Descubren una nueva Venus paleolítica, de unos 23.000 años de antigüedad, en Francia

"Venus de Renancourt", hallada en la actual temporada de excavaciones de 2019

El yacimiento prehistórico de Renancourt, en Amiens, es conocido desde hace mucho tiempo, y es uno de los pocos testigos del Paleolítico superior temprano (35.000 - 15.000) en el norte de Francia. Descubierto en 2011 durante una inspección del Inrap, el yacimiento de Amiens-Renancourt 1 ha sido objeto de excavaciones planificadas desde 2014. Durante la campaña del actual año se ha descubierto una excepcional “Venus", perteneciente a la cultura Gravetiense, de hace unos 23.000 años.

UN CAMPAMENTO DE CAZADORES PALEOLÍTICOS.

Cerca de la confluencia de los valles de Selle y Somme, en un distrito al suroeste de Amiens, el yacimiento está sellado con limos eólicos (loess) que cubren el final de la última Edad del Hielo (hace entre 40.000 y 10.000 años). Este entorno se caracteriza por una concentración de restos muy bien conservados a una profundidad de 4 metros por debajo del suelo actual.
Ha sido datado, mediante el carbono 14, con una antigüedad de unos 23.000 años (21.000 años antes de nuestra era), y se inscribe en una fase reciente de la mencionada cultura Gravetiense, la cual se desarrolló en Europa hace entre 28.000 y 22.000 años.

Yacimiento de Amiens-Renancourt / Foto: INRAP


La diversidad y la abundancia de restos iluminan las diversas actividades practicadas en este campamento de caza. Entre los muchos pedernales hallados, las puntas de proyectil se destinaban a la captura de animales, mientras que las grandes lascas se transformaban en herramientas: cuchillos, raspadores, etc. El consumo de carne de caballo está atestiguado por la gran cantidad de restos óseos encontrados. Los adornos también están presentes, incluidas arandelas de yeso muy originales. En pleno periodo glaciar, este campamento de cazadores gravetienses habría sido ocupado durante algunas semanas, principalmente durante el final de la hermosa estación de otoño.

"Venus de Renancourt" halla en la temporada de excavaciones de 2014.

LA "VENUS DE RENANCOURT"

La campaña de 2019 ha proporcionado esta excepcional estatuilla, la cual corona una notable serie de otras quince estatuillas gravetienses halladas, la primera de las cuales fue descubierta en 2014. Tallada en yeso, y de 4 centímetros de altura, esta "Venus" tiene forma esteatopigia, es decir, el volumen de las nalgas, los muslos y los senos se han elaborado de forma hipertrofiada. Los brazos están solo esbozados y la cara representada sin rasgos. Tal escultura encaja perfectamente en el canon estético de tradición gravetiense, entre las que se incluyen la “Venus de Lespugue” (Alto Garona), la “Venus de Willendorf” (Austria) o la “Venus de Laussel” (Dordoña), esta última en bajorrelieve.

De izquierda a derecha: Venus de Willendorf, Venus de Laussel, Dama de Brassempouy, Venus de Lespugue.

La "Venus de Renancourt” lleva también un curioso "peinado" realizado mediante finas incisiones en cuadrícula, lo que no es muy diferente de las observadas en la “Venus de Willendorf”, y, especialmente, en la “Dama de Brassempouy” (Landas).

Semejantes “Venus” son muy conocidas por unas cuantas docenas de ejemplares descubiertas desde los Pirineos hasta Siberia. En Francia han aparecido quince de las mismas, especialmente en la zona suroeste (Aquitania, Pirineos). La última que apareció en un contexto estratigráfico fue descubierta en 1959 en Tursac (Dordoña). Hoy, el yacimiento de Amiens-Renancourt 1 duplica la cantidad de estas obras de arte gravetienses descubiertas en Francia. Los arqueólogos están considerando la existencia de un taller orientado a esta producción, dado que tales esculturas van acompañadas de varios miles de trozos de yeso, los cuales parecen ser desechos de fabricación de otras estatuillas. Por lo demás, la función o el significado de tales figurillas paleolíticas continúa en discusión.


Fuentes: inrap.fr | antet.hypotheses.org | 4 de diciembre de 2019

La peste de Justiniano no causó las muertes masivas que se han pensado hasta ahora

Residentes de Turne (ahora Bélgica) entierran a los muertos de una plaga de peste. Pierart dou Tielt

Los investigadores no han encontrado evidencia de muertes masivas durante la peste de Justiniano, que a principios de la Edad Media se desató en el Mediterráneo, algunas regiones de Europa y Medio Oriente. Según la investigación publicada en PNAS, probablemente, en ciertas áreas (por ejemplo, en Constantinopla), muchas personas realmente murieron a causa de la peste, pero no ocurrió lo mismo en otras regiones.

Lo que (se supone) sabíamos

La Peste de Justiniano (541-750 años), la primera de las pandemias registradas causadas por el bacilo de la peste (Yersinia pestis), comenzó en Egipto y se extendió al Mediterráneo Oriental, Europa y Medio Oriente.

Según estimaciones actuales, durante el primer brote de la enfermedad en 541-544, murieron alrededor de 25 millones de personas (alrededor del 13% de la población mundial en ese momento). Pero en total durante la pandemia hubo, según diversas fuentes, brotes de 14-18 años, durante los cuales murieron alrededor de 50 millones de personas (aproximadamente una cuarta parte de la población mundial).

Sabemos de la peste de Justiniano por la evidencia del historiador bizantino Procopio de Cesarea (alrededor de 500 después de 565), que estuvo en Constantinopla en 542, así como por varias descripciones hechas por contemporáneos o historiadores posteriores. En los últimos años, ha surgido evidencia genética de la presencia de la peste en Europa en ese momento.

La nueva investigación

Sin embargo, ahora un equipo de investigación dirigido por Lee Mordechai (izquierda), de la Universidad Hebrea de Jerusalén, cree que las descripciones de la epidemia por parte de contemporáneos y cepas antiguas de peste aún no son evidencia confiable de las cuantiosas muertes que devastaron el Mediterráneo, parte de Europa y Medio Oriente.

Los científicos decidieron encontrar evidencia directa del impacto de la pandemia en la demografía y la economía. Para esto, analizaron textos e inscripciones escritas durante la pandemia, que podrían mostrar si hubo o no un declive económico en las regiones afectadas. Los investigadores evaluaron si su producción de monedas y el uso de la tierra disminuyeron. Además, los científicos analizaron una vez más la evidencia genética y arqueológica que ayudaría a evaluar la escala de la epidemia.

Algo no cuadra

Después de analizar fuentes históricas, los autores no encontraron evidencia convincente de muertes masivas durante la pandemia. Su inicio en 541-542 fue documentado a fondo por los contemporáneos, pero hay muy poca evidencia de brotes posteriores de la enfermedad y se desconoce cuántas personas murieron a causa de la peste en este momento.

Al revisar la literatura del siglo VI, los autores encontraron el trabajo de 120 personas que escribieron en griego y 107 que escribieron en latín. De ellas, 38 fuentes hablaron de la peste, y solo una quinta parte mencionó al menos un síntoma (por ejemplo, bubones) por el cual la peste podría ser diagnosticada.

Además, incluso en las fuentes que hablaron de la enfermedad, le dieron poca atención. Incluso Procopio de Cesarea, quien describió en detalle el brote de la enfermedad en Constantinopla (indicó el curso de la enfermedad y describió en detalle sus síntomas), asignó a su mención menos del 1% del texto.

La evidencia económico social

Los científicos estudiaron papiros de los siglos VI-VIII buscando menciones de la plaga en Egipto (el lugar donde comenzó la pandemia en 541) y signos de deterioro económico causado por la pandemia, pero no encontraron evidencias. El número de papiros con textos sobre la peste disminuyó, y no hay menciones de que la agricultura hubiese caído en decadencia y la gente comenzara a pagar menos impuestos.

Los autores también analizaron los documentos de la rica familia romana de Apion que vivía en Egipto en esa época. El archivo de esta familia describió más completamente la organización económica de las propiedades ricas en el territorio del Imperio Bizantino en los siglos V-VII. Al final resultó que, entre 540 y 580, el ingreso familiar creció un 30%, lo que difícilmente podría haber sucedido si una cuarta parte de la población egipcia hubiera muerto a causa de la peste.


Abstracción gráfica de los principales resultados de la investigación. Elizabeth Herzfeldt-Kamprath / SESYNC

Después de que comenzó la pandemia, no hubo menos impresiones de sellos en productos de arcilla e inscripciones dedicatorias o monumentales en edificios, estatuas o lápidas. Sin embargo, otros eventos se reflejaron en su número. Por ejemplo, después de la conquista de Siria por los persas en 610, el número de inscripciones en su territorio disminuyó drásticamente.

Los autores señalan que después de 543 los romanos comenzaron a hacer muchas menos inscripciones. Pero esto podría deberse no a la plaga, sino al hecho de que la ciudad fue conquistada y saqueada por los godos. Después de que comenzó la pandemia, el número de monedas nuevas no disminuyó.

En particular, en la ciudad de Berit (ahora Beirut), el dinero se emitió en las mismas cantidades en los años 540. Después de que los persas capturaron una de las ciudades más grandes del imperio de Antioquía el Grande, que estaba en la provincia de Siria, dejaron de acuñar monedas en ella, pero el dinero de otras regiones del imperio apareció en la ciudad. Esto sugiere que las monedas se siguieron acuñando en otras partes del imperio.

Evidencia biológica

Además, la disminución de la agricultura como resultado de epidemias o guerras puede evaluarse analizando los restos de polen antiguo en los sedimentos de los lagos. Si las personas cultivan la tierra, los arqueólogos encontrarán en los sedimentos cercanos correspondientes a un siglo en particular, una gran cantidad de polen de las plantas de cereales.

Pero, si por otro lado, se abandonan los campos, las malas hierbas comienzan a crecer y con ellas regresan los árboles. Los pinos se encuentran entre los primeros en crecer en el Mediterráneo, por lo que tiene sentido rastrear el polen de pino.

Los investigadores analizaron los datos palinológicos disponibles de los territorios de la Grecia moderna, Turquía y Bulgaria, donde hubo brotes de peste, y vieron que en los siglos VI-VIII la cantidad de polen de las plantas de cereales no disminuyó bruscamente, y la cantidad de polen de coníferas no aumentaron bruscamente.

Las tendencias generales en estas regiones no cambiaron después de 540. Por ejemplo, en el norte de Grecia, la agricultura en el siglo VI estaba en declive debido a las constantes guerras e invasiones de las tribus bárbaras, por lo que el polen de cereales en las capas correspondientes se estaba reduciendo.

Después de 540, su número continuó disminuyendo gradualmente, no hubo fluctuaciones bruscas. Al mismo tiempo, después del inicio de la segunda pandemia de la peste, a mediados del siglo XIV, en muchas regiones de Europa, la agricultura cayó en declive y esto se notó por un cambio brusco en la cantidad de polen de diferentes plantas.

La Peste de Azot. Nicolas Poussin, 1631

Distintas cepas de Yersinia pestis

Los autores creen que el hecho de que los genetistas lograran aislar los genomas del bacilo de la peste de los restos de los muertos durante la peste de Justiniano no significa que hubieran ocurrido muertes masivas durante la epidemia.

Hasta ahora, los científicos han descubierto que las cepas bacterianas que infectaron a los humanos en los siglos VI y VIII desaparecieron y, durante la segunda pandemia, aparecieron otras líneas de Yersinia pestis. Esto puede indicar que las antiguas líneas de patógenos aún no se han encontrado, o que no existieron por mucho tiempo, no se extendieron demasiado y no sobrevivieron en el proceso de evolución.

En contraste, las cepas de bacilos de la peste que infectan a los humanos en los siglos XIV a XVIII fueron parientes cercanos (presumiblemente ancestros) de los patógenos que estuvieron presentes durante la pandemia de los siglos XIX y mediados del siglo XX, o que ahora se encuentran en algunas regiones del planeta.

Los resultados

Finalmente, los científicos analizaron el número de entierros múltiples en Gran Bretaña, donde ocurrieron brotes de la peste de Justiniano en 544, 653 y 684. Descubrieron que el número de entierros múltiples comenzó a aumentar gradualmente desde finales del siglo IV, cuando todavía era una colonia romana, y creció hasta finales del siglo VI. Pero los científicos no vieron un fuerte aumento en los años 540 y, por lo tanto, decidieron que la tendencia estaba más bien asociada con un cambio en las prácticas rituales.

Los autores concluyen que luego analizar varios datos y realizar un estudio interdisciplinario, no se encontraron evidencias de muertes masivas en todas las regiones afectadas por la peste. En algunas regiones, por ejemplo, en Constantinopla, muchas personas podrían haber muerto a causa de la enfermedad, pero en otras regiones del Mediterráneo y Oriente Medio, la situación parecía ser diferente.

Según sus hallazgos, los autores creen que las numerosas muertes por la peste fueron la excepción y no la regla. La investigación adicional en regiones específicas ayudará a comprender cómo la peste de Justiniano afectó la demografía local y la economía.

Hace unos años, los arqueólogos estimaron la mortalidad de los británicos durante la pandemia de peste medieval utilizando fragmentos de arcilla. Resultó que en la mayoría de las aldeas medievales del este, el número de fragmentos después de la pandemia comenzó a reducirse a la mitad, y en algunos, en un 70%.

Fuentes: nmas1.org | smithsonianmag.com | eurekalert.com | 3 de diciembre de 2019

¿Esconde un algoritmo secreto el «Hombre de Vitruvio» de Leonardo da Vinci?

La nueva revelación sobre Leonardo da Vinci se define ya como revolucionaria. Es excepcional, fruto de treinta años de reflexión y siete de investigación. La conclusión es que el «Hombre de Vitruvio» («Uomo Vitruviano»), un verdadero icono del genio del Renacimiento –la muy célebre representación de las proporciones ideales del cuerpo humano, realizado por Leonardo da Vinci a partir de los textos de arquitecto de la antigua Roma, Vitruvio–, es en realidad la imagen del algoritmo secreto. Un algoritmo anterior que los artistas han utilizado desde el siglo IV al VIII para «certificar» sus propias obras como inspiradas en la Proporción Divina (el número áureo, llamado también proporción divina y razón dorada, en el ámbito de las artes figurativas y de la matemática indica el número irracional número irracional 1,6180339887… ).

Durante cinco siglos el dibujo del «Hombre de Vitruvio» habría escondido un engaño, es decir: no solamente es mucho más de lo que parece, sino que también habría sido realizado para dar forma en modo cifrado o en clave al secreto de los secretos. La muy antigua fórmula aritmética y geométrica que los gremios de artistas utilizaban y se transmitían entre ellos, observando los parámetros impuestos por la Iglesia, para realizar cualquier tipo de obra. Este es el estudio que ha realizado un historiador de arte Roberto Concas (izquierda), de 67 años, exdirector del Museo Arqueológico Nacional de Cagliari (Cerdeña). Se trata de una investigación fascinante como si fuera una novela de intriga y suspense propia de Umberto Eco, según cuenta en exclusiva la agencia de noticias ANSA. El trabajo se explicará en dos volúmenes que se publican el primero de enero y se le dedicará una gran exposición en Cagliari en mayo 2020, con un significativo título: «El engaño del Hombre Vitruviano. El algoritmo de la proporción divina».

Dos hombres en el dibujo

El primer descubrimiento de Concas en el dibujo realizado por Leonardo en 1490 es que contiene dos hombres en dos diversas edades de la vida, quizás incluso tres. Esto según el profesor Concas se comprueba viéndolo en un espejo para que nos aparezca la imagen real del dibujo, dando un sentido a lo que hasta ahora se consideraban «errores». Él lo explica así a Ansa: «Todo ha iniciado de las preguntas que me hice sobre los Retablos de Cerdeña. ¿Por qué –me preguntaba- tienen esta forma particular a tres? No había respuestas. He investigado durante 30 años. Después, en un momento dado encuentro el algoritmo que me hace comprender cuál es la parte central y cuál la lateral. Pero eso era solo el inicio. En el 2012, mirando el dibujo del Hombre de Vitruvio advierto una proporción similar en la línea de abajo: dos partes más pequeñas, una central más grande».

El espejo

El historiador de arte Concas reconoce que es «agotador» explicarlo, pero concluye aclarando su intuición y sorprendente descubrimiento. «Fue como abrir una caja tras otra, cada solución me abría otras tres al mismo tiempo, una serie de casos. Empecé a comprender que el dibujo contiene dos caras. El ojo derecho es de un hombre maduro, el de la izquierda es de un rostro más joven. Me vino la intuición: Si Leonardo escribió con la izquierda (el artista era ambidiestro) aprendió utilizando el espejo… también aquí usa el espejo para reconstruir una figura completa. Y las medidas me han dado razón».

¿Qué representa y qué importancia tiene la teoría o, mejor dicho, el descubrimiento del profesor Concas? Lo explica a Ansa la directora de los museos de Cerdeña, Giovanna Damiani (derecha): «Yo lo definiría como revolucionario, porque es un descubrimiento capaz de imponer un nuevo paradigma en la historia del arte, un canon que ha permanecido inédito, que no cancela los que son habituales para nosotros, pero abre a nuevas interpretaciones, quizás intuidas por algunos historiadores del arte, pero nunca hasta hoy codificadas».

El por qué de las medidas de los brazos

En definitiva, dos hombres en el mismo dibujo, y con el espejo se ve claramente, de edad diversa, pero diseñados para representar lo que el matemático Luca Pacioli, fraile franciscano, definía como ciencia secretísima de la Divina proporción. En el libro de Pacioli, titulado precisamente «Sobre la proporción divina» –o proporción áurea-, con ilustraciones de Leonardo da Vinci, publicado en 1509, trata sobre las proporciones matemáticas y sus aplicaciones a la geometría, al arte visual y a la arquitectura. A este respecto, profesor Concas pone un ejemplo: «Las medidas de los brazos, que son diversas, proceden del concepto de un número generador, 225,5 y 180,5. Haciendo restas o divisiones se obtienen todas las medidas exactas de los dos brazos».
Representación de Luca Pacioli en su estudio.

Una regla que no se tenía que perder

Leonardo temía que con el tiempo se perdiera la proporción áurea o número de oro –llamada por primera vez «Divina Proporción», a comienzos del siglo XVI–, «la regla que había sido usada por arquitectos, escritores y poetas», según precisa el profesor Concas. «Se utilizó por primera vez –añade– en el Arco de Constantino, en el 315-325 d.C., los años del primer concilio de Nicea, el primer concilio ecuménico cristiano. Pero también en la Piedad de Miguel Ángel y obviamente en la Gioconda. Después de todo, eran reglas sencillas, como las del fútbol, 17 reglas simples. Después, en su puesta en práctica, hay quien es capaz de marcar como Ronaldo. Así también Rafael hacía obras maestras ateniéndose a las reglas».

El algoritmo («el conjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución de un problema», según definición de la RAE) desde el siglo IV, cuando la religión cristiana se convierte en religión de estado, servía para difundir y defender los gremios o corporaciones. No era suficiente con dibujar la Virgen, había que hacerlo según las reglas secretas, que de forma simplificada se podrían definir como una «espiral doble», que tiene un significado filosófico muy antiguo. «Si Leonardo hubiera desvelado que el "Hombre de Vitruvio" contenía este secreto, lo habrían llevado a la hoguera», afirma el profesor Concas. Un misterio perdido «cuando con el Iluminismo terminó el poder de la Iglesia y llegó el laicismo. Pero si miramos a nuestro alrededor, encontramos rastros de ello en todas partes, hasta ahora incomprensibles para nosotros», concluye el profesor Roberto Concas.

El «Hombre de Vitruvio», conservado en la Galería de la Academia de Venecia desde 1822, una de las obras que más atraen en la gran exposición dedicada a Leonardo, con motivo del 500 aniversario de la muerte del llamado «Divino Pintor», será vista desde hoy con mayor curiosidad si cabe. Además de ser una obra maestra absoluta de la cultura, el Hombre de Vitruvio, conserva aún secretos y misterios. Palabra del profesor Concas: «Por ahora no quiero añadir nada más; el misterio no termina aquí».

Fuente: abc.es | 3 de diciembre de 2019

Hallan cientos de tablillas cuneiformes y sus “sobres” en la antigua ciudad mesopotámica de Marad

Tablillas, y fragmentos de las mismas, junto con 'sobres' con inscripciones cuneiformes.

Hace miles de años en Mesopotamia, para intercambiar información de todo tipo, las cartas se escribían en tablillas que luego se enviaban y guardaban en recipientes, cual sobres, de arcilla. Docenas de fragmentos de estos antiguos sobres han sido encontradas por arqueólogos italianos en Irak.
Forman parte de un conjunto de hallazgos excepcionales, en cantidad y estado de conservación, sacados a la luz durante la campaña de excavaciones en Irak llevada a cabo por la Universidad de Pisa en colaboración con la Universidad de Siena y la organización iraquí al-Qādisiyyah.

'Cretula' de arcilla con improntas de sello

Los arqueólogos han encontrado un centenar de fragmentos de tablillas con textos cuneiformes que datan de principios del II milenio a.C. (incluyendo ocho tablillas enteras o casi enteras), así como un rico repertorio de cerámicas y más de noventa cretulae, es decir, bloques de arcilla con huellas de sellos o cuerdas usados para garantizar que no se ha manipulado el cierre de un contenedor de tablillas o de otros artículos cualesquiera.

Las investigaciones arqueológicas, que finalizaron en noviembre, se llevaron a cabo en el Tell as-Sadoum, en el centro-sur de Irak. El yacimiento de 50 hectáreas, al este de Najaf en un brazo del río Éufrates, fue identificado como Marad, una antigua ciudad del sur de Mesopotamia, cuya historia puede ser rastreada desde el período protodinástico de Mesopotamia (III milenio a.C.) hasta el Imperio Neo-Babilónico (I milenio a.C.).

Vista aérea del yacimiento Tell as-Sadoum.

En particular, las excavaciones se centraron en torno a un gran templo en la cima de la colina principal y otras dos zonas, una residencial y otra de producción, donde se encontraron la mayor parte de las cretulae y tablillas.

Ortofotos con la ubicación de las tres áreas de excavación.


Sección de una vivienda de ladrillo en el Área B.

"En general, las tablillas atestiguan la riqueza y la animada vida económica y administrativa de la antigua ciudad de Marad y a menudo hablan de transacciones comerciales, así como de cuestiones administrativas y judiciales", explica Anacleto D’Agostino (izquierda), profesor de Arqueología del Cercano Oriente en la Universidad de Pisa, que coordinó el proyecto.

"Las tablillas que encontramos, pertenecientes al período del Imperio paleobabilonio (la época de Hammurabi), actualmente en examen, contienen acuerdos de compra, cartas y fórmulas de fechas y también mencionan los nombres de los soberanos, así como referencias a algunas ciudades".
"Estas tablillas pudieron estar encerradas en 'sobres' ('cretulae'), de los cuales encontramos docenas de fragmentos. Los 'sobres' son contenedores modelados en finas capas de arcilla con el asunto del mensaje impreso en la superficie junto con nombres o imágenes, utilizados para autentificar y garantizar el contenido".



"De hecho, la complejidad de la civilización de la época también puede verse en los sellos, frecuentemente repujados con piedras semipreciosas. Éstas eran a menudo, en efecto, la marca distintiva y la firma de personas y funcionarios prominentes. Las escenas grabadas en ellos reproducen diversos temas y a menudo son ejecutadas con gran cuidado y pericia por hábiles artesanos".


'Cretula' de arcilla con improntas de sello.


'Cretula' de arcilla con improntas de sello.

En las impresiones fragmentarias que salieron a la luz durante las excavaciones y que datan del III milenio a.C., hay, por ejemplo, escenas en miniatura que representan héroes luchando con animales salvajes y criaturas imaginarias, divinidades entronizadas, un león atacando a una gacela y un elefante.
"Dados los excelentes resultados de esta campaña y la importancia de los hallazgos la perspectiva es continuar el proyecto con una nueva misión en el campo también en 2020", concluye D'Agostino.
Procesamiento de ina tablilla mediante fotogrametría 3D

Fuentes: la brujulaverde.com | Universidad de Pisa | 2 de diciembre de 2019

La migración humana fuera de África pudo haber seguido el desarrollo de los monzones en el Próximo Oriente

Ian Orland en la cueva Soreq, Israel, donde algunas formaciones de cuevas de calcita tienen 185.000 años. Crédito: Ian Orland


El año pasado, un equipo de científicos anunció que una mandíbula humana y herramientas prehistóricas encontradas en 2002 en la Cueva Misliya, en el extremo occidental de Israel, tenían entre 194.000 y 177.000. Tal hallazgo sugiere que los humanos modernos, que se originaron en África, comenzaron a emigrar de este continente al menos 40.000 años antes de lo que los científicos pensaban anteriormente.

Pero la historia de cómo y cuándo los humanos modernos se originaron y se extendieron por todo el mundo todavía está en forma de borrador. Esto se debe a que la ciencia no ha determinado cuántas veces los humanos modernos abandonaron África, o cuántas rutas pudieron haber tomado.
Un nuevo estudio publicado esta semana en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) por geocientíficos y climatólogos estadounidenses e israelíes proporciona evidencias de que los monzones de verano de Asia y África pudieron haber llegado al Próximo Oriente durante períodos de tiempo que se remontan a hace por los menos 125.000 años, proporcionando corredores adecuados para la migración humana.

El momento probable de esta expansión de los monzones hacia el norte correspondió a cambios cíclicos en la órbita de la Tierra que habrían acercado el hemisferio norte al Sol y provocado un aumento de las precipitaciones de verano, lo cual, a su vez, pudo haber un aumentado la vegetación y favorecer la migración de animales y humanos.

"Podría ser un contexto importante para los expertos que estudian cómo, por qué y cuándo los primeros humanos modernos estaban migrando fuera de África", dice el autor principal Ian Orland (izquierda), un geocientífico de la Universidad de Wisconsin-Madison, y ahora en Estudios de Historia Natural y Geológica de Wisconsin. "El Mediterráneo oriental fue un cuello de botella crítico en esa ruta fuera de África, y, si nuestra sugerencia es correcta, hace 125.000 años y potencialmente en otros períodos, pudo haber habido lluvias más consistentes durante todo el año que habrían mejorado la capacidad de los humanos para migrar".

Mientras los humanos han realizado registros climáticos, los inviernos han sido húmedos y los veranos calurosos y secos en el Levante, una región que incluye a Israel, Siria, Líbano, Jordania y Palestina. Antes de los tiempos modernos esos veranos calurosos y secos habrían representado una barrera significativa para los individuos que intentaban moverse por aquellos paisajes.

Sin embargo, a los científicos les ha resultado difícil determinar qué tipos de patrones de precipitación podrían haber existido en el Levante prehistórico. Algunos estudios que han examinado una variedad de evidencias, entre las que se incluyen registros del polen, lechos de lagos antiguos y sedimentos del Mar Muerto, junto con algunos estudios de modelación climática, indican que los veranos en la región pudieron, en ocasiones, haber sido húmedos.

Foto: Estalactitas en la Cueva de Shorek

Para tratar de comprender mejor esta estacionalidad, Orland y sus colegas observaron formaciones de cavidades llamadas espeleotemas en la cueva de Shoreq, en Israel. Los espeleotemas, como las estalactitas y las estalagmitas, se forman cuando el agua gotea en una cueva y deposita un mineral llamado calcita. El agua contiene huellas dactilares químicas llamadas isótopos que mantienen un registro -como un archivo- del tiempo y de las condiciones ambiantales en las que han crecido los espeleotemas.
Entre estos isótopos hay diferentes formas de moléculas de oxígeno: una forma ligera llamada O16 y una forma pesada llamada O18. Hoy en día, el agua que contribuye al crecimiento de los espeleotemas durante gran parte del año tiene tanto oxígeno pesado como ligero, y el oxígeno ligero es proporcionado, predominantemente, por las tormentas de lluvia durante la estación húmeda de invierno.

Orland y sus colegas plantearon la hipótesis de que podrían ser capaces de discernir, a partir de los espeleotemas, si dos estaciones de lluvias habían contribuido a su crecimiento en el pasado, dado que podrían mostrar una firma similar de oxígeno ligero tanto en su crecimiento en invierno como en verano.
Imagen escaneada de una muestra de espeleotemas (sección transversal y vertical) analizada en el trabajo de investigación. Las muestras se cortaron en bloques de 1,5 cm de largo. Los cuadros rojos describen las áreas analizadas.


Para hacer esta comparación los científicos tuvieron que hacer mediciones de isótopos a través de bandas de crecimiento individuales, las cuales son más estrechas que un cabello humano. Mediante el uso de un instrumento de precisión del Departamento de Geociencia de la UW–Madison, llamado microprobeta iónica, el equipo midió las cantidades relativas de oxígeno ligero y pesado en los desarrollos estacionales a través de las bandas de crecimiento de dos espeleotemas de hace 125.000 años en la cueva de Shoreq.
Esta ha sido la primera vez que cambios estacionales pudieron ser directamente medidos en un espeleotema tan antiguo.

Al mismo tiempo que Orland estaba en busca de respuestas geológicas, su colega de la UW–Madison en el Instituto Nelson del Centro de Estudios Ambientales para la Investigación Climática, Feng He (izquierda), estaba usando independientemente modelos climáticos para examinar cómo la vegetación del planeta había cambiado a través de las fluctuaciones estacionales en los últimos 800.000 años. Colegas desde la escuela de posgrado, él y Orland se unieron para combinar sus respectivos enfoques después de apreciar que sus estudios eran complementarios.

Un estudio previo realizado en 2014 por el climatólogo y profesor emérito de la UW-Madison, John Kutzbach, mostraba que el Próximo Oriente pudo haber sido más cálido y húmedo de lo normal durante dos períodos de tiempo que corresponden aproximadamente a 125.000 años atrás y a hace 105.000 años. Por contra, en un punto intermedio, hace 115.000 años, las condiciones fueron más similares a las actuales.

Los períodos de tiempo más húmedos correspondieron a un pico de insolación durante el verano en el hemisferio norte, cuando la Tierra pasa más cerca del Sol debido a cambios sutiles en su órbita. El período de tiempo más seco correspondió a una de sus órbitas más lejanas del Sol. Las estaciones del monzón tienden a ser más fuertes durante la insolación máxima.

Esto le brindó a Feng He la oportunidad de estudiar las precipitaciones durante las altas y bajas insolaciones en las temporadas de verano del Próximo Oriente y observar sus firmas isotópicas. El modelo climático empleado "alimentó la hipótesis del monzón de verano”, pues sugirió que "bajo estas condiciones, los monzones podrían haber llegado al Próximo Oriente y tendrían una firma baja de O18", dice He, coautor del estudio. "Es un período muy intrigante en términos climáticos y de evolución humana".

Su modelo mostró que la expansión hacia el norte de los monzones de verano de África y Asia fue posible durante este período de tiempo, y habrían traído precipitaciones significativas al Levante en los meses de verano, y por tanto duplicado casi la precipitación anual en la región, al tiempo que habrían dejado una firma isotópica del oxígeno similar a las lluvias de invierno.

Por su parte, el análisis isotópico de los espeleotemas llevado a cabo por Orland también sugería que los veranos habían sido más lluviosos durante la insolación máxima hace 125.000 y 105.000 años.
Por razones similares, el Próximo Oriente también pudo haber sido cálido y húmedo hace unos 176.000 años, es decir, cuando la mandíbula de la Cueva de Misliya llegó a la misma, dicen los investigadores. Y anteriormente a esta mandíbula, fósiles humanos más antiguos y modernos fuera de África fueron hallados en la cueva de Skhūl, en Israel, los cuales datan entre 120.000 y 80.000 años atrás.

En general, el estudio sugiere que durante un período de tiempo en que los humanos y sus antepasados exploraron más allá del continente africano, las condiciones climáticas pudieron haberles sido favorables para atravesar el Levante.

"La migración humana fuera de África ocurrió a impulsos, lo que definitivamente es consistente con nuestra idea de que, cada vez que la Tierra estaba más cerca del Sol, el monzón de verano era más fuerte y esa fue una ventana climática que se abrió y brindó oportunidades para la migración humana fuera del continente africano”, concluye Feng He.

Fuente: Universidad de Wisconsin-Madison | 25 de noviembre de 2019

El campo de menhires del Guadiana es el más importante de Europa

Amontonamientos de piedras donde se detectan algunos menhires. / M. G.

En el término municipal de Ayamonte se encuentra el campo de menhires más importante de Europa, es a la conclusión a la que llegan expertos de distintas universidades españolas. Se trata de cientos de menhires decorados, de tamaño entre los 20 centímetros y los tres metros, en muy distintas posiciones. En la zona donde se realizaron destoconamientos de eucaliptos quedan majanos con grandes amontonamiento de menhires.

En la Finca la Torre y La Janera, que se extiende además desde Ayamonte (Huelva) por una pequeña parte del término municipal de Villablanca, se encuentra un yacimiento megalítico que corresponde con la importancia que tiene esta zona de la desembocadura del río Guadiana en la frontera con Portugal. En el país vecino también se han encontrado evidencias arqueológicas relevantes.

En esta zona fronteriza hay dos yacimientos catalogados, correspondientes a una cata arqueológica de la Mancomunidad Beturia y otro que aparece en la prospección de una línea eléctrica, para la evacuación de la corriente de un parque eólico.
Igualmente, en el termino municipal de Paymogo (Huelva) existen registros de interés prehistóricos. Donde ahora se fija la atención arqueológica es en esta finca, que supera todas las expectativas encontradas hasta el momento.


Estos menhires aparecieron en la prospección arqueológica que marca Cultura ante la petición de la propiedad de la finca para convertir 400 hectáreas en regadío, para lo que cuenta con la aprobación de Medioambiente. Esta cautela, que se pone en 2005, es la que va a aconsejar una posterior intervención para conocer con más detalle las características del yacimiento.
En este primer informe solicitado por Cultura consta que aparecen cientos de amontonamientos de piedras de menhires prehistóricos, más un número indeterminado distribuidos en la finca, unos movidos y otros clavados in situ.

Se encuentran estructuras de menhires de tipo crómlech, monumentos megalíticos circulares de gran interés, y cientos de estos con decoraciones. Existen varias hileras de menhires de más de 100 metros de largo y 50 de ancho, que se alinean con el sol.
El estudio de especialistas geólogos confirma la existencia de grabaciones en las piedras. Mientras que hay arqueólogos que destacan la importancia del yacimiento prehistórico, señalando que en Europa no hay nada que se pueda comparar con esto, dada su relevancia.


Lo cierto es que en este campo de menhires no se sabe cuántos cientos puede haber en toda la finca. El proyecto agrícola se reactiva en 2018 y con ello se tiene que volver a las indicaciones de Cultura, que marca la necesidad de una intervención arqueológica de mayor estudio, ante los interesantes resultados hallados en la primera prospección.

La Delegación de Cultura mandó a primeros de 2019 que se realizara una investigación en profundidad que hasta el momento no se ha realizado. En este sentido cabe destacar el compromiso manifestado en su momento por las universidades de Huelva, Sevilla y Alcalá de Henares para realizar la investigación, ante los conocimientos que pueden aportar en esta materia.
Por otra parte, señalar que hay una segunda resolución por parte de Cultura destinada a una zona de 100 hectáreas, donde se indica que hay menos evidencias arqueológicas. Aquí se realiza un vuelo topográfico de precisión en el que al parecer solo se detectan varias anomalías de interés arqueológico, que quedarán balizadas y, con ello, liberado el resto del espacio. Mientras, expertos entienden que no se cumple con lo mandado por Cultura, que incide en la necesidad de un estudio en profundidad y no en una prospección visual.

Fuente: huelvainformacion.es | 26 de noviembre de 2019

“Los menhires del Guadiana pondrán a la provincia en el primer plano internacional”


La Delegación de Cultura ha confirmado la importancia del conjunto megalítico de menhires del Guadiana, que ayer adelantó Huelva Información, y que se encuentra en una finca de Ayamonte (Huelva), para cuyo estudio hay una dotación económica por parte de la Junta de Andalucía que asciende a 75.000 euros. José Correa, delegado de Fomento y Cultura, señala que “este campo de menhires es muy importante para nuestra provincia, la va a poner en el primer plano internacional en megalitismo”.

Se trata de una concentración de menhires que superan los cien, algunos de ellos se ven alineados con el sol y en estructuras circulares tipo crómlech; y algunos con grabados en la piedra. Como adelantó este periódico, en 2015 se llevó a cabo una prospección arqueológica para la instalación de unos molinos eólicos en la Finca la Torre y la Janera, “entonces se realizó una prospección arqueológica y no había prácticamente nada”, confirma el delegado.Ahora es la empresa Valle del Guadiana la que solicita en 2018 la transformación de la finca de forestal a agrícola, según información de Cultura que destaca que “desde una visualización de la zona se comprueba la existencia de elementos que pueden tener relevancia”.

Es por lo que, como señala el delegado José Correa, “se le exige al Valle del Guadiana un estudio arqueológico que realiza la empresa Ánfora”. En el informe elaborado, que llegó a la Delegación de Cultura el pasado mes de agosto, se resalta el interés por este entorno. “Al leer la memoria se da cuenta que tiene importancia relevante para proceder a una cautela de la finca”, por lo que Cultura quiere conocer ahora “qué parte está afectada o cuál es menor o muy poco significativa”.
En este sentido, Cultura recuerda que en el interés por conocer más a fondo la importancia del yacimiento prehistórico “se solicitó el criterio de especialistas, se contó con la valoración de técnicos de las universidades de Alcalá de Henares y de Huelva, y se encontraron evidencias de su importancia y relevancia”.

Cabecera de menhir decorado. / M. G.

Este campo de menhires del Guadiana será estudiado en más profundidad como adelanta José Correa, con lo que deja fuera todo tipo de especulación que se pueda crear sobre el conjunto megalítico. “Se promueve el estudio integral que se realizará en 2020; con esta investigación sabremos hasta qué punto de relevancia estamos hablando”, dice.Un estudio que no está asignado aún y José Correa espera “que intervengan la Universidad de Huelva y otras universidades, que “aporten sus conocimientos los mayores expertos en megalitismo; serán los técnicos los que nos digan la importancia del yacimiento”.

La dotación económica por parte de la Junta de Andalucía es de 75.000 euros que, según el delegado, “se podrá disponer a primeros de 2020, ya que se trata de una partida que está incluida ya en los presupuesto, a la que se podrá unir otras anualmente dependiendo de la importancia de lo que se encuentre”.

Hay más de cien menhires, algunos de pie, pero lo importante está ahora en lo que señala el delegado, el hecho de conocer en verdad la dimensión del yacimiento. “Es un lugar de matorral de más de un metro -destaca-, en el que ahora mismo lo más que se puede hacer es intuir lo que hay, por lo que se está a la espera de lo se encuentre”.

Insiste en la importancia de este yacimiento prehistórico para la provincia, a la vez que tranquiliza de su futuro. “Es una finca de 600 hectáreas y no toda está afectada; donde se ha encontrado restos de interés arqueológicos se ha realizado la cautela y no se puede tocar; ahora se verá a lo que afecta el resto”, dice José Correa.

La alcaldesa de Ayamonte espera su puesta en valor

La alcaldesa de Ayamonte, Natalia Santos, dijo ayer sobre el yacimiento prehistórico que espera que “no sean ciertas algunas informaciones que me están llegando en el día de hoy y que, presuntamente, podrían afectar a estos hallazgos arqueológicos”, a la vez que espera que el actual delegado de Cultura, “sea lo suficientemente sensible” y “que no esté permitiendo actividad alguna que pueda atentar contra tan extraordinario patrimonio”.

Natalia Santos manifiesta que “desde el Ayuntamiento de Ayamonte apostaremos por el desarrollo de este yacimiento arqueológico del gran valor”. Al igual, recuerda que en su etapa de delegada de Cultura es cuando se pone la cautela y la petición del informe de 2018.

Fuente: huelvainformación.es | 27 de noviembre de 2019