Arqueólogos descubren rastros de un primer colapso de la cultura Maya en Guatemala

Una investigación conjunta entre Guatemala y EEUU ha encontrado que la civilización maya sufrió un repentino colapso incluso antes de que sus ciudades estuvieran abandonadas. Los arqueólogos utilizaron datación por radiocarbono para llegar a sus conclusiones que fueron publicadas en PNAS.
"La escasez de agua, la disminución de la actividad económica, las guerras y el derrumbe de la familia son algunos de los problemas que detectamos en nuestras excavaciones arqueológicas en un sitio del período preclásico Maya de alrededor del 200 DC", dijo a EFE, Takesh Inomata de la Universidad de Arizona en Tucson. "Debido a esos problemas sociales, las ciudades mayas fueron abandonadas".


La fotografía proporcionada el 31 de enero de 2017 por la Universidad de Arizona en Tucson muestra una vista del sitio maya de Ceibal, Guatemala. EFE / Universidad de Arizona en Tucson / Takeshi Inomata

El también director del proyecto de investigación, dijo que "aunque hay mucha información y teorías sobre el "colapso" de la civilización maya en el período Clásico (225-900 e.c.), casi nadie ha estudiado el período Preclásico, que ocurrió desde alrededor de 1,000 a.e.c. hasta el 225 e.c.".
"Casi no hay información sobre el período Preclásico porque se necesita mucha excavación para encontrar esas antigüedades", dijo a su vez el antropólogo guatemalteco Juan Manuel Palomo, uno de los investigadores del proyecto en el que participan nueve especialistas estadounidenses y guatemaltecos.

Los arqueólogos del proyecto, iniciado en 2005 en la provincia guatemalteca de Peten, han cavado a una profundidad de entre 2,5 metros y más de 8 metros para recuperar esos restos, el más antiguo de los cuales se remonta al período Preclásico Medio Maya. Los períodos examinados en las ruinas de Ceibal datan de 1,000 a.e.c. al período Clásico Terminal (830-950 a.D.).

"¿Por qué colapsó la civilización maya?" Es una pregunta importante, para la cual no hay una respuesta generalmente aceptada", dijo Inomata. "Es por eso que necesitamos estudios que nos den una idea clara de cómo se desarrollaron las cosas", agregó.


Los arqueólogos concluyeron que la inestabilidad social en Ceibal, causada por el cambio climático y la deforestación, provocó una primera implosión entre 150-300 e.c., cuando los mayas estaban gobernados por dinastías identificadas como "Dictaduras divinas". Algo similar habría ocurrido simultáneamente en los centros mayas de las "tierras bajas" guatemaltecas.

Después de ese primer colapso, una población ya muy reducida continuó viviendo en Ceibal, donde debido a una combinación similar de factores ocurrió un segundo colapso entre los años 800-950 e.c. durante el período Clásico Terminal, cuando la construcción a gran escala de los Mayas y el tallado de jeroglíficos en estelas ya estaban terminadas.

Hace menos de una semana, también en Guatemala, un equipo internacional de científicos encontró los restos de una mega ciudad escondida bajo el bosque utilizando la novedosa técnica LiDAR.

Fuente: nmas1.org | 5 de febrero de 2018

Arqueólogos descubren un extraordinario monumento neolítico cerca de Windsor (Gran Bretaña)

Una vista aérea del recinto neolítico hallado. Fotografía: Wessex Archaeology

Los científicos esperan descubrir mas detalles de este impresionante monumento

El descubrimiento arroja más luz sobre cómo los antepasados ​​se establecieron en Windsor hace 5.500 años.

Descrito como un recinto de terraplén (terreno ceremonial) y que consiste en círculos de zanjas y barreras artificiales con entradas brechas, fue descubierto a pocos kilómetros del Castillo de Windsor en Berkshire. El sitio fue identificado dentro de una cantera de arena y grava cerca de Datchet, a 2.3 millas de Windsor.

Un monumento neolítico ha sido descubierto a menos de dos millas del Castillo de Windsor. Que data de hace 5,500 años, es uno de los primeros ejemplos conocidos de construcción de monumentos en Gran Bretaña. Se ha revelado que lo que parece ser un lugar donde se realizaban algunas reuniones ceremoniales.

En este lugar los arqueólogos han encontrado grandes cantidades de huesos de animales y ollas de cerámica decorados, y evidencia de que las ollas fueron destrozadas deliberadamente, tal vez cuando las festividades llegaron a su final rompían la olla. Otros hallazgos incluyen puntas de flecha de sílex finamente trabajadas, en forma de hoja, cuchillas dentadas, hachas de piedra y piedras de moler.

Gran numero de monumentos encontrados

Cerca de 80 monumentos neolíticos han sido identificados en Gran Bretaña, pero los arqueólogos están particularmente entusiasmados con este ya que esperan descubrir todo el circuito alrededor del recinto. Los especialistas de Wessex Archaeology hicieron el descubrimiento en una cantera de arena y grava muy cerca de Datchet, a la vista del Castillo de Windsor. John Powell, director de trabajo de campo de Wessex Archaeology , dijo: "Este es un descubrimiento emocionante. Estamos hablando de hace 5,500 años aproximadamente. Estos son los primeros pueblos, que en realidad se establecen en el paisaje y dejan su huella en él. Por lo tanto, es algo impresionante poder excavar y observar este grandioso monumento".

"A menudo, cuando se encuentran este tipo de monumentos en la actualidad, es posible que solo encuentres parte del circuito".


Restos humanos también se han encontrado en el sitio. Jacqueline McKinley, principal osteoarqueóloga de Wessex Archaeology, dijo que los huesos mostraban evidencias de manipulación humana postmortem de los cuerpos. "El cráneo y el fémur izquierdo habían sido eliminados de un individuo y marcas de corte son visibles en una calavera que se había colocado deliberadamente en el fondo de la zanja. El trabajo adicional puede permitirnos entender tanto el tratamiento como los roles cambiantes desempeñados por los muertos en las comunidades neolíticas".

Cuando se le preguntó sobre los huesos de los animales, Powell dijo: "El ganado domina el conjunto, pero también tenemos cerdos, ovejas o cabras, del lado domesticado de la agricultura. Las especies salvajes también están presentes e incluyen ciervos y corzos rojos, así como algunos huesos de zorro".

En este sitio, su posición y en el estado en que lo encontramos dentro de la cantera, significa que podremos investigar prácticamente todo el recinto. Eso significará que tenemos una imagen mucho mejor y una comprensión del sitio como un todo”. El monumento se encuentra en un área ligeramente elevada, en lo que pudo haber sido un paisaje pantanoso o estacionalmente húmedo dentro de la llanura aluvial del Támesis.

El buen estado en que se conserva

Powell dijo que el área había sido cubierta por miles de años. "Así que íbamos allí esperando encontrar restos prehistóricos, pero no esperábamos encontrar un monumento tan grande en el sitio. Hemos trabajado en algunas otras canteras en el área y encontramos pequeños asentamientos, evidencia de zanjas de campo y casas pequeñas, pero no estos grandes monumentos descomunales. Algunos recintos no contienen gran cantidad de artefactos (haciendo referencia a las ollas y vasos decorados que se encontraron en el lugar), mientras que este sitio parece muy rico en artefactos, lo que será significativo para la comprensión del Neolítico temprano en Gran Bretaña”. Las piezas de cerámica encontradas en el lugar tienen delicadas marcas decorativas que pueden haber sido creadas con huesos de ave. Los arqueólogos planean probar los depósitos encontrados en los recipientes, para saber qué se cocinó o qué bebieron de ellos.

Stonehenge, la estructura prehistórica más famosa de Europa fue construida por personas del Neolítico, y luego se le agregó otros elementos durante la Edad del Bronce.

Los arqueólogos sospechan que la calzada fue utilizada estacionalmente para ceremonias especiales, intercambios de bienes o socialización. Powell dijo que estos hallazgos sugieren que hace 5.500 años, los humanos estaban comenzando a establecerse, a domesticar animales y adquirir ganado, así como a trabajar el pedernal.

«Este es un descubrimiento tan emocionante e importante en el barrio real. La excavación de este monumento agregará mucho a nuestra historia humana compartida», dijo Roland Smith de Berkshire Archaeology.

Si bien el equipo solo ha podido trazar hasta ahora 265 metros del sitio, proyectan que su totalidad alcanzará un perímetro de unos 500 metros y esperan descubrirlo más adelante en 2018.

Fuente: Historia y Arqueología / Mail Online

Exposición sobre la ostentación del poder: metalurgia en la prehistoria y protohistoria, en el Museo de Cuenca

Por iniciativa de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, el Museo de Cuenca –Sala de Princesa Zaida inaugurará el viernes 9 de febrero a las 13 horas, la exposición temporal LA OSTENTACIÓN DEL PODER. METALURGIA EN LA PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA, centrada en la importancia que tuvo el metal en las sociedades humanas que ocuparon el territorio que actualmente conforma nuestra Comunidad Autónoma. La exposición permanecerá abierta hasta el día 1 de mayo.

Esta exposición comenzó su andadura en 2016 en el Museo de Ciudad Real, donde fue comisariada por los arqueólogos Honorio Javier Álvarez y Manuel Molina, ha continuado en el Museo de Guadalajara y llega al Museo de Cuenca adaptada, por su dirección y personal técnico, a las dimensiones del espacio que la contiene y a las características de la provincia.

En la sala de Museo de Cuenca se mostrarán más de cien piezas procedentes de museos gestionados por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha: los museos de Albacete, Cuenca, Guadalajara, Santa Cruz (Toledo) y del Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha.


Dividida en 8 módulos, la muestra hace hincapié en los importantes cambios de orden social que trajo consigo la metalurgia: desde las dificultades inherentes a la extracción y la manipulación del mineral, que significó que al principio sólo pudiese ser accesible a las élites, hasta la generalización de su uso con la irrupción de la metalurgia del hierro, observándose, no obstante, una clara distinción de los grupos sociales en función del acceso al mismo. Este desarrollo de la práctica metalúrgica tuvo su reflejo en múltiples y variopintas cuestiones como el auge del comercio, nuevos medios de transporte como la vela o el carro, sin olvidar la aparición de la escritura y la moneda.

La muestra destaca por un discurso didáctico en el que se combinan espacios que reconstruyen hornos de las edades del Bronce y del Hierro, talleres de orfebrería ibérica, de acuñación de moneda o una herrería; junto una magnífica selección de objetos de cobre, bronce, hierro, oro, plata y plomo, que van desde el Calcolítico hasta finales del mundo ibérico. Todo ello ilustrado por una serie de audiovisuales.
Las piezas más antiguas que forman parte de la muestra proceden del yacimiento calcolítico del Valle de las Higueras (Toledo), datadas en el 2.500 a.C.

aproximadamente. La Edad del Bronce está representada, entre otros, por yacimientos emblemáticos de Ciudad Real como La Encantada o Los Dornajos en Cuenca, así como moldes de fundición de la Loma del Lomo de Cogolludo (Guadalajara).

De la Primera Edad del Hierro destaca el ajuar de la tumba orientalizante de Casa de Carpio (Toledo) o un timaterio de Albacete, junto con ajuares procedentes de los cementerios celtibéricos de Guadalajara.

De época prerromana o paleohispánica hay que subrayar las necrópolis conquenses de La Virgen de la Cuesta, en Alconchel de La Estrella y de los Canónigos en Arcas de Villar. Particular interés tiene el apartado dedicado a la orfebrería donde destacan las piezas de talleres de orfebre de las provincias de Ciudaad Real y Cuenca.

La visita a la exposición puede resultar de gran interés para el público ya que se podrá contemplar de forma didáctica y con ejemplos algunos de los primeros hitos metalúrgicos de nuestra Región y porque presenta piezas que anteriormente no habían podido ser sido vistas.

Fuente: liberaldecastilla.com| 9 de febrero de 2018

La monogamia humana tiene explicación y es por la neuroquímica

Antropólogos de la Universidad de Kent descubrieron que la monogamia comenzó en los Homo Sapiens debido a cambios en el cerebro.

La monogamia tiene una explicación en la raza humana, al menos así lo determinaron un grupo de científicos de la Universidad de Kent, dirigidos por Owen Lovejoy (izquierda), luego de estudiar el cerebro de nuestros ancestros en el Homo Sapiens y en artículos que salieron publicados en Proceedings of the National Academy of Sciences.

El primer artículo sobre la monogamia ancestral fue probado en un primer trabajo que reseña que los Homo Sapiens presentaron cambios neuroquímicos en el cuerpo estriado del cerebro, que se encarga de la producción de dopamina y serotonina.
En un segundo artículo se sugiere que la monogamia habría además contribuido a la supervivencia mayor de las hembras jóvenes y de su éxito reproductivo.

El estudio de la Monogamia en ancestros humanos

Desde principios de 1990, que el antropólogo Owen Lojevoy comenzó con el estudio de los Ardipithecus ramidus, antepasados humanos de unos 4 millones de años que habitaron en Etiopía y en esa ocasión confirmó que el tamaño de los colmillos comenzó a replantear la estructura vertical de las relaciones sociales y por ende se produjo un mayor entendimiento entre los machos que poseían las mismas fuerzas.

Con esto, además, los antepasados humanos comenzaron a utilizar la estrategia K de la reproducción, “en la cual las especies se reproducen comparativamente en raras ocasiones y cuidan de sus pequeñas crías invirtiendo una gran cantidad de recursos”, evitando así dejar a sus crías a merced de otros depredadores.
Pero en esta evolución, también contribuyó en que nuestros antepasados comenzaran a caminar erguidos, ya que eso les facilitaba la búsqueda de alimentos para la hembra y las crías, y así la hembra escogía al macho que era mejor proveedor.

A cambio, el macho recibía sexo y podía transferir sus genes a la descendencia. Por lo tanto, no tenía que demostrar su posición dominante y estar en enemistado con el resto de los machos.


Actualización de la teoría de la monogamia

La actualización del estudio de Owen Lojevoy ahora indica que hay factores neuroquímicos en el cerebro que contribuyeron a afianzar la monogamia.

Los cambios en el cuerpo estriado son esenciales en esto, ya que esta parte del cerebro se asocia con un “centro de recompensa”, planificación, toma de decisiones y comportamiento “autónomo”, y, por otro lado, con la capacidad de adaptarse al comportamiento de los demás. Aquí se concentran neurotransmisores como la dopamina, serotonina, acetilcolina y neuropéptido Y.
Justamente una alta concentración de acetilcolina en el cuerpo estriado aumenta la agresividad y provoca un comportamiento dominante. Por su parte, el aumento de la serotonina afecta la disuasión del comportamiento impulsivo y el control de las emociones, habilidades clave para la cooperación y la construcción de alianzas.

Al mismo tiempo, una disminución en la concentración de serotonina en el cuerpo estriado intensifica la impulsividad, incluido un brote de agresividad, la cual es inaceptable en las relaciones sociales. Además, de acuerdo a los científicos, el aumento de la concentración de dopamina en el cuerpo estriado, produce una mejor conformidad.

Los autores del estudio, afirman que esta combinación ayuda a aumentar la empatía, la capacidad de reconocer las señales sociales, el altruismo y la conformidad. Al mismo tiempo, una disminución en el nivel de acetilcolina reduce la agresividad de nuestros antepasados.
En síntesis, estos neurotransmisores pueden haber proporcionado una reducción en el comportamiento impulsivo y haber mejorado las habilidades sociales de los monos antropoides y los humanos.

Fuente: fayerwayer.com | 25 de enero de 2018

Toumai: la “esperanza de vivir” guarda secretos inconfesables

El 19 de julio de 2001, Alain Beauvilain encontró una acumulación de restos fósiles en el desierto de Djurab, en la República del Chad. Beauvilain formaba parte de una expedición formada por arqueólogos y paleontólogos de Francia y del Chad, empeñados en la búsqueda de antiguas evidencias del pasado más remoto de la humanidad. Entre los restos hallados por Beauvilain destacaba un cráneo muy deteriorado, que fue restaurado y estudiado a fondo por sus descubridores. Los resultados no se hicieron esperar.

El 15 de julio de 2002, Michel Brunet, responsable de la expedición, publicó junto a sus colegas la descripción del cráneo, que fue portada de la revista Nature. El cráneo se dató entre seis y siete millones de años y fue descrito como el hominino más antiguo del linaje humano conocido hasta ese momento. Por fin teníamos un fósil tan antiguo como sugerían las predicciones realizadas por los genetistas para la divergencia de la genealogía humana y la genealogía de los chimpancés.
El fósil fue clasificado en el nuevo género y especie Sahelanthropus tchadensis, aunque la mayoría de los expertos se refieren al cráneo de manera coloquial como “Toumai”. Este fue el cariñoso apodo que recibió el cráneo, que en la lengua local del Chad (Dazaga) significa “esperanza de vivir”.
Toumai tenía un cerebro muy pequeño, de unos 350 centímetros cúbicos, arcos supraorbitales prominentes, caninos relativamente pequeños y un foramen magno situado en posición basal. Esta particularidad anatómica implicaba que la columna vertebral se situaba bajo el cráneo y demostraba que Sahelanthropus tchadensis había caminado erguido sobre las piernas, como lo hacemos nosotros. Existe un consenso de que la bipedestación nos diferenció definitivamente de la genealogía de los chimpancés, por lo que Toumai fue considerado como el hominino más antiguo conocido hasta entonces. Y, hasta el momento, nadie ha reclamado el honor de haber encontrado un fósil del linaje humano que supere ese registro.

Cuando se propone una hipótesis de tanto alcance el debate y las críticas están aseguradas. Algunos expertos mostraron su desacuerdo con las conclusiones de Michel Brunet y su equipo. Por ejemplo, el paleoantropólogo Milford Wolpoff escribió un artículo en la propia revista Nature, desacreditando la hipótesis de Brunet. Según Wolpoff, las características anatómicas de Toumai estarían más próximas a las de los parientes de los chimpancés, por lo que un nombre más adecuado para el fósil sería el de Sahelpithecus. Ese nombre haría alusión al parentesco de aquel primate de los inicios del Plioceno con otros primates no humanos. Brunet replicó de inmediato con la misma ironía que Wolpoff, pero con firmeza, en un nuevo artículo publicado por la revista Nature. Y ahí se quedó todo, hasta hace unos días.

Conjunto de restos encontrados por Alain Beauvilain en 2001 en el desierto de Djurab (Républica del Chad): Fuente: Nature.

Toumai no apareció solo, sino en compañía de otros muchos fósiles. Entre ellos se encontraba la diáfisis de un fémur, que se empaquetó junto a todos los restos y se envió a Francia para su estudio. Aude Bergeret (director del Museo de Historia Natural de Victor-Brun de Montauban) y Roberto Macchiarelli (paleoantropólogo de la Universidad de Poitiers) realizaron un estudio del fémur. Sus conclusiones quedaron reflejados en un breve resumen, que enviaron a la Sociedad de Antropología de París para su aprobación y presentación publica en un congreso celebrado entre el 24 y el 26 de enero de este año en Poitiers. Curiosamente, el resumen fue rechazado por la organización. Ewen Callaway, perdiodista científico, nos ha relatado esta historia de nuevo en la revista Nature, que reabre el debate sobre Toumai.

Bergeret y Macchiarelli dudan de que ese fémur hubiera pertenecido a un hominino bípedo y proponen revisar todo el material fósil encontrado en 2001. No parece una propuesta descabellada, sino la reapertura de una investigación científica, a la que no se puede dar carpetazo. Callaway se pregunta por las razones del comité científico del congreso de Poitiers para rechazar una comunicación preparada por dos investigadores de reconocido prestigio. Algunos colegas de renombre, como Bernard Wood y Bill Jungers, han expresado su sorpresa por esa negativa. Este último no comprende por qué el fémur se ha mantenido en secreto durante años ¿Qué se esconde detrás de esa omisión voluntaria de información? Si el fémur está relacionado con el cráneo su estudio es absolutamente necesario. No importa si Toumai queda descartado, no solo como un miembro del “selecto club” de los ancestros de la humanidad, sino como la evidencia más antigua del linaje que a la postre dio lugar a nuestra especie.

Es posible que no tardemos en tener más noticias sobre este nuevo expediente X de la paleoantropología.

Fuente: quo.es| 6 de febrero de 2018