Las tumbas megalíticas en la Europa occidental y septentrional estaban vinculadas a una sociedad afín

Tumba en Primerose, Irlanda. El equipo encontró una representación excesiva de hombres en comparación con las mujeres en las tumbas megalíticas de las Islas Británicas.

En un nuevo estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), un equipo de investigación internacional liderado por la Universidad de Uppsala (Suecia) descubrió relaciones de parentesco entre individuos de la Edad de Piedra enterrados en tumbas megalíticas de Irlanda y Suecia. Las relaciones familiares se han podido rastrear durante más de 10 generaciones, y las mismas sugieren que determinados monumentos megalíticos eran tumbas para grupos de parientes en el noroeste de Europa durante la Edad de Piedra.

La agricultura se extendió con emigrantes procedentes del Creciente Fértil hacia Europa alrededor del año 9.000 a.C., alcanzando el noroeste del continente europeo en el 4.000 a.C. Alrededor del 4.500 a.C., surgió un nuevo fenómeno de construcción de monumentos megalíticos, en particular referido a prácticas funerarias, que afectó a todo lo largo de la fachada atlántica. Estas construcciones han sido enigmáticas para la comunidad científica, y el origen y estructura social de los grupos que las erigieron han sido en gran parte desconocidos.

El equipo internacional de investigación ha secuenciado y analizado los genomas de los restos humanos de 24 individuos de Irlanda, Escocia y la isla báltica de Gotland, en Suecia, hallados en cinco enterramientos megalíticos que están dentro de la tradición generalizada de este tipo de construcción en el norte y el oeste de Europa.

Tales restos fueron datados mediante radiocarbono entre 3.800 y 2.600 a.C. Tras extraer el ADN de huesos y dientes para secuenciar sus genomas, el equipo comparó los datos con la variación genética de grupos de la Edad de Piedra y gentes de otras partes de Europa, dando como resultado que los individuos megalíticos estaban estrechamente relacionados con los agricultores neolíticos del norte y oeste de Europa, y también con algunos grupos de Iberia, pero, a su vez, menos relacionados con grupos de agricultores de Europa central.


Mapa de Europa con enclaves de entierramientos megalíticos (cuadrados rojos) y enclaves no megalíticos (círculos rojos) analizados en el estudio, y datos comparativos publicados de sitios megalíticos (cuadrados negros) secuenciados hasta la fecha en Europa (Conjunto de datos S1.3 ). El intervalo de fechas representa el 95% de las muestras disponibles de estos enclaves, excepto para La Mina, en España. El sombreado azul representa la distribución estimada de los entierros megalíticos tempranos. El tipo de cursiva en negrita indica las fechas (IC 95%) estimadas para el inicio de los dolmenes y las tumbas de corredor, según las muestras de estos contextos. El texto regular indica el intervalo de tiempo asociado con el material cultural más antiguo de los megalitos.

Continuidad paterna a través del tiempo

Al mismo tiempo, el equipo de investigación descubrió que había una representación excesiva de hombres en comparación con las mujeres en las tumbas megalíticas de las Islas Británicas.

"Hemos encontrado una continuidad paterna a través del tiempo, con los mismos haplotipos del cromosoma Y, los cuales se repiten una y otra vez", dice la arqueogenetista Helena Malmström (izquierda), de la Universidad de Uppsala y coautora del estudio. "Sin embargo, los miembros femeninos de la familia no fueron excluidos de los entierros megalíticos, ya que tres de las seis relaciones de parentesco halladas involucran a mujeres".

Los datos genéticos muestran relaciones cercanas entre los individuos enterrados dentro de los megalitos. Se descubrió una posible relación entre padres e hijos en individuos de una tumba en Listhogil, en el enclave de Carrowmore, y en la tumba 1 de Primrose Grange, a unos dos kilómetros de distancia unos de otros. "Esto fue una sorpresa. Parece que estas sociedades neolíticas estaban muy unidas, con relaciones de parentesco muy cercanas en los sitios de enterramiento", dice el genetista de poblaciones Federico Sánchez-Quinto (derecha), de la Universidad de Uppsala y co-primer firmante del estudio.

Dolmen de Ansarve. Isla de Gotland. Foto: Magdalena Fraser.

La tumba de Ansarve fue utilizada por distintos grupos


El enclave de Ansarve, en la isla de Gotland en el Mar Báltico, está situado en un área donde había mayoría de cazadores-recolectores en aquellos tiempos. "Las personas enterradas en la tumba de Ansarve son notablemente diferentes a nivel genético en comparación con individuos contemporáneos excavados en contextos de cazadores-recolectores, lo que demuestra que la tradición de entierro en esta tumba megalítica, que duró más de 700 años, fue realizada por grupos distintos con raíces en la expansión neolítica europea", dice la arqueóloga Magdalena Fraser (izquierda), de la Universidad de Uppsala y co-autora del estudio.

Dolmen en Carrowmore, Irlanda. Foto: Göran Burenhult.


"Hemos encontrado linajes paternos distintos entre las gentes megalíticas, con una representación excesiva de los hombres en algunas tumbas, y las relaciones de parentesco apuntan claramente a individuos que son parte de un segmento patrilineal de la sociedad, en lugar de representar una muestra aleatoria de una gran comunidad de agricultores neolíticos", dice Mattias Jakobsson, genetista de poblaciones en la Universidad de Uppsala y autor principal del estudio.

"Nuestra investigación demuestra el potencial que tiene la arqueogenética no solo para revelar migraciones a gran escala, sino también para informar sobre las sociedades de la Edad de Piedra y el papel de los fenómenos particulares en aquellos tiempos como son los fenómenos megalíticos", dice Federico Sánchez-Quinto.

"No obstante, los patrones que observamos podrían ser exclusivos de los enterramientos de Primrose, Carrowmore y Ansarve, y se necesitan estudios futuros de otros enclaves megalíticos para determinar si se trata de un patrón general en este tipo de enterramientos", dice el osteoarqueólogo Jan Storå (izquierda), de la Universidad de Estocolmo.

Fuente: Universidad de Uppsala | 16 de abril de 2019

'Domus Transitoria', primera casa del suntuoso sueño de Nerón abre sus puertas a las visitas

El incendio del año 64 d.C., que devastó Roma y destruyó y condenó al olvido la primera casa del emperador Nerón, en la colina del Palatino, vuelve a salir a la luz tras diez años de restauraciones. Foto: Museo Archeologico Nazionale di Napoli

El sueño de Nerón era que su residencia fuera poco a poco extendiéndose por toda la urbe de Roma y comenzó con esta casa en la colina del Palatino, de la que se conocía poco y que quedó prácticamente ensombrecida por la grandeza de la posterior, la Domus Aurea.


El incendio del año 64 d.C que devastó Roma y destruyó y condenó al olvido esta primera casa del emperador Nerón vuelve a salir a la luz tras diez años de restauraciones y desde hoy podrá ser visitada.

La había llamado Domus Transitoria, ya que su sueño era la de construir una aún más suntuosa como así ocurrió con la que la sustituyó tras el incendio, la Domus Aurea, pero la primera casa de Nerón fue ya un ejemplo de magnificencia y refinamiento y los frescos y mármoles que se han conservado así lo demuestran.

El primero en hablar de ella había sido el historiador y biógrafo Suetonio (70-126 d.C) que en su "Vida de Nerón" escribía: "Se hizo construir una casa que del Palatino llegaba al Esquilino, y que llamó Transitoria, después, cuando un incendio la destruyó, la hizo reconstruir y la llamó Aurea”.

"Esta extraordinaria apertura contribuye a definir el itinerario de la época de Nerón dentro del área arqueológica que se extiende desde Colle Oppio hasta el Palatino, uno de los recorridos más fascinantes de la antigua Roma", explicó la directora del área arqueológica del Coliseo, Alfonsina Russo (izquierda).

Los nuevos espacios subterráneos, debido a las construcciones sucesivas de los emperadores, a los que se accede por una estrecha escalera, suponen más de 800 metros cuadrados, solo una pequeña parte de lo que fue la primera residencia de Nerón construida entre el 60 y el 64 d.C.

El visitante además de observar los vestigios conservados, podrá recrearse, gracias a una iluminación especial que reproduce la luz del día, proyecciones audiovisuales y visores de realidad virtual, en las maravillas que hizo construir para su primera residencia el excéntrico emperador.

Descendiendo desde los llamados "Baños de Livia" de la Domus Flavia, se puede observar una de las salas más opulentas que se han descubierto: un enorme triclinio que hacía las veces de teatro y en el que Nerón entretenía a sus invitados con espectáculos de agua.


Con la nueva tecnología y una importante investigación científica y arqueológica, los visitantes podrán, gracias a unos visores, descubrir las hornacinas de mármoles policromados de las que brotaban fuentes de agua de la boca de esculturas a forma de delfines.

Ante ella se alza un pabellón sostenido por columnas de pórfido donde a Nerón le gustaba tumbarse. Representa el corazón de la casa y está rodeado por una serie de habitaciones que estuvieron lujosamente decoradas. En las salas se conservan aún parte de los frescos que representan escenas de ritos en honor al dios Baco.

Fresco en el que se representa ritos en honor al dios Baco. Foto: Museo Archeologico Nazionale di Napoli

Recorriendo los pasillos cubiertos de inmensas bóvedas, donde aún se atisban los mármoles y los motivos dorados que las cubrieron, se llega a la sala más grande en la que una vez hubo un inmenso ninfeo.

Fresco del ninfeo. Antiquarium del Palatino (Roma)

En el fondo hay otro enorme espacio dedicado a la Latrina (letrina), con capacidad para hasta 50 personas, y que se cree podría haber estado destinado a los trabajadores que construyeron la sucesiva Domus Aurea.

Obsesionado por los lujos de la dinastía de los Ptolomeos, en Egipto, la primera casa de Nerón estaba atravesada por cursos de agua y abundantes fuentes.

Exterior de la 'Domus Transitoria'. Foto: Museo Archeologico Nazionale di Napoli

La Domus Transitoria, condenada al olvido por los arqueólogos durante décadas, fue descubierta por Giacomo Boni entre 1910 y 1914, y después el británico Thomas Ashby contribuyó a localizar otras zonas.

Con ocasión de la apertura de esta nueva atracción turística en Roma, han llegado frescos de las paredes de las casas de Nerón que se exhiben en el Museo Arqueológico de Nápoles y que ahora serán expuestos durante el recorrido.

Los arqueólogos y restauradores que han trabajado en el proyecto destacan la importancia de esta casa que inspiró, y sin la cuál no habría existido, la Domus Aurea.


Fuentes: vanguardia.com.mx | ilsole24ore.com | 15 de abril de 2019

Las habilidades sociales ayudaron a moldear el rostro humano moderno

Serie de cráneos que muestran cómo han evolucionado las caras de los homínidos durante 4.4 millones de años (Rodrigo Lacruz / PA)

El rostro humano moderno es distintivamente diferente al de nuestros parientes cercanos y ahora los investigadores creen que su evolución puede haber sido, en parte, impulsada por nuestra necesidad de disponer de buenas habilidades sociales.

Como homínidos de cerebro grande y rostro corto, nuestras caras son diferentes de las de otros homínidos ya extintos (como los neandertales) y de nuestros parientes vivos más cercanos (bonobos y chimpancés), pero ¿cómo y por qué evolucionó el rostro humano moderno de esta manera?
Una nueva revisión publicada en Nature Ecology and Evolution y escrita por un equipo de expertos internacionales, incluidos investigadores de la Universidad de York, en Inglaterra, ha rastreado los cambios en la evolución del rostro desde los primeros homininos africanos hasta la aparición de la anatomía humana moderna.

Concluyen que se ha pasado por alto la comunicación social como un factor subyacente en la forma facial humana moderna. Según dicen los autores del estudio, nuestros rostros deben considerarse como el resultado de una combinación de influencias biomecánicas, fisiológicas y sociales.
Los científicos sugieren que nuestras caras evolucionaron no solo debido a factores como la dieta y el clima, sino también posiblemente para brindar más oportunidades para el gesto y la comunicación no verbal, habilidades vitales para establecer las grandes redes sociales que se cree que ayudaron al Homo sapiens a sobrevivir.

Más de 20 categorías de emoción

"Ahora podemos usar nuestras caras para señalar más de 20 categorías diferentes de emoción a través de la contracción o relajación de los músculos", dice Paul O'Higgins (izquierda), profesor de Anatomía en la Escuela de Medicina Hull de York y del Departamento de Arqueología de la Universidad de York. "Es poco probable que nuestros primeros ancestros humanos tuvieran la misma destreza facial, así como la forma general de la cara y las posiciones de los músculos, que eran diferentes", añade.
En lugar de la pronunciada cresta de la frente de otros homínidos, los humanos desarrollaron una frente suave con cejas más visibles y vellosas, capaces de una mayor variedad de movimientos. Esto, junto con nuestras caras cada vez más delgadas, nos permite expresar una amplia gama de emociones sutiles, incluido el reconocimiento y la simpatía.

"Sabemos que otros factores como la dieta, la fisiología respiratoria y el clima, han contribuido a la forma del rostro humano moderno, pero interpretar su evolución únicamente en términos de estos factores sería una simplificación excesiva", agrega el profesor O'Higgins.
El rostro humano ha sido moldeado en parte por las demandas mecánicas de la alimentación, y durante los últimos 100.000 años nuestros rostros se han ido reduciendo a medida que nuestra capacidad de cocinar y procesar los alimentos llevó a una menor necesidad de masticar.

Este proceso de encogimiento facial se ha vuelto particularmente marcado desde la revolución agrícola, ya que pasamos de ser cazadores recolectores a agricultores y luego a vivir en ciudades, estilos de vida que llevaron a ingerir alimentos cada vez más pre-procesados y con menos esfuerzo físico.

"Las dietas modernas más suaves y las sociedades industrializadas pueden significar que el rostro humano continúa disminuyendo de tamaño. Sin embargo, hay límites sobre cuánto puede cambiar el rostro humano, dado que, por ejemplo, la respiración requiere una cavidad nasal suficientemente grande", dice el profesor O'Higgins
"Sin embargo, dentro de estos límites, es probable que la evolución del rostro humano continúe mientras nuestra especie sobreviva, migre y encuentre nuevas condiciones ambientales, sociales y culturales", aduce.

Para el paleoantropólogo español Juan Luis Arsuaga (izquierda), uno de los firmantes del estudio, su propuesta es que "la cara moderna, a diferencia de la de los neandertales y sus antepasados, está al servicio de la comunicación no verbal".
Así, "el rostro es un órgano del lenguaje, y los humanos modernos son literalmente más 'expresivos' que cualquier otra especia humana que haya existido", añade.

Entre los fósiles empleados los hay procedentes de la Sima de los Huesos, el yacimiento de fósiles humanos más rico del planeta, ubicado en el sitio arqueológico de Atapuerca.

La cara de los neandertales y la de los humanos modernos, aspectos en los que se centra la aportación de Arsuaga, "aparecieron antes de que lo hiciera un cerebro de tipo neandertal o 'sapiens', respectivamente, como se puede ver estudiando la parte del cráneo que la contiene".

Fuentes: heraldo.es | cope.es | eurekaalert.org | 15 de abril de 2019

Hallan en Reino Unido 26 esqueletos de hace 3.000 años enterrados siguiendo ritos extraños

El esqueleto de una mujer a la que le amputaron las manos y los pies. Foto: Thames Water

Trabajadores de la construcción en Oxfordshire, Inglaterra, han dado con un macabro hallazgo. Se trata de 26 esqueletos que datan de la Edad del Hierro. Los arqueólogos sospechan que algunos de los restos de 3.000 años de antigüedad pueden haber sido víctimas de sacrificios humanos.
La compañía Thames Water se encontraba en medio de un importante proyecto de instalación de tuberías en Oxfordshire cuando sus trabajadores se encontraron con el antiguo asentamiento y sus tumbas. Las obras se paralizaron y la compañía recurrió a expertos de Cotswold Archaeology para examinar los restos.

Herramientas líticas hallada en el yacimiento.


Peine hallado en el yacimiento.

Los científicos encontraron varios artículos, como fragmentos de cerámica, herramientas de corte de pedernal, huesos de animales, un peine decorativo, y no menos de 26 esqueletos. El yacimiento, conocido como Childrey Warren, tiene alrededor de 3.000 años de antigüedad, y se remonta a la Edad del Hierro en Inglaterra, mucho antes de la conquista romana.

Un esqueleto con la cabeza a los pies. Foto: Thames Water.

Las tumbas contenían los restos óseos de hombres y mujeres, algunos de los cuales pueden haber sido víctimas de sacrificios humanos, según los arqueólogos de Cotswold. Como explicaron a CNN, una mujer fue encontrada con los pies cortados y los brazos atados a la espalda. En otra tumba, se encontró un cráneo colocado a los pies de un esqueleto decapitado.

Los arqueólogos trabajando en el yacimiento.

No es la primera vez que los arqueólogos británicos ven este tipo de rituales. Se han llegado a ver en yacimientos posteriores como una excavación de 1.700 años de antigüedad en Suffolk, Inglaterra, que involucró a más de 50 esqueletos, algunos decapitados. Las razones detrás de esta práctica de decapitación aún no se entienden completamente. En el caso de los esqueletos de Suffolk, las cabezas fueron extraídas después de la muerte. Las tumbas como estas se conocen como “entierros desviados”, ya que se alejan completamente de la mayoría de enterramientos dejados por una cultura.

Restos de cerámica hallada en el yacimiento.

Se necesita un análisis adicional de los restos extraídos del sitio de Oxfordshire para que los arqueólogos lleguen a conclusiones más definitivas sobre las circunstancias detrás de los entierros. Sí, algunos de los restos pueden haber sido el resultado de asesinatos rituales, pero también podrían ser ejecuciones convencionales.


"El nuevo oleoducto de Thames Water nos ha brindado la oportunidad de examinar una serie de sitios arqueológicos desconocidos anteriormente. El descubrimiento desafía nuestras percepciones sobre el pasado y nos invita a tratar de entender las creencias de las personas que vivieron y murieron hace más de 2.000 años”, explica Neil Holbrook (izquierda), director ejecutivo de Cotswold Archaeology, en un comunicado.
Paolo Guarino (derecha), oficial del proyecto de arqueología de Cotswold, dijo que los hallazgos presentan una oportunidad única para estudiar una comunidad principalmente conocida por sus estructuras monumentales, como el caballo blanco de Uffington, una impresionante escultura prehistórica ubicada en una colina cercana.

“Los resultados del análisis de los artefactos, huesos de animales, esqueletos humanos y muestras de suelo nos ayudarán a agregar información importante a la historia de las comunidades que ocuparon estas tierras hace tantos años”, dijo Guarino en el comunicado.

Chris Rochfort (izquierda), gerente ambiental de Thames Water, dijo: "Hemos encontrado elementos históricos significativos en muchos proyectos de actualización anteriores, pero este es uno de los más grandes y emocionantes hasta ahora".

"Este es un proyecto de 14,5 millones de libras que tendrá beneficios reales para el medio ambiente al reducir la necesidad de extraer agua de Letcombe Brook, una corriente de piedra caliza que es un hábitat mundialmente raro y muy importante que debemos proteger. Como resultado, las generaciones futuras podrán disfrutarlo en los próximos años, y ahora también pueden aprender sobre la historia secreta de su aldea".
Los hallazgos arqueológicos ya han sido compartidos con los residentes de las aldeas de Letcombe Bassett y Letcombe Regis.


Los expertos en arqueología de Cotswold han extraido todos los elementos del yacimiento de Childrey Warren para que los trabajos de construcción continúen. Los investigadores ahora están estudiando los artefactos y los restos en el laboratorio, por lo que deberíamos saber más sobre este descubrimiento extraordinario en los próximos meses. [Thames Water vía CNN]

Un vecino de Fuerteventura halla un pequeño ídolo y una cuenta de collar de posible factura aborigen

Juan José Alonso muestra el pequeño ídolo antropomorfo. / Javier Melián (Acfi Press)

Juan José Alonso iba caminando tranquilamente por un barranco de Fuerteventura cuando observó algo que llamó su atención en el suelo. Era como una pequeña piedra de arenisca de silueta antropomorfa. Muy cerca del primer hallazgo vio otro objeto que, en este caso, se asemejaba a la pieza de un collar por el pequeño agujero en su centro y que, por el aspecto del material, podría haber sido fabricado a partir de algún tipo de molusco marino. Ambos elementos se hallaban sobre el lecho del barranco y, con toda probabilidad, habían sido arrastrados desde algún otro lugar cercano por las escorrentías en días de lluvia.

En principio, no creyó que fuera a tener mayor transcendencia, pero lo cierto es que ambos objetos le recordaban a otros que había visto anteriormente. Y es que Alonso, empleado del Cabildo, ha estado trabajando en el montaje del nuevo museo arqueológico de Fuerteventura, situado en Betancuria y de próxima apertura, donde había observado algunas piezas de similar apariencia en los expositores. Así que, para salir de dudas, se puso en contacto con los técnicos de Patrimonio del Cabildo, quienes apuntaron a la posibilidad de que una de las piezas podría ser un ídolo y que la otra podría haber formado parte de un collar. Además, ambos objetos podrían haberse elaborado en época prehispánica, aunque, de momento, no se han determinado datos más concretos sobre su datación.

El presidente del Cabildo de Fuerteventura, Marcial Morales, el consejero insular de Cultura y Patrimonio Histórico, Juan Jiménez, el director del nuevo museo arqueológico de Fuerteventura, Luis Lorenzo Mata, así como dos agentes del Seprona en la Guardia Civil, daban cuenta recientemente del descubrimiento de ambas piezas. Una vez sean sometidas a un estudio más profundo por parte de expertos para confirmar su autenticidad y origen aborigen, pasarían a exhibirse en el citado museo arqueológico de Fuerteventura, cuya apertura en el pueblo de Betancuria se ha previsto para próximas fechas.


Luis Lorenzo Mata, que también es técnico de patrimonio histórico y ha sido asesor del Gobierno en este mismo campo, incidió en «la importancia de proteger e investigar el patrimonio arqueológico de la isla, siendo fundamental para ello la próxima apertura del museo insular arqueológico de Betancuria, que será esencial tanto en el campo de la educación de los jóvenes como para favorecer el estudio científico por parte de los profesionales».

Mata explicó que el papel de los ciudadanos puede ser importante a la hora de localizar material arqueológico. «En este caso se trata de un hallazgo casual, como muchas veces se produce; los ciudadanos, a veces, se preocupan y nos los traen. Tenemos bastantes piezas en los fondos del museo arqueológico como resultado de hallazgos casuales por parte de personas que, dando un paseo, ven algo, por ejemplo una cerámica, y nos la hacen llegar», explica. En todo caso, Mata aclara que «no se debe tocar nada porque se descontextualiza el valor cultural una vez que extraes una pieza de cualquier lugar». Por tanto, en caso de hallazgos, lo correcto es dar aviso al Cabildo o al Seprona para que se personen en el lugar.


Marcial Morales aseguró que «ambas piezas se someterán a investigación», y añadió que «con este hallazgo se ratifica el potencial arqueológico que tiene la zona donde fue encontrado, sumándose así al rico patrimonio con que cuenta la isla majorera».

Con respecto a la zona en que se han localizado ambas piezas, de momento se mantiene bajo secreto ante la posibilidad de que pudiera albergar más material arqueológico de valor y para evitar posibles expolios como los que se han dado en el pasado en otros yacimientos de la isla. Juan Jiménez, por su parte, destacó que, «ante cualquier hallazgo de este tipo, se debe seguir el protocolo establecido y avisar inmediatamente a los agentes del Seprona o de Medio Ambiente del Cabildo majorero, quienes darán traslado de dichas piezas a los técnicos de Patrimonio Histórico para establecer su valor histórico, cultural y etnográfico».

Hallados cerca de cuevas

Aunque todavía debe confirmarse si efectivamente se trata de un ídolo aborigen, los indicios apuntan a que sí. Entre ellos el hecho de que se haya localizado cerca de la cuenta de collar y, además, que en las proximidades del barranco donde se hallaron ambos objetos existen cuevas y yacimientos arqueológicos de época aborigen.

Fuentes: canarias7.es | fuerteventuradigital.net| 15 de abril de 2019

El MEH presenta la exposición ‘El Mono Asesino’ que habla del año 1968 y de las teorías de la violencia en el origen de la humanidad

El paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga en la presentación de la exposición.

La muestra está relacionada con la exposición 'Más allá de 2001. Odiseas de la inteligencia', inaugurada en la Sala de Exposiciones Temporales del Museo hace una semana y se podrá visitar de forma gratuita hasta finales de año en la Sala de Pieza Única

El Museo de la Evolución Humana (MEH) ha presentado esta mañana la exposición 'El Mono Asesino' que se puede visitar en la Sala de Pieza Única de la planta 1 del Museo de forma gratuita. La exposición, que permanecerá hasta finales de año abierta, está relacionada con la muestra 'Más allá de 2001. Odiseas de la inteligencia' de la Sala de Exposiciones Temporales del MEH, inaugurada hace una semana, ya que habla del año 1968, año en el que se estrenó la película '2001. Una odisea en el espacio', película que sirve de hilo conductor de la citada exposición.

Imagen de la exposición ‘Más allá de 2001. Odiseas de la inteligencia’, de la Fundación Telefónica. -ECB

Ese año estuvo lleno de acontecimientos en el planeta; el mundo vivía bajo el temor a un holocausto nuclear con el apogeo de la guerra fría. La Sala de Pieza Única del MEH se ha recubierto con un gran mural que muestra un collage con carteles y fotos de todos los grandes momentos de ese icónico 1968 y que refleja todo el contenido cultural de aquella época en la que se sucedieron cosas tan importantes como la carrera espacial, la lucha por la igualdad racial, las movilizaciones contra la guerra del Vietnam, las distintas revoluciones culturales o la guerra fría.

'2001. Una odisea del espacio' escenificó dramáticamente el "despertar" de la inteligencia en la Tierra. Aunque se trataba de una película de ciencia ficción, el planteamiento se corresponde con los descubrimientos que se estaban produciendo en su época en el campo de la paleontología humana, así como con algunas de las teorías más aceptadas del momento sobre el comportamiento animal y humano. La película mostró una teoría científica que estaba de moda en el año en el que se estrenó: 1968. Esto es, que la evolución humana comenzó cuando nuestros primeros antepasados aprendieron a matar a sus presas y a matarse entre sí. Esta hipótesis fue reforzada por los descubrimientos que se estaban produciendo en su época en el campo de la paleontología humana, así como con algunas de las teorías más aceptadas del momento sobre el comportamiento animal y humano.

El MEH reflexiona:¿Somos biológicamente asesinos o sociales? - Foto: J.J.M

En la exposición se muestran las teorías científicas que acuñaron la idea del 'Mono Asesino'. Esta hipótesis, planteada por el paleontólogo Raymond Dart, descubridor del australopithecus africanus, fue publicada en 1953. Planteaba que lo que nos ha hecho humanos ha sido la violencia, ejercida sobre los animales en la caza y sobre los miembros de la propia especie en la lucha por el poder y por el territorio. El segundo en reforzar esta idea fue Konrad Lorenz, que estudió el comportamiento animal y recibió el Premio Nobel. Esa teoría de que la violencia está en nuestros genes parecía encajar a la perfección con el clima del año 1968 en el que se vivía bajo el temor de un holocausto.

En los años cuarenta y cincuenta del siglo XX Raymond Dart excavó en uno de los yacimientos de Makapansgat donde encontró numerosos restos fósiles que asignó a una especie nueva a la que llamó Australopithecus prometheus, aunque hoy se considera de la misma especie que el Australopithecus africanus. Fue durante estas excavaciones cuando a Raymond Dart se le ocurrió la teoría del "mono asesino", según cuenta él mismo. En apoyo de su tesis, Dart interpreta como signos de violencia el que la mayor parte de los fósiles de australopitecos, y demás especies de los yacimientos, están rotos, aunque esas fracturas se deban en realidad a la acción de carroñeros como las hienas o a procesos geológicos.

En la exposición se pueden ver réplicas de varios de estos fósiles,los cuales cuentan con una cronología de entre 2,8 y 2,5 millones de años. Son réplicas de los fósiles que inspiraron a Raymond Dart para construir la teoría del 'Mono asesino' como 'El Niño de Taung' (derecha) o 'La Señora Ples', ambos pertenecientes al género Australophitecus. Además, muestra el montaje de una réplica del esqueleto descubierto en la cueva de Malapa que dio lugar en 2008 a una especie nueva el Australopithecus sediba, que se considera próxima a Homo habilis.

Otros fósiles

Los restos pélvicos que encontró Dart en Makapansgat claramente indicaban que los australopitecos eran bípedos. Dart incorporó este dato a su teoría. Ponerse de pie fue útil para esgrimir armas y para lanzar proyectiles. La caza y la lucha armada no solo habrían producido nuestra inteligencia, sino también nuestro porte erguido. Como ejemplo se muestran estas réplicas de la especie Australopithecus africanus con una cronología estimada: en torno a los 2.5 millones de años.
También se exponen una réplica de una mano de chimpancé y otra de una hembra adulta de Australopithecus sediba y dos réplicas de moldes endocraneales: uno de australophitecus africanus y otra de un Homo sapiens actual.

Fuente: burgosnoticias.com | 12 de abril de 2019
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Juan Luis Arsuaga: "El mono asesino"

El año 1968 fue particularmente intenso. Yo empezaba la agitada edad de la adolescencia y recuerdo bien lo que se veía en la televisión. Tanques soviéticos en las calles de Praga, estudiantes levantando los adoquines de París, tiradores disparando a la multitud en Ciudad de México, Bob Kennedy en el suelo y Martin Luther King en un ataúd, la ofensiva del Tet en Vietnam, las protestas en el campus de la universidad de Berkeley, el muro de Berlín.

Aquel año fui al cine a ver una película que no fui capaz de entender, pero que me trastornó. Se llamaba 2001. Una odisea espacial y la había dirigido un tal Stanley Kubrick. El guion de la película lo había escrito un autor de ciencia ficción llamado Arthur C. Clarke.

El filme de Kubrick tenía tres partes. La primera se desarrollaba en una especie de desierto con cuevas, y unos monos eran sus protagonistas. Un extraño monolito de metal oscuro surgía de pronto ante ellos. Con mucho miedo se acercaban a tocarlo. Entendí que de alguna forma ese contacto había hecho brotar una idea en uno de los simios. En la novela de Clarke el mono se llama Moon-Watcher, el que mira la luna (de cría hasta se ponía de pie para intentar alcanzarla).

Sobre la tierra yacía el esqueleto de un animal. El mono cogió un hueso de una pata y aporreó el cráneo, que se partió como una nuez. La escena siguiente era ese mismo mono, Moon-Watcher, abatiendo a golpes al animal vivo. Luego se repartían su carne. El grupo ya no pasaría más hambre en aquel secarral.

Pero ¿y la sed? Se disputaban el agua de una charca con un grupo rival. Los dos machos alfa se enfrentan, como siempre, en la charca, pero esta vez ocurre algo. Un brazo se alza hacia el cielo, armado con un hueso, y una cabeza recibe un golpe que no se espera. El odiado enemigo ya no se levantará. Está muerto. Su grupo tendrá que abandonar la charca para perderse en el desierto.

Así empezó todo, viene a decir la película, con unos monos antes débiles y temerosos y ahora transformados en cazadores y asesinos. Millones de años después, aquí estamos nosotros, convertidos en la especie dominante, pero con los malditos genes de la violencia bien dentro. La siguiente imagen es una bomba atómica orbitando la Tierra.

Sin embargo, la idea de que somos monos asesinos, y de que esa es nuestra tragedia, no había nacido en las mentes de Kubrick y de Clarke, sino en las de un paleontólogo y un etólogo. El primero era Raymond Dart y había descubierto al australopiteco. El segundo estudiaba el comportamiento animal y recibió el Premio Nobel. Se llamaba Konrad Lorenz.
El día de Nochebuena de ese mismo año 1968 vi otra imagen en la televisión: la foto que el astronauta William Anders tomó desde la otra cara de la Luna. En ella se veía la Tierra amaneciendo sobre el horizonte. Por primera vez el ser humano contemplaba el planeta en su integridad y algo cambió en nosotros para siempre. Ese clic de la cámara de Anders alumbró una nueva conciencia.

Todos los seres humanos tenemos que beber de la misma charca.

Fuente: eldiariodevalladolid.com | 12 de abril de 2019