Un nuevo estudio muestra que el clima fue un factor clave que impactó en el movimiento de los primeros agricultores en Europa

Los cuatro ejes principales de expansión de la migración neolítica con fechas clave señaladas. Las líneas azul, morado, naranja y verde representan el eje mediterráneo, centroeuropeo, escandinavo y del noreste de Europa, respectivamente.

La investigación, una colaboración entre la Universidad de Roehampton, la Universidad de Cambridge y varias otras instituciones, combinó datos arqueológicos con reconstrucciones paleoclimáticas para mostrar por primera vez que el clima impactó drásticamente en la migración de personas hacia Europa, causando una dramática desaceleración entre 6.100 a.C. y 4.500 a. C.

El equipo de investigación, liderado por la Dra. Lia Betti (izquierda), profesora titular de la Universidad de Roehampton, reunió una gran base de datos de las primeras fechas de llegada de los agricultores neolíticos en todo el continente europeo y llevó a cabo un estudio de la velocidad de su migración en relación con las reconstrucciones climáticas de la época. También se volvieron a analizar datos de ADN antiguos para comprender la interacción entre los primeros agricultores y los cazadores-recolectores locales.
En su estudio, descubrieron que la migración comenzó rápidamente desde el sudeste de Europa, con los granjeros neolíticos expulsando a la población existente de cazadores-recolectores. Esta circunstancia se demuestra por la escasa mezcla de ADN que se observa en los dos grupos. A medida que los agricultores avanzaban hacia el norte, el clima se volvió menos adecuado para los tipos de cultivos que habían traído consigo. Su ritmo de movimiento disminuyó, con lo que comenzó a cambiar la forma en que interactuaban con los cazadores-recolectores locales, lo que se puede verificar al observarse una mayor mezcla genética entre los dos grupos.
Eje específico de la velocidad de expansión y condiciones climáticas. a) Distancia acumulada cubierta en cada eje de expansión. Las líneas azul, morada, naranja y verde representan los ejes Mediterráneo, Europa Central, Escandinavia y noreste de Europa, respectivamente. La desaceleración se destaca mediante una línea negra. b) Los ejes de expansión, con sus respectivas ralentizaciones, superpuestos en un mapa de Días de Incremento Térmico hacia 5.500 a. C. c) Días de Incremento Térmico experimentados a lo largo de cada eje de expansión.

Para probar que el clima fue el factor clave que causó la desaceleración de la migración, el equipo de investigación elaboró una reconstrucción paleoclimática del periodo considerado, a fin de calcular el número de Growing Degree Days (GDD)-Días de Incremento Térmico para las áreas en que los agricultores se asentaron durante su expansión. Los GDD se usan comúnmente en la agricultura como la medida del calor disponible en un año para que crezcan los cultivos.

La expansión migratoria se desaceleró a lo largo de diferentes rutas de migración cada vez que los primeros agricultores llegaban a regiones donde la cantidad de GDD era menor que la requerida para el conjunto de sus cultivos originales. Esta conclusión pudo ser respaldada por el hecho de que la única ruta en la que no se encuentra una ralentización de la expansión fue a lo largo del Mediterráneo, lo que sugiere que aquellos que se movieron a lo largo de ese camino pudieron continuar desarrollándose y creciendo rápidamente gracias a un clima cálido favorable.
Ejes de expansión y temperatura media en verano. a) Los ejes de expansión superpuestos en un mapa de días de temperatura media de verano en torno a 5.500 a. C. b), Temperatura media de verano experimentada a lo largo de cada eje de expansión. Las líneas azul, morado, naranja y verde representan los ejes Mediterráneo, noreste de Europa, Europa central y Escandinavia, respectivamente. La desaceleración se resalta con una línea negra.
Ejes de expansión y temperatura media en invierno. a, Los ejes de expansión superpuestos en un mapa de días de temperatura media invernal en torno a 5.500 a. C. b), Temperatura media de invierno experimentada a lo largo de cada eje de expansión. Las líneas azul, morado, naranja y verde representan los ejes Mediterráneo, noreste de Europa, Europa central y Escandinavia, respectivamente.

Al comparar datos antiguos de ADN de cazadores-recolectores locales y primeros agricultores,
los investigadores también pudieron comprobar que las condiciones climáticas desafiantes para la
agricultura en el norte de Europa condujeron a relaciones más estrechas entre los dos grupos y a
una mayor mezcla genética. Los intercambios de bienes y el conocimiento sobre la caza local pudieron haber permitido que estos primeros agricultores persistieran en tales regiones a pesar de los bajos rendimientos de los cultivos.

La investigación muestra cómo el clima ha impactado significativamente en la migración de personas desde el comienzo de nuestra historia. La idoneidad climática de los lugares para vivir y establecerse desempeña un papel clave en la determinación de dónde pueden prosperar diferentes grupos humanos, y cambiar, a su vez, la genética de continentes enteros.
Ejes de expansión y precipitaciones del mes más seco. a) Los ejes de expansión superpuestos en un mapa de precipitaciones en los días más secos del mes en torno a 5.500 a.C. b) Precipitaciones del mes más seco experimentado a lo largo de cada eje de expansión. Las líneas azul, morado, naranja y verde representan los ejes Mediterráneo, noreste de Europa, Europa central y Escandinavia, respectivamente.. La desaceleración se resalta con una línea negra.

La Dra. Lia Betti, dijo: "Este estudio ha requerido una gran cantidad de trabajo para examinar cientos de artículos arqueológicos, libros e informes en diferentes idiomas y construir un modelo detallado de la expansión de la agricultura en Europa. Estamos muy orgullosos de que nuestra base de datos pueda ahora estar disponible para la comunidad científica y el público, lo que facilitará futuras investigaciones. También hemos creado nuevos métodos para identificar las principales rutas de las migraciones humanas del pasado y determinar si el clima tuvo un impacto significativo, lo cual esperamos nos permita investigar las razones que hay detrás de las olas prehistóricas de migración en otras áreas del mundo".

Fuente: University of Roehampton | 14 de julio de 2020

Excrementos fosilizados confirman que había humanos en Norteamérica hace 12.400 años

Un miembro del equipo de investigación lleva a cabo trabajos en Paisley Caves, Oregon. Crédito: Dr. John Blong, Universidad de Newcastle

Un equipo dirigido por la Universidad de Newcastle, Reino Unido, ha utilizado el análisis de coprolitos antiguos (excrementos fosilizados) para identificar que tales muestras, procedentes uno de los sitios "pre-Clovis" más famosos, las Cuevas de Paisley, en Oregon, Norteamérica, contenían biomarcadores fecales humanos.

Sus resultados significan que los arqueólogos pueden confirmar que los primeros humanos conocidos en las Américas eran de una cultura anterior a la cultura Clovis, la cual se remonta a más de 12.000 años.

Durante la mayor parte del siglo XX, se pensó que los primeros habitantes de las Américas pertenecían a un solo grupo conocido como "Clovis" que dejó grandes herramientas de piedra distintivas en el registro arqueológico. Si bien ahora se ha aceptado, en gran medida, que hubo varios grupos presentes en el continente americano antes de la cultura Clovis, la datación de los sitios "pre-Clovis" ha sido difícil, ya que las herramientas de piedra a menudo no se encuentran asociadas con material que pueda datarse por radiocarbono.

Foto: Heces fosilizadas halladas en la Cuevas de Paisley, Oregón.

Aunque la datación por radiocarbono de las heces fosilizadas encontradas en las Cuevas de Paisley -12.400 años antes del presente- mostró que las personas que vivían allí eran más antiguas que la cultura Clovis, y que además se comprobó que usaban herramientas de piedra muy diferentes, ha habido mucho polémica sobre los datos de ADN que han proporciondo las heces o coprolitos hallados.

El ADN antiguo, especialmente de los humanos, se ha convertido en una técnica popular para observar movimientos de poblaciones. Sin embargo, el ADN antiguo encontrado en sedimentos y coprolitos todavía es considerado por algunos como una forma poco fiable de identificar si determinadas personas vivían en un lugar en particular, ya que los científicos no tienen una buena comprensión de qué tan bien se conservan y cómo se mueven dentro de los sedimentos. Esto ha llevado a un debate sobre la idoneidad del ADN encontrado en las cuevas de Paisley, ya que se sabe que corrientes de agua se han movido periódicamente a través de dichas cuevas.

(A) Ubicación de las Cuevas de Paisley en el oeste de la Gran Cuenca. (B) Ubicación espacial de los coprolitos en la cueva 5. (C) Perfiles estratigráficos en la cueva 5.

Como quiera que los humanos y los animales producen diferentes tipos de lípidos -grasas como el colesterol en el intestino- el equipo de investigación, que también involucró a científicos y arqueólogos de las universidades de Bristol, en el Reino Unido y Oregón, en EE. UU., llevó a a cabo un estudio -publicado en Science Advances- de las trazas de los lípidos, a fin de identificar si procedían de humanos, perros u otros animales.

La Dra. Lisa-Marie Shillito (izquierda), profesora de la Universidad de Newcastle, dijo: "La cuestión de cuándo y cómo las personas se establecieron por primera vez en las Américas ha sido un tema de intenso debate. Al utilizar un enfoque diferente, hemos podido demostrar que hubo poblaciones pre-Clovis presentes en el área de la Gran Cuenca, con lo cual se resuelve este debate de una vez por todas".

Entorno cambiante

Los biomarcadores en una de las muestras revelaron que había una mezcla de lípidos y ADN de perros y humanos, lo que sugiere que los perros estaban consumiendo heces humanas. "Sabemos que los perros hacen esto hoy, y el hecho de que tengamos perros haciéndolo en las Cuevas de Paisley es una evidencia realmente fuerte de que los mismos fueron domesticados y vivían junto a las personas", agrega la Dra. Shillito.

Entrada a la cueva número 5 de las Cuevas de Paisley donde se hallaron los excrementos fosilizados

Esta circunstancia, y el hecho de que los coprolitos se encontraran junto con material bien conservado empleado para hacer canastas, está ayudando a los investigadores a comprender mejor a estos primeros colonos de las Américas y su forma de vida.

"Hasta ahora, el debate se ha centrado mucho en responder cuándo y cómo llegó la gente al continente americano", dice la Dra. Shillito. "Como resultado, las condiciones de la naturaleza imperante de la primera ocupación ha recibido relativamente poca atención, en términos de comprender la relación entre estas poblaciones humanas tempranas y su entorno. Queremos saber más sobre tales personas. Este fue un momento en que el entorno natural era muy diferente y cambiaba rápidamente. Queremos saber cómo se adaptaron a este cambio, qué estaban comiendo y cómo evolucionaron con el tiempo".

Fuente: Newcastle University | 15 de julio de 2020

Cueva Pintada (Gran Canaria) descubre nuevos grafismos en su cámara policromada al realizar su reproducción digital en fotografía gigapixel

Guacimara Medina y Juan Francisco Ruiz, responsable de la digitalización.

El 14 de septiembre de 1822, Jean François Champollion abrió de golpe la puerta del despacho de su hermano y gritó ¡lo tengo! Había logrado descifrar los jeroglíficos egipcios gracias a la piedra Rosetta.
La misma emoción sienten desde hace diez años los investigadores con la aplicación de las nuevas tecnologías a su campo de estudio, el arte rupestre prehistórico. Juan Francisco Ruiz, profesor de Prehistoria y especialista en la comunicación gráfica de sociedades ágrafas, afirma que hemos vivido una revolución en la última década en las formas de aproximarnos al registro gráfico prehistórico.

Uno de los ejemplos es el trabajo que ha realizado, junto a la también especialista, Cristina Oviedo, en la Cueva Pintada del Museo y Parque Arqueológico que la Consejería de Cultura del Cabildo grancanario gestiona en Gáldar: El calco digital 3D y la fotografía gigapixel, cuyos resultados podrían asemejarse a un truco de magia.

Juan Francisco Ruiz: Sí, sí, tiene mucho de magia, incluso para nosotros. Cuando aparecieron estas técnicas, hace unos diez años yo me pregunté por qué no había visto esto antes y por qué he estado tantos años sufriendo (risas). Yo creo que esa es también la magia para el futuro espectador o usuario, el descubrimiento que te permiten.


¿En qué consiste el calco digital 3D?
Me gustaría resaltar que no se trata del calco digital, con el que llevamos trabajando hace años, sino que se trata del calco digital 3D. El calco tradicional es al final una imagen plana, una fotografía. Nosotros obtenemos fotografías, claro, pero las derivamos del modelo 3D con el que trabajamos. Es algo que se está haciendo en otros lugares, pero no es aún muy común y lo tenemos que destacar, somos uno de los primeros lugares en donde se está incorporando esta metodología que, sin duda, es el futuro.

¿Y la fotografía gigapixel?
Son dos productos complementarios, el calco 3D permite ubicar o definir los motivos que hay en ese espacio y la fotografía gigapixel lo que produce son imágenes continuas con una resolución macro o micro, dependiendo del tipo de cámara o lente que se utilice. En el caso de Cueva Pintada vamos a tener varias imágenes continuas de la cavidad, en las que en cada una de ellas se puede tener un nivel de detalle que está bastante por debajo del milímetro. Es decir, puedes ir ampliando y ampliando la imagen y no se acaba nunca. Y será impactante.

¿Qué aporta de novedoso la reproducción digital 3D de la Cueva Pintada?
A parte de la propia metodología, logramos una mejor precisión sobre el estado actual de conservación de los paneles decorados de la cámara y la aparición de algunos registros gráficos que, hasta ahora, o no se habían visto o se habían interpretado de otra manera. Con la aplicación de estos nuevos medios tecnológicos hemos podido identificar algunos círculos que no se habían visto hasta ahora, algunas manchas en el techo que sugieren una cierta decoración. Nos permite ver cosas situadas por ejemplo en el techo, con la dificultad que supone, ya que esta zona está muy deteriorada y es muy difícil de interpretar. Si tuviera que resaltar algo sería la aparición de algunos motivos, unidades gráficas, que ahora sí podemos identificar y de una manera mucho más completa.

Foto: Se realizaron más de 5.000 imágenes para cubrir los tres planos del friso de la cámara decorada.

¿Puede llegar a cambiar la interpretación?
Tanto como eso no me atrevería a decirlo, porque todavía no estaríamos en ese momento, quiero decir que tenemos un nuevo registro de lo que se conserva en las paredes de la cámara decorada, y, a partir de aquí, es cuando habrá que comenzar ese estudio de en qué medida alteramos o no las interpretaciones que se han realizado sobre lo que se hacía en la cavidad.

¿La aplicación de estas metodologías en otros casos les ha ayudado a reinterpretar los espacios?
Sí, en muchas ocasiones con el procedimiento que seguimos desde que se toman las imágenes digitales, se obtienen los modelos en 3D, se transforma esa visualización por medio de técnicas de realce de color hasta el resultado final, obviamente aparecen muchas cosas anteriormente no vistas. Hacemos visible lo invisible y en ese proceso claro inevitablemente surgen nuevas interpretaciones, o nuevas lecturas de lo que hay en esos sitios.

Dice que se realzan los colores, ¿qué encontramos en la Cueva Pintada?
Todos los pigmentos de la Cueva Pintada son minerales. Hasta ahora en los análisis que se han hecho no hemos identificado ninguna materia orgánica. Son todos ocres, tierras rojas y arcillas blancas. Se trata de una paleta de tres colores: fundamentalmente rojo y blanco, pero también hay áreas con un ocre amarillo muy pálido, que en ciertas zonas es como si fuera una capa de fondo y en otras creo que podemos empezar a hablar de que se ha utilizado como color. Durante mucho tiempo se consideró que había zonas pintadas en color negro, pero no se ha identificado ningún pigmento en esas áreas oscuras, por lo que tenemos que concluir que el juego entre los pigmentos de color y el soporte natural se tuvieron en cuenta a la hora de generar la composición. Los rojos son almagres, arcillas ricas en óxidos de hierro que han sido procesados de diferentes maneras para conseguir tonalidades distintas.


¿Cómo es el proceso?
Es complejo, ya que partimos de las texturas fotográficas de alta resolución que obtenemos a partir del modelo 3D y de lo que trata es de diferenciar las áreas pigmentadas del fondo, utilizando exclusivamente técnicas digitales. Se han creado capas con un programa específico de tratamiento fotográfico en el que se van aislando los colores y los motivos siguiendo el orden estratigráfico con el que fueron dispuestas para cada una de las áreas de la cámara decorada. Finalmente se les da un color acorde al que tenían en origen y con toda esta información gráfica se “recompone” ese friso corrido que constituye la decoración de la Cueva Pintada.

¿Qué supone la aplicación de estas nuevas metodologías para su campo de estudio?
Es el punto de partida de una nueva aproximación a la conservación del espacio. Porque ahora y gracias a estas técnicas tenemos un control muy preciso de dónde se ubican los elementos que se deben conservar y vamos a poder medir cómo cambian a lo largo del tiempo. Nos va a permitir tener un control de esa evolución y, a partir de ahí, identificar los procesos de alteración que están afectando a la cueva.

Fuente: noticanarias.com | 16 de julio de 2020

Nuevos hallazgos en los Bañales (Zaragoza): un edificio y parte de la muralla perimetral

Campaña de excavación - Prensa Comarca Cinco Villas

El yacimiento arqueológico de Los Bañales sigue ampliando horizontes gracias a los nuevos hallazgos que se han hecho durante estos días. En concreto, se ha descubierto un nuevo edificio y un muro que podría pertenecer a la muralla de cierre de la ciudad.

Ambos tesoros han salido a la luz como parte de la décimo segunda campaña de excavación que se está llevando a cabo en la zona durante el verano, con estudiantes universitarios becados por la Comarca de las Cinco Villas. El grupo que está excavando proviene de Roma (Italia), Miami (Florida, EEUU) y España (Toledo, Madrid, Pamplona y la Comarca de las Cinco Villas: Ejea de los Caballeros y Sos del Rey Católico).

El nuevo edificio hallado se sitúa al oeste de las dos columnas que se encuentran al llegar al yacimiento, y “forma parte del barrio productivo publico de la ciudad, que luego se convirtió en zona de viviendas”, explica el director científico del proyecto de Los Bañales y profesor de Historia Antigua en la Universidad de Navarra, Javier Andreu (izquierda). Se trata de una construcción de la que se han excavado unos 10-12 metros de largo y 5 de ancho, “aunque creemos que pueden salir más restos hacia el norte”, precisa Andréu.

De él destaca que “está partido por columnas cilíndricas con base cuadrangular bien cimentada. Y, a los lados de las columnas, hay pilastras adosadas a los muros perimetrales del edificio”, señala el experto. Esta forma indica, según el arqueólogo, “que este edificio tuvo una segunda planta”. Probablemente, la planta inferior pudo ser un almacén relacionado con usos domésticos o productivos, “ya que recuerda a las cellae romanas” (antiguos almacenes de vino, trigo, aceite...). “El material encontrado no nos permite descartar cualquiera de estos usos. Esta semana próxima se terminará y esperaremos a que los materiales nos ilustren la función”, apunta Andréu.

No obstante, los vestigios sitúan a la construcción en el siglo II d. C. Además, este espacio cuenta con una escalera de acceso muy bien conservada, elemento que parece indicar que este edificio fue una conversión de otro más antiguo, “posiblemente de la primera fase de la ciudad, fechado en el siglo I a. C.”, indica Javier Andreu, quien afirma que “visualmente se trata de un edificio muy llamativo, por su buen estado de conservación y porque valida que el decumano artículo una zona, al oeste, que se mantuvo activa en la ciudad de Los Bañales hasta su abandono”.



MURALLA PERIMETRAL

El otro hallazgo importante de estos días es otro muro de mampostería de sillares almohadillados, bien trabajados, situado en el límite norte del yacimiento, datado, posiblemente, en el siglo I a. C.
Este muro justifica “el gran despliegue urbanístico que experimentó la ciudad en este momento”, indica Javier Andreu. “Sabíamos de la existencia de esta zona desde hace unos años. Ahora, tras realizar un sondeo planificado por Juanjo Bienes, hemos podido confirmar lo que pensábamos”, señala el especialista. “El muro podría pertenecer a la primera fase de la ciudad, actuando de muralla que la delimitara por el lado norte”, indica. “Roma siempre delimita sus áreas periféricas, porque están sometidas a una jurisdicción urbana concreta”, explica Andreu. Si se pudiera confirmar esto “sería un gran hallazgo, porque Roma pone la muralla en puntos estratégicos, para indicar prestigio”, reconoce Andreu.

Esta función de muralla es muy posible, dado que el hallazgo se ubica en el lado opuesto al de la entrada, que se sitúa por el sur. “Este elemento deja abiertas muchas incógnitas para la campaña del año que viene”, afirma el arqueólogo. “¿Por qué Roma quiso marcar este límite tan visual?”, se pregunta el experto. “Quizá porque sea del periodo de la época de Augusto, dado que es algo muy característico de ella”, comenta el especialista. Estos hallazgos se suman a otros más pequeños que se han encontrado estos días.


Entre ellos, material celtibérico o pre-romano localizado en uno de los edificios; o un vertedero de basura en el llamado espacio 28, del que han salido un mango de un cuchillo de hierro, una lucerna con una inscripción del alfarero, un cuello de botella, etc. Además, en una de las esquinas del nuevo edificio encontrado se ha hallado una moneda que parece pre-romana. Igualmente, en el patio de una de las viviendas, se desenterró otra moneda de la época de Domiciano del año 90.

A ellos se suman los fragmentos de pinturas que se hallaron en otra de las zonas que ahora se están extrayendo gracias a la labor de la restauradora Miriam Tomás. Todos estos tesoros podrían haberse visto en la semana de puertas abiertas que iba a comenzar el próximo lunes, 20 de julio, hasta el 26 del mismo mes. Este año, ante las recomendaciones de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Aragón y, por responsabilidad, acaban de suspenderse las visitas incluidas dentro de esta propuesta de puertas abiertas, un clásico en la comarca que congrega, cada año, a miles de visitantes.

Fuente: elperiodico.com | 17 de julio de 2020

Hallan en Etiopía una 'sofisticada' y excepcional hacha de hueso de hipopótamo realizada por el 'Homo erectus' hace 1,4 millones de años

El hacha descubierta mostrada por las dos caras. Foto: Berhane Asfaw, Universidad de Tokio / PNAS

Hace 1,4 millones de años, el Homo erectus, un posible antepasado directo del humano actual, creó una herramienta sorprendentemente vanguardista con el hueso de la pierna de un hipopótamo, según investigadores japoneses y etíopes.

La herramienta, un raro ejemplo de un tipo de hacha de mano hecha a partir de hueso y no de piedra, que mide 12,8 por 7,5 por 4,6 cm, fue encontrada en el sitio Konso-Gardula, en el sur de Etiopía, un yacimiento en el que ya se han hallado otras herramientas de piedra y fósiles atribuidos al Homo erectus.

Según los investigadores, "el hacha de hueso sugiere que la tecnología del 'Homo erectus' era más sofisticada y versátil de lo que habíamos pensado", explica el antropólogo Gen Suwa (izquierda) de la Universidad de Tokio (Japón).

"Tanto el patrón de distribución de las cicatrices, 28 en la cara cortical y 16 en la cara interna, producto de las lascas desprendidas al tallarla, como la alta frecuencia de las fracturas en cono son fuertes indicadores de una descamación deliberada", señala.

Más avanzados de lo que se creía

Este hallazgo y otros llevados a cabo en el sitio Konso-Gardula muestran que, tal vez, varios cientos de miles de años antes de lo que se conocía anteriormente, el conjunto de herramientas del Homo erectus estaba compuesto por artículos que requerían operaciones precisas para su fabricación, como hachas de mano de piedra y hueso, así como herramientas más sencillas que podían fabricarse con relativa rapidez.

Para fabricar esta herramienta, el Homo erectus modificó un trozo del hueso de la pierna de un hipopótamo para que una pieza ovalada de aproximadamente 13 centímetros de largo, con un borde afilado cerca de la punta, pudiera ser moldeada de un solo golpe con una piedra o un martillo de hueso, concluyen los investigadores.

El hacha de mano de hueso se muestra colocada en un fémur de hipopótamo. Gen Suwa, Universidad de Tokio / PNAS

Luego, fue astillando el artefacto de hueso para darle su forma final. Los signos de desgaste indican que el hacha de mano fue usada en actividades de corte o sierra, según señalan los investigadores en un estudio publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences. Curiosamente, un lado del borde parece un poco más desgastado que el otro. Eso puede sugerir algo sobre cómo se usó la herramienta o sobre la mano dominante del usuario.

"El hacha de mano está hecha con una sofisticación sustancial como lo demuestra, por ejemplo, la gran cantidad de pequeñas extracciones laterales corticales bien controladas para formar la forma de hacha de mano", añade el profesor Suwa. "La descamación bifacial más fina hizo un borde relativamente recto en una vista lateral, lo que permite un corte eficiente".

También es la segunda herramienta ósea reconocida como un hacha de mano de tipo Achelense, una industria de herramientas de piedra que se caracteriza por grandes bifaces. El otro ejemplo conocido fue encontrado en Tanzania y está hecho de un hueso de elefante.

Foto: Hacha de mano achelense realizada con hueso de elefante.

Sin embargo, hay un misterio sobre el hallazgo: ¿por qué usar hueso para elaborar esta hacha en vez de piedras que son más resistentes y fuertes? Una respuesta es que los huesos de hipopótamo estaban fácilmente disponibles y pueden haber sido más adecuados para alguna tarea específica. En ese momento habría habido muchos hipopótamos en el área, ya que era una zona de humedales. El artículo de Ars Technica sugiere que la actividad volcánica en África oriental a veces cambió el acceso de los homínidos a los depósitos de piedra durante siglos alguna vez. Por lo tanto, los primeros humanos en tales áreas podrían haberse visto obligados a emplear huesos para fabricar herramientas.

Debido a que las herramientas óseas son tan raras en el registro arqueológico del período justo antes de hace 1 millón de años, es difícil decir exactamente qué tan significativo es este hallazgo o qué nos dice. Pero es una reliquia de la tecnología de los homínidos de un momento muy interesante: una fase temprana del estilo Achelense, cuando las técnicas de fabricación de herramientas se estaban refinando rápidamente.

"El descubrimiento del hacha de hueso en Konso, de hace 1,4 millones de años, muestra que el refinamiento de la tecnología de descamación realizada en las primeras herramientas achelenses involucró tanto el material pétreo como el óseo, y proporciona evidencia adicional de la sofisticación tecnológica y conductual del 'Homo erectus' africano a través de los tiempos de la cultura Achelense", concluye el profesor Suwa.

Fuentes: elconfidencial.com | sci-news.com | arstechnica.com | 14 de julio de 2020

Documentan avances tecnológicos de los homininos que vivieron en Atapuerca tras analizar más de 22.000 utensilios

Herramientas encontradas en el sitio de Gran Dolina en Atapuerca | Fuente: Lombera Hermida, A., et al. (2020). El amanecer del Paleolítico Medio en Atapuerca: el ensamblaje lítico de TD10.1 de Gran Dolina. Diario de la evolución humana, 145.


Investigadores del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) y de la Universidad de Santiago de Compostela han documentado los avances tecnológicos de los homininos que vivieron en Atapuerca (Burgos) hace entre 450.000 y 250.000 años, tras analizar más de 22.000 utensilios hallados en la Gran Dolina.

El trabajo, que publica la revista Journal of Human Evolution, demuestra que, pese a la homogeneidad tecnológica que han observado entre los homininos que ocuparon entonces la Sierra de Atapuerca, estos iniciaron importantes de innovaciones que culminaron en la cultura neandertal, de gran complejidad y que avalan la capacidad de planificación de esta especie.
Los 22.000 utensilios de piedra analizados han sido encontrados en el yacimiento de la Gran Dolina de Atapuerca y han servido para documentar cómo fue la transición entre el Paleolítico inferior y el Paleolítico medio en Atapuerca, es decir, entre el período comprendido entre los 450.000 y 250.000 años antes del presente.

El trabajo ha sido liderado por Arturo de Lombera Hermida (izquierda), arqueólogo del Grupo de Estudio para la Prehistoria del Noroeste Ibérico de la Universidade de Santiago de Compostela, y han participado los arqueólogos del IPHES y de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, Xosé-Pedro Rodríguez, Marina Mosquera, Andreu Ollé, Esther López-Ortega, Antonio Rodríguez-Hidalgo, Palmira Saladié y Eudald Carbonell.

El análisis de los datos obtenidos con los restos de fauna y la arqueoestratigrafía (sucesión de niveles sedimentarios a lo largo del tiempo) junto con los que han aportado los artefactos líticos, constata que la cavidad de la Gran Dolina fue ocupada de diferentes maneras hace entre 350.000 y 250.000 años.

En la base del nivel más antiguo, la cavidad fue habitada a modo de campamento por los homininos durante largos períodos y en ella se desarrollaron diversas actividades (talla de herramientas, procesado de fauna, trabajo de pieles, etc.).

Herramientas encontradas en el sitio de Gran Dolina en Atapuerca y analizadas en el estudio.

Continuidad demográfica

El trabajo ha documentado una homogeneidad tecnológica, lo que implica una continuidad demográfica de los grupos que ocuparon la Sierra de Atapuerca durante el final del Pleistoceno medio, o sea, entre hace unos 450.000 y 130.000 años.
Según los investigadores, el aspecto más significativo de estos conjuntos es que registran varias innovaciones y comportamientos tecnológicos que cristalizarán posteriormente en la tecnología neandertal del Paleolítico medio.
Estos aspectos son la explotación ordenada de los recursos del territorio, una marcada selección de calidad de las materias primas, el menor tamaño de los instrumentos líticos, la pérdida de importancia de los bifaces, la fabricación de útiles enmangados, el recurso a retocadores óseos, el reciclaje de elementos líticos (uso de núcleos como percutores) y, especialmente, la aparición de métodos de talla complejos típicos del Paleolítico medio, como el Levallois o el discoidal.

Excavaciones en la Gran Dolina


"Estos comportamientos evidencian un importante incremento en la complejidad tecnológica y en la planificación de las actividades con respecto a los conjuntos anteriores", según los arqueólogos.
De este modo, el trabajo demuestra que la transición entre el Paleolítico inferior y medio en la Sierra de Atapuerca fue un proceso acumulativo y progresivo apuntando a una transición local.
Este proceso de 'neandertalización' es paralelo al observado en otros yacimientos europeos y coherente con la evolución paleoantropológica de los preneandertales de la Sima de los Huesos, también en Atapuerca.

Estas ocupaciones del nivel más antiguo de la Gran Dolina contemporáneas a otros yacimientos peninsulares con características plenamente achelenses (tecnología más arcaica) muestra que este proceso no fue homogéneo en toda Europa.

Fuentes: publico.es | galiciaconfidencial.com | 16 de julio de 2020