Los humanos antiguos pudieron haber navegado por el Mediterráneo hace 450.000 años

Los científicos creen que los humanos llegaron a pie a algunas islas del Mediterráneo facilitado por el bajo nivel del mar en determinado momento de la Edad del Hielo. Sin embargo, un nuevo estudio señala que esto no pudo ser posible. Foto: World Atlas

Un estudio ha sugerido que los homínidos que precedieron al Homo sapiens ya realizaban viajes cortos a través del mar hace aproximadamente medio millón de años, durante el periodo Chibaniense del Pleistoceno Medio. El hallazgo desafía la extendida idea de que los humanos modernos fueron los primeros y únicos de nuestra especie en tener el conocimiento y la técnica para navegar. Pero ese paradigma se ha estado desmoronando en los últimos años ante las evidencias que sugieren que los primeros homínidos eran mucho más avanzados de lo que se pensaba y, de hecho, dejaron pistas de que viajaron a tierras completamente rodeadas de agua. Ahora se argumenta que este es el caso de las islas del Egeo, un archipiélago de cientos de islas entre Grecia y Turquía, incluidos destinos de vacaciones favoritos como Creta, Mikonos y Santorini.

Herramientas de origen inexplicable

La fuerte evidencia de una posible navegación de los primeros homínidos surgió por primera vez hace aproximadamente una década cuando los arqueólogos encontraron en Creta miles de herramientas de sílex que datan de hace más de 130.000 años, y posiblemente de hasta 700.000 años. Estos artefactos se fabricaron en estilo Achelense, una industria distintiva de herramientas de piedra desarrollada por primera vez en África por el Homo erectus, el primer homínido que abandonó la cuna evolutiva de la humanidad y se extendió por Eurasia hace unos 1,9 millones de años.

Diferentes perspectivas de herramientas líticas halladas en Creta con una antigüedad de unos 130.000 años.

Pero, ¿cómo podrían las herramientas achelenses y artefactos similares encontrados en otras islas llegar al Egeo? ¿Podría ser que durante un evento particularmente extremo de la Edad de Hielo el nivel del mar fuera tan bajo que los homínidos simplemente pudieron caminar a estas tierras sin mojarse los pies?

No, dice el nuevo estudio publicado en noviembre en la revista Quaternary International por un equipo de investigadores griegos del Oceanus Lab de la Universidad de Patras.

Los investigadores reconstruyeron la costa de las islas del Egeo y el continente circundante durante los últimos 450.000 años. Esto se hizo combinando datos de antiguos deltas de ríos que revelan cambios en los niveles del mar, con la tasa de hundimiento conocida, causada por la actividad de las placas tectónicas de las islas del Egeo.

Durante el último medio millón de años hubo cinco grandes eventos glaciales y cinco períodos más cálidos, explica George Ferentinos (izquierda), profesor emérito de Geología en la Universidad de Patras, quien dirigió el estudio. "Durante los períodos más fríos, el mar estuvo más de 200 metros por debajo de su nivel actual", informan Ferentinos y sus colegas. En esos momentos, las Cícladas, el grupo central de islas en el Egeo, estarían unidas en una sola mega-isla, según los investigadores, pero seguiría siendo una isla.

Durante esos últimos 450.000 años, las islas del Egeo más cercanas estaban todavía separadas por 5 o 7 kilómetros de agua del continente griego o turco en las condiciones máximas de la Edad de Hielo, dice Ferentinos. Y esta distancia aumentaría a 40 kilómetros durante los períodos más cálidos, agrega.

El mapa de las islas del Egeo reconstruidas que muestra las masas de tierra a diferentes niveles del mar. (Ferentinos et al., Quat. Int., 2022)

La clave aquí es que, durante todo el período considerado, las islas más cercanas siempre permanecieron visibles desde el continente, proporcionando un incentivo tentador para explorar nuevos territorios. “A la especie humana le gusta explorar nuevos lugares, y sabemos que tenían visibilidad, podían ver que tal vez había un lugar mejor para encontrar los recursos que necesitaban: comida, agua y piedras”, dice Maria Gkioni (derecha), arqueóloga de la Universidad de Patras y colaboradora del trabajo de investigación publicado.

Gkioni compiló información arqueológica sobre hallazgos prehistóricos de todo el Egeo para mapear la presencia de homínidos en las islas, y parece que éstos llegaron prácticamente a todas partes. "No se han encontrado restos humanos paleolíticos en el Egeo, pero esto no es del todo sorprendente, dado que descubrir restos óseos de homínidos bien conservados en cualquier lugar es extremadamente raro", dice ella.

"Sin embargo, han aparecido herramientas prehistóricas en toda la región, desde Milos y Naxos en las islas Cícladas hasta la pequeña isla de Gavdos, que se encuentra al sur de Creta. Esta isla es particularmente llamativa porque está separada de Creta por un tramo de agua de 36 kilómetros que alcanza profundidades de 2,5 kilómetros", dice Gkioni.

Así que Gavdos, aunque fue una isla durante cientos de miles de años, los arqueólogos han encontrado allí no solo herramientas achelenses, sino también artefactos de los estilos Musteriense y Levallois posteriores, generalmente asociados con neandertales y Homo sapiens, lo que sugiere que esta pequeña isla estuvo poblada varias veces por diferentes homínidos.

Gavdos, la isla griega más al sur. Aquí se encontraron herramientas paleolíticas Crédito: Leonid Tsvetkov.

Puedo ver elefantes desde mi cueva

Esto no significa necesariamente que ya se hubieran inventado botes o embarcaciones de navegación. Nuestros antepasados ​​​​lejanos (y otros) podrían haber saltado de isla en isla a través del Egeo usando balsas primitivas o simplemente aferrándose a un tronco de árbol, especula Gkioni. Pero, ¿por qué emprenderían un viaje tan peligroso?

Una posibilidad es que estuvieran siguiendo su almuerzo. Algunos investigadores sospechan que los homínidos se dispersaron por todo el mundo simplemente porque iban detrás de manadas de animales grandes, y posiblemente los cazaban hasta la extinción. En la actualidad se sabe que los elefantes son bastante buenos nadadores, y también es conocido que una especie de elefante enano sobrevivió en el Egeo hasta hace unos miles de años.

Pero los elefantes también eran una de las comidas favoritas de los homínidos prehistóricos, por lo que es posible que, a medida que las manadas de la megafauna disminuían en el continente, los primeros pobladores de las islas del Egeo buscaran nuevos cotos de caza, dice Gkioni.

“Todo esto significa que estos homínidos ya tenían capacidades cognitivas avanzadas”, le dice Gkioni a Haaretz. “Para cruzar y colonizar una isla se necesita colaboración, un lenguaje común y una comunicación compleja”.

Arqueóloga excavando el esqueleto de un elefante enano en la isla egea de Tilos. Crédito: Prof. George Theodorou.

Dado que diferentes homínidos a menudo usaban las mismas tecnologías de herramientas de piedra, es difícil determinar quiénes fueron exactamente los primeros colonizadores de las islas del Egeo sin encontrar restos humanos. Sin embargo, los candidatos más probables serían el Homo erectus o uno de sus descendientes, como el Homo heidelbergensis, que poblaba principalmente Europa, o la especie Homo de Nesher Ramla, un habitante del Pleistoceno Medio descubierto recientemente en el actual Israel y el Levante.

Si Ferentinos y sus colegas tienen razón, estos precursores mediterráneos de Ulises aún no serían los primeros homínidos en surcar los mares. De hecho, hay evidencia de que el Homo erectus (o algún otro homínido) pudo haber colonizado la isla indonesia de Flores (también habitada por una especie de elefantes enanos) hace ya unos 800.000 años y evolucionando eventualmente hacia la especie diminuta llamada Homo floresiensis. Y una presencia similar de homínidos en Filipinas, el Homo luzonensis, puede datar de hace más de 700.000 años, según han demostrado las excavaciones realizadas en estas islas del Pacífico.

"La idea de que los homínidos pre-sapiens podrían haber navegado hacia las islas del Egeo hace medio millón de años es totalmente plausible", dice el profesor Israel Hershkovitz (izquierda), antropólogo físico de la Universidad de Tel Aviv.

“Los seres humanos tuvieron que superar muchos obstáculos para salir de África y las barreras marítimas no fueron las más difíciles”, dice Hershkovitz, que no participó en el trabajo de investigación griego. "Como algunas islas habitadas siempre estuvieron rodeadas de mar, parece lógico suponer que se llegó a ellas en algún tipo de embarcación".

El escurridizo viaje inaugural

Otros colegas están menos convencidos. "Si bien el nuevo artículo publicado es una contribución importante para comprender la paleogeografía del Egeo, al buscar el viaje inaugural de los homínidos arcaicos, los autores han puesto el carro delante del caballo", dice Nena Galanidou (derecha), profesora de arqueología prehistórica en la Universidad de Creta.

“Aunque apoyo totalmente la hipótesis de que cruzar el mar no fue necesariamente una habilidad e innovación del 'Homo sapiens', sino que otras especies del Pleistocencio Medio, de cerebro grande, también pudieron haberla tenido, los datos ofrecidos en el artículo no brindan evidencias concluyentes a tal efecto", comenta Galanidou a Haaretz. Ella señala que los fósiles de Homo sapiens más antiguos que se conocen datan de hace unos 300.000 años, no muy lejos del período de tiempo de hace 450.000 en adelante, que es el foco del nuevo estudio, por lo que no podemos descartar que esos primeros habitantes del Egeo fueran, en realidad, los primeros humanos modernos.

"Nuestro estudio no ha ido más allá de la marca de hace 500.000 de años porque aún no se tienen datos fiables sobre cómo se veían las costas de Grecia y Turquía antes de esa fecha. Sin embargo, estamos convencidos de que la evidencia de viajes por mar de homínidos pre-sapiens en el Egeo es sólida, y también está indirectamente confirmada por el reciente descubrimiento de herramientas prehistóricas de alrededor de un millón de años vinculadas al 'Homo erectus' en España, lo cual es anterior a otros hallazgos de esta especie realizados en Europa Occidental y Oriental, lo que sugiere que los homínidos pudieron haber llegado primero a la península ibérica cruzando el Estrecho de Gibraltar, en lugar de viajar por tierra desde el este", replica Ferentinos.

“Tradicionalmente pensamos que el 'Homo erectus' solo salió de África por la Península del Sinaí y luego por el Levante, pero entonces tenemos que preguntarnos cómo llegaron a España antes de llegar al resto de Europa”, subraya Ferentinos. “La solución más plausible es que cruzaron por Gibraltar. Creo que debemos repensar lo que sabemos sobre la dispersión humana no solo en Grecia, sino en todo el mundo”.

Fuentes: haaretz.com | sciencealert.com | 15 de diciembre de 2022

Antiopa, la villa romana 'única' en España que ya puede ser visitada en Rincón de la Victoria (Málaga)

Autoridades políticas, en el acto de inauguración de Villa Antiopa.

La riqueza de la provincia de Málaga como lugar de asentamiento de muchas de las civilizaciones que otrora pisaron la tierra sigue reluciendo con luz propia. A los numerosos ejemplos desenterrados en el territorio malagueño en las últimas décadas hay que sumar ahora, con protagonismo propio, la bautizada como Villa Antiopa, descubierta en 2003 en una parcela urbana de Rincón de la Victoria y que, casi 20 años después, se pone en valor con todo su esplendor.

La presentación en sociedad de tan significativo hallazgo y su apertura al público ha tenido lugar este lunes en un acto en el que se ha subrayado el valor de los restos encontrados, pertenecientes a una villa romana cuyo origen se remonta a finales del siglo III a. C. y principios del IV d. C.

"Es un yacimiento arqueológico único; no existe una villa así en todo el panorama nacional", ha destacado Francisco Salado, el alcalde de la localidad rinconero, quien ha enfatizado la calidad de conservación de sus mosaicos y su integración urbanística.

El alcalde de Rincón de la Victoria, Francisco Salado, junto a parte de los restos de la villa romana.

Al acto de inauguración han acudido, además, personalidades políticas como el subdelegado del Gobierno de España, Javier Salas; el viceconsejero de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Víctor González, y la delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga, Patricia Navarro.

Salado, que ha reconocido que es el proyecto patrimonial "más importante" en la historia de Rincón, ha subrayado el trabajo realizado para que los visitantes puedan disfrutar del hallazgo a través de una experiencia "inmersiva, única, sensitiva, para conocer en detalle la evolución del yacimiento, el funcionamiento de estas grandes villas romanas, su arquitectura, decoración, objetos, funcionalidad, actividad económica y social".

Y ha avanzado la pretensión de que Villa Antiopa se constituya como centro neurálgico de la arqueología local, desde la que desarrollar distintas líneas de investigación sobre el territorio. De hecho, ya hay una nueva fase prevista, que incluirá una zona de investigación y multiusos para que el legado patrimonial sea explicado de manera adecuada a las generaciones venideras.

Uno de los mosaicos que pueden verse en el yacimiento Villa Antiopa. / JAVIER ALBIÑANA.

Pero ¿Qué es lo que se va a encontrar en este espacio museístico? En Villa Antiopa se exhiben tanto bienes muebles como inmuebles "únicos" en la arqueología malagueña. Y ello incluye 13 mosaicos, entre los que destaca el que representa a dos personajes mitológicos de tradición griega, Satyr y Antiopa.

Elementos a los que sumar 142 piezas como columnas, sigillatas, piletas, agujas, aguja de pesca, cerradura, lucernas, tapadera de ánfora, tinajas, jarras, estucos y jarros, entre otros.

Destaca también la figura del Dios Baco, que se exhibirá gracias a una cesión temporal por parte del Museo de Málaga. La figura, posiblemente italiana y fechada en el siglo II d. C., apareció en el ábside del triclinium. Las piezas son procedentes de la villa romana y de las termas cercanas. Y todos los materiales muebles expuestos forman parte de la Colección Junta de Andalucía.

Algunas de las piezas del espacio museístico de Villa Antiopa. / JAVIER ALBIÑANA.

¿Qué podrá ver el visitante?

El visitante disfrutará de una zona museográfica, de sistemas de realidad aumentada, paneles, material audiovisual y una gran pantalla donde los habitantes de la Villa hablarán directamente. Los recursos didácticos acercarán a pequeños y mayores al imperio romano y la relación de nuestra Villa a finales del siglo III y principios del IV.

El complejo arquitectónico consta de una parte urbana o zona residencial. Incluye un balneum o complejo termal localizado en sus inmediaciones, y una parte rústica y fructuaria o espacios de explotación agropecuaria en la que destaca una factoría en la que se preparaban salazones de pescado y el apreciado garum.

La inversión total realizada para la puesta en valor del yacimiento alcanza los 1,5 millones de euros. Una cifra financiada con los fondos del Ministerio de Movilidad, Transportes y Agenda Urbana, a través del 1,5% cultural (673.797,68 euros), y los del propio Ayuntamiento (907.708,69 euros).

Algunos de los mosaicos que forman parte del yacimiento de Villa Antiopa. / JAVIER ALBIÑANA.

Cuatro días de entrada gratuita

Desde este martes 20 de diciembre y hasta el viernes 23 se realizarán visitas gratuitas para vecinos y visitantes. Las invitaciones podrán adquirirse en el portal de entradas de la web turística: www.turismoenrincon.es.

El espacio funcionará de lunes a domingo de 10:00 a 14:00 horas y de 15:00 a 18:00 horas entre el 1 de octubre y el 30 de abril (horario de invierno). El horario variará entre el 1 de mayo y el 30 de septiembre (horario de verano), cuando las puertas estarán abiertas de lunes a domingo de 10.30 a 14.00 horas y de 16.30 a 20.00 horas. El cierre se prevé para el 1 y 6 de enero; el 24, 25 y 31 de diciembre.

Los precios establecidos son de 6 euros para adultos (de 15 a 64 años); de 4 euros para niños (de 4 a 14 años), jubilados, carné joven estudiante, carné discapacidad y grupos a partir de 10 personas. Las entradas pueden adquirirse en el portal de entradas de la web turística: www.turismoenrincon.es y si hay disponibilidad de localidades in situ en la Villa en horario de apertura.

Fuentes: elespanol.com | malagahoy.es | 19 de diciembre de 2022

Identifican un antiguo juego de herramientas para trabajar el oro, de 4.000 años de antigüedad, hallado en una tumba cerca de Stonehenge

Foto: El ajuar funerario del entierro de Upton Lovell en exhibición en el Museo de Wiltshire en Devizes. Crédito de la imagen: Museo de Wiltshire, Devizes.

Un equipo de arqueólogos ha identificado un juego de herramientas para trabajar el oro, de 4.000 años de antigüedad, entre los ajuares funerarios de un importante entierro de la Edad del Bronce cerca de Stonehenge.

El juego de herramientas se encontró en una tumba de la Edad de Bronce en Upton Lovell G2a, la cual fue excavada en 1801 y ahora se exhibe en el Museo de Wiltshire, en Devizes, pero ahora un equipo de investigadores de la Universidad de Leicester, en colaboración con expertos de la Universidad de Southampton, ha vuelto a examinar los ajuares funerarios de piedra y aleación de cobre encontrados en dicha tumba y han revelando que eran herramientas para trabajar el oro.

Análisis de microdesgaste que muestra las huellas de oro en la superficie de una de las herramientas para trabajar el mismo. Esta herramienta de piedra se usaba para pulir y alisar el oro. Cortesía del Museo de Wiltshire, Devizes).

La Dra. Christina Tsoraki (izquierda), de Leicester, llevó a cabo un análisis del desgaste del ajuar funerario en el museo de Devizes como parte del proyecto 'Más allá del sistema de las tres edades'. En el proceso, notó lo que parecían ser residuos de oro en sus superficies. También quedó claro que las herramientas de piedra se habían utilizado para una variedad de propósitos diferentes: algunas se usaron como martillos y yunques, mientras que otras se usaron para alisar otros materiales.

Los hallazgos de la Dra. Tsoraki impulsaron al equipo a trabajar con el Dr. Chris Standish, un experto en orfebrería de la Edad del Bronce Temprano, y el Dr. Richard Pearce, especialista en Microscopía Electrónica de Barrido, ambos de la Universidad de Southampton. Juntos observaron los residuos mediante un microscopio electrónico de barrido acoplado a un espectrómetro de dispersión de energía para confirmar esta identificación e investigar si los residuos eran antiguos o modernos.

Su investigación, publicada en la revista Antiquity, confirmó que había residuos de oro en cinco artefactos. También encontraron que estos residuos se caracterizan por una firma elemental consistente con la orfebrería de la Edad del Bronce que se encuentra en todo el Reino Unido.

La tumba también contenía tres hachas de pedernal pulidas y un hacha de batalla hecha de dolerita negra, todas las cuales se exhiben en el Museo de Wiltshire, en Devizes. En la imagen: huellas de oro en una herramienta de percusión constituida por un hacha de batalla de piedra reutilizada.

El entierro de Upton Lovell G2a ya ocupaba un lugar especial en las narrativas arqueológicas. Está ubicado cerca de Stonehenge y está marcado con un montículo de tierra. Dos personas fueron enterradas en el lugar en asociación con una amplia gama de objetos funerarios, incluida una gran cantidad de puntas de huesos perforadas que se cree que formaron parte de una elaborada indumentaria de un chamán. Estos objetos formaron parte de la exposición histórica 'World of Stonehenge' en el Museo Británico, pero ahora están nuevamente en exhibición en Wiltshire.

También se utilizaron para dar forma a materiales distintos del oro, como el ámbar, la madera, el cobre, el azabache y el esquisto. En la imagen: martillos y yunques. Los hallazgos agregan peso a la idea de que este chamán/orfebre era famoso por sus habilidades para trabajar los metales, así como por sus conexiones espirituales, y su comunidad consideró importante enterrarlo con sus herramientas.

La investigación realizada por el Dr. Colin Shell en la década de 2000 identificó posibles rastros de oro en uno de los ajuares funerarios de piedra, pero esta nueva investigación ha identificado otros cuatro objetos de piedra con oro en sus superficies y rastros de desgaste característicos, vinculando un conjunto más amplio de elementos que van desde el propio entierro hasta el proceso de orfebrería. También se ha demostrado que estos rastros de oro son antiguos. El equipo sugiere que las herramientas se utilizaron para fabricar objetos con múltiples materiales en los que uno de ellos se elaboró, de modo principal, ​​con una especie de azabache, esquisto, ámbar, madera y cobre, y finalmente se lo decoró con una fina lámina de oro.

El Dr. Chris Standish, dijo: "Las herramientas para trabajar el oro que datan de la Edad del Bronce Temprano son extremadamente raras, por lo que identificar un conjunto de ellas para crear objetos compuestos de oro es un descubrimiento extremadamente importante. El hecho de que esté asociado con el enigmático entierro de Upton Lovell G2a lo hace aún más fascinante".

La autora principal del trabajo de investigación, la Dra. Rachel Crellin (izquierda), de la Universidad de Leicester, agregó: "Este es un hallazgo realmente emocionante para nuestro proyecto. En la reciente exposición 'World of Stonehenge' en el Museo Británico, sabemos que el público quedó impresionado por la increíble orfebrería de 4000 años de antigüedad puesta en exhibición. Lo que nuestro trabajo ha revelado es un humilde juego de herramientas de piedra que se empleó para fabricar objetos de oro hace miles de años".

El oro se identificó por primera vez en uno de los ajuares funerarios en la década de 2000, lo que sugiere que alguna vez se usó para aplanar el metal precioso en láminas. En la imagen: hachas de pedernal de la tumba de Upton Lovell en diferentes etapas de uso.

El chamán/orfebre también llevaba una bolsa decorada con colmillos de jabalí que contenía herramientas (como la que aparece en la foto de arriba) para tatuar.

Lisa Brown, conservadora del Museo de Wiltshire, añade: "Estábamos encantados de ser parte del proyecto 'Más allá del sistema de la tres edades'. El hombre enterrado en Upton Lovell, cerca de Stonehenge, era un artesano/chamán altamente calificado que se había especializado en la fabricación de objetos de oro. Su capa ceremonial, decorada con huesos perforados de animales, también insinúa que fue un líder espiritual y una de las pocas personas a principios de la Edad del Bronce que entendió la magia de la metalurgia. Una nueva investigación como esta es invaluable para ayudar al museo a contar la historia, en constante evolución, de Wiltshire".

Fuentes: phys.org | dailymail.co.uk | 16 de septiembre de 2022

Hallan en la Cueva del Ángel, en Lucena, los restos humanos más antiguos de Córdoba: un diente molar de más de 100.000 años

Corona del diente molar (derecha) y raíz incrustada en la roca sedimentaria (izquierda).

La Cueva del Ángel de Lucena (Córdoba) encierra una parte importante de la evolución humana. El paleontólogo Cecilio Barroso y su equipo acaban de dar cuenta del hallazgo del resto humano más antiguo de Córdoba, un diente molar con unos 104.300 años de antigüedad, un "extraordinario hallazgo" que supone un "punto y aparte" en las excavaciones que desde hace 25 años realiza la Fundación Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana en la localidad de la Subbética.

Los pequeños fragmentos de dentina desprendidos de la raíz de la pieza dental permitieron realizar una datación directa de la misma por el método conocido como racemización del ácido aspártico, que se basa en determinados cambios estructurales que se producen en este aminoácido a lo largo del tiempo y que permiten determinar la antigüedad de un espécimen conociendo la tasa a la que se producen dichos cambios.

Vista oclusal del molar: fotografía (izquierda) y reconstrucción 3D a partir de la micro-CT de la corona completa (centro) y la dentina (derecha).

Hasta el momento, los arqueólogos habían recuperado miles de huesos pertenecientes a animales y alrededor de 5.000 fragmentos de neandertales, pero nunca un hueso perteneciente a un homínido preneandertal. De ahí la importancia del hallazgo, publicado recientemente en el American Journal of Biological Anthropology.

"En Andalucía solo existe un hueso más antiguo, un diente de leche hallado en Orce, en la provincia de Granada, de hace 1.100.000 años, que es además el más antiguo de Europa", expone Barroso (izquierda).

El diente recuperado en Lucena, perteneciente a un adulto, es un tercio inferior derecho, conservado en dos partes, según describe el artículo. La corona del diente permanece casi en su totalidad, mientras que la raíz quedó dentro de la roca sedimentaria. Este resto óseo se mantiene un buen estado de conservación y se corresponde con los niveles más recientes de ocupación de la cueva Para Barroso, "este hallazgo extraordinario acerca la Cueva del Ángel a Atapuerca", el yacimiento de la provincia de Burgos declarado Patrimonio Mundial por la Unesco.

Ciertamente, algunas características de esta pieza dental la acercan a poblaciones relacionadas con la Sima de los Huesos de Atapuerca (~430.000 años), en la que ya se observan numerosos aspectos de los neandertales posteriores y con los que existe una estrecha relación genética. El molar de la Cueva del Ángel tiene unas dimensiones pequeñas en comparación con los terceros molares neandertales, dimensiones que son comparables con las de los individuos de la Sima de los Huesos. Por otra parte, el molar de Lucena sólo tiene 4 cúspides principales, mientras que los neandertales tienen 5 cúspides en el tercer molar, y la única población del Pleistoceno Medio y Superior en la que se observan especímenes sin la quinta cúspide es de nuevo la de la Sima de los Huesos.

No obstante, mientras en Atapuerca las excavaciones han profundizado hasta el millón de años, en Lucena se han quedado en torno a los 350.000, si bien el experto considera que, si se mantienen los trabajos, ahora paralizados, podrían llegar hasta los 800.000 años de antigüedad "sin problema".

Aspectos de la corona del diente molar recuperado en la Cueva del Ángel de Lucena. / EL DÍA

El yacimiento de la Cueva del Ángel cuenta con tres áreas: la identificada como la 'chapa', una zona actualmente al aire libre resguardada bajo un techumbre de metal; la 'covacha', una pequeña cavidad, y la 'sima', que sirvió de osario durante miles de años y donde se han recuperado la gran mayoría de restos humanos. El diente perteneciente al homínido, sin embargo, se extrajo bajo la 'chapa', una zona donde se investiga los restos de un gran fuego que habría permanecido encendido durante generaciones, pues los preneandertales tenían capacidad mantener el fuego, pero no sabían hacerlo. "En torno a él se realizaban todo tipo de actividades, como la traída de animales, la descarnación o la ingesta", explica Barroso.

El molar de Lucena, que es el tercer molar inferior derecho, se encuadra en el inicio del Pleistoceno Superior en una fase climática denominada Estadio Isotópico Marino 5, un tiempo que se corresponde cuando neandertales tempranos habitaban el continente.

Presenta características anatómicas típicas de los neandertales y que, por el contrario, son muy infrecuentes en los humanos modernos y otras poblaciones del Pleistoceno. Entre estas características destaca la combinación de una fóvea anterior y una cresta media del trigónido, que es un puente de esmalte que une las dos cúspides mesiales (anteriores) de los molares inferiores. En cuanto a la raíz, a pesar de no conservar el ápice, el molar de la Cueva del Ángel reproduce el patrón de los neandertales que, a diferencia de los humanos modernos, no presentan dos raíces en los molares inferiores, sino que sólo tienen una raíz de forma cilíndrica que puede bifurcarse en su extremo. Además, la cámara pulpar (la cavidad interior de los dientes) de los molares neandertales es grande y alargada verticalmente, característica que se conoce como taurodontismo y que sólo se observa en bajas frecuencias entre los humanos modernos. La micro-CT del molar de la Cueva del Ángel ha permitido observar que se trata de un molar taurodonto.

Vista bucal del molar con la restitución de la corona y la raíz: reconstrucción 3D a partir de la micro-CT del molar con el esmalte en rojo (izquierda), modelo semitransparente con la cavidad pulpar opaca (centro), y modelo sin el esmalte (derecha) que permite apreciar la superficie de la dentina.

Por otra parte, Barroso explica que "En aquella época, los homínidos cazaban y carroñeaban lo que podían, pero tenían necesidades y ante nuevos retos se encontraban soluciones en la Cueva del Ángel", dice Barroso

Habitualmente, se piensa que los individuos iban desnudos, pero aquí se han encontrado útiles exclusivamente destinados a cortar y alisar pieles. "Es la primera vez que esto aparece en el mundo, y nos indica que tenían la necesidad de cubrirse. Y también, posiblemente, sea la primera vez que empezaron a enmangar artefactos, es decir, que construían un mango con resina para hacer la herramienta mucho más efectiva", precisa el paleontólogo.

Foto: Cueva del Boquete Zafarraya (Málaga), donde se ha hallado una mandíbula y un fémur neandertales.

El otro hecho fundamental es el uso del fuego. En Europa y en Asia aparece en torno al 300.000 a.C., pero en la Cueva del Ángel, como mínimo, hay restos de 350.000 años, 50.000 años antes de lo que se pensaba. "Es impresionante. Los homínidos de Atapuerca coinciden en el tiempo con los de la Cueva del Ángel, pero allí no ha aparecido ni un gramo de carbón vegetal", compara. La hipótesis es que, en torno a 400.000 años, como mínimo, los primeros homínidos se asientan en la Cueva del Ángel. Recolectaban el fuego, probablemente ocasionado por un rayo, y lo conservaban durante generaciones.

Desde la covacha, el homínido de la muela vería zonas lacustres y una gran cantidad de agua, lo que ahora es el campo de Aras y el arroyo Salado. El paisaje estaría lleno de manadas de elefantes, rinocerontes, bisontes, caballos, ciervos, jabalíes, osos... "El entorno era para ellos el paraíso. Posiblemente, las manadas no emigraban en verano porque el clima era mediterráneo y había agua todo el año. Lo que da cohesión a este grupo es el fuego, que es el mayor invento de la humanidad. Les permitía procesar los alimentos, destruir bacterias, calentarse y ahuyentar a las fieras", describe Barroso.

La aparición de este molar sitúa a la Cueva del Ángel entre los escasos yacimientos andaluces que han proporcionado fósiles de homininos, entre los que destaca por su número la cueva del Boquete de Zafarraya (Alcaucín, Málaga), excavada por el propio Cecilio Barroso entre los años 80 y 90.

Fuentes: eldiadecordoba.es | andalucíacentro.com | glamourlucena.es | 16 de diciembre de 2022

El caminar erguido pudo haber evolucionado en los primeros homínidos entre los árboles

Un chimpancé macho adulto camina erguido entre las ramas flexibles de las copas de los árboles en un característico hábitat de 'mosaico de sabana' en el Valle de Issa, Tanzania. A pesar de ser un paisaje abierto y seco, los chimpancés del Valle de Issa siguen siendo muy arbóreos y no caminan por el suelo mucho más que los chimpancés que viven en el denso bosque tropical, un hallazgo que respalda la teoría de que la marcha erguida pudo evolucionar en los primeros homínidos en las copas de los árboles y no en el suelo, como se ha venido sugiriendo. Crédito: Rhianna C. Drummond-Clarke.

El bipedalismo humano (caminar erguido sobre dos piernas) pudo haber evolucionado en los árboles y no en el suelo como se pensaba anteriormente, según un nuevo estudio, publicado en la revista Science Advances, en el que han participado investigadores del Colegio Universitario de Londres (UCL), la Universidad de Kent y la Universidad de Duke, los cuales han explorado los comportamientos de los chimpancés salvajes, nuestros parientes vivos más cercanos, en el Valle de Issa, en el oeste de Tanzania, dentro de la región del Valle del Rift de África Oriental.

Conocido como 'mosaico de sabana', una mezcla de paisaje seco y abierto con pocos árboles y zonas de bosque denso, el hábitat de los chimpancés es muy similar al de nuestros primeros ancestros humanos, y fue elegido por permitir a los científicos explorar si este tipo de paisaje semi-despejado podría haber fomentado el bipedalismo entre los mismos.

El estudio es el primero de su tipo en explorar si los hábitats de 'mosaico de sabana' podrían explicar el mayor tiempo que los chimpancés del Valle de Issa pasan en el suelo, y comparar su comportamiento con los estudios sobre otros chimpancés que habitan únicamente en los bosques densos de otras partes de África, incluidos los parques nacionales de Gombe y Mahale en Tanzania.

Locomoción bípeda de chimpancés versus postura bípeda. (A) Comportamientos bípedos en Issa que muestra el porcentaje general de postura bípeda (gris continuo) frente a la locomoción bípeda (punteada, sumado al 100 %), con cada una desglosada para mostrar el uso del bipedalismo en el bosque denso (verde) frente a la sabana con pocos árboles (amarillo). El bipedalismo constituyó principalmente un comportamiento postural en Issa (75% de todas las observaciones bípedas). Aunque el bipedalismo postural no difiere entre los tipos de vegetación, se observa una tendencia hacia una locomoción más bípeda en el bosque. (B) Porcentaje del total de observaciones bípedas como locomoción (punteada) versus postura (gris sólido; sumado al 100%) en cada enclave de chimpancés con datos disponibles. El Valle de Issa tiene el porcentaje más alto de comportamiento bípedo como locomoción, pero no parece haber una relación entre la frecuencia general de bipedismo y el tipo de hábitat. (C) Ejemplo de chimpancés del valle de Issa forrajeando entre el dosel arbóreo.

En general, el estudio encontró que los chimpancés del Valle de Issa pasaban tanto tiempo en los árboles como los chimpancés que viven en bosques densos, a pesar de ser su hábitat más abierto; por tanto, no eran más terrestres, tal como se esperaba.

Además, aunque los investigadores creían que los chimpancés del Valle de Issa caminaban más tiempo erguidos entre la vegetación de la sabana abierta, donde no pueden viajar fácilmente a través de las zonas arboladas, resultó que más del 85% de los casos de bipedismo observados ocurrían precisamente entre las copas de los árboles.

Los autores dicen que sus hallazgos contradicen la teoría, ampliamente aceptada, que sugiere que fue un entorno de sabana abierta y seca lo que alentó a nuestros parientes humanos prehistóricos a caminar erguidos y, en cambio, señalan que pudieron haber evolucionado para caminar sobre dos pies al trasladarse entre los árboles.

El coautor del estudio, el Dr. Alex Piel (izquierda, UCL), dijo: "Naturalmente, asumimos que, debido a que el Valle de Issa tiene menos árboles que los densos bosques tropicales, donde viven la mayoría de los chimpancés, los veríamos con más frecuencia en el suelo que en los árboles. Además, puesto que muchos de los motivos tradicionales que impulsaron el bipedalismo (como cargar objetos o poder ver por encima de la hierba alta, por ejemplo) están asociados con permanecer en el suelo, pensamos que en el Valle de Issa veríamos también más conductas de bipedalismo. Sin embargo, esto no fue lo que encontramos"

"Nuestro estudio sugiere que la retirada de los densos bosques a finales del Mioceno-Plioceno, hace unos cinco millones de años, y los hábitats de sabana más abiertos, no fueron, de hecho, un catalizador para la evolución del bipedalismo. En cambio, los árboles probablemente siguieron siendo esenciales para su evolución, dado que la búsqueda de árboles productores de alimentos probablemente constituyó un fuerte impulsor del bipedalismo".

Para establecer sus conclusiones, los investigadores registraron más de 13.700 observaciones sobre el el comportamiento posicional de 13 chimpancés adultos (seis hembras y siete machos), así como casi 2.850 observaciones de eventos locomotores individuales (p. ej., escalar, caminar, colgarse, etc.), durante el transcurso del estudio realizado durante unos 15 meses. Luego analizaron la relación entre su conducta en los bosques densos y en la sabana con árboles, con el fin de buscar patrones de asociación. De manera similar, anotaron cada caso de bipedalismo y si estaba asociado con estar en el suelo o en los árboles.

Los resultados revelan que, si bien el comportamiento bípedo representó menos del 1% de las posturas registradas, solo el 14% se relacionó con los chimpancés en el suelo. “La mayor parte del tiempo que están erguidos sobre dos patas están en los árboles”, dice Piel, y agregó que "tal comportamiento, al menos entre las ramas, parece estar más comúnmente relacionado con la búsqueda de comida".

Los autores señalan que caminar sobre dos pies es una característica definitoria de los humanos en comparación con los grandes simios, que 'caminan con los nudillos'. Sin embargo, a pesar de su estudio, los investigadores dicen que aún sigue siendo un misterio por qué solo los humanos, a diferencia de los simios, comenzaron a caminar sobre dos pies.

“Es posible que el tiempo que pasaban en el suelo no estimulara el bipedalismo, pero sí pudo haberlo catalizado, pues ya estaba presente”, sugiere Piel. "Y eso encaja perfectamente con el registro fósil, porque todos los primeros homínidos tienen adaptaciones tanto arbóreas como terrestres".

La coautora del estudio, la Dra. Fiona Stewart (izquierda, UCL), declara: "Hasta la fecha, las numerosas hipótesis sobre la evolución del bipedalismo comparten la idea de que los homínidos (ancestros humanos) bajaron de los árboles y caminaron erguidos por el suelo, especialmente en hábitats áridos y abiertos que carecían de cubierta arbórea. Nuestros datos no respaldan eso en absoluto.

"Desafortunadamente, la idea tradicional de que menos árboles equivale a más terrenalidad (hábitat en la tierra) simplemente no se confirma con los datos obtenidos en el Valle de Issa. En lo que debemos centrarnos ahora es en saber cómo y por qué estos chimpancés pasan tanto tiempo en los árboles, y eso es en lo que nos ocuparemos a continuación en nuestro camino por armar este complejo rompecabezas evolutivo".

Fuentes: ucl.ac.uk | theguardian.com | theconversation.com | 14 de diciembre de 2022