Resuelven el origen de las icónicas rocas de arenisca del monumento de Stonehenge

* Stonehenge, un monumento de 5.000 años de antigüedad en el Reino Unido, fue erigido con dos tipos de piedras.

* Los arqueólogos rastrearon un tipo de piedra, las piedras azules más pequeñas, hasta un sitio en Gales. Pero los orígenes de las enormes rocas de piedra arenisca de Stonehenge, llamadas sarsens, seguían siendo un misterio.

* Un nuevo estudio ha demostrado que la mayoría de los sarsens de 25 toneladas provienen de un área de bosque a 25 kilómetros de distancia.

* El hallazgo ofrece más información sobre cómo se construyó Stonehenge. Un experto ha sugerido que los 80 sarsens fueron transportados al mismo tiempo.

La historia de origen de Stonehenge ha desconcertado a los arqueólogos durante siglos. El misterioso monumento, levantado en dos oleadas de construcción agitada hace 5.000 y 4.500 años, en la llanura de Salisbury del Reino Unido presenta dos tipos distintos de losas de piedra en semicírculos.
Los investigadores rastrearon un tipo de piedra, las piedras azules más pequeñas, hasta un sitio en Gales. Pero el origen de los cantos rodados de piedra arenisca de 9 metros de Stonehenge, llamados sarsens, siguió siendo un rompecabezas sin resolver hasta ahora.

De acuerdo con un estudio publicado el miércoles en la revista Science Advances, los constructores de Stonehenge arrastraron la mayor parte de estos sarsens de 22.700 kilos desde un área forestal en Wiltshire. El área, llamada West Woods, está a más de 25 kilómetros del monumento, "lo cual es una locura realmente si lo piensas", explica a Business Insider David Nash (izquierda), profesor de geografía física en la Universidad de Brighton y autor principal del estudio.

Él y su equipo tuvieron que idear una técnica novedosa para analizar los sarsens, que miden hasta nueve metros de altura y pesan hasta 30 toneladas métricas. Primero usaron rayos X portátiles para analizar la composición química de los bloques, que son un 99 por ciento de sílice, pero también contienen rastros de otros elementos.
"Eso nos mostró que la mayoría de los bloques sarsens tienen una química común, lo que nos llevó a concluir que provenían de una misma área, la cual había que identificar", dice el profesor Nash.

En consecuencia, la firma quiímica resultante se comparó con 20 posibles sitios de origen para estas rocas sedimentarias, y West Woods, en Wiltshire, fue el enclave más cercano. Solo el filósofo inglés del siglo XVII John Aubrey había postulado previamente un vínculo entre "Overton Wood", probablemente un antiguo nombre de West Woods, y Stonehenge.
Por lo demás, estos hallazgos podrían ayudar a los arqueólogos a descubrir cómo los constructores transportaron las piedras gigantes hacia el sur.


Foto: Una gran piedra sarsen en West Woods, la fuente probable de los bloques de Stonehenge. Universidad de Reading.

Los sarsens de Stonehenge provienen de bosques a 25 kilómetros de distancia

Stonehenge originalmente tenía 80 bloques sarsens erigidos en arcos de forma cuadrada, pero solo quedan 52. Según el análisis del equipo de Nash de los elementos presentes en las rocas, 50 de esos 52 bloques sarsens comparten la misma composición química.
Armado con esa firma química, el equipo buscó otros bloques sarsens en todo el sur del Reino Unido y comparó las rocas localizadas con las de Stonehenge. Encontraron que eran semejantes a las halladas en West Woods, a unos 25 kilómetros al norte del monumento.

Antes de este descubrimiento, los arqueólogos habían especulado que los bloques sarsens provenían de una región cercana llamada Marlborough Downs, ya que "había grandes piedras grises en Stonehenge, y los bloques sarsens en Marlborough Downs eran grandes y grises", explica Nash.

West Woods forma parte de esa región, pero los investigadores nunca habían buscado pistas en ese lugar en particular porque la mayoría de los bloques sarsens están escondidos bajo la vegetación. No obstante, es el hogar de un enorme y antiguo cementerio en forma de túmulo, con campos de cultivo prehistóricos que ahora son bosques, y donde se puede encontrar material lítico que se empleaba para afilar hachas de piedra en la antigüedad.

Gráfico que tiene como objetivo rastrear los orígenes de algunas de las piedras más grandes del antiguo monumento británico Stonehenge.

Además, Nash dice que el origen distante de las piedras azules de Stonehenge evidencia que los constructores no necesariamente habían empleado rocas de las áreas más convenientes.
"Dado que los constructores se molestaron en traer las piedras azules desde Gales hasta Stonehenge, ¿por qué se habrían de molestar en traer bloques sarsens desde el lugar más cercano?", se pregunta Nash. Al menos cuatro docenas de piedras azules de 2 a 5 toneladas vinieron de las colinas Preseli de Gales, a unos 240 kilómetros de distancia.
"Las personas que construyeron Stonehenge no se habrían preocupado por la distancia en trasladar rocas", agrega Nash.

La razón por la cual los constructores usaron bloques sarsens de West Woods aún no está clara, pero los autores del estudio sugieren que probablemente tenía que ver con "el tamaño y la calidad de las piedras presentes allí".


David Nash analizando el núcleo extraído de un bloque sarsen (English Heritage).

Todos los bloques sarsens podrían haber sido trasladados al mismo tiempo

El nuevo hallazgo no confirma para qué se empleó Stonehenge: Nash sugiere que las teorías incluyen un lugar de entierro y cremación y un lugar de curación antigua. Pero saber de dónde provienen los bloques sarsens podría al menos ayudar a los expertos a descubrir cómo los constructores del monumento lo erigieron y la ruta que tomaron para transportar tal material de construcción.
Nash explica que es probable que los constructores de Stonehenge usaran algún tipo de rodillo o arrastraran los bloques sarsens sobre una superficie resbaladiza como vegetación o tierra helada.

"No hay evidencias de que usaran animales para hacerlo, pero no lo sabemos a ciencia cierta", añade.

El nuevo estudio también respalda la idea de que los constructores tallaron y elevaron todos los blques sarsens en sus posiciones verticales en el círculo de Stonehenge al mismo tiempo, alrededor de 2.500 años a.C., después de transportarlos en masa.

"Para mí, se confirma la idea de que todas las piedras se movieron a la vez, al mismo tiempo", comenta Nash. "Es este un interrogante sorprendente: ¿cuántas personas tendrían que estar involucradas arrastrando enormes rocas como parte de un gran proyecto?".

Fuentes: businessinsider.es | phys.org | 30 de julio de 2020

El Museo Nacional de Arte Romano (Mérida) inaugura la exposición ‘Artes Romae. Arte y artesanía de Emérita Augusta’

La exposición reúne piezas de gran valor artístico y arqueológico en torno al arte, la artesanía, la música, las artes escénicas, la filosofía o la literatura en la época romana

El amor y la necesidad del arte y la cultura en la sociedad civilizada procede del mundo romano. Así lo evidencia la exposición temporal Artes Romae, arte y artesanía en Augusta Emerita que patrocina el Festival de Mérida y que se ha inaugurado esta mañana en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida.


La muestra, comisariada por la directora del museo, Trinidad Nogales, quiere ser un recordatorio de que el valor del arte y la cultura son sinónimos de crecimiento social y signo de una civilización avanzada, como se demostró en el mundo clásico, que abrió un universo global del arte que impregnó todos los territorios del imperio y que siglos después permanece en nuestra sociedad como una herencia del pasado.

En Augusta Emerita, como gran ciudad del Occidente Romano, se dieron cita importantes escuelas y talleres de creación en sus más diversas facetas artísticas y de los que han llegado a nuestros días muchas piezas que nos hablan del proceso creador, de sus protagonistas, de sus personajes, de sus destinatarios, y, en definitiva, del poder del arte y la cultura en la sociedad.

Foto: Placa de arcilla procedente de Aceuchal (Badajoz) y datada entre el siglo III y IV d.C. Contiene una inscripción en cuatro líneas, realizada antes de la cocción de la pieza. Las dos primeras líneas son letras unciales y las otras dos, están escritas en letra capital cursiva. En la parte inferior aparece un crismón, anagrama de las letras griegas del nombre de Cristo. En el texto se refleja el primer verso del Libro V de la Eneida, obra del poeta romano Virgilio: "Interea med(i)/um Eneas iam/ classe tene/bat"
(Entretanto Eneas mantenía seguro su rumbo...)
Archivo MAN. Gonzalo Cases Ortega.

La exposición se ha estructurado en varios bloques temáticos: formación cultural, la música, la filosofía, la literatura, las artes escénicas y la artesanía. En el recorrido, el visitante podrá contemplar piezas de gran valor arqueológico como instrumentos de escritura, una placa de arcilla con el primer verso del Libro V de la Eneida, representaciones de instrumentos musicales en elementos decorativos, piezas relacionadas con el teatro, herramientas de artesanía como moldes de alfareros o sellos de panaderos, restos textiles o piezas de orfebrería, en su mayoría hallados en diferentes yacimientos arqueológicos de Augusta Emerita.

Una de las piezas más singulares que estará presente en la muestra es la lápida de CORNELIA NOTHIS. La inscripción revela que se trata de una mima secundaria de la compañía de Sollemne y Halyo. Es el único testimonio conocido, hasta hoy, de una profesional de las artes escénicas.
CORNE I / P · L · NOTHI / SECVNDA · MIM / SOLLEMNIS · ET/ HALY/ H · S · E · S · T · T · L ·
Corne[l]i[a] / P(ubli) l(iberta) Nothi[s] / secunda mim[a] / Sollemnis et / Halyi / h(ic) s(ita) [e(st)] s(it) t(ibi) t(erra) l(evis)
Aquí yace Cornelia Nothis, liberta de Publio, segunda mima (de la compañía) de Sollemne y Halyo. Que la tierra te sea ligera
(Lectura y Traducción de L. Hidalgo, en "De la excavación al Museo. El Consorcio y la Arqueología emeritense").
La pieza fue hallada en el área funeraria conocida como El Disco, Mérida. Está datada en la segunda mitad del siglo I d. C.

Destacan en la exposición dos obras por su valor artístico: un Pasarriendas de broce con dos filósofos que se halló en el área arqueológica de Morerías y que data del siglo IV y la escultura en mármol de la Musa Urania, protectora de la astronomía hallada en Churriana (Málaga) y que está datada en el siglo I a. C. También, la lápida de Cornelia Nothis, inscripción de una mima secundaria de la compañía de Sollemne y Halyo. En el bloque dedicado a la artesanía, se ha reservado un espacio para mostrar cómo algunas artesanías actuales se siguen desarrollando con parámetros similares a época romana.

Una pareja observa la escultura en mármol de la Musa Urania, protectora de la astronomía / BRÍGIDO

La exposición podrá visitarse hasta diciembre y, hasta el 31 de agosto además de forma gratuita, ya que el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida celebra su reapertura tras el cierre que se decretó por la crisis sanitaria del COVID con la gratuidad de las visitas hasta el 31 de agosto.
Además, se han programado visitas especiales online en las que se podrá conocer a fondo algunas de las piezas de las exposiciones y se han realizado vídeos explicativos en torno a las distintas áreas temáticas que compone la muestra. Estos vídeos estarán disponibles en el mes de agosto en el canal de YouTube del museo.



Fuente: festivaldemerida.es | 22 de julio de 2020

La exposición "Tierra de Íberos" exhibirá la colección de fondos arqueológicos del Mucbe (Museo de la Ciudad de Benicarló, Castellón)

El Ayuntamiento de Benicarló (Castellón) ha adjudicado a la empresa Arte y Claro, por un importe de 47.468,42 euros (IVA incluido), la producción e instalación de la exposición permanente de arqueología «Tierra de Íberos», uno de los proyectos que se encuentra cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) en el marco de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (EDUSI).

La muestra, que se ubicará en las salas 9 y 10 del primer piso del Mucbe, exhibirá la colección permanente de los fondos arqueológicos del museo y mejorará notablemente los contenidos expositivos que se mostraban hasta ahora. Por un lado, se ampliarán y se adaptarán los contenidos a objetivos más pedagógicos y, por otro lado, mejorará la circulación de los visitantes y el recorrido de la exposición, favoreciendo de este modo un circuito adaptado para todo tipo de públicos. Además, mejorará la accesibilidad de los objetos expuestos y la iluminación de las piezas.


El concejal de Cultura, Pedro Manchón, se ha mostrado satisfecho por la adjudicación de la exposición «que pondrá en valor —ha dicho— todo nuestro patrimonio arqueológico que hasta ahora no habíamos podido mostrar en condiciones por falta de un proyecto potente». Manchón también ha recordado que «el hecho de que el Mucbe ya sea oficialmente un museo reconocido, nos permitirá guardar y conservar todas las piezas y, ahora, con este proyecto, además podremos exponerlas con todo su esplendor».

«Además, esta exposición, que será eminentemente didáctica, cumplirá un de nuestros principales objetivos, que es transmitir la cultura y los valores a todo tipos de públicos, especialmente a nuestros jóvenes», ha remarcado el concejal.

A partir de la formalización del contrato, los trabajos tendrán un plazo de ejecución de dos meses.

Fuente: castelloextra.com | 27 de julio de 2020

Hallan restos de un ajuar funerario del Neolítico en el interior de la Cueva de Nerja (Málaga)

Imagen de las piezas halladas por los investigadores en la gruta nerjeña. / SUR

La Cueva de Nerja no deja de ofrecer hallazgos sorprendentes. El último han sido los restos de un pequeño ajuar funerario que pudo pertenecer a un individuo de edad infantil del Neolítico que fue enterrado en el interior de la gruta axárquica. No en vano, la cavidad, además de un lugar de resguardo, ha sido durante miles de año un auténtico «santuario funerario». Así, lo han destacado desde el Instituto de Investigación de la cavidad, que dirige los trabajos de conservación del monumento natural más visitado de la provincia.

«La Cueva de Nerja es un inagotable archivo de la historia. Fisuras, pequeños camarines y oquedades de las formaciones geológicas, en las galerías turísticas, fueron intensamente utilizadas durante el Neolítico y la Edad del Cobre como necrópolis para situar cadáveres y sus ajuares», han argumentado en un comunicado difundido en sus redes sociales. El último hallazgo, realizado la pasada semana, se produjo de manera casual durante los trabajos de conservación para la eliminación de alteraciones antrópicas, realizados en el marco del proyecto general de investigación interdisciplinar en curso.

Concretamente, el collar de cuentas discoidales de mármol se localizó en el llamado sector A-13 de la cavidad, «lo que nos ha proporcionado un excepcional hallazgo que contribuye a completar el mapa de esta verdadera necrópolis subterránea», han apostillado desde el equipo de investigadores que lidera el arqueólogo Luis Efrén Fernández.


Restos de pinturas rupestres junto al ajuar localizado en la gruta. / SUR

Según han detallado en el comunicado, el hallazgo se produjo en un pequeño divertículo, en el lateral oeste del sector, donde fueron localizados los restos de un collar de cuentas discoidales de mármol. «Las cuentas, que estuvieron bañadas en pigmento rojo, son perfectamente circulares y presentan un diámetro que no supera los 4 milímetros. Algunas de ellas aparecen como si aún estuvieran ensartadas en el hilo, prácticamente en la posición en que fueron depositadas acompañando al difunto, posiblemente en algún momento del Neolítico», han manifestado.

No obstante, han advertido que, por ahora, «poco sabemos aún de su propietario en vida, aunque, probablemente, fue un individuo infantil a juzgar por algunas piezas dentarias y huesos de la mano hallados junto a las cuentas de collar, también teñidos de colorante rojo». «Dibujadas en la pared, junto a los restos del enterramiento y su ajuar, aparecen dos líneas oblicuas trazadas en pigmento rojo, así como marcas de pigmento en el ápice truncado de una estalactita. Coetáneos o no, podrían formar parte del repertorio paleolítico y revelan la fuerte carga simbólica de las manifestaciones rupestres», han finalizado.

Fuente: diariosur.es | 27 de julio de 2020

La última resurrección de Pompeya

Reconstrucción digital de una calle de Pompeya durante la erupción. GRAND PALAIS

Pompeya ha vivido tres destrucciones y dos resurrecciones. Fue arrasada por la erupción del Vesubio en el año 79 de nuestra era y conservada durante casi dos milenios bajo la lava solidificada y los restos del flujo piroclástico. Padeció un bombardeo aliado durante la Segunda Guerra Mundial que dañó las ruinas y, entre los años noventa y los primeros dos mil, quedó abandonada a su suerte, en manos de la mala gestión y la Camorra. Su primera resurrección tuvo lugar en el siglo XVIII cuando, bajo los Borbones, se comenzaron a buscar los restos de aquella ciudad romana perdida. La segunda ocurrió cuando un equipo dirigido por el arqueólogo Massimo Osanna tomó las riendas del yacimiento en 2014 y no solo dio la vuelta a la gestión de lo ya descubierto, sino que lanzó la mayor campaña de excavaciones en medio siglo, durante la que se han multiplicado los hallazgos. Y, ahora, en los tiempos de la pandemia, la ciudad romana ha encontrado una nueva existencia, esta vez digital.


Aunque el yacimiento ha vuelto a abrirse al público, no es el año en el que precisamente esperan más turistas: era uno de los sitios más visitados de Italia, pero el coronavirus ha parado en seco el movimiento. Sin embargo, Pompeya se ha volcado en la red como no lo había hecho hasta ahora, con vídeos realizados con drones y material digital proporcionado por los gestores del propio yacimiento, pero también con una exposición en el Grand Palais de París, que se acaba de inaugurar con un enorme despliegue virtual. Entre otras cosas permite, con realidad aumentada, plantar una estatua policromada restaurada de Livia en el salón de nuestras casas. El British Museum de Londres se ha sumado a este redescubrimiento virtual de Pompeya y ofrece en su página web el documental de una hora y media que recorre su gran exposición de 2013, con las intervenciones de Mary Beard o Bettany Hughes, entre otros historiadores. Los contenidos están disponibles en inglés, francés o italiano.


La exposición del Grand Palais, que cuenta como conservador con el propio Osanna, se centra en los nuevos descubrimientos, las excavaciones de la llamada Región V. Además de mosaicos maravillosos como uno erótico de Leda y un cisne o pinturas como un fresco que muestra a Venus subida sobre un grupo de elefantes, y del descubrimiento de casas y nuevos objetos, los investigadores han confirmado, gracias a una inscripción, que la fecha de la erupción del Vesubio que enterró las ciudades del golfo de Nápoles no fue en verano, como creían la mayoría de los arqueólogos, sino en otoño. Además, Osanna, que en breve dejará su puesto en el Parque Arqueológico de Pompeya para convertirse en el director general de los museos de toda Italia, ha publicado, por ahora en francés y en italiano, un libro en el que resume estos seis años de excavaciones, Les nouvelles heures de Pompéi (Flamarion).

Pintura de Venus y los elefantes, descubierta en Pompeya. GRAND PALAIS


Pompeya es a la vez la ciudad que mejor permite ver cómo era la vida cotidiana en la antigua Roma, pero también un lugar de muerte y destrucción. La exposición del Grand Palais se centra en la vida que bullía en Pompeya: muestra alguno de los nuevos objetos descubiertos, desde joyas hasta testimonios de la vida cotidiana como comida y perfumes, o reproducciones virtuales de las domus recientemente desenterradas. Pero la mayoría de estos restos están ligados a pompeyanos muertos bajo la furia del volcán: en muchos casos quedaron atrapados por la tragedia porque fueron incapaces de entender lo que estaba pasando y, cuando quisieron huir, era demasiado tarde. En un momento en que el mundo sufre su peor pandemia en un siglo, los muertos de Pompeya invitan a una reflexión sobre la fuerza destructiva de una naturaleza imprevisible.


“El encanto de Pompeya es intemporal ante todo por la inmensa cantidad de tesoros y belleza que nos ha devuelto”, explica Osanna en una entrevista por correo electrónico. “Los numerosos hallazgos, desde frescos hasta objetos preciosos y cotidianos, grafitis, inscripciones electorales, restos orgánicos de alimentos carbonizados son una muestra única de la vida cotidiana en el año 79. Pero hay un componente, tal vez más profundo e irracional, que sacude el alma, nos atrae e intriga pensando en la tragedia que golpeó a Pompeya: la constante e inquietante referencia a la transitoriedad de la vida y la imposibilidad de controlar nuestro destino”.

“Cada tragedia o drama humano nos confronta con reflexiones, nos induce a revisar nuestro comportamiento y acciones”, prosigue este arqueólogo. “Los habitantes de Pompeya en 79 no estaban preparados para lo que sucedería. El Vesubio era considerada una montaña amistosa, rica y fértil y nunca se habrían imaginado la catástrofe que se avecinaba. Por lo tanto, no tenían indicaciones y directrices para protegerse y organizar su fuga hacia la salvación. Hoy en día ya no es así, hay medios e instrumentos de prevención en muchos campos. Tanto en lo referente a erupciones y terremotos como a la organización sanitaria y hospitalaria. Una vez más se nos ha demostrado, ahora a través de la pandemia, lo importante que es atesorar la historia y los acontecimientos del pasado para no repetir los errores y mejorar nuestro presente y nuestro futuro”.


La pandemia no solo retrasó la inauguración de la exposición parisina desde marzo hasta el 1 de julio—se mantendrá abierta hasta el 27 de septiembre— sino que forzó un replanteamiento de la muestra, porque sus responsables tuvieron claro que los visitantes nunca serían los mismos. Dedicaron los meses de retraso a profundizar en la apuesta virtual, que no se ciñe a los que pueden ver la exposición en vivo, sino a todos aquellos que puedan conectarse a un ordenador, un teléfono o una tableta y 
tengan tiempo para pasar unas horas sumergidos en los nuevos descubrimientos de Pompeya.

Mosaico de Pompeya descubierto en las nuevas excavaciones. STEPHANE COMPOINT / GRAND PALAIS

“Nuestras propuestas, tanto para la exposición física como para la que ofrecemos en la web, se complementan entre sí y con una tercera, que es el propio yacimiento arqueológico. Son complementarias y, a la vez, independientes”, señala por teléfono desde París Roei Amit, responsable del desarrollo digital de la muestra. “La idea de la exposición nació con las nuevas excavaciones, que han dado lugar a descubrimientos científicos y al hallazgo de nuevos barrios. Han actualizado nuestro conocimiento de Pompeya, pero también han sido acompañadas por primera vez de nuevas tecnologías: filmación en alta definición, análisis del terreno y mapeo por láser... Todo esto permite contar la historia de Pompeya de forma actual y contemporánea. Cuando empezamos a hacer esta exposición, que es muy rica tecnológicamente, no esperábamos lo que iba a ocurrir y que se iba a convertir en una nueva forma de visitarla”.
En la web del Grand Palais se pueden visitar las nuevas casas, ver vídeos de cada nuevo descubrimiento e incluso jugar con realidad aumentada. El Parque Arqueológico de Pompeya, por su parte, ha puesto a disposición del público un vídeo, realizado con un dron, que permite no solo comprender, sino sobre todo contemplar la dimensión de los nuevos descubrimientos.


Pompeya es única no solo por los objetos y las obras de arte que esconde, sino por las historias que revela. Y en ese terreno las nuevas tecnologías también tienen mucho que decir. “Excavar Pompeya significa encontrarse continuamente con los objetos de la vida cotidiana y enfrentarse a las historias y biografías de aquellos que intentaron, en vano, escapar de la erupción” asegura Osanna. “Gracias a las investigaciones multidisciplinares realizadas por profesionales de diferentes campos (arqueólogos, arqueobotánicos, antropólogos y vulcanólogos) y a la aplicación de las más innovadoras técnicas de análisis, se ha podido obtener una enorme cantidad de información sobre los antiguos habitantes de la ciudad, su dieta o cómo se produjo la erupción. En una habitación de la Casa con Jardín en la Región V, por ejemplo, se encontró un grupo de víctimas de al menos cuatro mujeres y cinco niños. Se realizaron análisis del ADN que establecieron que solo algunos individuos tenían una relación de parentesco. Es posible que los otros sujetos estuvieran en la habitación para encontrar refugio. Sellaron la puerta de la habitación con un mueble cuyas huellas se encontraron en las capas del flujo piroclástico”.


Fuente: elpais.com | 24 de julio de 2020

Individuos que heredaron determinado gen neandertal son más sensibles al dolor

En Francia se encontraron restos de un hombre neandertal apodado “El viejo” con varias fracturas, problemas en la mandíbula y una dolorosa enfermedad ósea. Tuvieron que cuidarlo para que sobreviviera en la comunidad, lo que prueba el espíritu compasivo de sus congéneres. / José Antonio Peñas.

Existe el mito de que los neandertales vivieron vidas especialmente violentas y peligrosas, marcadas por la caza de mamuts, bisontes y otros animales salvajes. Esta idea se sustenta en las numerosas fracturas, deformaciones y agujeros hallados en sus fósiles, especialmente en la cabeza y el cuello. Sus días, con piedras o puntas de sílex como única arma frente a la naturaleza salvaje, fueron duros sin lugar a dudas, aunque algunos investigadores no creen que lo fueran significativamente más que los de los primeros individuos de nuestra especie, Homo sapiens.

Esta existencia ruda y austera del Paleolítico podría llevar a pensar que los neandertales eran unos tipos fuertes y agerridos, de los que pueden ir por ahí con las heridas abiertas sin inmutarse, pero quizás fueran más sensibles de lo que se creía. Según una nueva investigación llevada a cabo por Svante Pääbo (izquierda), del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, y su colega Hugo Zeberg (derecha), en el Instituto Karolinska de Estocolmo, esta especie humana extinguida hace unos 40.000 años tenía una predisposición biológica a sentir más el dolor.

El estudio sobre el genoma neandertal, publicado en Current Biology, señala que estos antiguos parientes humanos portaban tres mutaciones en un gen que codifica la proteína Na V 1.7, que transmite sensaciones dolorosas a la médula espinal y al cerebro. El informe también demostró que en una muestra de británicos, aquellos que habían heredado la versión neandertal de Na V 1.7 tienden a experimentar más dolor que otros.

Genomas de calidad

Según explican en la web de Nature, Pääbo y su equipo pudieron identificar las mutaciones, probablemente comunes en los neandertales, gracias a la generación de tres genomas de neandertal de alta calidad a partir de ADN encontrado en cuevas en Croacia y Rusia. Las mutaciones en un gen llamado SCN9A, que codifica la proteína Na V 1.7, se destacaron porque todos los neandertales tenían tres que alteran la forma de la proteína. La versión mutada del gen se encontró en ambos conjuntos de cromosomas en los tres neandertales, lo que sugiere que era común en todas sus poblaciones.

Na V 1.7 actúa en los nervios del cuerpo, donde interviene en el control de si las señales dolorosas se transmiten a la médula espinal y al cerebro y en qué medida. Algunas personas con mutaciones genéticas extremadamente raras que desactivan la proteína no sienten dolor, mientras que otros cambios pueden predisponer a las personas al dolor crónico.

(A) Frecuencias alélicas de la variante con todos las sustituciones de aminoácidos (M932L + V991L + D1908G) en 1000G poblaciones y en el Biobanco del Reino Unido (0.2%, recuadro). (B y C) Relación filogenética entre las secuencias modernas de ADN humano y las correspondiente secuencias del genoma de dos neandertales en las dos regiones genómicas que abarcan (B) M932L (rs12478318) y V991L (rs4369876) y (C) D1908G (rs3750904) se muestran sin enraizar en arboles de máxima probabilidad. Los números romanos indican grupos de secuencias de ADN estrechamente relacionadas, y su distribución geográfica se muestra en gráficos circulares. En ambas regiones genómicas, un grupo de secuencias de ADN de humanos modernos están más estrechamente relacionadas con secuencias genómicas neandertales. Altai y Vindija son sitios arqueológicos, y aquí se denota una secuencia de ADN neandertal de cada enclave.

Para investigar cómo las mutaciones podrían haber alterado los nervios de los neandertales, Zeberg expresó su versión de Na V 1.7 en huevos de rana y células renales humanas. La proteína fue más activa en las células con las tres mutaciones que en las células sin los cambios. En las fibras nerviosas, esto reduciría el umbral para transmitir una señal dolorosa.

Los investigadores buscaron personas con la versión neandertal de Na V 1.7. Alrededor del 0,4% de los participantes en el Biobanco del Reino Unido, una base de datos del genoma de medio millón de británicos, que informaron sobre sus síntomas de dolor tenían una copia del gen mutado. Nadie tenía dos, como los neandertales. Los participantes con la versión mutada del gen tenían aproximadamente un 7% más de probabilidades de sentir dolor que las personas sin él.


Neandertales en una escena de caza - Gleiver Prieto /Katerina Harvati.

¿Mutaciones beneficiosas?

Pääbo y Zeberg advierten de que sus hallazgos no significan necesariamente que los neandertales habrían sentido más dolor que los humanos modernos. Las sensaciones transmitidas por Na V 1.7 se procesan y modifican en la médula espinal y el cerebro, lo que también contribuye a la experiencia subjetiva del dolor.
Pero, ¿por qué tenían estas mutaciones? ¿Sentir más dolor puede ser útil? No está claro si las mutaciones evolucionaron porque fueran beneficiosas. Las poblaciones de neandertales eran pequeñas y tenían poca diversidad genética, condiciones que pueden ayudar a que persistan las mutaciones dañinas. En cualquier caso, como señala Zeberg, "el dolor es algo adaptativo, no es específicamente malo sentir dolor".

Fuente: abc.es | 27 de julio de 2020