Arqueólogos hallan un cementerio de sacerdotes del siglo IV a.C. en el valle del Nilo

Khaled Anani, ministro de Antigüedades de Egipto en el lugar del descubrimiento. © REUTERS/ MOHAMED ABD EL GHANY

Un antiguo cementerio de la última época faraónica (664-332 a.C.) y principios de la era ptolemaica (310-30 a.C.) ha sido descubierto en la zona de Tuna al Gabal, en la provincia de Minia, a unos 250 kilómetros al sur de El Cairo, anunció el Ministerio de Antigüedades egipcio.
Según un comunicado, el cementerio incluye un "gran número" de huecos en los que se enterraba a los muertos sin ser señalizados para despistar a los saqueadores y se encuentra en el sitio de Al Garifa, ubicado a seis kilómetros al sur de la zona arqueológica de Tuna al Gabal.



Una misión arqueológica egipcia empezó a excavar en el cementerio en 2017 para descubrir la sección dedicada a la antigua provincia 15 del Alto Egipto, cuya capital era la localidad de Al Ashmunein.

Esa provincia estaba dedicada al dios Tot y, de hecho, parte de las tumbas y de los enseres encontrados en ellas pertenecen a sacerdotes de esta divinidad faraónica, que tenía cabeza de pájaro y que los griegos posteriormente denominaron Hermes.

Los expertos han identificado una de las tumbas como la de un alto sacerdote llamado Hersa-Essei, y en su interior hay 13 sepulcros, en los que fueron encontradas muchas estatuillas de ushabti, artefactos de pequeña dimensión que acompañaban al difunto y debían servir como sus súbditos en el más allá. Un total de 1.000 figuras están en muy buen estado, mientras que el resto están rotas y van a ser reconstruidas, detalló en una nota el ministerio.

Además, fueron encontrados cuatro vasos canopos de alabastro con la cara de los hijos del dios Horus, que están muy bien conservados y todavía contienen los órganos momificados del difunto.


En las vasijas está inscrito el nombre de otro clérigo de alto rango, Djehuty-Irdy-Es, cuya momia también ha sido recuperada y está adornada con un collar de bronce, abalorios azules y rojos, de marfil y de cristal, y cuatro amuletos de piedras semipreciosas.



En el cementerio también fueron encontrados 40 sarcófagos de barro de diferentes tamaños y formas, con los nombres y cargos de sus propietarios, además de una tumba familiar con grandes sarcófagos y figuritas ushabti con el nombre de los sacerdotes que se encuentran sepultados en este lugar.


En Minia hay destacados sitios arqueológicos, como el de Hermopolis, ciudad dedicada a Tot, o Tel al Amarna, donde estableció su capital el faraón Akenatón, que impuso por primera vez un credo monoteísta durante la XVIII dinastía (1.570-1.293 a.C.).

Fuentes: lasexta.com | larepublica.pe | 24 de febrero de 2018

Vajilla prehistórica y ADN cierran un debate arqueológico centenario

Vasos campaniformes de Los Millares, en el Museo de Almería, y de La Rambla, en el Museo de Córdoba. / R. Risch.

Hace entre 4.750 y 4.500 años, un tipo de cerámica muy decorada, conocida como vaso campaniforme por su forma de campana invertida, se extendió por el oeste y centro de Europa, marcando un periodo clave de la prehistoria del continente. Desde hace un siglo los científicos debaten intensamente si su difusión se debió a un proceso migratorio a gran escala, a la expansión de prácticas sociales o una combinación de ambos factores.

Ahora, el mayor estudio de ADN antiguo realizado hasta la fecha revela que tanto la transmisión cultural como la migración humana tuvieron un papel importante en la difusión del fenómeno campaniforme en Europa, aunque con distinto peso según la región. Para llegar a esta conclusión se han analizado los restos de 400 esqueletos prehistóricos de numerosos yacimientos europeos (11 en la península ibérica), de los que 226 fueron enterrados junto a objetos campaniformes.
El estudio se ha publicado en Nature y ha contado con la participación de investigadores de las universidades Autónoma de Barcelona, Valladolid, Complutense y Autónoma de Madrid, Alcalá, Murcia, Santiago de Compostela y el Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-UPF), entre otras instituciones nacionales.

Según los resultados, la expansión del fenómeno campaniforme desde Iberia –donde se ha obtenido el registro más antiguo de este estilo cerámico– hasta el centro de Europa se debió a intercambios culturales y no por un movimiento migratorio de población. Iñigo Olalde (izquierda), genetista de la Harvard Medical School en Boston (EE UU), primer autor del artículo, señala que el ADN de los esqueletos de las tumbas campaniformes ibéricas no tenía una relación de proximidad con los del centro del continente.

Por su parte, el también coautor David Reich (derecha), investigador del Howard Hughes Medical Institute y del Broad Institute del MIT y Harvard, destaca: “Se trata del primer claro ejemplo, a partir de ADN antiguo, de que las cerámicas no siempre iban de la mano de la población”.

Aislamiento genético entre Iberia y Europa central

“Es muy interesante observar cómo Iberia, por una parte, y Europa central, por otra, mantuvieron un aislamiento genético al final del Neolítico, hace unos 5.000 años, a pesar de las numerosas evidencias arqueológicas de interacciones y contactos entre ambas regiones”, subraya Roberto Risch (izquierda), profesor del departamento de Prehistoria de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y coautor del trabajo.

“El estudio muestra que la introducción del vaso campaniforme en Europa central hace 4.500 años no tuvo nada que ver con la llegada de poblaciones de la península ibérica, como se había defendido durante mucho tiempo. La rápida adopción de una vajilla, que debía estar unida a unas prácticas de consumo muy concretas (como alojar bebida o comida en rituales o fiestas), expresa el desarrollo de unas nuevas formas de comunicación entre el sudoeste y el centro de Europa”, añade Risch.

Sorprendentemente, el vaso campaniforme fue adoptado en el centro de Europa por unas poblaciones que acababan de llegar del este. “En 2015 realizamos otro gran estudio internacional que mostró que hace unos 4.500 años al menos el 70% de la población del centro y norte de Europa fue sustituida por una masiva migración de grupos del este procedentes de la estepa. Y este nuevo trabajo revela cómo este movimiento siguió avanzando hacia el oeste”, destaca Wolfgang Haak (derecha), del Max Planck Institute for the Science of Human History (Alemania), otro de los autores.

Movimiento campaniforme hacia el oeste

“Pero, en este movimiento hacia el oeste, el vaso campaniforme ya no es expresión de unas prácticas de consumo colectivas, como lo fue en la península ibérica, sino que se incorpora a tumbas individuales, en las que los hombres suelen aparecer con armas distintivas y distinguidas, como puñales de cobre, arco y flechas”, puntualiza Risch.
El profesor aclara a Sinc: “El significado social del vaso campaniforme cambió en ese recorrido desde la Península hasta Europa central, y de allí a las islas británicas. De un objeto colectivo pasó a ser un símbolo de individuos poderosos. Es un caso claro de manipulación del significado de las cosas en función de los intereses de grupos de poder, algo que ha seguido ocurriendo hasta la actualidad. Un ejemplo paradigmático es el jazz, que pasó de ser una música marginal y rompedora con la tradición clásica, a ser, sobre todo en Europa, una música de las élites”.

En Reino Unido e Irlanda se han estudiado 155 muestras fechadas entre hace 6.000 y 3.000 años. Según el genetista Ian Barnes (izquierda), del Museo de Historia Natural de Londres, “esos ancestros británicos tenían un perfil genético diferente de los que vivieron poco tiempo después que ellos y al menos el 90% fue reemplazado por la llegada del campaniforme desde el continente. Tras la llegada de esta nueva población, empezaron a existir en la isla británica habitantes con antepasados que tenían características, color de piel y ojos similares a la mayoría de los británicos actuales”.

El 'kit' campaniforme aparece en la Península

Barnes agrega que, curiosamente, hace unos 4.500 años, en la península ibérica también comienza a introducirse entre la gente local el ritual funerario individual, con su ajuar de vasos campaniformes, puñales de metal y adornos como botones y brazales, un autentico 'kit' campaniforme.
"Aquí, al contrario de lo que ocurrió en las islas británicas, no se aprecia un cambio genético”, comenta el profesor Ignacio Soriano (derecha) de la UAB. “Esta vez los cambios procedían del norte y provocaron una ruptura social importante cuyas consecuencias se verán en la Edad del Bronce, hace unos 4.200 años”.

En el caso de la península ibérica, se ha observado una continuidad genética directa entre las poblaciones neolíticas previas y las posteriores de la Edad del Cobre y campaniformes.
El también coautor Manuel Rojo Guerra (izquierda), de la Universidad de Valladolid, coincide: "Desde un punto de vista genético, los pobladores de la Península en esa época son los descendientes de las poblaciones calcolíticas. Es decir, son gentes que ya estaban aquí y que en un momento determinado adoptan el kit campaniforme", que aparece en distintas regiones de Europa casi de forma simultánea.

Fuente: SINC | 21 de febrero de 2018

La 2 de RTVE estrena este domingo el documental 'La momia dorada' tras una investigación pionera en España

El documental muestra la historia más desconcida de las momias del Antiguo Egipto. En la imagen, la reconstrucción tridimensional de Nespamedu. RTVE.

La 2 estrena este domingo el documental La historia secreta de las momias: la momia dorada, dirigido por Regis Francisco López, que RTVE coproduce junto a Story Producciones. Mostrará la historia más desconocida y sorprendente de las momias y del antiguo Egipto a partir del análisis de cuatro momias del Museo Arqueológico Nacional en una investigación pionera realizada en el Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid.

En la presentación de este documental celebrada en el Museo Arqueológico Nacional, el director de La 2, Juanma Hidalgo, ha valorado, además del interés que tiene este trabajo para el espectador, “el avance y la aportación que supone para el mundo científico. Entre todos, hemos aportado algo al mundo de la arqueología y eso es un orgullo para RTVE”.

El director del documental, Regis Francisco López, ha relatado que "durante el rodaje se han vivido situaciones de gran emoción” y ha señalado la “enorme responsabilidad” que ha supuesto este trabajo, del que ha destacado “tiene algo maravilloso: unos médicos han acabado analizando a otro médico de 2000 años antes. Y gracias al trabajo de médicos y arqueólogos, alguien del Antiguo Egipto nos cuenta cómo era su vida”, ha dicho en referencia a que la momia analizada, Nespamedu, era la del médico del faraón.

El director del Museo Arqueológico, Andrés Carretero, ha aplaudido “la calidad del documental, ejemplo magnífico de la colaboración entre distintas instituciones”. El doctor Vicente Martínez de Vega, que ha coordinado al equipo médico, ha añadido que esta colaboración ha sido “una experiencia increíble”. “Trabajar con otros científicos de otros campos como el de la arqueología ha sido muy grato, todos hemos aprendido mucho”, ha explicado.

La historia de 'La momia dorada'

La historia secreta de las momias: La momia dorada parte de una investigación que arrancó en la madrugada del 5 al 6 de junio de 2016, cuando cuatro momias del Museo Arqueológico Nacional fueron trasladadas al Hospital Quirón Salud de Madrid para ser analizadas con un escáner de última generación. Durante el estudio los médicos encontraron un secreto que había permanecido oculto durante más de 2000 años: 25 placas ubicadas bajo las vendas de Nespamedu, 'La momia dorada', que planteaban decenas de interrogantes sobre la identidad de esta momia y sobre su vida en la tierra de los faraones.

Comenzaba una de las investigaciones históricas más fascinantes de los últimos años. Un viaje desde España hasta el Antiguo Egipto que llevaría a los arqueólogos desde Saqqara a la necrópolis de Guiza para desentrañar todos los misterios de la enigmática 'Momia dorada'.

La investigación fue seguida durante más de un año y medio por RTVE y Story Producciones. El resultado es un documental de 55 minutos, rodado entre España y Egipto, para mostrar el estudio más importante sobre las momias del Museo Arqueológico Nacional con técnicas no invasivas.

 Reconstrucción de la cara de Nespamedu
Reconstrucción de la cara de Nespamedu

El equipo de producción consiguió permiso para rodar en lugares tan fascinantes de Egipto como las pirámides de Guiza, el Valle de los Reyes, Saqqara, el templo de Luxor, el templo de Karnak… También, en la excavación de una tumba egipcia en la necrópolis de Deir el Bahari, en Luxor, en un trabajo coordinado por el egiptólogo Antonio Morales.
El rodaje se ha llevado a cabo en 4K; el documental cuenta con imágenes espectaculares: reconstrucciones del Antiguo Egipto en 3D, uso de drones, recreaciones con actores; y gracias a la última tecnología digital y forense se han logrado reconstruir los rostros de tres momias. También se recrea cómo fueron las pirámides de Guiza en su origen.

Un prestigioso equipo

Los investigadores que participan en el documental son todo un referente de la arqueología española: Andrés Carretero (director del MAN), Carmen Pérez Díe (jefa del Departamento de Antigüedades Egipcias y del Próximo Oriente del MAN), Carmen Marcos (subdirectora del MAN), Esther Pons (conservadora del Departamento de Antigüedades egipcias y Oriente Próximo), Teresa Gómez Espinosa (conservadora jefe del Museo Arqueológico Nacional), y Antonio Morales (Egiptólogo y profesor de la Universidad Alcalá).

Los médicos participantes han estado coordinados por el Dr. Vicente Martínez de Vega, Jefe de servicio Territorial de Diagnóstico por Imagen de Hospital Universitario Quirónsalud Madrid. Junto a él, el Dr. Javier Carrascoso y la Dra. Silvia Badillo Rodríguez-Portugal.
El director del documental, Regis Francisco López, cuenta con una larga trayectoria nacional e internacional en la dirección y producción de documentales para History Channel. Sus trabajos han sido traducidos a más de cinco idiomas y se han emitido en cerca de 50 países. Entre ellos destacan 'Mitología de la península ibérica', 'Ciudades bajo tierra en España y Portugal', 'La historia de los tebeos', o 'Juan de Villanueva, el genio olvidado'. Ainhoa del Castillo, experta en producciones internacionales, es la directora de producción del documental.

Fuente: rtve.es | 22 de febrero de 2018

El Corredor transcaucásico

Situación del yacimiento de Azokh, no lejos de la ciudad de Stepanakert, la cidad más poblada de la región de Nagorno-Karabakh.

La vasta región que se localiza al sur del Cáucaso ha podido ser decisiva en la evolución humana de Europa. Los habitantes de los países de esa región: la República de Georgia, Azerbaiyán y Armenia se consideran europeos. Es difícil trazar una línea imaginaria que separe Asia de Europa. Estos países se encuentran a medio camino entre la Europa occidental más genuina y los países asiáticos. Con independencia de esta cuestión, la región ha tenido una enorme inestabilidad política durante todo el siglo XX, particularmente cuando los tres primeros países citados consiguieron la independencia tras la desintegración de la Unión Soviética. Las diferencias étnicas, aderezadas por la práctica de religiones diferentes, han sido un caldo de cultivo para los enfrentamientos armados. La historia reciente de esta región merece un estudio muy profundo, del que los europeos apenas tenemos noticias. Por su importancia, merece la pena destacar la pugna entre Armenia y Azerbaiyán por la región de Nagorno-Karabakh, de mayoría étnica armenia y religión cristiana. De facto, se considera que esta región es parte integral de Azerbaiyán, pero sus habitantes tienen lazos muy fuertes con Armenia. En 1991 esta región se autoproclamó como república (República de Artsakh), muy ligada desde el punto administrativo a este último país.

Este problema ha dificultado enormemente el estudio de yacimientos de gran interés para la evolución humana de Europa. El llamado Corredor Transcaucásico ha sido zona de tránsito y estancia de poblaciones humanas desde el Pleistoceno Inferior. En el sur del vecino país de Georgia se localiza el famoso yacimiento de Dmanisi, que ha proporcionado los restos humanos más antiguos de Eurasia. Cabe pensar que en esta región podrían encontrarse yacimientos de la misma antigüedad y cabría la posibilidad de estudiar la evolución de los primeros eurasiáticos, hasta el establecimiento de los neandertales y más tarde de las poblaciones modernas.

En la región de Nagorno-Karabakh se localiza el yacimiento de Azokh, que actualmente está siendo investigado por un equipo internacional, con un amplio elenco de investigadores españoles. Hace pocas semanas tuve la oportunidad de reunirme con la responsable del proyecto, la Dra. Tanya King, que excavó en los yacimientos de Atapuerca en 1993, cuando todavía realizaba su tesis doctoral. Su entusiasmo por la protección de este yacimiento y los que se localizan en cuevas próximas es encomiable. Y no es para menos, porque el yacimiento de Azokh puede ser solo el inicio de la investigación de una región importantísima para conocer el devenir evolutivo de Europa.

Entrada de la cueva de Azokh.

El yacimiento fue descubierto por un equipo de la Academia Nacional de Ciencias de Azerbaiyán en 1960, bajo la dirección de Mammadali Huseynov. El hallazgo en 1968 de un fragmento de mandíbula humana, datado en unos 300.000 años de antigüedad, puso a este yacimiento en el mapa. Pero la inestabilidad política en la región impidió que las excavaciones cobraran la importancia que merecían. En 1986 fue ya imposible trabajar en la región debido al conflicto armado entre la República Soviética de Armenia y La República Soviética de Azerbaiyán por el control de Nagorno-Karabakh. Pero hacia mediados de la década de 1990 se puso en marcha la expedición internacional, que ha vuelto a reverdecer el interés de este sitio, gracias a la reciente publicación de una extensa monografía publicada por la editorial Springer.

La Dra. King me refirió las enormes dificultades para acceder a este yacimiento, al que únicamente se puede llegar a través de la frontera de Armenia. Sin duda, la nuestra es una profesión no exenta de riesgos, sobre todo si deseamos conocer el pasado en lugares con inestabilidad política, donde la vida de las personas puede estar en juego y donde el patrimonio tiene poca o ninguna importancia. Y no solo es importante excavar en el yacimiento de Azokh, sino buscar nuevos lugares de investigación en esa vasta área del sur de Cáucaso. Esta región actuó como lugar de refugio durante las épocas glaciales, como sugiere la presencia estable de las especies recuperadas en los niveles arqueológicos y paleontológicos del yacimiento de Azokh. Sería algo así como una reserva natural en los tiempos difíciles, tras los cuales las especies ganarían territorio con su expansión hacia puntos lejanos. Esta región se uniría así a otras del suroeste de Asia, consideradas por su situación geográfica como puntos calientes de biodiversidad, en las que pudo suceder la evolución in-situ de poblaciones humanas que tomaron parte en la colonización de Europa durante el Pleistoceno.

Fuente: quo.es | 20 de febrero de 2018

Descubren en el paraje de la Rana de Gata de Gorgos (Alicante) una gran factoría romana de ánforas de vino y cerámicas

El arqueólogo Daniel Mateo sostiene la boca de un ánfora Dressel

El paraje de la Rana de Gata de Gorgos (Alicante) albergó durante los siglos II y III un destacado centro de producción cerámica y de ánforas de vino (una figlina). A los arqueólogos les ha bastado ahora dos semanas de excavaciones para sacar a la luz cientos de fragmentos cerámicos. «La producción de esta alfarería fue muy potente», afirmó ayer el arqueólogo y profesor de la Universidad de Alicante, Daniel Mateo, quien, junto al catedrático Jaime Molina y al arqueólogo y director del Museo Soler Blasco de Xàbia, Joaquim Bolufer, ha dirigido una primera excavación que termina hoy. «Hemos encontrado materiales en gran cantidad y de gran calidad», subrayó Mateo. Abundan las ánforas de vino.

El yacimiento lo descubrió en los años 90 Joaquim Bolufer. Los labradores araban y salían restos cerámicos. Hace unos años, las obras del gasoducto toparon con un tramo de basamento de la antigua factoría. Pero ahora, al excavar este extenso terreno (han participado 25 alumnos del grado de Historia y del máster de Arqueología de la Universidad de Alicante), por fin se vislumbra la magnitud de un yacimiento que, junto al de l'Almadrava, en Els Poblets, surtió de ánforas a Dianium. Las vasijas que se fabricaron en este destacado alfar de la Tarraconensis llegaron a Roma y a otras grandes urbes del Mediterráneo.

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Antes de iniciar el trabajo puro y duro de excavación, un georradar de la Universidad de Cádiz marcó tres puntos en los que debía haber gran concentración de materiales. Y bingo. Los arqueólogos han realizado tres catas de 5x5 metros. Han hallado estructuras del antiguo alfar y un vertedero al que iban a parar las cerámicas defectuosas. «Aquí se producían materiales de construcción, tejas, cerámicas comunes y, sobre todo, ánforas vinarias», explicó Bolufer. «En la Marina Alta, ya había entonces una importante producción de vino», recalcó el arqueólogo.

Los materiales hallados se estudiarán ahora en la Universidad de Alicante. Luego se depositarán en el Museo de Xàbia. El Ayuntamiento de Gata ha prestado una colaboración esencial. Se ha hecho cargo del alojamiento de los estudiantes.

Los arqueólogos confían en llevar a cabo el próximo año una segunda campaña de excavaciones. Las dos semanas se les han hecho cortas. Pero en cuanto a hallazgos han sido muy fructíferas. Este extenso yacimiento es un filón. Además, está junto a la carretera CV-134 y se asoma al Montgó. Su excelente comunicación lo hace ideal para convertirlo en un centro de interpretación de la alfarería romana. Todo se andará.

Fuente: diarioinformacion.com | 23 de febrero de 2018