Hallan en La Garma (Cantabria) un bifaz de 18 centímetros en el mismo lugar en que fue utilizado

Bifaz hallado en la cueva de La Garma.

El equipo del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria que trabaja en la zona arqueológica de la cueva de La Garma ha encontrado un bifaz de 18 centímetros, uno de los mejores ejemplos de este tipo de instrumentos aparecido en España en los últimos años, cuya importancia deriva en su aparición en el mismo lugar en que fue utilizado y que amplía la información sobre los primeros pobladores de la región cantábrica.

El vicepresidente del Gobierno de Cantabria, Pablo Zuloaga, ha visitado este miércoles el yacimiento, ubicado en la localidad de Omoño (Ribamontán al Monte), acompañado de los directores de la excavación, Pablo Arias y Roberto Ontañón, quienes le han comentado los últimos avances realizados en este campo.

Allí, Zuloaga ha reconocido la importancia del hallazgo del bifaz, que ha calificado como «una pieza espectacular» no solo por su descubrimiento, sino porque éste se ha producido en el lugar donde estaba siendo utilizado, y ha reiterado el apoyo del Gobierno regional «a la labor de investigación de los científicos y científicas de nuestra Comunidad Autónoma».

Este año, según ha indicado, y a pesar de las restricciones provocadas por la pandemia, «se ha mantenido el compromiso con cerca de 200.000 euros destinados a la investigación prehistórica en este yacimiento, en Campoo y en El Pendo. Un compromiso que su departamento asume también «para los próximos ejercicios».



Según han explicado los directores, Pablo Arias y Roberto Ontañón, el hallazgo se enmarca en los trabajos que desde comienzos de agosto se están desarrollando en la antigua galería cuyo techo se derrumbó hace unos 20.000 años, donde se han recuperado instrumentos del Paleolítico Inferior, como este bifaz.

Su importancia deriva fundamentalmente de su aparición in situ, en el mismo lugar en que fue utilizado, y de su asociación a un riquísimo conjunto de fauna del Pleistoceno medio, con abundantes huesos de animales como el Palaeoloxodon antiquus, una especie extinguida de elefante de clima templado, y el rinoceronte de Merck (Dicerorhinus kirchbergensis).

Con una antigüedad cercana a los de 400.000 años, este yacimiento es una de las ocupaciones más antiguas de la región cantábrica. Su excepcional conservación está proporcionando datos importantísimos para reconstruir las actividades de los primeros homínidos que habitaron en nuestra región, probablemente similares a los recuperados en la Sima de los Huesos de Atapuerca.


Pinturas de la cueva de La Garma (Cantabria).

Los trabajos, dirigidos por el Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria, Pablo Arias, y el director del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, Roberto Ontañón, se enmarcan dentro del proyecto GARMA XXI, un programa de investigación arqueológica, gestión y puesta en valor de este importante conjunto arqueológico, incluido por la UNESCO en la Lista del Patrimonio Mundial, que subvenciona la Consejería de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria.

Entre las actuaciones de investigación y conservación de este año destacan la realización de prospecciones geofísicas con la técnica del georradar en el exterior de la cueva, la finalización del estudio del arte paleolítico de la zona IV, el análisis molecular de los suelos de la Galería Inferior, la determinación de restos de fauna a partir de espectrometría de masas sobre colágeno óseo (ZooMS), el estudio tafonómico y genético de los esqueletos de época visigótica de la Galería Inferior, y la monitorización de las condiciones ambientales en este importante conjunto de arte rupestre y suelos paleolíticos.

En la visita también han estado presentes el alcalde del municipio, Joaquín Arco; las directoras generales de Acción Cultural, Gema Agudo, y de Patrimonio Cultural y Memoria Histórica, Zoraida Hijosa, y el director de la Sociedad Regional de Educación, Cultura y Deporte, Jorge Gutiérrez.

Fuente: elfaradio.com | 26 de agosto de 2020

Descubren en Israel un espectacular tesoro de 425 monedas de oro puro de hace más de 1.000 años

Fotografía de las monedas halladas en perfecto estado. EFE


Arqueólogos en Israel han desenterrado un tesoro islámico escondido con 425 monedas de oro puro del periodo del Califato Abasí, de hace 1.100 años, informó hoy la Autoridad de Antigüedades de Israel.

"El tesoro se escondió enterrado en una vasija de barro y contiene 425 monedas, la mayoría del periodo Abasí. La persona que lo enterró, hace mil cien años, debió haber esperado recuperarlo, e incluso cerró la vasija con un clavo para que no se moviese", explicaron en un comunicado Liat Nadav-Ziv y Elie Haddad, los arqueólogos a cargo de la excavación.


"Encontrar esta cantidad considerable de monedas de oro es extremadamente poco habitual. Casi nunca las hallamos en excavaciones arqueológicas. Dado que el oro siempre ha sido extremadamente valioso, se derretía y se volvía a utilizar, de generación en generación. Estas monedas están hechas de oro puro, por lo que no se oxidan con el aire, se han hallado en una condición excelente, como si se hubieran enterrado ayer", añaden.

El descubrimiento, creen, puede ser indicativo de que había comercio internacional entre esta zona y otras áreas más remotas.


Robert Kool, experto en monedas de la AAI, señala que "es extremadamente poco habitual encontrar tesoros del periodo Abasí en excavaciones en Israel, especialmente monedas de oro. Este, de finales del siglo IX a.C., es uno de los más antiguos encontrados. Las monedas son de oro de 24 quilates y el peso total del tesoro es de 845 gramos, una cantidad significativa de dinero en aquellos días".


Con esa suma, estima, su propietario hubiera podido comprar una lujosa casa en los mejores barrios de Fustat, la capital de Egipto en la época.


"La mayoría de las monedas data de ese siglo, cuando el Califato Abasí se extendía desde Persia en el este hasta el norte de África en el oeste, y cuyo centro de gobierno estaba en Bagdad, el actual Irak".

El tesoro escondido contiene dinares de oro, pero también unas 270 pequeñas piezas trozos de dinares cortadas para servir como monedas de cambio.
"El corte de monedas de oro y de plata fue utilizado de forma habitual en el sistema monetario en países islámicos después del año 850 aC, cuando desaparecieron repentinamente las monedas de bronce y de cobre", explica Kool.

Fuentes: elespañol.es | timesofisrael.com | 24 de agosto de 2020

Descubren en el yacimiento de Prado Vargas (Burgos) más de 3.000 restos de época neandertal

Foto: Punta denticulada de Silex. FOTO: MEH

El pasado lunes finalizó la quinta campaña de excavación en la cueva Prado Vargas (Cornejo, Merindad de Sotoscueva, Burgos). Desde el pasado 1 de agosto un equipo de diez investigadores y estudiantes de la Universidad de Burgos (UBU), el Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH), el Museo de la Evolución Humana y la Universidad de Sevilla han trabajado en el nivel 4 de este yacimiento de hace 46.000 años.

En los más de 80 metros cuadrados de este nivel se han recuperado, en la actual temporada, más de 3.000 restos, siendo la campaña más rica al respecto desde el inicio del proyecto en el año 2016.


Entre los huesos y dientes recuperados se han identificado principalmente restos de ciervo (Cervus elaphus) y caballo (Equus ferus), junto a otras especies como el rebeco (Rupicapra rupicabra), corzo (Capreolus capreolus) oso (Ursus spelaeus), bisonte (Bos bison), león (Panthera leo) y jabalí (Sus scrofa) entre otros. Los huesos aparecen muy fragmentados destacando la presencia de huesos largos como húmeros, metatarsos y tibias, los cuales presentan numerosas marcas de corte. Esta fragmentación y selección anatómica nos indica que los grupos neandertales transportaron al interior de la cavidad las extremidades de los animales que cazaron para aprovechar su carne y fracturar las cañas de los huesos largos a fin de poder obtener y consumir su médula.

Foto: Marcas de corte.

Una de las singularidades de este yacimiento es que los neandertales que ocuparon esta cavidad seleccionaban alguno de estos fragmentos para utilizarlos como retocadores. Estos instrumentos de hueso servían para golpear las lascas de piedra con el objetivo de modificar sus filos y configurar diferentes tipos de herramientas. Durante esta campaña se han descubierto una docena de estos nuevos retocadores cuyo estudio aportará valiosa información sobre esta práctica cultural.

Foto: Retocador óseo.

Junto a los fósiles de animales también se han descubierto más de un millar de herramientas de piedra entre las que destacan varias raederas, denticulados y perforadores. La mayoría fueron fabricadas a partir de nódulos de sílex localizados en las inmediaciones de la cavidad. Sin embargo, también se han documentado una docena de herramientas de cuarcita cuya procedencia es algo más lejana. Ello demuestra que, una vez que los neandertales se asentaron hace 46.000 años en Prado Vargas, desarrollaron un control territorial que les permitió gestionar todos los recursos existentes en un área superior a los trescientos kilómetros cuadrados.

Cueva Prado Vargas se localiza en el desfiladero configurado por el río Trema a su paso por Cornejo, localidad perteneciente al Ayuntamiento de la Merindad de Sotoscueva en el norte de la provincia de Burgos. La historia de sus hallazgos arrancó en 1968 con el descubrimiento de un cráneo de oso de las cavernas (Ursus spelaeus). Este descubrimiento motivó que el científico Trino Torres (izquierda) llevara en 1986 una campaña de excavación donde ya verificó la existencia de una ocupación neandertal en esta cueva.

Desde 2016 un equipo codirigido por Marta Navazo Ruiz (Universidad de Burgos, derecha), Rodrigo Alonso Alcalde (Museo de la Evolución Humana) y Alfonso Benito Calvo (Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana) retomaron las excavaciones ampliando año tras año la superficie explorada.

Los más de tres mil restos recuperados este año se suman a los miles de las campañas anteriores lo que está permitiendo llevar a cabo, en la actualidad, tres tesis doctorales sobre este yacimiento por parte de los doctorandos de la Universidad de Burgos, Pedro Alonso, Hector de la Fuente y Claudia Santamaría. Del mismo modo, desde el inicio del proyecto se han defendido en dicha universidad una decena de trabajos de fin de grado y de máster que han ampliado el conocimiento sobre la vida cotidiana de estos grupos humanos.

Foto: Grupo de voluntarios realizando el lavado arqueológico.

Fuentes: burgosnoticias.com | 27 de agosto de 2020

Hallan en 'Viminacium' (Serbia) un sarcófago con una inscripción en griego que podría contener la primera referencia a Cristo

Un equipo de arqueólogos que trabajaba en la excavación de los restos de la antigua ciudad romana de Viminacium (Serbia) ha encontrado una fina lámina de plata con un texto escrito en griego antiguo en uno de los tres sarcófagos de plomo que han sacado a luz y en los que se cree que se habían enterrado a personas de las provincias orientales del Imperio Romano (Palestina e Israel) de los siglos II al IV d.C.

La lámina, de 5,3 centímetros de largo por 3,5 de ancho y solo 0,1 milímetros de grosor, estaba en la tumba de una niña de unos tres años. Dicha lámina había sido doblada siete veces, y al desplegarla los investigadores distinguieron nueve líneas con una combinación de símbolos y letras griegas entre las que se pueden distinguir HI, TETA, NI y RO, si bien cuando el texto se observa desde diferentes ángulos se pueden ver como letras diferentes. Desde uno de ellos, escrito en mayúsculas, se puede leer HRIS, Cristo, que significa "Salvador".

"Las letras son claramente reconocibles, pero es tan asombroso que creo que es demasiado pronto como para afirmar que se refieren a Cristo. También se encontraron monedas de la época de Faustina la Mayor en el sarcófago, lo que permite datar la tumba a finales del siglo II o principios del III d.C.. Si se confirma que la lectura de la palabra HRIS es correcta, entonces sería la mención más antigua de Cristo en el mundo", dice el Dr. Miomir Korac (izquierda), director del Instituto Arqueológico y jefe del Proyecto Científico Viminacium.

"La existencia de este tipo de láminas se conoce desde la época de la antigua Grecia (V-IV a.C.), y permanecieron en uso durante todo el período del Imperio Romano hasta el siglo IV d.C. Se dirigían a las fuerzas sobrenaturales, o más bien a deidades o demonios, con diferentes oraciones explicando lo que se deseaba del otro mundo. Por otro lado, semejante láminas ya se descubrieron en la necrópolis sur de 'Viminacium' en 2016 y se publicaron en 2017 en una de las revistas más prestigiosas, la 'Zeitschrift für Papyrologie und Epigraphik'", explica el Dr. Korac.
Además, el investigador enfatizó que la decoración del sarcófago, en la que se repiten la cruz en forma romboide y la 'estrella' formada por cuatro líneas cruzadas, se asocia con el entorno de los paleocristianos. "Hay que tener en cuenta que el cristianismo era diferente en aquel tiempo y que estaba compuesto por un conjunto de sectas muy diversas. Los anillos de los gnósticos místicos también han sido encontrados en 'Viminacium' y se consideraban cristianos", afirma Korac.

Los tres sárcófagos de plomo se consideran un hallazgo excepcional, ya que de las 14.000 tumbas excavadas en la necropólis de Viminacium (que se prolongó durante décadas) se han encontrado menos de 30 sarcófagos de este tipo.

Varios detalles indican que la niña procedía de Oriente Medio, pues tanto el material como el estilo del sarcófago -muy extendido en Jerusalén- eran muy raros en el enclave de Viminacium. Además, su rico ajuar funerario —que incluye pendientes, anillos y otras joyas de oro— era poco común entre los propios romanos que lo depositaran en tumbas, dado que lo consideraban una costumbre bárbara.


"Los romanos no tenían la costumbre de depositar oro en las tumbas. Pensaban que solo la gente corriente y los bárbaros realizaban tal acción. Excepto en un caso, y fue durante la pérdida de una hija que no vivió para casarse, por lo que parte de su dote fue depositada con ella", dice Korać.
En el sarcófago de la niña se encontró una moneda de bronce (siglo II) a la derecha del cráneo, una moneda de bronce con tres perforaciones (un colgante) en el lado derecho de la mandíbula, y un arete de alambre fino de oro, tipo argolla, en el lado derecho del cráneo.


En el pecho se encontró un colgante más grande en forma de bolita de pan de oro, un medallón -que es un objeto único en la necrópolis de Viminacium- que está hecho en forma de pelta, es decir, el escudo de las Amazonas, y que en sí mismo tiene un simbolismo protector. Por último, en el dedo de su mano derecha se encontró un anillo de oro, con forma de serpiente, y que tenía también un papel protector en la antigüedad, así como dos pendientes de oro.


El Dr. Korac dijo a la agencia Beta que el territorio de la ciudad de Viminacium se extiende sobre 450 hectáreas en la zona más ancha y 220 hectáreas en la más estrecha.

"Cuando superponemos lo que hemos investigado hasta ahora, obtenemos que se ha explorado menos del cuatro por ciento del territorio. Eso significa que terminaremos la investigación arqueológica en los próximos 300 años", dijo el profesor Korac.

Al mismo tiempo subrayó que Viminacium es excepcional en el sentido arqueológico. "Todos los lugares donde las legiones romanas fueron famosas, junto con las ciudades, continuaron existiendo incluso cuando el Imperio Romano colapsó. Todos esos enclaves se han renovado con nuevas ciudades, si bien el único lugar donde no se erigió ninguna aglomeración urbana es en 'Viminacium'”, detalla el arqueólogo.


Korac dice que el estado serbio debería prestar más atención a la importancia de los descubrimientos arqueológicos: "Quizás no tanto por amor a la arqueología, sino porque hay que entender que la arqueología es un negocio muy lucrativo en todo el mundo, la mayoría de las veces referida a varios destinos turísticos", afirma el Dr. Korac.

En este sentido, dijo que había indicios de que el estado destinará 18,5 millones de euros a sacar a la luz los restos de las ciudades romanas en Serbia hasta el año 2025.

“Sería una buena oportunidad para levantar todas esas ciudades antiguas e incluirlas en la oferta turística de nuestro país. Estoy seguro de que sería un gran impulso para que fondos más importantes del Ministerio de Ciencia y el Ministerio de Cultura fluyeran hacia la investigación arqueológica, no solo en el período antiguo sino también de la Edad Media", concluye el Dr. Korac.

Maqueta de la antigua Viminacium, la cual tuvo foro, palacio, templos, anfiteatro, hipódromo, baños y talleres, acueductos y fortificaciones. Foto: Ilija Mikic

Fuentes: actualidad.rt.com | informer.rs | novosti.rs | beta.rs | nova.rs | 26 de agosto de 2020

Recrean rostros de emperadores romanos con calidad fotográfica usando una app

Un artista canadiense volvió a la vida a 54 líderes de la antigua roma reproduciendo sus rostros tal como habrían sido en su tiempo Crédito: Daniel Voshart

Cientos de años separan la época actual de la de los años del imperio romano. Es por ello que la única manera que existía de imaginar los semblantes de los emperadores de la antigua Roma a través de la contemplación de sus bustos o estatuas desgastadas o mal heridas por el inexorable paso del tiempo.
Pero ahora, Daniel Voshart (izquierda), un artista canadiense, fue capaz, gracias a la tecnología de la imagen -y al tiempo libre que le dejó la pandemia de coronavirus-, de reconstruir tal como eran los rostros de Calígula, Nerón, Marco Aurelio, y los demás dueños del mundo en la era del imperio romano de occidente.

Voshart es un diseñador que vive en Toronto, y que asegura que el proyecto de darle vida a las caras imperiales tiene que ver con la cuarentena, ya que su trabajo como especialista en realidad virtual para la industria del cine quedaron en suspenso por la pandemia. Entonces decidió darle curso a su idea y comenzó a colorear las estatuas de los mandatarios romanos.

En julio había terminado sus representaciones faciales realistas de 54 emperadores, que dominaron Roma entre el 27 a.C hasta el 285 d.C. Pero esta semana lanzó retratos actualizados y nuevos carteles que puso a la venta a través de su página de internet, con enorme éxito.

El emperador Augusto (Referencias a la izquierda: Prima Porta; Museo de Pérgamo; Museo Británico; Vía Labicana)


El emperador Tiberio (Referencias a la izquierda: arriba a la izquierda y derecha: Museo Real de Ontario; abajo Museo Arqueológico Nacional de Nápoles y colección Lansdowne.

Los programas utilizados

Para crear sus retratos, Voshart utilizó como herramienta principal un programa llamado ArtBreeder, que permite manipular retratos y paisajes usando redes neuronales y aprendizaje de máquina. Es similar a FaceApp, pero permite un mayor control sobre las diversas variables que la aplicación analiza a la hora de simular un rostro a partir de las imágenes originales. Si uno ingresa al sitio de ArtBreeder, es posible ver una variedad de caras en diferentes estilos, cada uno de los cuales se puede ajustar usando diversos controles que ofrece el programa.

ArtBreeder es la misma herramienta que usó un artista holandés para recrear los rostros de varios personaj... a partir de pinturas y estatuas, y el que aplicó Gastón Gordon para simular el rostro de José de San Martín de joven.

El emperador Calígula (Referencias a la izquierda: Museo del Louvre; Gliptoteca Carlsberg; Museo de Roma; Met Gallery)

El emperador Claudio (Referencias a la izquierda: Museo Arqueológico Nacional de Nápoles;, Museos Vaticanos; Museo Arqueológico Nacional de España; Museo Chiaramonti)

Voshart alimentó el mencionado programa de diseño con imágenes de emperadores que recopiló de estatuas, monedas y pinturas. Luego modificó los retratos manualmente basándose en descripciones históricas.

"Trabajaba en 'Photoshop', lo cargaba en 'ArtBreeder', lo modificaba, lo volvía a llevar a 'Photoshop' y luego lo retrabajaba. Eso dio como resultado la mayor calidad de la foto en cuanto a la realidad de la imagen", señaló el artista al sitio de novedades tecnológicas estadounidense The Verge.

El emperador Nerón. (Referencias a la izquierda: Museos Capitolinos; Gliptoteca de Munich; Galeria Uffizi; Peter Paul Rubens)


El emperador Galba (Referencias a la izquierda: arriba y derecha, Museos Capitolinos; abajo izquierda, Museo de Antigüedades de Estocolmo.

Voshart señaló que su objetivo no era simplemente copiar las estatuas en carne y hueso, sino crear retratos que parecieran convincentes. "Lo que estoy haciendo es una interpretación artística de una interpretación artística", explicó.

Para determinar el probable tono de piel y el color del cabello de los gobernantes romanos, Voshart estudió los registros históricos y miró los lugares de nacimiento y linajes de los hombres, y finalmente hizo una suposición fundamentada.

El emperador Otón (Referencias a la izquierda: Museo del Leouvre; pintura de Peter Paul Rubens; Museo Británico; Galeria Uffizi)


El emperador Vitelio (Referencias a la izquierda: Museo del Louvre; pintura de Peter Paul Rubens; Gliptoteca Carlsbeg; Rubens House Antwerp)

Ayuda de personajes famosos de hoy

Con la intención de ayudar a darle mayor realismo a algunas de las figuras que reprodujo, el artista admitió que utilizó algunas personas de la actualidad. Así, para darle mayor carnadura al rostro de Augusto, tomó algo del actor Daniel Craig.

En tanto que para el retrato de Maximino el Tracio, usó las imágenes de un luchador de catch francés llamado André the Giant, que, al igual que el emperador, padecía un trastorno en la glándula pituitaria conocida como gigantismo.

Sorprendentemente, el artista reconoció que no estaba para nada interesado en la historia del Imperio Romano. Pero a medida que fue reproduciendo los retratos se fue interesando en la vida de cada uno de ellos y ahora quiere visitar los museos sobre los emperadores que existen en Roma.

El emperador Vespasiano (Referencias a la izquierda: Museo de Arqueologia de Cambridge; Gliptoteca Carlsberg; Museos Capitolinos, Museo Nacional de Arqueología de Nápoles)


El emperador Tito (Referencias a la izquierda: Museo Nacional de Arqueología de Nápoles; Museo Théo Desplans, Francia; Museo Británico, moneda con su esfingie.


El emperador Domiciano. (Referencias a la izquierda: Museos Vaticanos; Museo Altes, Berlín; Museo Arqueológico de Venecia; Museo del Louvre)


Además, se mantiene en contacto con grupos de profesores de historia especializados con los que conversa habitualmente. De hecho, para la imagen del emperador Numeriano, el diseñador utilizó algo de las facciones de uno de los profesores que le da asistencia histórica ya que, según el artista, tanto el profesor como el citado líder romano tienen rasgos similares.

Vohasrt vende los pósters de los emperadores de su página web y también los difunde desde su cuenta de Twitter, donde asombra a los usuarios por la calidad y el realismo de sus trabajos mediante los cuales parece haber vuelto a la vida a los antiguos líderes romanos.

Fuentes: lanacion.com.ar | voshart.com| 25 de agosto de 2020

Encuentran un anfiteatro romano en la antigua ciudad de Mastaura en Anatolia

Restos del anfiteatro de Mastaura / foto Hurriyet Daily News

Los restos de un anfiteatro romano han sido encontrados en la antigua ciudad de Mastaura, en la provincia occidental de Aydin, lo que en la antigüedad era la Caria.

Ya se conocía la existencia de un teatro en la zona, que ha permanecido sin ser excavado y cubierto de tierra, higueras y olivos, tal y como indica la web oficial gubernamental: "Las ruinas del edificio que se pueden ver hoy se encuentran en el noroeste de la ciudad, el edificio escénico, que se formó con una terraza arqueada de dos niveles, se conserva parcialmente hoy, la parte de la orquesta está cubierta de olivos, la parte de la cavea ha sido completamente destruida, solo se ve material de relleno parcialmente".



Esa misma web indicaba ya la presencia de otra estructura: "En el centro de la ciudad, un alto muro de terraza construido con piedra y mortero de cal se puede ver en huertas de uvas e higueras, que es posiblemente el anfiteatro ahora descubierto", según indica el diario Hurriyet Daily News.
Los restos serían los de un anfiteatro de tamaño medio, con un diámetro de unos 100 metros, cuyas paredes tienen unos 14-15 metros de altura y tiene filas de asientos.

Según el director de las excavaciones, Sedat Akkurnaz (izquierda), del departamento de arqueología de la Universidad Adnan Menderes de Aydin: La gente vivió en Mastaura durante unos 2.500 años. Se mudaron a Nazilli hace 200-300 años. Mastaura es un importante asentamiento antiguo que se conoce desde hace casi 200 años. Cuando los viajeros europeos vinieron a visitar Anatolia en el siglo XVIII, también visitaron Mastaura y compartieron información sobre ella. Cuando examinamos las notas de esos viajeros, vimos que indicaban que había un anfiteatro en Mastaura. Entonces intensificamos nuestra investigación y descubrimos la ubicación de este anfiteatro hace una semana".

Akkurnaz dijo que encontraron los restos de la estructura y como es un terreno de propiedad privada, están haciendo las gestiones necesarias con el ministerio para proteger este lugar.

Restos que pueden formar parte del anfiteatro / foto Aydın İl Kültür ve Turizm Müdürlüğü

Además, los investigadores esperan que la estructura se encuentre en buen estado de conservación bajo tierra, en cuyo caso se trataría del primer ejemplo de anfiteatro romano con su estructura bien conservada en toda Anatolia (del de Pérgamo apenas quedan ruinas), donde por el contrario existen muchos teatros romanos que están entre los mejor conservados del mundo.

La enterrada cavea del teatro de Mastaura / foto archmuseum.org

Fuentes: labrujulaverde.com | Hurriyet Daily News | Aydın İl Kültür ve Turizm Müdürlüğü | 20 de agosto de 2020

Descubren un fuerte canaanita de hace 3.200 años en Israel

El fuerte, situado en un lugar elevado estratégico, tiene un tamaño de 18 metros cuadrados - AAI

Un grupo de arqueólogos ha desenterrado los restos de un fuerte canaanita de hace 3.200 años utilizado para defenderse de los filisteos que llegaban a la zona en esa época, informó la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI).

El sitio arqueológico está cerca del Kibutz Galon, en la localidad de Kiryat Gat, al sur de Tel Aviv, y será esta abierto para visitas. "El fuerte encontrado permite ver la realidad geopolítica descrita en el 'Libro de los Jueces' (parte del 'Antiguo Testamento'), cuando los canaanitas, los israelítas y los filisteos luchaban unos contra otros", explicaron en un comunicado los arqueólogos Saar Ganor (izquierda) e Itamar Weissbein (derecha) de la AAI.

"En este periodo, la tierra de Canaan era gobernada por los egipcios, y sus habitantes estaban bajo su custodia. Después, en el siglo XII a.C., entraron en juego otros dos jugadores: los israelitas y los filisteos, lo que llevó a una serie de violentas disputas territoriales", narran.

"Los israelítas se ubicaron en asentamientos no fortificados en las montañas de Benjamin y Judea, mientras que los filisteos acumularon poder en la planicie costera del sur y establecieron grandes ciudades, como Ashkelon, Ashdod y Gat. En un intento de conquistar más áreas, se enfrentaron a los egipcios y a los canaanitas en la zona fronteriza", explican.
Boceto de la fortaleza de 3.200 años desenterrada cerca de Guvrin Stream y Kibbutz Gal On (dibujo de Itamar Weissbein / Autoridad de Antigüedades de Israel)

El fuerte descubierto fue probablemente construido por egipcios y canaanitas para hacer frente a la situación "antes de que los egipcios, en el siglo XII a.C., abandonasen Canaan y regresaran a Egipto", una salida que daría más tarde lugar a la destrucción de ciudades canaanitas, que quedaron desprotegidas.

Loza de barro descubierta en una ciudadela de 3.200 años de antigüedad desenterrada cerca de Guvrin Stream y Kibbutz Gal On, agosto de 2020 (Dafna Gazit / Autoridad de Antigüedades de Israel).

La estructura del fuerte, situado en un lugar elevado estratégico, es como las casas de gobernadores egipcios y similar a las encontradas en otras partes del país. Tenía un tamaño de 18 metros cuadrados con un patio interior y columnas, torres de vigilancia en las cuatro esquinas y un umbral con una piedra de unas tres toneladas, que se ha preservado a la entrada del edificio. Se han encontrado cientos de vasijas de cerámica, incluidos algunas utilizadas probablemente para rituales religiosos.

Fuentes: abc.es | timesofisrael.com | 23 de agosto de 2020

La búsqueda del Edén: en pos de los orígenes de la humanidad

Un bosquimano de la comunidad Khomani San adopta una pose tradicional en el desierto del sur de Kalahari, Sudáfrica. Los San todavía cazan animales como lo hacían nuestros antepasados. Fotografía: Dan Kitwood / Getty Images.

Por debajo de la piel todos somos africanos. Esa es la reciente y simple conclusión de los científicos que estudian los orígenes de nuestra especie. Los genes, las herramientas antiguas de piedra y los huesos fósiles, analizados durante las últimas décadas, dejan en claro que los hombres y las mujeres de hoy en día son descendientes directos de los cazadores-recolectores que evolucionaron en algún lugar de África y se apoderaron de dicho continente antes de que un grupo partiera desde el mismo para conquistar el resto del mundo hace decenas de miles de años.

Sin embargo, nunca se ha establecido exactamente en qué lugar de África aparecimos por primera vez. Algunos investigadores han argumentado que la cuna de la humanidad se encuentra en el este, en Etiopía o Kenia. Otros han apostado por Sudáfrica. Pero la mayoría estaban seguros de que solo sería cuestión de tiempo que se identificara el lugar de nacimiento de nuestra especie: tal vez en una tierra que englobaba un enorme estuario que una vez contuvo peces o cerca de una vasta porción de sabana rica en caza. Y fue aquí, en algún paraíso de la Edad de Piedra, donde nuestros predecesores más primitivos perfeccionaron sus habilidades intelectuales y culturales y se transformaron en Homo sapiens, una especie de primate notable por su cráneo redondeado, rostro pequeño, mentón prominente, herramientas avanzadas, alta inteligencia y cultura sofisticada.


Es una imagen atractiva. Sin embargo, en los últimos años han comenzado a aparecer grietas en esta simple representación de nuestro pasado lejano, principalmente porque ha resultado difícil encontrar candidatos plausibles para nuestro lugar de nacimiento. Como resultado, un número creciente de investigadores se está alejando de la idea de que existía tal Arcadia. Como dijo el genetista de Harvard, David Reich (izquierda): "Cuando se trata de la ascendencia humana, no existe el Jardín del Edén".

En cambio, arqueólogos, expertos en fósiles y genetistas están respaldando una nueva idea trascendental para explicar la evolución del Homo sapiens. Dicen que una multitud de lugares diferentes en África actuaron como la cuna de la humanidad moderna. No aparecimos en un solo lugar y luego nos expandimos, sino que hemos evolucionado constantemente durante casi 500.000 años a través de la vastedad del continente africano.

Chris Stringer (derecha), del Museo de Historia Natural de Londres, explica: "Los predecesores inmediatos de los humanos modernos probablemente surgieron en África hace unos 500.000 años y evolucionaron en poblaciones separadas".
“Cuando los tiempos fueron malos, por ejemplo, cuando el Sahara era árido, tal como lo es ahora, se veían pequeños grupos aislados de humanos aferrados a su existencia. Algunas de estos individuos se habrían extinguido, pero otros lograron aguantar".

Más tarde, cuando las condiciones mejoraron, por ejemplo, cuando el Sahara se volvió verde nuevamente y se formaron lagos y ríos, las poblaciones sobrevivientes se expandieron y entraron en contacto entre sí. Cuando lo hicieran, habrían intercambiado ideas y genes. Posteriormente, el clima se habría vuelto sombrío de nuevo y se habrían separado.

“Esto sucedió una y otra vez en diferentes lugares y por distintas razones durante los siguientes 400.000 años”, agrega Stringer. “El producto final fue el 'Homo sapiens', la especie que es más o menos la versión de la humanidad moderna y que ahora habita en todos los continentes de la Tierra”.

El papel de la socialización

Este planteamiento está respaldado por Eleanor Scerri (izquierda), de la Universidad de Oxford. “El 'Homo sapiens' probablemente desciende de un conjunto de grupos de personas interrelacionadas, que estaban separadas y conectadas en diferentes momentos. Cada uno tenía diferentes combinaciones de características físicas, con su propia mezcla de rasgos ancestrales y modernos".

Normalmente, los animales que se despliegan por un continente tienden a dividirse en diferentes subespecies y, eventualmente, evolucionan hacia especies completamente nuevas. Sin embargo, en el caso del Homo sapiens sucedió algo muy diferente. Mantuvimos conexiones probablemente debido a la propensión de nuestra especie a las redes sociales de largo alcance, al tiempo que evolucionábamos lentamente pero en masa a través de toda África.

En otras palabras, nuestra socialización influyó fuertemente en el curso de nuestra evolución, un punto que ha sido enfatizado por el genetista Mark Thomas (dereecha), del University College London. Él sostiene que la cultura, la acumulación de conocimientos, de creencias y valores en una sociedad o tribu, ha sido vital para nuestra supervivencia. “Sin la cultura estaríamos muertos”, dice. “Hoy sabemos cosas que fueron resueltas por nuestros antepasados ​​hace decenas de miles de años y que se han transmitido de generación en generación. La cultura es nuestro sistema de soporte vital”.

Una de las razones de la creencia anterior, de que la humanidad tenía un solo lugar de origen, se remonta al trabajo de los primeros biólogos moleculares, como el ya fallecido Allan Wilson (izquierda) de la Universidad de California, Berkeley. En 1987, su equipo utilizó el análisis de genes para estudiar el ADN mitocondrial, una forma de material genético que se hereda únicamente de las madres.
Al comparar las variaciones en el ADN mitocondrial de individuos seleccionados en todo el mundo, Wilson pudo crear un árbol genealógico gigante de la humanidad, uno que echó raíces firmemente en África. Sin embargo, Wilson fue más allá. Argumentó que este árbol genético podría remontarse, no solo a un grupo de Homo sapiens, sino a una única madre, una matriarca mitocondrial que dio origen a toda nuestra especie.

La teoría de que hubo una Eva africana fue muy influyente. Si hubo una única madre para la humanidad, entonces debió haber vivido en algún lugar, y, por tanto surgió la idea de que tenía que existir un lugar específico que era nuestra tierra de origen. A lo largo de décadas, muchos posibles enclaves se presentaron como la cuna de la humanidad, incluida una sugerencia reciente de científicos que afirman que el análisis del ADN mitocondrial indica que las raíces de la humanidad se encuentra Botsuana.

Ahora bien, muchos investigadores ya no creen en estas simples explicaciones, y señalan a otros estudios que también parecen confundir. Por ejemplo, los análisis del cromosoma Y, que determina la masculinidad en los humanos y, por lo tanto, se hereda únicamente a través de la línea paterna, sugieren que la humanidad moderna probablemente se originó en África occidental porque allí se encuentra la mayor variación del cromosoma Y en el ADN humano, y las variaciones en el ADN tienden a aumentar a medida que pasa el tiempo.

De esta manera, surge la situación bastante extraña de que nuestra Eva africana habitó en una parte del continente, mientras que su Adán apareció en otra parte diferente y distante del continente. No es una buena forma de iniciar una dinastía, pensaría cualquiera.

Arroyos trenzados
Y luego está el cráneo humano. El cráneo más antiguo, redondeado, moderno y parecido a un humano se ha encontrado en Etiopía. Al mismo tiempo, la expresión simbólica más antigua en términos de grabado y manifestación artística se encuentra en la cueva de Blombos, en Sudáfrica, mientras que los entierros simbólicos más antiguos se encuentran en el otro extremo del continente, en las afueras de África, en Israel, donde se ha descubierto que una tumba de hace 100.000 años contiene un cuerpo adornado con astas de ciervo (izquierda).

"No hay ninguna evidencia de que en una sola parte de África se haya producido todo este comportamiento moderno", dice Stringer.
En cambio, se argumenta que durante gran parte de nuestra existencia diferentes grupos de humanos mostraron algunas, pero no todas, de estas características antes de que fueran compartidas paulatinamente, según nuestras redes sociales se iban ampliando. A medida que los pueblos se mezclaron, eligieron soluciones biológicas y de comportamiento que ya habían sido probadas por otras poblaciones.

Lentamente el éxito se construyó sobre el éxito, y la humanidad moderna emergió en todo su esplendor y sofisticación. No hubo un avance repentino entre un grupo de personas que adquiriera determinado pensamiento simbólico, ostentara falta de vello y realizara manifestaciones artísticas en un solo evento evolutivo. Fue más una cuestión de intercambio mutuo de atributos intelectuales y genéticos a grandes distancias y durante largos períodos de tiempo.

Un problema importante para comprender estas nociones proviene del hecho de que la ascendencia se explica muy a menudo en términos de árboles, ya sea como un árbol genealógico o como un árbol evolutivo que muestra cómo surgen las especies unas de otras. Estos árboles tienen troncos únicos que se dividen en ramas y enfocan los pensamientos hacia orígenes únicos.

“Son una metáfora poderosa, pero también resultan ser profundamente erróneas”, dice el antropólogo John Hawks (derecha), de la Universidad de Wisconsin-Madison, en un artículo para el boletín científico Aeon. En su lugar, él argumenta que nuestra historia evolutiva es más como un río trenzado, un conjunto de arroyos que se entrelazan entre sí durante cientos de miles de años antes de fusionarse en un mismo canal enorme.

Sin embargo, el genetista Pontus Skoglund (izquierda), del Instituto Francis Crick de Londres, hace sonar una nota de precaución. “Tenemos que ser cuidadosos, pues estamos hablando de eventos que ocurrieron hace cientos de miles de años. El problema es que solo tenemos ADN antiguo de fósiles que tienen unos pocos miles de años. Y eso hace que sea difícil estar completamente seguros de cómo interactuaron las poblaciones en aquellos días muy lejanos. Necesitamos más pruebas al respecto".

Stringer reconoce esta advertencia: “El problema con el ADN es que comienza a descomponerse después de la muerte, y cuanto más cálidas son las condiciones ambientales más rápido ocurre el proceso”. En diversas partes del mundo donde hace relativamente frío, por ejemplo en Europa o en cuevas profundas, eso no es un problema. En estos lugares se ha encontrado, extraído y estudiado, ADN que tiene cientos de miles de años. Pero en África el calor es un problema real.

“Tal circunstancia restringe el tipo de evidencias que podemos reunir”, agrega Stringer. “Somos como el proverbial borracho que ha dejado caer sus llaves en la calle, pero solo puede mirar hacia donde brilla la farola, porque ese es el único lugar donde puede ver, aunque sus llaves están más allá, en la oscuridad. Estamos restringidos al lugar donde podemos mirar. Tenemos que tener eso en cuenta".

No obstante, Stringer y otros partidarios de la teoría pan-africana de la evolución humana confían en que este novedoso modo de ver -completamente diferente- la aparición de nuestra especie en África aportará nuevos conocimientos sobre el desarrollo de las sociedades humanas, no solo de los últimos 500.000 años, sino también más allá, hace siete millones de años, cuando el linaje que dio lugar al Homo sapiens se separó de otros linajes de primates africanos.

“Lo que más inspira del concepto de arroyos de río trenzados sobre nuestros orígenes es lo que implica para futuros descubrimientos”, dice Hawks. “A lo largo de los siete millones de años -o más- de evolución de los homínidos, debieron existir docenas de poblaciones muy duraderas mezclándose y compartiendo adaptaciones entre sí. Hay mucho más ahí fuera esperando a que los antropólogos lo descubran".


Una de las pinturas halladas en isla indonesia de Sulawesi del Sur. Foto: Maxime Aubert/PA

El nacimiento del arte

El pasado año los investigadores anunciaron que habían hecho un descubrimiento sorprendente en la isla indonesia de Sulawesi del Sur: una pintura mural que representaba a humanos y animales. Mediante una técnica conocida como datación por uranio-torio, los científicos australianos e indonesios demostraron que el trabajo artístico tenía unos 43.900 años, el arte rupestre más antiguo que se conoce creado por nuestra especie.

El panel pictórico consta de seis mamíferos -dos cerdos verrugosos de Sulawesi y cuatro búfalos enanos- y varias figuras con apariencia humana, una con cabeza de pájaro y otra con cola. Las imágenes sugieren que un mito o leyenda se desarrolla en la pared de la cueva.

“Tiene todos los elementos clave de la cognición humana moderna: una escena narrativa y figuras similares a las humanas que realmente no existen en el mundo real”, dice el profesor Maxime Aubert (izquierda), de la Universidad Griffith de Australia. "Todo está allí desde hace unos 44.000 años".

El sur de Sulawesi está a miles de kilómetros de Europa, hogar de prácticamente todo el resto del arte rupestre paleolítico. Y esa formidable brecha geográfica es importante. En Europa, los mamuts, leones y rinocerontes, magníficamente representados de las cavernas de Lascaux, Chauvet y Altamira, muestran que algo especial estaba sucediendo en la cabeza de sus creadores. Pensaban simbólicamente al dejar que una cosa, como unas manchas de pintura, representara a otra: un animal. Estos artistas estaban infundiendo a sus vidas un significado que iba más allá de los impulsos básicos para sobrevivir.

Semejante sofisticación tan obvia ha llevado a algunos científicos a concluir que los primeros europeos eran, intelectualmente, más dotados que otros miembros originarios Homo sapiens. Quizás había ocurrido una mutación genética en sus cerebros cuando entraron por primera vez en el continente europeo desde África.

Un detalle de la escena de caza de hace unos 40.000 años. Adam Brumm

Esta noción, siempre controvertida, ha sido firmemente anulada por la datación de la cueva de Sulawesi. Su arte es unos 10.000 años más antiguo que el de Lascaux o Altamira, y es igual de sofisticado.

“Se ha demostrado claramente que la idea de que el arte rupestre comenzó en Europa es errónea”, dice Stringer.

En otras palabras, el Homo sapiens alcanzó su capacidad de pensamiento simbólico, de narración de historias y pensamiento abstracto, mucho antes de que llegáramos a Europa hace unos 40.000 años. Neurológicamente ya estábamos armados por completo, y lo habíamos estado durante mucho tiempo antes de que emergiéramos de una patria africana hace unos 70.000 años para conquistar el mundo. Estas eran habilidades que se habían perfeccionado durante cientos de miles de años a lo largo y ancho de África.

Fuente: theguardian.com | 5 de enero de 2020