Descubren restos prehistóricos de hace 128.000 años en Estepona (Málaga)

Hace 128.000 años, no había Homo sapiens en Estepona (Málaga). Tras el anuncio por parte del Ayuntamiento del descubrimiento de una importante yacimiento arqueológico con un centenar de restos del Paleolítico Inferior y Medio.
 

«Solo podemos decir que hace entre 120.000 y 140.000 años, aproximadamente, por aquí transitaban bandas de humanos 'Homo heidelbergensis' y neandertales que han dejado restos líticos. No tenemos más información», asegura con cautela Jose María Tomassetti (izquierda), arqueólogo comercial de la empresa Arqueotectura, encargada de la excavación para su estudio por parte de la Junta de Compensación de Mesas de Salavieja, una agrupación de propietarios que pretende construir una urbanización en la zona, cercana al núcleo urbano y que está actualmente en expansión. Es un yacimiento excepcional por la datación de los restos, asegura.

Las piezas, descubiertas en primavera de 2021, eran herramientas de trabajo especializadas en tareas domésticas, fabricadas a partir de cantos rodados de arenisca y, en menor número, de caliza y sílex. «Hablamos de restos del Paleolítico inferior y medio y de poblaciones tipo 'Homo heidelbergensis' y de neandertales, respectivamente. Todo lo que hemos encontrado es anterior a la presencia de 'Homo sapiens'. No son dataciones absolutas, sino relativas, porque solo hemos estudiado los artefactos que hemos recuperado»

Hay un nivel geológico que corresponde al Pleistoceno medio en el que han quedado evidencias del periodo achelense (Paleolítico inferior), pero no se han encontrado huesos. Lo que se sabe es que hay, en términos arqueológicos, «un conglomerado, una paquete estatigráfico en el que hay herramientas de piedra que emplearon individuos 'Homo heidelbergensis' que transitaban por la zona. Luego, en un episodio más reciente, datado en la época musteriense (Paleolítico medio), hemos encontrado huella del paso de neandertales», explica. Todos los hallazgos engrosan ya la colección del Museo Arqueológico Municipal.

En la zona donde se han efectuado los trabajos, autorizados por la Junta de Andalucía y supervisado por la delegación de Patrimonio Histórico de Estepona, existía una cautela municipal desde el PGOU de los años noventa que determinaba que había restos arqueológicos mal conservados de época romana, los cuales podrían pertenecer a una explotación agrícola de hace 2.000 años. Hace dos años, aproximadamente, se identificaron restos de la época paleolítica en la superficie del terreno. Alguien se lo comunicó al Ayuntamiento, al arqueólogo municipal, Ildefonso Navarro, que la incluyó en la cautela arqueológica. A partir de ahí, «con la puesta en marcha de una nueva urbanización en Las Mesas de Saladavieja, el promotor nos contrató para realizar un diagnóstico del yacimiento».

Según afirma Tomassetti, «el paleolítico en la provincia de Málaga está mal documentado, porque hay pocos yacimientos. Hay muchos en el Campo de Gibraltar. Llevan años documentándolos y arrojando evidencias del paso de estos grupos humanos. En Málaga se ha investigado poco y se conoce muy mal. Poco a poco, en la zona de Manilva, Casares y Estepona van surgiendo cada vez más yacimientos de este tipo. En Estepona, es el primero que se excava. Es un granito de arena que contribuye a ir ubicando los espacios que ocupaban estas poblaciones antiguas».

Fuente: diariosur.es | 20 de octubre de 2022

Hallan pinturas rupestres en Minglanilla (Cuenca) al desprenderse una pared rocosa

Dos de las figuras de cérvidos halladas en uno de los bloques de piedra desprendidos de una cueva del Parque Natural de las Hoces del Cabriel, en Minglanilla, Cuenca. Foto: Universidad de Castilla-La Mancha.

Las excavaciones arqueológicas que se desarrollan en un yacimiento de Minglanilla (Cuenca) han permitido recuperar dos bloques desprendidos del abrigo de piedra, en la que aparecen figuras en una bicromía de colores rojo y blanco, con una distribución que no se conocía en esta manifestación artística.

El hallazgo fue hecho el pasado verano por un equipo de investigadores y estudiantes durante la campaña de excavaciones que se realizan en uno de los abrigos en los que hay pinturas rupestres del Arco Mediterráneo, situada en la Hoz de Vicente, ha explicado a Efe la delegada de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes en Cuenca, Sonia Isidro, tras la información publicada este miércoles por el diario El País sobre este descubrimiento.

Isidro ha destacado que las pinturas halladas marcan una diferencia importante con el resto de pinturas rupestres de arte levantino de la zona, porque aparecen con una pigmentación blanca y rojiza, de forma que mientras que habitualmente es monocromo, en rojos y granates, en este caso han aparecido figuras blancas, pero no solo de forma aislada sino en el conjunto de la imagen.

Esta bicromía, que ha aparecido de forma muy puntual en yacimientos en zonas como Teruel y Cataluña, aquí aparece de forma nítida en varias figuras que además están completas, por ejemplo, en una manada de ciervos en los que unos son rojos y otros blancos, ha precisado Isidro.

Otro aspecto importante es que tanto las piezas y los sedimentos, con las características propias del abrigo en el que se encuentran, están en muy buen estado de conservación.

Según ha apuntado la delegada de Educación en Cuenca, normalmente las pinturas rupestres sufren más deterioro, en unos casos por estar a la intemperie o en otros en cuevas en las que han entrado personas, mientras que estas están completas, lo que podría dar a los investigadores información de todo el proceso completo de elaboración de las imágenes representadas.

Esta circunstancia va a permitir analizar el proceso completo que se siguió para realizar la pintura y tener una referencia cronológica más concreta y más información sobre los humanos que vivieron en ese abrigo.

También permitirá avanzar en la datación cronológica del arte rupestre del Arco Mediterráneo de la Península, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998, ha apuntado Isidro, que ha comentado que el profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y codirector de la excavación, Juan Francisco Ruiz López, ha asegurado que se ha encontrado un elemento que los investigadores llevaban buscando hace 120 años.

"El arte levantino presenta problemas de datación. No existe un marco cronológico seguro debido a que hay escasas posibilidades de datación directa de los pigmentos. De modo que, al haber bloques caídos sobre algunos estratos [sedimentos arqueológicos] podremos, si las condiciones son buenas, correlacionarlos con el contexto arqueológico y, de este modo, estaríamos más cerca de poder relacionarlo con las actividades de los cazadores-recolectores o con las de los pastores y agricultores", ha explicado Ruiz López.

Imagen de uno de los animales pintados durante el Neolítico en el abrigo de Minglanilla, en Cuenca. Foto: Universidad de Castilla-La Mancha.

Isidro ha indicado que los arqueólogos llevan trabajando desde 2018 en este yacimiento, situado en la zona de la Reserva Natural de las Hoces del Cabriel, pero ha sido este año cuando han encontrado estas piezas que se habían desprendido de la pared y estaban en el suelo bocabajo.

En los bloques encontrados aparecen varias figuras de animales, como cabras y ciervos, que los investigadores consideran que podrían formar parte de una escena de caza que esperan completar en futuras excavaciones, ha señalado la delegada de Educación en Cuenca.

Según Ruiz López, "las pinturas levantinas de color blanco son frecuentes en el núcleo de Albarracín, pero fuera de esta sierra turolense son muy excepcionales. Se conocen varias figuras blancas en Cataluña y diversos adornos en blanco añadidos a figuras rojas en abrigos de Castellón y Cuenca. Las de Minglanilla son, por tanto, las más meridionales que se han hallado nunca".

Ejemplo de arte rupestre levantino en la Cueva del Escrito I, en Cuenca. Foto: Clemens Schmillen / CC BY-SA 4.0

Fuentes: lasnoticiasdecuenca.eshistorianationalgeographic.com.es | 19 de octubre de 2022

Un estudio de distintos cráneos de homínidos plantea la posibilidad de la existencia de una nueva especie humana

Ilustración de un cráneo humano fósil cortado por la mitad para mostrar todas las estructuras anatómicas internas, incluidos los senos frontales en rojo. © A. Balzeau CNRS/MNHN

Un equipo internacional ha investigado los senos frontales en todas las especies de la evolución humana utilizando imágenes de TAC (Tomografía computarizada). A diferencia de las radiografías tradicionales, el TAC permite estudiar el cráneo en tres dimensiones, como si fuera transparente.

En el trabajo ha participado el director científico del Museo de la Evolución Humana (MEH), Juan Luis Arsuaga, el cual ha estudiado los fósiles de Atapuerca (Burgos) y de Aroeira (Portugal). En concreto, de Atapuerca se han estudiado 6 individuos. 5 cráneos de la Sima de los Huesos (Atapuerca): SH5, SH12, SH13, SH15, SH17 y el cráneo encontrado en Gran Dolina. El artículo de investigación se ha publicado en la revista Science Advances.

Figura sintetizada del seno. Diagrama que resume las variaciones observadas en los senos frontales durante la evolución humana. © A. Balzeau CNRS/MNHN. La línea diagonal separa los taxones con diferentes limitaciones en la morfología de los senos (los especímenes no se muestran a escala; están organizados cronológicamente de abajo a arriba). A la derecha, el tamaño y la forma de los senos depende del tamaño del cráneo (lo que indica una débil restricción en el desarrollo de los senos por parte de las estructuras anatómicas circundantes y grandes superestructuras frontales que proporcionan un espacio potencial para la expansión, dando a los senos la oportunidad de desarrollarse isométricamente con el tamaño endocraneal) en los géneros Pan, Gorilla, Sahelanthropus, Australopithecus y Paranthropus. A la izquierda, el cráneo, el cerebro y los senos paranasales varían juntos. Los resultados confirman la existencia de grupos distintos dentro de los homininos con características propias.

Aunque parezca sólido hay mucho hueco en el cráneo humano. Está, para empezar, la gran cavidad donde se alojan el cerebro y el cerebelo. Y están también los senos maxilares, porque la cara es aire con unas finas paredes de hueso. Finalmente, por encima de los huesos nasales y de las órbitas, en el hueso frontal, hay senos, que han sido el objeto del presente trabajo.

"La enorme cantidad de información publicada en el artículo es una mina para futuros estudios de la neumatización frontal, porque nunca se había puesto a disposición de la comunidad científica un catálogo de fósiles tan completo como este. La gran pregunta que se busca responder es esta: ¿de qué depende el tamaño de los senos frontales en un cráneo?

Las respuestas que se han dado en el pasado, cuando solo se contaba con las placas radiográficas de unos pocos fósiles, son muy variadas. ¿El desarrollo de los senos frontales tiene que ver con el sexo del individuo? ¿Con el desarrollo del toro supraorbitario en cada especie? ¿Con la biomecánica de la masticación y la disipación de esfuerzos, es decir, con la alimentación? ¿Con el aislamiento del cerebro del frío exterior en ambientes árticos? La lista de conjeturas que se han propuesto es larguísima", afirma Juan Luis Arsuaga (izquierda).

En el estudio se analizan todas las alternativas, se descartan algunas y se abren otras posibilidades, porque este es un trabajo que servirá para la reflexión y para el debate. Entre las conclusiones hay una muy interesante para el director científico del MEH: "La forma de los senos frontales y la del lóbulo frontal del cerebro están relacionadas a partir de Homo erectus".

Reconstrucción virtual del Cráneo 5 de la Sima de los Huesos con los senos frontales en opaco. Vista anterior. © E. Santos y JL Arsuaga UCM

Reconstrucción virtual del Cráneo 5 de la Sima de los Huesos con los senos frontales en opaco. Vista lateral. © E. Santos y JL Arsuaga UCM.

Reconstrucción virtual del Cráneo 5 de la Sima de los Huesos con los senos frontales en opaco. Vista superior. © E. Santos y JL Arsuaga UCM.

A los investigadores de Atapuerca les interesan todos los fósiles desde Homo erectus, porque los yacimientos abarcan más de un millón de años. Pero hay tres cráneos que merecen una mención aparte. Son los de Broken Hill (Kabwe), en Zambia, el de Bodo, en Etiopía, y el de Petralona, en Grecia. El desarrollo de los senos frontales es descomunal en estos tres ejemplares, que, por compartir este rasgo, han sido agrupados bajo el nombre específico de Homo rodhesiensis.

"Como son ejemplares aislados, en los tres casos, podría tratarse de simple variabilidad poblacional, pero la Sima de los Huesos, en Atapuerca, que es de la misma época, ha proporcionado muchos cráneos y nada parecido a esos monstruosos senos frontales se ha encontrado. En consecuencia hay que tomarse en serio la posibilidad de que en África y Europa viviera una especie (Homo rodhesiensis) que no pertenecía a la línea de los neandertales ni a la de los humanos modernos", apunta Juan Luis Arsuaga.

Fuentes: museoevolucionhumana.com | agenciasinc.es| 21 de octubre de 2022

Arqueólogos españoles en la cuna de la humanidad

Yacimiento de Olduvai. (Ignacio de la Torre)

¿Por qué somos quienes somos? Para responder a esta pregunta, que siempre ha obsesionado a la humanidad, hay que asomarse a la ventana de nuestro pasado. Y una de las mejores ventanas es el yacimiento de Olduvai (Tanzania), sito en el incomparable paisaje tanzano del Serengueti. Dicen que el Serengueti y el Ngorongoro, muy cerca del majestuoso monte Kilimanjaro, son de los lugares más bellos de África por la acumulación de vida animal.

En muchas ocasiones, los turistas se concentran en el safari fotográfico de leones, guepardos o elefantes, ignorando el maravilloso museo sobre nuestra evolución que tienen justo al lado. Según entraba a visitarlo, un norteamericano, que me había escuchado hablar, se dio la vuelta y me preguntó: "¿Eres español?". Yo dije que sí, y me respondió: "Aprovecha y acércate al yacimiento porque ahora mismo hay arqueólogos españoles trabajando".

Bajando nervioso hacia las excavaciones arqueológicas, observé unas figuras. Mi guía tanzano se puso a departir en suajili con un hombre blanco con pinta de explorador. Al rato, este último me miró e intercambiamos unas palabras en inglés hasta que me dijo: "¿Eres español?". Yo asentí, y a partir de ahí departí en mi lengua. Mi interlocutor era Manuel Domínguez Rodrigo, uno de los más importantes arqueólogos españoles. Junto con su compañero Enrique Baquedano lleva décadas excavando Olduvai, yacimiento tan importante sobre nuestros antepasados que ha sido denominado "la cuna de la humanidad".

Hace unos dos millones de años aparecieron los primeros miembros del género Homo, el nuestro, en concreto en su primer eslabón, el Homo habilis. Al tratarse Olduvai de un terreno volcánico, los restos se han conservado sorprendentemente bien, lo que le ha permitido acumular evidencias sobre el momento crucial en nuestra evolución en el que aparecen estos Homo. En concreto, en un mismo espacio se pudieron descubrir yacimientos de Austrolopithecus-Paranthropus (anteriores a los Homo) y de Homo habilis.

Los Homo habilis fueron los primeros en utilizar herramientas. Sus restos más antiguos son precisamente los de Olduvai. También se encontraron los Homo erectus-ergaster, que perfeccionaron el uso de dichas herramientas hará unos 1,7 millones de años. Se encontraron igualmente restos de Homo sapiens (que quizás en el futuro se redenomine 'Uxor sapiens'), sus sucesores y nuestra especie, evolucionada desde los anteriores eslabones, hará unos 200.000 años.

Enrique Baquedano (izquierda) y Manuel Domínguez-Rodrigo en Olduvai. (Foto: Antonio Pérez Henares).

¿Cómo es posible que los arqueólogos españoles tengan un papel tan representativo en las excavaciones de tan crucial yacimiento desde hace veinte años? "Es un tema de constancia", me dijo. "Olduvai fue inicialmente explorado por paleontólogos alemanes, cuando Tanzania era parte de su imperio, antes de la Primera Guerra Mundial. Tras la derrota de Alemania, los británicos se hicieron cargo del territorio, y dominaron la explotación arqueológica. Fue en esta etapa cuando el matrimonio Leakey realizó su famoso descubrimiento de los cráneos del primer 'Homo habilis' en 1959, junto con un 'Paranthropus'. Este hallazgo les permitió recibir financiación suficiente por parte de 'National Geographic' y otras instituciones para completar una serie de capitales excavaciones, excavaciones que además de 60.000 fósiles y de otros campamentos base de cazadores-recolectores, identificaron las que posiblemente sean las cabañas más antiguas de la humanidad". Como afirma el profesor Domínguez Rodrigo, "nunca un yacimiento tuvo tanta trascendencia".

"A los ingleses les sucedieron los norteamericanos, hasta que a principios de siglo se premió el esfuerzo investigador de arqueólogos españoles en otras zonas de Tanzania, cediéndonos el gobierno el liderazgo de las nuevas excavaciones". El profesor llevaba ya diez años trabajando en Tanzania, en las excavaciones de Peninj, en el lago Natron, y actualmente hace lo propio en Olduvai, en el yacimiento Emiliano Aguirre, denominado así en honor del eximio antropólogo (y exjesuita) español de mediados de siglo, uno de los pioneros excavadores de Atapuerca.

Paisaje de la Garganta de Olduvai.

"Darwin ya expuso la teoría de que los seres humanos procedíamos de África. Los yacimientos descubiertos a principios del siglo XX en Sudáfrica apuntaban en esa dirección. No obstante, el pensamiento occidental se negaba a aceptarlo, y buscaba orígenes en otras zonas, como en el Reino Unido (basándose en restos manipulados) o en Asia. Fue el descubrimiento de los Leakey, en Olduvai, lo que confirmó el que nuestros antepasados fueran africanos, de ahí su enorme relevancia. La zona está rodeada de volcanes, y su lluvia cenicienta preservó el paso de nuestros antepasados con una asombrosa precisión. Los restos nos permiten también trazar el traslado de animales cazados, su despedazamiento y el consumo de su carne y tuétanos".

"Después de haber desplazado a los norteamericanos, ¿cómo habéis conseguido mantener esta posición durante dos décadas?", pregunté. "De varias formas", me respondió. "Por un lado, hemos sido pioneros en utilizar inteligencia artificial y geoarqueología, lo que nos ha permitido duplicar el número de yacimientos descubiertos por los Leakey. Ellos lo hicieron en cincuenta años; nosotros, en menos de siete. Además, hemos descubierto un esqueleto parcial del Paranthropus, el más robusto de nuestros antepasados homínidos. Por otro lado, encontramos la evidencia más antigua de 'Homo erectus' en Olduvai (uno de los más antiguos de África Oriental), así como restos de un infante homínido que vivió hace 1,5 millones de años y que posiblemente murió de anemia por ausencia de consumo de carne, patología que hoy en día es solo humana".

Un fragmento de cráneo de un niño (arriba) descubierto en la Garganta de Olduvai, Tanzania, muestra (abajo) la evidencia más antigua conocida de anemia causada por una deficiencia nutricional. (Crédito: Cita: Domínguez-Rodrigo M, Pickering TR, Diez-Martin F, Mabulla A, Musiba C, et al (2012).

"Con estas herramientas", proseguía, "hemos sido capaces de realizar la mejor reconstrucción hecha jamás de la dieta de los primeros seres humanos, con especial relevancia del papel de la carne y la caza en la vida de aquellos. Además, encontramos uno de los tres yacimientos achelenses de hachas de piedra más antiguos del planeta, con la aportación de contener la herramienta más compleja jamás hallada con esas cronologías: una ventana a la mente de aquellos humanos. Por último, lo más estimulante de nuestra investigación actual: hemos descubierto un conjunto de yacimientos de casi dos millones de años con una preservación sumamente excepcional que nos permite, por primera vez, acercarnos a la organización social y reproductiva de los primeros humanos".

El reto de la financiación

"¿Cuál es el principal reto que afrontáis?". "La financiación", respondió. Cómo no, la financiación, al igual que los Leakey. "Es crucial para poder proseguir nuestros esfuerzos, y el modelo ideal es la combinación de la financiación pública y privada. Los científicos españoles hemos dependido sobre todo de la primera, y es clave desarrollar la segunda si queremos que nuestros esfuerzos generen todo su potencial".

Abandoné el majestuoso Serengueti impresionado por su belleza y su inigualable actividad animal e histórica. También sentí alegría y orgullo por encontrarme con compatriotas punteros en el conocimiento de la principal ventana hacia nuestro pasado. Ojalá que la financiación privada acompañe tan encomiable esfuerzo en la investigación de por qué somos lo que somos.

Fuente: elconfidencial.com | 22 de octubre de 2022

Afirman hallar la tumba original de San Nicolás, el sacerdote turco que inspiró la historia de Santa Claus

San Nicolás de Bari fue un obispo turco del siglo IV. | Crédito: Museos Vaticanos

Arqueólogos del sur de Turquía creen haber descubierto el lugar de enterramiento original del mismísimo Papá Noel, conocido formalmente como San Nicolás, pero cuyos apodos modernos de Papá Noel, San Nicolás y Kris Kringle son conocidos por los niños de todo el mundo.

Si bien los investigadores ya sabían que el cuerpo del santo fue enterrado en la iglesia del siglo IV d. C. de la provincia turca de Antalya, los restos del santo hombre fueron robados unos 700 años después de su muerte, por lo que el lugar específico donde fue enterrado originalmente era un misterio.

Ahora, las pistas recopiladas durante una nueva excavación de esta iglesia, incluida la similitud del edificio eclesiástico con la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén y la colocación de un fresco que representa a Jesús, insinúan exactamente dónde probablemente fue enterrado el cuerpo de San Nicolás.

Ubicada en la costa sur de Turquía, la ciudad moderna de Demre cuenta con la Iglesia de San Nicolás, construida en el año 520 d. C. sobre una iglesia más antigua donde el santo cristiano sirvió como obispo en el siglo IV d. C. Entonces conocida como Myra, la pequeña ciudad fue un popular lugar de peregrinación cristiana después de la muerte y el entierro de San Nicolás en el año 343 d.C.

Vista frontal, longitud completa de la fachada de la catedral «Basilica di San Nicola» en estilo románico en Bari, Apulia, Italia | Crédito: GETTY IMAGES.

Se sabe muy poco sobre la vida de San Nicolás, pero abundan las leyendas: se dice que rescató a tres niñas de la prostitución, cortó un árbol poseído por un demonio, resucitó a tres niños asesinados que estaban en salmuera y se metió en una pelea a puñetazos durante el Primer Concilio de Nicea en el 325 d. C., según Britannica. Y, por supuesto, se decía que Nicolás regalaba con frecuencia su riqueza heredada de forma anónima a los pobres, lo que eventualmente llevó a la leyenda de San Nicolás como Papá Noel.

Desafortunadamente, en el año 1087 d. C., "algunos hombres sabios e ilustres de Bari [Italia]... discutieron juntos cómo podrían llevarse de la ciudad de Myra... el cuerpo del santísimo confesor de Cristo, Nicolás", según un manuscrito contemporáneo traducido del latín del tardío medievalista Charles W. Jones. Su plan era "romper el suelo de la iglesia y llevarse el santo cadáver". El grupo tuvo éxito, se llevó la mayor parte de los restos óseos de San Nicolás y dejó solo unos pocos huesos y un sarcófago roto en Myra.

A pesar de esta profanación, la iglesia de San Nicolás en Demre ha sobrevivido durante más de un milenio, con excavaciones arqueológicas que comenzaron a fines del siglo XX. A través de este trabajo, los investigadores descubrieron los cimientos de la iglesia más antigua, cubiertos por muchos metros de arena y limo. La semana pasada, Osman Eravşar (izquierda), presidente de la Junta Regional de Preservación del Patrimonio Cultural de Antalya, anunció el descubrimiento de la ubicación de la tumba de San Nicolás en la base de un fresco de Jesús.

En una entrevista con la organización de noticias turca DHA (Demirören Haber Ajansı), Eravşar señaló que "las excavaciones actuales han revelado el suelo sobre el que pisaron los pies de San Nicolás en la iglesia original. Este es un descubrimiento extremadamente importante, el primer hallazgo de ese período".

Revestimiento del primitivo suelo con mosaico de la iglesia de principios del siglo IV en Demre.

Un fresco de Jesús en una iglesia en la región turca de Antalya insinua el lugar exacto del entierro de San Nicolás. (Crédito de la imagen: Izzet Keribar/Getty Images).

También se ha encontrado el lugar de enterramiento original de San Nicolás, según Eravşar. Cuando el contingente de Bari retiró los huesos del santo en el siglo XI, también apartaron algunos sarcófagos, ocultando su ubicación original. Eravşar le dijo a DHA que "su sarcófago debió estar colocado en un lugar especial, y esa es la parte de los tres ábsides cubierta por una cúpula. Allí hemos descubierto el fresco que representa la escena en la que Jesús sostiene una Biblia en su mano izquierda y hace la señal de bendiciendo con su mano derecha". Una baldosa de mármol con las palabras griegas para "como gracia" podría marcar su tumba exacta.

El sarcófago de San Nicolás se encuentra en una iglesia que lleva el nombre del santo en Demre, Turquía. Los huesos de los santos fueron robados hace siglos, pero el sarcófago sobrevivió. (Crédito de la imagen: Agencia Anadolu/Getty Images).

En apoyo de esta hipótesis está la forma de la iglesia misma. Así como la Iglesia del Santo Sepulcro tiene una cúpula sin terminar en la parte superior, también la Iglesia de San Nicolás en Myra. Cuando fue restaurada por el emperador Alejandro II de Rusia en la década de 1860, la cúpula nunca se completó. Esta cúpula inacabada puede haber sido un intento intencionado de vincular a San Nicolás con la historia de la crucifixión y ascensión al cielo de Jesús.

La iglesia de San Nicolás, situada en Demre, –en la lista provisional de la UNESCO para convertirse en Patrimonio de la Humanidad– se construyó en el año 520 sobre los cimientos de una iglesia cristiana más antigua donde San Nicolás ejerció de obispo y fue enterrado.

Fuente: livescience.com | 19 de octubre de 2022