El hallazgo de oxígeno indica que Dione tiene una tenue atmósfera, aunque mucho menos densa que la de la Tierra
La sonda Cassini ha detectado oxígeno en una baja concentración en Dione, una de las lunas de Saturno, lo que indica que tiene una tenue atmósfera, aunque mucho menos densa que la de la Tierra, según ha informado la NASA. "La sonda Cassini ha olisqueado iones de oxígeno molecular en la helada luna de Saturno de Dione por primera vez", anunció en un comunicado el equipo encargado de la misión. No obstante, los iones de oxígeno están muy dispersos -uno por cada 11 centímetros cúbicos-, lo que hace esta concentración equivalente a la de la atmósfera de la tierra a una altura de 480 kilómetros. "Ahora sabemos que Dione, al igual que los anillos de Saturno y su luna Rhea, es una fuente de moléculas de oxígeno", indicó Robert Tokar, un miembro de la misión Cassini en el Laboratorio Nacional de Los Álamos. En su opinión, este hallazgo confirma que el oxígeno es común en el sistema de lunas de Saturno y que puede ser originado en procesos que no implican a formas de vida. El oxígeno, elemento básico para la vida en la Tierra, donde su concentración es la atmósfera es de cerca del 21%, podría originarse en las lunas de Saturno debido a fotones solares o partículas de energía que impactan contra la superficie de agua helada del satélite.
Algo inesperado
Los científicos no pensaban que Dione, debido a su pequeño tamaño, pudiera albergar una atmósfera, y el nuevo descubrimiento convierte para los científicos a este pequeño satélite en un objeto de estudio mucho más interesante. La sonda Cassini, lanzada en 1997, es una misión en la que participan la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Italiana cuyo objetivo es estudiar los cambios climáticos en Saturno y en sus lunas.
Los restos son de un 'Amphicyon', conocido como oso perro
Las excavaciones que se están realizando en las obras del cuarto tramo del canal Segarra-Garrigues a su paso por la localidad leridana de El Talladell (Urgell) han puesto al descubierto restos paleontológicos de gran valor, entre los que destaca un cráneo de un gran carnívoro del Oligoceno, probablemente del género Amphicyon, que era conocido como oso perro y que vivió hace unos 33 millones de años. Junto a este hallazgo, que se estudiará para determinar detalladamente su importancia paleontológica, se han encontrado también restos fósiles de mamíferos, reptiles y plantas de la misma época prehistórica. La intervención paleontológica ha sido financiada por la sociedad estatal Aguas de la Cuenca del Ebro (AcuaEbro), dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y responsable de las obras de construcción del canal principal Segarra-Garrigues, con la supervisión del servicio de Arqueología y Paleontología de la Dirección General de Patrimonio de la Generalitat. En el lugar del hallazgo ya existen otros dos importantes yacimientos del Oligoceno. En este mismo tramo de la infraestructura hidráulica se han ejecutado tres intervenciones arqueológicas sobre asentamientos que comprenden desde el Neolítico a la época visigoda. El yacimiento de La Rosella es un hábitat rural de la época tardo-ibérica fechado entre el siglo II y el siglo I antes de Cristo, y sus restos corresponden a un conjunto de al menos cuatro viviendas contiguas que responden a un esquema modular, y un campo de silos en sus proximidades, además de otras estructuras arqueológicas, como cisternas, fosas y hogares, asociadas al asentamiento. El yacimiento de La Fogonussa se encuentra en Sant Martí de Riucorb y en él se han encontrado restos de diferentes épocas, como una necrópolis romana, balsas de época ibera y elementos arquitectónicos de la época visigoda. En el último tramo, en el término municipal de Maldà, se halló el yacimiento de La Cantorella, y los restos encontrados se han fechado en dos períodos, el Neolítico final y el Bronce inicial. La intervención se ha realizado en dos fases. En la primera de ellas se encontraron 22 fosas y 16 silos, de los que se determinó que, una vez perdida su función inicial para el almacenamiento de grano, se usaron para el vertido de residuos domésticos. Entre estas estructuras destacan cinco silos que sirvieron como lugar de enterramiento y en los que se encontraron restos de una cuarentena de personas. En la segunda fase se localizó un gran número de estructuras análogas a las de la primera intervención y se pudo determinar que 42 de ellas pertenecían al Neolítico final y 34 al Bronce inicial.
La excavación en el Museo Marítimo ‘rejuvenece’ el edificio 300 años y localiza un mausoleo del siglo I
Es uno de los edificios más singulares de Barcelona y uno de los más antiguos, aunque ahora un poco menos. Los trabajos de reforma del edificio de las Reales Atarazanas han tenido un resultado que se podría calificar de sorprendente. Por una parte —sorpresa número uno—, los trabajos de excavación en el interior de este edificio de 10.000 metros cuadrados, utilizado como arsenal de galeras de la Corona de Aragón, han permitido conocer que la construcción actual, que impresiona por la esbeltez de sus arcos apuntados, no es del siglo XIII como se creía hasta ahora, sino de finales del siglo XVI, y que tras el primer edificio se levantaron dos nuevos, con arcos cada vez más anchos para facilitar la construcción de barcos de mayor tonelaje, por lo que fue imposible aprovechar la primera construcción, que se derribó. Por otra —sorpresa número dos—, el subsuelo escondía una pequeña joya romana: los vestigios de un mausoleo rectangular en el que han sido localizados restos de varios ciudadanos de Barcino que fueron incinerados en vasijas de cristal y que forman parte de una necrópolis de 36 individuos enterrados entre los siglos I y VI junto a la vía marítima de acceso a la colonia, lo cual aporta nuevos datos de la línea de costa.
El mausoleo romano del siglo I bajo las bóvedas de las atarazanas. / MARCEL.LÍ SÀENZ
Los responsables de la excavación y el director del museo han presentado los resultados de los trabajos que han puesto patas arriba el edificio —ha habido que envolver la galera real para protegerla— desde 2010 y que está previsto que concluyan a finales de este año. Las obras darán paso a la adecuación del edificio para que reabra como museo marítimo en la primavera de 2014. La tercera sorpresa derivada de los trabajos arqueológicos realizados en el edificio de las atarazanas de Barcelona en los últimos dos años ha sido que la construcción medieval, que mandó levantar Pere II el Gran, estaba mucho más cerca del mar que la que se puede ver hoy. “Llegaba casi a la fachada del edificio de la Aduana”, aseguran los arqueólogos Iñaki Moreno y Esteve Nadal, que han realizado catas junto al paseo de Josep Carner que han demostrado que las naves góticas se prolongaban. Barcelona, aunque pueda parecer extraño, no tuvo un puerto propiamente dicho hasta el siglo XV (tal como se ve en el magnífico dibujo de Wyngaerde de 1563). Su construcción alteró la línea de costa de tal modo que hizo que el edificio de las atarazanas, parte del cual estaba descubierto, sufriera los continuos embates del mar. Eso obligó a desplazar el conjunto hacia la montaña un siglo después y a construir unas instalaciones que acabaron sustituyendo a las primeras. “El problema fue que el sistema arquitectónico había funcionado tan bien que se copió y no ha habido forma de saber qué pertenecía a cada época”, apunta Moreno bajo uno de los arcos. “La nueva datación no devalúa el edificio, lo revaloriza”, explica el director del museo, Roger Marcet, durante la visita a las obras, que tienen un presupuesto de 17 millones de euros, 700.000 para la excavación, que pagan la Diputación, el Ayuntamiento y el Puerto de Barcelona. “Ahora conoceremos con precisión las fases de construcción y tendremos que variar el discurso histórico y su importancia”, aseguró.
Una de las urnas de cristal aparecidas en el mausoleo romano del siglo I / JOSÉ LUIS BIEL
Que estos astilleros habían sido importantes se sabía, ya que aquí se construyó, entre otros muchos barcos que surcaron los mares durante varios siglos, la galera de Juan de Austria, que capitaneó la batalla de Lepanto en 1571 —de la que se exhibe una réplica a escala real—, pero lo que habrá que reconsiderar, a partir de los últimos datos, es el papel de esta instalación en la corte de los Austrias. “La remodelación profunda que se hizo en el siglo XVI de estas atarazanas las convirtió en las más importantes de la Península”, aseguró Marcet. Los hallazgos han dado una última sorpresa: la localización de la estructura arquitectónica de una perforadora de cañones utilizada en el siglo XVIII —cuando en el edificio se fabricaban armas— que hasta ahora se conocía por dibujos. De todo lo encontrado: ungüentarios de cristal y cerámicas romanas, fragmentos de mármol con inscripciones, 41 monedas romanas, medievales y modernas, los visitantes podrán ver, a partir de 2014, la gran atarazana del siglo XVI con los techos de madera y los sillares de piedra completamente restaurados; la base de algunos de los pilares medievales, lo que permitirá comprobar por dónde discurría el edificio del siglo XIII, y el mausoleo con algunas de las cinco urnas funerarias de vidrio, que se han conservado intactas después de 20 siglos, a menos de medio metro de ese suelo tan pisoteado.
..........................Detalle del gravado de Wyngaerden de 1563
Nuevas evidencias arqueológicas sugieren que América fue descubierta por primera vez por gentes de la Edad de Piedra de Europa, 10.000 años antes de que los antepasados originarios de Siberia de los indios americanos pusieran un pie en el Nuevo Mundo.
Lowery Darrin examina los suelos y el pantano de turba en busca de evidencias de paisajes antiguos y de la elevación del nivel del mar en la isla Mockhorn, en Virginia. (Foto por Mike Hardesty, la universidad de Washington)
Una notable serie de varias docenas de herramientas de piedra de estilo europeo, las cuales datan entre 19.000 y 26.000 años atrás, han sido descubiertas en seis lugares a lo largo de la costa este de Norteamérica. Tres de los sitios se encuentran en la península de Delmarva, en Maryland, descubiertos por el arqueólogo Dr. Lowery Darrin (izquierda) de la Universidad de Delaware. Uno de ellos está en Pennsylvania y otro en Virginia. Un sexto fue descubierto por pescadores dragando vieras en el fondo del mar, a 60 millas de la costa de Virginia, en lo que, en tiempos prehistóricos, habría sido tierra seca.
Los nuevos descubrimientos se encuentran entre los más importantes hallazgos arqueológicos desde hace varias décadas, y suponen un avance sustancial en nuestra comprensión de la propagación de la humanidad por todo el mundo.
Foto: Puntas de proyectil de jaspe (A) y cuarzo (B) encontradas en emplazamientos de la costa del Atlántico Medio. (Imágenes cortesía de Darrin Lowery)
La similitud entre las tecnologías de las herramientas de piedra de la costa este de América y Europa ha sido señalada en el pasado. Sin embargo, todas herramientas de estilo americano y europeo, halladas antes de las recientemente descubiertas en la costa este de América, fueron realizadas hace alrededor de 15.000 años, mucho después de que los europeos de la Edad de Piedra (correspondientes a la cultura Solutrense de Francia y España) hubieran dejado de hacer estos artefactos. La mayoría de los arqueólogos habían rechazado, por lo tanto, cualquier posibilidad de una conexión. Pero los artefactos recientemente descubiertos, y datados como más antiguos, de Maryland, y otros de la costa este de América, tienen entre 26.000 y 19.000 años, y, por tanto, son contemporáneos y prácticamente idénticos con el material de Europa occidental.
Y, lo que es más, el análisis químico llevado a cabo el año pasado en un cuchillo de piedra de estilo europeo, hallado en Virginia en 1971, reveló que se hizo con pedernal originario de Francia.
El profesor Dennis Stanford (izquierda), de la Smithsonian Institution, en Washington DC, y el profesor Bruce Bradley (derecha), de la Universidad de Exeter, los dos principales arqueólogos que han analizado todas las pruebas, han propuesto que gentes de la Edad de Piedra de Europa occidental emigraron a América del Norte en tiempos de la Edad del Hielo, desplazándose (por encima de la superficie del hielo y/o en barcas) a lo largo del borde de la parte congelada del Atlántico Norte. Ellos han presentado sus pruebas detalladas en un nuevo libro, "A través del hielo Atlántico", publicado este mes.
En el apogeo de la Edad del Hielo, alrededor de tres millones de kilómetros cuadrados del Atlántico Norte estaban cubiertos de un hielo espeso durante todo el año o parte del mismo.
No obstante, la zona de cambio estacional, donde el hielo finalizaba y comenzba el océano abierto, habría sido extremadamente rica en recursos alimenticios: elefantes marinos migratorios, aves, peces, y los ahora extintos pingüinos del hemisferio norte y otras especies afines como el Gran Auk.
Stanford y Bradley han sostenido durante mucho tiempo que los seres humanos la Edad de Piedra eran perfectamente capaces de hacer el viaje de 1500 millas a través del hielo del Atlántico, pero hasta ahora las pruebas eran relativamente escasas para apoyar su pensamiento.
Sin embargo, el nuevo material descubierto en Maryland, Virginia, y otros lugares de la costa este de América, así como las pruebas químicas del cuchillo de pedernal hallado en Virginia, han comenzado a transformar la situación. Ahora los arqueólogos están empezando a investigar media docena de nuevos lugares en Tennessee, Maryland, e incluso en Texas, y se espera que estos lugares proporcionen más pruebas.
Otro de los argumentos clave para la propuesta de Stanford y Bradley es la ausencia total de cualquier actividad humana en el noreste de Siberia y Alaska antes de alrededor 15.500 años atrás. Si las gentes de Maryland y de otras partes de la costa este, de hace 26.000 a 19.000 años atrás, habían llegado de Asia, y no de Europa, el primer material, datado con 19.000 años, debería haber aparecido en las dos zonas del norte, pero ninguno ha sido encontrado.
Aunque los europeos de la cultura Solutrense bien pudieron haber sido los primeros americanos, tenían una gran desventaja en comparación con los indios originarios de Asia, quienes entraron en el Nuevo Mundo a través del estrecho de Bering o a lo largo de la cadena de las Islas Aleutianas después de 15.500 años atrás.
Mientras que los autores de la cultura Solutrense sólo habrían tenido una ventana en la Edad del Hielo a lo largo de 4500 años para llevar a cabo su actividad migratoria, los indios originarios de Asia tuvieron unos 15.000 años para hacerlo. Es más, los dos últimos tercios de ese período de 15 milenios fue climatológicamente mucho más favorable y un número sustancialmente mayor de asiáticos fueron, por lo tanto, capaces de migrar.
Como resultado de estos factores, las gentes del Solutrense nativo de América (de origen europeo) fueron o bien absorbidos en parte por los recién llegados, o bien borrados sustancialmente por ellos, ya sea físicamente o a través de la competencia por los recursos.
Algunos marcadores genéticos de la Edad de Piedra de los europeos occidentales simplemente no existen en el noreste de Asia, pero sí en pequeñas cantidades entre algunos grupos de indios norteamericanos. Las pruebas científicas sobre ADN antiguo extraído de esqueletos de 8000 años de antigüedad, procedentes de Florida, han puesto de manifiesto el alto nivel de una clave de probable origen europeo en un marcador genético. También hay un pequeño número de grupos aislados de nativos americanos cuyas lenguas no parecen estar relacionados de ninguna manera con indios americanos originarios de Asia.
Pero la mayor cantidad de pruebas es probable que provenga de debajo del mar: la mayoría de las áreas donde el Solutrense podría hallarse están ahora 100 millas mar adentro.
El único sitio submarino que ha sido identificado -gracias al dragado y pesca de vieiras- estará listo para ser examinado con mayor detalle este verano, o bien con buzos de profundidad o bien con mini submarinos operados por control remoto y equipados con cámaras y brazos de agarre.
El ministro de Cultura y Turismo confirmó el pasado jueves los informes de los medios de prensa que han sugerido que una Biblia de 1.500 años de antigüedad, descubierta por la policía turca durante una operación contra el contrabando en el año 2000, en el sur deTurquía, se conserva hoy en Ankara. La misma mantiene su originalidad y muchas huellas de la época en la que se realizó
La banda, según se informa, fue condenada por contrabando de varios objetos incautados durante la operación, incluyendo la Biblia. Dichos objetos fueron depositados en una caja fuerte de un tribunal de justicia de Ankara. La Biblia, que se habría mantenido en dicho tribunal durante años, fue recientemente entregada al cuidado del Museo de Etnografía de Ankara.
El ministro de Cultura y Turismo, Ertuğrul Günay, dijo que el ministerio ha recibido el ejemplar de la Biblia desde el tribunal de justicia de Ankara; la misma se remonta a hace 1.500 años y se cree que ha sido escrita en arameo, la lengua de Jesús. Añadió que Biblia necesita ser restaurada y será mostrada al público después de llevarse a cabo la misma.
Los informes de los medios de comunicación turcos también dijeron que el Vaticano había solicitado que Turquía le permita examinar esta Biblia; sin embargo, la embajada del Vaticano en Ankara negó esta eventualidad.
Foto: San Bernabé (Wikipedia)
La Biblia, encuadernada en piel, y de la que se dice puede valer 40 millones de libras turcas, fue escrita en hojas de cuero, y ahora está bajo protección al ser considerada como un bien valioso. Incluso las fotocopias de las páginas del libro valdrían tanto como 3 ó 4 millones de libras turcas, según se ha estimado.
Algunos reportes de prensa dijeron, así mismo, que el ejemplar de la Biblia de Ankara puede ser una copia del muy cuestionado Evangelio de Bernabé, del cual los musulmanes afirman es un evangelio original que fue suprimido posteriormente; las copias más antiguas de este Evangelio datan del siglo XVI y est.... Sin embargo, el Evangelio de Bernabé no está incluido con los cuatro evangelios -de Mateo, Marcos, Lucas y Juan- que actualmente componen el Nuevo Testamento canónico.
El Evangelio de Bernabé contradice el relato del Nuevo Testamento canónico de Jesús y su ministerio, pero tiene fuertes paralelos con la visión islámica de Jesús. Gran parte de su contenido y temática es afín a las ideas islámicas, e incluye una predicción de Jesús de que el profeta Mahoma vendrá a la tierra.
Ömer Faruk Harman, profesor de teología, dijo que los exámenes científicos pueden revelar si la Biblia de Ankara es el Evangelio de Bernabé, el cual dijo que cumple con los mensajes del libro sagrado musulmán del Corán y es considerado por los musulmanes como la copia más original de la Biblia. Adujo que, de acuerdo con la creencia islámica, el Evangelio de Bernabé trata a Jesús como un ser humano y un profeta, no como un Dios, rechaza la trinidad y la crucifixión de Jesús, e incluye una predicción sobre el Profeta Mahoma de que vendrá a la Tierra.
Acerca de las perspectivas de si esta Biblia puede ser el Evangelio de Bernabé, Ihsan Özbek (izquierda) un pastor protestante, dijo que esto es improbable, dado que San Bernabé vivió en el siglo I y fue uno de los Apóstoles de Jesús, pero la Biblia de Ankara, dijo, es del siglo V ó VI.
"La copia de Ankara podría haber sido escrita por uno de los seguidores de San Bernabé, y puesto que hay alrededor de 500 años entre San Bernabé y la escritura de la copia de esta Biblia, los musulmanes pueden quedar decepcionados al ver que esta copia no incluye cosas que les gustaría ver y que podría no tener relación con el contenido del Evangelio de Bernabé", dijo Özbek. Aydogan Vatandaş (izquierda) un periodista de Today's Zaman y que ha escrito dos libros sobre el Evangelio de Bernabé, dijo que no hay indicios de que la Biblia que se menciona en la prensa turca se remonte a hace 1.500 años, pero dijo que es seguro que el Evangelio de Bernabé había sido escrito en el lenguaje arameo y alfabeto siríaco.
"Sólo hay un evangelio que coincide exactamente con esta definición: el Evangelio de Bernabé que se encontró en una cueva en Uludere, en Hakkari [ahora Sirnak], a principios de la década de 1980 por los lugareños, y de lo cual yo relaté la historia por primera vez en 2005 en un guión para un proyecto cinematográfico, y luego en mi novela de 2007, 'El secreto del Evangelio de Bernabé' y en mi libro de periodismo de investigación, 'Apócrifos' en 2008".
Como resultado de su investigación, Vatandaş dijo que él halló que este Evangelio estaba, en realidad, custodiado por una unidad de inteligencia de las Fuerzas Armadas Especiales en la década de 1990, y que algunas partes de este Evangelio fueron traducidas por un experto en lenguaje arameo, el Dr. Hamza Hocagil, bajo el control de la unidad de inteligencia. Añadió que al Dr. Hocagil se le pidió, por parte de las Fuerzas Armadas Especiales, que dejara de traducirlo cuando se descubrió que había compartido información confidencial con los periodistas de la época.
"Desde entonces no sabíamos dónde estaba este evangelio. Después de mi libro sobre la historia completa de este Evangelio, y los incidentes criminales que lo rodean, el interés del público y la curiosidad se han incrementado, y el ejército turco ha sido objeto de varias preguntas sobre el caso. Por lo tanto, creo que la aparición de nuevo de este Evangelio es muy oportuna", dijo. Vatandaş también afirmó que otras tres copias de este Evangelio escrito por San Bernabé se ocultan en diferentes lugares de la región, por lo que el Evangelio de Ankara podría ser uno de éstos.
En la edición de Today's Zaman del día 24 de febrero se amplía la noticia informando que tal Biblia contiene una representación de la última cena de Jesús con sus doce apósteles. También aparece una imagen de la crucifixión, un símbolo del sol y una cruz, así como otra imagen de una cueva y gran roca de la que se piensa que puede ser una representación de la tumba de Jesús.
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