Encuentran en Israel una inscripción de hace 3.100 años con el nombre de un juez bíblico: “Jerubbaal”

Un fragmento de una inscripción, que se cree que está relacionada con el libro bíblico de Los Jueces, fue hallado dentro de un pozo de almacenamiento revestido con piedras, en el sitio arqueológico de Khirbat er-Ra’i, al sur de Israel, el cual se viene excavando desde 2015. Se trata de un recipiente de cerámica de más de 3100 años de antigüedad, en el que se puede leer “Jerubbaal” escrito con tinta.

El hallazgo fue realizado por un equipo de investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén, la Autoridad de Antigüedades de Israel y la Universidad Macquarie. La noticia fue dada a conocer por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel.

El descubrimiento arroja luz al debate sobre la relación entre la Biblia y su realidad histórica. Además, permite entender mejor la escritura alfabética en la transición del período cananeo al período israelita.

Dibujo del fragmento con las letras antiguas 'yod', 'resh', 'bet', 'ayin' y 'lamed'. Crédito: Dafna Gazit / Autoridad de Antigüedades de Israel.

Referencia de Jerubbaal

La inscripción está plasmada en tinta en una pequeña vasija de cerámica personal con capacidad para un litro, que seguramente era utilizada para contener aceite, perfume o medicina. Según se cree, el dueño del objeto decidió escribir su nombre sobre la jarra para que no quedaran dudas de que era de su propiedad. El objeto data del año 1100 a.C., es decir, en el periodo que se escribió el Libro de los Jueces (entre los años 1200 y 1020 a. C.).

Fue Christopher Rolston (izquierda), experto en epigrafía de la Universidad George Washington, quien logró descifrar el escrito, que muestra claramente las letras yod (rota en la parte superior), resh, bet, ayin y lamed. Asimismo, los restos de otras letras indican que la inscripción original era más larga.

Si bien los nombres de las letras pueden sonar familiares para los hablantes de hebreo, el alfabeto no era el alfabeto hebreo, sino más bien un alfabeto a partir del cual evolucionaría el hebreo siglos después. La escritura alfabética fue inventada por los cananeos junto con la influencia egipcia alrededor de 1800 a. C. Continuaron usando esta escritura, que evolucionó a partir de los jeroglíficos egipcios en la Edad del Bronce Final (1500-1200 a. C.) y la Edad del Hierro I (1200-1000 a. C.). Las escrituras hebrea y fenicia se desarrollaron solo a mediados del siglo X a. C.

“El nombre Jerubbaal es familiar de la tradición bíblica en el Libro de los Jueces como un nombre alternativo para el juez Gedeón ben Yoash, explicaron Yossef Garfinkel y Sa’ar Ganor, quienes estuvieron al frente de la excavación. De acuerdo con sus declaraciones, Gideón es mencionado por primera vez como combatiente de la idolatría rompiendo el altar de Baal y cortando el poste de Aserá. En la tradición bíblica, “se le recuerda entonces como triunfante sobre los madianitas, que solían cruzar el Jordán para saquear cultivos agrícolas”.

Los arqueólogos Ganor (izquierda) y Garfinkel en Khirbet el-Rai. Crédito: Yoli Schwartz, Autoridad de Antigüedades de Israel.

Los expertos contaron que, según la Biblia, Gideón organizó un pequeño ejército de 300 soldados y atacó a los madianitas por la noche cerca de Ma’ayan Harod, por lo que, considerando la distancia geográfica entre la Sefela y el valle de Jezreel, “esta inscripción puede referirse a otro Jerubbaal y no al Gedeón de la tradición bíblica, aunque no se puede descartar la posibilidad de que la jarra perteneciera al juez Gedeón”. De cualquier forma, aseguran, “el nombre de Jerubbaal era evidentemente de uso común en la época de los Jueces bíblicos”.

La inscripción de Jerubbaal, escrita con tinta sobre una vasija de cerámica. Crédito: Dafna Gazit, Autoridad de Antigüedades de Israel.

El equipo decidió renovar las excavaciones en el lugar porque en su superficie encontraron cerámica muy similar a los artefactos descubiertos en Khirbet Qeiyafa, una antigua ciudad fortificada de la época del rey David, alrededor del siglo X a. C.


"Pensamos que podríamos encontrar otra fortaleza, pero en cambio solo encontramos seis habitaciones que datan de ese período, por lo que parece que en ese momento podría haber sido solo una pequeña aldea", dijeron los arqueólogos.

Sin embargo, resultó que ese sitio parecía haber alcanzado su apogeo uno o dos siglos antes, es decir, en la época del Libro de los Jueces.

Vista aérea de la zona de excavación en Khirbat el-Ra'i donde se encontró la inscripción. Crédito: Dafna Gazit, Autoridad de Antigüedades de Israel.

Importancia del hallazgo

El descubrimiento es de vital interés, dado que las inscripciones del período del Libro de los Jueces son extremadamente raras. De hecho, solo existen un par de inscripciones con letras no relacionadas que corresponden a esa era. En este sentido, esta es la primera vez que el nombre Jerubbaal se encuentra fuera de la Biblia en un contexto arqueológico. La datación de la inscripción se ha realizado tanto a través de la tipología cerámica como del radiocarbono de muestras orgánicas encontradas en el mismo estrato arqueológico.

“Existe un debate sobre si la tradición bíblica refleja la realidad y si es fiel a las memorias históricas de los días de los Jueces y los días de David”, argumentan los arqueólogos y agregan: “El nombre Jerubbaal sólo aparece en la Biblia en el período de los Jueces, pero ahora también se ha descubierto en un contexto arqueológico, en un estrato que data de ese período. De manera similar, el nombre Isbaal, que solo se menciona en la Biblia durante la monarquía del rey David, se ha encontrado en estratos que datan de esa época en en el sitio de Khirbat Qeiyafa” (derecha).

De esta forma, los expertos concluyen: “El hecho de que se mencionen nombres idénticos en la Biblia y también se encuentren en inscripciones recuperadas de excavaciones arqueológicas muestra que los recuerdos se conservaron y se transmitieron de generación en generación“.

Además de brindar nuevos aportes al debate sobre si la Biblia refleja la realidad o parte de ella, esta nueva inscripción contribuye también a la comprensión de la escritura alfabética en la transición del período cananeo al período israelita.

Vale recordar que el alfabeto fue desarrollado por los cananeos bajo influencia egipcia alrededor del 1800 a. C., durante la Edad del Bronce Medio y, de la Edad del Bronce Final (1.550-1.150 a. C.), sólo se conocen unas pocas inscripciones de este tipo en Israel, la mayoría procedentes de Tel Laquis.

Puerta principal de la ciudadela de Laquis. Wikipedia.

Se cree que fue en la ciudad cananea de Laquis donde se mantuvo y se conservó la tradición de escribir el alfabeto. Si bien siempre hubo dudas de cómo se conservó la tradición de la escritura alfabética tras la caída de Laquis, en el año 1150 a.C. aproximadamente a manos de los israelitas, cuando conquistaron la Tierra de Israel al final de su vagabundeo por el desierto después de su Éxodo de Egipto. La ciudad filistea de Gat también estaba cerca. El hallazgo de esta inscripción demuestra que en Khirbat er-Ra’i, a cuatro kilómetros de Laquis, se conservó dicha tradición durante la transición de las culturas cananea a israelita y judía.

Fuentes: lanacion.com.ar | jpost.com | 15 de julio de 2021

Hallan en Roma una singular piedra (un mojón) que delimitaba el 'pomerium' de la ciudad en tiempos del emperador Claudio

Los fotógrafos realizando tomas durante la presentación a la prensa del hallazgo arqueológico. Crédito: Foto AP / Domenico Stinellis.

Un equipo de arqueólogos han descubierto una piedra singular que delimitaba los límites de la ciudad de la antigua Roma y que data de la era del emperador Claudio en el 49 d.C. Fue encontrada el pasado 17 de junio durante las excavaciones de una alcantarilla desviada bajo del mausoleo del emperador Augusto recientemente restaurado, justo al lado de la céntrica Via del Corso en el centro histórico de Roma.

La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, estuvo presente el pasado viernes en la inauguración de la exposición de esta piedra pomerial, una enorme losa de travertino que se utilizó para marcar los límites del pomerium, el recinto sagrado, militar y político que marcaba el perímetro de la ciudad de Roma propiamente dicha, cuyo territorio exterior le pertenecía, pero que no era la Urbs (Urbe) en sí misma.

La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, en el centro, acompañada del director de los Museos Arqueológicos de Roma, Claudio Parisi Presicce, con el telón de fondo del Ara Pacis (Altar de la paz), presenta a los periodistas el hallazgo arqueológico realizado. Crédito: Foto AP / Domenico Stinelli

En la antigua Roma, el área del pomerium era un terreno consagrado a lo largo de las murallas de la ciudad, donde estaba prohibido cultivar, vivir o construir y en el cual estaba prohibido entrar con armas.

En una conferencia de prensa en el museo Ara Pacis cerca del mausoleo, Claudio Parisi Presicce, director de los Museos Arqueológicos de Roma, dijo que "la piedra tenía un significado tanto cívico como simbólico".

"El acto de fundación de la ciudad de Roma comienza con la realización de este pomerium'', dijo sobre el área consagrada. La piedra presenta una inscripción que permitió a los arqueólogos datarla en tiempos del emperdor Claudio y la expansión del pomerium en el 49 d.C. , que estableció los nuevos límites de la ciudad de Roma.

Raggi señaló que solo se habían descubierto hasta ahora otras 10 piedras de este tipo en Roma, la última hace 100 años. "Roma nunca deja de sorprender y siempre muestra sus nuevos tesoros", dijo.

La piedra estará en exhibición en el museo Ara Pacis, un edificio diseñado en 2006 por Richard Meier para guardar el altar del siglo dedicado a la diosa romana Pax erigido por el senado romano para celebrar las victoriosas campañas de Augusto en Galia e Hispania y la paz por él impuesta tras su retorno triunfal.

Fuentes: phys.org | origo.hu | 16 de julio de 2021

Sacan a la luz la ‘Vasca votiva’, un depósito ceremonial encontrado en el norte de Italia de hace más de 3.000 años

Los sedimentos muestran que el pozo revestido de madera estaba lleno de agua. Los arqueólogos creen que formó una piscina artificial que reflejaba el cielo y que pudo haber sido utilizada para rituales acuáticos. (Crédito de la imagen: Cremaschi et al, PLOS One)

Una misteriosa estructura de madera construida en Italia hace más de 3.000 años pudo haber sido una "piscina infinita" de la Edad del Bronce que reflejaba el cielo durante los rituales religiosos para dar a los espectadores la impresión de que estaban mirando hacia otro reino, según una nueva investigación publicada en PLOS Ones.

Uno de los autores del nuevo estudio incluso ha comparado la piscina con el famoso monumento de Stonehenge de Inglaterra, el cual también podía llevar, simbólicamente, a la gente a otro mundo.

La estructura en forma de piscina probablemente se construyó en algún momento entre 1436 a.C. y 1428 a.C., una época de gran cambio cultural en la región, lo que refuerza la idea que se estableció para nuevos propósitos rituales, dijo Sturt Manning (izquierda), arqueólogo de la Universidad de Cornell en Nueva York. y uno de los autores del nuevo artículo que describe la investigación.

"Cuando llegas hasta esta cosa, y tan pronto como hayas comenzado a observar la superficie, verías efectivamente el borde de la tierra alrededor del cielo", dijo Manning a WordsSideKick.com. "Y a medida que te acercaras a él, habrías estado mirando el cielo reflejado, por lo que, en cierto sentido, habrías entrado en otro mundo". Las piscinas infinitas de hoy son similares en su belleza reflectante.

Los arqueólogos italianos descubrieron esta estructura en 2004 cerca de la ciudad de Noceto, al oeste de Parma, en la región norteña del valle del Po en Italia. Lo llamaron "Vasca Votiva", italiano para tanque "votivo" o "sagrado". Los arqueólogos notaron que el pozo tenía aproximadamente 12 metros de largo, 7 metros de ancho y más de 3 metros de profundidad. Había sido excavado en la cima de una pequeña colina y luego revestido con postes, tablones y vigas de madera; la mayoría eran de roble, pero algunos eran de olmo o nogal.

"Las capas de sedimento mostraron que la estructura había contenido agua alguna vez, aunque no había canales para distribuir el agua que se alejaran de ella, y parecía demasiado elaborada para haber sido solo un depósito para el riego", dijo Manning.

Investigaciones anteriores de vasijas ceremoniales y figurillas de madera encontradas en el interior habían revelado que la estructura se construyó en la Edad del Bronce, probablemente entre 1600 a. C. y 1300 a. C.,pero no se pudo verificar su antigüedad exacta y su propósito había sido un misterio. El nuevo estudio resuelve parte de esas incertidumbres.

La misteriosa estructura de la Edad del Bronce, un pozo excavado en la cima de una colina y extensamente revestido de madera, fue desenterrado por arqueólogos italianos en 2004 cerca de la ciudad de Noceto. (Crédito de la imagen: Cremaschi et al, PLOS One)

Maderas antiguas

Manning es un especialista en dendrocronología, la ciencia de la datación mediante la madera antigua, y él y su equipo se unieron al proyecto con la esperanza de que la determinación de la antigüedad de las maderas utilizadas para revestir el Vasca Votiva pudiera revelar con precisión cuándo se construyó.

"Es una tarea difícil; la madera se pudre rápidamente cuando se expone al oxígeno, y el registro de las fechas del crecimiento de los árboles en la antigüedad a menudo depende de hallazgos raros de troncos en las capas de sedimento debajo de los ríos y en pantanos antiguos", dice Manning.

El equipo estudió los anillos de crecimiento de las maderas y midió los niveles de carbono-14 radiactivo de cada uno de ellos, que es una fracción natural del carbono que los árboles absorbieron mientras estaban vivos. Los árboles dejaron de absorber carbono cuando fueron talados, por lo que los niveles del mismo que quedan se pueden usar hasta la fecha en que sucedió.

Imagen en planta fotogramétrica aérea del tanque superior en Noceto. (Crédito de la imagen: Cremaschi et al, PLOS One)

Luego, el equipo calculó cuándo se cosecharon las maderas usando "combinación de meneo", en el que compararon los patrones de absorción de carbono 14 (los "meneos") con los patrones distintivos de los árboles que crecieron en otras partes del norte de Europa en diferentes momentos.

Eso les permitió determinar que la verdadera fecha de la estructura Vasca Votiva fue a mediados del siglo XV a.C., lo que correspondía a una época de tremendo cambio cultural en el norte de Italia.

La sociedad dominante en la región en ese momento, la cultura de las Terramaras de la Edad del Bronce, estaba pasando de un período más simple de pequeñas granjas individuales a un período de mayor complejidad social, con el desarrollo de asentamientos más grandes que se convirtieron en centros culturales y en el empleo de un mayor uso del arado y de la irrigación para tierras de cultivo, escriben los investigadores.

La estructura contenía vasijas de cerámica ceremonial y estatuillas de madera que habían sido cuidadosamente colocadas dentro de ella; los arqueólogs sugiren que data de la Edad del Bronce, hace entre 1.400 y 1.600 años. (Crédito de la imagen: Cremaschi et al, PLOS One)

Reflejo de las aguas

"Las nuevas dataciones refuerzan la idea de que la misteriosa estructura, situada en Noceto, fue construida para nuevos propósitos rituales y religiosos establecidos en el área", dice Manning. "No había indicios de que el tanque se hubiera utilizado alguna vez como un simple depósito para el riego, y estaba construido de manera demasiado elaborada; además, las vasijas ceremoniales y las figurillas que se encontraron en su interior muestran que se utilizó para ofrendas rituales", agrega.

Por otra parte, se habría necesitado una gran cantidad de trabajo para completar la elaboración del Vasca Votiva, y las excavaciones han demostrado que era la segunda estructura de este tipo en el mismo sitio en la cima de la colina. La primera fue aún más grande y comenzó unos 10 años antes que la estructura posterior; pero las herramientas desechadas y las virutas de madera sugieren que se derrumbó mientras se estaba realizando, por lo que se construyó el último tanque sobre ella.

Se han encontrado algunos ejemplos de aguas ceremoniales similares en otras partes del mundo antiguo, como las primeras "cuencas lustrales" encontradas en encalves minoicos de Creta, los cuales se remontan al menos al siglo XV a. C., aunque eran más pequeñas y típicamente hechas de arcilla y roca.

El llenado del tanque superior en Noceto mostrando los depósitos laminados que descansan sobre las vigas colocadas en la base de la estructura. (Crédito de la imagen: Cremaschi et al, PLOS One)

Ahora bien, no se ha encontrado nada parecido a esta piscina infinita en el norte de Europa. "Hasta donde sabemos, es única en el área", afirma Manning.

Él comparó la Vasca Votiva con el monumento neolítico de Stonehenge, en el sur de Inglaterra. Aunque Stonehenge tiene una escala mucho mayor, "tienes esas avenidas que conducen a un lugar ceremonial en particular en el que estás dejando un mundo del que eres parte y creandote la impresión de que te has mudado y unido a otro".

"Era como una piscina infinita, en cierto sentido, porque estaba en la cima de una colina; si estuvieras parado cerca de ella, mirando hacia dentro, verías a través del agua algunas de las macetas y otros objetos que han sido depositados cuidadosamente en ella", informa Manning. "Pero también mirarías mucho hacia el cielo y las nubes por encima de ti, y es difícil no pensar que esto podría tener que ver con la lluvia y cosas así".

"La introducción de cualquier ritual de agua sobrenatural que tuviera lugar en 'Vasca Votiva' en la antigüedad parece haber sido un intento de ganarse el favor de las deidades responsables del agua y la lluvia, elementos que habrían sido vitales para las primeras comunidades agrícolas", razona Manning.

"Si fue solo para el riego o algo así, entonces estaría bien, pero no parece funcionar para ese fin. Se trata más bien de alguna actividad grupal en la que se cree que será beneficiosa, o en la que los dioses estarían complacidos por haberla hecho".

Fuente: livescience.com | 1 de julio de 2021

Investigadores de la Universidad de Cádiz descubren nuevos motivos de arte rupestre en Tarifa

Foto: Panel 1 donde se sitúan motivos de manos, puntos y líneas en diagonal. Imagen tratada con el programa Dstretch plugin. Autor Hipólito Collado Giraldo.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Cádiz han descubierto una serie de nuevos motivos paleolíticos pintados inéditos en la Cueva de Palomas IV de Facinas, en Tarifa. Los expertos han publicado su descubrimiento en la revista de impacto internacional Journal of Archaeological Science: Reports.

El trabajo da conocer un conjunto de nuevas representaciones prehistóricas como unas manos aerografiadas en negativo y signos como barras y series de puntos.

Estas representaciones, descubiertas por Hugo Mira y Salvador Escalona, coautores del trabajo, habían pasado desapercibidas hasta ahora a pesar de que, en este enclave, concretamente en la Cueva de Palomas I, ya se habían identificado caballos y puntos paleolíticos a comienzos del s. XX. Dicha situación se debe al pésimo estado de conservación en el que se encuentran actualmente las pinturas, prácticamente imperceptibles para el ojo humano.

Para resolverlo, como explican sus investigadores, se ha acudido al uso de programas de tratamiento fotográfico para el realce del pigmento. Gracias al desarrollo de estas técnicas específicas, se han podido distinguir hasta seis representaciones repartidas en dos paneles.

Foto: Panel 2. Vista actual. Autor Hipólito Collado Giraldo.

Foto: Panel 2. Mano y motivos de arte esquemático superpuestos. Imagen tratada con el programa Dstretch plugin. Autor: Hipólito Collado Giraldo

El trabajo está coordinado por el investigador postdoctoral Diego Fernández y el catedrático de Prehistoria, José Ramos, junto con el arqueólogo de la Junta de Extremadura y director del proyecto europeo Handpas Project, Hipólito Collado, el profesor de Prehistoria de la UCA, Eduardo Vijande, el catedrático de Cristalografía y Mineralogía, Salvador Domínguez-Bella, el profesor Juan Jesús Cantillo e investigadores de la UCA. Los investigadores pertenecen al grupo PAI-HUM 440 y profesorado del área de Prehistoria.

De este repertorio de pictogramas "destacan, sin lugar a dudas, cuatro manos aerografiadas en negativo. Su importancia radica en la relativa escasa presencia de estas manos en el marco del arte rupestre prehistórico, pues su presencia solamente se constata en apenas una treintena de cavidades europeas", en palabras de José Ramos.

Foto: Mano aerografiada en la cueva de Gorham (Gibraltar). Datada con unos 21.000 años de antigüedad, correspondiente al periodo Solutrense.

De la misma manera, "su reparto en el sur peninsular es idénticamente restringido, dándose los mismos tipos tan solo en la cueva de Gorham (Gibraltar), Cueva de Ardales (Ardales, Málaga) y Cueva de las Estrellas (Castellar de la Frontera, Cádiz)".

Las dos últimas, también en proceso de investigación por miembros del mismo equipo de la UCA. En total, con esta reciente incorporación de Palomas IV, son únicamente 12 las manos aerografiadas conocidas en la provincia de Cádiz.

Vista General de Abrigos de Palomas en Facinas enTarifa / E.S.

Sus autores resaltan las implicaciones cronológicas que tendrían estos motivos. Los últimos estudios demuestran que la realización de este tipo de aerografías en cuevas como Maltravieso o Ardales tuvo lugar de manera temprana hace aproximadamente 65.000 años. Estas cifras "obligarían además a reconsiderar la autoría de las pinturas, pues dicha antigüedad deja la puerta abierta a una posible factura por parte de grupos neandertales, y no exclusivamente de poblaciones de humanos anatómicamente modernos como se había defendido tradicionalmente".

Aunque estas hipótesis se encuentran aún en vías de estudio y discusión científica, estos investigadores argumentan que “podrían explicar la antigüedad y autoría de las huellas presentadas en Palomas IV. A esto se une el hecho de que, al menos, una de las improntas de manos aparece recubierta por motivos esquemáticos claramente posteriores, lo que terminaría de certificar el encuadre paleolítico de esta”.

Próximas a las manos, figuran, asimismo, un grupo de signos rojizos, fundamentalmente barras de trazo grueso y puntos realizados mediante digitación, que completan el repertorio gráfico paleolítico junto al équido y puntos de Palomas I. Estas representaciones se unen a otras de idéntica forma localizadas en diversas cavidades gaditanas "que sugieren la existencia de una continua asociación manos-barras/puntos-caballos como si se tratara de un código. Sea como fuere, no cabe duda de que la revisión de yacimientos clásicos, bajo el amparo de las nuevas tecnologías, permitirá seguir comprendiendo mejor la estructura ideológica de los grupos humanos prehistóricos", ha manifestado el catedrático de Prehistoria de la UCA.

Esta investigación está financiada por el proyecto Análisis de sociedades prehistóricas del Paleolítico Medio al Neolítico Final en las dos orillas del Estrecho de Gibraltar. Relaciones y contactos-HAR2017-8734P- FEDER/Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades-Agencia Estatal de Investigación. Sus autores realizan un particular agradecimiento a la Delegación Territorial de Cultura de la Junta de Andalucía, especialmente a Ángel Muñoz Vicente, por la autorización del estudio.

Fuente: europasur.es | 8 de julio de 2021

Recuperan parte del genoma de una mujer de hace 25.000 años a través del ADN hallado en los sedimentos de una cueva en Georgia

Vista general de los trabajos de excavación realizados en la cueva de Satsurblia, en el oeste de Georgia, en 2017. Crédito: © Anna Belfer-Cohen.

Durante casi dos décadas, los genomas aislados de restos fósiles han impulsado el estudio de la evolución humana. Sin embargo, a pesar de las grandes mejoras en la recuperación y el análisis de ese ADN, los investigadores solo han descifrado genomas completos de 23 humanos arcaicos, 18 de ellos neandertales. Ahora bien, esta semana se publica el cuarto estudio en menos de 3 meses que describe el aislamiento y la secuenciación de ADN obtenido de los sedimentos. Tales estudios revelan nuevos detalles sobre qué animales y humanos vivieron en estas áreas a lo largo del tiempo y cuándo. Juntos, también abren la puerta a lo que será un suministro mucho más abundante de material genético antiguo así como a una comprensión más rica de la vida de los humanos, osos, bisontes y otros organismos que suministran ese ADN.

"Estos son artículos muy interesantes que representan un gran paso adelante tanto en la recuperación de ADN antiguo como de ADN ambiental", dice Neil Gemmell (izquierda), genetista de la Universidad de Otago. Por su parte, Mads Reinholdt Jensen (derecha), investigador de ADN ambiental en la Universidad de Aarhus, agrega que al combinar los registros climáticos con el nuevo ADN obtenido de la tierra, "podemos comenzar a responder algunas preguntas existenciales y evolutivas emocionantes, tales como de qué forma la última Edad de Hielo reformó los ecosistemas y posiblemente, qué especies se superpusieron en el tiempo".

La búsqueda de "ADN ambiental", el material genético que se halla en el suelo, el agua e incluso el aire, se remonta a la década de 1990. Los microbiólogos comenzaron aislando el ADN microbiano en un dedal de tierra para ver qué genes y especies había en la muestra. Pero el suelo también contenía material genético desprendido o defecado por organismos más grandes. Cada vez más investigadores han comenzado a depender de este ADN para monitorear las especies en ríos, lagos y otros entornos, incluso cuando los individuos de tales especie son esquivos. "La investigación moderna del ADN ambiental está despegando rápidamente", dice Michael Knapp (izquierda), ecólogo molecular de la Universidad de Otago.

En 2003, los genetistas evolutivos informaron que este ADN desechado podría persistir durante miles de años. Para 2015, los investigadores demostraron que el ADN podría ayudar a reconstruir ecosistemas antiguos enteros. El uso de ADN ambiental se ha vuelto atractivo, no solo porque los restos óseos fósiles son raros, sino también porque la extracción de ADN de los huesos destruye parte de las muestras recuperadas.

(A) Mapa de la región del Cáucaso que muestra los sitios relevantes que han producido ADN antiguo de humanos (puntos azules), animales (punto rojo) o ambos (punto morado). Solo se muestran los sitios con restos del Mesolítico o más antiguos. (B) Capa B de la cueva de Satsurblia con la ubicación de la muestra SAT 29 mostrada. (C) Dos microfotografías (A y B) de la muestra de bloque SAT 15-14. Las microfotografías se tomaron adyacentes a SAT 16 LS29, en luz polarizada cruzada (XPL) y plana (PPL), mostrando los componentes y procesos dominantes. Los componentes antropogénicos típicos son huesos (B), huesos quemados (BB), carbón vegetal (Ch) y pedernal (Fl). Tenga en cuenta también la aparición de agregados de suelo redondeados (círculos amarillos) que fueron transportados a la cueva desde el exterior y que exhiben estrías cruzadas del componente de arcilla como resultado de ciclos repetidos de humectación y secado durante su formación. De manera similar, los recubrimientos de arcilla en los huecos (flecha azul) son el resultado de la filtración del agua a través del sedimento.

"¡Hay material de desecho por todas partes!", dice Benjamin Vernot (izquierda), genetista del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (EVA). "Si puedes obtener ADN de manera sistemática a partir de muestras de sedimentos, puedes estudiar a las personas que vivían en cientos o miles de lugares, incluso si no dejaron sus restos óseos". Esa perspectiva es emocionante, agrega Viviane Slon (derecha), paleogenetista de la Universidad de Tel Aviv: "Esto abre la posibilidad de obtener una visión mucho más amplia de la historia genética de poblaciones pasadas".

Hasta este año los investigadores realizaron sondeos moleculares -piezas de ADN que coinciden con ADN antiguo y que los investigadores buscaban estudiar- a suelos antiguos. Mediante esos sondeos pueden extraer ADN mitocondrial (ADNmt), el material genético que se halla en las mitocondrias y que se transmite a través de las mujeres, y saber qué especies estaban presentes. Ahora, los investigadores han demostrado que con un poco de tierra pueden secuenciar material genético de todo un genoma: el ADN nuclear, que proporciona mucha más información sobre una especie. "Es el objetivo más deseable", dice Knapp.

El biólogo evolutivo Pere Gelabert (izquierda) y el arqueólogo Ron Pinhasi (derecha), ambos de la Universidad de Viena, junto con sus colegas, han utilizado esta técnica de recuperacion de ADN antiguo en sedimentos en la cueva Satsurblia, en el oeste de Georgia, donde se han encontrado herramientas antiguas, restos fósiles de humanos modernos y de animales.

El equipo recolectó seis muestras de sedimentos de capas de entre 32.000 y 17.000 años de antigüedad y, entre las mismas, encontraron material genético de una mujer humana moderna, así como de lo que parecía ser un 'perro' y una 'bovino'. A continuación, colocaron este material genómico y lo compararon con los genomas modernos.

El ADN de la mujer representa a un grupo de humanos modernos nunca antes descubierto y que vivió hace unos 25.000 años. Su linaje contribuyó a los europeos modernos, pero en mucho menor grado en los asiáticos modernos, informa el equipo de Gelabert y Pinhasi en Current Biology. El trabajo arrojó solo un 0,5% de su genoma, pero "eso sigue siendo tremendamente impresionante", dice Gemmell.

Foto: Una vista desde la cueva Satsurblia en Georgia occidental, donde se descubrió un hueso humano que data de hace más de 13.000 años.

El equipo de Pinhasi comparó el ADN del 'perro' con los genomas conocidos de canes, así como el ADNmt, y concluyó que pertenecía a un linaje de lobos ya extinto y que es anterior al antepasado de los lobos y perros modernos. Estos datos apoyan la hipótesis de que las poblaciones de lobos se conformaron cuando terminó la última Edad de Hielo, y que esta población de lobos desapareció a medida que varió el clima, posiblemente debido a un cambio en las presas y la competencia de otras especies. Ningún resto de su ADN existe en sedimentos más recientes.

Por lo que respecta al genoma del 'bovino', este pertenecía a un bisonte y su ADNmt se puede encontrar en ejemplares que aún viven. En conjunto, esta instantánea de la vida antigua, a través de los sedimentos de la cueva, muestra que "hemos pasado a la siguiente fase de recuperación de ADN antiguo", dice Pinhasi, al disponer de suficientes secuencias de alta calidad para hacer análisis evolutivos extensos.

No obstante, advierte que "tenemos muy pocas pistas sobre si las especies animales se superpusieron", ya que los mismos podrían haber ocupado la cueva con cientos o incluso miles de años de diferencia.

Anna Linderholm (izquierda), arqueóloga de la Universidad Texas A&M, College Station, está encantada con los genomas recuperados, aunque están incompletos. "Con este único estudio, el equipo ha demostrado la fuente de información sin explotar que son ​​los sedimentos".

El nuevo estudio se suma a otros para mostrar el la importancia del ADN recuperado de los sedimentos antiguos. Mientras el equipo de Pinhasi estaba en el oeste de Georgia, el paleoecólogo molecular Mikkel Winther Pedersen (derecha), de la Universidad de Copenhague, estaba examinando los sedimentos de la cueva Chiquihuite, en el norte de México. Su equipo extrajo genomas de tres osos negros y lo que resultó ser un oso gigante de cara corta, el cual no se sabía que se hubiera extendido tan al sur.

Tanto Pedersen como Pinhasi se basaron en los costes cada vez más bajos de secuenciación de ADN y adoptaron un enfoque de fuerza bruta al analizar todo el ADN en una muestra utilizando la "secuenciación de escopeta", la técnica más barata y popular disponible. Luego, los equipos compararon esos fragmentos secuenciados con bases de datos de ADN con el fin de clasificar esas secuencias por especies y ordenarlas en genomas. “No tienen que saber lo que buscan antes de empezar”, dice Vernot.

El propio trabajo de Vernot sobre sedimentos en una cueva de España (en Atapuerca) mostró que un enfoque más específico, en el que los investigadores utilizan sondeos moleculares para extraer tramos particulares de ADN, también se puede utilizar para obtener información de todo el genoma. Usó estos datos para reconstruir la historia de la ocupación neandertal de la cueva de Estatuas en Atapuerca. De manera similar, Matthias Meyer (izquierda), un genetista del Instituto Max Planck de Leipzig, y sus colegas, examinaron el ADN del suelo de la famosa cueva Denísova, donde se encontraron los primeros fósiles de los humanos extintos del mismo nombre. Descubrieron que la cueva albergaba a neandertales y humanos modernos, así como a denisovanos, posiblemente al mismo tiempo.

“Todos estos estudios testifican que el análisis del ADN antiguo ambiental está llegando a su mayoría de edad”, dice Meyer.

Fuente: sciencemag.org | Elizabeth Pennisi | 12 de julio de 2021