Hallan en Laos un diente de una misteriosa niña posiblemente denisovana (hace entre 164.000 y 131.000 años)

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El supuesto molar de una niña denisovana hallado en Laos. Crédito de la imagen: Fabrice Deméter.

El descubrimiento de un antiguo molar, un diente que probablemente perteneció a una niña que vivió hace 164.000 años en una cueva en lo que ahora es Laos, es una nueva evidencia de que el misterioso linaje humano apodado los denisovanos, anteriormente conocido solo en cuevas en Siberia y China, también vivieron en el sudeste asiático, según describe un nuevo estudio al respecto.

"Esto demuestra que los denisovanos vivían en una amplia gama de entornos y latitudes y podían adaptarse a condiciones extremas, desde las frías montañas de Altai, en Rusia, en el Tíbet, y hasta en los bosques tropicales del sudeste asiático", dice el coautor del estudio, Clément Zanolli (izquierda), paleoantropólogo de la Universidad de Burdeos, Francia.

"Los estudios genéticos indican que los denisovanos estaban adaptados a climas fríos y de gran altitud, pero ahora también sabemos que vivían en climas más cálidos y húmedos y a baja altitud", agrega Zanolli.

Aunque los humanos modernos, Homo sapiens, son en la actualidad los únicos miembros sobrevivientes del género Homo, otros linajes humanos vivieron alguna vez en la Tierra. Los parientes extintos más cercanos de los humanos modernos incluyen a los neandertales de Europa y Asia y a los nuevos linajes denisovanos de Asia y Oceanía.

Diferentes vistas del diente de la niña denisovana hallado en Laos. Crédito de la imagen: Demeter, F. et al. Nature Communications.

Investigaciones anteriores estimaron que los ancestros de los humanos modernos se separaron hace unos 700.000 años del linaje que dio lugar a los neandertales y los denisovanos, y que los ancestros de los neandertales y los denisovanos se separaron hace unos 400.000 años. Sin embargo, el análisis genético de los fósiles de estos linajes extintos reveló que permanecieron lo suficientemente cerca como para cruzarse con los humanos modernos.

Hay muchas cosas sobre los denisovanos que siguen siendo un misterio. Hasta ahora, los investigadores han descubierto solo cinco fósiles vinculados con certeza a ellos: tres molares superiores, un hueso de un dedo y una mandíbula, lo que limita en gran medida lo que pueden los investigadores saber sobre ellos en general. Por otra parte, los científicos que descubrieron el pasado año un cráneo en China apodado "Hombre Dragón" afirman que pertenece a la especie, recién denominada, Homo longi, pero muchos otros investigadores sospechan que puede ser el cráneo de un denisovano.

También se debate dónde vivían exactamente los denisovanos. Todos los fósiles desenterrados hasta la fecha provienen de Asia continental, pero la evidencia genética anterior sugiere que las personas en Oceanía y las islas del sudeste asiático poseen herencia denisovana. Y ahora, el nuevo diente puede ser la primera evidencia fósil de denisovanos en el sudeste asiático.

"Cualquier fósil adicional descrito como un denisovano es relevante para comprender mejor su biología y evolución", dice Live Science el coautor del estudio, Fabrice Demeter, paleoantropólogo de la Universidad de Copenhague.

Fabrice Demeter y sus colegas observando una muestra de sedimento de la cueva Cobra, en Laos. Foto: Fabrice Deméter.

Los científicos descubrieron el diente en 2018 en un sitio conocido como cueva Cobra, en las montañas Annamite de Laos, el cual tiene una entrada ubicada a unos 34 metros sobre el suelo. La cueva, de piedra caliza, denominada técnicamente Tam Ngu Hao 2, se encontró debido a su proximidad a otro enclave donde investigaciones anteriores desenterraron fósiles antiguos de humanos modernos. La cueva Cobra también incluía fósiles de animales, como rinocerontes, tapires y ciervos sambar.

"Incluso si los resultados de estudios genéticos recientes sugieren que los denisovanos y los humanos modernos se encontraron en el sur de Asia durante el Pleistoceno tardío (hace entre 2,6 millones y 11.700 años), no esperaríamos encontrar un diente denisovano en Laos", dice la coautora del estudio, Laura Shackelford (izquierda), paleoantropóloga de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign.

El diente es un molar que aún no había brotado del lado izquierdo de la mandíbula inferior. Esto sugiere que pertenecía a un niño/a de entre 3,5 y 8,5 años. El análisis de la suciedad y piedra que rodea el mismo con técnicas como la datación por luminiscencia, que analiza cuánto tiempo hace que los granos minerales se expusieron por última vez a la luz solar para estimar su antigüedad, y la datación radiactiva, que permite medir la antigüedad de las cosas en función del tiempo que tardan ciertos elementos químicos en decaer radiactivamente, indica que el molar tiene entre 164.000 y 131.000 años.

Al estudiar las proteínas del esmalte del diente, el equipo confirmó que era del género Homo. Ahora bien, la ausencia de proteínas vinculadas con el cromosoma Y sugiere que el diente proviene de una niña (los investigadores no analizaron el fósil en busca de ADN antiguo porque el material genético rara vez se conserva bien en el tipo de sedimento que ostenta la cueva en que se halló, aparte de las condiciones tropicales presentes.

Esta panorámica muestra el lugar de la cueva Cobra Ngu Hao 2 en el norte de Laos. Es una cueva rocosa y escarpada con muchos escondites. La entrada de la cueva está a la izquierda. Crédito de la imagen: Copyright Fabrice Demeter/Universidad Copenhage.

Cuando los científicos compararon este molar con los dientes de otros homínidos, como el grupo que incluye a los humanos, nuestros ancestros y nuestros parientes evolutivos más cercanos (los neandertales), así como el grupo de los Australopithecus, encontraron que su estructura interna y externa se parecía más a los neandertales, si bien estaba ligeramente fuera de su rango conocido de variación. Además, el diente también difería del grupo de los humanos modernos y del Homo erectus, la primera especie humana conocida en usar herramientas de piedra relativamente sofisticadas. Aunque los científicos no pudieron excluirlo como perteneciente a un neandertal, sugirieron que su estrecha similitud física con un espécimen denisovano de China indicaba que el molar probablemente pertenecía a esta última especie humana.

"El diente indica que los denisovanos, en realidad, ya estaban en el sudeste asiático, lo cual es importante para comprender su rango de expansión geográfica", comenta Shara Bailey (derecha), paleoantropóloga de la Universidad de Nueva York, la cual no participó en este estudio. "Sabemos que su ADN llegó allí y que está presente en grupos recientes del sudeste asiático, pero esto indica que la población también estuvo presente en esa área".

"Incluso si resulta que este nuevo fósil no es de un denisovano, cualquier fósil similar hallado en esta área de Laos, en la que hasta ahora apenas se han descubierto fósiles humanos, es muy importante, especialmente si es un fósil no 'sapiens', como claramente parece ser", declara a Live Science Chris Stringer (izquierda), paleoantropólogo del Museo de Historia Natural de Londres, el cual tampoco participó en esta investigación.

Dada esa advertencia, Shara Bailey dijo: "Creo que es un buen estudio y que las conclusiones son sólidas. Estoy de acuerdo con su evaluación sobre el diente hallado".

Fuentes: livescience.com | Universidad de Copenhage | nytimes.com | 17 de mayo de 2022

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Divulgando la Historia desde 1998. Bienvenidos a la Cultura.

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