MAM X. Diez años del nuevo Museo Arqueológico de Murcia

El Museo Arqueológico de Murcia expone hasta marzo unas 200 piezas provenientes de diferentes yacimientos y lugares de la Región.


Fundado en el año 1953, en marzo de 2007 tuvo lugar la reapertura del Museo Arqueológico de Murcia (MAM) en las instalaciones ubicadas en Alfonso X El Sabio, con una museografía totalmente renovada y actualizada que ahora, con motivo del décimo aniversario, volverá a ser revisada.


Las piezas recopilados para la muestra proceden de diferentes excavaciones, yacimientos y lugares de la Región y ofrecen al visitante una amplia mirada de nuestro pasado y nuestra historia, ya que se trata de una cuidada selección de piezas muy significativas, hitos en la historia de esta entidad, que se complementan con otras inéditas incorporadas recientemente a los fondos de la Comunidad.

El objetivo de esta exposición es que el visitante conozca la gran evolución del propio museo, su adaptación a las nuevas tecnologías, los retos de futuro y el importante papel que juega en la sociedad.

‘MAM X’ se divide en siete apartados: ‘El MAM divulga’, ‘El MAM investiga’, ‘El MAM expone’, ‘El MAM custodia’, ‘El MAM enseña’, ‘El MAM restaura’ y ‘El futuro del MAM’.

La exposición

Para la exposición ‘MAM X. Diez años del nuevo Museo Arqueológico de Murcia’ se ha contado con la participación del público. Así, durante los últimos meses se pidió a los visitantes que escogieran su pieza favorita, resultando elegido el caparazón de tortuga fechado en el Plioceno Inferior (5 millones de años) y hallado en el Puerto de la Cadena en 2006.

Asimismo, la pieza más ‘viajera’, la cedida en más ocasiones para exposiciones temporales fuera de la Región, es el conjunto del Verdolay, procedente de la necrópolis del Cabecico del Tesoro-Santuario de la Luz. Se trata de cuatro objetos de terracota y de bronce de uso funerario del Ibérico Pleno de los que destaca el pebetero en forma de cabeza femenina velada (abajo).


La más solicitada por los investigadores, y que también se exhibe ahora es un fragmento de cerámica decorada del siglo II a. C. del Santuario rupestre ibérico de La Nariz (Moratalla) que representa a la Diosa de Salchite, la posible deidad local vinculada al santuario (abajo).


Entre el material seleccionado destacan las lámparas de vidrio de la Sinagoga de Lorca (siglo XV), un casco de bronce del Ibérico Pleno (abajo) y una fuente de cerámica de finales del siglo XVIII o principios del XIX hallada en la Plaza de Europa, que se fabricó en los alfares de Hellín y que está decorada con flores. Unas piezas a las que se suman otras de los yacimientos de Begastri, Cueva Victoria, El Molinete, La Bastida, la Senda de Granada y San Esteban, entre otros muchos lugares.


También está la oportunidad de ver el bifaz achelense más antiguo hallado en Europa:


Un apartado relevante de la muestra es el dedicado a los decomisos, que han permitido incorporar bienes arqueológicos o de bellas artes recuperados por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. En la Región, en los últimos años se han intensificado los operativos que han derivado en la incautación de miles de objetos, sanciones a expoliadores y traficantes y en la desarticulación de redes de robos.


Colaboraciones

La Fundación Integra ha colaborado aportando el audiovisual de 13 minutos que forma parte de la exposición, dos ordenadores para la consulta de la página web y la visita virtual del museo, la página web de la exposición y la realización de un taller de realidad virtual que se llevará a cabo el domingo 19 de noviembre (en el horario de apertura del museo).

Visitas y talleres

MAM X. Diez años del nuevo Museo Arqueológico de Murcia, se podrá visitar hasta el 18 de marzo de 2018 de martes a viernes, de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas; los sábados, de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas, y los domingos y festivos, de 11:00 a 14:00 horas.

El público podrá asistir a visitas guiadas que tendrán lugar los miércoles y viernes a las 18:30 horas y los sábados a las 12:00 y 18:30 horas. También habrá recorridos para el público infantil y familiar, los jueves a las 18:00 horas, y se programarán visitas escolares y talleres para colegios y de fin de semana.

Todo se podrá consultar en la página web www.museosregiondemurcia.es.

Fuentes: regmurcia.com | laopiniondemurcia.es | 15 de noviembre de 2017

Caballos de guerra y cerdos: el origen de los primeros ricos y pobres de la Historia

Un príncipe polaco recibiendo honores. Desde que el hombre dejó la caza y la recolección, la riqueza comenzó a acumularse y a transmitirse, generando desigualdad - WIKIPEDIA

Los investigadores consideran que en un origen no había algo así como pobres o ricos, y que las diferencias no eran muy importantes entre los hombres. En las sociedades humanas de cazadores y recolectores no había posesiones que acumular ni que transmitir y lo más parecido a la riqueza, o quizás a la felicidad, consistía en estar en buena forma, tener aliados y tener parejas. Pero con el Neolítico y la domesticación de animales y plantas, las posesiones comenzaron a acumularse, y la riqueza material a transmitirse. Y entonces empezaron a aparecer los primeros problemas.

Una investigación publicada hoy en la revista Nature ha rastreado los orígenes de la desigualdad. Científicos de la Universidad de Washington (EE.UU.), dirigidos por Timothy Kohler (izquierda), han analizado 63 yacimientos arqueológicos de América del Norte, Europa, Asia y África con una antigüedad de hasta 11.000 años. Han concluido que el tamaño de las casas de los distintos poblados es un buen indicador de la riqueza de sus propietarios, y así han confirmado que la desigualdad entre pobres y ricos fue aumentando a medida que las sociedades agrícolas y ganaderas evolucionaban.

Sin embargo, han descubierto algo imprevisto: la desigualdad aumentó más rápidamente en el Viejo Mundo que en el Nuevo Mundo. El motivo podría estar, tal como han sugerido, en que en Europa, Asia y África había grandes animales, como caballos, cerdos o vacas, y cuya posesión suponía una ventaja. Pero estos animales no desempeñaban ese papel en América porque, sencillamente, no estaban presentes.

Riqueza: proporcional al tamaño de la casa

«Aunque los economistas y los historiadores pueden identificar los factores clave que llevaron a la desigualdad actual, está menos claro cuáles son los orígenes y cuáles fueron las primeras dinámicas que llevaron a estas diferencias económicas», ha escrito Michelle Elliott (derecha), investigadora en la Universidad de París, en un comentario publicado en Nature sobre el artículo de Kohler. «La Arqueología está en una posición única para resolver este asunto, porque puede ser usada para estudiar muchas civilizaciones antiguas antes de que existieran registros escritos», ha propuesto.

Este es el objetivo que persiguieron Timothy Kohler y su equipo. En vez de analizar la presencia de objetos de valor en tumbas o yacimientos, estos investigadores demostraron que un factor sencillo y universal sirve para estimar el nivel de riqueza de la gente: el tamaño de sus casas. En concreto, hicieron un cálculo para hallar el llamado el coeficiente de Gini, un parámetro que mide el grado de desigualdad de una sociedad, estimando las diferencias de tamaño de las viviendas en cada población. Por ejemplo, si en un lugar había mucha desigualdad, el coeficiente podía de ser de 0,8, y si había poca, de 0,3.

Sitio arqueológico de El Palmillo, en México, analizado en este estudio junto a otros 62-Kohler et al.

Mayor complejidad, mayor desigualdad

De esta forma Kohler encontró que la desigualdad era mayor en yacimientos agrícolas que en poblaciones de cazadores recolectores. «Esto es lógico, porque los estilos de vida sedentarios o agrícolas tienen más posibilidades de acumular riqueza material», ha escrito Elliott. Además, tal como ha añadido, «las poblaciones mayores, con sistemas políticos más complejos (como Estados) y regímenes más autoritarios también resultaron estar más asociados con un mayor grado de desigualdad».

Pero los investigadores de la Universidad de Washington encontraron algo más inesperado. En vez de comparar los yacimientos de los distintos continentes en función de la fecha, los compararon en función del tiempo en que llevaban dependiendo de la agricultura. Gracias a esto, averiguaron que la evolución de la desigualdad no era igual en el Viejo Continente que en América del Norte y Mesoamérica: en el Viejo Mundo se alcanzaron mayores niveles de desigualdad después de un tiempo comparable de vida en una sociedad agrícola.

Las sociedades cazadoras-recolectoras solían tener disparidades de riqueza bajas. Su movilidad dificultaría la acumulación de riqueza. Crédito: © Rafal Cichawa / Fotolia

Caballos y cerdos: fuente de poder

«Proponemos que estas diferencias se debieron inicialmente a una mayor disponibilidad de grandes mamíferos para ser domesticados», han explicado los investigadores en su estudio. ¿Por qué? «Es probable que solo los propietarios más ricos pudieran mantener al ganado. Y que pudieran beneficiarse de una mayor producción y de poder alquilar sus animales a otros».
En opinión de Elliott, la presencia de estos animales pudo permitir un crecimiento económico más rápido y extensivo en el Viejo Mundo. Como la cantidad de tierra era limitada y no todos podían permitirse mantener a varios animales, la competencia por los recursos fue aumentando las desigualdades económicas a lo largo del tiempo. Además, el uso de los animales para transportar bienes y para ser usados como monturas en la guerra también pudieron ser factores clave.

«La aparición de una nueva élite de guerreros montados (a partir del año 3.000 antes de Cristo) contribuyó directamente a mayores desigualdades (...) Caballos y otros animales, como camellos, fueron potentes armas ofensivas que permitieron a ciertos poderes a expandirse más de lo que era posible en el Nuevo Mundo. Todos los treinta grandes estados e imperios entre el 3.000 antes de Cristo y el 600 después de Cristo estaban en el viejo Mundo», han escrito los autores de la investigación.

Los caballos, usados en la guerra o como animales de tiro, aceleraron al generación de desigualdades, según los autores del estudio. FOTOLIA

EE.UU., más desigual que la Antigüedad

Los valores más altos de desigualdad encontrados por los autores del estudio están en el 6.000 antes de Cristo y en el siglo I después de Cristo. Expresados a partir del coeficiente de Gini, tienen los valores de 0,48 y 0,60, respectivamente. Curiosamente, y aunque los autores destacan que hay que tener en cuenta las diferencias en cómo se han elaborado las medidas, estos mismos valores aparecen en la sociedad contemporánea y son similares a los de Eslovaquia (0,48), España (0,58) y sorprendentemente inferiores a los de China (0,73) y Estados Unidos, en el año 2000 (0,80).

Carencias del estudio

Sea com sea, Michelle Elliott ha destacado algunas limitaciones del estudio de Kohler sobre el origen de la desigualdad entre pobres y ricos. «Necesita un mayor grado de refinamiento y puesta a punto». Por ejemplo, ha considerado que sería necesario incluir sociedades andinas de América del Sur que sí domesticaron grandes animales, llamas y alpacas en el Nuevo Mundo. Además, esta investigadora ha destacado que «el Viejo Mundo era una enorme extensión de tierra caracterizada por una biogegorafía, una cultura y una economía tremendamente diversas». Sin embargo, el estudio de Kohler representa toda esa diversidad con solo 25 yacimientos que agrupan un periodo de 9.000 años, «lo que deja grandes huecos en el tiempo y en el espacio».

Por último, según Elliott, puede haber otros factores fundamentales en el origen de la desigualdad. Por ejemplo, el hecho de que la metalurgia fuera más avanzada en el Viejo Mundo que al otro lado del océano o que algunos grandes sistemas políticos de América tuvieran formas de gobierno más colectivas y más equitativas. De momento, los investigadores dirigidos por Kohler ya han dicho que tratarán de aumentar el número de yacimientos analizados y estudiar más casos en América del Sur, África, Asia y Oceanía. Mientras tanto, la desigualdad podrá seguir aumentando si no se toman medidas.

Fuente: ABC.es | de noviembre de 2017

Antiguo cráneo encontrado en China desafía las teorías evolucionistas actuales

El 'cráneo de Dali', descubierto en 1978, está notablemente completo, con su estructura facial y su neurocráneo casi intactos. Los investigadores que que lo hallaron pensaron que pertenecía a la especie  'Homo erectus'

De vez en cuando resulta algun cráneo o un par de dientes que desafía lo que creíamos saber sobre el origen de nuestra especie.

Tomemos, por ejemplo, la emoción reciente sobre los fragmentos de dientes europeos, que como dijo un paleontólogo a National Geographic es probablemente “mucho ruido y pocas nueces”. El último hallazgo para confundir a los investigadores es un cráneo de 260,000 años de antigüedad, conocido como el cráneo Dalí, que se ve notablemente similar a los primeros restos conocidos del Homo sapiens.

En junio pasado, los arqueólogos identificaron los fósiles de 'Homo sapiens' más antiguos del mundo (foto de arriba), junto con herramientas de piedra y huesos de animales, en Jebel Irhoud, Marruecos. Los fósiles datan de hace 300.000 años, y son 100.000 años más antiguos que cualquier otro fósil de 'Homo sapiens'

El problema es que el fósil no está donde esperamos que estuviera. Los arqueólogos han desenterrado restos comparables en Marruecos, pero este cráneo en particular se encontró en Shaanxi, una provincia en el noroeste de China. La implicación es que los humanos modernos no solo se originaron en tribus de África, sino también en poblaciones humanas de otros lugares.


El consenso actual sobre la evolución humana es que el Homo sapiens se originó en África hace unos 200,000 años. La evidencia arqueológica disponible sugiere que cualquiera tiene ancestros africanos puros desciende de una sola población de Homo sapiens (y tal vez un puñado de neandertales) que abandonaron África alguna vez en los últimos 120,000 años.

El cráneo Dali

Cuando los investigadores descubrieron el cráneo Dali, en 1978, creyeron que pertenecía a otra especie humana, el Homo erectus. Este homínido particular vivió entre 2 millones y 100,000 (posiblemente 50,000) años atrás en partes de África, Asia y Europa. Como nosotros, caminaron erguidos y tenían miembros alargados.

En 1981, Xinzhi Wu de la Academia de Ciencias de China, había notado una gran cantidad de similitudes entre el cráneo de Dalí y los humanos modernos. Concluyó que debe haber al menos algún ADN compartido entre el Homo sapiens y el Homo erectus.

Eso fue hace más de 30 años y en ese momento, sus conclusiones fueron descartadas. Ahora, Wu y su colega Sheela Athreya (izquierda), profesora asociada de antropología en la Universidad de Texas A & M, están echando otro vistazo al cráneo.

“Si hubiéramos encontrado solo los cráneos marroquíes, y no el cráneo Dalí, tendría sentido seguir creyendo que todos los humanos modernos evolucionaron en África”, dijo Athreya a New Scientist. “Pero las similitudes muestran que los primeros humanos modernos pueden no haber sido genéticamente aislados de otras partes del mundo, como lo que hoy conocemos como China”.


De hecho, la nueva investigación sugiere que muchas de las características que tenemos hoy podrían haberse originado en el este de Asia, llegando a África en una fecha posterior. Este hallazgo es tan notable que, si se demuestra que es cierto (y es necesario realizar más pruebas), podría tener implicaciones importantes en la historia evolutiva humana.


“Creo que el flujo de genes podría haber sido multidireccional, por lo que algunos de los rasgos vistos en Europa o África podrían haberse originado en Asia”, dijo Athreya.
Otras teorías dicen que el cráneo Dali era de hecho un "Homo erectus asiático", como se informó la primera vez, y que estas poblaciones pudieron haber desarrollado por separado algunos rasgos humanos modernos.

El profesor Chris Stringer (derecha), experto del Museo de Historia Natural de Londres, dijo a New Scientist que, si bien los hallazgos marroquíes y chinos son similares, duda de las afirmaciones de la profesora Athreya.

"Cuando se trata de una gran cantidad de datos genéticos, se vuelve muy difícil darle a China un papel significativo en los orígenes humanos modernos", señala. "Estoy abierto a las conexiones asiático-africanas en este momento, pero para relación Asia occidental-África, no más lejos".

Por su parte, John Hawks (izquierda), de la Universidad de Wisconsin-Madison, dijo a New Scientist "que, si bien todavía es necesario hacer comparaciones más profundas entre el cráneo de Dali y los de Marruecos, en un sentido real estamos hablando de una población multirregional, conectada de forma recurrente por la migración y los intercambios genéticos".

Fuente: La Ciencia me Encanta / Historia y Arqueología

El Museo Egipcio de El Cairo exhibe nuevas piezas del ajuar de Tutankamón

El Museo Egipcio de El Cairo inauguró ayer una exposición de piezas encontradas en la tumba del célebre faraón Tutankamón, que nunca antes habían sido mostradas al público y que han sido restauradas durante tres años en el marco de un proyecto egipcio-alemán.


Entre las reliquias hay placas de oro talladas con finos relieves que se encontraron en el suelo de la tumba del denominado faraón niño -que reinó entre 1332 y 1323 a.C. hasta su muerte repentina-, parcialmente destruidas y que alguna vez decoraron los carruajes del rey egipcio. Por primera vez, los visitantes también podrán ver empuñaduras de dagas, decoraciones de arcos y aljabas, además de otros artefactos de oro, cuero y materiales textiles.


Las piezas llevaban 95 años guardadas en el mismo baúl en el que las puso el descubridor del sepulcro de Tutankamón, el británico Howard Carter, en 1922 y han sido restauradas en el marco de un amplio proyecto en el que participan el Museo Egipcio, el Instituto de Arqueología Alemán de El Cairo, el Museo de Maguncia (Alemania) y la Universidad de Tübingen (Alemania).


En la inauguración estuvieron presentes el Ministro egipcio de Antigüedades, Jaled al Anani, y el director del Instituto de Arqueología Alemán de El Cairo, Stephan Seidlmayer, además de representantes del Museo de Maguncia y de la Universidad de Tübingen. La colección, que se puede ver en el Museo Egipcio adyacente a la céntrica plaza Tahrir, será trasladada en 2018 al Gran Museo que se está construyendo junto a las pirámides de Guiza, donde Tutankamón tendrá un protagonismo destacado.

Fuente: EFE, El Cairo | Europa Sur, 16 de noviembre de 2017

Descubren 26 nuevas ubicaciones de ciudades asirias tras analizar 12.000 tablillas de barro

Una minuciosa traducción de muchas de estas antiguas tabletas reveló las ubicaciones de metrópolis que han estado desaparecidas por muchos siglos. Los investigadores dicen que el hallazgo tiene el potencial de cambiar la forma en que se entiende el Imperio asirio. Hace poco un equipo de arqueólogos informó que una tableta asiria de 4.000 años de antigüedad probablemente era un contrato de matrimonio. Esta no es la única tableta de arcilla de este tipo; hay decenas de miles más.

Como se revela ahora en un nuevo artículo (Aquí PDF), una minuciosa traducción de muchas de estas tabletas reveló las ubicaciones de antiguas metrópolis que han estado desaparecidas por muchos siglos. El profesor de asiriología de la Universidad de Harvard, Gojko Barjamovic, quien trabaja junto a un equipo internacional de investigadores y economistas, afirma que el estudio tiene el potencial de cambiar la forma en que se entiende el Imperio asirio.



Estas tabletas fueron extraídas de una excavación en la antigua ciudad de Kanesh, en la actual Turquía. Están escritas en tipos cuneiformes, desarrollados por los sumerios de Mesopotamia, y son una mezcla de transacciones comerciales, cuentas, sellos, contratos e incluso certificados de matrimonio. Las tabletas pueden parecer poco interesantes para el común de las personas, pero para los aficionados y expertos son reveladoras. Los contratos comerciales siempre mencionan los lugares en que realizan las transacciones y a veces los destinos de los productos comercializados. Esto significa que se podría seguir la pista de ubicaciones y ciudades que aún no se han encontrado y que están enterradas bajo el suelo turco.



Después de analizar 12.000 tabletas de arcilla, el equipo cree que ha identificado 26 ubicaciones, de las cuales ya se ha encontrado 15. No están las coordenadas precisas, pero gracias a un antiguo método de comercio, el equipo cree que puede descifrar la mayor parte de ellas. Kanesh alguna vez fue un pequeño asentamiento que se convirtió en un importante puesto comercial para toda la región. Las tabletas son tan detalladas que en su artículo los autores describen la ciudad como una “economía de mercado floreciente, basada en la libre empresa y la iniciativa privada, comerciantes lucrativos y arriesgados, respaldados por complicados contratos financieros y un sistema judicial que funciona bien”.




Este registro exhaustivo de cuentas reveló que Kanesh comerciaba más con las ciudades cercanas que con las lejanas. Tomando todos estos datos y cuantificándolos adecuadamente, el equipo logró crear un sistema de distancia basado en la frecuencia del comercio entre ciudades, al que llaman “modelo de gravedad estructural”. Este proporciona estimaciones sólidas sobre dónde podrían estar estas ciudades perdidas. Sus aproximaciones “se acercan notablemente a las conjeturas cualitativas producidas por los historiadores”, señalan los investigadores. Para poder confirmar la precisión de su sistema, las ciudades deben ser halladas, pero este documento ofrece una útil herramienta para los arqueólogos y es una puerta de entrada a un reino que fue la primera superpotencia del mundo.

Fuente: El Ciudadano | IFLScience, 16 de noviembre de 2017