Nuestros ancestros evolucionaron a diferente escala en estatura y peso

Nuevos fósiles, que abarcan más de cuatro millones de años, sugieren que estatura y masa corporal avanzaron a diferentes velocidades durante la evolución de los homínidos.

Publicado en la revista Royal Society: Open Science, la investigación también muestra que, en lugar de aumentar constantemente en tamaño, los cuerpos de los homínidos evolucionaron en fluctuaciones de "impulso y estasis", con algunos linajes incluso reduciéndose.

Los hallazgos provienen del estudio más grande realizado sobre el tamaño corporal de los homínidos, implicando a 311 especímenes que datan desde las primeras especies erguidas hace 4,4 millones de años hasta los humanos modernos que siguieron a la última Edad de Hielo.

Mientras que los investigadores describen la evolución física de varias especies de homínidos como "un largo y sinuoso camino con muchas ramas y callejones sin salida", dicen que los amplios patrones de datos sugieren estallidos de crecimiento en etapas clave, seguidos de mesetas donde poco cambió durante muchos milenios.

Los científicos se sorprendieron al encontrar un "desacoplamiento" de volumen y estatura hace alrededor de un millón y medio de años, cuando los homínidos crecieron aproximadamente 10 centímetros más, pero no ganaron peso consistentemente durante otros millones de años, con un aumento promedio de 10-15 kilos que ocurrió hace aproximadamente 500.000 años.

Antes de este evento, la altura y el peso en las especies de homínidos parecían evolucionar más o menos "en concierto", dicen los autores de este primer estudio para analizar conjuntamente los dos aspectos del tamaño corporal durante millones de años.

"Un aumento solamente en estatura habría creado un físico más delgado, con piernas largas y caderas y hombros estrechos. Esto puede haber sido una adaptación a nuevos entornos y caza por resistencia, ya que las primeras especies de Homo abandonaron los bosques y pasaron a las sabanas" dice en un comunicado el autor principal Manuel Will (izquierda) del Departamento de Arqueología de Cambridge, y un investigador asociado en Gonville y Caius College.

"La mayor relación superficie-volumen de un cuerpo alto y delgado sería una ventaja al acechar a los animales durante horas en un ambiente de calor seco, ya que un área más grande de la piel aumenta la capacidad de evaporación del sudor".

"La posterior incorporación de masa corporal coincide con migraciones cada vez mayores a latitudes más altas,donde un cuerpo más voluminoso sería más adecuado para la termorregulación en climas más fríos de Eurasia", dice.

Estimaciones del tamaño corporal en el tiempo a partir de la muestra completa de fósiles de homínidos analizada. (a) masa corporal (en kg); (b) estatura (en cm).

Sin embargo, Will señala que, si bien estas son teorías válidas, grandes lagunas en el registro fósil continúan ocultando verdades absolutas. De hecho, Will y sus colegas a menudo tuvieron que estimar el tamaño del cuerpo a partir de restos altamente fragmentados, en algunos casos, a partir de un solo hueso del dedo del pie.

El coautor del estudio, el Dr. Jay Stock (derecha), también del Departamento de Arqueología de Cambridge, sugiere que esta trayectoria del crecimiento puede continuar.

"Muchos grupos humanos han seguido creciendo más que en el siglo pasado. Con una mejor nutrición y atención médica es probable que las tallas promedio sigan aumentando en un futuro cercano. Sin embargo, ciertamente existe un techo establecido por nuestros genes, los cuales definen nuestro máximo potencial de crecimiento", dice Stock.

El estudio halló que el tamaño del cuerpo era muy variable durante la historia anterior de los homínidos, con un rango de especies de formas diferentes: desde un Paranthropus de amplia envergadura parecido a un gorila hasta un Australopithecus afarensis más fibroso o "grueso". Los homínidos de hace cuatro millones de años pesaban un promedio aproximado de 25 kg y su estatura oscilaba en 125-130 cm.

Anónimo

Historia y Arqueología. Divulgando la Historia desde 1998. Bienvenidos a la Cultura.

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