CHINOS EN LONDINIUM: ¿Qué hacían dos chinos viviendo y muriendo en el Londres romano?

Foto: Los investigadores examinaron la morfología de los cráneos (en la foto) encontrados en el cementerio de Lant Street, a fin de averiguar su ascendencia, mientras que el análisis de isótopos de los dientes reveló detalles acerca de su dieta y el lugar en el que crecieron.

En las ciudades de la antigua Roma convivían culturas y pueblos, en sus calles podían escucharse decenas de lenguas que se mezclaban con olores de comida de todo el mundo. En los tiempos del politeísmo, los diferentes dioses se confundían y multiplicaban. Los viajes eran frecuentes y, muchas veces, lejanos. Sin embargo, un reciente descubrimiento puede ampliar todavía más esas fronteras.
Un equipo de Museo de Londres ha investigado el origen de 22 individuos que fueron enterrados en un antiguo cementerio situado en el sur de la ciudad utilizado entre los siglos II y IV de nuestra era y se han llevado una tremenda sorpresa: dos ellos provenían casi con toda seguridad de Asia, probablemente de China. ¿Qué hacían dos chinos viviendo y muriendo en el Londres romano? Es un misterio al que, por ahora, la arqueología no puede responder sólo señalar que estuvieron allí.

"Estudiamos la morfología de los esqueletos", explica por correo electrónico la arqueóloga Rebecca Redfern (izquierda), conservadora del Museo de Londres y responsable de la investigación en el cementerio de Lant Street, y que ha sido publicada en el Journal of Archaeological Science. "Hemos utilizado técnicas macromorfoscópicas [un análisis forense que permite determinar los ancestros analizando la forma de la cara y otras aspectos morfológicos] y los hemos comparado con poblaciones actuales. Nuestros resultados nos muestran que tienen ancestros asiáticos y que estas dos personas no pasaron sus infancias en Inglaterra. Cuando nos lleguen los resultados genéticos sabremos con certeza si son asiáticos, pero por los datos que manejamos ahora estos individuos están más cerca de poblaciones japonesas o chinas que de cualquier otro lugar”.


No es la primera vez que aparecen asiáticos en el antiguo Imperio —en 2010 se realizó un hallazgo muy similar en Vagnari, en el sur de Italia, confirmado además por el ADN—; pero hasta ahora nunca habían sido encontrados en Gran Bretaña, que entonces se encontraba en la frontera occidental de Roma.

Las relaciones entre Asia y Roma existían sin duda, porque las dos potencias intercambiaban bienes y eran conscientes de su existencia mutua, pero las pruebas arqueológicas son mínimas y muchas veces discutidas. De hecho, algunos expertos como la bioarqueóloga de la Universidad de West Florida, Kristina Killgrove (derecha), han pedido prudencia hasta que se conozcan los resultados genéticos definitivos. Pese a ello, en un artículo publicado en la revista Forbes "asegura no tener dudas de que personas de ascendencia asiática vivieron en diferentes lugares del Imperio".

"Hemos realizado numerosos estudios de esqueletos de la época romana encontrados en Londres para determinar su origen y han revelado que los residentes de Londinium tenían ancestros que provenían de una enorme variedad de lugares de todo el Imperio, que incluyen el Mediterráneo, el norte de África y ahora Asia", explica Redfern para explicar que se trata de un hallazgo raro, pero tampoco extraordinario en una civilización que era realmente global.

Foto: Uno de los esqueletos encontrados en el cementerio de Lant Street, Southwark (Museo de Londres)

Las evidencias más sólidas de las relaciones entre China —entonces en manos del dinastía Han— y el Imperio romano provienen de Asia: la principal prueba es un relato chino del año 166 de nuestra era que recoge la llegada de un embajador de Marco Aurelio, emperador de 161 a 180. La leyenda de la legión perdida, en cambio, nunca ha logrado ser corroborada con la arqueología: esta teoría, defendida entre otros en los años cincuenta por el sinólogo de Oxford, Homer Dubs, y sobre la que Santiago Posteguillo ha escrito una novela que lleva precisamente ese título, es tan apasionante como etérea. Según esta historia, una de las legiones que Craso comandó contra los partos, derrotada en la batalla de Carras (53 a. C., todavía en la República), acabó en las estepas asiáticas. Hace diez años se presentó una investigación del ADN la población china de Liqian, una localidad situada en el borde del desierto del Gobi, cuyos habitantes poseen un 56% de genes caucásicos y presentan rasgos extrañamente occidentales. ¿Son los descendientes de aquellos legionarios? También los habitantes de un valle de Pakistán dicen provenir de los soldados de Alejandro Magno (de cuya presencia sí aparecieron, en cambio, sólidas pruebas como la ciudad de Aï Khanun en Afganistán).

Londinium (ilustración) fue el centro del imperio romano en Gran Bretaña, pero a lo largo del río, hacia el sur, había una pequeña zona suburbana que luego se convertirían en Southwark.


Los arqueólogos desenterraron alrededor de 22 esqueletos en el cementerio de Lant Street, Southwark (en la foto).

Los romanos llamaban a los chinos 'Seres', el pueblo de la seda, porque este producto estaba en la base de su comercio: enormemente codiciada y valiosa en el Imperio, el secreto de su producción no llegó a Occidente hasta el siglo VI a través de Bizancio. Tal vez aquellos chinos de Londres eran comerciantes, tal vez embajadores, tal vez esclavos, tal vez ni siquiera eran chinos. En cualquier caso, el hallazgo del cementerio de Lant Street no hace más que agrandar el misterio.


Fuentes: elpais.com | Mail Online | 30 de septiembre de 2016

Arqueólogos descubren los rastros de los “argentinos” más antiguos en Buenos Aires

Hace unos 14.000 años, un grupo de Homo sapiens persiguió hasta cazar un caballo extinto (Equus neogeus) y perezoso gigante (Megatherium americanum) a lo largo de la orilla de un lago cerca de Tres Arroyos (Buenos Aires).

Decidieron comenzar la faena de los animales en el lugar de la caza, pero luego llevaron las extremidades hasta una loma. Allí continuaron con la carneada, ayudados por grandes herramientas de piedra para fracturar los huesos, y otras más pequeñas para la carne y la piel.

Las pruebas de esta escena prehistórica fueron halladas y estudiadas por Gustavo Politis, investigador del Conicet y de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Unicen).

A la fecha, constituyen el poblamiento humano más antiguo de Argentina y uno de los más viejos y mejor documentados del extremo sur de América.

El trabajo fue publicado ayer en la revista científica Plos ONE. Este hallazgo, junto con el de otros sitios, confirma que hubo un poblamiento temprano de América del Sur.

Los otros autores del trabajo son María Gutiérrez y Daniel Rafuse, del Unicen, y Adriana Blasi, del Museo de Ciencias Naturales de La Plata.

El sitio arqueológico se llama Arroyo Seco II y está ubicado a cinco kilómetros de la ciudad de Tres Arroyos, en el sur de la provincia de Buenos Aires.

Hace años que Politis y sus colegas estudian el lugar. Esta vez, lograron datar con un método seguro (espectrometría de masas) los huesos de la fauna cazada por los antiguos pobladores.

“Esta nueva datación se suma a otras y confirma la presencia humana en la pampa argentina hace 14 mil años”, asegura Politis, quien en 2015 fue premiado como Investigador de la Nación por la Presidencia.

Este hallazgo, junto con otros sitios de América del Sur, indica que los seres humanos llegaron al cono sur antes de que se estableciera la cultura clovis en América del Norte (entre 11.250 y 10.600 años atrás), la cual marcó por varias décadas el paradigma del poblamiento americano.

El sitio sudamericano más famoso y antiguo es Monte Verde, en el sur de Chile. Tiene una antigüedad de entre 14.500 y 18.500 años.

Foto: Politis asegura que si bien no encontraron restos humanos en Arroyo Seco II, pudieron demostrar su presencia gracias al análisis de herramientas de piedra y restos de animales cazados.

Pistas humanas
Encontraron que los huesos de algunas especies de mamíferos se concentran en un área específica del sitio destinada a la faena.

El examen microscópico reveló que algunos huesos contenían fracturas muy probablemente causadas por herramientas de piedra. Fueron fechados entre 14.064 y 13.068 años de antigüedad.

Politis le resta importancia a que sea el sitio más antiguo de Argentina. “Las dataciones son una curva de probabilidad y hay muchos factores que intervienen. No es un número mágico e inamovible, sino que representa un rango dentro del cual hay altas probabilidades de que pueda haber ocurrido el evento que queremos datar”, reconoce.

Y explica que hay varios sitios en la Patagonia (Piedra Museo, Cueva Casa del Minero y Cerro Tres Tetas) que tienen edades cercanas a los 13 mil años, es decir, un poco más recientes.

“Todos estos sitios representan a cazadores recolectores que estaban llegando a estas tierras, con una tecnología para hacer herramientas de piedra. Cazaban guanacos y otros animales ya extintos”, explica.

Entre los 13.000 y 12.000 años, ya hay muchos más sitios arqueológicos datados en casi todas las regiones de Argentina.

“Esto indica que hace unos 12 mil años todo el territorio argentino estaba ocupado y sugiere que los primeros cazadores recolectores que llegaron al cono sur de América ocuparon muy rápidamente todos los ambientes”, explica Politis.

Argentina ya estaba toda poblada hace 12.000 años

Muchos sitios arqueológicos fueron datados en esa fecha.

Politis entiende que los primeros cazadores recolectores que llegaron al cono sur de América ocuparon muy rápidamente todos los ambientes de la región y cazaron varias especies de la megafauna que habitó estas tierras.

Fuente: lavoz.com.ar | 29 de septiembre de 2016

Arqueólogos israelíes descubren que el rey Ezequías destruyó cultos

Foto: La estructura de la puerta, a la izquierda, se expone en el Parque Nacional de Laquis. Crédito: Guy Fitoussi, cortesía de la Autoridad de Antigüedades de Israel

Arqueólogos israelíes creen que tienen evidencias de que el rey Ezequías realmente destruyó los lugares altos y los ídolos en Israel, tal como se describe en la Biblia, en el libro 2 de Reyes.
Clasificándolo como “un descubrimiento importante e inusual”, la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI), dijo que las excavaciones en el Parque Nacional de Laquis (Tel Lakhish) en el centro de Israel, revelaron una “puerta-santuario” del periodo del Primer Templo, alrededor siglo VIII a.C.
Se trata de las ruinas de la mayor puerta descubierta en el país. “El tamaño es consistente con el conocimiento histórico y arqueológico que tenemos, de que Laquis era una gran ciudad, una de las más importantes después de Jerusalén”, dijo el director de la excavación, Sa’ar Ganor.

En el texto de 2 Reyes 18: 4, se lee sobre el rey Ezequías: “El quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Astarot, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán”.
De acuerdo con la narración bíblica, todo ocurrió a las puertas de la ciudad, donde los ancianos, los jueces, los gobernadores, los reyes y los funcionarios, se sentaban en los bancos.

La excavación ofrece evidencias de los relatos bíblicos de que los ancianos, los jueces, gobernadores y reyes, se sentaban en bancos de la puerta de la ciudad.

Según publica CBN News, las ruinas de estos bancos también fueron encontradas en esta excavación, dijo Ganor. Los trabajos arqueológicos se desarrollan conjuntamente con la Universidad de Tel Aviv. La puerta de la ciudad de Laquis medía alrededor de 24,5 x 24,5 metros, y 4 metros de altura, y cuenta con seis cámaras, tres en cada lado, con la calle principal que pasa entre ellas. Está siendo restaurada y pronto podría estar abierto al público para su visita.


Hallazgo confirma otro relato bíblico

Artefactos descubiertos en el sitio proporcionan pistas sobre la forma en que se utilizaron hace 2.800 años. Los bancos, con apoyabrazos, estaban en la primera cámara. A los pies de los mismos se han descubierto muchos jarros, cucharas y recipientes con inscripciones en sus asas del nombre de un funcionario o de un sello LMLK que indica que pertenecían al rey.

Durante la excavación se descubrieron muchos artefactos de la época del Primer Templo: lámparas de aceite, sellos sobre los frascos e incluso puntas de flecha.


Un miembro del equipo inspecciona el asa de un frasco con la inscripción lmlk hbrn , lo que significa que pertenece al rey de Hebrón.


Los sellos indican a los dueños de los artículos. Con la inscripción "Avadi lnhm" es probable que se refiera a un funcionario de alto nivel del gobierno judaíta.

La AAI dijo que los artefactos encontrados revelan los preparativos militares y administrativos de Judá en su guerra contra el rey asirio Senaquerib en el siglo VIII a.C. En el caso, los sellos reales son iguales a los del rey Ezequías descubiertos en Jerusalén, que muestran el mismo diseño en una de sus dos asas.

Puntas de flechas halladas en la excavación proporcionan evidencia de conflicto entre los asirios y los hijos de Judá en la puerta de la ciudad.

Ganor señala que se sorprendieron al encontrar dos altares de cuatro cuernos truncados. Resulta claro para los investigadores que dichos cuernos, que eran donde se ataban las ofrendas, fueron “intencionadamente destruidos”. Para el director de la excavación, “ésta es probablemente la evidencia más clara de la reforma religiosa atribuida al rey Ezequías, cuando los lugares de culto construidos fuera de la capital fueron destruidos”.


El equipo extrayendo uno de los altares con sus cuatros cuernos en las esquinas truncados.

Ganor señala que se sorprendieron al encontrar dos altares de cuatro cuernos truncados. Resulta claro para los investigadores que dichos cuernos, que eran donde se ataban las ofrendas, fueron “intencionadamente destruidos”. Para el director de la excavación, “ésta es probablemente la evidencia más clara de la reforma religiosa atribuida al rey Ezequías, cuando los lugares de culto construidos fuera de la capital fueron destruidos”.

Además de cortar los cuernos del altar, al parecer Ezequías puso una especie de inodoro en el lugar más sagrado, sellando así el fin de la adoración en los lugares altos. Esto fue la “mayor profanación” posible contra el culto de Astorot. De hecho, el inodoro era una silla en forma de piedra con un agujero en el centro. Fue sólo simbólica, ya que las pruebas mostraron que nunca fue utilizado.

Los expertos piensan que un inodoro se colocó en este lugar para poner fin a la adoración del culto en el santuario de la puerta.

Los funcionarios israelíes celebraron el descubrimiento. La Ministra de Cultura y Deporte Miri Regev, dijo que “este descubrimiento se une a una larga lista de otros hallazgos que aclaran nuestro pasado histórico, un pasado que se manifiesta en el suelo de nuestro país y en los escritos del Libro de los Libros: La Biblia, el libro que fundó al pueblo judío”.



Fuentes: noticiacristiana.com | Live Science | 29 de septiembre de 2016

El Museu d'Arqueologia de Catalunya abre una exposición sobre el vino en la antigua Grecia

El Museu d'Arqueologia de Catalunya de Barcelona ha inaugurado este jueves la exposición 'El vino griego. De la antigüedad a las bodegas catalanas actuales', que explica el proceso por el que el vino llegó a protagonizar la vida social, política y religiosa de la antigua Grecia y la adaptación de esta tradición a la actualidad.

El director general de Archivos, Bibliotecas, Museos y Patrimonio de la Generalitat, Jùsep Boya, y el director del museo, Josep Manuel Rueda, han inaugurado con el comisario Xavier Aquilué la muestra, que podrá visitarse hasta el 29 de enero, ha explicado la Conselleria de Cultura en un comunicado.

También han participado en la inauguración el cofundador del Celler de Can Roca, Josep Roca, y la enóloga Sara Pérez, quienes han analizado los aspectos fundamentales del presente y el pasado de la cultura del vino.


La exposición trata esta realidad a partir de diversos ámbitos temáticos: el cultivo de la viña, la evolución de la obtención del vino, su consumo, el papel del dios Dionisio, la cultura del vino en la actualidad y la producción y el consumo de vinos griegos y íberos en Catalunya.

Cuenta también con una muestra de las bodegas catalanas actuales que recuperan en sus producciones esta tradición milenaria, y con una selección de la literatura que ha generado la cultura del vino, además de dos audiovisuales y unos 40 objetos arqueológicos singulares que ilustran el relato.
La exposición se complementa con un programa de actividades paralelas para ofrecer al visitante una nueva visión de las innovaciones a lo largo de la historia, con visitas guiadas, conferencias, catas de vinos, entre otras.

Esta muestra, que cierra un ciclo dedicado a la alimentación y al vino, ha sido desarrollada por el museo junto al Instituto Catalán de Arqueología Clásica y al Instituto Catalán de Investigación en Patrimonio Cultural, con la colaboración del Instituto Catalán de la Viña y el Vino.

PUENTES ROMANOS DE EXTREMADURA. Entre la restauración y el desastre

Los puentes romanos son ya muy escasos en la actualidad. La mayoría han sido destruidos por las fuerzas de la hidrodinámica de los últimos dos milenios, las mismas que han intervenido en los ríos a los que sirvieron de paso. Particularmente, en la Península Ibérica, quedan unos pocos, aunque excelentes ejemplares, en la vertiente atlántica. Apenas superan la treintena, repartidos entre Portugal y España (Durán 2005). En la vertiente mediterránea, no ha logrado conservarse ninguno entero, sólo cuatro de ellos pueden considerarse romanos y, de ellos, sólo dos conservan la rosca, en la cabecera de la cuenca del Ebro, en Cerezo de Rio Tirón, cerca de Burgos. Sin embargo, Martorell (Barcelona) y Pertusa (Huesca) no conservan más que unas pocas partes de la época romana. Extremadura cuenta con ejemplares tan notorios como el de Alcántara y otros, también muy interesantes. En Mérida, el puente sobre el Guadiana, el del Albarregas, y la Alcantarilla. Otros, son el de Segura, Cáparra, Alconétar…  Todos ellos han sido intervenidos por restauraciones más o menos afortunadas, y más o menos disculpables, en función en la época en que se hicieron, ya que los medios y el conocimiento, que de este tipo de fábricas se tenía, era más precario que lo que hoy en día ya sabemos de ellas. 
Ciertas nociones básicas que la mayoría de los puentes romanos presentan en sus características constructivas, no se han conocido hasta bien recientemente. Los sucesivos puentes construidos, incluso intencionadamente “al estilo romano”, no han logrado imitar exactamente estas características. Ni el dimensionamiento, ni muchas de las técnicas de trabado de los sillares se han dominado después de los romanos tan magistralmente. Ha habido que esperar al siglo XXI, para que estudios serios sistematizaran la técnica constructiva de los puentes romanos (Durán 2005), y establecieran una serie de rasgos comunes a todos ellos, con una personalidad única que los puentes romanos tienen y que los hacen diferentes a los de otras épocas. http://www.traianvs.net/pdfs/2005_duran.pdf  Son características comunes a la inmensa mayoría de los puentes romanos, los sillares almohadillados, bien trabajados y trabados entre sí, las uniones a hueso, sin argamasa de ningún tipo ni calces de piedras menudas. La alternancia de los tizones entre las distintas hiladas de sillares, una modulación del tamaño de los sillares uniforme y un grosor generoso de las roscas de las bóvedas. Rasantes horizontales, ancho notable de la calzada, etc. Quien ha examinado con criterios acertados un buen número de puentes romanos, y los ha comparado con los de otras épocas, difícilmente es conducido al error tan común de considerar romano cualquier puente, sólo por ser de piedra, muy antiguo o de época desconocida. Cosa que, aunque parezca sorprendente, ha servido en España para hacer romanos cientos de puentes que no suelen presentar ninguna de las características necesarias para ser tales, incluso han acabado siendo señalizándolos como romanos, para mayor confusión y despiste de la ciudadanía.


EL PUENTE DE ALCÁNTARA.
Situado en la vía de Emerita Augusta y Norba Caesarina a Egitania y Bracara Augusta. Es un puente sobre el río Tajo que se ha mantenido en servicio a lo largo de la Historia, aunque con algunos periodos de interrupción, ocasionados por destrucciones intencionadas en episodios bélicos. Por primera vez, en 1213, cuando sitió la villa Alfonso IX para arrebatársela a los árabes. Carlos I lo reconstruiría en 1543, añadiendo, probablemente entero, el arco de triunfo central almenado. Por último, en 1809, con motivo de la Guerra de la Independencia, es volado uno de los arcos, que se reconstruye definitivamente por el ingeniero Alejandro Milán en 1860. Y es precisamente en esta reconstrucción, donde, a pesar del importante logro de devolver al puente su funcionalidad, se comete el primer error. Se efectúa un rejuntado muy agresivo con mortero, que elimina esa inequívoca personalidad que identificaba a este puente, como a todos los de origen romano: las juntas en seco, a hueso, esas que permiten diferenciar los sillares en la distancia, como piezas de un puzle perfectamente encajado, que hacen resaltar aún más el bellísimo almohadillado, huyendo del anodino aspecto de un paramento enfoscado, y que los constructores romanos dejaron intencionadamente abiertas, como firma de su modo de hacer. El daño estético ya está hecho, pero es que, del rejuntado, no se obtiene absolutamente ningún beneficio, muy al contrario, las reacciones químicas que pueden derivarse del contacto del mortero (en algunos casos de cemento portland) con la piedra, harán más daño que las cuatro yerbas que conseguirán arraigar allí después de muchos siglos.

Isaac Moreno Gallo
Foto del puente de Alcántara de Charles Clifford, en 1859. Hecha justo tras la gran restauración, en tiempo de Isabel II, por el ingeniero Alejandro Millán. En ese momento ya se rejuntaron todas las juntas de los sillares con mortero.

Isaac Moreno Gallo
Detalle del rejuntado con mortero en el aristón del tajamar de una de las pilas del puente de Alcántara. Sobre él, se ha remarcado una junta artificial. La personalidad de la fábrica romana de sillares en seco, queda así perdida.

Pero aún existe una intervención más moderna que, en este caso, será más crucial para la estabilidad final de la estructura. Con motivo de la construcción de la presa de Alcántara, situada 600 m aguas arriba del puente, se logra dejar en seco el cauce, en 1969. En ese momento se logra visualizar un grave descalce de la pila 4 que, aunque era conocido por operaciones anteriores de buceo, fue su imagen real la que dio idea del alcance del problema. La solución tomada en ese momento, fue la inyección de mortero en la roca de apoyo, ampliamente fisurada, para consolidarla, seguido del refuerzo mediante un zuncho de hormigón que eliminó el hueco que hacía peligrar la estabilidad de la pila y calzó a esta de forma definitiva. Dada la premura de la intervención, debido a que el cauce no podía mantenerse en seco por mucho tiempo (hoy además hubiera sido ecológicamente inasumible) la solución adoptada seguramente fue la única viable que asegurase la pervivencia del puente. Sin embargo, y ya no disculpable por la premura, se decidió la reparación de algunas cornisas con piezas realizadas de hormigón armado que sustituyeran los sillares rotos o desaparecidos. Pues bien, devolver al puente su personalidad inicial, requeriría nada menos que eliminar el rejuntado de mortero y restituir los sillares que faltan, los rotos o los que fueron sustituidos por hormigón.

Isaac Moreno Gallo
Vista del descalce que apareció, bajo la pila 4 del puente de Alcántara, al dejar el río en seco en 1969. A la derecha, máquina de taladrado para la inyección de mortero de cemento.

Isaac Moreno Gallo
Aspecto de la pila 3 del puente en 1969, con el cauce en seco. Obsérvese las hiladas inferiores sin rejuntado, al haber quedado fuera del alcance de los restauradores de 1860.

Isaac Moreno Gallo
Encofrado para el hormigonado del zuncho de hormigón, que reforzó la pila 4 del puente.

Isaac Moreno Gallo
Sillares de la cornisa de las pilas, reconstruidos con hormigón armado, completamente degradado hoy. 


EL PUENTE DE SEGURA.
Se trata de un puente sobre el río Erjas, hoy fronterizo, situado en la vía de Emerita Augusta y Norba Caesarina a Egitania y Bracara Augusta, la misma vía que la del puente de Alcántara, y en el siguiente obstáculo fluvial de importancia a salvar en su recorrido. El puente de cinco ojos, tuvo una reconstrucción importante en el siglo XVI, al haber sido arruinado por una riada catastrófica que sólo dejó en pie sus dos arcos extremos. La reconstrucción, en ese momento, fue de una gran calidad y gusto estético. Los canteros que lo intervinieron, se esforzaron en trabajar la piedra al estilo romano, con almohadillado y encajarla a hueso, dejando ellos mismos constancia de esta intencionalidad, en los legajos que de ese momento se conservan. Posteriores reformas del siglo XIX añadieron fábricas de peor calidad y bien diferenciadas de la original romana, hasta añadir un nuevo pretil y recuperar la rasante horizontal de la calzada. El puente de Segura era uno de los puentes peninsulares donde mejor podía apreciarse la técnica constructiva del puente original romano, debido a las numerosas huellas que en los sillares quedaban, donde eran encajados los instrumentos de manipulación y puesta en obra de la fábrica, así como de los andamiajes y cimbras empleados. En el año 2007, una intervención portuguesa transformó el puente hasta límites insospechados. Realmente se llegó a la destrucción en muchos de los aspectos y, en gran medida, el puente dejó de ser romano para siempre. El puente, como elemento fronterizo que es, es compartido por España y Portugal, y si bien la iniciativa de la intervención fue portuguesa, la administración regional española con competencias en el asunto, ni lo evitó, ni se quejó, ni consta que pusiera el menor impedimento. La intervención consistió en taladrar el puente verticalmente desde la calzada, en numerosos puntos, inyectando lechada de cemento, con la intención de macizarlo y eliminar cualquier hueco existente en su interior. Este tipo de puentes romanos están macizados ya por sillares trabados con cal y, por tanto, esta actuación se antoja inútil a la vez de perjudicial. Las reacciones químicas provocadas por el mortero de cemento portland, así como la rigidificación de una estructura, que ha funcionado perfectamente durante siglos, pueden ocasionar nuevos daños colaterales hasta ahora inexistentes, como fisuraciones, etc. En la base de los pilares se construyó un zuncho de hormigón armado, completamente innecesario, que los abraza completamente. Este bloque, evita para siempre la contemplación de los entalles de la roca natural para el asiento de los sillares romanos, los entalles en los propios sillares para el paso de los piederechos del andamiaje y sujeción de las cimbras que los técnicos romanos realizaron, y otra serie de marcas más que podían verse, como los huecos de las grapas en doble cola de milano, etc. Esta enorme mole de hormigón, rigidifica además el conjunto, evitando los micromovimientos de los sillares que dan cierta elasticidad a este tipo de puentes. Se rejuntaron con mortero todas las juntas en las sogas y tizones, y muy severamente, hasta el extremo de desfigurar el puente y eliminar todas las marcas originales del trabajado y colocación de los sillares, huellas de las cuñas de extracción, etc. Finalmente, y probablemente como consecuencia de las críticas existentes (de particulares y no muy numerosas) y con la única función aparente de ocultar lo peor de esta obra, o sea, las enormes moles de hormigón que abrazan las bases de las pilas, meses más tarde, se construyó un azud aguas abajo, que las mantiene inundadas y ocultas a los ojos curiosos que quieran comprobar el atentado.

Isaac Moreno Gallo
Puente romano Segura (Cáceres). Minucioso tallado de la roca natural para asentar la primera hilada de sillares de granito. Fábricas originales romanas que se mantenían intactas durante los últimos dos mil años y sin peligro alguno inmediato que justificase ninguna intervención. Se ven también las mordazas de los piederechos del andamiaje. Hoy, todo ello ha desaparecido para siempre embutido en hormigón armado.


Isaac Moreno Gallo
Aspecto de la pila 4 del puente de Segura, vista desde aguas arriba, antes y después del salvaje atentado sufrido en 2007.


Isaac Moreno Gallo
Vista del puente de Segura, desde aguas abajo y desde el lado español, antes y después de la supuesta consolidación que lo destruyó en 2007.


Isaac Moreno Gallo
Encofrado de la pila 3 para el enzunchado de hormigón armado. Foto: J. Gil.

Isaac Moreno Gallo
Vista de la pila 4 desde aguas arriba, una vez reforzada con hormigón armado. Foto: J. Gil.

Pionero en la denuncia de esta funesta actuación, fue el investigador, y probablemente el mejor experto en fábricas romanas, el ingeniero Manuel Durán, que publicó en 2010 un trabajo en el que se plasmó certeramente este desastre sin paliativos.
http://www.traianvs.net/pdfs/2010_duran.pdf 
Este puente, por tanto, y ya para la Historia reciente, ejemplifica hoy la incompetencia y la mediocridad de los gestores del patrimonio en esa parte del mundo. Gestores que, partiendo de la desidia y pasando por la torpeza, acabaron en la destrucción de un bien patrimonial de primer orden para Extremadura.
http://traianvsnet.blogspot.com.es/2012/12/destruccion-del-puente-romano-de-segura.html


El PUENTE DE ALCONÉTAR.
Puente romano de la calzada "Vía de la Plata", trasladado en 1970 desde el río Tajo hasta el tramo medio de su afluente el río Guadancil. La mansio Ad Turmulus, le servía de cabeza de puente en época romana. El camino, usado hasta siglos muy recientes, obligó a sucesivas reconstrucciones en el puente, motivo por el que presentaba varias bóvedas modernas, de arco rebajado, de deficiente fábrica y mala estabilidad, con calzada útil mucho más estrecha que el puente original. El conjunto, que permanecía ya muy arruinado en el sitio, fue sin embargo trasladado afortunadamente para impedir su inundación permanente por las aguas del embalse del Tajo que se había construido en esos momentos en Alcántara.

Isaac Moreno Gallo
Puente de Alconétar en su emplazamiento original, antes de su traslado por la inundación del vaso del embalse en 1970.


Isaac Moreno Gallo
El puente de Alconétar trasladado al río Guadancil. Deficiente nivelación de la pila, delatada por el agua de la cola del embalse de Alcántara en el Tajo.

Pero, ya en su nuevo emplazamiento, ha sufrido algunas reparaciones recientes poco afortunadas, en las que, abusando de nuevo del mortero de cemento, se le ha desfigurado hasta convertirlo en un pastiche. El proyecto Alba Plata, que se financió con fondos millonarios europeos, utilizando a la vía romana de nombre homónimo como reclamo, se acabó gastando en gran medida, de forma incongruente, en realizaciones absurdas como esta.


Isaac Moreno Gallo
Arco rebajado moderno del puente de Alconétar. Puede verse la fábrica diferenciada de la parte superior de la pila derecha (sin cornisas) también moderna (s. XVIII) y de peor calidad.



Isaac Moreno Gallo
Torta de hormigón realizada en 2011 sobre una de las bóvedas del puente de Alconétar, con cargo al proyecto Alba Plata. Foto: J. Gil.



Isaac Moreno Gallo
Aspecto del puente de Alconétar trasladado. Se observan las bóvedas modernas de calzada mucho más estrecha que el resto del puente.

Isaac Moreno Gallo

Cemento moderno en el rejuntado de las dovelas de la bóveda romana de sillares almohadillados del puente de Alconétar.


Isaac Moreno GalloIsaac Moreno Gallo
Otra de las aciagas actuaciones del proyecto Alba Plata. Esta vez sobre la propia calzada romana de la Vía de la Plata, en Mirandilla, cerca de Mérida. Tras descubrir la cimentación de la carretera romana, despreciando los materiales menudos de rodadura (jabre), se cubrió el conjunto con un mortero de cal, desfigurando con ello cualquier parecido a la estructura del firme de una vía romana, aspecto que probablemente tampoco entendieron quienes la excavaron.

Otros puentes romanos que deberían tener sus juntas a hueso, sin argamasa que las cierre, ni que les desfigure, ni que oculten sus huellas constructivas, han sufrido el castigo del mortero de cemento, en Extremadura y fuera de ella. Albarregas (Mérida), Salamanca, Chaves (Portugal), Bibei (Orense)… y muy recientemente, las arquerías del acueducto de Tarragona. Y todo apunta que, mientras estas restauraciones queden en manos de técnicos incompetentes e indocumentados, seguirá ocurriendo, y los puentes romanos serán cada vez, y gracias a ellos, menos romanos y menos identificables como tales.
Isaac Moreno Gallo
Puente Bibei, en Puebla de Trives (Orense). En esta foto de finales del siglo XIX, de Jean Laurent, ya se ve como se ha reconstruido el pretil, las puntas de los tajamares, y todas las juntas de los sillares han sido rellenadas con mortero, en un intento de modernizar el aspecto del puente, perdiendo así la personalidad romana de esta fábrica, por otro lado, muy bien conservada.



Isaac Moreno Gallo
Algunos aspectos reconstructivos del puente acueducto de Tarragona. Entalles originales romanos para la manipulación con herramienta de los sillares, uno no afectado por el mortero de rejuntado y otro sí. Rejuntados en general, piezas de hormigón y sillares nuevos de reemplazo.

Autor: Isaac Moreno Gallo
Fuente: TRAIANVSnet

Arqueólogos descubren un túmulo funerario neolítico datado en 3.000 años a.C en Asturias

Foto: Los investigadores trabajando este verano en el túmulo. / E. C.

San Martín del Rey Aurelio alberga en su territorio una «joya arqueológica» sin igual, por el momento, en el valle del Nalón (Asturias). Se trata de un túmulo del Neolítico que ha sido descubierto en el monte de La Casilla, en la campa conocida como L’Españal.

El hallazgo se daba a conocer en la mañana de este miércoles en el Ayuntamiento y se ponía de relieve la importancia del mismo puesto que tras una primera campaña de excavaciones se ha comprobado que el túmulo data de hace 5.000 años (3.000 a. C.) y que el mismo formaría parte de una necrópolis a la que también pertenecería el dolmen conocido como «la mesa de los moros» y otros túmulos que, según la directora de la excavación, Covadonga Ibáñez (izquierda), se encuentran en peor estado de conservación. Sin embargo, la misma ha destacado la importancia de esta excavación porque es la primera de estas características de la comarca del Nalón y porque este hallazgo puede aportar datos científicos importantes al conocimiento que hasta ahora se tenía sobre el mundo funerario durante el Neolítico, no sólo en el valle, sino en todo el norte de España.

Además, durante la excavación han aparecido varios objetos vinculados al ritual funerario, que según la arqueóloga «permiten conocer desde el mundo de los muertos el mundo de los vivos».
Según ha explicado la concejal de Cultura del Ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio, María Alonso, el proyecto de investigación arqueológica en el alto de L’Españal surge a partir de las obras de reforestación de La Casilla, cuando por azar aparecieron indicios que apuntaban a un posible yacimiento en la zona. En ese momento el Ayuntamiento paraliza las obras y delimita un perímetro de protección, para acto seguido encomendar a un equipo de investigadores, dirigidos por los arqueóloga Covadonga Ibáñez, la excavación arqueológica que se llevaría a cabo durante los meses de junio y julio. Según el alcalde, Enrique Fernández, también presente en el acto, el descubrimiento constituye «una joya arqueológica» y un «motivo de orgullo en la medida que este hallazgo consiga ubicar a San Martín del Rey Aurelio en el mapa» por la importancia del mismo para la historia.

De hecho, el director del Museo Arqueológico de Asturias, Ignacio Alonso (derecha), ha señalado que «es un túmulo muy especial» el hallado en la campa de L’Españal porque «es el primero que se encuentra intacto y sin excavaciones previas», con lo que, en su opinión, hay posibilidades de que dicho túmulo aporte «una información inédita». Además, el mismo ha querido destacar «el rigor» con el que la directora de la excavación ha desarrollado los trabajos, un procedimiento que ha calificado de «impecable».

Según ha explicado la arqueóloga Covadonga Ibáñez, quien ha mostrado su satisfacción por haber sido la primera en realizar una excavación de un túmulo Neolítico en la comarca del Nalón, el hallazgo revela en concreto la presencia de un monumento funerario fechado por el método del C14 a principios del III Milenio, de reducidas dimensiones, en torno a los 6 m de diámetro. Sin embargo, la misma ha matizado que se ha excavado algo menos de la mitad del espacio tumular identificado, lo que quiere decir que esta pequeña joya podría albergar nuevos descubrimientos si en un futuro se continuasen las labores de excavación. Junto al túmulo han aparecido también varios objetos vinculados con el ritual funerario a modo de ajuar, propios de la cultura megalítica lo que, según sus propias palabras, «permitirá conocer qué sucedió en ese túmulo que constituye «una cámara funeraria protegida por una coraza pétrea que protegía el interior de la cámara así como el ajuar funerario».

Covadonga Ibáñez ha explicado que «el túmulo tiene una configuración constructiva que supera el concepto de cámara dolménica, identificándose espacios relacionados con el método de construcción que nos ayudan a comprender cómo una sociedad tan pretérita pudo llevar a cabo ese monumento. Así pues, estos espacios descubiertos nos permiten ampliar el horizonte de la investigación, alejándonos de lo evidente, como es el interior de la cámara mortuoria».

No obstante, la directora de la excavación ha clarificado que lo que tienen por el momento es «una información parcial» en tanto que sólo se ha excavado la mitad del túmulo y que aún queda que el equipo que la acompaña en este proyecto estudie los elementos que han aparecido y que constituían el ajuar, elementos de los que habrá que determinar la técnica de fabricación. Lo que sí ha confirmado Ibáñez es que eran «objetos de formas geométricas o apuntados» y que esos elementos no fueron usados, con lo que «fueron elaborados para depositarlos como ofrenda funeraria», ha señalado.

La arqueóloga ha informado también que por el momento «la excavación está finalizada» y que ésta «se ha vuelto a sellar por conservación y hasta que haya un proyecto de restauración», al menos, hasta el año que viene. No obstante, la misma sí que habló de que a partir de una restauración y una vez se haya estudiado el túmulo desde todas las vertientes, éste podría constituir «un recurso museístico al aire libre» y consideró posible «hacer una senda» de forma que el hallazgo del Neolítico pueda ser aprovechado como recurso turístico. Y es que durante el acto de presentación de la excavación se recordaba también que el túmulo se encuentra en un paraje natural de gran valor paisajístico próximo al dolmen conocido como «la mesa de los moros», que también formaría parte de esa necrópolis de la que también formarían parte otros túmulos en peor estado de conservación y restos de un recinto castreño; elementos todos estos que ya estaban recogidos en las cartas arqueológicas de San Martín del Rey Aurelio, a diferencia del túmulo que ahora ha sido hallado, del que no se tenía conocimiento.


El Ayuntamiento encargará un proyecto museístico

Consciente del valor patrimonial del hallazgo, la concejala de Cultura anunciaba que «el Ayuntamiento va a encargar para este año la redacción de un proyecto museístico para el túmulo del monte L’Españal y estudiará todas las vías de financiación posibles, a través de la colaboración de entidades públicas o privadas, para afrontar en 2017 tanto la restauración del túmulo como la puesta en marcha del proyecto de musealización. No vamos a escatimar ningún esfuerzo para que esta iniciativa tenga el mayor desarrollo y proyección posibles», señalaba María Alonso.
«Descubierto el hallazgo, desde el Ayuntamiento podíamos habernos limitado a catalogarlo en la carta arqueológica y volver a cubrirlo con tierra, era una opción legal, pero convencidos de que el descubrimiento tenía relevancia para el futuro del municipio desde el punto de vista cultural y turístico apostamos por seguir adelante, asumiendo la financiación de la intervención y aportando medios humanos y materiales en todo el proceso», explicaba la edil.

Así, la suma en su conjunto de todos estos elementos, más los yacimientos que se puedan exhumar en un futuro, nos sitúan ante una necrópolis tumular que el Ayuntamiento buscará revalorizar como un foco de atracción turística para los visitantes y de orgullo para los vecinos del municipio. Se trata pues de un yacimiento de cerca de 3.000 años a. c. de antigüedad que nos abre una ventana para entender por qué los pobladores de aquella era eligieron este cordal entre los valles de La Güeria de Carrocera y La Güeria de Blimea para enterrar a sus antepasados. Además, la existencia de varios túmulos hacen pensar a la arqueóloga que «el grupo esencial no tenía porqué ser reducido y que si eligieron el cordal para enterrar es porque conocían el territorio».

Las excavaciones e investigaciones en la campal L’ Españal fueron fruto de un trabajo multidisciplinar en el que participan investigadoras del departamento de Geología de la Universidad de Oviedo (Eva Martos de la Torre y Montserrat Jiménez Sánchez), departamento de Palinología de la Universidad de Alcalá de Henares (Mª Blanca Ruiz Zapata), el laboratorio de datación de radiocarbono Beta Analítica de Miami, la empresa de topografía IT2 Pravia y el equipo de excavación formado por Nicolás Alonso Rodríguez y Emilio Blanco Fernández, y que contó además con la inestimable colaboración de la arqueóloga Mónica González Santana.

Los seres humanos ocuparon el Cono Sur de América desde hace 14.000 años

Los investigadores, dirigidos por el Dr. Gustavo Politis, del Consejo Nacional de Investigación Científica y Técnica (Conicet), en Argentina, estudiaron el yacimiento arqueológico llamado Arroyo Seco 2, el cual se señala en la foto.

Los seres humanos han podido ocupar el Cono Sur de América desde hace 14.000 años, según un estudio científico publicado hoy que cita como pruebas de esa ocupación humana herramientas antiguas y restos de animales extinguidos.

El estudio, que sale publicado en el número de esta semana de la revista especializada estadounidense PLOS ONE, es obra de Gustavo Politis (izquierda), del Centro Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de Argentina, y sus colegas de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.

La investigación se basa en las herramientas y osamentas halladas en el sitio arqueológico a cielo abierto conocido como Arroyo Seco 2, situado cerca de la ciudad de Tres Arroyos, en la provincia de Buenos Aires, donde se han encontrado medio centenar de esqueletos humanos, otros de mamíferos pleistocénicos e instrumentos líticos.
Entre los restos de animales extintos hay huesos rotos que contienen las fracturas provocadas por herramientas humanas, conclusión a la que llegaron a través de análisis miscroscópicos, mientras que las técnicas de datación por radiocarbono determinaron que datan de hace 14.000 años.

"Los restos materiales encontrados en el lugar fueron fechados entre hace 14.064 y 13.068 años, y por lo que los autores plantean la hipótesis de que el sitio Arroyo Seco 2 puede haber sido ocupado por seres humanos durante ese tiempo", asegura el estudio.

Esta datación indica que los seres humanos pudieron haber llegado al Cono Sur antes de los Clovis, aunque después de la aparición de la última gran glaciación, que tuvo lugar hace entre 19.000 y 20.000 años, según la investigación.

La cultura Clovis, identificada en la zona de Nuevo México, en el sur de los Estados Unidos, data de hace entre 10.600 y 11.250 años, y durante mucho tiempo fue considerada la cultura indígena más antigua del continente americano, aunque recientes investigaciones han detectado culturas amerindias más antiguas.


Los investigadores encontraron restos óseos de algunos animales extinguidos en los que aparecen señales de fracturas realizadas por herramientas humanas.

En áreas específicas del sitio Arroyo Seco 2, los investigadores encontraron huesos de las extremidades de los mamíferos extintos, lo que puede indicar que los humanos las transportaban y depositaban para el consumo en un campamento temporal.

"Mientras que las características de algunos de estos materiales arqueológicos podrían explicarse sin la intervención humana, la combinación de evidencias sugiere fuertemente la implicación humana", agrega el estudio.

"La llegada de los seres humanos en el Cono Sur hace 14.000 años puede representar el último paso en la expansión del Homo sapiens en todo el mundo y la colonización final continental", concluye la investigación.

Un ejemplo de las herramientas halladas.

Fuentes: noticias.terra.es | Mail Online | 28 de septiembre de 2016