El yacimiento de Galleguillos (León) alumbra una 'mansio' romana de tiempos del imperio que podría ocultar mosaicos

Restos humanos localizados en Galleguillos de Campos (Sahagún, León).

No era un secreto que en las afueras de Galleguillos de Campos, una pedanía de Sahagún, aparecían restos arqueológicos durante las tareas agrícolas con relativa frecuencia. La sorpresa llegó al meter una de las tuberías del Canal de Payuelos en el margen del camino conocido como 'la zamorana', en el Pago del Santo.

Allí comenzaron a aparecer esqueletos que, si en un primer momento llegaron a la treintena, ahora suman cerca de ochenta. Todos ellos componen una necrópolis en un yacimiento romano cuyo informe está a punto de ser entregado.

Pero el equipo de arqueólogos no se queda aquí en el hallazgo. Por su ubicación, a los pies de una calzada romana, todo apunta a que la necrópolis pertenecía a una 'mansio' o a una villa, en la que ya se ha descubierto un hipocausto (sistema de calefacción romano) y diversas teselas, que hablarían de la posible existencia de mosaicos en la zona.
Sea como fuere, se trata de un yacimiento alto y bajo imperial, como apunta el arqueólogo Luis Alberto Villanueva, que ha trabajado en el informe que se entregará en abril sobre este yacimiento.


El asentamiento romano, que tendría un tamaño intermedio propio de los que surgían junto a una vía de comunicación como es la calzada romana encontrada junto a él, ha sufrido un importante grado de arrasamiento tanto por la actividad agrícola como por las piezas que han sido retiradas por visitantes furtivos.

Toca esperar pues a que la iniciativa pública o privada ponga los fondos necesarios para investigar más sobre los huesos y la zona, en un estudio que Villanueva señala como «muy interesante». «Se tenía constancia de un pequeño yacimiento, pero es más grande de lo que pensábamos», concluye.

La muralla de León no es romana ni del siglo IV, según la arqueólga Rocío Fernández Ordás

La arqueóloga Rocío Fernández Ordás es autora de una tesis que cambia por completo la autoría y la cronología de las murallas leonesas. FERNANDO OTERO.

La historia de la muralla de León nunca ha encajado. La primera cuestión es por qué los romanos iban a construir cuatro murallas durante cinco siglos. ¿No tenían otra cosa que hacer?

La arqueóloga Rocío Fernández Ordás decidió no dar nada por sentado y revisar las fuentes y la cronología. Sin prejuicios. Cuando su investigación estaba a punto de concluir, un descubrimiento inesperado en 2009 dio al traste con todo su trabajo. Durante las obras de restauración de los cubos 2 y 3 de la muralla —en el lienzo de las Clarisas—, comenzaron a aparecer lápidas funerarias. Las 55 estelas estaban ‘embutidas’ en los muros. En teoría habían sido reutilizadas en unas formidables obras de refuerzo de la fortaleza que rodeaba el campamento romano a finales del siglo III. Algunos historiadores aventuraron entonces que la muralla de cubos era más antigua de lo que se creía.
Una década después Fernández Ordás acaba de presentar una ‘revolucionaria’ tesis doctoral sobre las fortificaciones leonesas. «Reconozco que es una tesis controvertida», dice.

En primer lugar asegura que hubo tres y no cuatro fases constructivas. Y la primera muralla no la erigieron ninguna de las dos legiones que siempre se asocian al origen de León, la VI Victrix y la VII Gémina. La arqueóloga defiende que la conquista del noroeste de Hispania se produce desde el sur, desde el Duero. «Hemos cerrado muchas hipótesis que no encajaban». Por eso ella apunta a que la primera muralla fue obra de la Legio V o la X, dos legiones muy vinculadas a la VI; incluso tampoco descarta que pudiera ser de la Legio I —a quien Agrippa castigó privándole del uso del apellido de Augusta—.

Cortes de las murallas en Ruiz de Salazar, que llevan al descubierto desde el año 2009.

En todo caso, adelanta su fecha de construcción al siglo I antes de Cristo. «Las fases de la muralla se han interpretado de forma diacrónica, es decir, de forma sucesiva; y tal vez no fue así. Desmiento la cronología cerrada que se ha dado hasta ahora».

Fernández Ordás ‘se carga’ la empalizada de madera. No comparte con otros historiadores que esta fuera la primera defensa de los recién llegados legionarios. En su opinión, sería insostenible, con el clima leonés, que una muralla de madera y tierra resista 70 años, tiempo que como mínimo permaneció la Legio VI hasta que es trasladada a Germania por orden de Vespasiano. Revisando las fuentes romanas —con una reciente traducción de Estrabón— y cotejándolas con las excavaciones y la epigrafía, la arqueóloga construye un relato diferente sobre las murallas.

La ‘segunda muralla’, comúnmente conocida como la de sillarejo, por el material empleado, sí la habría erigido la Legio VI. Por tanto, Fernández Ordás abre el debate sobre su atribuida cronología flavia y sobre las posibilidades de que la muralla estuviese ya parcial o totalmente realizada cuando la legión VII Gemina se instaló en el campamento leonés en el año 74. Los ingenieros romanos habrían preservado esta fortificación hasta la disolución del destacamento de la Legio VII. La última muralla no se hace para reforzar la que había, sino que ya entonces la de sillarejo estaba arruinada.

Las dos murallas junto a San Isidoro. La muralla de cubos, según la autora de la tesis, "es medieval y la muralla de sillarejo de piedra posiblemente no fuera obra de la Legio VII"

Esta experta —que trabajó hace más de una década en las excavaciones del Castrum Iudeorum— afirma que la actual muralla de cubos fue construida entre el siglo V y el X. «No es de la época tetrárquica, bajo ningún concepto», afirma.
Si bien los romanos eran maestros del reciclaje, como se ha comprobado en la propia muralla leonesa, donde se reutilizaron frisos, columnas, basas, fustes, sillares o ladrillos procedentes de otros edificios, había un material ‘intocable’: las estelas funerarias, consideradas monumentos sagrados. Rocío Fernández Ordás considera inadmisible que en el siglo IV (fecha comúnmente aceptada de construcción de la muralla de cubos) los romanos emplearan en ella las lápidas de sus abuelos.

A partir de ahí construye dos hipótesis:

En la primera hipótesis sostiene que en el año 409 los suevos se instalan en el Noroeste en virtud de un pacto con los romanos. En el 438 arrasan poblaciones hispanorromanas como Lugo o Astorga, pero no León. En esta ciudad permanecerán casi dos siglos. Es posible que para defenderse de los ataques visigodos los suevos construyan la muralla de cubos, que es tres metros más alta que la de sillarejo. Los suevos ya no tendrían ningún reparo en usar como material las lápidas romanas.
«A los leoneses se nos olvida que León fue suevo durante 175 años y, exactamente igual que después la reina Elvira, los suevos tenían motivos para construir la muralla porque tenían a los visigodos ‘empujando’. Tenían los conocimientos –porque habían venido atravesando la Galia y Germania y habían visto murallas de cubos romanas– y también seguramente tiempo y medios».


Foto: Muralla de León

La segunda hipótesis es que la muralla se construyese en el siglo X, durante la regencia de Elvira García. Alfonso V sucede en el trono a su padre a la edad de cinco años, quedando bajo la tutela de su madre Elvira García hasta el año 1008, cuando llega a la mayoría de edad con catorce años. Recuerda Fernández Ordás que las mujeres de la monarquía leonesa fueron grandes constructoras y mecenas. La reina Elvira, apunta, «tenía los medios –con el patrimonio del Infantado de San Pelayo a su disposición– y también los motivos –Almanzor acababa de destruir la muralla leonesa y todavía su hijo Abd al-Málik la destruyó en 1002–». Además, a esto añade que «teníamos aquí a un montón de mozárabes que venían de Córdoba y que podían haber traído esa forma de construcción. Se sabe, por ejemplo, que se estaba rehaciendo la muralla de Zamora por mozárabes e incluso que un mozárabe rico la estaba financiando y nada de esto se ha tenido en cuenta».
Su tesis, titulada "Las fortificaciones leonesas desde la antigüedad a la Edad Media en el contexto del Noroeste peninsular", ha verificado la documentación alto y plenomedieval, «especialmente las alusiones a la nueva construcción de una muralla en la ciudad de León en torno al año 1000, tras las incursiones de Almanzor, en las crónicas de Sampiro y Lucas de Tuy, y sus posteriores interpretaciones por historiadores como los padres Flórez y Risco, que han sido desechadas en ocasiones, desacertadamente, por arqueólogos e historiadores actuales».

Fuentes: diariodeleon.es | lanuevacronica.com| 31 de marzo de 2019

Descubren un nuevo termopolio en Pompeya

Pintura hallada en el termopolio de una ninfa Nereida sobre un caballo - EFE

Un nuevo termopolio, el local que se usaba en la antigua Roma como restaurante, ha sido hallado durante nuevas excavaciones en el yacimiento arqueológico de Pompeya, la ciudad sepultada por la erupción del Vesubio en el año 79 d.C.

El termopolio, descubierto en el cruce entre el callejón de las Bodas de Plata y el de los Balcones, está parcialmente excavado, según informó el Parque Arqueológico de Pompeya en un comunicado. Este nuevo hallazgo se encuentra precisamente en uno de los frentes de exploración actual, que afecta a los más de 3 kilómetros de perímetro de una área aún no excavada.

Ánforas halladas en el termopolio que servían para conservar alimentos.

En la antigua Roma, los termopolios eran lugares donde se servían bebidas y comida caliente, por lo que se les considera de algún modo los precursores de los actuales restaurantes o bares e incluso de los establecimientos de comida rápida. Estaban presentes en todo el mundo romano, donde era común salir a comer o a cenar fuera de casa. Solo en Pompeya se contabilizan ya cerca de ochenta termopolios. También se han descubierto varias ánforas frente a la barra del bar, que los antiguos romanos usaban para conservar la comida.


Pintura hallada en el termopolio al lado de la ninfa Nereida

De hecho, en el mostrador de este antiguo restaurante se pueden ver dos pinturas: la figura de una ninfa nereida sobre un caballo y en un entorno marino y ánforas dibujadas. Estos establecimientos ya eran conocidos en Pompeya, pero, según las declaraciones de la directora interina del yacimiento arqueológico, Alfonsina Russo, recogidas en el comunicado, «su valor esta vez ha sido encontrar uno co ntodos los objetos que acompañaban la actividad comercial».


Pompeya fue arrasada y sepultada por el Vesubio junto con otras ciudades aledañas como Herculano o Estabia y no fue hasta 1748 cuando se produjo su descubrimiento, convirtiéndose con el tiempo en una de las áreas arqueológicas más importantes de Italia.

Fuentes: abc.es | msn.com | 30 de marzo de 2019

Patrones de dieta y movilidad en los últimos neandertales y primeros humanos modernos

Restos óseos recuperados en la Cueva de Spy (Bélgica) ofrecen pistas sobre la dieta y la movilidad de los neandertales.

Un nuevo estudio internacional indica que los neandertales y los primeros humanos modernos probablemente tenían dietas muy similares, lo que contradice la suposición de que los neandertales se extinguieron porque su dieta no era lo suficientemente variada.

Ahora bien, los humanos modernos pueden haber tenido una ventaja porque eran más móviles y tenían mejores conexiones en distancias largas, según un equipo encabezado por el Dr. Christoph Wißing (izquierda), de la Universidad de Tübingen. Junto con colegas del Centro Senckenberg para la Evolución Humana y el Paleoambiente (HEP), en Tübingen, Bélgica, Francia, España, Japón y los Estados Unidos, comparó datos de isótopos de huesos fósiles de los últimos neandertales, de los primeros humanos modernos y de animales, obteniendo nuevas conclusiones sobre la nutrición y migración de las especies humanas investigadas y los ecosistemas de la época. Los resultados del estudio han sido publicados en Scientific Reports.

En el Pleistoceno tardío había dos especies diferentes de humanos en Europa: los neandertales y nuestros primeros ancestros humanos modernos, los cuales convivieron durante varios miles de años. En el estudio, los científicos compararon datos de isótopos estables de los enclaves de Tercera Cueva de Goyet, Cueva de Spy y Cueva de Scladina, en Bélgica, así como en el yacimiento al aire libre de Lommersum, en Alemania. Goyet es el único sitio de Europa donde se han encontrado a la vez restos de los últimos neandertales y de los primeros humanos modernos. "Ello nos da la oportunidad de reconstruir y comparar la ecología de ambos tipos de humanos", dice Christoph Wißing.

Localización de los enclaves prehistoricos analizados en el estudio.

El equipo descubrió que las dos especies tenían dietas similares, cada una de ellas cazaba grandes mamíferos como mamuts y rinocerontes lanudos. Pero parece que fue la llegada de los humanos modernos lo que aumentó la presión sobre la población de mamuts cuya reproducción era lenta.
El análisis isotópico sugiere que la historia de movilidad individual de los humanos modernos difería considerablemente. Los autores plantean la hipótesis de que existían redes transregionales más variables, más amplias y probablemente más fuertes por parte de los humanos modernos, y que una utilización más intensiva de los recursos y un intercambio más eficiente de ideas, y posiblemente de personas (mujeres), fueron más constantes en los primeros humanos modernos que en los neandertales en ese momento, los cuales parecen haber sido menos móviles.

Proporciones relativas (en %) de las diferentes especies de presas en la ingesta de proteínas de los humanos modernos y neandertales tardíos. Téngase en cuenta que el mamut es la presa más importante que contribuye sistemáticamente con un mínimo de 20% de proteína dietética en ambos tipos de humanos.

Los investigadores encontraron que los neandertales de Spy eran muy "locales", pues cazaban la mayoría de sus presas en zonas del actual territorio belga. Sin embargo, los neandertales de Goyet obtenían la mayor parte de sus presas fuera del ecosistema local y, por lo tanto, se clasificaron como no locales. Es más, los huesos de estos neandertales muestran evidencias de canibalismo intensivo. La mayoría de los huesos neandertales de Goyet tienen rastros de descarnamiento, desarticulación y fracturas. Esto contrasta con los neandertales "locales" de Spy, cuyos huesos no muestran signos de despiece. Por otro lado, sigue sin estar claro de dónde vinieron los neandertales de Goyet, si murieron en la cueva o si sus huesos fueron transportados allí.

Fuente: phys.org.com | 14 de marzo de 2019

Hallan en la antigua ciudad de Laodicea (Turquía) una gran estatua del emperador romano Trajano

Los arqueólogos de la antigua ciudad de Laodicea, en la provincia occidental de Denizli (Turquía), han desenterrado una grandiosa estatua de Trajano, uno de los más grandes emperadores romanos, que se remonta al año 113 d.C.

La estatua probablemente puede ser considerada como una de las más singulares de su tipo en términos de tamaño y complejidad. Tiene una altura de tres metros y fue desenterrada debajo de una fuente en 356 piezas después de haberse roto debido a un terremoto. Junto al emperador hay otra estatua mucho más pequeña que representa a un soldado enemigo con las manos atadas detrás de la espalda.
Las excavaciones se han llevado a cabo bajo la dirección del profesor Celal Şimşek (izquierda), el cual dijo que "La escultura es uno de los artefactos más importantes descubiertos en los últimos 15 años", y añadió que "La inscripción más importante y más larga de la era antigua, la "Ley del agua", también se descubrió en 2015 junto con los restos de esta escultura”.

“Descubrimos que la estatua se hizo en el año 113 d.C., dado que el emperador murió en el año 117. Hasta ahora se han desenterrado muchas esculturas de Adriano, pero esta del emperador Trajano es de muy alta calidad. Debió haber sido realizada por un artista que vio al emperador en persona. Las características del retrato de su cara son realmente complejas y detalladas. Trajano fue un auténtico emperador soldado que expandió el Imperio Romano a sus límites más lejanos y lo hizo muy próspero", agregó el profesor.


Trajano aparece representado con un chitón corto y un manto -digno de atención- que cae de su hombro y sostiene su brazo izquierdo. “Las imágenes de la armadura se pueden observar muy claramente. En la parte superior de la misma está el trueno de Júpiter, el dios celestial del trueno. Medusa se encuentra justo en el centro del pecho, lo cual es importante porque muestra el lado amedrentador del emperador. Hay dos grifos recíprocos [una criatura legendaria con el cuerpo, la cola y las patas traseras de un león], que son el símbolo del dios Apolo, el dios que protegía las bellas artes. Con esto, lo que viene a la mente es que el emperador protegió las bellas artes en su época", explica Şimşek.

“En medio de los dos grifos hay un jarrón de agua hacia el que estiran una de sus patas delanteras. Dada la inscripción de la 'Ley del Agua', ello muestra que el emperador se preocupó de hacer un acueducto hasta Laodicea con arcos y cañerías hechas de travertino, para lo cual proporcionó 30.000 denarios. He realizado su cambio al dinero de hoy en día y se trataría de unas 300.000 liras turcas. Después de eso, puesto que Laodicea era una ciudad muy rica, construyeron una gran estatua del emperador y la colocaron en la fuente de agua. Quizás gentes de todo el mundo quieran venir y ver el trabajo de recuperación arqueológica que venimos realizado aquí. El hallazgo de esta estatua es importante en este sentido, y, en términos de proporción y retrato, estamos verdaderamente felices de haberla encontrado", concluye.


Fuentes: hurriyetdailynews.com | trt.net.tr | 30 de marzo

Lucus Asturum tuvo una «evidente» relación comercial con Lucus Augusti

Últimas excavaciones realizadas en el asentamiento de Lucus Asturum. / IMANOL RIMADA.

Lucus Asturum comienza, poco a poco, a desvelar sus secretos. Ayer la Casa de Cultura de Lugo acogió la charla 'Retomando la investigación de Lucus Asturum. Trabajos más recientes'.
Esperanza Martín, arqueóloga responsable del equipo que realizó los últimos trabajos sobre el terreno explicó que «lo que habíamos propuesto como una aproximación cronológica tiene un refrendo claro en los materiales», y adelantó que la labor de limpieza de piezas como las monedas halladas en el enclave permiten tener «las fechas más centradas».

Apuntó, en este sentido que, por ejemplo, la cerámica de una zona como la de cloacas se extrajo con mucho sedimento. Una vez liberado del mismo «se ve claro de dónde proceden». Entre los hallazgos más interesantes fruto de la investigación, la arqueóloga citó que, de manera «evidente», el asentamiento «tenía comercio claro con Lucus Augusti».


La responsable del equipo que trabajó en la zona durante los meses de septiembre y octubre del pasado año indicó que existen monedas que prueban que las termas del enclave aún existían y funcionaban en el 350 después de Cristo.

Continuar el trabajo

La arqueóloga considera que «es imprescindible continuar con los trabajos de investigación». «Para su exposición y para dar algo más va a requerir más excavaciones, seamos nosotros o no», dijo. «El enclave requiere más intervenciones, tanto si lo quieres visualizar como enseñar y dar datos exactos». Y es que «con una excavación de un mes o dos hemos sacado toda esta información... imagina con más tiempo».

Considera que Lucus Asturum se diferencia de otros asentamientos de la región, caso de Veranes, por su tamaño y porque se enfrenta al «expolio secular». «A Lucus Asturum ha llegado gente en los últimos 2.000 años a llevarse piedras». «Cuando un enclave está abandonado no sabemos hasta qué punto está intervenido por la mala mano del hombre», añadió la arqueóloga durante su intervención.

Fuente: elcomercio.es | 27 de marzo de 2019