Los neandertales del norte de la península ibérica cazaban rebecos de forma sostenible

Rebeco | Foto de Sergio Cuena/Rebecos del Cantábrico

Una investigación revela las características del consumo de cierto tipo de carne por los neandertales del norte de la península ibérica.

El estudio, liderado por investigadores del área de Paleontología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y del Centro Mixto UCM-ISCIII de Evolución y Comportamientos Humanos, todas estas entidades en España, muestra que los humanos del Paleolítico explotaban de forma sostenible a las poblaciones de rebecos (mamífero rumiante ovino parecido a la cabra) en el norte de la península ibérica y que, de acuerdo con los análisis tafonómicos, este pequeño bóvido fue la especie más consumida por los neandertales en la Cueva de Valdegoba, que se encuentra situada a 28 kilómetros de la actual ciudad de Burgos, en España.

El rebeco se encuentra representado principalmente en la unidad D de Valdegoba con más de 4.000 restos, con elementos tanto craneales como postcraneales. Según el material dental hallado en este yacimiento paleontológico, se han identificado como mínimo 114 individuos, 26 inmaduros y 88 adultos.

En el estudio publicado recientemente, el equipo internacional de Guillermo Rodríguez-Gómez (UCM, izquierda) ha combinado diferentes metodologías para obtener información paleobiológica de esta población de rebecos que explotaron los neandertales. Por un lado, se ha profundizado en la reconstrucción y análisis de los perfiles de mortalidad y supervivencia de esta población mediante el uso de herramientas metodológicas como tablas de vida, las matrices de Leslie-Lewis y los diagramas ternarios. Por otro lado, se han obtenido estimaciones de las masas corporales de los individuos que formaban esta población a través del estudio de restos postcraneales.

Los resultados de este trabajo muestran que los rebecos de Valdegoba tenían características ecológicas similares a las poblaciones de rebeco actuales del Pirineo y los Alpes, siendo algo mayor la masa corporal de la población paleolítica. Además, la estructura de edad de esta población muestra que los neandertales pudieron consumir a los rebecos sin provocar el colapso de la población, es decir, de forma sostenible, ya que estaría creciendo a juzgar por el patrón de mortalidad registrado en el yacimiento.

Por último, según estas estimaciones ecológicas y del gasto metabólico de los neandertales, estos humanos tendrían que haber explotado una superficie mínima (seguramente bastante mayor) de entre 60 y 99 kilómetros cuadrados para cubrir la demanda de carne que habría representado el rebeco en sus dietas. De acuerdo con diversos análisis tafonómicos (parte de la paleontología que estudia los procesos de fosilización y formación de los yacimientos de fósiles), “los neandertales tuvieron un acceso primario a los rebecos, siendo esta la especie más cazada, explican los autores.

Localización geográfica de la Cueva de Valdejoba, Burgos.

Este estudio abre las puertas a otros análisis similares de otros grandes herbívoros de la región para caracterizar mejor los comportamientos cinegéticos y alimenticios de los pobladores de la meseta norte durante el Paleolítico Medio.

En el estudio también han colaborado investigadores de diferentes instituciones como el BÜCHI Labortechnik (Suiza), la Aix Marseille Université (Francia), la Universidad de Burgos (España) y la Universidad Isabel I (España).

El estudio se titula “Paleoecology of the Southern chamois from Valdegoba Cave (Burgos, Spain) and its exploitation by the Neanderthals”, y se ha publicado en la revista académica Lethaia.

Fuentes: noticiasdelaciencia.com | 17 de enero de 2023

China presenta más de 220 guerreros de terracota hallados en una nueva excavación

El Mausoleo del Emperador Qin Shihuang, que alberga el famoso ejército de guerreros de terracota, presentó este jueves los nuevos hallazgos producidos durante la excavación de la sima número 1 del yacimiento, que incluyen el descubrimiento de más de 220 nuevos guerreros, recoge hoy la prensa local.

La tercera excavación de la sima número 1, que comenzó en 2009, cubre un área total de 430 metros cuadrados, en la que se han recuperado más de 220 soldados de terracota, 16 caballos de cerámica, cuatro carros y otras reliquias como armas y herramientas de producción, informó el organismo, citado por el diario Global Times.

Gracias a los datos recabados durante la excavación, los investigadores chinos han establecido los tipos y la disposición de las armas utilizadas por los Guerreros de Terracota, así como las formaciones y patrones del misterioso ejército subterráneo. "Los expertos han podido esclarecer cómo se ensamblaron las figuras de terracota y descubierto que se aplicaban decoraciones detalladas en las estatuas ya esculpidas antes de ensamblar los brazos al tronco".

El imponente ejército de Guerreros de terracota. Wikipedia

Asimismo, los arqueólogos detectaron ruinas en el túnel que da acceso a la sima, que serían vestigios de "intentos de entrada al sitio arqueológico", según investigadores citados por el medio The Paper.

"Dado que el túnel se excavó sin producir daños significativos, es obvio que los que trataron de acceder a la sima estaban familiarizados con la estructura del ejército de guerreros de terracota", explicó el arqueólogo Zhang Ying al Global Times, que añadió que "pudo tratarse de gente que había participado en la construcción del recinto".




El Ejército de Terracota, situado en las afueras de Xian (centro), está formado por miles de estatuas que simbólicamente protegen la tumba del primer emperador de la China unificada, Qin Shihuang, quien gobernó entre los años 221 y 210 antes de nuestra era.

Estas estatuas originales fueron descubiertas por un campesino en 1974 en un huerto de granadas y se consideraron uno de los hallazgos arqueológicos más destacados del siglo XX, siendo uno de los monumentos que más turismo atraen en el país.

Fuente: elmundo.es | 13 de enero de 2022

Revelan cómo era el rostro de Ramsés II en la plenitud de su mejor momento, hace 3.200 años en Egipto

El software de «regresión de edad» se utilizó para determinar cómo se habría visto el faraón en su mejor momento, aproximadamente a la edad de 45 años. | Crédito: Laboratorio facial de la Universidad John Moores de Liverpool.

El rostro de Ramsés II fue ampliamente reconocido en el Imperio Egipcio por su intención de liberar al territorio de cualquiera que no fuera egipcio. Durante décadas, los esfuerzos militares del faraón se enfocaron en proteger a su territorio de una invasión de migrantes, que huían, asimismo, de las decisiones férreas de su tierra de origen.

El mandato de Ramsés II, además de documentarse en la Biblia, se caracterizó por profundas campañas militares. Tanto así, que extendió sus dominios desde la actual Siria hasta Nubia, que hoy conocemos como Sudán del Sur. A más de 3,200 años de su fallecimiento, un equipo de científicos ‘trajo a la vida’ al faraón nuevamente, con un modelado en 3D de su rostro, alrededor de la mitad de su vida. Esto es lo que sabemos.

La momia de Ramsés II fue encontrada en 1881 en el sur de Egipto; en algún momento fue parcialmente desenvuelto para mostrar su cabeza momificada. (Crédito de la imagen: G. Elliot Smith; "Catálogo General Antiquites Egyptiennes du Musee du Caire: The Royal Mummies"; Wikimedia Commons)

¿Cómo se veía el faraón Ramsés II realmente?

Ramsés II fue un hombre longevo —incluso para los parámetros contemporáneos. De acuerdo con los registros de Britannica, el faraón murió a los 90 años. Aún a pesar de que sus restos dan fe de su edad avanzada, los investigadores de la la Universidad John Moore —en su FaceLab— reconstruyeron su rostro con una técnica conocida como «envejecimiento al revés».

A partir de su cráneo y restos momificados, los científicos utilizaron un modelado tridimensional para obtener cómo era el rostro de Ramsés II en los días próximos a su muerte. Sin embargo, los esfuerzos no se detuvieron ahí.

Por el contrario, los radiólogos egipcios indagaron en cómo se veía el faraón en la plenitud de su juventud, hacia la mitad de su vida. Y lo consiguieron: el retrato digital que encabeza el post lo muestra alrededor de sus 45 años. Al respecto, la directora de FaceLab, Caroline Wilkinson, explica lo siguiente sobre el proceso:

«Llevamos a cabo un proceso de regresión de edad tridimensional para eliminar algunos de los signos del envejecimito, a fin de representarlo en su mediana edad, en la cima de su poder», detalla la especialista en una entrevista a Live Science.

Luego se agregó a la reconstrucción facial la coloración del cabello y la piel basada en lo que se cree que era común en el antiguo Egipto. | Crédito: Laboratorio facial de la Universidad John Moores de Liverpool.

Para reconstruir el rostro de una persona, explica Wilkinson, es necesario partir del cráneo. Con ello, se consideran dos enfoques:

  • Aproximación facial: utiliza datos promedio, plantillas y perfiles biológicos para producir un rostro
  • Reconstrucción facial: un intento más detallado de determinar el aspecto de una persona en particular, en el que se pueden agregar colores y texturas, dijo.

En el caso del Rostro de Ramsés II, los investigadores del Reino Unido llevaron los esfuerzos un poco más allá. Reunieron los datos del faraón para hacer una reconstrucción mucho más detallada: a partir del retrato digital, realizaron una representación facial en 3D. Podría ser que, por primera vez en milenios, el mundo pueda reconocer al faraón casi en persona.

Fuente: National Geographic | 12 de enero de 2022

Los últimos neandertales de la Península se mudaron al sur en busca de hervíboros

Foto: Recreación de un neandertal durante una cacería.

La desaparición de los neandertales es una cuestión clave en el conocimiento de la Prehistoria y uno de los grandes misterios de la evolución humana. Por eso, cada cierto tiempo se publican hipótesis nuevas o complementarias sobre lo que pudo llevar a esta especie, que habitó en Europa y Asia durante más de 350.000 años, a su extinción hace 50.000-30.000 años, justo cuando empezaron a aparecer los primeros Homo sapiens. Una de las últimas tesis la ha aportado un equipo de investigadores de la Universidad de Cantabria (UC), en colaboración con científicos de Alemania y Reino Unido.

En un artículo publicado en la revista Nature Ecology and Evolution, los autores concluyen que los cambios bruscos y rápidos en las condiciones climáticas que se produjeron durante la transición del Paleolítico Medio al Superior (hace 50.000-30.000 años) tuvieron un fuerte impacto en la disponibilidad de los alimentos que los neandertales consumían (principalmente animales herbívoros). Además, los hechos coinciden en el tiempo con la aparición del Homo sapiens, una especie más avanzada que la neandertal, tanto genética como tecnológicamente, que explotaba sus mismos recursos y ocupaba idénticos paisajes y nichos, lo que pudo influir en el declive de esta especie en la Península.

La investigación de la UC, que se enmarca en el proyecto ERC-Subsilience, financiado por el Consejo Europeo de Investigación, se basa en la información obtenida en yacimientos arqueológicos de Serbia, Croacia, Italia, Francia y la península ibérica.

"Iberia fue el lugar idóneo para empezar a investigar, porque es la zona de la que más información tenemos desde el punto de vista arqueológico, tanto de últimas poblaciones de neandertales como de las primeras de humanos modernos", cuenta Ana B. Marín-Arroyo (izquierda), coautora del estudio y líder del Grupo de Evolución Humana (EvoAdapta) de la UC.

El problema era que la información estaba muy desorganizada. "El primer paso fue compilar todos los datos para conocer cómo fue el proceso de desaparición espaciotemporal de los neandertales. Teníamos muchas fechas que nos decían cuándo habían desaparecido en cada zona (hace 35.000 años en Murcia, 45.000 años en la región cantábrica.), pero no existía una imagen global de la Península. Eso nos permitió observar que los neandertales desaparecieron primero en la zona cantábrica, después en la meseta y finalmente en las zonas litorales mediterráneas", añade la investigadora.

Al mismo tiempo, los científicos querían saber cómo influyó el medio ambiente en ese proceso. El Paleolítico Superior coincide con la segunda mitad del último periodo glacial, en el que el clima se enfrió a nivel global y extensas zonas de la superficie terrestre fueron ocupadas por casquetes de hielo que alcanzaron los 3 km de espesor en las islas británicas y el norte de Francia. La península ibérica, por su parte, tenía una temperatura similar a la que tienen los territorios que están a 2.000 km hacia el norte de nuestro país y las nieves perpetuas se encontraban en las principales cordilleras por encima de los 1.500 metros de altitud. De ahí que, además de animales comunes como los caballos salvajes o lo ciervos, también se hayan encontrado en la Península restos arqueológicos de fauna característica de la Edad del Hielo, como renos, rinocerontes lanudos o mamuts.

Foto: Recreación de un grupo de neandertales alrededor de un fuego.

Latitudes más bajas

Esto pudo motivar que las poblaciones se dispersasen hacia latitudes más bajas. Para comprobarlo, los investigadores estimaron la productividad primaria, que es la cantidad de kilos en materia vegetal por unidad de extensión en el entorno, de cada uno de los yacimientos, de forma continua, entre los 55.000 y los 30.000 años antes del presente. "Esta biomasa vegetal es la base de la pirámide trófica, de modo que el impacto negativo del clima sobre ella afecta a los siguientes niveles de la cadena, como los animales herbívoros y los humanos, en este caso los neandertales", explica Marco Vidal Cordasco (izquierda), coautor del estudio e investigador asociado de la UC.

Tras correlacionar los datos, comprobaron que en la región cantábrica hubo un desequilibrio drástico en el ecosistema que coincidió con el momento en que los neandertales dejaron de habitar en esa zona. "Lo que observamos es que no desaparecen, sino que bajan hacia el sur, hacia la meseta castellana y el litoral mediterráneo, donde perviven otros 5.000 años, pues allí las condiciones climáticas son más estables y tanto la biomasa vegetal, como animal, se mantienen", cuenta Vidal.

Es decir, "al contrario de lo que se había planteado hasta ahora de que los neandertales se habían replegado a zonas más empobrecidas por la llegada arrasadora del 'Homo sapiens', nuestro análisis muestra que, en realidad, las últimas poblaciones de neandertales se desplazaron y replegaron latitudes más meridionales en busca de las zonas en las que todavía existía sustento para su propia supervivencia (más herbívoros), hasta que al final desaparecen", agrega Marín-Arroyo.

Estas conclusiones sugieren que las causas de la desaparición de los neandertales difirieron entre las diversas regiones de la península ibérica. El estudio muestra que las regiones mediterráneas fueron más estables y, durante los momentos fríos de la transición, pudieron albergar una mayor biomasa de herbívoros de tamaño medio-grande. Esta consecuencia permite explicar por qué los neandertales desaparecieron primero en la Región Cantábrica y, tiempo después, en el sur peninsular.

Fuentes: heraldo.es | unicam.es | 16 de enero de 2023

Un análisis de ADN antiguo revela que en la Grecia de la Edad del Bronce los matrimonios se realizaban entre primos hermanos

Familia de la Edad de Bronce cosechando grano. © Nikolá Nevenov.

Un equipo internacional de investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, logra conocimientos completamente nuevos sobre las reglas del matrimonio y las estructuras familiares de la Edad del Bronce en Grecia. Los análisis de genomas antiguos muestran que la elección de los cónyuges estaba determinada por el propio parentesco.

Cuando Heinrich Schliemann descubrió las tumbas de pozo de Micenas, ricas en oro, con sus famosas máscaras doradas, hace más de 100 años, solo podía especular sobre la relación que mantenían entre sí las personas enterradas en ellas. Ahora, con la ayuda del análisis de genomas antiguos, ha sido posible obtener, por primera vez, información sobre las reglas de parentesco y matrimonio en la Creta minoica y la Grecia micénica.

Un equipo de investigación del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, junto con un equipo internacional de socios, llevó a cabo el análisis de más de 100 genomas de personas de la Edad del Bronce del Egeo. "Sin la gran cooperación de nuestros socios en Grecia, y en todo el mundo, esto no hubiera sido posible", dice el arqueólogo Philipp Stockhammer (izquierda), uno de los autores principales del estudio, el cual ha sido publicado en la revista Nature.

Primer árbol genealógico biológico de una familia micénica

Gracias a los recientes avances metodológicos en la producción y evaluación de conjuntos de datos genéticos antiguos, ahora ha sido posible producir una gran cantidad de los mismos incluso en regiones con problemas de preservación del ADN debido a las condiciones climáticas, tal como Grecia. En una aldea micénica del siglo XVI a. C., incluso ha sido posible reconstruir el parentesco de los habitantes de la casa, el primer árbol genealógico que hasta ahora ha sido reconstruido genéticamente para toda la antigua región mediterránea.

Aparentemente, algunos de los hijos todavía vivían en la aldea de sus padres en la edad adulta. Al menos sus hijos fueron enterrados en una tumba bajo el patio de la finca. Una de las esposas que se casaron en la casa trajo a su hermana a la familia, ya que su hijo también fue enterrado en la misma tumba.

La conocida figura de una diosa minoica, artísticamente apropiada y representada sosteniendo cadenas de ADN en lugar de serpientes. La población nace de su cuerpo "antiguo". La genealogía naranja y roja se refiere al hallazgo de la investigación de la endogamia entre primos hermanos y primos segundos. © Eva Skourtanioti.

Era costumbre casarse con el primo hermano

Sin embargo, otro hallazgo fue completamente inesperado: en Creta y las otras islas griegas, así como en el continente, era muy común casarse con un primo hermano hace 4.000 años. "Se han publicado más de mil genomas antiguos de diferentes regiones del mundo, pero parece que un sistema tan estricto de matrimonio entre parientes no existía en ningún otro lugar del mundo antiguo", dice Eirini Skourtanioti (derecha), autora principal del estudio. que realizó los análisis. "Esto fue una completa sorpresa para todos nosotros y plantea muchas preguntas".

Sobre cómo se puede explicar esta regla particular del matrimonio, el equipo de investigación solo puede especular. "¿Tal vez esta fue una forma de evitar que las tierras de cultivo heredadas se dividieran cada vez más? En cualquier caso, garantizaba una cierta continuidad de la familia en un lugar, que es un requisito previo importante para el cultivo de aceitunas y uvas, por ejemplo", sospecha Stockhammer. "Lo que es seguro es que el análisis de genomas antiguos continuará brindándonos nuevos y fantásticos conocimientos sobre las estructuras familiares antiguas en el futuro", agrega Skourtanioti.

Cuadro de vida: recolección de aceitunas en la Edad del Bronce del Egeo. © Nikolá Nevenov

Por otra parte, y en general, el estudio demuestra, tras el análisis de los genomas estudiados procedentes de Creta, el continente griego y las islas del Egeo, y que abarcan desde el Neolítico hasta la Edad del Hierro, que los primeros agricultores de Creta compartían la misma ascendencia que otros neolíticos contemporáneos del Egeo. Por el contrario, el final del período Neolítico y en la siguiente Edad del Bronce Temprano estuvieron marcados por el flujo de genes "orientales", los cuales eran predominantemente de origen anatolio en Creta.

También se pudo confirmar hallazgos previos de ascendencia adicional procedente de Europa Central y del Este en el continente griego en la Edad del Bronce Medio, período en el que se intensificó la influencia del continente sobre Creta. La conexión biológica y cultural dentro del Egeo también está respaldada por el hallazgo referido de la endogamia consanguínea, practicada a altas frecuencias y sin precedentes en el registro mundial de ADN antiguo.

Fuente: Instituto Max Planck | 16 de enero de 2023