El juguete sexual romano que se pensaba que era una herramienta para coser o un amuleto de la buena suerte
Falo de madera encontrado durante unas excavaciones en el fuerte de Vindolanda en el año 1992. Vindolanda TrustVindolanda es uno de los fuertes militares mejor conservados del Imperio Romano situado en la retaguardia de una de sus más famosas murallas defensivas: el Muro de Adriano. Ubicado en Northumbria, en el norte de Inglaterra, el fuerte de Vindolanda fue construido alrededor del año 85 d.C., tras la victoria de las legiones romanas comandadas por el gobernador romano de Britania, Cneo Julio Agrícola, sobre las tribus caledonias (escocesas) en la batalla de Mons Grapius.
Durante las excavaciones que se llevaron a cabo en el yacimiento en 1992, los arqueólogos desenterraron, entre otros objetos, uno sorprendente: un falo de madera de unos 16 centímetros que, según pensaron, podría haber sido utilizado como un amuleto de buena suerte. El objeto no había sido estudiado en todos estos años, y ahora ha sido sometido a un escaneo en 3D que ha revelado que sus extremos estaban más desgastados en comparación con el resto de la pieza. En el estudio que acaba de publicarse en la revista Antiquity, los investigadores sugieren que este singular objeto podría haber sido "manipulado" repetidamente a lo largo del tiempo.
CONTRA EL MAL DE OJO
En su investigación, los arqueólogos han desvelado, asimismo, que cuando fue descubierto por los arqueólogos en 1992, este falo fue, de hecho, "descartado" como elemento de poca valía por los investigadores, junto con otros materiales como restos de calzado, prendas de vestir, herramientas de pequeño tamaño, desechos artesanales, fragmentos de cuero y elementos tallados. Todos ellos datados en el siglo II d.C.
En realidad, este objeto ha desconcertado a los investigadores que lo han estudiado. Tanto es así que han sugerido que el falo podría haber sido utilizado no solo como amuleto, sino también como una herramienta para zurcir o incluso como una mano de mortero para moler ingredientes tanto de cocina como para uso medicinal. También sugieren un uso más habitual. Pudo haber pertenecido a una estatua que "los transeúntes tocarían para tener buena suerte o ahuyentar el mal de ojo", algo muy frecuente en el mundo romano. Si este fuera el caso, la estatua probablemente habría estado ubicada cerca de la entrada de un edificio importante, como la casa del oficial al mando o el edificio del cuartel general. Sin embargo, la evidencia indica que estuvo en el interior o al menos no en una posición expuesta al aire libre.
El falo de madera contenía superficies lisas en ambos extremos, lo que indica que había sido "manoseado" repetidamente a lo largo del tiempo. Vindolanda Trust.
¿PUDO TENER UN USO SEXUAL?
Pero a pesar de todo, su uso sigue suscitando dudas. "El tamaño del falo y el hecho de que fuese tallado en madera plantea una serie de preguntas sobre cuál habría sido su uso real en la antigüedad", comenta Robert Collins (izquierda), profesor titular en el departamento de Arqueología de la Universidad de Newcastle y uno de los autores principales del estudio. "No podemos estar seguros de su uso, contrariamente a la mayoría de otros objetos fálicos cuyo uso simbólico era claramente el de atraer la buena suerte", concluye.
Las representaciones fálicas eran muy comunes en el Imperio Romano, en frescos, mosaicos e incluso eran habituales como adornos hechos en cerámica o incluso como mangos de cuchillos. Las piezas más pequeñas talladas en hueso o piedra, o en bronce, también se utilizaban como piezas de joyería. Pero los autores plantean aún otro posible uso para este objeto. "Sabemos que los antiguos romanos y griegos usaban complementos sexuales; este objeto de Vindolanda podría ser el ejemplo de uno de ellos", sugiere Collins.
Primer plano de marcas de herramientas en el objeto. Las flechas A y B muestran dos aplicaciones diferentes de la misma herramienta (fotografía de R. Sands).
El Dr. Rob Sands (derecha), profesor de arqueología del University College Dublin, dijo: "Los objetos de madera habrían sido comunes en el mundo antiguo, pero solo sobreviven en condiciones muy particulares: en el norte de Europa normalmente en depósitos oscuros, húmedos y libres de oxígeno. Así que el falo de Vindolanda es una supervivencia extremadamente rara".
"El objeto sobrevivió durante casi 2.000 años para ser recuperado por Vindolanda Trust porque las condiciones de su conservación hasta ahora se han mantenido estables. Sin embargo, el cambio climático y la alteración de los niveles freáticos significan que la supervivencia de objetos como este están bajo una amenaza cada vez mayor".
El área suave principal del objeto se muestra en verde y el área con marcas de herramientas se muestra en amarillo. Tenga en cuenta que hay marcas o facetas visibles en todo el objeto; ejemplos más cortos y más pequeños ocurren cuando el tallador ajusta el ángulo entre el eje y la base (ilustración de R. Sandsr).
Barbara Birley (izquierda), conservadora de Vindolanda Trust, dijo: "Este redescubrimiento muestra el verdadero valor del legado de tener una colección tan increíble de material de un sitio y poder volver a evaluarlo. El falo de madera bien puede ser actualmente único en su supervivencia, pero es poco probable que haya sido el único de su tipo utilizado en el sitio a lo largo de la frontera o, de hecho, en la Britania romana".
El falo está ahora en exhibición en el museo de Vindolanda.
Fuentes: nationalgeographic.com.es | Newcastle University | 21 de febrero de 2023
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