Medina Azahara (Córdoba) ya es Patrimonio Mundial de la Unesco

Edificio basilical del conjunto arqueológico de Medina Azahara. PACO PUENTES | EPV

El yacimiento de Medina Azahara es desde hoy Patrimonio Mundial de la Unesco. La ciudad ideal que Abderramán III soñó para su amada, Azahara –según la leyenda de la que reniegan los arqueólogos–, ha sumado a su singular historia de siglos el reconocimiento de la Unesco, que ha tomado su decisión esta mañana en Manama (Bahréin). Córdoba se convierte en la única ciudad del mundo con cuatro lugares Patrimonio Mundial y España se sitúa como tercer país del mundo y segundo de Europa con más lugares inscritos (46), solo por detrás de China e Italia.

"Esto es una gran satisfacción para nosotros. Medina Azahara es un símbolo de tolerancia y de convivencia. Esta nominación es un ejemplo para seguir apostando por el patrimonio, porque invertir en patrimonio es invertir en el futuro”, ha comentado Miguel Ángel Vázquez, consejero de Cultura de la Junta de Andalucía y miembro de la delegación española que ha acudido al 42ª reunión del Comité de Patrimonio Mundial, tras conocerse la designación. La alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, también presente en Manama, ha abundado en el ejemplo de respeto que fue la ciudad califal. "Cuidaremos de Medina Azahara como lo hemos hecho de la Mezquita. Esta inclusión es un ejemplo de que la convivencia de culturas ahora es tan importante como en el pasado". La presidenta de la comunidad andaluza, Susana Díaz, se sumaba al entusiasmo de la delegación a través de Twitter. "Hoy en un gran día para Córdoba y Andalucía", concluía su mensaje.


La alegría en Bahréin se ha desbordado en la propia Medina Azahara, donde desde el fin de semana se han congregado altos cargos de la Junta y del Ayuntamiento de Córdoba y los anteriores directores del complejo arqueológico, así como el actual, Alberto Montejo, que se ha implicado intensamente en todo el proceso para conseguir la designación de Patrimonio Mundial. La ciudad palatina abrirá sus puertas mañana a todos los visitantes para celebrar este reconocimiento.

“Técnicamente la candidatura era la más sólida”, señala Montejo. Esta distinción reconoce el singular valor arqueológico e histórico de la ciudad palatina, pero también es un acicate para el desarrollo de las investigaciones en las próximas décadas. “Este es un sitio excepcional por el grado de conservación y va a permitir poder seguir investigando en el futuro. Esta ciudad tiene 115 hectáreas de extensión y solo está excavado el 10%. Tenemos el 90% por investigar y el resultado no lo vamos a ver nosotros. Esto es un trabajo de generaciones de arqueólogos, de restauradores y arquitectos que tendrán que continuar”, explica entusiasmado Montejo.

Vista aérea de Medina Azahara.

Abderramán III comenzó la construcción de Medina Azahara en el 936. La leyenda atribuye su origen al amor, pero la realidad es siempre más prosaica. El califa quería mostrar al mundo la grandeza y superioridad de la dinastía Omeya y proyectó su deseo en esa ciudad a los pies de Sierra Morena, justo donde la montaña penetra en el valle del Guadalquivir. Abderramán III fundó una urbe nueva que fue testimonio de una cultura que desapareció en su periodo de esplendor.
Las guerras intestinas en el seno de Al-Andalus la redujeron a ruinas solo 70 años después de su creación. Una ciudad efímera pero que ha llegado a nuestros días intacta -nunca se ha construido sobre ella-, convirtiéndose en una evidencia física del Califato de Córdoba, algo único en Occidente. “Es un banco de investigación arqueológica histórica para recuperar la arquitectura, el arte, la jardinería… aspectos que pueden dar a conocer cómo era una ciudad califal, cómo se construía, cómo se pensaba en esa época”, indica Montejo.

Pese a su singularidad y belleza, los muros, palacios y mosaicos que encierra Medina Azahara son bastante desconocidos. El atractivo arrebatador de la Mezquita y la mala comunicación entre la capital cordobesa y el enclave (6 kilómetros de distancia sin medios de transporte que hagan rutas periódicas) complican la llegada. Frente a los dos millones de personas que visitan anualmente la Mezquita-Catedral, solo una media de 185.000 se pasea por las calles de la ciudad califal. “El que tiene interés viene, como pueda”, señala Montejo. “Pero el gran público es el que no se acerca, porque no está dentro de la ruta turística de la ciudad de Córdoba. Nosotros queremos que vengan a Medina Azahara”, sostiene.

Foto: Turistas, este fin de semana visitando Medina Azahara - VALERIO MERINO

La designación como Patrimonio Mundial cambiará esta circunstancia. Está demostrado que cuando un sitio recibe esta distinción, entre los tres y seis meses posteriores se produce un incremento significativo de las visitas. Medina Azahara está preparada para esta nueva coyuntura turística. “El año pasado tuvimos 186.000 visitantes, pero en 2001, cuando se desarrolló la exposición sobre el esplendor de los Omeyas, recibimos casi 400.000”, explica Montejo. Desde la Junta recuerdan que Andalucía no sufre los problemas de turismo masivo de otros lugares de España. “Nosotros promovemos un turismo de calidad y sostenible, queremos que las visitas sean agradables y por eso hemos puesto límites en los accesos a la Alhambra, aunque no hemos detectado esa amenaza en Medina Azahara”, señala Vázquez.

Con la decisión de la Unesco, Córdoba suma un nuevo sitio Patrimonio Mundial de la Unesco a los que ya atesora –Mezquita-Catedral, Judería y casco antiguo y Fiesta de los Patios (además de su participación en los de Flamenco y comida mediterránea, Patrimonios Inmateriales)–. Su alcaldesa, la socialista Isabel Ambrosio, asume el reto que esto supone para la ciudad: “Sumar cuatro declaraciones de patrimonio mundial es ser un referente a nivel internacional en uno de los sectores más exigentes como es el del turismo cultural y patrimonial, eso nos obliga a extremar las medidas de protección, conservación y difusión de esos bienes, además de ponerlos en valor para la ciudad para que los cordobeses lo vean como la oportunidad que son”.


El Salón Rico de Medina Azahara.

La candidatura de Medina Azahara ha contado con un fuerte apoyo ciudadano, espoleado las últimas semanas a través del Hashtag #EstoyConMedina, y este fin de semana con un libro de visitas que se ha colocado en las instalaciones del Museo del complejo arqueológico. Pero el respaldo no puede terminar aquí. “Pido a los ciudadanos que no se queden solo en el hashtag, sino que se impliquen más en el yacimiento y vengan a vernos y a conocer la ciudad y que participe en las actividades”, reclama Montejo.

Los salones refinados, las frágiles arquerías, las delicadas filigranas de sus capiteles o las calles laberínticas que asoman en Medina Azara representan solo un 10% de lo que fue esta imponente urbe. Queda un 90% de secretos por descubrir, un trabajo de generaciones que apuntalará el futuro de una ciudad que fue destruida siete décadas después de su fundación, fruto de las luchas que acabaron con la dinastía Omeya, pero cuyo esplendor ha perdurado a través del tiempo y ahora ya es Patrimonio Mundial.

LOS OTROS SITIOS QUE ENTRAN EN LA LISTA PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD

El Comité del Patrimonio Mundial, reunido en Manama (Bahréin) bajo la presidencia de la Jequesa Haya Bint Rashed Al-Khalifa, ha inscrito ya estos nuevos sitios culturales en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. El examen de las candidaturas de inscripción continuará durante todo el fin de semana.

Los nuevos sitios son (por orden de inscripción):


Sitio arqueológico de Thimlich Ohinga (Kenya) — Situado en la región del lago Victoria, al nordeste de la ciudad de Migori, este sitio contiene los vestigios de un asentamiento humano fortificado que fue construido con piedras sin labrar y unidas sin mortero, a principios del siglo XVI probablemente. Las construcciones parecen haber servido para garantizar la seguridad de la población y del ganado, así como para determinar las diferentes unidades sociales y relaciones socioeconómicas vinculadas a sociedades basadas en el linaje. Thimlich Ohinga no sólo es el recinto de este tipo más vasto y mejor conservado de todos los existentes, sino que además constituye un ejemplo excepcional de las construcciones tradicionales compactas con piedra seca realizadas desde el siglo XVI hasta mediados del siglo XX por las primeras comunidades pastorales asentadas en la cuenca del lago Victoria.


Antigua ciudad de Qalhât (Omán) — Ubicado en el litoral oriental del sultanato de Omán, este sitio engloba los vestigios de la antigua ciudad de Qalhât, circunscrita por murallas interiores y exteriores, así como los restos de algunas necrópolis situadas fuera de las fortificaciones. Entre los siglos XI y XV, bajo el dominio de los príncipes de Ormuz, Qalhât llegó a ser una importante ciudad portuaria de la costa oriental de la Península Arábiga. Sus vestigios arqueológicos constituyen hoy en día un testimonio único en su género de los intercambios comerciales marítimos de la Arabia Oriental con el África del Este y la India, e incluso con el Asia Sudoriental y China.


Oasis de Al –Ahsa, un paisaje cultural en evolución (Arabia Saudita) – Situado en la parte oriental de la Península Arábiga, el oasis de Al-Ahsa es un sitio serial que comprende jardines, canales, manantiales, pozos, un lago de drenaje, edificios históricos, un tejido urbano y sitios arqueológicos que se considera representan huellas de ocupación humana sedentaria en la región del Golfo desde el Neolítico hasta nuestros días. Esto se manifiesta en particular en las fortalezas históricas subsistentes, las mezquitas, los manantiales, los canales y otros dispositivos de gestión del agua. Con 2,5 millones de palmeras, Al-Ahsa es el mayor oasis del mundo. Este paisaje geocultural único es un ejemplo excepcional de interacción humana con el medio ambiente.


Conjuntos neogótico victoriano y ‘art déco’ de Mumbai (India) — Ciudad portuaria comercial de importancia mundial, Mumbai fue en la segunda mitad del siglo XIX escenario de un ambicioso proyecto urbanístico que se plasmó en la construcción de un conjunto de edificios públicos de estilo neogótico victoriano en torno a la verde explanada del Gran Óvalo, al que vino añadirse un nuevo conjunto de inmuebles art déco a principios del siglo XX. Las construcciones victorianas integraron elementos de la arquitectura india, como balcones y porches, para adaptarse a las condiciones climáticas locales, y en los demás edificios, destinados a viviendas y salas de cine, las nociones estéticas del art déco se fusionaron con formas conceptuales y simbólicas propiamente indias, dando así origen a un estilo único en su género que más tarde se denominaría art indo-déco. Estos dos conjuntos arquitectónicos son una muestra de las etapas por las que atravesó la modernización de Mumbai a lo largo de los siglos XIX y XX.


Paisaje arqueológico sasánida de la región del Fars (República Islámica del Irán) — Situados al sureste de la provincia iraní del Fars, estos ocho sitios arqueológicos se encuentran en tres zonas geográficas: Firuzabad, Bishapur y Savestan. Se trata de estructuras fortificadas, palacios y planos urbanos cuya construcción se remonta a los primeros y últimos momentos del imperio sasánida, que se extendió en la región entre los años 224 y 658 de nuestra era. Los sitios comprenden en particular la primera capital del fundador de la dinastía, Ardachir Papakan y una ciudad y estructuras arquitectónicas debidas a su sucesor, el rey Shapur Iº. Este paisaje arqueológico, que se apoya en una explotación óptima de la topografía natural, atestigua la influencia de las tradiciones culturales aqueménidas y partas y de los intercambios con el arte romano, que tuvieron una importante influencia en la arquitectura y los enfoques artísticos del periodo islámico.


Sitios de los cristianos ocultos en la región de Nagasaki (Japón) — Situados al noroeste de la isla de Kyushu, los 12 elementos constitutivos de este sitio serial están integrados por diez pueblos, el castillo Hara y una catedral, construidos entre los siglos XVI y XIX. Todos estos lugares son testigos de las más antiguas actividades de los misioneros y colonos cristianos en el momento de su encuentro con el Japón, de la prolongada etapa ulterior de proscripción del cristianismo y persecución de sus adeptos, y de la fase de revitalización de las comunidades cristianas tras el fin de la prohibición en 1873. Este sitio constituye un testimonio único en su género de la tradición cultural específica surgida de la vida clandestina de los cristianos de la región de Nagasaki, que desde el siglo XVII hasta el XIX transmitieron en secreto su fe durante todo el periodo de proscripción del cristianismo en el Japón.


Los ‘sansa’, monasterios budistas de las montañas de Corea (República de Corea) — Los sansason monasterios budistas dispersos en las montañas de las provincias meridionales de la Península de Corea. Fundados entre los siglos VII y IX, los siete monasterios-templos integrantes del sitio poseen rasgos comunes, típicamente coreanos, en su distribución espacial. Constan de un patio central cubierto denominado madang, que está flanqueado por cuatro edificios: la estancia de Buda, el pabellón, la sala de lectura y el dormitorio. Poseedores de un gran número de elementos arquitectónicos, objetos, documentos y santuarios primorosos, estos monasterios han subsistido hasta nuestros días y siguen siendo lugares donde se practica a diario la religión budista.


Aasivissuit-Nipisat” – Cotos de caza marítimos y glaciares de los inuits (Dinamarca) — Situado en la parte central del noroeste de Groenlandia, este sitio posee vestigios ilustrativos de 4.200 años de la historia de sus poblaciones indígenas que han configurado todo un paisaje cultural con sus hábitos de caza de animales marinos y terrestres, sus migraciones estacionales y su rico e intacto patrimonio cultural inmaterial vinculado al clima, la navegación y la medicina. Elementos característicos de este sitio son las grandes casas para pasar la temporada invernal, las huellas de las partidas de caza del caribú y los yacimientos arqueológicos de la cultura inuit, tanto la prehistórica como la histórica. Integrado por siete localidades importantes, desde la de Nipisat, situada al oeste, hasta la de Aasivissuit, situada al este en las proximidades del casquete polar, el paisaje cultural de este sitio es una muestra de la perdurabilidad de las culturas humanas de Groenlandia y de sus ancestrales migraciones estacionales.


Conjunto arqueológico fronterizo de Hedeby y la Danevirke (Alemania) — Hedeby es un sitio arqueológico con vestigios de un antiguo emporio que muestran trazados de calles, así como edificios, cementerios y un puerto construidos durante el primer milenio de nuestra era y principios del segundo. El sitio está rodeado por un segmento de la Danevirke, línea de fortificaciones que atraviesa el istmo de Schleswig, cuya angostura separa la Península de Jutlandia del resto del continente europeo. Por su excepcional situación entre el Imperio Franco, al sur, y el Reino de Dinamarca, al norte, Hedeby se convirtió en un importante eje del comercio entre Escandinavia y el resto de Europa, por un lado, y entre el Mar del Norte y el Mar Báltico, por otro lado. La abundancia de material arqueológico del sitio y su excelente conservación han hecho de Hedeby un lugar esencial para poder interpretar la evolución histórica y socioeconómica de Europa en la época de los vikingos.


Ciudad de Olivetti (Italia). La UNESCO también incluyó en su lista un conjunto industrial en Ivrea, Italia. Se trata del que fue el laboratorio de experimentación y producción de la empresa Olivetti, dedicada a la fabricación de máquinas de escribir, calculadoras y computadoras. Además de una fábrica, el sitio comprende varios edificios destinados a albergar diferentes servicios administrativos y sociales, así como viviendas para el personal. El conjunto arquitectónico fue diseñado por arquitectos italianos entre 1930 y 1960, y según la UNESCO supone "una visión moderna de la relación entre la arquitectura y la producción manufacturera".



Ciudad califal de Medina Azahara (España) — Este yacimiento arqueológico engloba los majestuosos vestigios de la ciudad palaciega edificada a mediados del siglo X por la dinastía de los Omeyas para que fuera sede del califato de Córdoba. Después de un próspero periodo de casi ochenta años, Medina Azahara fue saqueada durante la guerra civil sucesoria de 1009-1010 que acabó con el poder de los califas. Los restos de la ciudad cayeron en el olvido durante más mil años, hasta su redescubrimiento en el primer tercio del siglo XX. Este sitio urbano abarca numerosas infraestructuras —calzadas, puentes y sistemas hidráulicos— así como edificios, elementos decorativos y objetos de uso diario que permiten conocer más a fondo la época de máximo esplendor de la desaparecida civilización islámica occidental de al-Ándalus

Fuente: elpais.com | 1 de julio de 2018

La caza de ballenas a gran escala en el norte de Escandinavia se remontaría al siglo VI

Una ballena franca glacial con su ballenato. Wikipedia.

La caza intensiva de ballenas, que ha llevado a muchas especies al borde de la extinción, puede ser varios siglos más antigua de lo que se creía. Este punto de vista es el que mantienen arqueólogos de la Universidad de Uppsala y de la Universidad de York, cuyas conclusiones se presentan en la European Journal of Archaeology.

Determinados museos de Suecia contienen en sus colecciones miles de piezas de juegos de mesa de la Edad de Hierro. Ahora, nuevos estudios sobre la materia prima de las que están hechas muestran que la mayoría fueron realizadas con huesos de ballena desde mediados del siglo VI d.C. Las mismas se produjeron en grandes cantidades y en formas estandarizadas. Por lo tanto, los investigadores creen que fue necesario que hubiera un suministro constante de huesos de ballenas para elaborarlas, y, dado que los artesanos que las hacían difícilmente habrían encontrado cadáveres de ballenas varadas en las playas, como una fuente recurrente, tales piezas de juego se interpretan como evidencias de la caza de ballenas.

Además de un estudio osteológico, se determinó el origen de la especie de ballena utilizada para un pequeño número de piezas de juego empleando ZooMS (abreviatura de Zooarqueología por Espectrómetría de Masas). Tal método muestra que todas las piezas analizadas se derivaron de la ballena franca del Atlántico Norte (Eubalaena glacialis), una ballena de gran tamaño que pesa entre 50 y 80 toneladas. Recibió ese nombre porque era la ballena correcta para ser cazada: nadaba lentamente, lo hacía cerca de la orilla, y contenía tanta grasa que flotaba después de ser muerta.

Izquierda: pieza de juego hecha de hueso de ballena al final del siglo VI d.C, hallada en Gnistahögen, cerca de Uppsala, Suecia (fotografía de Bengt Backlund, Uppland County Museum). Derecha: estructura ósea de la pieza de juego en comparación con el hueso de referencia de una ballena minke (fotografía de Rudolf Gustavsson, Societas Archaeologica Upsaliensis, SAU). Crédito: Bengt Backlund / Rudolf Gustavsson

Las piezas de juego de hueso de ballena aparecen al mismo tiempo que la producción de grasa y la construcción de grandes cobertizos para embarcaciones, las cuales se multiplicaron en el norte de Noruega. Las piezas de juego probablemente se hicieron en esta región, desde donde fueron transportadas al sur y finalmente utilizadas como regalos funerarios en Suecia.
Los orígenes de la caza de ballenas a gran escala en el norte de Europa han estado envueltos en el misterio largo tiempo. Las fuentes escritas se refieren a la caza de ballenas a gran escala durante los períodos correspondientes a la Era Vikinga en Escandinavia. Las sagas del siglo IX sobre el comerciante noruego Ohthere u Ottar (invitado e informante en la corte del rey Alfredo el Grande) mencionan su extensa búsqueda de grandes ballenas, pero estas historias han sido durante mucho tiempo controvertidas como fuentes fiables.

Históricamente, la 'Eubalaena glacialis' migra anualmente de las Azores a la Noruega Ártica. La parte norte de Noruega con las provincias de Nordland, Troms y Finnmark muestra la presencia de cobertizos de embarcaciones de la Edad del Hierro tardía y áreas con fosas forradas con losas. Hålogaland (el lugar de origen de Ohthere) incluía grandes partes del norte de Noruega. Las áreas sombreadas en Suecia son donde se han encontrado piezas de juego de huesos de ballena.

Las piezas de juego no solo indican una temprana caza de ballenas. Para los arqueólogos son un componente importante en la investigación sobre la existencia temprana de extensas redes comerciales. Éstas funcionaron bien varios siglos antes de la formación de las ciudades por parte de los vikingos. El nuevo estudio, junto con varios otros estudios arqueológicos llevados a cabo en los últimos años, muestra una explotación cada vez más sustancial de los recursos marinos, así como de los recursos del interior del norte de Escandinavia.

En un estudio complementario en profundidad, los resultados también se utilizarán para estudiar la influencia humana en los ecosistemas marinos en relación con las tendencias de la población de ballenas, ahora que ya que se sabe que el inicio de la caza de cetáceos a gran escala tuvo lugar mucho más atrás en el tiempo de lo que previamente se conocía.

Fuente: Universidad de Uppsala | 13 de julio de 2018

Hallan varios objetos de oro del siglo VI a.C. en el yacimiento de Santa Lucía de Alcossebre (Castellón)

La séptima campaña de excavaciones arqueológicas en el yacimiento de la ermita de Santa Lucía de Alcossebre, a cargo del Ayuntamiento de Alcalà-Alcossebre, presentó ayer los resultados con la asistencia técnica del Servicio de Arqueología de la Diputación de Castellón.

Los trabajos, a cargo de un equipo de investigadores, estudiantes y voluntarios, han tenido tres semanas de duración y han supuesto el hallazgo de unos restos excepcionales: un conjunto de objetos de oro correspondientes a elementos ornamentales muy lujosos, así como dos barritas de oro puro preparadas para la elaboración de otras joyas. El conjunto está datado en el siglo VI a.C y confirma la importancia estratégica del asentamiento ya que todos los indicios apuntan a que el pequeño tesoro encontrado pertenecería a un taller de orfebrería que importaría bronce y oro para manufacturar objetos y joyas que se destinarían a los mercados coloniales fenicios del sureste y sur peninsular.


Gustau Aguilella, arqueólogo de la Diputación Provincial, explicó ayer que «no conocemos precedentes de hallazgos de este tipo en toda la península ya que, si bien se han encontrado joyas en otros yacimientos, se trataba de objetos personales y no procedentes de un taller como sucede en este caso».

Estos objetos se enviarán próximamente al Instituto de Historia del CSIC de Madrid para efectuar un exhaustivo estudio de isótopos que permitirá localizar la procedencia exacta de los metales utilizados.
Aguilella destacaba que «todo el estrato en el que se ha encontrado este pequeño tesoro está analizado y agotado, por lo que pensamos que no se encontrarán más restos de este tipo». La continuación de la excavación este año ha permitido documentar también los niveles correspondientes a la Edad de Bronce con la recuperación de algunos recipientes de cerámica casi completos.


El alcalde Francisco Juan destacó que «estos hallazgos nos confirman que contamos con uno de los yacimientos arqueológicos más importante de España por lo que, desde el ayuntamiento, vamos a seguir apostando por poner en valor nuestro patrimonio y la herencia de nuestros primeros pobladores. Es un deber institucional pero, a la vez, supone un atractivo cultural y turístico más». El alcalde recordó que «el próximo paso será habilitar un centro de interpretación que permitirá dar a conocer todos estos hallazgos tan importantes».

La edil de Cultura, María Agut, valoró «la colaboración de la Diputación Provincial y también de la Asociación de Empresarios de Alcalà-Alcossebre en la manutención del equipo de arqueólogos durante las tres semanas que dura la campaña».
El consistorio organiza visitas guiadas al yacimiento y la ermita de Santa Lucía los jueves, sábados y domingos de julio y agosto.

Fuente: levante-emv.com | Fotos | 28 de junio de 2018

50 años de descubrimientos en la Cueva de Tito Bustillo (Ribadesella, Asturias) se exhiben en el Centro de Arte Rupestre

La exposición, comisariada por Rodrigo de Balbín, se organiza con motivo del 50º Aniversario del descubrimiento de esta cueva declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO. El público podrá observar materiales originales que se exponen por primera vez y piezas que forman parte de la exposición permanente del Museo Arqueológico de Asturias, como la cabeza de cabra y las estilizaciones femeninas

El Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo muestra “50 años de descubrimientos en la Cueva de Tito Bustillo”, en una exposición organizada por la Consejería de Educación y Cultura del Principado con motivo del 50º Aniversario del descubrimiento de esta cueva.

El Viceconsejero de Cultura y Deporte del Principado, Vicente Domínguez; la Directora General de Patrimonio Cultural, Otilia Requejo; la Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Ribadesella, María José Bode; el Director del Museo Arqueológico de Asturias, Ignacio Alonso; el Presidente de la Asociación Amigos de Ribadesella, Alejandro Criado, y el catedrático de Prehistoria y comisario de la exposición, Rodrigo de Balbín, han inaugurado la muestra, que tiene como objetivo divulgar algunos de los avances científicos en el conocimiento de esta cueva declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO.


Tito Bustillo es una de las cinco cuevas decoradas del Paleolítico más importes del mundo. Es, además, una de las más grandes y alberga un gran número de figuras pintadas y grabadas en todo su recorrido. Muchas de estas figuras son de una excepcional calidad y otras son únicas, como la pareja de antropomorfos de la Galería del mismo nombre.

A través de fotografías y materiales originales se realiza un recorrido por los resultados de las excavaciones y las dataciones posteriores, por el color de las pinturas o por la forma de vida en la Cueva de Tito Bustillo, completándose con un panel retro iluminado en el que se pueden apreciar con detalle las pinturas del Panel Principal.

Foto: Rodrigo de Balbín durante la inauguración de la muestra en Ribadesella. EMILIO G. CEA

En “50 años de descubrimientos en la Cueva de Tito Bustillo” se muestran materiales originales procedentes de las excavaciones que se exponen por primera vez como una azagaya, una plaqueta grabada con restos de figura animal o un hueso decorado, así como otras piezas que forman parte de la exposición permanente del Museo Arqueológico de Asturias, entre las que destacan estilizaciones femeninas, un bastón perforado o la emblemática cabeza de cabra. El Museo Arqueológico de Asturias también ha realizado una réplica de la Venus de Las Caldas del Nalón para esta exposición.


La muestra se complementa con la proyección del capítulo dedicado a la Cueva de Tito Bustillo de “El alba del arte”, la serie documental de la Televisión del Principado de Asturias, y con una zona infantil en la que están disponibles cuadernillos para colorear y puzzles de las figuras de la Cueva impresas en 3D para la ocasión.

La exposición, en la que ha colaborado la Asociación de Amigos de Ribadesella, es gratuita con la entrada al Centro de Arte Rupestre y/o Cueva de Tito Bustillo y se puede visitar hasta el próximo 31 de octubre en el horario de apertura del equipamiento riosellano.


Actividades del 50º Aniversario

El programa de actividades para conmemorar el descubrimiento de Tito Bustillo incluye talleres de miércoles a domingo en julio y agosto y los fines de semana de septiembre. En ellos el público infantil de 4 a 11 años podrá acercarse a la Prehistoria de una forma amena y divertida y el público familiar tendrá opción de conocer los hallazgos de la cueva en este medio siglo y de participar en talleres de arqueología o arqueoacústica.

El público infantil también emulará a los artistas de la Cueva de Tito Bustillo con el pintor e ilustrador Pedro Fano el 21 de julio o empleará la tecnología de impresión en 3D para jugar con los animales representados en la caverna con Robotix el 11 de agosto. Para los más pequeños de la casa también habrá talleres gratuitos en la Plaza de Ribadesella el 22 de julio, en una actividad realizada en colaboración con el Ayuntamiento de la localidad.


Además, el 16, 17 y 18 de agosto se celebrarán los Conciertos en la Cuevona de Ardines que organiza el Ayuntamiento; el 17 de agosto se presentará el documental “Tito Bustillo, 50 años de descubrimientos” de Pablo Casanueva y Dolores Álvarez; y el 24 de agosto Rodrigo de Balbín, considerado el principal investigador de la Cueva, recibirá un homenaje en el Centro Tito Bustillo.

Fuente: elbuscolu.com| 29 de junio de 2018

Cerebro y tecnología: la lección del nivel TD10 en la cueva de la Gran Dolina (Atapuerca)

En esta figura se muestra un bifaz del nivel TD10 de Gran Dolina. Esta herramienta, de unos 400.000 años de antigüedad, contrasta con el teléfono móvil y la PDA (personal digital assitance, por sus siglas en inglés) utilizados por la persona que ha conseguido encontrar ese utensilio de piedra. Foto del autor.

La excavación del nivel TD10 del yacimiento de la cueva de la Gran Dolina ha sido toda una aventura, una continua caja de sorpresas y una fuente para la reflexión. De manera aproximada, este nivel comprende unos 100.000 años de depósitos sedimentarios. Toda una eternidad en comparación con nuestra percepción temporal y con el tiempo que ha llevado su excavación: 25 años. Es evidente, que durante esos 100.000 años tuvieron lugar muchos acontecimientos en el devenir de las poblaciones humanas que vivieron en la sierra de Atapuerca.

En los sedimentos más recientes de TD10 han aparecido herramientas realizadas con una tecnología relativamente compleja, aparentemente con la intención de satisfacer funciones diferentes. Esta tecnología suele incluirse, de manera muy genérica, en denominado “Modo 3”, que comprende una serie de métodos particulares para construir herramientas. Todos estos métodos comparten la idea de fabricar instrumentos para ser utilizados en labores muy concretas. El cerebro de aquellos humanos del Pleistoceno tenía la habilidad suficiente como para planificar la forma de las herramientas de acuerdo con una serie de necesidades específicas.

El Modo 3 se encuentra en la mayor parte de la secuencia de TD10, aunque hacia la mitad de esa secuencia aparece alguna herramienta de configuración más arcaica. Esas herramientas se clasifican en el “Modo 2”, una manera también muy genérica de referirse a las herramientas talladas por las dos caras, supuestamente diseñadas para funciones múltiples. Antes de que se empleara esa denominación tan genérica estas herramientas fueron incluidas en la tecnología achelense (por el yacimiento francés de Saint Acheul).

Aunque esta tecnología tiene su propia diversidad, se reconocen solo tres tipos de herramientas comunes y universales en el achelense: bifaces (derecha), hendedores y picos, a los que acompañan otros utensilios mucho menos frecuentes. La mente de los fabricantes del achelense también tenía una notable capacidad para la planificación y estandarización de sus herramientas, aunque no consiguieron crear el repertorio de herramientas del Modo 3. En la base de la secuencia de TD10 está apareciendo el achelense en todo su esplendor. Los bifaces se encuentran por doquier y el resultado final se verá cuando termine la campaña de este año 2018.

Una pregunta inevitable es saber si el cambio desde el Modo 2 al Modo 3 (que no es totalmente abrupto) se debe 1) a un recambio en la población (aplicable a toda Europa); 2) a una evolución mental de los humanos de Europa; 3) a algún tipo de aculturación gracias a la llegada de un nuevo contingente de población.

Pocos expertos (o quizá ninguno) estarían de acuerdo en admitir un recambio total de la población europea (primera hipótesis). La segunda hipótesis es factible, aunque cuando no existen estímulos es difícil que nuestra mente tenga capacidad para innovar. Así que, de acuerdo con la mayoría, pienso que diferentes grupos humanos fueron llegando al continente europeos durante todo el Pleistoceno y aportando sus genes y conocimientos a las poblaciones autóctonas (hibridación y aculturación). Por supuesto, no se puede descartar una evolución de la tecnología, como estamos habituados a ver hoy en día en las sociedades más avanzadas. Sin embargo, no es menos cierto que algunas poblaciones han preferido mantenerse estancadas en su modo de vida ancestral, aunque vivan rodeadas por sociedades provistas de tecnologías complejas. Es un modelo muy interesante. En la actualidad algunas poblaciones de Homo sapiens envían satélites a explorar el espacio, mientras que otras siguen siendo cazadoras y recolectoras. Todos pertenecemos a la misma especie y tenemos el mismo cerebro con las mismas potenciales capacidades cognitivas. Sin embargo, algunos son excelentes conocedores de la naturaleza, de la que viven, mientras que otros escribimos en un ordenador, pero no sabemos casi nada de los seres vivos del planeta que habitamos.

Si nos trasladamos con la mente al Pleistoceno tenemos que imaginar un escenario muy diferente al de nuestro mundo actual. La densidad demográfica era muy baja y muchas poblaciones vivieron aisladas durante milenios en lugares alejados de los cruces de caminos, que favorecían la posibilidad de intercambio de información. Esas poblaciones tenían cerebros capaces de grandes logros, pero no recibían los estímulos necesarios para conseguir la conectividad neuronal apropiada. La historia evolutiva de las poblaciones occidentales de Europa durante todo el Pleistoceno Medio (770.000-120.000 años) podría resumirse en procesos de expansión y contracción (con el consiguiente aislamiento) por el efecto de las glaciaciones y deriva genética como consecuencia de esos procesos. Cada cierto tiempo, esas poblaciones habrían recibido el impacto biológico y cultural de grupos llegados del Este. Esta dinámica tan compleja no solo habría creado una variabilidad genética por fenómenos de hibridación, sino que también habría impulsado la innovación de la tecnología, que refleja el nivel TD10 del yacimiento de la Gran Dolina.

Fuente: quo.es | 28 de junio de 2018