La Villa Romana de Valdetorres de Jarama (Madrid) ya tiene su planta al descubierto

Vista aérea de la plata de la villa romana.

Las labores de excavación de la Villa Romana de Valdetorres de Jarama ya han permitido ver su planta. Estas obras tienen una duración prevista de 6 meses y estará dirigida por uno de los mejores arqueólogos y restauradores a nivel Nacional, como es Miguel Angel López Marcos.
El Ayuntamiento de Valdetorres de Jarama ya ha comunicado que desea disponer de una copia de todo lo que se extrajo en estas ruinas y que está en el Museo de Alcalá de Henares.
Fue en el año 1978 cuando un agricultor de Valdetorres de Jarama se topó con una estatua gitante de mármol negro que representaba un tritón.

Estatua de Tritón. Valdetorres del Jarama. MAN.

Comenzó a encontrar más restos de cerámica romana y lo puso en conocimiento con el Museo Arqueológico de Madrid, así como del Ayuntamiento. A partir de las labores de investigación, se comprobó que había restos de una villa romana que estaba casi intacta.
Han sido muchos años ya los que el Consistorio de Valdetorres de Jarama pidió su museización, así como un centro de interpretación.

Esculapio. Villa romana de Valdetorres. MAN.

Su verdadera función no está tan clara. La mayoría de expertos piensan que las ruinas pertenecen a una mansio o statio que servía de parada de postas o fonda para el descanso de los viajeros en el camino de Talamanca a Complutum (Alcalá de Henares).

Se ha barajado también la posibilidad de que el edificio fuera en realidad una especie de fortín donde se alojarían una especie de limitanei, soldados de fortuna pagados por los señores de la zona y que compondrían la guarnición de la línea defensiva del Duero.

Por último, el investigador Javier Arce barajó la posibilidad de que se trate realmente de una especie de mercado provincial o feria, algo así como un “centro comercial” al que los agricultores y ganaderos acudían determinados días a vender sus productos.


Fuentes:laplaza.com. es | romaenhispania.wordpress.com | 24 de agosto de 2020

Construyen un modelo a pequeña escala de Stonehenge para analizar sus propiedades acústicas

Stonehenge alcanzó su mejor momento hace unos 4.200 años. Pero, ¿cómo habrían sonado su sonidos si uno hubiera estaso dentro del círculo de piedra? Crédito de la imagen: Shutterstock.

Las enormes piedras erguidas en el círculo exterior de Stonehenge podrían haber actuado como un amplificador y proporcionar una reverberación que mejorarían el habla y la música en ceremonias celebradas miles de años antes de que surgiera la acústica moderna, según revela una nueva investigación.

Los sorprendentes efectos de sus sonidos, incluido el eco repetido de la reverberación, no habrían sido muy familiares para la mayoría de las personas que se reunían allí, dijeron los investigadores, aunque algunos podrían haber experimentado efectos similares dentro de cuevas, cañones o desfiladeros.

Los resultados de la investigación pueden ayudar a explicar parte de un antiguo misterio de la arqueología: ¿qué efecto tuvieron en los sonidos los sitios y las edificaciones antiguas, tales como círculos de piedra, cámaras funerarias y templos antiguos?

En el caso de Stonehenge, que se construyó por primera vez hace unos 5.000 años en Salisbury Plain, en el suroeste de Inglaterra, "la amplificación sonora podría haber ayudado a la comunicación del habla y la reverberación a mejorar los sonidos musicales", escribieron los investigadores en un estudio publicado en la edición de octubre Journal of Archaeological Science.

Su investigación se basa en exámenes detallados de los sonidos derivados de un modelo a escala -geométricamente exacto- en una doceava parte el tamaño de Stonehenge, tal como probablemente se veía y sonaba durante su mejor momento, hace unos 4.200 años.

Por una curiosa coincidencia, el modelo tiene exactamente el mismo tamaño que el arco de Stonehenge en miniatura que apareció en el escenario en la película de 1984 This is Spinal Tap (derecha). Los cinéfilos recordarán que dicho arco se creó después de que un miembro de la banda de rock -del mismo nombre que el filme- especificara que las piedras debían tener 45 centímetros de alto, en lugar de 5,5 metros, que es aproximadamente la altura de uno de los arcos reales de Stonehenge.

El investigador principal, Trevor Cox, profesor de ingeniería acústica en la Universidad de Salford, cerca de Manchester, en Inglaterra, recibe bromas del tipo de Spinal Tap cada vez que se menciona su investigación. "Aparecen todo el tiempo", dice.

El investigador Trevor Cox montando el modelo a escala de Stonehenge para realizar pruebas de sonido. Crédito de la imagen: Andrew Brooks / Universidad de Salford.

Piedras erguidas

Para hacer el modelo de Stonehenge, Cox y sus colegas pasaron varios meses vertiendo yeso mezclado con plástico en moldes impresos en 3D, para esculpir un total de 157 piedras, aproximadamente el doble de las que quedan hoy. Con base a escaneos de láser de Stonehenge proporcionados por English Heritage Trust -institución que administra el enclave histórico-, el modelo incluye la "herradura" central de los cinco arcos de piedra más grandes y docenas de "piedras azules" más pequeñas, y que en la vida real probablemente fueron arrastradas desde unas antiguas canteras en Gales, a más de 225 km de distancia.

Fundamentalmente, el modelo del monumento también incluye un círculo exterior completo de 30 piedas de arenisca verticales y sus dinteles, llamados sarsen (proveniente de saracens, un nombre medieval inglés para designar a los musulmanes árabes y que llegó a usarse para cualquier cosa que se pensara que era pagana). Solo 17 montantes de sarsen y siete dinteles permanecen intactos en el círculo exterior de Stonehenge hoy en día, y una investigación reciente sugiere que probablemente se extrajeron de una área cercana al monumento.

Cox enfatizó la importancia de crear una representación precisa de Stonehenge tal como se veía alrededor del 2200 a. C., a fin de que su equipo pudiera saber cómo sonaba en aquel tiempo. Para ello se midieron los niveles de sonido en múltiples ubicaciones alrededor del modelo, tanto dentro del círculo de piedra exterior como fuera de él, y se utilizaron sonidos de muy alta frecuencia para compensar su escala en miniatura (12 veces la frecuencia de la estructura, una doceava parte de su tamaño normal).
Estas técnicas se han aplicado desde la década de 1930 a modelos a escala de salas de conciertos y teatros de ópera, pero nunca antes se habían utilizado en un modelo de Stonehenge, dijo Cox. No obstante, se han realizado estudios acústicos en los restos actuales de Stonehenge, el cual tiene aproximadamente la mitad de piedras que hace 4.000 años, y también en una réplica completa construida como un monumento de guerra cerca de la ciudad de Maryhill, en el sur de Washington (derecha).

Sin embargo, el círculo neolítico original de piedras verticales reflejaba las ondas sonoras de manera muy diferente a las pocas piedras que quedan ahora, y los montantes en la réplica hecha en Maryhill son simples losas rectangulares de hormigón que no tienen las mismas propiedades acústicas que las originales piedras de arenisca talladas a mano.

El modelo a escala acústica 1:12 de Stonehenge en la cámara semi-anecoica tomó 9 meses montarlo. Este es el resultado después de la reorganización de las piedras azules, c.2200 a. C. Tiene aproximadamente 2,5 m de ancho. Anotaciones en la imagen: (A) Círculo exterior de piedras sarsen; (B) Círculo exterior de piedras azules; (C) Herradura o triliton interior y (D) Óvalo interior de piedras azules.

Acústica antigua

Los estudios de Cox mostraron que el habla realizada dentro del círculo exterior era amplificada por el anillo de piedras erguidas entre un 10% y un 20%, o alrededor de 5 decibelios, en comparación con el habla realizada fuera del mismo. También encontraron que las piedras reverberaban los sonidos de frecuencia media dentro del círculo, con un tiempo de reverberación promedio de 0,64 segundos.
A su vez, encontraron igualmente que el habla o la música que se hacía dentro del círculo exterior era mucho más difícil de escuchar fuera de él, y que ello sugiere que tales actividades en el centro de Stonehenge se llevaban a cabo para beneficio de unos pocos privilegiados, en lugar de para una gran congregación.

Plano que muestra las posiciones de la fuente (S) y del micrófono (M). Las características etiquetadas son: (A) Círculo exterior de piedras sarsen; (B) Círculo exterior de 'piedras azules'; (C) Herradura o triliton y (D) óvalo interior de 'piedras azules'. Las piedras grises eran las que se imprimían y usaban como moldes.

Ahora bien, aunque los efectos de reverberación y amplificación de Stonehenge podrían ser dramáticos o escenográficos, Cox dijo que no parecían ser la razón principal por la que se construyó Stonehenge.

La amplificación y reverberación proporcionada por las piedras no fue perfecta, dijo Cox. Por otro lado, no hay evidencia arqueológica de que el círculo exterior haya cambiado de su posición original, mientras que sí hay evidencia de que los pueblos antiguos a menudo trasladaban las piedras azules a nuevas ubicaciones dentro del círculo. Sin embargo, tal circunstancia no habría cambiado mucho la acústica general, pues la misma está dominada por el círculo exterior, según demuestran los estudios realizados, señala Cox.

"No hay evidencia real de que hubiera grandes cambios en la acústica en muchos de estos reordenamientos de la piedras", subraya Cox. "No se ve como el sonido sería afectado". Ello le sugiere que es la aparición de Stonehenge, más que el hecho de cómo sonaba, lo que es el factor más importante.

Otra perspectiva del modelo de Stonhenge empleado en el experimento acústico.

La técnica de estudio empleada podría ahora usarse en cámaras funerarias subterráneas, y, por tanto, el equipo de Cox espera analizar a continuación la acústica del Anillo de Brodgar (las piedras verticales que se encuentran en las Islas Orcadas, en Escocia) así como los círculos de piedra neolíticos en Portugal y España.

"Parte del trabajo consistió en poder decir: 'Mira, esta es una técnica que es muy factible, es bastante laboriosa, pero muy factible si quieres explorarla'", afirma Cox.

El trabajo con su modelo a escala también le ha dado a Cox una mayor apreciación de cuánto esfuerzo se requirió para construir el Stonehenge original. "Colocar todos los elementos a una escala de 1/12 lleva algunas horas", comenta. "Pero ¿puedes imaginar el tamaño original de estas cosas y moverlas? Es simplemente increíble".

Fuentes: livescience.com | The Sound Blog | 3 de septiembre de 2020

Establecen que la temperatura media de la última Edad de Hielo fue de 7,7 grados Celsius

Este mapa global muestra las diferencias de temperatura en comparación con la época preindustrial. El azul oscuro se traduce en temperaturas más frías. Las capas de hielo del pasado se superponen a los continentes. Jessica Tierney.

Un equipo dirigido por la Universidad de Arizona ha fijado la temperatura de la última Edad de Hielo, el Último Máximo Glacial (conocido por sus siglas en inglés, LGM, de Last Glacial Maximum) de hace 20.000 años, en 7,7 grados Celsius (46 grados Fahrenheit).

Sus hallazgos permiten a los científicos del clima comprender mejor la relación entre los crecientes niveles actuales de dióxido de carbono atmosférico, un importante gas de efecto invernadero, y la temperatura promedio global.

El Último Máximo Glacial, o LGM, fue un período gélido en el que enormes glaciares cubrieron aproximadamente la mitad de América del Norte, Europa y América del Sur y muchas partes de Asia, si bien la flora y la fauna que lograron adapatarse al frío prosperaron.

"Tenemos muchos datos sobre este período porque se ha estudiado durante mucho tiempo", dijo Jessica Tierney (izquierda), profesora asociada en el Departamento de Geociencias de la Universidad de Arizona. "Pero hay una pregunta simple a la que la ciencia ha querido siempre responder: ¿cómo de fría fue la Edad de Hielo?"

Seguimiento de la temperatura

Tierney es la autora principal de un artículo publicado en Nature -que también incluye a científicos de la Universidad de Michigan, el Centro Nacional de Investigación Atmosférica y la Universidad de Washington- que ha encontrado que la temperatura promedio global de la Edad de Hielo era 6 grados Celsius (42,8 F) más fría que la actual. Por contexto, la temperatura global promedio del siglo XX fue de 14 grados Celsius (57,2 F).

"En la propia experiencia personal, a usted le puede parecer que no hubo una gran diferencia, pero, de hecho, es un gran cambio", señala Tierney.

Ella y su equipo utilizaron una técnica que combina datos fósiles de temperaturas pasadas con resultados de modelos climáticos para crear mapas que muestran cómo varían las diferencias de temperatura en regiones específicas del mundo.
"En América del Norte y Europa, las partes más septentrionales estaban cubiertas de hielo y eran extremadamente frías. Incluso aquí en Arizona, hubo un gran enfriamiento", comenta Tierney. "Pero el mayor enfriamiento se produjo en las latitudes altas, como el Ártico, donde había unos 14 grados Celsius (57,2 F) más frío que hoy en día".

Sus hallazgos encajan con la comprensión científica sobre cómo reaccionan los polos de la Tierra a los cambios de temperatura.

"Los modelos climáticos predicen que las latitudes altas se calentarán más rápido que las latitudes bajas", dice Tierney. "Cuando miras las proyecciones futuras, habrá mucho más calor sobre el Ártico. Eso se conoce como amplificación polar. De manera similar, durante el LGM, encontramos el patrón inverso. Las latitudes más altas son más sensibles al cambio climático y lo seguirán siendo en el futuro".



Contar el carbono

Conocer la temperatura de la Edad de Hielo es importante porque se utiliza para calcular la sensibilidad climática, es decir, cuánto cambia la temperatura global en respuesta al carbono atmosférico.

Tierney y su equipo determinaron que por cada duplicación del carbono atmosférico, la temperatura global debería aumentar en 3,4 grados Celsius (38,12 F), lo cual se encuentra en medio del rango predicho por la última generación de modelos climáticos (de 1,8 a 5,6 grados Celsius).

"Sin tener una estimación precisa de la temperatura del LGM, no podríamos estar seguros de cómo respondió la misma a los cambios en el carbono atmosférico", dijo Jiang Zhu (izquierda), del Centro Nacional de Investigación Atmosférica. "Nuestros resultados brindan esa confianza".
Los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera durante la Edad de Hielo fueron de aproximadamente 180 partes por millón, que es muy bajo. Antes de la Revolución Industrial, los niveles aumentaron en aproximadamente 280 partes por millón, y hoy han llegado a 415 partes por millón.

"El Acuerdo de París quería mantener el calentamiento global en no más de 1,5 grados Celsius (34,7 F) por encima de los niveles preindustriales, pero con los niveles de dióxido de carbono aumentando como están, sería extremadamente difícil evitar más de 2 grados Celsius (35,6 F) de calentamiento", explica Tierney. "Ya tenemos alrededor de 1,1 grados Celsius (33,98 F) en nuestro haber, pero cuanto menos se caliente el clima, mejor, porque el sistema terrestre realmente responde a los cambios en el dióxido de carbono".


Impresión artística del alcance de la Edad de Hielo.

Hacer un modelo

Dado que no había termómetros en la Edad de Hielo, Tierney y su equipo desarrollaron modelos para traducir los datos recopilados de los fósiles de plancton oceánico a temperaturas de la superficie del mar. Luego combinaron los datos fósiles con simulaciones de modelos climáticos del LGM mediante una técnica llamada asimilación de datos, y que se utiliza en el pronóstico del tiempo.

"Lo que sucede en una oficina meteorológica es que miden la temperatura, la presión, la humedad y utilizan estos datos para actualizar un modelo de pronóstico y predecir el clima", sostiene Tierney. "Aquí, usamos el modelo climático del Centro Nacional de Investigación Atmosférica con sede en Boulder, Colorado, para realizar una predicción del LGM, y luego actualizamos esta predicción con los datos reales para proyectar cómo era el clima".

En el futuro, Tierney y su equipo planean usar la misma técnica para recrear períodos cálidos en el pasado de la Tierra.

"Si podemos reconstruir los climas cálidos del pasado, entonces podremos comenzar a responder a preguntas importantes sobre cómo reacciona la Tierra con niveles realmente altos de dióxido de carbono y mejorar nuestra comprensión de lo que podría deparar el cambio climático futuro", concluye Tierney.

Fuentes: Universidad de Arizona | iceagenow.info | 26 de agosto de 2020

Hallan en Polonia un fragmento cerámico decorado con una cara con cuernos en un asentamiento de 7.000 años de antigüedad

Un equipo de arqueólogos encontró un fragmento de un cuenco decorado con una cara con cuernos en las excavaciones de un asentamiento de agricultores de 7.000 años de antigüedad correspondiente a la cultura de la cerámica de bandas situado cerca de la localidad polaca de Biskupice, informa el sitio Science in Poland.

La directora del trabajo de campo, Marta Korczyńska (izquierda), del Instituto de Botánica de la Academia de Ciencias de Polonia, dijo: “Los fragmentos de cerámica que descubrimos están decorados con un adorno que representa un contorno estilizado de un rostro humano. Hay dos protuberancias en la frente que recuerdan a dos cuernos". Agregó que solo una parte del adorno inusual ha sobrevivido, incluidos los ojos y la nariz. El fragmento conservado mide aproximadamente 10 cm de ancho.
El lugar del hallazgo en la localidad polaca de Biskupice fue un enclave de la cultura de cerámica de bandas. Foto: PAP Lukasz Gagulsky.

Por su parte, la directora del proyecto arqueológico, la Dra. Magdalena Moskal del Hoyo (derecha), del Instituto de Botánica W. Szafer PAS, comentó: “Hoy no podemos interpretar claramente esta imagen. Sin embargo, parece probable que un artefacto tan inusual puede estar relacionado con la esfera de los sagrado hasta cierto punto".

Según el profesor Marek Nowak (izquierda), del Instituto de Arqueología de la Universidad Jagellónica de Cracovia, quien también está involucrado en la investigación, este tipo de artefacto es evidencia de que los habitantes del asentamiento tuvieron contacto con personas que viven en el área de las actuales Hungría y Eslovaquia. Esto se indica no solo por el descubrimiento del cuenco roto, sino también por productos hechos de obsidiana, una materia prima que no se encuentra en Polonia. Es un vidrio volcánico con superficie negra y brillante.
Korczyńska dijo que, si bien se conocen vasijas con motivos ornamentales similares de ese período en Eslovaquia y Hungría (aunque generalmente no tienen cuernos estilizados), este es el primer objeto de esta clase que se encuentra en Polonia.


Los arqueólogos también encontraron más de 3.000 artefactos, incluidas herramientas de obsidiana y núcleos de piedra que se utilizan para obtener lascas y astillas que luego se utilizan para hacer herramientas. Estos productos se utilizan principalmente como raspadores de cuero, herramientas para procesar madera y huesos y hojas de hoz.

Foto: Herramienta de obsidiana hallada en el yacimiento.

Además de los arqueólogos, también han participado en el proyecto expertos en el campo de la botánica. "Puede resultar sorprendente que los empleados del Instituto de Botánica PAS lleven a cabo investigaciones arqueológicas, pero en este proyecto interdisciplinario, junto a la cerámica y otros artefactos, los restos vegetales son igualmente una fuente de información, aunque desafortunadamente a menudo es pasado por alto, por encima de la cultura material y las costumbres antiguas", coemnta la Dra. Moskal del Hoyo.

Agregó que los restos de plantas en yacimientos que datan del período Neolítico temprano (el momento en que comenzó la agricultura) fueron y son raramente recolectados y estudiados por jefes de excavaciones arqueológicas. En su opinión, "pueden brindar información muy importante sobre la gente de la época y sus cultivos".

Fuente: scienceinpoland. pap.pl | 31 de agosto de 2020

Una investigación sobre un manuscrito de hace 2.200 años sitúa en China el origen del estudio de la anatomía humana

Parte de un manuscrito taoísta, realizado en tinta sobre seda, del siglo II a. C., correspondiente a la dinastía Han, y desenterrado en la tercera tumba de Mawangdui, Chansha, provincia de Hunan, China. Museo de la provincia de Hunan. WikiImages

La historia tradicional de la anatomía humana tiene sus raíces en la Grecia clásica, pero una nueva lectura de unos textos descubiertos recientemente en China sostiene que los chinos también se encontraban entre los primeros anatomistas.

En en artículo publicado en The Anatomical Record, Vivien Shaw (izquierda) e Isabelle Winder (derecha), ambas de la Universidad de Bangor, en el Reino Unido, y Rui Diogo, de la Universidad de Howard, en EE. UU., interpretan el manuscrito médico de Mawangdui -el cual fuer encontrado en una tumba china (perteneciente a Lady Dai, una noble de la dinastía Han) a principios de la década de 1970- como la descripción anatómica más antigua que se conserva del cuerpo humano.

Hallado cerca de Changsha, en el centro-sur de China, tal manuscrito se colocó en la tumba mencionada hace unos 2.200 años, en concreto en el año 168 a. C. Esta nueva interpretación de los textos los convertiría en el atlas anatómico sobreviviente más antiguo del mundo. El manuscrito se considera el antecesor del famoso texto de acupuntura El cánon de medicina interna del emperador amarillo, también conocido como Huangdi Neijing. Aunque el manuscrito no menciona explícitamente los puntos de acupuntura, sí describe los "meridianos" y las líneas de conexión que todavía se utilizan en la medicina tradicional china.

Vivien Shaw, profesora de anatomía en la Facultad de Ciencias Médicas, ha estudiado la anatomía descrita en antiguos textos médicos chinos durante más de siete años. Ella explica: "Tenemos que abordar estos textos desde una perspectiva diferente a nuestra visión médica occidental actual de los sistemas separados en arterias, venas y nervios del cuerpo. Los autores antiguos no tenían esta comprensión, pero, en cambio, miraban el cuerpo humano desde el punto de vista de la medicina tradicional China, que se basa en el concepto filosófico de los opuestos complementarios del yin y el yang, una concepción que es familiar para aquellos que en occidente siguen el espiritualismo oriental".
El símbolo del yin y el yang. En el mismo, la oscuridad es yin y la luz es yang . Dentro de la oscuridad está la semilla de la luz y viceversa. Ambos fluyen el uno hacia el otro, como el día fluye hacia la noche, y la noche fluye para convertirse en día nuevamente.

En el manuscito estudiado se describe la organización del cuerpo humano en forma de once vías, cada una de las cuales tiene un patrón de enfermedad asociado.

La coautora del artículo de investigación, Isabelle Winder, de la Facultad de Ciencias Naturales, dijo: "Lo que hemos hecho es reinterpretar los textos, los cuales describen once 'caminos' a través del cuerpo humano. Algunos de ellos se asignan claramente a los 'meridianos' de la acupuntura ulterior. Hemos podido demostrar paralelos significativos entre las descripciones en el texto y las estructuras anatómicas, y así redescubrir el antiguo interés existente por el estudio científico de la forma humana. Los expertos anteriores no habían visto estos textos como una descripción de la anatomía humana porque las prácticas culturales confucianas contemporáneas veneraban a los antepasados ​​y, por lo tanto, evitaban la disección. Sin embargo, pensamos que la disección estaba involucrada, y que los autores habrían tenido acceso a cuerpos de criminales, tal como se relata en textos posteriores".


La nueva interpretación del manuscrito podría cambiar la forma en que los científicos ven los orígenes de la acupuntura (Imagen: Adam Gault / Science Photo Library)

Vivien Shaw, agregó: "Nuestros hallazgos reescriben una parte clave de la historia de China. La era de la dinastía Han, contemporánea de los textos, fue una época de gran aprendizaje e innovación en las artes y las ciencias, por lo que este tipo de ciencia anatómica clásica encaja con la cultura predominante de la época. Creemos que nuestra interpretación de los textos desafía la creencia generalizada de que no existe una base científica para la 'anatomía de la acupuntura', al demostrar que los primeros médicos que escribieron sobre los 'meridianos' de hecho describían el cuerpo físico humano".

La investigación moderna de la acupuntura se basa en la suposición de que lo importante es la función de los puntos y meridianos derivados de la misma. "Nuestra interpretación prueba que los anatomistas originales chinos estaban haciendo un mapa de la estructura del cuerpo, no de su función", dice la profesora Shaw.

Por ejemplo, el texto de Mawangdui alude al "meridiano tai yin", que describe un sistema de conexiones entre el centro de la palma de la mano que se extiende a lo largo del antebrazo entre dos huesos. Al mirar el codo humano hay una banda de tejido plano, llamada aponeurosis bicipital, a lo largo de las arterias y nervios que siguen este patrón.

Brazo izquierdo: dibujo esquemático de la vía del 'meridiano tai yin'. Fotos: en el brazo derecho: I: arteria cubital en la palma y antebrazo medial, J: arteria braquial en el brazo.

Fuentes: phys.org | suara.com | 2 de septiembre de 2020

Descubren en Italia nuevos restos neandertales que datan de hace 300.000 años

Unas excavaciones realizadas por la Universidad de Ferrara (UNIFE) en la gruta de Ciota Ciara (en la localidad de Borgosesia, región del Piamomte, en el norte de Italia) han proporcionado restos pertenecientes al hombre de Neandertal que se remontan a unos 300.000 años.
Según el comunicado de prensa, dos dientes, un canino y un molar inferior, descubiertos en los mismos niveles estratigráficos donde se habían encontrado otros restos neandertales en 2019, un hueso occipital y un segundo incisivo inferior, probablemente pertenecientes a un individuo adulto de edad joven, fueron hallados durante la campaña de excavación de este año.

Hueso occipital (cara externa e interna) y dos dientes (en dos planos distintos) de un Homo neanderthalensis hallados en la gruta de Ciota Ciara.


"Estos nuevos restos representan algunos de los hallazgos más antiguos del 'Homo neanderthalensis' y hacen de la cueva Ciota Ciara un sitio increíble que es fundamental para la reconstrucción de la población prehistórica del noroeste de Italia", dice la profesora Marta Arzarello (izquierda), de la Sección de Prehistoria y Ciencias Antropológicas de la UNIFE.

“Los restos que hemos encontrado, especialmente el hueso occipital, son realmente fundamentales para definir la historia evolutiva del ser humano en Europa”, añade Arzarello. "En este hueso hay algunas estructuras que definen la especie neandertal: el famoso moño o toro occipital (una protuberancia o proyección prominente del hueso occipital en la parte posterior del cráneo) y la fosa suprainíaca (una depresión elíptica o una abolladura debajo de la anterior). Estas dos características comienzan a aparecer esporádicamente ya en el antepasado del hombre de Neandertal, el 'Homo heidelbergensis', pero posteriormente se vuelven muy definidas y marcadas en ellos”.


Ilustración del zona occipital de un cráneo neandertal.

“Aunque en el ejemplar encontrado en la cueva notamos la presencia de un abultamiento occipital, este está poco desarrollado y mucho menos marcado que el que presentan los individuos neandertales posteriores”, dice Julie Marie Arnaud (izquierda), paleoantropóloga de la sección de Ciencias Prehistóricas y Antropológicas (UNIFE). "Por tanto, es probable que dicha característica ósea occipital pertenezca a una forma arcaica de la especie neandertal o incluso provenga del 'Homo heidelbergensis'. Son teorías que serán verificadas a través del estudio interdisciplinario que realizaremos en los próximos meses”.

La investigación de la UNIFE, gracias también a la colaboración de institutos de investigación italianos e internacionales, ha permitido reconstruir el modo de vida de los neandertales que frecuentaban las cuevas del Monte Fenera durante las primeras fases del Paleolítico Medio, un período que se extiende desde hace 300.000 años hasta hace unos 35.000 años, un amplio lapso temporal durante el cual dos especies humanas estuvieron presentes en Europa: el Homo heidelbergensis y el Homo neanderthalensis.


Trabajos de excavación en la gruta de Ciota Ciara.

“Los datos que se han obtenido confirman que la cueva fue utilizada en una primera fase solo como refugio durante la caza y posteriormente para ocupaciones más largas, pero de carácter estacional, y luego terminó con una última ocupación de corta duración. Se ha constatado que los neandertales explotaban la materia pétrea local para producir herramientas y cazar las especies presentes en la zona, tales como ciervos, jabalíes, rebecos y rinocerontes. En algunos casos recogían materias primas de mejor calidad más alejadas de la cueva y traían herramientas prefabricadas a la misma donde las terminaban", continúa Arzarello.

"El análisis de los dientes de los micromamíferos (pequeños roedores), permitió establecer que el clima era templado, con aumento de la aridez y menores temperaturas en los niveles inferiores. También se han encontrado restos de otros carnívoros, como la pantera, el león, el lince, el lobo, el tejón y la marta, los cuales probablemente ocupaban la cueva durante los períodos en que el hombre de Neandertal no estaba presente en la cueva", concluye la profesora Arzarello.

Fuentes: unife.it | archaeologynewsnetwork.blogspot.com | facebook.com/CiotaCiara | 12 de agosto de 2020