Una inscripción recién restaurada y traducida en Bulgaria muestra la corrupción del emperador romano Septimio Severo

Un equipo de arqueólogos reparó en los restos pétreos de una estela de casi 2000 años de antigüedad y encontró un mensaje que revela la corrupción de un emperador romano.

El estudio de la inscripción indica que es copia de una carta enviada por el emperador romano Septimio Severo (emperador de 193 a 211) y su hijo co-emperador Caracalla (co-emperador de 198-211, y emperador por derecho propio de 211-217), a los habitantes de la ciudad romana de Nicopolis ad Istrum en la que les agradecen una "donación" de 700.000 denarios.

La inscripción que transmite un sentido de corrupción política en el Imperio Romano es del año en que Septimio Severo convirtió a su hijo Caracalla en co-emperador.

La antigua ciudad de Nicopolis ad Istrum, cuyo nombre significa "Ciudad de la victoria en el río Danubio", se encuentra a 18 kilómetros al noroeste de la ciudad de Veliko Tarnovo en Bulgaria. Fue fundada en el año 102 d.C. por el emperador romano Trajano para honrar sus victorias sobre los dacios, tribus tracias que habitaban al norte del Danubio.

La inscripción fue descubierta en 1923 por los primeros arqueólogos que exploraron las ruinas de la ciudad romana. Sin embargo, el texto inscrito en 37 líneas en griego antiguo fue leído y traducido de manera reciente, y su contenido ha sido ahora revelado al público por primera vez.

La enorme estela, de tres metros de altura y dos toneladas de peso, estaba rota en cuatro piezas grandes y varias más pequeñas, todas con rastros de fuego, y, desde su descubrimiento, los fragmentos fueron conservados en el Museo Regional de Historia de Veliko Tarnovo.

El profesor Nikolay Sharankov, de la Universidad de Sofía, experto en latín y griego antiguo, fue el responsable de la traducción del texto. El académico explicó que el "soborno" en cuestión fue una "donación" de 700.000 denarios, la moneda de plata romana estándar hasta la segunda mitad del siglo III d.C., la cual pagaron los habitantes de la ciudad al emperador Septimio Severo después de acceder al poder. "Esta suma sería, al valor de hoy, de varios millones de euros. Es precisamente un soborno", afirma el experto.

El epigrafista y experto en griego antiguo y latín, Nikolay Sharankov, muestra el panel de información que contiene las traducciones en búlgaro e inglés de la inscripción. Foto: Museo Regional de Historia de Veliko Tarnovo.

"La inscripción dice: 'Acepté este dinero dado por personas bien intencionadas'. Es decir, el emperador no lo aceptó como un soborno, sino como un regalo", afirma Sharankov, y subraya la hábil redacción utilizada por Septimio Severo al respecto en esta carta imperial.

"Los residentes de la ciudad hicieron el pago del soborno, llamado donación, al emperador, con el fin de comprar sus favores. Esto era necesario porque la ciudad había apoyado a uno de sus rivales por el título imperial en 193 d.C., año en que cinco hombres reclamaron dicho título después del asesinato del emperador Cómodo en 192 d.C.", manifiesta Sharankov.

Esos cinco hombres eran Pertinax, Didio Juliano, Pescenio Níger, Clodio Albino y Septimio Severo. Según los investigadores, hay razones para creer que los residentes de Nicopolis ad Istrum habían apoyado a Pertinax.

Además de la nota de "agradecimiento", la carta imperial contiene una "mentira política" explícita. "En su carta sobre la aceptación de la 'donación' de los residentes de la ciudad, Septimio Severo se presenta como el heredero del emperador Marco Aurelio (emperador de 161-180 d.C.), a pesar de que su ascendencia era del norte de África y no tenía nada que ver con la dinastía Nerva-Antonina (96-192 d.C.) de Marco Aurelio", agrega el experto.

Septimio Severo, quien dio comienzo a la dinastía Severa (193-235 d.C.), nació en la ciudad de Leptis Magna, en la actual Libia. "De esta manera, a través de la mentira política, hace descender su linaje desde el emperador Trajano (98-117 d.C.) con el fin de legitimarse ante el pueblo", explica Sharankov.

El director del Museo Veliko Tarnovo, Ivan Tsarov (a la derecha), en la inauguración de la estela restaurada explica a los invitados el significado e importancia de la misma Foto: Museo Regional de Historia de Veliko Tarnovo

Las autoridades del Museo Regional de Historia pusieron la inscripción en el lugar original donde se encontraba en la antigüedad. De esta manera, esperan que los turistas que visiten el parque arqueológico de Veliko Tarnovo, puedan admirarla.

"Espero que esta inscripción genere un interés adicional, dado que hay muy pocas cartas imperiales romanas que hayan sobrevivído hasta el día de hoy", afirma Ivan Tsarov, Director del Museo Regional de Historia de Veliko Tarnovo e investigador de Nicopolis ad Istrum.

Fuentes: lanacion.com.ar| archaeologyinbulgaria.com | 18 de noviembre de 2020

Hallan el primer vaso de vidrio completo de la Galia romana: una copa diatreta «excepcional»

Bérénice Bétend-Desgranges / INRAP / AFP

Las excavaciones de las 230 sepulturas de la necrópolis bajoimperial en Augustodunum, en la región francesa de Autun, han descubierto un vaso de vidrio «excepcional» de la Galia tardorromana, alrededor del siglo IV.

«Se trata del primer ejemplar de sus características que se recupera completo en la Galia hasta la fecha», ha explicado, Michel Kasprzyk (izquierda), del Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (Inrap), durante la presentación telemática del hallazgo. «Solo se conservan una decena de copas diatretas completas del mundo antiguo», ha matizado el especialista.

Este tipo de copa con relieves era un artículo de lujo reservado a las clases altas y sus relieves están considerados el cénit de los logros romanos en la técnica del vidrio. Según Kasprzyk, el último ejemplar completo fue descubierto en Taranes (Macedonia del Norte) en la década los 70.

Excavaciones en Augustodunum (Autum, Francia). ©CHRISTOPHE FOUQUIN, INRAP

De 12 centímetros de alto y 16 de ancho, el vaso, que ha sido calificado por este especialista como «rarísimo», está decorado con motivos tallados, realzados con letras en relieve que forman las palabras «Vivas feliciter» (Vive en la felicidad). A pesar de que está completo, se encuentra fragmentado, por lo que será sometido a una cuidadosa restauración, de acuerdo con el Inrap.

Otros descubrimientos destacados de la necrópolis, que albergaba las tumbas de la primera comunidad cristiana de Autun, se encontraban en el interior de varios sarcófagos de arenisca. Los especialistas hallaron hilos de oro, que apuntan la presencia de una tela preciosa; alfileres de ámbar, así como un anillo de oro finamente cincelado y otro engastado con un granate.

Pendientes de oro encontrados en un ataúd de niño - © Denis Gliksman, Inrap

Las sepulturas de piedra atesoraban alfileres, anillos en azabache, monedas, una hebilla de bronce, aretes de oro y perlas de cristal azul, mientras que un pequeño ataúd de niño contenía dos pendientes de oro. También se encontraron restos que parecen proceder de tejidos de oro y tinte purpúreo, especialmente apreciado por los romanos, que los reservaban para sus clases más altas.

Anillo de oro con piedra preciosa © Denis Gliksman, Inrap

Todos estos elementos dan fe de la presencia de representantes de la alta aristocracia de Augustodunum en esta necrópolis, que se encuentra cerca de la iglesia paleocristiana de Saint Pierre l'Estrier, una de las más antiguas de Europa. En el lugar se habían descubierto antiguos entierros de la Galia, que se convirtió en un semillero de la cristiandad medieval al final de la Antigüedad.

Izquierda: Alfileres de ámbar del siglo IV. Derecha: Alfileres de azabache del siglo IV. © Denis Gliksman, Inrap.

Fuente: abc.es | 20 de noviembre de 2020

Hallan en Austria restos de tres bebés (dos de ellos gemelos) de hace unos 30.000 años (cultura Gravetiense)

Entierro 1 con los restos óseos de dos bebés recuperados como bloque en 2005 (ind1 a la izquierda, ind2 a la derecha). Fotografía: Museo de Historia Natural de Viena; modificado. Crédito: Biología de las comunicaciones.

Un equipo de investigadores afiliado a múltiples instituciones en Austria, Estados Unidos y Portugal, ha identificado los restos de dos bebés gemelos encontrados en una antigua tumba en Austria. En su artículo publicado en la revista Communications Biology, el grupo describe el estudio de los restos y los artefactos circundantes y lo que aprendieron sobre su entierro.

En 2005, los arqueólogos descubrieron los restos de tres infantes enterrados en una tumba en el enclave de Krems-Wachtberg, en Austria; los tres tenían una antigüedad de aproximadamente unos 30.000 años. El trabajo en el yacimiento ha revelado la presencia de un antiguo asentamiento adscrito a la cultura Gravetiense. Después de varios años de estudio, los investogadres dan cuenta en su artículo del análisis de los restos de los tres bebés y describen los artefactos encontrados en la tumba con ellos.

Los restos de los gemelos encontrados en una antigua tumba en Austria recuperados en un bloque. Crédito: Naturhistorisches Museum Wien.

Los resultados del estudio ha causado mucha expectación e interés, dado que se conocen muy pocos entierros de infantes de ese periodo, y, en consecuencia, representa un importante hallazgo mundial que aporta conocimientos muy significativos sobre el desarrollo de las prácticas funerarias de nuestra especie.

Dos de los bebés fueron enterrados bajo aproximadamente cinco metros de tierra. Estaban cerca uno del otro, debajo de un omóplato de mamut que había sido cortado y raspado para servir como tapa de ataúd, la cual protegió los restos dejándolos en muy buen estado. Un análisis del ADN muestra que los dos bebés (ambos varones) eran gemelos idénticos recién nacidos. El primero murió poco después del nacimiento, mientras que el segundo murió aproximadamente 50 días más tarde. El tiempo entre ambas muertes indica que la tumba había sido reabierta para volverse a usar cuando murió el segundo bebé. La tumba en sí tenía forma ovalada y los bebés habían sido colocados como si estuvieran acariciándose sobre un lecho de ocre rojo. Los restos de los gemelos representan los gemelos monocigóticos más antiguos que jamás se hayan encontrado.

a) Los cuerpos de los gemelos (individuos 1 y 2) en el lecho de la tumba 1. b, c) Cuentas de marfil de mamut y su disposición en la pelvis del individuo 1. d) Adorno del Individuo 2 consistente en un incisivo de zorro perforado (Vulpes sp.) y tres moluscos perforados (Theodoxus sp.). e) Alfiler de marfil del Entierro 2 (individuo 3) Fotografías: OREA, Academia de Ciencias de Austria. Gráfico: R. Thomas.

"Rara vez se descubre un entierro múltiple del Paleolítico. Poder extraer suficiente ADN antiguo de alta calidad de los frágiles restos de los bebés para un análisis del genoma superó todas nuestras expectativas", precisó la científica Maria Teschler-Nicola (izquierda).

El tercer bebé, de unos tres meses de edad, estaba enterrado a poca distancia y sin ninguna cubierta, por lo que sus restos óseos se encontraron en malas condiciones. Al parecer lo envolvieron con un paño que probablemente estaba atado con un alfiler, que fue hallado junto a su cuerpo. Los investigadores pudieron recuperar material de ADN que muestra que era primo de los otros dos bebés. Se desconoce la causa exacta de la muerte de todos ellos.

No obstante, el equipo analizó elementos químicos, incluidos isótopos de carbono, nitrógeno y bario, en el esmalte dental, y, aunque ello reveló que cada uno de los gemelos fue amamantados, se obervan "lineas de tensión" en los dientes que sugieren que tuvieron dificultades para alimentarse, tal vez porque su madre tenía una infección mamaria dolorosa conocida como mastitis, o tal vez porque no sobrevivió al parto y ninguna nodriza pudo ocuparse de ellos.

Foto: Detalle de las cuentas de marfil de mamut y su disposición en la pelvis de uno de los bebés gemelos. Foto: OREA, Academia de Ciencias de Austria.

Los investigadores también encontraron 53 cuentas hechas de marfil de mamut alineadas dentro de la tumba, lo que sugiere que habían estado ensartadas. Debido a que las mismas no mostraban signos de desgaste, los investigadores asumieron que habían sido ensartadas para el entierro. También se hallaron tres conchas de moluscos perforadas en la tumba y un incisivo de zorro.

Fuentes: phys.org | sciencealert.com | 12 de noviembre de 2020

Investigadores de la UJA hallan restos de un tratamiento ginecológico realizado en el antiguo Egipto

Fotos: Trabajos de excavación de la dama. Crédito: Patricia Mora.

Hasta ahora no había pruebas de que se llevaran a cabo este tipo de tratamientos con fumigaciones, como describen los papiros médicos contemporáneos.

Investigadores del Proyecto Qubbet El-Hawa que dirige la Universidad de Jaén en Asuán (Egipto) han hallado restos de un tratamiento ginecológico realizado a una mujer que murió en torno al 1800 a.C.

La dama, llamada Sattjeni, pertenecía a la clase privilegiada de la antigua ciudad de Elefantina y fue enterrada en la necrópolis de Qubbet el-Hawa (Asuán). Entre sus piernas originalmente vendadas se halló un cuenco cerámico con restos quemados. El análisis de los restos óseos fue realizado por un equipo de antropólogos de la Universidad de Granada, que colabora con el Proyecto de la Universidad de Jaén, y confirmó que la mujer había sufrido una lesión traumática en su pelvis, quizá producida por una caída, que le tuvo que producir graves dolores. Es muy probable que, para aliviar estos dolores, la mujer fuese tratada con fumigaciones, tal y como los papiros médicos contemporáneos describen para solucionar problemas ginecológicos.

“Lo más interesante del descubrimiento de los investigadores de la Universidad de Jaén no es sólo la documentación de un tratamiento ginecológico paliativo, algo que de por sí es único en la arqueología egipcia, sino que este tipo de tratamientos con fumigaciones se describieron en papiros médicos contemporáneos y, hasta ahora, no había pruebas de que se llevaran a cabo”, señala el doctor en Egiptología de la UJA Alejandro Jiménez, director del Proyecto Qubbet el-Hawa. Este trabajo ha sido publicado por una de las revistas más prestigiosas de la Egiptología (Zeitschrift für ägyptische Sprache und Altertumskunde).

La Universidad de Jaén excava en esta necrópolis desde el año 2008. Su proyecto se ha centrado en las tumbas de los gobernadores de la provincia fronteriza de Egipto con Nubia durante la Dinastía XII y, en este tiempo, ha cosechado numerosos e importantes descubrimientos desde el punto de vista histórico.

Este proyecto ha estado financiado por el Ministerio de Ciencia e Investigación, por las Fundaciones Gaselec y Palarq, el Grupo Calderón y la Asociación Española de Egiptología.

Fuente: Diario Digital UJA/Proyecto Qubbet-el Hawa 16 de noviembre de 2020

Anuncian en Egipto el descubrimiento en Saqqara de otros 100 sarcófagos intactos

Egipto presentó el sábado 15 un centenar de sarcófagos de más de 2.000 años de antigüedad en perfecto estado, descubiertos en la necrópolis de Saqqara, al sur de El Cairo, el mayor "tesoro" descubierto en el país desde el comienzo del año.

Los ataúdes de madera sellados pertenecían a altos responsables de la Baja época (entre 700 y 300 años A.C.) y del período ptolemaico (323 a 30 A.C.).

El nuevo tesoro fue descubierto en la necrópolis de Saqqara, al sur de El Cairo, donde el mes pasado ya se habían descubierto unos sesenta sarcófagos intactos y de más de 2.500 años.

"Saqqara aún no ha revelado todo lo que tiene. Es un tesoro", afirmó Khaled El-Enany, ministro egipcio de Turismo y Antigüedades, durante la ceremonia, mientras los arqueólogos se dedicaban a limpiar con pincel algunas piezas expuestas en los estrados.

Los 100 sarcófagos presentados el sábado fueron descubiertos en tres fosas funerarias, a 12 metros de profundidad.

Dos estatuas de madera también fueron descubiertas en la tumba de un juez de la VI dinastía, que data de más de cuatro milenios, según el secretario general del Consejo General de Antigüedades, Mostafa Waziri.

Foto: Mostafa Waziri presentando a los medios uno de los sárcofagos abiertos.

El sitio de Saqqara, a poco más de 15 kilómetros al sur de las pirámides de la meseta de Guiza, alberga la necrópolis de Al- Asasif, en Memphis, la capital del antiguo Egipto (actual Luxor). Este monumento, construido alrededor de 2.700 a.C. por el arquitecto Imhotep, es considerado uno de los más antiguos del mundo y está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Los arqueólogos abrieron uno de los ataúdes en cuyo interior reposaba una momia envuelta en un sudario adornado con jeroglíficos coloreados. A través de una máquina móvil, hicieron una radiografía de la momia.

Especialistas realizando una radiografia a una las momias halladas.

También se han encontrado más de 40 estatuas de antiguas deidades y máscaras funerarias, según el ministro. Estos hallazgos serán repartidos en varios museos egipcios, incluyendo un nuevo establecimiento que se abrirá en las afueras de El Cairo.

Según El-Enany, estos recientes descubrimientos son fruto de un trabajo de excavación creciente en los últimos años. "Otro descubrimiento en la necrópolis debe ser anunciado en las próximas semanas, en diciembre o principios de 2021", dijo.

Los arqueólogos esperan descubrir próximamente un antiguo taller de fabricación de ataúdes para momias, que, según Waziri, podría encontrarse cerca de los pozos funerarios.

Las excavaciones llevadas a cabo en Saqqara han descubierto en los últimos años tesoros arqueológicos así como numerosos animales momificados (serpientes, aves, escarabajos, etc).

Egipto espera que todos estos hallazgos y su nuevo museo revitalicen el turismo, que se ha visto afectado por la inestabilidad política y los ataques tras la revolución de 2011, que expulsó del poder a Hosni Mubarak.

Este sector vital para la economía egipcia había vuelto a florecer, alcanzando el récord de 13,6 millones de visitantes en 2019, antes de que el nuevo coronavirus volviera a alejar a los turistas extranjeros. Desde hace varios años, las autoridades egipcias anuncian regularmente descubrimientos arqueológicos, un argumento importante frente a la competencia de otros destinos.

Fuente: clarin.com | univision.com | axios.com | 14 de noviembre de 2020

Analizan por primera vez momias egipcias excepcionales, las únicas “envueltos en estuco” halladas en la necrópolis de Saqqara

(A) Momia masculina; (B) Momia femenina (© Colección de Esculturas, Colecciones de Arte del Estado de Dresde, fotos: H.-P. Klut / E. Estel).

Saqqara está de moda. En apenas un mes, la necrópolis principal de la antigua capital de Menfis, situada en la ribera del Nilo, a apenas 25 kilómetros de El Cairo y a 22 de las pirámides de Guiza, no para de ofrecer noticias relevantes. A principios de octubre se informó del hallazgo de 59 sarcófagos y en los próximos días se anunciará que estos descubrimientos se han ampliado con otros 100 sepulcros de funcionarios y sacerdotes egipcios de la 26ª Dinastía.

En medio de esta vorágine, un grupo de arqueólogos alemanes publica los sorprendentes resultados del primer estudio realizado a dos momias encontradas a principios del siglo XVII y otra descubierta en el siglo XIX. Nadie había analizado ninguna de ellas hasta la fecha.

Según los especialistas, estas son las únicas momias “envueltas en estuco” que se han encontrado en Saqqara. A diferencia de otras personas que fueron enterradas en ataúdes, estos individuos que murieron entre finales del siglo III y principios del IV después de Cristo, durante el periodo romano tardío, fueron colocados sobre tablas de madera, envueltos en una tela y un “hermoso sudario” y decorados con yeso, oro y un retrato de cuerpo entero.

Fue el explorador italiano Pietro Dalla Valle, que viajó por todo Oriente Próximo e incluso llegó a la India, quien adquirió dos de los ataúdes en 1615, poco después de que un grupo de ciudadanos egipcios los encontrara en una cámara dentro de una tumba excavada en la roca en Saqqara. Dalla Valle se los llevó a Roma, donde fueron integrados en su colección de antigüedades.

Más tarde, en 1728, pasaron a formar parte de la colección que Augusto II, Elector de Sajonia y Rey de Polonia, tenía en Dresde (Alemania). "Se consideran los primeros ejemplos de momias retratadas que se conocieron en Europa y que siguieron siendo los únicos conocidos hasta principios del siglo XIX”, escriben los autores del artículo publicado en la revista PLOS ONE.

(A) Retrato del soberano Augusto II realizado por Louis de Silvestre en (© Old Masters Picture Gallery, Dresden State Art Collections, foto: H.-P. Klut / E. Estel); (B) Un grabado en cobre realizado por Anna Maria Werner y Christoph Raimund Thomann que ilustra cuatro momias de la colección, incluyendo los dos retratos de las momias en el centro.

Los investigadores obtuvieron los detalles sin necesidad de abrir las cajas. Mediante un análisis de tomografía computarizada descubrieron que los restos, que están “bastante mal conservados”, pertenecían a un hombre adulto de entre 25 y 30 años y que medía unos 163 centímetros de alto. Algunos de sus huesos estaban rotos, “probablemente porque alguien lo desenvolvió poco después del descubrimiento de la momia”, escriben los investigadores en el estudio. Y, aunque el cerebro del hombre no se conservó, no hay evidencia de que se haya extraído por la nariz. Tampoco se utilizaron muchas sustancias para embalsamar. En cambio, estaba envuelto y pintado. Dos objetos metálicos encontrados durante la tomografía computarizada son probablemente sellos del taller de momificación que manipuló sus restos.

Momia femenina. (A) La reconstrucción volumétrica ilustra numerosas cuentas dispersas en la región torácica; (B) La reconstrucción sagital de máxima intensidad muestra algunas de las perlas perforadas en detalle (flechas).

Por su parte, la mujer, que murió entre los 30 y los 40 años, medía alrededor de 151 cm de altura. También tenía artritis avanzada en la rodilla izquierda y fue enterrada con múltiples collares. Su cerebro tampoco se conservó.

Momia de una adolescente. La foto muestra la decoración del sudario de la momia, centrándose en el retrato y el torso (© I. Badr).

La tercera momia correspondía a una adolescente, de la cual sí se conserva el cerebro, así como otros órganos internos. Murió entre las edades de 17 y 19, y medía aproximadamente 156 cm de altura. Tenía un tumor benigno en la columna conocido como hemangioma vertebral, que es más común en personas mayores de 40 años, dijeron los investigadores.

Momia de la adolescente con el cerebro encogido y tronco encefálico conservado. (A) reconstrucción sagital multiplanar; (B) reconstrucción coronal multiplanar.
 
Además, se hallaron tablas de madera, cuentas de collares, una horquilla y elementos metálicos densos, como sellos de plomo, clavos y dos monedas o medallones. Los descubrimientos incluyeron algunas patologías que sufrieron estas personas en vida, que incluyen lesiones provocadas por la caries en los dientes, nódulos de Schmorl (protuberancias del cartílago del disco intervertebral), evidencia de artritis y un hemangioma vertebral (una lesión vascular).
 
Volumen representando reconstrucciones de detalles de la momia la adolescente. (A) Numerosas cuentas alrededor del cuello y en la región torácica, sugiriendo un collar intacto / o varios collares; (B) una horquilla en la parte superior de la cabeza que indica un peinado hacia arriba.
 
A la muerte de Cleopatra VII Philopator en el 30 antes de Cristo, Egipto se convirtió en una provincia del estado romano. Durante este período, los difuntos solían ser enterrados en pequeñas tumbas y fosas o en sepulcros ya existentes. Las momias del período romano normalmente presentaban un retrato del difunto, pintado en un panel de madera o directamente sobre un sudario de lino, en contraste con las representaciones tradicionales egipcias de los muertos.

“La decoración artística de la momia no solo tenía razones estéticas, sino que también servía para proteger mágicamente el cuerpo y asegurar el renacimiento de los muertos en la otra vida”, escribe el equipo de arqueólogos, encabezado por Stephanie Zesch (izquierda), del museo Reiss-Engelhorn de Mannheim. Durante el período grecorromano, además, los sarcófagos se guardaban en casa o en un depósito abierto al público durante algún tiempo para rendir homenaje a los fallecidos antes del entierro.

"El examen de los individuos arrojó que murieron a edades bastante jóvenes ..., sin embargo, no se pudo determinar la causa de su muerte", dijo Zesch. "Estamos bastante seguros de que no se extrajo el cerebro ni los órganos internos. Es muy probable que esas momias solo se hayan conservado debido a una especie de deshidratación con el uso de [la mezcla desecante] natrón, pero no hay una gran cantidad de líquidos de embalsamamiento".

En los casos estudiados ahora, tanto “los sudarios elaboradamente decorados con retratos como los elementos de estuco dorado y los motivos religiosos de las convenciones grecorromanas y del antiguo Egipto indican un nivel socioeconómico alto de los difuntos”, concluyen.

Fuentes: lavanguardia.com | livescience.com | 12 de noviembre de 2020