: Universidad de Tel Aviv | 8 de abril de 2019

El Museo Arqueológico Nacional y ACCIONA marcan un hito en la preservación del Patrimonio Histórico con la impresión 3D del Arco de San Pedro de las Dueñas

El Museo Arqueológico Nacional (MAN) y ACCIONA han presentado en Madrid la primera pieza arquitectónica de patrimonio cultural reproducida a escala real mediante impresión 3D en hormigón. Se trata de una réplica del Arco San Pedro de las Dueñas (León), cuyo original forma parte de la colección del Museo. Desde hoy esta réplica se ubica en el jardín del Museo Arqueológico Nacional.
Este hito tecnológico es fruto del convenio de colaboración suscrito entre el Museo Arqueológico Nacional y ACCIONA con el objetivo de integrar técnicas de vanguardia que contribuyan a divulgar y preservar el patrimonio histórico de España.

En el acto de presentación, Andrés Carretero, director del Museo Arqueológico Nacional, ha destacado que "este hito convierte al Museo en uno de los más avanzados del mundo en la aplicación de nuevas tecnologías a la difusión y preservación del patrimonio cultural”.
Por su parte, Juan Ignacio Entrecanales, Vicepresidente Ejecutivo de ACCIONA, empresa que ha llevado a cabo la impresión del Arco, ha resaltado la necesaria vinculación entre el sector privado y las instituciones públicas para impulsar la innovación. Así, ha destacado “la relevancia de este proyecto conjunto de ACCIONA y el Museo Arqueológico Nacional, que ha puesto de relieve el inmenso potencial que las nuevas tecnologías, como la impresión 3D, tienen para la preservación, difusión, restauración y accesibilidad del patrimonio cultural”.


El arco original, expuesto en el Museo Arqueológico Nacional. Foto: Acciona.

El acuerdo de colaboración entre el MAN y ACCIONA se inscribe en la estrategia del Museo para integrar la tecnología al servicio de la divulgación histórica en sus instalaciones y contribuir a los avances tecnológicos en las técnicas de conservación y preservación del patrimonio histórico.
ACCIONA, por su parte, consolida su posición como referente internacional en museografía con el desarrollo y adquisición de know-how para introducir las tecnologías más innovadoras en espacios expositivos y museísticos.

El Arco de las Dueñas, -un arco románico de 2,2 metros de alto y una anchura de 3,3 metros, que data del siglo XII- es de uno de los elementos más emblemáticos de la colección románica del Museo Arqueológico Nacional, que aúna tanto arquitectura como escultura.


La reproducción de la obra ha sido realizada mediante una novedosa técnica de impresión 3D en hormigón con tecnología D-Shape. La durabilidad del material hace que, por primera vez, se consiga una reproducción arquitectónica apta para ser ubicada en el exterior, sometida a diversas condiciones climatológicas.
El proyecto también incluye el escaneado 3D de un total de 30 obras de la colección medieval. El elenco seleccionado pretende mostrar algunas de las piezas medievales más relevantes de las colecciones del MAN, en un amplio recorrido cronológico que va del siglo IV al XV: obras de los periodos tardorromano y visigodo (ss. IV-VII), de las colecciones andalusíes y mudéjares (siglos VIII-XV), y otras encuadradas en el mundo cristiano medieval (siglos IX-XV).


La presentación de estos modelos fidedignos en una pantalla táctil en la sala medieval permitirá a los visitantes acercarse de una forma interactiva a las piezas y manipularlas virtualmente para apreciar su valor artístico. Además, los modelos digitales de las piezas podrán ser de gran ayuda de cara a futuras restauraciones, pues esta tecnología permite obtener réplicas fidedignas totales o parciales de las piezas mediante impresión 3D.

La impresión 3D o fabricación aditiva permite crear un objeto tridimensional mediante la superposición de capas sucesivas de material. Esta técnica hace posible producir piezas de elevada complejidad a partir de modelos 3D digitales.


Aplicada a la construcción, la impresión 3D permite digitalizar los procesos constructivos, consiguiendo fabricar piezas con una geometría y diseño complejo sin necesidad utilizar de moldes, y automatizar e incrementar la productividad en entornos constructivos.


En el campo de la preservación del Patrimonio Histórico y Cultural, la combinación de digitalización de las piezas e impresión en 3D a partir del modelo escaneado en alta definición abre una vía tanto para para documentar científicamente bienes del patrimonio histórico, utilizando esos modelos en la labores de preservación, como para en el futuro realizar réplicas de las mismas a partir de sus gemelos digitales
.

La impresión 3D se ha convertido por tanto en un aliado del patrimonio histórico. La posibilidad de conseguir réplicas exactas permite acercar al público las piezas en reproducciones idénticas y evitar el deterioro de las originales. Igualmente, la tecnología permite reproducir en su ubicación original las piezas, asegurando la preservación de las originales en instalaciones adecuadas.

* Más información, en el siguiente enlace:
http://videolibrary.acciona.com/visor.aspx?idShare=NBPX2MBHALN7PKKY...

Fuente: imprimalia3D.com | 8 de abril de 2019

El Museo Arqueológico Regional de Madrid realiza una exposición sobre la cultura del vaso campaniforme

El vaso campaniforme en la península ibérica, dentro de la Europa de los Metales (años 2.500-2000 antes de Cristo) y vinculado al poder social, analiza desde mañana en el Museo Arqueológico Regional de Madrid una exposición coordinada por Germán Delibes y Elisa Guerra (Universidad de Valladolid).

Más de cuatrocientos objetos integran "¡Un brindis por el príncipe!", lema de la exposición que permanecerá entre el 9 de abril y el 29 de septiembre en ese museo de la Comunidad de Madrid, situado en Alcalá de Henares, han informado fuentes de la organización.

Recreación del proceso metalúrgico.

Entre las piezas figuran algunos de los restos de vasos campaniformes (llamados así por su forma de campana invertida y considerados como objetos de ostentación social) encontrados en la península ibérica, casos del yacimiento de Palmela (Portugal) y de los españoles Cuesta de la Reina, en Ciempozuelos (Madrid), y del Acebuchal, en Sevilla, todos ellos documentados en el siglo XIX.
Además de España, este tipo de vaso adquirió un amplio recorrido en apenas un corto espacio temporal, desde el sur de Escandinavia y las Islas Británicas, por el norte, hasta el norte de África, por el sur, así como desde el Atlántico hasta Polonia incluidos los Cárpatos y el Mediterráneo central.

"Muestra todo un continente en ebullición con ricos contactos comerciales y sociales, caracterizado por la implantación de una cultura común entre las elites de esos lugares", explica Elisa Guerra (izquierda) a través de una nota informativa difundida por la Universidad de Valladolid (UVa).

La denominación, origen, cronología, evolución y hallazgos más destacados explica este recorrido expositivo que también incluye adornos en forma de apliques de oro, joyas y armamento en cobre como puntas de jabalina, puñales, alabardas, brazaletes y puntas de flechas.

Ajuar de la Cultura campaniforme.

Cuatro vídeos refuerzan el contenido expositivo con recreaciones sobre los procesos de la elaboración cerámica, así como el tratamiento de la metalurgia del oro y la fabricación del arco, según las mismas fuentes.

Un grupo de investigación de la UVa, liderado por Germán Delibes, desarrolla en el entorno de las lagunas de Villafáfila (Zamora) el proyecto denominado Arqueología de la Sal, lugar donde han sido encontrados vasos de distintas extracciones lo que da pie a vincular la producción y circulación de la sal entre las élites sociales, debido al valor de la sal durante la prehistoria. EFE

Recreación de la explotación de la sal.

Fuentes: lavanguardia.com | madrid.org | 8 de abril de 2019

DMAX (Discovery) hace historia emitiendo mañana, 9 de abril, la apertura de un sarcófago egipcio de 3.000 años

El explorador Josh Gates

Egipto mantiene más viva que nunca su esencia como una tierra misteriosa y repleta de valiosos y milenarios tesoros aún por descubrir. Sus incontables y continuos descubrimientos y la riqueza que aflora de sus entrañas le convierten en una mina de valor incalculable para los arqueólogos y expertos historiadores, pero también para la numerosa audiencia que se interesa por estos contenidos. DMAX (Discovery Max) invitará a sus espectadores a unirse a una expedición única.


De la mano del explorador Josh Gates, DMAX asistirá a la apertura de un sarcófago egipcio de 3.000 años de antigüedad que nunca ha sido abierto hasta la fecha. Esta joya de la arqueología será abierta en la madrugada del domingo al lunes, un momento incomparable que los espectadores de DMAX podrán vivir apenas 48 horas después con el estreno de ‘La tumba de Egipto’, un exclusivo especial de una hora de duración que se emitirá este martes a 9 de abril a las 22.30 horas.
A lo largo de una hora, el aventurero y explorador Josh Gates conocido por su programa ‘Expedición al pasado’ que emite el canal, encabezará el equipo que hará posible ‘La tumba de Egipto’, un formato inédito en la televisión mundial que se adentrará en directo junto a Gates en uno de los últimos y más valiosos descubrimientos realizados en Egipto en las últimas décadas. El célebre y reconocido egiptólogo, Zahi Hawass, y Mostafa Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, acompañarán a Gates en la expedición más relevante de su carrera.


A través de ‘La tumba de Egipto’, los espectadores de DMAX podrán acceder en primera persona al interior de una de las excavaciones que en la actualidad están teniendo lugar en Egipto. Los arqueólogos han descubierto recientemente una red vertical de pozos que conducen a otra red subterránea de túneles y de tumbas que incluyen la aparición de 40 momias que se cree que podrían pertenecer a la nobleza del antiguo Egipto. Este complejo laberinto subterráneo de cámaras se constituye como un auténtico tesoro lleno de antigüedades que han permanecido intactas durante miles de años, con numerosas cámaras aún por explorar.

Uno de estos misterios que aún quedan por descubrir y que sin duda será el plato fuerte de este especial será la apertura de un misterioso sarcófago de piedra caliza que se encuentra enterrado en lo más profundo del lugar. Durante 3.000 años una momia se ha mantenido intacta en su interior sin conocerse su identidad, ¿habrá llegado el momento de descubrir sus orígenes?


Emisión: martes 9 de abril a las 22.30h

Fuentes: neeo.es | theobjective.com | 8 de abril de 2019

El carbono 14 prueba que los restos de Argandenes datan del siglo VI

Trabajos arqueológicos en la necrópolis de Argandenes, en Piloña, en el año 2016. / NEL ACEBAL

Los análisis realizados a los restos localizados en el yacimiento arqueológico piloñés de Argandenes, utilizando la técnica del carbono 14, han confirmado las previsiones de los investigadores y ratifican que la datación de estos restos se sitúa en torno al siglo VI. El dato resulta importante a la hora de definir el contexto histórico de los múltiples enterramientos localizados en esta necrópolis localizada en Piloña hace años de forma casual, cuando se excavaba para la instalación de un depósito de agua.

Aún resta mucho trabajo por hacer, pero estos datos, unidos a la enorme relevancia de los últimos vestigios aparecidos en la zona, auguran un futuro lleno de novedades para los científicos y de buenas noticias para el concejo piloñés, que ve confirmada, una vez más, la enorme riqueza histórica que esconden sus parroquias. El responsable de la investigación en Argandenes, el arqueólogo Rogelio Estrada (izquierda), remarcaba estos días que el lugar podría ofrecer muchos más datos, sobre todo detalles concisos sobre sus antiguos habitantes, para aportar algo de luz a una de las épocas más oscuras de la historia de Asturias.
«La aportación del carbono 14 ha servido para confirmar lo que habíamos podido observar durante las excavaciones y despejar algunas dudas que teníamos en torno al conjunto del yacimiento. Los resultados encajaron perfectamente en las cronologías que teníamos establecidas», señaló Estrada.

«Ahora será necesario continuar con la labor, porque en el tema de la cronología estamos hablando de horquillas muy amplias que no nos aportan mucho, pero que tampoco restan validez a las hipótesis que teníamos». Lo que parece claro es que «los restos humanos que han aparecido en este enterramiento pueden ofrecer muchos más detalles sobre sus características y las de la sociedad de la época».

En un primer momento se trató de confirmar una cronología tomando muestreos de los morteros, «pero nos dio un resultado fallido, porque las arenas utilizadas en la confección de la masa del cemento tenían restos de un incendio mucho anterior, quizás de cinco mil años antes de Cristo, así que aparecía un resultado completamente errático», explicó. Por suerte se localizó una «brizna carbonosa muy buena», que pudo ser utilizada finalmente para confirmar este período aproximado del enterramiento. Las investigaciones deberán continuar ahora abordando diferentes líneas de trabajo, «con nuevos muestreos según avance la labor y nosotros progresemos en la redacción de la memoria final».

Los importantes hallazgos localizados en Argandenes hacen obligatorio un largo proceso de investigación multidisciplinar para que los restos humanos y también los muchos objetos hallados en la zona exterior del enterramiento puedan seguir ofreciendo información sobre una época de la historia de Asturias poco conocida, pero que, sin embargo, se sitúa muy próxima a grandes acontecimientos como la misma batalla de Covadonga.

Más en Antrialgo y El Sidrón

El Ayuntamiento de Piloña, consciente de la importancia de estos resultados, ya ha establecido una nueva partida de ayudas para las próximas excavaciones que este mismo año se desarrollarán tanto en este yacimiento como en el de Antrialgo. En este último se desenterró el pasado verano un destacado asentamiento castreño con restos de una muralla y edificaciones defensivas.

«En esta campaña hemos habilitado una partida de diez mil euros que podrá ser utilizada para desarrollar estas nuevas investigaciones en los yacimientos del concejo. Consideramos que Piloña es un municipio con unos vestigios históricos realmente extraordinarios y debemos garantizar su investigación», señaló ayer el primer edil, Iván Allende.

Prueba de este interés por la investigación de sus tesoros arqueológicos, el municipio piloñés firmaba hace tan solo unos días un protocolo para la difusión e investigación del yacimiento neandertal del Sidrón, en el que también participan el CSIC, la Universidad de Oviedo y el Gobierno asturiano.

Fuente: elcomercio.es | 6 de abril de 2019

Los arqueólogos buscarán un poblado junto a la necrópolis de Argandenes


Investigadores en el yacimiento piloñés de Argandenes durante la campaña de 2016. / NEL ACEBAL

Tras las diferentes campañas de excavación y las pruebas posteriores realizadas a los restos localizados en Argandenes, en Piloña, los investigadores se preparan ahora para volver al trabajo en los próximos meses. El objetivo que se plantean es el de seguir desvelando las muchas incógnitas del yacimiento y responder a las preguntas que pueden resultar fundamentales para la historia de Asturias.

El equipo multidisciplinar que coordina el arqueólogo Rogelio Estrada tiene por delante una labor apasionante: «Las últimas tumbas que se desenterraron en la última campaña posiblemente necesiten una nueva intervención, aunque eso ya se irá viendo sobre la marcha y en función de nuestra necesidad», explica.

En estos momentos los antropólogos están examinando estos restos, «y prácticamente tienen el estudio finalizado, al igual que está acabado el de los restos de la anterior campaña», aclara Estrada, que se muestra muy interesado en conocer el mayor número posible de detalles sobre estos pobladores de la antigua Asturias. Los datos apuntan a un enterramiento visigodo de en torno al siglo VI. Esta datación ha sido confirmado por las últimas pruebas de carbono 14 realizadas a estos restos, en Estados Unidos, tal y como adelantó EL COMERCIO.

El período tiene un gran interés puesto que se trata de una época sobre la cual los investigadores no tienen muchos detalles, «es un período un tanto oscuro».

El conocimiento de estos pobladores, previsiblemente élites de la sociedad si nos atenemos a los importantes objetos de valor que llevaban en el momento de su enterramiento, puede resultar fundamental, «ya que hay que recordar que hablamos de una época previa y muy cercana en el tiempo a importantes acontecimientos como la batalla de Covadonga y los comienzos de la Reconquista», añade el investigador.

Por esta razón, existe un gran interés en conocer si las personas enterradas en este lugar tenían parentesco entre sí, si eran miembros de una misma familia o, incluso, si algunos de ellos podrían proceder de fuera, de otros territorios.

«Tenemos en marcha un estudio en torno a la paleodieta, su ADN y otras características que nos permitan conocer estos datos, confirmar si todos estos individuos vivían en la zona o si vinieron de fuera», explica Estrada, consciente de que se trata de investigaciones complejas y que pueden llevar bastante tiempo, «probablemente estamos hablando de años».

El objetivo de los científicos, una vez finalicen las investigaciones, será la publicación de una gran monografía sobre todos los detalles que ofrezca este importante yacimiento, en el que se han localizado una veintena de cuerpos y casi trescientos objetos, recuperados muchos de ellos como parte del ajuar de estos individuos. Entre estos elementos se encuentra una espada corta de hierro, hebillas, una cruz de bronce, cuentas de vidrio, un dardo, un pendiente, tachuelas de calzado e, incluso, fragmentos de una lámina de oro, posiblemente parte de un cinturón.

Materiales de la construcción

Otra línea de investigación que se pretende seguir este año será el traslado de la excavación hacía otro punto del entorno, con el objetivo de poder localizar algún tipo de vivienda o poblado. «Parece lógico que sí pudiese existir este asentamiento de la misma época que el cementerio, pero es algo que tendremos que determinar en su momento», comenta el científico a la vez que matiza que en estos casos «resulta fundamental tratar de localizar el hábitat que generó el cementerio. De todas formas, hasta que no comencemos el trabajo y abramos allí, no se podrá confirmar». Una dificultad añadida para la investigación es el hecho de que las construcciones de aquella época se realizaban en madera, «por lo que se trata de un material más complicado de rastrear a lo largo de tantos siglos».

Fuente: elcomercio.es | 7 de abril de 2019