El enclave arqueológico de Tombos abre una ventana a la civilización nubia que floreció en el antiguo Sudán

Hace miles de años, la gente de esta parte de Sudán usaba tumbas subterráneas para enterrar a sus muertos. Crédito: Michele R. Buzon, CC BY-ND

Montículos circulares de rocas salpican el paisaje desértico en el enclave arqueológico de Tombos, en el norte de Sudán. Revelan túmulos: las tumbas funerarias subterráneas utilizadas al menos desde el año 2500 a. C. por los antiguos habitantes que llamaron a esta región Kush o Nubia. Como bioarqueóloga que excava y analiza restos óseos humanos, junto con sus ajuares funerarios relacionados, trabajo en Tombos desde hace más de 20 años.

Las discusiones sobre la historia antigua en África están dominadas por el surgimiento de Egipto. Pero hubo varias sociedades que alcanzaron un gran poder en el valle del río Nilo desde mediados del III milenio a. C., incluido este vecino del sur de Egipto, a menudo eclipsado. A pesar de que la antigua Kush rivalizó y, en ocasiones, conquistó Egipto, ha habido una relativa falta de atención moderna a esta civilización. La investigación de principios del siglo XX amplió la comprensión de los académicos sobre el antiguo Kush, pero las interpretaciones tenían sesgos coloniales y racistas que a menudo oscurecían las fortalezas y los logros de esta civilización.

Soy codirectora, con Stuart Tyson Smith, de las excavaciones en Tombos. Estos entierros le cuentan a nuestro equipo arqueológico muchos aspectos de la vida y la muerte en este lugar hace milenios. Al igual que los que viven a lo largo del río Nilo en la actualidad, los pueblos antiguos se enfrentaron a varios desafíos, incluidos los cambios ambientales, las transiciones sociopolíticas y las interacciones con otros grupos. También es importante para nuestros descubrimientos sobre el pasado compartir nuestros hallazgos con la comunidad local y apoyar a los sudaneses que desean seguir carreras de arqueología.

Iluminando la vida y la muerte en Tombos

Los restos de los antiguos habitantes de Tombos revelan información sobre su actividad física , así como sobre infecciones y nutrición. Condiciones tales como enfermedades cardíacas, cáncer y los efectos del trabajo duro dejan marcas en el cuerpo humano que brindan información sobre la epidemiología de la enfermedad en el pasado. Nos ayudan a rastrear los factores que juegan un papel en las condiciones de salud y su contexto social. Por ejemplo, hemos encontrado los restos de una mujer adulta y un niño que vivían con un trastorno del crecimiento, lo que demuestra que las personas con diferencias físicas se incorporaron a la sociedad. Al analizar los isótopos, o formas de elementos químicos, incorporados en los dientes de los habitantes, podemos reconstruir dónde pueden haber vivido durante la infancia.

A medida que el equipo descubre lo que hay debajo de la tierra, aprendemos acerca de los miembros individuales de la comunidad antigua. Por ejemplo, hemos encontrado los restos de una mujer mayor que vivió hasta los 60 años y padeció artritis, una mujer más joven cuyo entierro incluyó un bebé y una mujer de mediana edad con una canasta llena de pequeñas figuritas rotas, cuentas y otros objetos. Descubrir personas que aparentemente vivieron diferentes tipos de vidas le permite a nuestro equipo crear una imagen de quién poblaba Tombos cuando estaba prosperando.

A lo largo de su longitud, el Nilo tiene seis cataratas: lugares rocosos con aguas poco profundas y de rápido movimiento. Tombos está en la Tercera Catarata. Crédito: Michele R. Buzon, CC BY-ND

Las estructuras de las tumbas nos muestran cómo las personas querían representarse a sí mismas y a sus familias públicamente después de la muerte. Podemos vincular la posición del cuerpo y los artefactos que acompañan a los entierros a diferentes prácticas culturales y religiosas. Un entierro bien provisto de un hombre de mediana edad incluía tanto una cama como un ataúd, combinando las prácticas tradicionales nubias y egipcias. La tumba también contenía cuencos de bronce, una caja de madera decorada, una pila de amuletos que fueron tratados como objetos mágicos y un alijo de armas de hierro, lo que demuestran el uso temprano del hierro en Nubia.

Descubrimos que cuando los egipcios gobernaron a los nubios durante el imperio Nuevo, alrededor del año 1200 a. C., algunos inmigrantes egipcios y habitantes locales seleccionaron tumbas de cámara y pirámides del estilo egipcio para sus entierros. Al mismo tiempo, algunas personas en Tombos también usaron la estructura de tumba del túmulo local similar a las tumbas anteriores en Nubia, lo que muestra cuánto variaba la gente en sus elecciones sobre el entierro

Miembros del equipo de investigación excavando una estructura de entierro de túmulo. Michele R. Buzon, CC BY-ND.

Involucrar a los habitantes de hoy con los hallazgos del pasado

La capacidad de nuestro equipo arqueológico para construir con éxito una imagen de las personas del pasado se basa en un compromiso activo y cercano con la comunidad local. Nuestras interacciones con los residentes de la ciudad, a través del trabajo arqueológico, conversaciones informales durante el té y presentaciones formales de nuestros hallazgos, nos han demostrado que están orgullosos de los pueblos antiguos de la región y desean que ellos mismos y los demás sepan más sobre ellos.

Una reciente conferencia y discusión que mi colega sudanés, Remah Abdelrahim Kabashi Ahmed, y yo tuvimos con las mujeres de Tombos nos mostró cuán curiosas son sobre el pasado y el presente. Remah, que se está formando en bioarqueología, y yo respondimos preguntas como: ¿Qué tipo de medicina usaba la gente entonces? ¿Qué edad tenía el bebé cuando murió? ¿Por qué la gente puso una cama y joyas en su tumba? Notan que el uso de camas en entierros antiguos se parecen a las elaboradas en tiempos recientes. Y preguntan si nosotras, como mujeres, encontramos el trabajo físicamente difícil.

Mohamed Faroug Ali en una estructura de tumba revestida de piedra. Stuart Tyson Smith, CC BY-ND

Es importante destacar que nos dicen que quieren más presentaciones, pues los miembros masculinos de su familia que trabajan con nosotros en el sitio arqueológico no comparten con ellas lo que hemos encontrado. Como resultado, hemos ampliado nuestro alcance de muchas maneras, incluida la colaboración con las escuelas locales para producir algunos materiales didácticos sobre arqueología, historia local y hallazgos en el sitio de Tombos. También recibimos a una maestra y sus alumnos en un recorrido por el sitio para vean nuestras excavaciones abiertas.

Trabajamos en estrecha colaboración con el organismo administrativo sudanés que supervisa la investigación arqueológica, la Corporación Nacional de Antigüedades y Museos. Pero esto no es suficiente. Es importante que los investigadores extranjeros estudien el pasado en colaboración con socios de la comunidad y colegas académicos sudaneses. Estas asociaciones son pasos vitales en el trabajo conjunto para crear nuevos conocimientos sobre la historia antigua de la región y mejorar las perspectivas racistas y excluyentes de investigadores anteriores.

Un recorrido por el sitio realizado por una clase de quinto grado es parte de la contribución de los arqueólogos a la comunidad local. Michele Buzon, CC BY-ND

El miembro del equipo de Tombos, Mohamed Faroug Ali, arqueólogo sudanés de la Universidad Internacional de África, en Jartum, dirigió la creación del Centro de Investigación Arqueológica Estadounidense de Sudán con el objetivo de fomentar la investigación y la colaboración internacional en Sudán. Hemos realizado conferencias virtuales y brindado becas para estudiantes sudaneses que buscan títulos en arqueología. En este sentido, estamos trabajando para desarrollar un programa de grado en la Universidad Internacional de África.

Nuestro objetivo es apoyar la formación de sudaneses para que la población local, con conexiones más directas con la civilización antigua que estamos estudiando, pueda participar en estos proyectos arqueológicos en todos los niveles. Promover y practicar una investigación ética que incluya a las personas que viven hoy en el área es tan importante para el equipo de Tombos como aprender más sobre la vida de sus antiguos habitantes.

El equipo arqueológico prioriza compartir sus hallazgos con la comunidad local, en particular con las mujeres, que es menos probable que trabajen en el sitio como jornaleras. La autora es tercera por la derecha. Michele R. Buzon, CC BY-ND

Fuente: theconversation.com| 12 de abril de 2022

El mecanismo de Anticitera, 'se puso en marcha' en el año 178 a. C., según sugiere un nuevo estudio

Este es el aspecto que habría tenido el mecanismo de Anticitera si se hubiera desmontado hace unos 2.000 años. Crédito de la imagen: Tony Freeth/UCL.

El misterioso mecanismo de Anticitera, considerado por algunos como la primera computadora del mundo, se "puso en marcha" por primera vez el 22 de diciembre de 178 a. C., según han descubierto un equipo de científicos.

Descubierto en 1901 por buceadores de esponjas en un naufragio de la era romana cerca de la isla griega de Anticitera, la elaborada computadora antigua, que parece un artilugio del tamaño de una caja de zapatos con engranajes y diales que tienen numerosas inscripciones diminutas inscritas en ellos, podría predecir eclipses y determinar cuándo se realizaron diversos juegos atléticos griegos, entre otras funciones.

A lo largo de los años, los investigadores han ensamblado minuciosamente los muchos fragmentos que lo componen para descubrir cómo se creó y cómo se habría utilizado hace unos 2000 años. Hay muchas preguntas respecto a este dispositivo: ¿Quién lo hizo? ¿Dónde vivían? ¿Por qué lo crearon y qué fecha de inicio tuvo? Ahora, un equipo de científicos ha determinado esa fecha de "puesta en marcha" y publicado su investigación en la revista digital arXiv de la Universidad de Cornell, ubicada en Ithaca, New York.

Sin embargo, otros científicos que no han estado implicados en el estudio ponen en duda esta afirmación, y han comunicado a Live Science que la fecha de inicio auténtica probablemente era el año 205 a. C.

Los fragmentos del Mecanismo de Anticitera vistos desde ambos lados. Además de los siete fragmentos con letras A–G, también hay setenta y cinco fragmentos pequeños 1–75. Se conservan en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas.

En su nuevo artículo, los investigadores especifican una serie de razones por las que creen que el 22 de diciembre de 178 a. C. fue la fecha de inicio del mecanismo de Anticitera, que es la fecha más temprana en la que se basan todos los cálculos realizados al respecto. Es algo así como el cero absoluto de temperatura en la escala Kelvin.

Por un lado, hubo un eclipse solar ese día que duró más de 12 minutos. En segundo lugar, al día siguiente, 23 de diciembre, fue el solsticio de invierno, un día importante entre muchos pueblos antiguos. También señalan que el festival de Isia, que se celebraba en honor de la diosa egipcia Isis, se llevaba a cabo tanto en Egipto como en Grecia en ese momento, y está vinculado a los eclipses lunares y solares. Además, las fases de la Luna comenzaban el 22 de diciembre de ese año, escribe el equipo en su artículo.

Esta combinación de eventos creó una "coincidencia muy específica y única", constituyendo un día de inicio memorable, relatan los investigadores. "La fecha de comienzo del mecanismo debía ser una característica importante y fácil de detectar", dice Aristeidis Voulgaris (izquierda), autor principal del artículo y líder de la Functional Reconstruction of Antikythera Mechanism -The FRAMe Project.

Es posible que quienquiera que hizo el mecanismo de Anticitera (que es otra pregunta sin resolver, con algunos expertos sugiriendo que Arquímedes fue el ingeniero que elaboró tal maravilla), fuese testigo de ese día y recordaba los eventos cósmicos acaecidos, pero no hay forma de estar seguro sobre ello. "Por lo general, para realizar cálculos de tiempo, es más común seleccionar una fecha del pasado reciente en lugar de una del futuro, especialmente durante la Antigüedad, cuando los cálculos de tiempo y las predicciones para un gran lapso de tiempo eran más inciertos y dudosos que en la actualidad", escriben los investigadores. "Este hecho también podría ser la razón más probable de la construcción del mecanismo de Antikythera en esa época".

Esta fecha de inicio es importante porque es la fecha en la que se basarán todos los cálculos que utilice el mecanismo. "Para utilizar un instrumento de medición, se necesita un punto de referencia antes de llevar a cabo el procedimiento de medición", dice Voulgaris. Al igual que un calendario que necesita una fecha fija, como el 1 d. C., quien hubiera utilizado el mecanismo de Anticitera necesitaba una fecha de inicio en la que basar todos los cálculos.

Tal fecha es uno de los misterios de esta maravilla mecánica que quedan por resolver. Investigaciones anteriores han logrado descifrar muchas de las inscripciones y comprender para qué se usaban la mayoría de los engranajes y diales. En 2021, un equipo de académicos anunció la creación de un modelo informático del mecanismo que creen que es preciso.

Detalles de las inscripciones de los mecanismos la placa posterior.

Los eruditos reaccionan

Live Science contactó con varios académicos no implicados en esta investigación para conocer sus opiniones sobre los hallazgos ofrecidos. Muchos no pudieron responder en el momento de la publicación, pero los que lo hicieron se mostraron escépticos.

"No es un artículo que pueda resistir una revisión por pares competente", dijo en un correo electrónico Alexander Jones, profesor de Historia de las Ciencias Exactas en la Antigüedad en el Instituto para el Estudio del Mundo Antiguo de la Universidad de Nueva York. "Hay muchos problemas con estudio realizado, los cuales van desde problemas importantes hasta problemas menores que, sin embargo, son sintomáticos de la falta de una buena base en el contexto amplio de la astronomía y la ciencia antigua", dijo Jones.

Por ejemplo, Jones señaló que "la fecha de inicio sugerida pondría al mes de Kraneios, una temporada inscrita en el mecanismo de Anticitera que está asociada con el vino, en el mes de febrero, lo que no es un mes particularmente bueno para la recolección de las uvas maduras", subraya Jones.

Dos artículos publicados en 2014 (aquí y aquí) mostraron que la fecha de inicio fue en el 205 a. C., agregó Jones. Esos dos documentos mostraron "que la secuencia de predicción del eclipse se había calculado para un intervalo único de 223 meses lunares que comenzó en el 205 a. C.", dijo Jones. "Este mecanismo estaba programado para comenzar el 12 de mayo de 205 a. C., y comenzaba y terminaba con un eclipse lunar".

Fuentes: livescience.org | arstechnica.com | 14 de abril de 2022

El MARQ se adentra en el universo del Coliseo de Roma con una exposición sobre gladiadores inédita en España

El presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón (en el centro), el embajador de la República de Italia en España, Riccardo Guariglia (a su izquierda), la diputada de Cultura, Julia Parra (a su izquierda), entre otras autoridades, en la inauguración de la exposición "Gladiadores. Héroes del Coliseo".

El MARQ (Museo Arqueológico de Alicante) ha presentado ‘Gladiadores. Héroes del Coliseo’, la primera exposición internacional que llega a Alicante en colaboración con el Coliseo de Roma. La propuesta se podrá visitar hasta el 16 de octubre y reúne 140 piezas originales, algunas de ellas inéditas en España, procedentes de ocho museos e instituciones italianas.

El presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, y la vicepresidenta y diputada de Cultura, Julia Parra, han inaugurado este mediodía la muestra junto al embajador de la República de Italia en España, Riccardo Guariglia, la doctora Carlotta Caruso, del comité científico de la exposición y conservadora técnico asistente de las colecciones de las Termas de Diocleciano de Roma (Museo Nazionale Romano), el director del MARQ, Manuel Olcina, y el director gerente de la Fundación CV-MARQ, José Alberto Cortés.

Al acto han acudido, además, la jefa de la oficina de Cooperación Cultural y de la oficina de prensa de la Embajada de Italia en España, Teodora Danisi, el cónsul honorario de Italia en Alicante, Danilo Angelini, y la delegada provincial de ASISA-Alicante, Paula Giménez.

Carlos Mazón ha destacado “la extraordinaria calidad de esta muestra con la que esperamos batir récord de visitantes gracias a la colaboración con la República Italiana, con la que nos unen muchos lazos”, y ha resaltado la puesta en escena de la exposición. “Nunca mejor que hoy se juntan la cultura y la historia con lo tecnológico, lo moderno y lo avanzado ofreciendo al visitante una conjunción magnífica”, ha indicado en este sentido.

Asimismo, Mazón ha puesto en valor la apuesta de la Diputación de Alicante en esta legislatura por la cultura. “La apuesta por la cultura no es solo un acto de generosidad o una concesión a este ámbito, sino que es la propia cultura y nuestra historia la que nos ayuda de forma decisiva a reactivar la economía”, ha señalado el presidente, quien ha insistido, al respecto, que este tipo de proyectos culturales “no son un gasto sino una inversión”.

Por su parte, Julia Parra ha manifestado durante la inauguración que “nuestro museo alcanza su 90 aniversario en su mejor momento en cuanto a prestigio y, con ‘Gladiadores. Héroes del Coliseo’, vuelve a ser el mejor anfitrión, lugar destacado de encuentro entre culturas, un punto de excelencia en investigación y un espacio de visita imprescindible”.

La titular de Cultura ha destacado la trayectoria internacional de la exposición, con destinos como Bélgica, Dinamarca, Países Bajos, Australia y Francia. “Ahora por primera vez visita España y, como viene siendo habitual, y lo digo con orgullo, Alicante es su punto de encuentro con piezas que nunca antes habían sido expuestas fuera de Italia y nuevos contenidos”. Estos se han desarrollado de forma expresa para la exhibición del MARQ, donde se contará con una destacada presencia de recursos audiovisuales y adaptaciones para personas con dificultades sensoriales.

Riccardo Guariglia ha confirmado el respaldo de la Embajada Italiana a esta nueva muestra "que contribuye a profundizar en las relaciones bilaterales entre España e Italia". Sobre su contenido, ha remarcado que "presenta con un enfoque científico innovador la figura del gladiador con todos los matices".

Bajo el comisariado de la que fue directora del Coliseo de Roma durante más de 20 años, la doctora Rossella Rea, en estrecha colaboración con los equipos técnicos del museo alicantino, ‘Gladiadores’ tiene como objetivo ilustrar el mundo de estos combatientes en sus múltiples complejidades a través de una cuidada exhibición de objetos de arte y piezas originales, pero también a través de réplicas y maquetas modernas, tecnología interactiva de vanguardia, gráficos, escenografías y otros dispositivos multimedia.

Entre los nuevos contenidos que por primera vez acompañan esta muestra, cabe señalar un espacio propio donde se habla de las mujeres luchadoras, así como información de los juegos en la Hispania romana o de los grafitos encontrados en Pompeya. Asimismo, hay una sección con reseñas a la figura de este combatiente en el cine, la literatura y el arte moderno.

Por otra parte, la propuesta se ha adaptado al espacio del Museo en el sentido más amplio y, además de contar con un nuevo servicio de radioguías para las visitas guiadas, se ha incorporado por primera vez en un museo en España la tecnología de posicionamiento “Soocial” que permite un control dinámico de los aforos en tiempo real, con un contador digital que facilitará el análisis de movimiento y los recorridos elegidos por los visitantes, qué piezas son las que han generado más interés o el tiempo medio de estancia. Julia Parra ha señalado que “este importante avance, que se incorporará también en breve en otros museos nacionales, nos pone a la cabeza de la vanguardia tecnológica”.

La diputada ha anunciado también que, paralelamente a la exposición, el MARQ ha programado un extenso programa de actividades en colaboración con la asociación “Hispania Romana”, entre las que destacan recreaciones históricas tanto en los jardines del Museo como en el yacimiento Lucentum, charlas, talleres y visitas teatralizadas.

La exposición se compone de cerca de 140 obras originales pertenecientes a ocho centros prestadores: Museo Cívico de Rieti, el Museo Antiquario Alda Levi de Milán, el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, el Museo de las Termas de Diocleciano de Roma, el Museo Arqueológico Nacional de Aquileia, el Parque Arqueológico de Paestum, el Parque Arqueológico del Coliseo de Roma y la Sopraintendencia de Beni Culturali de Bolonia.

Entre la selección, destacan las piezas de armamento, objetos quirúrgicos o de aseo personal y otros relacionados con su alimentación. También se exponen diversas piezas en piedra tallada procedentes de algunos de los coliseos más importantes del mundo romano. La muestra se acompaña de diversos maniquíes que harán comprensible al público los tipos de gladiadores más habituales, una gran maqueta interactiva del Coliseo de Roma, paneles explicativos, audiovisuales y una importante apuesta didáctica dirigida a los menores que visiten el MARQ del 13 de abril al 16 de octubre de este 2022.

Durante la jornada de hoy, y con motivo de su inauguración, la entrada al museo será gratuita y a partir de mañana se cobrará a un precio de 3 euros la individual y de 6 la que incluye visita guiada. Además, se ofrecerán descuentos para distintos colectivos. “Estamos haciendo más accesible todavía la cultura a los alicantinos y a los visitantes”, ha concluido Mazón.

Fuentes: elperiodico.com | lasprovincias.es | 13 de abril de 2022

Descubren un hábitat neandertal al aire libre de más de 120.000 años en Aspe (Alicante)

Vista general de la excavación del yacimiento de Los Aljezares (Aspe, Alicante) el pasado mes de julio.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Valencia (UV), Universidad de Alicante (UA), el Institut des Sciences de l'Évolution de Montpellier (Francia) y el Museo de Arqueológico de Bilbao han descubierto en Aspe (Alicante) un hábitat neandertal al aire libre de más de 120.000 años en el Paraje Natural de Los Aljezares.

Históricamente, el registro arqueológico del Paleolítico europeo y, concretamente, de la península ibérica, procede de la información proporcionada por yacimientos situados en cuevas. La mayor parte de las excavaciones arqueológicas en los últimos 150 años se han llevado a cabo en este tipo de emplazamientos, por lo que existe muy poca información con la que explicar qué ocurría fuera de ellas, tanto desde un punto de vista del comportamiento humano como de los patrones de asentamiento.

Durante el Paleolítico medio, periodo en el que vivieron los neandertales, estas poblaciones también se asentaron en campamentos al aire libre. Es el caso del yacimiento de Los Aljezares que, según el profesor de la UV Aleix Eixea "constituye uno de los pocos ejemplos de este tipo en la península ibérica y el único en el ámbito valenciano en el que se han podido documentar dos niveles arqueológicos en su posición original, ricos en materiales líticos, faunísticos y arqueobotánicos, y bien datados temporalmente".

Jaime Cuevas (izquierda) y Aleix Eixea (derecha) observando algunos de los restos arqueológicos aparecidos en la campaña de 2021.

Eixea también apunta que "los resultados obtenidos en su estudio muestran que este yacimiento sirvió como punto de paso de las poblaciones neandertales entre la costa y el interior de la península ibérica dentro de una amplia red territorial que los diferentes grupos utilizarían para abastecerse de recursos bióticos y abióticos, fundamentalmente la configuración de sus herramientas de piedra (raederas, puntas de lanzas, etc.) y el procesado y consumo de los animales que cazaron (ciervos y caballos)".

El estudio geológico de los depósitos en los que se encuentra el yacimiento de Los Aljezares ha permitido definir un paisaje y clima muy distinto al actual. Este trabajo, junto con la datación del yacimiento, ha sido llevado a cabo por el profesor del Departamento de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente de la Universidad de Alicante, Jaime Cuevas, que afirma que "se puede enmarcar el yacimiento durante el Último Máximo Glacial (hace unos 20.000), un periodo con un clima algo más cálido y húmedo que el actual, donde el entorno de la cuenca del Vinalopó en este sector estaba caracterizado por áreas llanas con un sistema de lagunas en lugar de la compleja red de barrancos que podemos observar actualmente. Esta configuración pudo favorecer la ocupación de los neandertales en un paisaje accesible, con agua estable y recursos bióticos cercanos".

El Paraje Natural Municipal de Los Algezares, en Aspe (Alicante). Aspe Turismo.

A partir del análisis de las marcas de uso dejadas en estos soportes de piedra, también se han podido atestiguar el uso de útiles hechos en madera pero que no se han conservado. Así pues, este estudio pone de manifiesto la importancia de los yacimientos al aire libre durante el Paleolítico medio y cómo estos han pasado desapercibidos en la investigación. En este sentido, Los Aljezares aporta claves relevantes para entender mejor la ecología, adaptación y dinámica de los estilos de vida de los neandertales que habitaron en la península ibérica.

En los próximos meses, con la ayuda y colaboración de la Asociación Cinco Ojos. Observatorio de Patrimonio y el Ayuntamiento de Aspe, los trabajos de campo se retomarán con el objetivo de ampliar la información disponible.

Herramientas líticas encontradas en el yacimiento de Los Aljezares, Aspe, (Alicante).

Fuente: alicanteplaza.es | 14 de abril de 2022

La primera fecha del calendario maya aparece en lo más profundo de la pirámide 'Las Pinturas' (El Petén, Guatemala)

Estos fragmentos recogen uno de los días del calendario Tzolkin, con el punto y la raya del número siete y la cabeza de un ciervo.

En 2001 un grupo de arqueólogos encabezados por William Saturno descubrió una nueva ciudad maya semioculta en la selva de El Petén, en Guatemala. El lugar conocido como San Bartolo destacaba por su pirámide construida en fases sucesivas, una sobre otra. La llamaron Las Pinturas, así en español, por uno de los tesoros que encontraron en la primera cámara: murales pintados en vivos colores que recuerdan a los frescos de la Pompeya romana. Entre ilustraciones de sus dioses y el origen del mundo, había una de las primeras muestras de la escritura de la civilización mesoamericana. Ahora, se ha identificado la primera referencia al calendario maya en dos fragmentos de mural encontrados en lo más profundo de Las Pinturas. El hallazgo muestra que los mayas organizaban el tiempo de forma ritual mucho antes de lo que se creía.

Pirámide maya de 'Las Pinturas'.

Boris Beltrán era estudiante de la Universidad de San Carlos de Ciudad de Guatemala cuando entró en el equipo de excavaciones de San Bartolo en 2004. Hoy es codirector del Proyecto Arqueológico Regional San Bartolo-Xultun y recuerda cómo, cuatro años más tarde, encontró la primera referencia al calendario maya: ”Cuando hallamos los fragmentos en el centro de la pirámide, no nos dimos cuenta de lo que era, pero no dejaba de repetir, son pinturas, son pinturas”. Su colega, la Dra. Heather Hurst, arqueóloga de la universidad Skidmore College (Estados Unidos) y codirectora del yacimiento, repetía que “no puede ser, no puede ser”. Pero era. Allí encontraron más de 7.000 fragmentos de murales pintados sobre el estuco de las paredes. Usando la datación por radiocarbono de restos de madera carbonizada del relleno, han podido calcular que estas pinturas de la fase temprana se habrían plasmado sobre el yeso hace entre 300 y 200 años antes de esta era, unos dos siglos antes que las pinturas de la primera cámara.

Mural norte. Detalle del Dios del Maíz con rasgos olmecas.

Mural Oeste. Detalle. Representación del Rey (Ahau) haciendo un sacrificio de sangre.

“Fueron los propios mayas los que derribaron la pared para ampliar la pirámide. Pero el cuidado con que desmontaron el mural, cómo retiraron el repello, cómo lo depositaron en el interior de la cámara... Como si fuera una regla constructiva de los mayas. Cuando se hace una nueva estructura, entierran la anterior. No se rompe y se tira sin más, es algo sagrado, como si enterraran a la familia”, dice Beltrán. “Cuando pintaban una imagen, los mayas creían que el acto de pintarla daba vida a la figura. Así que cuando llegaba el fin de su uso, debían de retirarla con respeto”, añade Hurst.

Los arqueólogos, Dra. Heather Hurst y Boris Beltrán.

Durante más de 10 años, Hurst, Beltrán y otros arqueólogos, como el director del Centro Mesoamérica de la Universidad de Texas en Austin (Estados Unidos) David Stuart, que participó en el descubrimiento inicial, han intentado resolver este rompecabezas de 7.000 fragmentos. Con el concurso de sofisticadas tecnologías de imagen y su conocimiento acumulado sobre la civilización maya han logrado recomponer escenas que muestran el origen del mundo según los mayas, de sus dioses, como el del maíz o al dios sol levantándose sobre la montaña... Pero también han encontrado glifos que dan nuevas pistas sobre aspectos claves de aquella civilización. Una es la primera referencia escrita al gobernador emparejada a una figura en un trono en pinturas de 100 años antes de esta era, primera evidencia de un rey siglos antes de los famosos reyes de Tikal, Ceibal o Palenque. Existía ya una organización social compleja y una jerarquía del poder.

Ilustración más clara del glifo.

Ilustración de detalle del día venado 7 Venado en el mural de San Bartolo #4778. Dibujos de David Stuart.

Entre los miles de fragmentos hay dos que hacen referencia al Tzolk’in, el calendario sagrado. Los detalles de su hallazgo acaban de ser publicados en la revista científica Science Advances. Clasificados como #4778, en uno de los trozos se observa un punto y una raya horizontal. Le falta un trozo y ahí, sostienen los investigadores, debía ir un segundo punto. Los mayas escribían el número 7 con dos puntos encima de una línea. Entre la parte inferior de este primer fragmento y el segundo se percibe con claridad la cabeza de un ciervo o venado. Y el siete venado es uno de los días del Tzolk’in. Formado por 260 días que “recuerdan a la duración de la gestación humana”, comenta Hurst, el almanaque no tiene meses. En su lugar, se compone con 20 días representados por glifos y contados del 1 al 13 de forma cíclica. Al siete venado le seguía 8 estrella, 9 jade/agua, 10 perro, 11 mono…

Fragmentos de pintura mural sobre bloques de mampostería asociados a la estructura de Ixbalamqué, fase arquitectónica Sub-V (300 a 200 a. C.) con imágenes digitales (izquierda) e ilustraciones (derecha) de los fragmentos: (A y B) #6366 con texto jeroglífico y pigmento rojo; (C y D) #6375 a 6376 con cuatro glifos (parciales) de un texto jeroglífico y pintura figurativa policromada; y (E y F) #6368 con la imagen del dios maya del maíz del período Preclásico Tardío. Imágenes de Heather Hurst y William Saturno y dibujos de Heather Hurst y David Stuart.

La relevancia del hallazgo del siete venado reside en que "se trataría de la fecha más antigua registrada, en este caso en un mural”, según Beltrán. Pero debían de llevar usándolo mucho tiempo. San Bartolo ya existía hace unos 400 años de esta era. El propio estilo de los escribas “tan depurado”, como destaca Hurst, sugiere una tradición que venía de más atrás. Además, aunque los mayas y otros pueblos de Mesoamérica tenían distintas formas de organizar el poder y sociedades diferentes, usaban el mismo calendario ritual visto en San Bartolo, un calendario que siguen usando las comunidades indígenas.

Para los descubridores del siete venado, San Bartolo aún tiene muchos secretos por desvelar. Algunos siguen dentro de la pirámide. Pero otros están fuera. Hasta la ciudad llegan o parten de ella cuatro calzadas. “San Bartolo está en el centro de algo, ahora tenemos los ojos puestos en saber donde acaban estos caminos”, dice la arqueóloga Heather Hurst.

Fuentes: elpais.com | dw.com | hermesinstitur.org | 13 de abril de 2022

Así influyó el clima del pasado en la distribución de las especies humanas sobre la Tierra

Hábitats de tres especies humanas (círculos coloreados) y los periodos dominantes de superposición de hábitats, que pueden considerarse como un indicador de las sucesiones de especies. Axel Timmermann.

La distribución de las especies de homininos (u homínidos) a lo largo de los últimos dos millones de años estuvo muy influenciada por los cambios en el clima de la Tierra, según revela un estudio publicado en la revista Nature. El trabajo, liderado por Axel Timmermann, director del Centro de Física del Clima del Instituto de Ciencias Básicas, en Corea del Sur, aporta importantes conclusiones sobre la historia de la evolución humana.

La Tierra gira alrededor del Sol en una elipse cuya forma cambia en periodos de entre 100.000 y 400.000 años. Además, el eje de la Tierra no solo modifica ligeramente su inclinación, sino que también se tambalea con un período de 20.000 años.

Estos fenómenos, llamados los llamados ciclos de Milankovitch, determinan la cantidad de radiación solar que recibe cada lugar de nuestro planeta en una latitud y un momento determinados, y provocan que se vayan alternando ciclos cálidos con otros fríos, y ciclos húmedos con otros secos. A su vez, los cambios en el clima influyen en la disponibilidad de alimento, que está ligada a la supervivencia humana, a la adaptación, y da lugar a migraciones.

Un mapa creado por un superordenador

Esta hipótesis ya había sido planteada con anterioridad, pero hasta ahora no se había creado un modelo que la demostrara. Los investigadores combinaron la base de datos más extensa de restos fósiles bien fechados y artefactos arqueológicos en la supercomputadora Aleph, del Instituto de Ciencias Básicas en Daejeon (Corea del Sur), una de las más avanzadas en su campo. Así, incluyendo 3.200 entradas de datos, crearon el mapa climático de los dos últimos millones de años en la Tierra y cómo el Homo sapiens, el Homo neanderthalensis y el Homo heidelbergensis (los tres grupos de homininos u homínidos más recientes) se movieron de África a Europa y Asia y las superposiciones entre especies.

“Al combinar la simulación de un modelo climático realista con una extensa base de datos fósiles y arqueológicos, hemos podido demostrar, con una alta confianza estadística, que el cambio climático del pasado determinó dónde habrían de vivir los antiguos humanos, dónde se solapaban en sus hábitats y cómo estos y sus preferencias alimentarias cambiaron con el tiempo debido a la adaptación evolutiva”, explica a SINC Timmermann (izquierda).

La investigación también describe cómo algunas especies humanas de mediados del Pleistoceno se convirtieron en migrantes y comenzaron a conquistar distintos hábitats.

Para probar la solidez del vínculo entre el clima y los hábitats humanos, los científicos repitieron su análisis, pero con las edades de los fósiles mezcladas, como si fuera una baraja de cartas. Si el cambio climático no hubiese influido en dónde y cuándo vivieron los humanos, ambos métodos darían como resultado los mismos hábitats. Sin embargo, los investigadores encontraron diferencias significativas en los patrones entre los tres grupos. "Este resultado implica que, al menos durante los últimos 500.000 años, la secuencia real del cambio climático pasado, incluidos los ciclos glaciales, desempeñaron un papel central en la determinación de dónde vivían los diferentes grupos de homínidos y dónde se han encontrado sus restos", señala Timmermann.

a - e Distribución de especies de homininos en África y Eurasia calculada a partir de un modelo de distancia de Mahalanobis utilizando datos envolventes climáticos de cuatro dimensiones de temperatura topográficamente reducida, precipitación y cambios de productividad primaria neta simulados durante 2 millones de años y las ubicaciones y edades de los yacimientos fósiles y arqueológicos. La idoneidad del hábitat promediada en el tiempo (sombreado de azul a blanco) que cubre el período de presencia de los homininos respectivos se puede interpretar en términos de probabilidad, con valores que van desde 0 (hábitat inadecuado) a 1 (hábitat extremadamente adecuado). Los círculos de colores representan las ubicaciones de los fósiles y/o artefactos arqueológicos asociados con los cinco grupos de homininos.

Condiciones climáticas adversas

En concreto, el trabajo se centra en la especiación entre el Homo heidelbergensis euroasiático y los neandertales hace 400.000 años y el Homo heidelbergensis del sur de África y el Homo sapiens hace entre 300.000 y 200.000 años.

El estudio muestra que los cambios en los parámetros climáticos que controlan la disponibilidad de recursos alimentarios, como la temperatura, las precipitaciones y la producción primaria neta terrestre —una medida de la cantidad neta de carbono capturada por las plantas cada año—, tuvieron un gran impacto en la distribución, dispersión y diversificación de los homininos.

Las perturbaciones climáticas masivas (como las sequías en el sur de África) provocaron una reducción del tamaño de las poblaciones, lo que, a su vez, pudo provocar una disminución del acervo genético. Este acervo es el catálogo de alelos —formas que pueden adoptar los genes— presentes en todos los miembros de una población, y determina su capacidad para adaptarse a circunstancias y sobrevivir. Como consecuencia, solo los subgrupos genéticamente más adaptados al entorno sobrevivirían.

“Las condiciones climáticas duras y persistentes pueden crear una presión de selección y una deriva genética que, a su vez, puede conducir a eventos de especiación y a una transición gradual de una especie a otra”, explica el investigador.

La especie humana primitiva Homo heidelbergensis (se muestra el cráneo) podría haber sido capaz de extenderse por la Tierra debido a que surgieron condiciones climáticas más húmedas y favorables a la migración, según un modelo climático. Crédito: Reuters/Félix Ordóñez/Alamy Stock Photo.

El clima determinó lo que somos

La siguiente cuestión a resolver era si los hábitats de las diferentes especies humanas se superponían en el espacio y el tiempo, para saber si el clima también fue otra de las causas de la evolución. A partir del análisis de estas zona de contacto, los investigadores derivaron un árbol genealógico de los homininos, según el cual los neandertales- y probablemente también los denisovanos- evolucionaron de la familia euroasiática del Homo heidelbergensis hace unos 500.000 a 400.000 años, mientras que las raíces del Homo sapiens -el único vivo en la actualidad- se remontan al sur de África y a poblaciones de Homo heidelbergensis tardío, hace unos 300.000 años. Y esto coincide las transformaciones más críticas del género, como el crecimiento del cerebro o la sofistificación de sus herramientas, que se corresponden con esta etapa en la que se dieron estos cambios climáticos derivados de los fenómenos astronómicos.

Las condiciones de sequía extrema en el sur de África y en Eurasia hace 400.000 y 300.000 años contribuyeron a la transformación evolutiva de las poblaciones del Homo heidelbergensis en el Homo sapiens y los neandertales, respectivamente.

Por ejemplo, los investigadores descubrieron que hace ya incluso unos 700.000 años, el Homo heidelbergensis (que se supone el progenitor tanto de los neandertales como de los humanos modernos) comenzó a expandirse desde su área de distribución tradicional. Pudieron hacerlo porque la órbita elíptica de nuestro planeta comenzó a crear condiciones climáticas más húmedas y habitables en ese momento para apoyar la expansión. La simulación computacional proyectó el movimiento de estas zonas húmedas a lo largo de la Tierra y los investigadores encontraron que había evidencias en el registro fósil que se movía junto con ellas. “La colección global de cráneos y herramientas no se distribuye aleatoriamente en el tiempo”, dice Timmermann. “Sigue un patrón que se superpone con el cambio climático impulsado por el movimiento de la Tierra. Esto es increíble para mí: aquí hay un patrón que nadie hasta ahora pudo ver.”.

Para apuntalar aún más su modelo, los investigadores compararon sus resultados con recientes estudios genéticos realizados en los últimos años, y los datos coincidían. "Es decir, que el 'Homo heidelbergensis' fue una línea básica en la evolución humana", indica Timmermann, quien añade: "Nuestro estudio documenta que el clima jugó un papel fundamental en la evolución de nuestro género 'Homo'. Somos lo que somos porque hemos logrado adaptarnos durante milenios a cambios lentos en el clima pasado".

Sobre la base de las edades fósiles, proponemos una división del 'Homo heidelbergensis' en ramas norte y sur (sombreado azul, idoneidad del hábitat) hace alrededor de 850.000–650.000 años. La transición gradual en 300.000–200.000 del 'Homo heidelbergensis' en 'Homo sapiens' en el sur de África está respaldado por datos fósiles y arqueológicos en esta región y estimaciones de superposición de hábitats. La divergencia propuesta hace 400.000–300.000 años del 'Homo heidelbergensis' en neandertales en Europa es consistente con estimaciones genéticas recientes. Este escenario también está de acuerdo con los datos del genoma completo de los neandertales que sugieren una división de población entre neandertales y denisovanos y linajes humanos modernos hace entre 765.000 y 550.000 años, y una divergencia entre neandertales y denisovanos entre 473.000 y 445.000. Las posibles ventanas moduladas por la excentricidad del planeta Tierra para las primeras migraciones no costeras de norte a sur ocurrieron alrededor de hace 700.000 años y 600.000 años, durante periodos de alta excentricidad.

Migración, encefalización y adaptación

Durante el Pleistoceno temprano, los homininos se asentaron en entornos con escasa variabilidad climática. Sin embargo, hacia el final de esta era, se convirtieron en errantes y se adaptaron a una amplia gama de condiciones climáticas.

“Esto condujo a una gran expansión de sus hábitats, desde las regiones semiáridas hasta las primeras regiones boreales”, indica el experto. La adaptación a nuevos ambientes fue posible gracias a un incremento en el tamaño del cerebro, herramientas de piedra más sofisticadas y la habilidad de controlar el fuego.

Los neandertales fueron una excepción, ya que permanecieron en un rango climático muy limitado durante toda su existencia como especie. En cambio, el Homo sapiens fue capaz de adaptarse (mediante la encefalización y las habilidades cognitivas y sociales) a entornos extremos, desde los desiertos tropicales hasta los árticos.

De esta manera, los autores proponen que la migración, la encefalización y la adaptación son tres procesos que se retroalimentan y que están detrás de la evolución de nuestra especie.

“La migración a nuevos entornos climáticos puede suponer un reto para la supervivencia humana. Esta presión puede llevar a una selección de grupos con mejores habilidades cognitivas o sociales, que a su vez tendrán una mayor ventaja para expandirse aún más en su rango geográfico y hábitat. Por lo tanto, una mejor adaptación climática conducirá a la ampliación del hábitat, lo que puede promover aún más dicha adaptación”, concluye Timmermann.

Fuentes: agenciasinc.es | abc.es | scientificamerican.com | 13 de abril de 2022

Gustavo Bueno, España. 14 de abril de 1998

España: conferencia pronunciada por Gustavo Bueno en Oviedo, el 14 de abril de 1998, en la reunión de la Asociación de Hispanismo Filosófico con ocasión de su décimo aniversario: Hispanismo en 1998.