Datan el cráneo de Broken Hill ('Homo heidelbergensis') en 300.000 años, más jóven de lo que se estimaba

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El cráneo de Broken Hill 1 (Kabwe, Zambia) es considerado uno de los fósiles de homínidos mejor conservados encontrados en África © The Trustees of the Natural History Museum, London.

El cráneo de Broken Hill 1 (Kabwe) se convirtió en el primer fósil humano históricamente significativo encontrado en África cuando fue descubierto en Zambia en 1921. Casi cien años después los restos de este homínido continúan arrojando luz sobre cómo evolucionaron los humanos, tras un nuevo análisis del fósil en el que se demuestra que es mucho más joven de lo que se pensaba.
Cuando el cráneo de Broken Hill se descubrió por primera vez en lo que ahora es Kabwe, Zambia, se adujo rápidamente de que no pertenecía a un humano moderno, sino a uno antiguo.

Si bien inicialmente se le llamó Homo rhodesiensis, desde entonces se le ha clasificado como uno de los fósiles mejor conservados de otra especie humana antigua llamada Homo heidelbergensis, el cual se cree que apareció por primera vez hace unos 600.000 años, y que se extendió por gran parte de África y Europa, dejando a su paso un puñado de fósiles y muchas herramientas de piedra.

El profesor Chris Stringer (izquierda), investigador de la evolución humana en el Museo de Historia Natural de Londres, ha trabajado con el geocronólogo Rainer Grün, de la Universidad Griffith, en Australia, y otros colegas, para poder obtener la mejor datación sobre cuándo murió el dueño del cráneo de Broken Hill.

Stringer dice: "A través de años de arduo trabajo en la datación directa de este cráneo y otros materiales humanos y no humanos encontrados alrededor del sitio de Broken Hill, hemos podido dar la mejor estimación de su antigüedad en aproximadamente 299.000 años. Esto hace que sea sorprendentemente joven, ya que se espera que un fósil de unos 300.000 años muestre características intermedias entre el Homo heidelbergensis y el Homo sapiens, pero el cráneo de Broken Hill no muestra características significativas de nuestra especie".

La nueva datación del fósil cambia lo que pensábamos sobre los que estaba sucediendo en el continente africano, no solo cuando el Homo heidelbergensis vivía y se dispersaba por la masa terrestre, sino también cuando nuestra propia especie, el Homo sapiens, estaba evolucionando antes de hacer sus incursiones por el resto del mundo.
El estudio ha sido publicado en la revista Nature.

Cuando se descubrió, se informó que el cráneo de Broken Hill no pertenecía a un humano moderno, sino a uno arcaico. © The Trustees of the Natural History Museum, London.

Un descubrimiento innovador

El cráneo fue descubierto en una mina de plomo y zinc en Broken Hill, en lo que entonces se conocía como Rhodesia del Norte, pero ahora es Kabwe, Zambia. Fue hallado por un minero africano no identificado y su colega suizo llamado Tom Zwigelaar. En otras partes del lugar, se encontraron otros fósiles, incluidos fragmentos de un fémur y la mandíbula parcial de un individuo. Ahora bien, estos no son los únicos fósiles que han salido de la mina de Broken Hill, ya que los registros muestran que era rica en restos óseos de animales.

Los fósiles humanos destacaron por su importancia, al ser los primeros fósiles de homínidos significativos encontrados en África. Fueron donados por la Rhodesia Broken Hill Mine Company, propietaria de la mina, a lo que entonces era el Museo Británico, pero ahora están en el Museo de Historia Natural de Londres desde 1921.

Cuando los fósiles llegaron a Londres, fueron examinados por el paleontólogo Arthur Smith Woodward, quien declaró que pertenecían a una nueva especie humana, a la que llamó Homo rhodesiensis.

Más recientemente, muchos investigadores han sugerido que estos fósiles representan una variación dentro de otra especie humana antigua conocida como Homo heidelbergensis.

Los restos fósiles del Homo heidelbergensis, en forma de huesos y herramientas de piedra, se han encontrado en muchos lugares de África, así como en gran parte de Europa. Varios de estos fósiles datan de hace unos 500.000 años, dando lugar a una teoría intrigante.
"Hasta hace poco, yo, y muchos otros paleoantropólogos, argumentábamos que el 'Homo heidelbergensis' había existido hace unos 500.000 años, y probablemente fue el último antepasado común de nuestra especie 'Homo sapiens', que evolucionó en África, y de 'Homo neanderthalensis' (los neandertales) que se desarrolló en Eurasia", dice Stringer. "Pero esta nueva datación sugiere que el panorma africano era mucho más complejo que esto".


Cuatro de las siete especies humanas que vivían en África y Eurasia al mismo tiempo hace unos cientos de miles de años (H. erectus, H. heidelbergensis, H. neanderthalensis y H. sapiens) © The Trustees of the Natural History Museum Londres.

Un planeta cosmopolita

Originalmente, las comparaciones del fósil de Broken Hill con otros de yacimientos de África y Europa llevaron a los investigadores a suponer que el cráneo probablemente tenía alrededor de 500.000 años, pero esto nunca se había confirmado.
Stringer y sus colegas recurrieron a los isótopos de uranio encontrados dentro del cráneo de Broken Hill para determinar una datación mucho más precisa, dando como resultado una antigüedad de aproximadamente 299.000 años atrás, con un rango diferencial de 25.000 años arriba y abajo.
Esto es sorprendente porque hasta hace poco se pensaba que en ese momento temporal probablemente solo había una especie de homínido viviendo en el continente africano: el Homo sapiens.

"Ya sabíamos que Eurasia contenía diversos linajes humanos hace unos 300.000 años", explica Stringer. Y ahora, lo mismo se puede aplicar a África, ya que el Homo heidelbergensis debe haber sido contemporáneo de los fósiles de Homo sapiens hallados en Marruecos y Kenia, así como del Homo naledi, mucho más primitivo, descubierto recientemente en Sudáfrica.
"Esta datación de unos 300.000 años de antigüedad resalta la complejidad de la evolución humana en África", declara Stringer.

Ahora parece que África y Eurasia fueron habitadas por toda una gama de especies de homínidos hace solo unos cientos de miles de años. Mientras que el Homo naledi vivía en Sudáfrica, el Homo heidelbergensis sobrevivía en África Central y del Sur, y el Homo sapiens emergía en Marruecos y Etiopía.

Al mismo tiempo que el Homo neanderthalensis estaba evolucionando en Europa, los denisovanos se estaban desarrollando en Asia, el Homo erectus todavía podía estrar aferrándose a Indonesia, y dos homínidos diminutos, el Homo floresiensis y el Homo luzonensis, vivían la vida en islas del sudeste de Asia.

Parece, pues, que el mundo era un lugar ocupado, y solo ahora estamos comenzando a comprender lo que esto puede significar para nuestros propios orígenes. En lugar de la evolución lineal en la que una nueva especie suplanta a su predecesora, África pudo haber sido “un crisol” que involucrara el cruce entre múltiples especies humanas.

Fuentes: Museo de Historia Natural de Londres | irishnews.com | 1 de abril de 2020

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Divulgando la Historia desde 1998. Bienvenidos a la Cultura.

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