Similitud de cráneos apoya la teoría de varias migraciones a Suramérica

Vista de Lapa do Santo, donde se hallaron cráneos que formaron parte de la investigación. Es una caverna que sirvió a unos de los primeros moradores de la región y de Sudamérica. Foto Artur Magalhaes.

Para contar bien la historia no se puede afirmar que los humanos poblaron América entrando desde Asia y se desparramaron hasta llegar a Sudamérica y listo. El cuento es un poco más complejo: no fue una sola oleada en la que hasta el sur del continente llegaron nuestros ancestros, fueron varias.
Eso sugiere un nuevo estudio publicado en Science Advances, que se basó en el análisis de cráneos hallados en el sureste de Brasil, en la región de Lagoa Santa.

Fueron varias oleadas las que, entrando desde Asia por el estrecho de Bering, conquistaron hasta el sur del continente. Dos al menos, según dijo Noreen von Cramon-Taubadel (izquierda), investigadora y profesora de Antropología en la Universidad de Buffalo, en Estados Unidos.
Complejidad
Sudamérica fue el último continente en ser poblado. La ocupación de América entró por Bering, siguiendo la costa del Pacífico hasta las regiones australes, un periplo que comenzó hace al menos 15 000 años, pues los datos de diferentes investigaciones todavía no concuerdan.

Los estudios sugieren que los cráneos de los sudamericanos son muy diversos, pero no está claro si las diferencias se deben a múltiples migraciones o a procesos locales de diversificación.

En el nuevo estudio Noreen y colegas estudiaron tres representaciones digitales de datos de cráneos de especímenes paleoamericanos de Lagoa Santa. “Los cráneos de Lagoa Santa son importantes porque sus formas difieren no solo de la morfología que tienen las personas modernas que viven en Sudamérica, sino también de la de los pueblos nativos de Norteamérica”.

En cambio, los cráneos llamados “paleoamericanos”, por pertenecer a la etapa inicial de la historia del continente, aparentan ser similares a los de las actuales comunidades aborígenes de Oceanía, lo que sugiere que comparten un ancestro común probablemente ubicado en el noreste de Asia.Conflicto.

Los datos a veces inconsistentes entre los análisis genéticos y morfológicos son uno de los temas que alimentan el debate sobre cómo entró el hombre a América y cómo se extendió por el continente.


Salida del sol en Lagoa Santa, Minas Gerais, Brasil.

Por eso se llevó a cabo la nueva investigación, que, de todas maneras, no soluciona el conflicto pero aporta más información.

“Cuando se miran datos contemporáneos de genómica, la sugerencia, en particular para Sudamérica, es una ola de migración y que todos los indígenas sudamericanos son descendientes de ella”, dijo la investigadora. Su estudio mostró otro camino.

Los análisis genéticos han revelado algunas diferencias entre las poblaciones sudamericanas del costado occidental y las del oriental, en particular con señales de ancestros de australomelanesia en poblaciones amazónicas.
Eso, dicen los autores en el estudio, “es consistente con nuestros hallazgos de craneos, lo que sugiere una historia del poblamiento de Sudamérica por capas, con al menos dos grandes fuentes de variaciones biológicas de Asia”.

Y prosiguen: “los más tempranos migrantes paleoamericanos eran distintos de los últimos, aunque el flujo estructurado de genes entre los descendientes de los paleoamericanos y las poblaciones más tardías pueden haber contribuido a su asimilación en el Holoceno tardío”.

Los investigadores se basaron en el estudio de cráneos sin considerar ninguna hipótesis sobre la dispersión de los americanos, estudiando solo la posible relación. La historia de todas maneras no termina. Hay muchos otros fósiles para ser estudiados que podrían ayudar a contarla tal como ocurrió. Y podría haber más descubrimientos. Vendrán más capítulos.

Fuentes: elcolombiano.com | EFE | Hominidés | 27 de febrero de 2017

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