Una talla de 11.000 años de antigüedad, hallada en Turquía, puede ser la escena narrativa más antigua

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Un panel de la escena que presenta una figura masculina agarrando su falo mientras está flanqueada por dos leopardos. Crédito: K. Akdemir.

En algún momento de la transición al Neolítico, surgió una cultura extraordinaria en el sureste de Turquía. Comenzando hace unos 12.000 años, esta cultura anterior a la cerámica se asentó en los pueblos antes del advenimiento de la agricultura. En las cimas de las colinas de su región de Sanliurfa, construyeron conjuntos monumentales tan extraordinarios y laboriosos que los arqueólogos no creyeron, al principio, que hubieran sido creados por meros cazadores-recolectores, que se suponía que eran nómadas.

Llámelos los primeros templos del mundo, llámelos lugares de reunión con posibles aspectos rituales: su propósito sigue siendo desconocido, pero cambiaron el paradigma de cómo evolucionó la civilización tal como la conocemos. El primer sitio de este tipo que se descubrió fue Gobekli Tepe, seguido de la identificación de al menos 15 más, incluido el recientemente famoso Karahan Tepe. Estos sitios ahora se conocen colectivamente como Tas Tepeler (colinas de piedra) y se caracterizan por lugares de reunión con representaciones estilizadas monumentales de personas y animales, así como pilares con un aspecto decididamente fálico.

Mapa de los yacimientos neolíticos anteriores a la cerámica en Şanlıurfa (mapa de E. Özdoğan).

Y en 2021, se descubrió otro de estos sitios enigmáticos en el pueblo de Sayburc, después de que se informara que los aldeanos habían reutilizado obeliscos antiguos para construir muros alrededor de sus jardines. El personal del impresionante Museo de Arqueología de Sanliurfa confirmó que estos componentes de la pared son, de hecho, artefactos del Neolítico.

Y ha sido en este pueblo donde se ha descubierto lo que podría ser el relieve mural narrativo más antiguo del Cercano Oriente, creado hace unos 11.000 años, informó la profesora Eylem Özdoğan (izquierda) en el Journal of Antiquity.

Tallado en una pared rocosa

El 'Tell' o 'Tepe' (montículo, colina) neolítico (o simplemente preneolítico) de Sayburc se encuentra al pie de las montañas Tauro orientales y se encuentra a 60 kilómetros del río Éufrates. La mayor parte del mismo está oculta por el moderno pueblo de Sayburc, el cual comenzó a surgir en 1949, pero podemos considerar que este lugar estuvo ocupado durante más de 11.000 años.

Tras el descubrimiento de los artefactos neolíticos en las estructuras modernas, la excavación ordenada, que comenzó en 2021, encontró dos zonas de ocupación neolítica anteriores a la cerámica, explica Özdoğan. El primero consistía en edificios públicos, al sureste de los cuales se encuentran las ruinas de un asentamiento romano muy posterior. La segunda zona es el antiguo distrito residencial.

Debajo de una casa moderna en Sayburç hay un edificio público monumental de hace 11.000 años con un relieve narrativo en un banco de piedra. Crédito : cortesía del archivo del proyecto Sayburç / Antiquity Publications Ltd, Eylem Ozdogan

El relieve narrativo se encontró en un gran edificio comunal de 11 metros de diámetro, detectado entre los edificios públicos de la primera zona, dice Özdoğan. La investigación arqueológica de este edificio está obstaculizada en gran medida por las modernas viviendas construidas sobre él. Aun así, por lo que se ha esclarecido hasta ahora, encontraron que todo este relieve fue tallado en una pared rocosa de piedra caliza, similar a otros hallazgos de ese período realizados en otros asentamientos, confirma Özdoğan. Téngase en cuenta que los residentes -cazadores-recolectores- tuvieron que haber usando herramientas de piedra para tallar en la pared rocosa, lo que debió suponer un gran esfuerzo.

Al igual que en los otros asentamientos o 'Tepes', se tallaron bancos en la roca a lo largo de las paredes, y fue en la cara de un banco de 60 a 80 centímetros de altura donde se descubrió el relieve. Además, el banco muestra una serie de cavidades de unos 40 centímetros de ancho a lo largo de la pared, las cuales pudieron haber sido nichos para pilares, ahora desaparecidos.

Como se ha dicho, algunos piensan que los Tepes, como Gobekli Tepe, son los templos más antiguos del mundo. Hay características de rituales en abundancia, pero no podemos decir más. El profesor Necmi Karul (derecha) de la Universidad de Estambul, y que ahora excava Karahan Tepe y otros sitios, prefiere referirse a ellos como "lugares de reunión", porque seguramente lo fueron. Por lo general, se construyeron en las cimas de las colinas, y Sayburc también lo era, aunque no tan alta como las cimas de las colinas de Gobekli Tepe y Karahan Tepe, desde donde los reunidos tenían una brisa agradable y una vista excelente de la llanura mesopotámica que los rodeaba.

El edificio comunal en Sayburç, en el que se muestra el banco con posibles nichos para pilares, y que data de alrededor del noveno milenio a. C. Crédito: Cortesía del archivo del proyecto Sayburç / Antiquity Publications Ltd, y Eylam Ozdogan.

Grandes felinos y toros salvajes

En cuanto al relieve del banco, la profesora Özdoğan sugiere que encarna lo esencial de una narrativa: tiene un tema y una historia, en contraste con otras imágenes de similar periodo halladas en el área, las pueden estar representadas en grupos pero son independientes.

¿Que muestra el relieve? Cinco figuras de humanos y animales, o seis, según se interprete. El relieve consta de dos partes. En una muestra a un hombre agarrando su pene con su mano derecha, mientras que su brazo izquierdo está doblado sobre su vientre, al tiempo que está flanqueado por dos felinos con la boca abierta que le observan. El individuo se nos aparece de frente, mientras que los dos felinos están representados de perfil. Sus largas colas están enroscadas hacia sus cuerpos y a uno de ellos se le representa con un falo. El otro no lo lleva.

La escena, incluidas las dos figuras masculinas, talladas en el banco. Crédito: B. Kösķer / Antiquity Publications Ltd, E. Ozdogan.

El segundo conjunto muestra a un hombre (parece que se le representó o se le quiso representar con un falo) y a un toro enfrentados. El hombre se muestra con las piernas medio flexionadas, y está de espaldas al hombre que se enfrenta a los felinos. En una mano agita una especie de matraca o serpiente. Las serpientes suelen aparecer en relieves de otros asentamientos o 'Tells'. De hecho, hay una extraña estructura similar a un estanque en Karahan Tepe que se diría tiene una serpiente tallada en la roca a lo largo de una pared.

Pero volvamos a Sayburc: el toro se muestra de perfil, pero vemos su cabeza como si estuviera girada o la viéramos desde arriba, con cuernos prominentes. Esta representación estilizada es, nuevamente, similar a las de otros asentamientos coetáneos en el sureste de Turquía.

La estructura similar a una piscina en Karahan Tepe. Crédito: Agencia de Desarrollo y Promoción Turística de Türkiye.

En ambas escenas se puede decir que se ha enfatizado las características más peligrosas de los animales representados: los dientes de los felinos y los cuernos del toro. A su vez: solo el hombre entre los felinos se muestra en alto relieve, mientras que el resto de figuras están realizadas en un relieve plano. Además, el hombre situado entre los felinos parece que está sentado o es muy bajo, señala la profesora Özdoğan. “Creo que es una figura sentada. Esta puede ser la razón de cierta desproporción del cuerpo”.

Para el ojo moderno, la cara del hombre entre los felinos se ve como parecida a una gárgola. Cuando se le preguntó a Özdoğan si no podría representar quizás a una figura demoníaca o sobrenatural, respondió que las líneas y ángulos de la cara podrían estar, en realidad, representado una máscara (al fin y al cabo, se han encontrado máscaras de piedra en contextos neolíticos en todo el Cercano Oriente), pero no lo cree.

El hombre podría estar representado con una máscara en la cara. Crédito: Archivo del proyecto Sayburc.

“Las figuras humanas de este período, de las cuales hay muchas en 'Karahan Tepe', representan el rostro con todo detalle. Los ojos, la boca, la nariz y las orejas siempre están debidamente caracterizados, y, aunque todos los rostros se ven diferentes, representan a hombres”, agrega.

La circunstancia de que el hombre situado entre los felinos, se halle sentado o no, y agarre su pene, está muy relacionado con el arte del periodo Neolítico del Cercano Oriente. “Es bastante común”, dice ella. “El pene siempre se representa para indicar la identidad masculina, ya que expresa el estado o condición de un hombre, y la mayoría de las veces se muestra erecto. No hay nada nuevo bajo el sol. Los animales también a menudo se muestran con sus penes", observa.

Un felino feroz encontrado en Gobekli Tepe enseña los dientes en el museo de Sanliurfa. Crédito: Valence Levi Schuster.

La revolución del 'arte social'

Entonces, ¿qué tenemos? Cinco figuras: dos humanos, uno frente a nosotros y otro no, uno sosteniendo su pene y el otro sosteniendo una atraca (y/o serpiente); y tres animales peligrosos, todos representados a lo largo del plano de la pared del banco de piedra. ¿Cómo es que estamos ante un panel narrativo que difiere conceptualmente de los humanos y animales tallados en pilares y paredes monumentales de otros asentamientos?

“Estamos acostumbrados en el mundo moderno a las escenas dispuestas en sentido horizontal”, explica Özdoğan, "pero no siempre tiene o tuvo que ser así. Los pilares tallados en otros asentamientos tienen escenas verticales, y su desorden puede, incluso, ofrecernos una unidad narrativa”.

Así que la narración está en el ojo del espectador. El profesor Karul también especula que un papel clave que jugaban los lugares de reunión de la Turquía neolítica era la narración de historias, para las cuales se ayudaban, posiblemente, de las imágenes talladas en las imponentes piedras. En Gobekli Tepe algunos de esos pilares tallados tienen hasta seis metros de altura.

Reproducción de un pilar principal de Gobekli Tepe en el Museo de Prehistoria de Sanliurfa, con una persona de 1.80 metros de altura a su lado para ver la escala. Crédito: Ruth Levi Schuster.

Sayburc tiene el arte narrativo más antiguo del Cercano Oriente, pero Özdoğan quiere poner tal hecho en su adecuada valoración. “Hay arte rupestre magnífico en el mundo, especialmente en Europa, y también parecen tener una intención narrativa. No podemos ignorarlo: nada comienza de repente en determinado lugar. Ahora bien, el arte paleolítico a menudo se ubica en los rincones más ocultos de las cuevas, y no tiene el propósito de ser compartido con la comunidad, pero el el arte neolítico es distinto, es más social, está hecho para ser visto y posiblemente con la intención de relatar mitos”.

¿Qué pasará en el futuro en Sayburc? "Muy posiblemente las casas modernas sean demolidas para permitir que la estructura neolítica donde se encontró el relieve quede expuesta en su totalidad", concluye Özdoğan. "Con ello tal vez entonces aprendamos más sobre esta misteriosa cultura que surgió en la cúspide del Neolítico en el sureste de Turquía, en un lugar que alguna vez fue un paraíso".

Fuente: haaretz.com | 8 de diciembre de 2022

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Divulgando la Historia desde 1998. Bienvenidos a la Cultura.

1 comentario:

  1. Gracias por el texto. Muy ilustrativo. ¿existe alguna línea cronológica comunmente aceptada de estos asentamientos? ¿se han encontrado restos humanos?

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