Descubren los restos de una basílica romana en Petrer (Alicante)

En la zona del ábside de la planta basilical se ha descubierto un nuevo mosaico de cuatro colores similar al hallado en 1975 en la calle Constitución.

Los sondeos arqueológicos que, desde finales de 2021, se están llevando a cabo en la plaça de Baix como paso previo necesario al proyecto de reurbanización integral de este espacio siguen dando nuevas sorpresas y sacando a la luz importantes elementos patrimoniales de cronología romana pertenecientes a Villa Petraria.

El último hallazgo, del que han informado hoy la alcaldesa de Petrer, el concejal de Cultura y Patrimonio, el director del Museo y uno de los codirectores de la excavación han sido los restos de los muros de una posible basílica datada entre mediados del siglo IV y comienzos del V d. C y un nuevo mosaico polícromo, de cuatro colores, similar al hallado en 1975 en la calle Constitución.

Fernando Portillo, concejal de Cultura, ha hablado del concepto de “arqueología pública”, refiriéndose al hecho de que “nos gusta ir contando, explicando lo que va apareciendo en ese concepto de arqueología pública que pensamos que es tan importante para mantener informados e ilusionados a los vecinos y vecinas y a los amantes del patrimonio”. Ha precisado que “el avance continúa y ha aparecido un segundo mosaico y una planta de lo que parece evidente que puede ser una basílica, lo cual da a entender la importancia que adquirió esta villa, de la transformación en su época final a nuevas formas de vivir, a la incorporación del culto cristiano”.

Por su parte, la alcaldesa, Irene Navarro ha apuntado que “en el año 1975 se marcó un antes y un después en el patrimonio, la arqueología y la cultura de nuestra ciudad".

"Cuando pensábamos que todo estaba tranquilo llegaron a la plaza de Baix esas catas arqueológicas y llegó un momento muy dulce para nuestra ciudad en cuanto a patrimonio y arqueología”. Y ha puesto de manifiesto “la especial sensibilidad de este equipo de gobierno por recuperar nuestro pasado porque, al fin y al cabo, una ciudad comprometida y sensible a recuperar el pasado es una ciudad sensible y comprometida con su futuro”.

Fernando E. Tendero, director del Museo, ha ofrecido los detalles más técnicos de los nuevos hallazgos, recordando que “después de haber hallado la entrada al refugio de la Guerra Civil, los restos de Villa Petraria, la columna singular de época bajoimperial y un mosaico, la sorpresa es que, cuando ampliamos la excavación, empezó a salir un edificio singular con una sala cuadrangular y un ábside en la parte de la cabecera”.

Se trata de un edificio, datado entre finales del siglo IV y comienzos del siglo V d.C (última fase de Villa Petraria) que presenta una planta basilical formada por una estancia de forma cuadrada con 36 m² de cuerpo y un ábside de 16 m² en la cabecera, con una orientación noreste-suroeste, lo que suponen una superficie de 52 m², aproximadamente. Además, en la zona del ábside, ha aparecido un segundo mosaico con decoración geométrica y polícroma, del que se conserva un 50% de su totalidad.

Para Tendero “este edificio de planta basilical ha supuesto una gran sorpresa ya que podría corresponder a una estancia de prestigio en la última reforma de la villa ordenada por el propietario o, también cabe la hipótesis que tenga un uso religioso como basílica, pudiendo ser este el lugar de donde procedería la columna excepcional que apareció el año pasado y que actualmente se puede contemplar en el Museo Dámaso Navarro". El director del Museo ha precisado que se trata de “datos preliminares obtenidos de la observación directa de los restos constructivos, pero por paralelos con otras villas, que están siendo excavadas desde hace muchos años, como puede ser Baños de la Reina en Calpe, pensamos que sí que podría ser una basílica con uso religioso. El avance de la excavación nos dirá si esta hipótesis es correcta o no. Lo cierto es que estamos ante un edificio singular con el añadido patrimonial de contar con un mosaico polícromo de los que pocos que existen en la provincia”.

Ha finalizado su explicación apuntando que “la imagen de Villa Petraria que teníamos hace un año, no tiene nada que ver con lo que sabemos ahora que es. Las excavaciones nos están aportando nuevos datos de la historia de Petrer”.

VISITAS “ARQUEOLOGÍA ABIERTA”

Para que los vecinos y vecinas pueden conocer la evolución de los sondeos arqueológicos y los hallazgos que se están llevando a cabo en la plaça de Baix, este sábado 19 de noviembre por la mañana, el equipo del Museo ha organizado visitas guiadas a la excavación en su propósito de “arqueología pública” que ha explicado el propio concejal, Fernando Portillo.

En concreto, desde las 11 hasta las 13.30, cada 30 minutos, se organizarán grupos de entre 12-15 personas. Tendero ha explicado en qué consistirá la visita, indicando que “se subirá al balcón del despacho de alcaldía donde la vista de la excavación es espectacular. Y después nos acercaremos al museo para ver la columna, el mosaico…”.

La inscripción se tiene que realizar previamente a través de los canales de contacto del Museo: por teléfono, 966989400 (ext. 280); por whatsapp, en el teléfono 664413514; o por las redes sociales del museo (Facebook e Instagram).

Fuente: diariodealicante.net | 16 de noviembre de 2022

La evidencia más antigua del uso controlado del fuego para cocinar alimentos

El cráneo de carpa que se presenta pertenece a las Colecciones de Historia Natural alojadas en el Museo Steinhardt de Historia Natural de la Universidad de Tel Aviv. Crédito: Universidad de Tel Aviv.

Los restos de un enorme pez carpa (2 metros de largo), analizados por la Universidad Hebrea, la Universidad Bar-Ilan de la Universidad de Tel Aviv, en colaboración con el Colegio Académico Oranim, la institución de Investigación Oceanográfica y Limnológica de Israel, el Museo de Historia Natural de Londres y la Universidad Johannes Gutenberg en Mainz, marcan los primeros signos de cocción por humanos prehistóricos hace 780.000 años, anterior a los datos disponibles por unos 600.000 años.

Un análisis detallado de los restos de un pez parecido a una carpa encontrado en el sitio arqueológico de Gesher Benot Ya'aqov (GBY, derecha) en Israel muestra que el pescado se cocinó hace aproximadamente 780.000 años. Cocinar se define como la capacidad de procesar alimentos controlando la temperatura a la que se calienta e incluye una amplia gama de métodos.

Hasta ahora, las primeras evidencias de cocción datan de hace aproximadamente 170.000 años. La pregunta de cuándo el hombre primitivo comenzó a usar el fuego para cocinar ha sido objeto de muchas discusiones científicas durante más de un siglo. Estos hallazgos arrojan nueva luz sobre el asunto y se publicaron en Nature Ecology and Evolution.

El estudio fue dirigido por un equipo de investigadores: la Dra. Irit Zohar (izquierda), investigadora del Museo de Historia Natural Steinhardt de TAU y conservadora de las colecciones biológicas de Beit Margolin en el Colegio Académico de Oranim, y la profesora de HU, Naama Goren-Inbar, directora del sitio de excavación. El equipo de investigación también incluyó a la Dra. Marion Prevost, del Instituto de Arqueología de HU; la profesora Nira Alperson-Afil, del Departamento de Estudios y Arqueología de Israel de BIU; el Dr. Jens Najorka, del Museo de Historia Natural de Londres; el Dr. Guy Sisma-Ventura del Instituto de Investigación Oceanográfica y Limnológica de Israel; el profesor Thomas Tütken, de la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz, y el profesor Israel Hershkovitz, de la Facultad de Medicina de la TAU.

La Dra. Zohar y la Dra. Prevost (derecha), dicen: "Este estudio demuestra la gran importancia de los peces en la vida de los humanos prehistóricos para su dieta y estabilidad económica. Además, al estudiar los restos de peces encontrados en Gesher Benot Ya'aqob pudimos reconstruir, por primera vez, la población de peces del antiguo lago Hula y mostrar que el lago albergaba especies de peces que se extinguieron con el tiempo".

"Estas especies tenían púas gigantes (carpas) que alcanzaban hasta 2 metros de largo. La gran cantidad de restos de peces encontrados en el sitio demuestra su consumo frecuente por parte de los primeros humanos, quienes desarrollaron técnicas especiales de cocina. Estos nuevos hallazgos demuestran no solo la importancia de los hábitats de agua dulce y los peces que contenían para el sustento del hombre prehistórico, pero también ilustran la capacidad de los humanos prehistóricos para controlar el fuego con el fin de cocinar alimentos, y su comprensión de los beneficios de cocinar pescado antes de comerlo".

Una ilustración de homínidos explotando y cocinando 'Luciobarbus longiceps' (barbo grande, 'Cyprinidae') en las orillas del paleo lago Hula (ilustración de Ella Maru). Crédito: Universidad de Tel Aviv.

En el estudio, los investigadores se centraron en los dientes faríngeos (utilizados para moler alimentos duros como conchas) pertenecientes a peces de la familia de las carpas. Estos dientes fueron encontrados en grandes cantidades en diferentes estratos arqueológicos del sitio. Al estudiar la estructura de los cristales que forman el esmalte de los dientes (cuyo tamaño aumenta con la exposición al calor), los investigadores pudieron probar que los peces capturados en el antiguo lago Hula, adyacente al sitio, estuvieron expuestos a temperaturas adecuadas para cocinar, y no fueron simplemente quemados por un incendio espontáneo.

Hasta ahora, la evidencia del uso del fuego para cocinar se había limitado a sitios que comenzaron a usarse mucho más tarde que el sitio GBY, unos 600.000 años, y la mayoría están asociados con el surgimiento de nuestra propia especie, el Homo sapiens.

La profesora Goren-Inbar (izquierda), agregó: "El hecho de que la cocción del pescado sea evidente durante un período tan largo e ininterrumpido de asentamiento en el sitio indica una tradición continua de cocinar alimentos. Este es otro de una serie de descubrimientos relacionados con el alto nivel cognitivo y capacidades de los cazadores-recolectores achelenses que estaban activos en la antigua región del valle de Hula".

"Estos grupos estaban profundamente familiarizados con su entorno y los diversos recursos que les ofrecía. Además, muestran que tenían un amplio conocimiento de los ciclos de vida de diferentes especies de plantas y animales. Adquirir la habilidad necesaria para cocinar alimentos marca un avance evolutivo significativo, ya que proporciona un medio adicional para hacer un uso óptimo de los recursos alimentarios disponibles. Incluso es posible que cocinar no se limitara al pescado, sino que también incluyera varios tipos de animales y plantas".

El profesor Hershkovitz (derecha) y la Dra. Zohar señalan que la transición de comer alimentos crudos a comer alimentos cocidos tuvo implicaciones dramáticas para el desarrollo y el comportamiento humanos. Comer alimentos cocidos reduce la energía corporal requerida para descomponer y digerir los alimentos, lo que permite que se desarrollen otros sistemas físicos. También conduce a cambios en la estructura de la mandíbula y el cráneo humanos.

Ubicación del sitio arqueológico Gesher Benot Ya'aqov (GBY) en la ruta Home erectus fuera de África. Crédito: Universidad de Tel Aviv.

Este cambio liberó a los humanos del trabajo diario e intensivo de buscar y digerir alimentos crudos, brindándoles tiempo libre para desarrollar nuevos sistemas sociales y de comportamiento. Algunos científicos ven el consumo de pescado como un hito en el salto cuántico en la evolución cognitiva humana, proporcionando un catalizador central para el desarrollo del cerebro humano.

Dicen que comer pescado es lo que nos hizo humanos. Incluso hoy en día, es ampliamente conocido que el contenido de la carne de pescado, como los ácidos grasos omega-3, zinc, yodo y más, contribuye en gran medida al desarrollo del cerebro.

El equipo de investigación cree que la ubicación de las áreas de agua dulce, algunas de ellas en áreas que se secaron hace mucho tiempo y se convirtieron en desiertos áridos, determinó la ruta de la migración del hombre primitivo de África al Levante y más allá. Estos hábitats no solo proporcionaron agua potable y atrajeron animales al área, sino que la captura de peces en aguas poco profundas es una tarea relativamente simple y segura con una recompensa nutricional muy alta.

El equipo postula que la explotación de peces en hábitats de agua dulce fue el primer paso en la ruta de los humanos prehistóricos fuera de África. El hombre primitivo comenzó a comer pescado hace alrededor de 2 millones de años, pero cocinar pescado, como se encuentra en este estudio, representó una verdadera revolución en la dieta de los hombre de cultura Achelense y es una base importante para comprender la relación entre el hombre, el medio ambiente, el clima y la migración al intentar para reconstruir la historia de los primeros humanos.

Cabe señalar que la evidencia del uso del fuego en el sitio, la evidencia más antigua de este tipo en Eurasia, fue identificada por primera vez por la profesora Nira Alperson-Afil (izquierda), de BIU. “El uso del fuego es un comportamiento que caracteriza todo el continuo de asentamiento en el sitio”, explicó. “Esto afectó a la organización espacial del sitio y a la actividad que allí se desarrollaba, que giraba en torno a las fogatas”. La investigación del fuego de Alperson-Afil en el sitio fue revolucionaria para su época y mostró que el uso del fuego comenzó cientos de miles de años antes de lo que se pensaba.

Goren-Inbar agregó que el sitio arqueológico de Gesher Benot Ya'aqov documenta un continuo proceso de asentamientos repetidos de grupos de cazadores-recolectores en las orillas del antiguo lago Hula que duró decenas de miles de años.

Cráneo de 'Luciobarbus longiceps'. Crédito: Universidad de Tel Aviv

Estos grupos hicieron uso de la rica variedad de recursos proporcionados por el antiguo valle de Hula y dejaron un largo y continuo proceso de asentamientos con más de 20 estratos de los mismos", explicó Goren-Inbar. Las excavaciones en el sitio han puesto al descubierto la cultura material de estos antiguos homínidos, incluidas las herramientas de sílex, basalto y piedra caliza, así como sus fuentes de alimentación, que se caracterizaron por una rica diversidad de especies de plantas del lago y sus orillas (incluidas frutas, nueces y semillas) y por muchas especies de mamíferos terrestres, tanto de tamaño mediano como grande.

El Dr. Jens Najorka (derecha), del Museo de Historia Natural de Londres, explicó: "En este estudio, utilizamos métodos geoquímicos para identificar cambios en el tamaño de los cristales del esmalte dental, como resultado de la exposición a diferentes temperaturas de cocción. Cuando se queman con fuego, es fácil identificar el profundo cambio en el tamaño de los cristales de esmalte, pero es más difícil identificar los cambios causados ​​por la cocción a temperaturas entre 200 y 500 grados centígrados".

"Los experimentos que realicé con la Dra. Zohar nos permitieron identificar los cambios causados ​​por la cocción a bajas temperaturas. No sabemos exactamente cómo se cocinaron los pescados, pero dada la falta de evidencia de exposición a altas temperaturas, está claro que fueron no cocinados directamente en el fuego, y no fueron arrojados al fuego como desecho o como material para quemar".

El Dr. Guy Sisma-Ventura (izquierda), del Instituto de Investigación Oceanográfica y Limnológica de Israel y el profesor Thomas Tütken (derecha), de la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz, también formaron parte del grupo de investigación, proporcionando un análisis de la composición de isótopos de oxígeno y carbono en el esmalte de los peces. dientes.

“Este estudio de isótopos es un verdadero avance, ya que nos permitió reconstruir las condiciones hidrológicas en este antiguo lago a lo largo de las estaciones y, por lo tanto, determinar que los peces no eran un recurso económico estacional, sino que se pescaban y consumían durante todo el año, lo que proporcionaba una fuente constante de nutrición que redujo la necesidad de migración estacional".

Fuentes: phys.org | Universidad de Tel Aviv | 14 de noviembre de 2022

Encuentran una inusual inscripción en cananeo en un peine de marfil en Israel

Los arqueólogos israelíes han encontrado un peine antiguo que data de hace unos 3.700 años y que tiene lo que probablemente sea la oración completa más antigua conocida en la escritura alfabética cananea, según un artículo publicado el miércoles en Jerusalem Journal of Archaeology.

La inscripción alienta a las personas a peinarse el cabello y la barba para deshacerse de los piojos. La sentencia contiene 17 letras que dicen: “Que este colmillo desarraigue los piojos del cabello y de la barba”.

Los expertos dicen que el descubrimiento arroja nueva luz sobre algunos de los primeros usos del alfabeto cananeo por parte de la humanidad, inventado alrededor de 1800 a. C. y que es la base de todos los sistemas alfabéticos sucesivos, como el hebreo, árabe, griego, latín y cirílico.

El tema mundano indica que las personas tenían problemas con los piojos en la vida cotidiana durante ese tiempo, y los arqueólogos dicen que incluso encontraron evidencia microscópica de piojos en el peine.

Restos de la cabeza de un piojo entre los dientes del peine de Lachish

El peine se excavó por primera vez en 2016 en Tel Lachish, un sitio arqueológico en el sur de Israel, pero fue solo a fines del año pasado cuando un profesor de la Universidad Hebrea de Israel notó las pequeñas palabras inscritas en él.

El investigador principal, el arqueólogo de la Universidad Hebrea, Yosef Garfinkel (izquierda), dijo a The Associated Press que, si bien se han encontrado muchos artefactos con la escritura cananea a lo largo de los años, esta es la primera oración completa que se descubre.

Garfinkel dijo que los hallazgos previos de solo unas pocas letras, tal vez una palabra aquí y allá, no dejaban mucho espacio para una mayor investigación sobre la vida de los cananeos. "No teníamos suficiente material", dijo.

El hallazgo también abre un espacio para el debate sobre la era antigua, agregó Garfinkel. El hecho de que la oración se encontrara en un peine de marfil entre el distrito del palacio y el templo de la ciudad antigua, junto con la mención de la barba, podría indicar que solo los hombres ricos sabían leer y escribir.

"Es un texto muy humano", dijo Garfinkel. "Nos muestra que las personas realmente no cambiaron y que los piojos realmente no cambiaron".

Puerta principal del yacimiento de Tel Lachish en Israel.

Los cananeos hablaban un idioma semítico antiguo, relacionado con el hebreo, el árabe y el arameo modernos, y residían en las tierras colindantes con el Mediterráneo oriental. Se cree que desarrollaron el primer sistema alfabético conocido de escritura.

Encontrar una oración completa indicaría además que los cananeos se destacaron entre las primeras civilizaciones en el uso de la palabra escrita. "Muestra que incluso en la fase más antigua había oraciones completas", agregó Garfinkel.

Dijo que los expertos fecharon la escritura en 1700 a. C. al compararla con el alfabeto cananeo arcaico encontrado anteriormente en el desierto de Sinaí en Egipto, que data de entre 1900 a. C. y 1700 a. C.

Pero el peine de Tel Lachish se encontró en un contexto arqueológico muy posterior, y la datación por carbono no pudo determinar su edad exacta, señala el artículo.

El arqueólogo austriaco Felix Höflmayer (izquierda), un experto en el período considerado y que no formó parte del trabajo de investigación, dijo que este método de datación no era definitivo.

"Simplemente no se conocen suficientes inscripciones alfabéticas tempranas fechadas con seguridad", dijo. "No obstante, el descubrimiento es muy significativo y ayudará a solidificar Tel Lachish como un centro del desarrollo del alfabeto temprano, pues diecisiete letras conservadas en un solo objeto es definitivamente notable", dijo Höflmayer.

Fuente: phys.org | 12 de noviembre de 2022

Descubren un templo etrusco de 2.500 años en Vulci, Italia

La vista desde arriba muestra la posición del templo recién descubierto junto al Tempio Grande.
(Crédito de la foto: MARIACHIARA FRANCESCHINI A TRAVÉS DEL PAISAJE URBANO DE VULCI)

Un templo etrusco que data del siglo V a. C. fue descubierto recientemente en la antigua ciudad de Vulci en Lacio, Italia, anunció la Universidad de Friburgo.

El edificio mide 45x35 metros y está ubicado al oeste de una estructura sagrada llamada Templo Grande.

Un examen inicial de las rocas en los cimientos del templo, así como de los artefactos que se encontraron in situ, permitió a los investigadores, dirigidos por la Dra. Mariachiara Franceschini, de la Universidad de Freiburg y Paul P. Pasieka, de la Universidad de Mainz, determinar que el templo fue construido a finales del siglo VI o principios del siglo V a.C.

“El nuevo templo tiene aproximadamente el mismo tamaño y una alineación similar al vecino Templo Grande, y fue construido aproximadamente en la misma época arcaica”, dijo Franceschini. “Esta duplicación de edificios monumentales en una ciudad etrusca es rara e indica un hallazgo excepcional”, señaló Pasieka.

¿Cuál fue el significado de la antigua ciudad de Vulci?

La Universidad de Friburgo señaló que los investigadores descubrieron el templo por primera vez mientras trabajaban en el Proyecto de paisaje urbano de Vulci, destinado a conocer las estrategias de asentamiento y las estructuras urbanas de la ciudad del mismo nombre, y agregó que en la época prerromana, Vulci fue uno de los centros urbanos más importantes de la región.

Los arqueólogos y otros colegas descubren las paredes del templo etrusco en Vulci. (crédito: MARIACHIARA FRANCESCHINI A TRAVÉS DEL PAISAJE URBANO DE VULCI)

“Estudiamos toda el área norte de Vulci, que son 22,5 hectáreas, mediante prospección geofísica y radar de penetración terrestre”, dijo Pasieka. "Descubrimos restos de los orígenes de la ciudad que anteriormente se habían pasado por alto en Vulci y ahora podemos comprender mejor la dinámica del asentamiento y el sistema de carreteras, además de identificar diferentes áreas funcionales en la ciudad".

En el futuro, los investigadores tienen la intención de estudiar más la arquitectura del templo y las diferentes fases de uso para aprender más sobre la religión y las estructuras sociales de Vulci y la vida cotidiana de sus ciudadanos.

El equipo de excavación en el campo en el verano de 2022. Foto: Mariachiara Franceschini

“Nuestro conocimiento sobre la apariencia y organización de las ciudades etruscas ha sido limitado hasta ahora”, dijo Franceschini, y agregó que “los estratos intactos del templo nos ofrecen información sobre más de mil años de desarrollo de una de las ciudades etruscas más importantes”.

Fuente: jpost.com | 13 de noviembre de 2022

Así es la misteriosa mano de bronce encontrada en Navarra con el texto más antiguo en Euskera

El texto se compone de cinco palabras dispuestas en cuatro líneas que cubren todo el dorso de la mano. Foto: Sociedad de Ciencias Aranzadi

La pieza fue descubierta por la arqueóloga Leire Malkorra el 18 de junio de 2021 durante la campaña de excavaciones llevada a cabo en el Irulegi (Navarra) por la Sociedad de Ciencias Aranzadi con el apoyo del gobierno navarro. Como la mano estaba cubierta por una gruesa capa de tierra y sedimento su inscripción pasó desapercibida en un primer momento, y no fue hasta su limpieza en el laboratorio que Carmen Usúa descubrió lo que se ha convertido en el ejemplo de alfabeto vasco más antiguo encontrado en el mundo.

En el momento de su descubrimiento la inscripción estaba cubierta por una pátina de tierra y sedimento que la hacía ilegible. Foto: Sociedad de Ciencias Aranzadi

Esta mano fue tallada en una fina plancha de bronce de 1,09 mm de anchura, y mide 12,7 cm de ancho por 14,3 de alto, su peso es de 35.9 gramos. Su composición química es muy similar a las aleaciones de bronce habituales en la época, con una predominio del estaño (53,19%) seguido del cobre (40,87%) y una cantidad testimonial de plomo (2,16%). La alta pureza del metal se explica por la existencia de minas de cobre en el Pirineo vasco, una zona por la que, además, circulaban importantes rutas de transporte de estaño.

Hasta ahora solo se ha descifrado la primera palabra “Sorioneku”, interpretada como “de buena fortuna” por su parecido con un término vasco de igual significado (zonioneko). Además, dado que el artefacto fue desenterrado en el umbral de una casa los investigadores creen que se trataría de un amuleto para atraer la buena suerte clavado en la madera de la puerta. Parece ser que la invocación no surtió efecto y la aldea fue destruida durante la guerra sertoriana (83-73 a.C.), que enfrentó a indígenas y romanos en el marco de la Primera Guerra Civil.

Al retirar la capa de sedimento apareció una inscripción en unos extraños caracteres que recordaban al íbero.Foto: Sociedad de Ciencias Aranzadi.

UN SIGNARIO VASCO

El hallazgo ha desbaratado la teoría de que los vascos no empezaron a escribir hasta después de ser asimilados por Roma, una idea muy extendida, dado que, en palabras de Joaquín Gorrochategui, catedrático de Filología Indoeuropea en la Universidad del País Vasco: “estábamos casi convencidos de que los vascones eran analfabetos en la antigüedad y no hacían uso de la escritura, nada más que para acuñar alguna moneda”.

En cambio esta inscripción previa a la conquista demuestra que los vascos adaptaron el alfabeto ibérico añadiéndole algunos signos propios, para de esta forma marcar sonidos y fonemas exclusivos de su idioma. Así, ya desde el siglo I a.C. los vascos contarían con un alfabeto propio.

Las palabras se separaron unas de otras mediante puntos. Dado que el texto empieza atrayendo a la buena suerte se cree que podría ser un texto de carácter mágico o religioso para asegurar la protección de una familia. Foto: Wikimedia Commons.

Según el otro traductor de la inscripción, el catedrático filología latina de la Universidad de Barcelona Javier Velaza Frías, "el texto es también excepcional por combinar dos técnicas de escritura, algo prácticamente desconocido, no sólo en toda la epigrafía de Hispania, sino en toda la epigrafía antigua del mundo occidental”.

El lugar fue incendiado y abandonado tras la guerra sertoriana, en el siglo XII se construyó en la colina un castillo para vigilar la frontera con la Corona de Aragón. Foto: Sociedad de Ciencias Aranzadi.

En efecto los 40 signos que componen la inscripción fueron primero trazados con un objeto punzante (esgrafiado) y luego inscritos mediante líneas de puntos marcados con punzón y martillo.

A la espera de encontrar nuevos textos que permitan descifrar la inscripción los trabajos continúan en el yacimiento, donde es seguro que aparecerán nuevos hallazgos que arrojarán un poco más de luz sobre el casi desconocido pasado de los vascos.

Fuente: nationalgeographic.com.es | 16 de noviembre de 2022