Aparece un misterioso cuadrado secreto en el gran círculo neolítico de Avebury (Reino Unido)

Modelo del cuadrado interior en el gran circulo de piedra neolítico de Avebury.Fotografía: Mark Gillings / Universidad de Leicester

El famoso círculo de piedra de Avebury, considerado una de las mayores maravillas del Reino Unido prehistórico, también contiene una estructura cuadrada, reveló hoy la investigación.

Imagen del radar.
Reconstrucción del lugar.

Los arqueólogos encontraron un sorprendente y al parecer único monumento cuadrado debajo del círculo de piedra de Avebury, un sitio del Patrimonio Mundial de la Unesco cuidado por el National Trust in Wiltshire.

El equipo de investigación, dirigido por las Universidades de Leicester y Southampton, realizó un estudio de resistencia del suelo y utilizó un radar de penetración de la Tierra para investigar el círculo de piedra.
Un equipo de investigación utilizó una combinación de prospección del suelo y de radar de penetración para investigar el círculo de piedra.

Las excavaciones se iniciaron en 1939 con el arqueólogo Alexander Keiller. Su labor apuntó a la existencia un curioso conjunto angular de pequeñas piedras cerca de un obelisco erguido, pero la investigación de Keiller fue interrumpida por el estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Nick Snashall (izquierda), arqueóloga del National Trust in Avebury , dijo que "Este descubrimiento ha tardado cerca de 80 años, pero bien vale la pena. La finalización de la obra iniciada por Keiller en la década de 1930 ha revelado un nuevo tipo de monumento en el corazón del mayor círculo de piedra prehistórico del mundo, utilizando técnicas que nunca soñó. Y sirve para demostrar cuánto más puede ser revelado en Avebury si hacemos las preguntas correctas".

El sitio contiene tres círculos de piedra. Uno de ellos es el círculo de piedra más grande de Europa, con 330 metros, y originalmente estaba compuesto por 100 enormes piedras verticales. Fue construido como un lugar de reunión sagrado y posiblemente está alineado con las estrellas.

Mark Gillings (derecha), director en la Escuela de Arqueología e Historia Antigua de la Universidad de Leicester, dijo que "Detectamos y mapeamos una serie de piedras verticales prehistóricas que posteriormente fueron escondidas y enterradas, junto con las posiciones de otras destruidas probablemente en los siglos XVII y XVIII".
"Juntas, revelan un sorprendente y, al parecer, monumento cuadrado megalítico dentro de los círculos de Avebury, y tiene el potencial de ser una de las primeras estructuras en este sitio extraordinario", dijo Gillings.

Joshua Pollard (izquierda) de la Universidad de Southampton, dijo en un comunicado: "Nuestro cuidadoso programa de prospección geofísica finalmente ha completado el trabajo iniciado por Keiller. Se ha demostrado que la línea de piedras que identificó es el lado de un cuadrado de megalitos de unos 30 metros de ancho y que encierra un obelisco. También son visibles líneas cortas de piedras erectas que irradian desde este cuadrado y conectan con el círculo interno del Sur. Círculos megalíticos son bien conocidos desde el momento en que Avebury fue construido a finales del Neolítico (III milenio antes de Cristo), pero la configuración megalítica de un cuadrado es muy inusual".



Los arqueólogos creen que el cuadrado de piedra podría conmemorar y monumentalizar la casa ancestral de las primeras personas que vivieron en Avebury Si ello se demuestra correcto, puede ayudar a explicar por qué el complejo monumental de Avebury fue construido.

Fuentes: spanish.peopledaily.com.cn | theguardian.com | southampton.ac.uk | express.co.uk | 30 de junio de 2017

Así era más o menos un GPS de 2.000 años de antigüedad

Parecen un montón de piedras sobre la orilla, colocadas sin ningún orden concreto y erosionadas por el paso de los años. No lo son. Las piedras fueron marcadas por los pescadores para guiarse por las aguas de Alaska y dispuestas al milímetro para la pesca del salmón. Hace 2.000 años las aldeas sod en Alaska idearon una forma de pesca en masa. Ahora, los arqueólogos del Museo de Alutiiq han localizado unos petroglifos que guiaban a los nativos junto a los restos de una trampa prehistórica para peces en la isla septentrional de Kodiak.

Cubierta por el fango y entre los límites de la bajamar y pleamar, la trampa refleja la tradición de pesca del salmón que había en Alutiiq. La estructura mantiene parte de las dos paredes, entre las que se quedaban varados los peces, y aún se puede reconocer la alineación de piedras que dibuja la forma y el tamaño originales de la trampa.

Aunque todavía no se conoce el significado exacto de los petroglifos, los expertos consideran que podrían ser un marcador territorial. Ambos descubrimientos reflejan, según Patrick Saltontall (izquierda), los esfuerzos para recolectar grandes cantidades de peces y poder así alimentar a una población nativa que estaba en crecimiento.

En la orilla adyacente a la trampa, Saltontall también registró un conjunto de petroglifos que nunca se habían documentado. Son losas de pizarra, de un metro de ancho con una serie de agujeros circulares y picados, y líneas ligeramente incisas. Aunque se asemejan a los que se encontraron en las corrientes de salmón en el archipiélago, son diferentes a las caras y animales que se habían tallado en la zona.

Las rocas representan los restos de una trampa intermareal para el salmón.

Trampa para alimentar

“Este método de pesca es bien conocido a lo largo de la costa del Pacífico Norte”, dijo Patrick Saltonstall. Sin embargo nunca se había visto en esta zona de Alaska, “Los investigadores han encontrado trampas de piedra y vertederos de madera desde el sureste de Alaska hasta la costa de Oregon. Pero este hallazgo reciente ilustra que la gente usó la misma tecnología en la zona norte de Alaska, como es Zodiak”.

La estructura cuenta con dos corrales distintos. El primero tiene forma semi rectangular y el segundo se construyó en forma de u. Están separados por una pequeña brecha y el conjunto mide unos 150 metros de largo.

“La trampa para peces necesitaba mucho trabajo para construir y mantener. Imagino que se iba reutilizando año tras año y que era propiedad de una comunidad o familia extensa. Muchas líneas del descubrimiento arqueológico indican que los antepasados de Alutiiq desarrollaron las herramientas para cosechar, de forma eficiente, grandes cantidades de pescado”.

Fuente: elespanol.com | 30 de junio de 2017

El ser humano ya vivía en las tierras altas andinas hace 7.000 años

Yacimiento de Machu Pichu en Perú. EFE

Cinco enfoques científicos diferentes tuvieron que ser combinados para que un equipo de la Universidad de Wyoming, junto a otras casas de estudio e instituciones peruanas, pudiera concluir que los primeros asentamientos humanos permanentes en los Andes datan de hace más de 7.000 años.
Ello fue posible gracias al análisis de restos humanos de 16 personas y de cerca de 80.000 artefactos arqueológicos hallados en la zona de Soro Mik'aya Patjxa, en el sureste peruano (Puno), a más de 3.800 metros sobre el nivel del mar.

El documento, publicado en la revista de la Royal Society Open Science, señala que la ocupación permanente de las alturas andinas se inició tentativamente con cazadores-recolectores alrededor de 9.000 años atrás, “según estimaciones arqueológicas actuales, aunque ello actualmente es debatido”, pues no había certeza de si estos asentamientos duraban el año entero o si eran desmontados en épocas frías, para migrar a zonas más cálidas y fértiles.

El reciente estudio demuestra que estos hombres y mujeres lograron sobrevivir en estos lugares antes incluso del advenimiento de la agricultura, expuestos a las bajas temperaturas y la falta de oxígeno.

"Esto nos da una base muy sólida para ayudar a entender las tasas de cambio cultural y genético en las tierras altas andinas, una región conocida por la domesticación de la alpaca, patatas y otras plantas, surgimiento de la complejidad política y económica a nivel estatal Adaptación a la vida de alta elevación", dice Randy Haas (izquierda), un asociado de investigación postdoctoral en el Departamento de Antropología de la Universidad de Wyoming y el líder del equipo.

En el caso de los restos humanos, el equipo estudio sus isótopos de oxígeno y carbono para una datación exacta; asimismo, las distancias de viaje desde el sitio hasta las zonas de baja elevación; la mezcla demográfica de los restos humanos; y los tipos de herramientas y otros materiales encontrados con ellos.

Los científicos encontraron bajos valores de isótopos de oxígeno y carbono en los huesos, evidenciando inequívocamente ocupación permanente en la altura; las distancias de viaje revelaron ser demasiado largas para la migración humana estacional; la presencia de mujeres y niños pequeños significaba que esa migración era aún más improbable; y casi todas las herramientas halladas estaban hechas con piedra natural de la zona.

La zona habitada por los primeros pobladores permanentes de los Andes, hace 7.000 años (Foto: Lauren Hayes).

"Estos resultados constituyen la evidencia más fuerte hasta la fecha de que las personas vivían todo el año en las tierras altas de los Andes por lo menos hace 7.000 años", dice Haas.
"Tales entornos de altitud elevada estaban entre las últimas fronteras de la colonización humana, y este conocimiento tiene implicaciones para comprender las tasas de adaptación genética, fisiológica y cultural en la especie humana".

Fuente: nma1.org| 28 de junio de 2017

Colección Arqueológica del Museo R.P. Gustavo Le Paige SJ, a buen resguardo

Valioso patrimonio cultural permanece en recintos transitorios de la UCN bajo estrictas medidas de conservación y seguridad.

El Museo Arqueológico R.P. Gustavo Le Paige SJ, dependiente de nuestra Universidad, custodia una  invaluable colección arqueológica que permite conocer la supervivencia continuada de la cultura que prevaleció en la zona de San Pedro de Atacama. La génesis del recinto es la obra desplegada por su fundador, el sacerdote belga Gustavo Le Peige, quien llegó a Chile en 1952.

El proyecto “Reposición Museo Arqueológico R.P. Gustavo Le Paige SJ, San Pedro de Atacama” (Código BIP 30092959), cuyo mandante es la Municipalidad de San Pedro de Atacama, implica la construcción de una nueva edificación con los más altos estándares para la protección del patrimonio a resguardo en el recinto. La obra es absolutamente necesaria, debido al complejo y generalizado deterioro que afectaba al edificio del Museo, infraestructura no declarada monumento o patrimonio protegido, además de que su tipología edificatoria, de rígida estructura, no respondía adecuadamente a los requerimientos constructivos que se exigen por normativa para una edificación de uso público. Asimismo, afectaba la estabilidad de las colecciones en custodia, quedando vulnerables y desprotegidas importantes fuentes de información no replicable ante la incidencia de un accidente natural.

Con el fin de resguardar el material cultural existente en condiciones adecuadas y de seguridad durante el tiempo que demorase la construcción del nuevo inmueble, en 2014 se dio inicio al traslado de las colecciones del Museo a una zona de recintos transitorios, infraestructura diseñada y construida especialmente para ello en un terreno urbano de propiedad de nuestra Universidad.
Este proceso contó con la participación, además del personal calificado institucional, de técnicos en conservación y de miembros de la propia Comunidad Atacameña como personal de apoyo en los trabajos que se requerían desplegar, abriéndose los espacios necesarios de integración con estos actores a través de un diálogo transparente y participativo.

Luego de 18 meses de una labor que implicó múltiples desafíos técnicos y la conducción de un complejo proceso logístico, fiscalizado y validado por las entidades competentes -Superintendencia de Medio Ambiente de Antofagasta, Consejo de Monumentos Nacionales, Centro de Conservación y Restauración de la DIBAM-, las piezas patrimoniales que integran la colección en resguardo por la UCN fueron trasladadas exitosamente a la zona de recintos transitorios, no reportándose pérdidas ni la incidencia de un deterioro asociado de ninguno de los materiales que la integran.
Los recintos transitorios cuentan con una infraestructura antisísmica, de alta impermeabilidad y hermeticidad, protegida de inundaciones y escurrimiento de aguas lluvias. El lugar brinda las condiciones térmicas, acústicas y de seguridad integrada, a través de un sistema de alarma contra incendios, circuito de cámara de vigilancia y cierre perimetral; además de un servicio de guardias que tiene como finalidad prevenir, detener o disuadir toda posible amenaza que pueda afectar la seguridad de las colecciones arqueológicas que se encuentran en resguardo, cumpliendo estrictamente con lo indicado en el informe consolidado N°1 de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto en curso.


Asimismo, la Dirección del Museo ha asumido el desafío de mantener la continuidad de las labores y servicios que se brindaban, contando para ello con el personal capacitado, a partir de las exigencias técnicas que en materias de conservación demanda la implementación de una metodología de manejo integral de las colecciones existentes en el nuevo recinto.
Este espacio fue concebido sobre la base de los planos, especificaciones y documentos relativos a las materias entregadas que definen su funcionalidad, estimando la utilización de materialidades con características especiales que permiten generar las condiciones adecuadas para el correcto y óptimo resguardo del patrimonio en cuestión.

En la actualidad, el desarrollo del proyecto de construcción del nuevo edificio ha quedado detenido. Las autoridades de nuestra Universidad han expresado su preocupación por esta situación ante las instancias correspondientes -Municipalidad de San Pedro de Atacama y el Gobierno Regional-, junto con manifestar su voluntad de seguir colaborando para dar continuidad a las distintas etapas que comprende la ejecución del proyecto.

La Universidad Católica del Norte reitera su compromiso y responsabilidad de continuar generando todas las acciones que fomenten la preservación, conservación, registro, documentación e investigación científica del material cultural que es depositario el Museo, garantizando y cautelando con ello su cuidado, protección y todas las iniciativas de difusión que conduzcan a la correcta puesta en valor del patrimonio cultural que resguarda la Institución.

Manuel Arturo Torres Fernández de la Vega
Director Museo Arqueológico R.P. Gustavo Le Paige SJ
San Pedro de Atacama
Universidad Católica del Norte

Göbekli Tepe el templo más antiguo de la humanidad rendía culto al cráneo

Recreación de la modificación de un cráneo en Göbekli Tepe - German Archaeological Institute

El hallazgo de tres cráneos humanos con marcas rituales acaba de arrojar algo de luz en las prácticas religiosas en Göbekli Tepe, una enigmática construcción megalítica considerada el primer templo religioso que se conoce.

Erigido hace 11.500 años en el sureste de Turquía, la edificación tiene varias estancias circulares con dos grandes pilares en el centro que representan figuras humanas rodeadas por otras de menor tamaño, todas mirando hacia el interior del círculo. Los pilares están decorados con animales amenazadores como leones, zorros y escorpiones. Sus constructores fueron cazadores y recolectores nómadas que, por razones totalmente desconocidas, decidieron establecerse en este lugar y levantar los templos, con pilares que alcanzan los cinco metros y pesan unas seis toneladas. No se sabe cómo lo hicieron, pero hasta ahora no se han encontrado rastros de viviendas ni tumbas en los alrededores, ni ningún rastro de animales domésticos o cultivos.


(A) Localización de Gobekli Tepe, en el sureste de Turquía (Alta Mesopotamia). (B) Vista aérea de las áreas excavadas, en las que se muestra las ubicaciones de los cráneos encontrados: cráneo 1 (a), cráneo 2 (b), y el cráneo 3 (c). Crédito: Erhan Küçük, Gobekli Tepe Archivo, Instituto Arqueológico Alemán (DAI). (C) Vista de los edificios monumentales con sus característicos pilares monolíticos en forma de T. Crédito: Nico Becker, Gobekli Tepe Archivo, la DAI.

“Estos cazadores estaban en una época de transición, se asentaron aquí cuando aún no se había inventado la agricultura”, explica Lee Clare (izquierda), coordinador de las excavaciones en Göbekli Tepe. “Este yacimiento es tan importante porque nos muestra los símbolos, las imágenes y la arquitectura del primer edificio monumental construido por el hombre y nos permite intentar comprender su visión del mundo”, resalta.
El equipo de Clare ha encontrado fragmentos de tres cráneos con hendiduras profundas y un agujero abiertos en el hueso con herramientas de piedra. Las marcas fueron hechas poco después de la muerte y posiblemente servían para pasar cuerdas para sostener las mandíbulas. El agujero permitía colgar el cráneo como “decoración ritual”, explica Clare.
En un estudio publicado hoy en Science Advances, Clare mantiene, junto a dos de sus colegas en el Instituto de Arqueología de Alemania, que este tipo de uso ritual de los cadáveres es similar al de otros yacimientos Neolíticos donde se exhibían los restos de personas prominentes o de enemigos poderosos y que los antropólogos conocen como “culto de la calavera”, aunque el de Göbekli Tepe presenta características únicas.

Gráfico de los cráneos. En rojo las modificaciones. En gris, los elementos preservados- Julia Gresky, Juliane Haelm, DAI

Klaus Schmidt (derecha), el arqueólogo que descubrió el yacimiento en 1995 y que dirigió las excavaciones hasta poco antes de su muerte en 2014, mantenía que Göbekli Tepe era una catedral primitiva a la que las tribus nómadas peregrinaban desde decenas o cientos de kilómetros a la redonda para realizar rituales. Su opinión era que este templo era la prueba de que la religión surgió antes de las primeras sociedades organizadas en torno al poder militar y religioso.

Para Clare, el culto en Göbekli Tepe “no era una religión propiamente dicha, porque esto requiere una estructura y una sociedad con clases que aún no existía en aquel momento”, aunque sí pudo ser el germen de una sociedad compleja. “Construir este lugar requirió un importante trabajo comunal y después sirvió como un punto de encuentro donde posiblemente la gente intercambiaba información, conocimiento o incluso resolvía sus conflictos de forma pacífica”, aventura. “Probablemente no estamos solo ante el primer templo del mundo, sino también ante el primer lugar social”, añade.


Los fragmentos de cráneos con cortes y agujeros. (A) Cráneo 1: Fragmento de hueso frontal con tallas. (B) Fragmento de hueso parietal izquierda con perforación. C) Cráneo 2: Fragmento de hueso parietal derecho con tallas. (D) Cráneo 3: Fragmento de hueso frontal con tallas. Crédito: Julia Gresky, la DAI.


Hace 8.000 años, Göbekli Tepe fue abandonado y posiblemente enterrado hasta formar una colina. En 1995 Schmidt descubrió el templo y comenzó la excavación, que lleva ya en marcha más de dos décadas. En 2008 el arqueólogo dijo que probablemente solo se ha descubierto el 5% de todas las construcciones existentes. Hay trabajo para 50 años más, contó a la revista Smithsonian.

Fuente: elpais.com| 28 de junio de 2017

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Representaciones antropomórficas de Göbekli Tepe. (A) estatua humana intencionalmente decapitado (altura, 60 cm). Crédito: Nico Becker, Gobekli Tepe Archivo, la DAI. (B) Portador que tiene una cabeza humana en sus manos (altura, 26 cm). Crédito: Dieter Johannes, Gobekli Tepe Archivo, la DAI. (C) Pilar 43 (edificio D) con bajo relieve de un individuo sin cabeza itifálico, con un brazo elevado (parte inferior derecha). Crédito: Klaus Schmidt, Gobekli Tepe Archivo, la DAI.

Göbekli Tepe, en Turquía, es uno de los yacimientos arqueológicos más asombrosos que se conocen. Reconocido como el lugar de culto más antiguo construido por la humanidad -tiene 11.600 años de antigüedad, 7.000 más que la pirámide de Keops-, incluso ha hecho pensar a los investigadores que la civilización pudo partir del templo y no de la agricultura. Sus enormes pilares de varios metros de altura con enigmáticas figuras grabadas, los bajorrelieves con buitres, escorpiones y otras criaturas o su puerta de entrada rodeada de fieras esculpidas despiertan la imaginación y hacen pensar en referencias al mundo de los muertos o de lo espiritual.

Cada cierto tiempo, surgen teorías que intentan explicar algunos de los misterios de este conjunto arquitectónico. Hace tan solo un par de meses, científicos de la Universidad de Edimburgo (Escocia) decían haber descifrado unos símbolos esculpidos en un pilar conocido como la piedra del buitre. Según la asombrosa teoría de los investigadores, los relieves pueden documentar el impacto de un enjambre de fragmen...que provocó el Dryas Reciente, una miniedad de hielo durante la cual desaparecieron muchas especies de grandes animales, entre ellas el mamut lanudo, y es posible que se produjeran también importantes pérdidas humanas.

Pero hay más. La arqueóloga Julia Gresky (izquierda), y sus colegas del Instituto Arqueológico Alemán, han descubierto en Göbekli Tepe tres fragmentos de cráneos perforados con modificaciones nunca antes vistas entre los restos humanos de la época. Los investigadores creen que se trata de la primera evidencia en el Neolítico del llamado culto a la calavera.
Los ejemplos más antiguos de estas prácticas se sitúan hace casi 15.000 años. Se trata de los cráneos usados como vasos de la cueva de Gough (Somerset, Inglaterra). Los huesos pertenecían a tres humanos, dos adultos y un niño, de la familia cromañón. Desde entonces, a lo largo de la historia, distintas culturas han honrado las calaveras por diferentes razones, desde el culto a los antepasados a la creencia de que los cráneos humanos transmiten propiedades protectoras. Los antropólogos han descrito varios tipos de cultos de este tipo, cada uno con sus propias modificaciones en los huesos.


La perforación en la parte superior del cráneo se utiliza para suspender el cráneo con un cable (rojo). Las tallas fueron utilizadas con fines de estabilización, para evitar que el cable se deslice.Crédito: Juliane Haelm, la DAI.

Venerar a los muertos

Pero lo que el equipo de Gresky observó fue uno hasta ahora desconocido. Cada cráneo tenía incisiones profundas hechas de forma intencionada a lo largo del plano sagital. Uno de ellos también muestra un agujero perforado en el hueso parietal izquierdo, así como restos de ocre rojo. Mediante el uso de diferentes técnicas microscópicas para analizar los fragmentos, los investigadores verificaron que las tallas fueron ejecutadas con herramientas líticas, lo que excluye causas naturales, como que ratones u otros animales hayan roído el hueso. Al parecer, primero les arrancaban el cuerpo cabelludo y luego realizaban las marcas en el hueso. Debido a su profundidad, queda descartada que fueran provocadas por el descarnamiento.


Este fragmento de cráneo muestra una profunda incisión hecha con una herramienta de sílex hace unos 10.000 años. FOTOGRAFÍA POR EL INSTITUTO ARQUEOLÓGICO ALEMÁN

«Creemos que los cráneos fueron marcados para diferenciarlos, como veneración a sus familiares después de su muerte o como un trofeo de sus enemigos caídos», explica Gresky a ABC. Aunque, «no podemos hablar de religión, porque no tenemos evidencias», los resultados suponen la primera demostración del tratamiento de los muertos en el enigmático Göbekli Tepe.
«Nuestros hallazgos de los cráneos tallados encajan perfectamente en los símbolos del culto del cráneo en este lugar. Una imagen de una persona sin cabeza, una estatua decapitada y múltiples cabezas humanas hechas de piedra caliza indican un fuerte enfoque en el cráneo que ahora tiene también evidencia antropológica directa», señala la investigadora. El equipo pretende seguir analizando los huesos y espera encontrar más cráneos humanos en otras excavaciones.


Fuente: ABC.es| 28 de junio de 2017