Técnica forense aplicada al arte rupestre prehistórico

Creditos: Universidad de Liverpool

Investigadores de la Universidad de Liverpool y la Universidad de Witwatersrand utilizaron una técnica forense para estudiar las plantillas de mano que se encuentran en el arte rupestre prehistórico.

Los científicos piensan que el método, que aplica la morfometría geométrica a las imágenes, puede determinar si una plantilla determinada fue creada por un hombre o una mujer con un 90 por ciento de precisión. Los miembros del equipo crearon nuevas plantillas de mano para la prueba soplando, escupiendo o poniendo pigmento sobre las manos de los hombres y las mujeres contra una superficie rocosa. Las impresiones negativas sobre la roca se digitalizaron y evaluaron.

Las plantillas de manos que crearon nuestros antepasados ​​prehistóricos en cuevas hace 40.000 años pueden ya ser identificadas como pertenecientes a hombres o mujeres con más de un 90% de precisión.

La antropóloga de la Universidad de Liverpool, la Dra. Emma Nelson (izquierda), que ha dirigido el estudio -el cual se ha publicado en la revista Journal of Archaeological Science-, ha declarado que "Los arqueólogos están interesados en las plantillas de manos porque proporcionan una conexión física directa con un artista que vivió hace más de 35.000 años".

Ahora, tras usar una nueva aplicación experimental, los resultados de nuestro estudio indican que es posible determinar con más de un 90% de precisión el sexo de una persona que vivió hace decenas de miles de años a partir de la forma y tamaño del contorno de su mano.

Incluso hemos aplicado el método a plantillas de manos donde faltan dedos -algo común en el arte paleolítico- y que estudios anteriores no han sido capaces de hacer".

Las plantillas de manos son creadas al soplar, escupir o puntear, pigmento sobre una mano que se mantiene contra la superficie de una pared rocosa, dejando una impresión negativa sobre la misma con su forma. Plantillas de manos encontradas en Sulawesi, Indonesia, han sido datadas con 40.000 años de antigüedad, y las descubiertas en Europa se estima que tienen unos 37.000 años, correspondiendo con el período conocido como Paleolítico Superior.

Anteriormente, los investigadores se habían centrado en el tamaño de la mano y la longitud de los dedos, produciéndose a menudo resultados contradictorios. Sin embargo, ahora, mediante la utilización de la técnica llamada 'morfometría geométrica', se pueden detectar diferencias en la forma y contorno de la mano en función del sexo del ejecutor.

El antropólogo forense Dr. Patrick Randolph-Quinney (derecha) explicó que la forma de la palma, en lugar de tamaño y longitud de los dedos, puede ser la forma más precisa de determinar el sexo del artista. El equipo recomienda adquirir medidas de mano de personas de todo el mundo para desarrollar la técnica de uso arqueológico.

"El problema de centrarse en el tamaño de la mano y la longitud de los dedos es que dos manos con una forma diferente pueden tener idénticas dimensiones lineales y proporcionales.

Para capturar la forma, hemos aplicado la 'morfometría geométrica', una técnica utilizada en los estudios forenses y que nunca antes había sido probada en las plantillas de manos.

Este enfoque geométrico es muy potente, ya que nos permite observar la palma y los dedos de forma independiente. Tal circunstancia reveló que la forma de la palma de la mano es en realidad más indicativa del sexo del individuo que el tamaño o longitud de los dedos".


 Foto: Analizando plantillas de manos que datan de hace 28.000 años en la cueva de El Castillo, España, el arqueólogo Dean Snow concluyó que muchos de los artistas habían sido mujeres. En esta imagen el largo dedo anular de la mano que está a la izquierda es un claro indicativo de que pertenece a un hombre. En cambio, la mano que está a la derecha tiene largo el dedo índice y el meñique corto, y, por tanto, es una mano muy femenina. Los hallazgos del profesor Snow sugieren que el papel de las mujeres en la cultura prehistórica pudo haber sido mayor de lo que se pensaba.


Jason Hall, arqueólogo de la Universidad de Liverpool, declaró: "Como parte de este estudio se construyó una réplica de la pared de una cueva para permitirnos experimentar sobre cómo se hicieron estas manifestaciones artísticas, y cómo podrían verse bajo diferentes condiciones de iluminación, a fin de no tener que adentrarnos bajo tierra.

Esta 'cueva portátil' ha sido muy popular entre el público, especialmente entre los grupos escolares, los cuales han podido hacer tal arte de la misma manera que lo hicieron nuestros antepasados​".

El coordinador del proyecto, el Dr. Anthony Sinclair, profesor en la Universidad de Liverpool y un experto en arqueología paleolítica, dijo: "Este es un gran ejemplo de cómo la ciencia arqueológica y las ciencias forenses pueden trabajar conjuntamente para avanzar en nuestra comprensión del pasado y de los sistemas sociales y cognitivos que se desarrollaron durante el Paleolítico superior.
Animamos a otros investigadores a aplicar este método a diferentes poblaciones humanas para que podamos construir una comprensión más global de la variación de las manos".

Fuente: Archaeology Magazine | PHYS.ORG | 13 de diciembre de 2016

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