Descubren 53 monedas romanas de oro en el fondo marino de Jávea (Alicante)

Monedas de oro de los siglos IV y V en el fondo marino del Portitxol de Xàbia. Universidad de Alicante.

El fondo marino de la isla del Portitxol de Jávea (Alicante) ha cobijado durante 1.500 años «uno de los mayores conjuntos de monedas romanas de oro hallados en España y en Europa», según han informado este martes fuentes de la Universidad de Alicante (UA).

Se trata de 53 sólidos romanos que, tras ser analizados por científicos del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH) de la Universidad de Alicante, se han datado dentro del periodo tardorromano, en concreto, entre finales del siglo IV o principios del V.

Su perfecto estado de conservación, que permite incluso leer las inscripciones, las identifica como monedas de los periodos de gobierno de los emperadores: Valentiniano I (3 monedas), Valentiniano II (7 monedas), Todosio I (15 monedas), Arcadi (17 monedas), Honorio (10 monedas) y una moneda sin identificar.

Fue el descubrimiento fortuito de ocho monedas por dos personas aficionadas al buceo en apnea, Luis Lens y César Gimeno, lo que activó el dispositivo que tiene la Dirección General de Cultura y Patrimonio para estos casos. A partir de ese momento, arqueólogos de la UA y los GEAS de la Guardia Civil, en colaboración con el Ayuntamiento de Jávea , realizaron una serie de inmersiones en la zona que han dado como resultado el hallazgo de las 53 monedas de oro y tres clavos -probablemente de cobre-, así como algunos restos de plomo muy deteriorados que, según todos los indicios, podrían pertenecer a un cofre.

«Se trata de uno de los mayores conjuntos de monedas romanas de oro hallados en España y en Europa», ha asegurado el responsable del equipo de arqueólogos subacuáticos de la UA que trabaja en el pecio, el catedrático de Historia Antigua, Jaime Molina.

Según Molina, «es un hallazgo excepcional a nivel arqueológico e histórico, puesto que su investigación puede ofrecer multitud de nueva información para comprender la fase final de la caída del Imperio Romano de Occidente».

Los historiadores apuntan a la «posibilidad de que las monedas pudieran haber sido ocultadas intencionalmente, en un contexto de saqueos como los que los alanos perpetraban en la zona en esa época».

Por ello, «el hallazgo serviría para ilustrar un momento histórico de extrema inseguridad con la violenta llegada a Hispania de los pueblos bárbaros (suevos, vándalos y alanos) y el definitivo final del Imperio Romano en la península ibérica a partir del 409 d.C.», ha indicado el experto.

Presentación de las monedas halladas en Xàbia. Universidad de Alicante

Las monedas serán restauradas por el Institut Valencià de Conservació, Restauració i Investigació (IVCR+i) y luego pasarán a ser expuestas en el Museo Arqueológico y Etnográfico Soler Blasco de Jávea, cumpliendo las condiciones expositivas y de seguridad, según ha explicado la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga en el acto de presentación del hallazgo.

En el mismo acto también han intervenido el alcalde de Jávea, José Chulvi; el vicerrector de Investigación de la UA, Juan Mora Pastor, y el jefe de la compañía de la Guardia Civil en Calp (Alicante), Jerónimo Pacheco, así como los dos buceadores que descubrieron las primeras monedas: Luis Lens y César Gimeno.

El vicerrector de Investigación de la UA ha puesto en valor los trabajos de prospección, documentación y fotogrametría llevados a cabo por el equipo científico de la Universidad de Alicante, en los que participan experimentados arqueólogos subacuáticos con una amplia trayectoria nacional e internacional. Liderados por el catedrático de Historia Antigua, Jaime Molina, cuenta además con la participación de José Antonio Moya, Jordi Blázquez y Alejandro Pérez, del Instituto Universitario de Arqueología y de Patrimonio Histórico (INAPH) de la UA.

Para seguir investigando la zona, la Generalitat ha habilitado un presupuesto de 17.800 euros para efectuar la excavación subacuática en la zona del hallazgo. La campaña correrá a cargo del equipo que actualmente dirige el Plan General de Investigación de arqueología subacuática ‘Prospecciones arqueológicas en el Portixol de Xàbia’, en el que participan tanto la UA como el Museu de Xàbia.

La bahía del Portitxol de Jávea es un área muy conocida por la abundancia de restos arqueológicos subacuáticos actualmente en proceso de estudio: anclas, cargamentos de ánforas, restos cerámicos de distintas épocas, material metálico y elementos asociados a la navegación antigua, entre otros vestigios, han podido ser rescatados hasta la fecha en las diferentes prospecciones arqueológicas impulsadas por el Ayuntamiento, la UA y la Generalitat desde 2019.

Fuente: Universidad de Alicante | xabiaaldia.com | 21 de septiembre de 2021

Una excavación de una sepultura hispano-visigoda en Ojo Guareña (Burgos) anticipa el culto cristiano en la zona

El CENIEH participa en la excavación de una tumba que acoge el esqueleto de un individuo adulto junto a la ermita burgalesa de San Tirso y San Bernabé. Este hallazgo anticipa en varios siglos a las evidencias conocidas hasta ahora respecto al inicio del culto cristiano asociado a este lugar emblemático.

Este verano se ha realizado la excavación de una tumba empotrada en la roca junto a la entrada principal a la ermita de San Tirso y San Bernabé situada en el complejo kárstico de Ojo Guareña (Merindad de Sotoscueva, Burgos), cuya estructura de lajas acoge el esqueleto de un individuo adulto, en posición decúbito supino, con la cabeza al oeste, remarcada con dos pequeños sillares calizos.

La actual excavación fue motivada por las nuevas cronologías aportadas por el proyecto de datación del Patrimonio Cultural del Complejo Kárstico de Ojo Guareña (2017-2021). Una de las fechas obtenidas en 2020 muestra una cronología de época hispano-visigoda relacionada con la transición entre finales del siglo VII y comienzos del VIII, mientras que los restos humanos del nivel inferior se relacionan con una fase de transición entre finales del siglo VIII y comienzos del siglo IX, de la Alta Edad Media.

“En ambos casos se anticipan en varios siglos a las evidencias conocidas hasta ahora respecto al inicio del culto cristiano asociado a este lugar emblemático”, afirma Ana Isabel Ortega, arqueóloga de la Fundación Atapuerca y del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH).

Los estudios antropológicos, entre los que destacan los análisis de los isótopos estables del hidrógeno, carbono y estroncio, junto a la datación de los restos, van a permitir profundizar en la vida de este personaje, que quizá pueda relacionarse con alguno de los primeros eremitas que buscaron en este idílico entorno un lugar en el que retirarse y vivir aislados, en unos siglos de gran inestabilidad vinculados a la llegada de los sarracenos, tal y como ocurre en numerosos lugares próximos al curso alto del río Ebro y sus afluentes entre el sur de la provincia de Cantabria, norte de Burgos, Álava y La Rioja.

Además de por Ana Isabel Ortega, el equipo de excavación ha estado formado por Pilar Fernández, Sofía de León y Raquel Lorenzo, restauradoras del CENIEH y Miguel Ángel Martín. Con ellos ha colaborado Aitor Fernández operario del Ayuntamiento de la Merindad de Sotoscueva, así como los guías de la Cueva de San Bernabé, Clara López, Alberto Gómez y Eduardo Sainz Maza. También prestaron su apoyo Josu Riezu y Txus Riezu.

Una vez realizada la excavación y recuperados los restos humanos, estos serán consolidados y restaurados en el CENIEH. Posteriormente serán objeto de datación, estudios morfométricos y de paleopatologías, así como de isótopos en los que participarán Ana Belén Marín y Borja González, investigadores del Grupo de I+D+i EvoAdapta de la Universidad de Cantabria.

Enclave cumbre del cristianismo

La Cueva de San Bernabé, se convirtió en un lugar cumbre del cristianismo durante la Alta Edad Media, como centro religioso y de peregrinación, con la fundación de un templo dedicado a San Tirso y San Bernabé, en un proceso de apropiación de la antigua sacralidad pagana del enclave kárstico de las cuevas de Ojo Guareña, íntimamente ligado al proceso de formación del origen de Castilla.

El Ayuntamiento de la Merindad de Sotoscueva y la Diputación Provincial de Burgos ha financiado esta excavación enmarcada en el proyecto de investigación Dataciones arqueológicas de Ojo Guareña, autorizado y patrocinado por la Junta de Castilla y León a través de un convenio de colaboración con la Fundación Atapuerca.

Fuente: cenieh.es | 13 de septiembre de 2021

Descubren el manuscrito de un fraile milanés que habla de América 150 años antes de Cristóbal Colón

El fraile Galvano Fiamma según un códice de 1438. Comune di Milano

A mediados del siglo XIV, unos 150 años antes del histórico viaje de Cristóbal Colón, ya había rumores en Italia de la existencia de una tierra desconocida al oeste de Groenlandia. Así lo anotó el fraile milanés Galvano Fiamma en su Cronica universalis, un texto medieval del que solo ha sobrevivido una copia y que pertenece a un coleccionista estadounidense —lo compró en una subasta de Christie's en 1996 por 14.950 dólares—. La obra inédita acaba de ser estudiada por un equipo de investigadores de la Universidad de Milán, que ha encontrado "una asombrosa referencia" a Marckalada (sic), "reconocible como el Markland mencionado por algunas fuentes islandesas" de la época vikinga. Los especialistas en la historia nórdica han identificado este lugar como una parte de la costa atlántica de América del Norte.

Es decir, se trata de la primera mención del continente americano en la región mediterránea, y provoca un salto temporal enorme con el descubrimiento colombino de 1492: los artífices del hallazgo, publicado en la revista Terrae incognitae, apuntan que el dominico tuvo que escribir esta obra en torno a 1340. ¿Cómo pudo haber recabado esta información? La principal hipótesis es que Fiamma, un conocido cronista que mantuvo contacto con la ciudad de Génova a lo largo de su vida, escuchó estas historias de boca de los marineros que comerciaban con las regiones del norte de Europa.

El texto del fraile historiador, según la traducción que han realizado los investigadores, dice así: "Los marineros que surcan los mares de Dinamarca y Noruega dicen que más allá de Noruega, hacia el norte, se encuentra Islandia. Más allá hay una isla llamada Groenlandia; y más al oeste hay una tierra que se llama Marckalada. Los habitantes del lugar son gigantes: hay edificios de piedras tan grandes que ningún hombre podría ponerlos en su lugar, si no gigantes muy grandes. Allí crecen árboles verdes y viven muchos animales y pájaros. Pero nunca ha habido ningún marinero que haya podido conocer con certeza noticias sobre esta tierra y sus características".

La noticia de la existencia de tierras más allá del Atlántico nunca se había documentado hasta ahora fuera de Escandinavia. Según las sagas nórdicas, como la de Erik el Rojo, unas historias confirmadas por la arqueología, los vikingos llegaron a Terranova, a la que llamaron Vinlandia, en torno al año 1000 —el primer viaje al llamado Nuevo Mundo habría sido liderado por Leif Erikson y no por Cristóbal Colón—. En concreto, Markland se ha identificado como una zona más al norte, más próxima a Groenlandia. Esas travesías se habrían dado a conocer, por lo tanto, a través del boca a boca de los navegantes que comerciaban a lo largo de la costa atlántica europea.

Desembarco de Colón en América pintado por Dióscoro Puebla (1862) Museo del Prado

Publicación del texto

"Este asombroso descubrimiento es la primera referencia que circula en el Mediterráneo sobre el continente americano, y si Colón estuvo al tanto de lo que sabían estos marineros le pudo haber convencido de emprender su viaje", ha valorado Paolo Chiesa, profesor de literatura medieval en la Universidad de Milán y director del proyecto. La posibilidad de que el almirante genovés buscase esas tierras desconocidas de forma intencionada no se sostiene con el hecho de que hasta el mismísimo día de su muerte, el 20 de mayo de 1506, defendió cabezudamente que había llegado a Asia y no a lo que sería bautizado como América.

"La mención de América es solo una de las sorpresas que se escondía la 'Cronica universalis' de Galvano Fiamma, aunque probablemente sea la más asombrosa", ha añadido el investigador del Departamento de Estudios Literarios, Filológicos y Lingüísticos de la Universidad de Milán. "Se trata de una obra inédita, sobre la que construimos un proyecto educativo en el que han colaborado varios alumnos realizando la traducción del manuscrito y la interpretación limpia del texto. Ellos han aprendido mucho de esta experiencia y ahora también tienen la satisfacción de ver que su trabajo se salda con un resultado científico sorprendente".

'Leif Erikson descubre América', por Christian Krohg (1893). Wikimedia Commons

La parte de la crónica medieval que contiene la mención de América fue traducida por Giulia Greco, doctorando en la Universidad de Trento. "El manuscrito está elaborado en una escritura gótica del norte de Italia, no siempre fácil de descifrar. Además de la transcripción de la parte del texto que le fue asignada, cada alumno tuvo que identificar las fuentes utilizadas por Galvano para la información que recogió. Para la frase 'americano', en particular, no se han identificado fuentes de libros, por lo que hay que creer a Galvano cuando dice que estaba recogiendo información oral", ha señalado la investigadora.

La próxima fase del proyecto de investigación consiste en la publicación de la Cronica universalis en su totalidad, un trabajo de edición coordinado por Federica Favero. "El manuscrito se conserva en Estados Unidos y es de propiedad privada. Por lo tanto, era necesario ir al sitio: el propietario nos autorizó a fotografiar todo el códice y trabajamos sobre la base de estas fotografías", ha detallado.

"Ahora se trata de estandarizar las transcripciones producidas por las tesis a un modelo editorial científico, de profundizar en los puntos oscuros restantes y aportar al texto el comentario necesario; una vez hecho esto, la Cronica universalis estará disponible para todos, como se merece". Una obra que puede cambiar la historia.

Fuente: elespanol.com | 18 de septiembre de 2021

Una nueva investigación en el yacimiento de la Cueva del Gigante de Sitges amplía el periodo de ocupación neandertal

Los restos neandertales de la Cova del Gegant son más antiguos de lo que se creía (EFE)

La Universidad de Barcelona ha llevado a cabo una nueva investigación sobre los restos humanos encontrados en el yacimiento de la Cueva del Gigante, en Sitges. Ese estudio establece que los neandertales ocuparon la cueva durante un periodo de tiempo mucho más largo del que se pensaba hasta ahora: si se creía que habían vivido neandertales hace 50.000 años, ahora el periodo se amplía a entre 94.000 y 59.000 años.

La investigación, publicada en Quaternary Science Reviews, también subraya "el papel de la cueva dentro de la ruta del litoral mediterráneo, que durante los periodos más fríos del paleolítico se convirtió en un corredor natural para animales y humanos y evitar atravesar por las montañas del Pirineo".

En el yacimiento de la cueva del Gigante se han encontrado hasta ahora cinco restos de neandertal de cuatro individuos diferentes, los últimos de los cuales tuvieron lugar en 2015. Joan Daura y Montserrat Sanz, los arqueólogos que lideran la investigación, explican que "con este nuevo trabajo de datación, hemos podido establecer que la cueva fue ocupada por los neandertales durante un periodo de tiempo mucho más largo del que se pensaba".

Fósiles hallados en Sitges de 55.000 años de antigüedad y que corresponden a un niño.

Tres etapas para el yacimiento

Además, los investigadores precisan que se sabe que los restos de neandertal fueron depositados en dos momentos concretos y en espacios diferentes de la cueva: hace entre 72.000 y 67.000 años se depositaron los restos de un niño en el fondo de la cueva, y posteriormente, hace entre 60.000 y 52.000 años, se dejaron los restos de dos individuos más en la galería más próxima al mar.

Otro hito de la investigación es que demuestra que los humanos modernos también habían ocupado esta cueva, mientras que hasta ahora solo se habían encontrado evidencias correspondientes a grupos neandertales; y aunque no se han encontrado restos óseos de estos humanos modernos, sí que se han documentado vestigios de las actividades que llevaron a cabo, como por ejemplo las hogueras.

La datación que ahora se publica establece tres etapas para el yacimiento: la ocupación por los neandertales (hace 94.000-59.000 años); una intermedia en la que ya se empiezan a encontrar evidencias de actividades de humanos modernos de las fases del Châtelperroniense y el Auriñaciense (hace 43.000-39.000 años); y la última etapa (hace 34.000-32.000 años), que también correspondería a una ocupación de humanos modernos del final del Auriñaciense hasta el Gravetiense.

Para conseguir esta cronología, los investigadores han hecho un programa de dataciones exhaustivo, y utilizado métodos de datación como el del uranio-torio y la datación por luminiscencia (OSL), que se habían empleado antes en el yacimiento, pero ahora con técnicas nuevas que permiten más precisión y fiabilidad.

Actualmente la cueva está parcialmente inundada a consecuencia de las oscilaciones del nivel del mar, pero en las fases más frías del paleolítico, el nivel del Mediterráneo se encontraba entre 80 y 120 metros por debajo del actual, de forma que dejaba al descubierto una gran plataforma costera al pie de la cual se encontraba la cueva. Por eso, los investigadores advierten que "el yacimiento está amenazado por el calentamiento global del planeta y, en especial, por la subida del nivel del mar".

Fuente: elcofidencial.com | 17 de septiembre de 2021

La reconstrucción de la 'Casa de la arpista', una lujosa residencia romana en Arlés (Francia)

Situado en la margen derecha del Ródano, el solar de La Verrerie, adquirido por la ciudad de Arlés (Francia) en 1978, ha sido objeto de varias intervenciones arqueológicas en los últimos años que han sacado a la luz lujosas mansiones urbanas de época romana (domus), que fueron abandonadas tras un devastador incendio que tuvo lugar hacia el año 260 d.C. La reanudación entre 2014 y 2017 de las excavaciones por parte del Museo Departamental de Antigüedades y por el INRAP (Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas) de Arlés permitió identificar niveles inéditos en este distrito y exhumar la que ha sido bautizada por los arqueólogos como la 'Casa de la arpista', una mansión romana cuyos lujosos frescos son objeto de un ambicioso programa de estudio y restauración.

Panorámica de las excavaciones en La casa de la arpista en 2017. Foto: M.-P. Rothé MDAA-Inrap

UNA CASA SUNTUOSAMENTE DECORADA

Esta residencia recibe su nombre por una de las figuras que aparecen representadas en sus muros: una mujer tocando un instrumento parecido a un arpa. Con una superficie excavada de 105 metros cuadrados, la domus se distingue por su temprana datación, su carácter lujoso y el excepcional estado de conservación de sus paredes. Fue construida entre los años 70-50 a.C., antes de que la colonia romana de Arlés adquiriese la importancia que tendría posteriormente debido sobre todo a su situación estratégica, situada sobre el río Ródano. Fue levantada por artesanos procedentes de Italia que construyeron la casa utilizando técnicas típicamente romanas, como muros de mampostería, tejados sobre los techos y pavimentos de ladrillos pequeños colocados en forma de espiga (opus spicatum).

Pintura de la arpista que da nombre a la casa. Foto: Rémi Bénali, Inrap

Con una planta tradicional de finales de la república romana, el atrio de la 'Casa de la arpista' incluye una galería que rodea un gran patio, con un impluvium (una especie de estanque para captar el agua de lluvia), al que se abren una serie de estancias, dos de las cuales han sido totalmente excavadas. La decoración de una de las habitaciones sugiere que fue un comedor (triclinio) o un dormitorio (cubículo). La segunda sala, en gran parte abierta al atrio y con suntuosas decoraciones pintadas, solo pudo haber sido una sala de recepción. La casa fue destruida entre los años 50 y 40 a.C., unos veinte años después de su construcción, aunque se conservaron los muros con frescos. Al parecer, el edificio fue reconstruido en tres ocasiones y sus propios escombros se utilizaron como material de relleno.

Decoración de la antesala. Foto: J. Boislève, Inrap-MDAA

MONTAR UN PUZLE

Las pinturas, en un notable estado de conservación, aparecieron tanto en su lugar en las paredes como en miles de fragmentos ​​entre los materiales de relleno. En total, los arqueólogos han llenado 800 cajas de fragmentos pintados. En el marco de una colaboración establecida en 2014 con el INRAP, el estudio de este material arqueológico se encomendó a Julien Boislève, toicografólogo (especialista en murales y estucos), en colaboración con arqueólogos y restauradores del museo, dirigidos por Marie-Pierre Rothé.

Mesas sobre las que se disponen los fragmentos de muros pintados. En primer plano, Marie-Pierre Rothé y Julien Boislève. Foto: Rémi Bénali, Inrap-MDAA

Desde abril de 2021, la reconstrucción de las decoraciones pictóricas de la 'Casa de la arpista', que ocuparon una superficie de unos 220 metros cuadrados, se lleva a cabo en el corazón del museo, en la sala de exposiciones temporales, donde los fragmentos de frescos (algunos realmente minúsculos) se distribuyen en hileras de mesas. Sentados ante ellas, los arqueólogos intentan, pedacito a pedacito, dar forma a este intrincado puzle. Al mismo tiempo, el taller de conservación y restauración del museo efectúa un tratamiento preliminar a las paredes pintadas extraídas del yacimiento; también se están realizando investigaciones sobre el color rojo bermellón para evitar su ennegrecimiento.

Decoraciones murales en la alcoba. Foto: J. Boislève, Inrap-MDAA.

En esta fase del estudio, los expertos han reconocido al menos seis decoraciones diferentes, aunque todas ellas son testigos del lujo y la ostentación de que hizo gala el propietario de esta casa. Las pinturas se relacionan con el segundo estilo pompeyano, que se caracteriza sobre todo por sus arquitecturas pintadas. Solo los personajes más ricos del lugar, totalmente imbuidos de cultura romana, tenían los medios económicos necesarios para poder traer desde Italia a la Galia talleres de prestigio. Las decoraciones del segundo estilo son muy raras en Francia, y en ningún otro yacimiento del país se había localizado hasta ahora un conjunto tan grande, diverso y de tan alta calidad como el encontrado en La Verrerie. En unos quince yacimientos en todo el país, como en Saint-Rémy-de-Provence, Nimes o Narbona, se han hallado asimismo ejemplos del segundo estilo, aunque mucho menos completos.

Pintura de un capitel corintio. Detalle decorativo de la antesala. Foto: J. Boislève, Inrap-MDAA

ARQUITECTURAS PINTADAS Y UNA MEGALOGRAFÍA

Una de las estancias de la casa, estudiada este año, presenta una decoración de inspiración arquitectónica que la divide en dos espacios distintos (antesala y alcoba). La ornamentación de los muros imita una gran arquitectura pintada. En las pinturas de la antesala predominan los tonos amarillentos y la alcoba presenta una decoración más elaborada y con colores mucho más brillantes. En la antesala, la parte inferior del muro imita un podio de mármol gris que soporta unas pesadas columnas amarillas, mientras que hileras de bloques de colores ocupan la parte superior. Por su parte, en la alcoba la decoración es muy similar, pero desarrollada con una policromía más lujosa. La parte inferior de las paredes recrea un podio de colores brillantes realzado con rosetas trazadas en rojo burdeos. Unos ricos paneles que imitan el mármol ocupan el área central, coronados por filas de bloques igualmente relucientes y en los que se inserta un delicado friso de amorcillos cazadores.

Friso de amorcillos cazadores. La sala de recepción. Foto: Rémi Bénali, Inrap-MDAA.

Las pinturas de la sala de recepción, donde apareció el fresco de la arpista, se estudiarán en 2022. Esta espléndida estancia incluye otro tipo de decoración que hasta la fecha era desconocida en la Galia: una galería de grandes figuras (entre las que se incluye la arpista) colocadas sobre pedestales y que emergen sobre un fondo rojo bermellón. La tañedora de arpa va acompañada de otros personajes que sin duda forman parte de una procesión báquica. Este tipo de decoración compuesta por grandes figuras se conoce como "megalografía". En Italia se conocen algunos ejemplos (si bien son raros) de figuras de este tipo sobre un fondo rojo bermellón, como en el caso de la Villa de los Misterios de Pompeya. En cambio en Francia esta clase de decoraciones (y además en tan buen estado de conservación) representa una auténtica novedad.

"Es exactamente como un rompecabezas… salvo, claro, que no tenemos el modelo original del cual partir, ni todas las piezas, lo que significa que es un trabajo muy paciente. Es un gran esfuerzo, pero tenemos la suerte de contar con gran cantidad de piezas de la decoración de buena calidad, lo cual es inusitado", concluye un entusiasmado Boislève.

Fuente: nationalgeographic.com.es | 17 de septiembre de 2021

Encuentran evidencias en Marruecos de que los humanos fabricaban ropa hace 120.000 años

Los carnívoros fueron despellejados para obtener pieles y luego se usaron herramientas de hueso para preparar las mismas Crédito: Jacopo Niccolò Cerasoni, 2021

Un nuevo estudio dirigido por el paleoantropólogo Curtis Marean, de la Universidad Estatal de Arizona (ASU), y la graduada de doctorado de la ASU y miembro del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana, en Alemania, Emily Hallett detalla más de 60 herramientas hechas de hueso, así como una hecha con el diente de un cetáceo, lo que incluye a ballenas, delfines y marsopas. Estos hallazgos, desenterrados por primera vez en la cueva de los Contrabandistas, en Marruecos, en 2011, son una evidencia indirecta muy sugerente de la ropa más antigua en el registro arqueológico y atestiguan el surgimiento panafricano de una cultura compleja y la fabricación de herramientas especializadas.

La cueva de los Contrabandistas, El Mnasra y Dar es-Soltan I son cuevas costeras con herramientas de hueso en depósitos arqueológicos estratificados en la región de Témara de Marruecos.

“Nuestro estudio agrega otra pieza a la larga lista de comportamientos humanos característicos que comienzan a aparecer en el registro arqueológico de África hace unos 100.000 años”, dice Hallet (izquierda).

La invención de la ropa y el desarrollo de las herramientas necesarias para crearla son hitos en la historia de la humanidad. No solo son indicativos de avances en la evolución cultural y cognitiva, los arqueólogos también creen que fueron esenciales para permitir que los primeros humanos se expandieran desde África durante el Pleistoceno a distintos entornos con nuevos desafíos ecológicos. Sin embargo, dado que es muy poco probable que las pieles y otros materiales orgánicos utilizados para hacer ropa se pudieran haber conservado en el registro arqueológicos, el origen de la ropa aún se conoce escasamente. Estudios anteriores, que analizaron el ADN de los piojos de la ropa han sugerido que la ropa puede haber aparecido hace 170.000 años

El estudio actual, publicado esta semana en iScience, informa sobre un conjunto de huesos trabajados encontrados cerca de la costa atlántica de Marruecos, y proporciona una fuerte evidencia de la fabricación de ropa desde hace 120.000 años.

Si bien se desconoce el propósito de muchas de las herramientas, el equipo encontró objetos de extremos anchos y redondeados conocidos como espátulas, las cuales se fabricaron a partir de costillas de bóvidos. “Las herramientas en forma de espátula son ideales para raspar y, por lo tanto, eliminar los tejidos conectivos internos de cueros y pieles durante el proceso de trabajo delas mismos, ya que no los perforan”, detalla Hallet.

Fotografías e ilustración de la herramienta de hueso en forma de espátula

Los huesos de zorro de arena, chacal dorado y gato montés contenían más pistas, mostrando marcas de corte asociadas con la eliminación del pelaje.

"El conjunto de herramientas hallado en la cueva de los Contrabandistas reemplaza ahora a la cueva de Blombos, en Sudáfrica, como sede del conjunto de herramientas óseas más antiguo", dice Marean (derecha), quien es director asociado del Instituto de Orígenes Humanos en la Universidad Estatal de Arizona y profesor en la Escuela de Evolución Humana y Cambio Social, así como profesor honorario y Director Adjunto Internacional del Centro Africano de Paleociencia Costera de la Universidad Nelson Mandela.

Como parte de su investigación con el Instituto de Orígenes Humanos y el Grupo de Investigación de Evolución Panafricana 'Lise Meitner', en el Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana (MPI-SHH), Hallett estaba estudiando los restos de vertebrados hallados en los depósitos de la Cueva de los Contrabandistas, los cuales datan de entre hace 120.000 a 90.000 años.

"Este fue un período de tiempo crítico y un buen lugar para los primeros miembros de nuestra especie", dice Hallett, "Yo estaba principalmente interesado en reconstruir la dieta y el nicho de hábitat de las gentes que usaron esta cueva".

Etapas de fabricación de herramientas óseas de espátula

Entre los aproximadamente 12.000 fragmentos de hueso hallados, Hallett encontró más de 60 huesos de animales que habían sido moldeados por humanos para usarlos como herramientas. Al mismo tiempo, identificó un patrón de marcas de corte en huesos de carnívoros que sugerían que, en lugar de procesarlos para obtener carne, los ocupantes de la cueva de los contrabandistas los despellejaban para obtener pieles.

Hallett comparó las herramientas y las identificó con otras del registro arqueológico. Descubrió que tenían las mismas formas y marcas de uso que las herramientas de trabajo del cuero descritas por otros investigadores.

"La combinación de huesos de carnívoros con marcas de desollado, y la elaboración de herramientas de hueso probablemente utilizadas para el procesamiento de pieles, proporciona una evidencia indirecta muy sugerente de fabricación de ropa, la más antigua en el registro arqueológico", dice Hallett, "pero, dado el nivel de especialización en este conjunto, estas herramientas son probablemente parte de una tradición más amplia con ejemplos anteriores que aún no se han encontrado".

Huesos de zorro desollados hallados en la cueva de los Contrabandistas (Marruecos).

También escondida entre los fragmentos de hueso estaba la punta de un diente de una ballena o un delfín con marcas consistentes con el uso, tal como escamas de presión, una herramienta que se usa para dar forma a herramientas de piedra. Dada la edad del hallazgo, esto representa el uso documentado más temprano de un diente de mamífero marino por parte de los humanos y el único mamífero marino verificado que queda del Pleistoceno en el norte de África.

"Una vez más, vemos que tecnologías complejas como las herramientas de huesos sólo se asocian con adaptaciones acuáticas en el lugar que dio origen a los humanos modernos", señaló Marean. "La costa fue crucial".

La cueva de los Contrabandistas en la costa atlántica de Marruecos, donde se encontraron las herramientas óseas. Fotografía: Contrebandiers.

"Las herramientas de huesos de la cueva de los Contrabandistas demuestran que hace aproximadamente 120.000 años, el 'Homo sapiens' comenzó a intensificar el empleo de huesos para fabricar herramientas formales y usarlas para tareas específicas, incluido el trabajo del cuero y la piel", resume Hallett. "Esta versatilidad parece estar en la raíz de nuestra especie y no es una característica que surgiera después de las expansiones por Eurasia".

Ahora bien, Hallett agregó que creía que los neandertales europeos y otras especies hermanas hacían ropa con pieles de animales mucho antes de hace 120.000 años, sobre todo porque vivían en ambientes templados y fríos.

En el futuro, Hallett espera colaborar con otros investigadores para identificar patrones de desollado comparables con los conjuntos que estudian y obtener una mejor comprensión de los orígenes y la difusión de este comportamiento.

Fuentes: phys.orgtheguardian.com | 16 de septiembre de 2021