Arqueólogos sacan a la luz un gran mosaico de Medusa en la Huerta de Otero (Mérida)

Las últimas excavaciones en el yacimiento arqueológico de la 'Huerta de Otero' en Mérida llevadas a cabo por los alumnos de la Escuela Profesional Barraeca II del Ayuntamiento han sacado a la luz un gran mosaico de Medusa.

En concreto, con esta actuación se ha descubierto una domus romana y de manera completa una de sus estancias principales pavimentada por un mosaico policromado de unos 30 metros cuadrados cuyo motivo central es la cabeza de Medusa enmarcada en un medallón octogonal, ha explicado el monitor de arqueología de la escuela profesional, José Vargas.

Asimismo, cuatro pavos reales que representan las cuatro estaciones se sitúan en las esquinas de este mosaico, todo ello enmarcado en un gran cuadrado en el que se intercalan motivos florales y animales junto a máscaras, según ha expuesto el Ayuntamiento de Mérida en una nota.

La aparición de la imagen de Medusa es típica en los pavimentos musivos del siglo II después de Cristo como signo profiláctico o de protección de los habitantes de la domus, ha señalado Vargas.

Asimismo, los resultados arqueológicos de las diferentes intervenciones entre 2019 y 2023 en este espacio han sacado también a la luz un tramo de muralla fundacional romana de unos 40 metros de longitud y 2,70 metros de anchura.

Adosada a la muralla por su cara interna se ha documentado los restos de una calzada que corre paralela a la muralla con una anchura de seis metros, una vía parcialmente amortizada en el siglo IV d. C. por la construcción de unas termas privadas.

Para Félix Palma, director del Consorcio de la Ciudad Monumental, este yacimiento “es de un carácter excepcional por el nivel de conservación que tienen los restos y, sobre todo, por el aparato ornamental que decora la vivienda tan bien conservada: no solo el mosaico de la medusa sino también pinturas y motivos escultóricos”.

Huerta de Otero se comenzó a excavar en 1976, en 2019 el Ayuntamiento, junto con el Consorcio y el Instituto de Arqueología, rescató de la memoria este yacimiento y "ahora el reto es ponerlo en valor y que la gente pueda disfrutarlo”, ha manifestado Palma.

EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA EN HUERTA DE OTERO

La Huerta de Otero es una Zona Arqueológica situada en el lado occidental de la ciudad, delimitada por el dique de contención del río Ana y el muro sur de la alcazaba árabe. Se trata de un solar que fue objeto de excavaciones arqueológicas en 1976 como paso previo a su adquisición por parte de la Administración Central.

Planta de la ciudad romana de Augusta Emerita con la situación de los restos de la “Huerta de Otero”.(Departamento de Documentación del Consorcio de Mérida).

En dicha intervención se sacaron a la luz los restos de una domus romana y de un lienzo de la muralla de la ciudad. Tras décadas de abandono, a inicios de 2019, se comenzó un proyecto de investigación que tiene como objetivo la documentación integral del solar mediante excavaciones arqueológicas, prospecciones geofísicas y la adecuación a la visita pública de los restos exhumados. En este proyecto colaboran el Consorcio de la Ciudad Monumental, el Instituto de Arqueología y el Ayuntamiento, promotor del taller de Operarios especializados en Patrimonio, Excavaciones Arqueológicas y Construcción de la Escuelas Profesional Duales Medea, Barraeca I y la actual Barraeca II.

Fuentes: lavanguardia.com | merida.es | hoy.es | 26 de julio de 2023

¿Para qué servía un dolmen? Arkeologi Museoa (Bilbao) desvela las claves del megalitismo en su nueva exposición

Foto: Presentación de la exposición.

De todos los fenómenos culturales que se producen en la prehistoria, el megalitismo es uno de los más llamativos. Y también más populares. Gracias al romanticismo, el folclore y la literatura, pocas imágenes hay más evocadoras que las de un dolmen, un crómlech o un menhir, monumentos que es casi inevitable asociar con cierto misterio. Así lo ha hecho notar Begoña de Ibarra, directora general de Cultura de la Diputación de Vizcaya, en la presentación de 'Megalitoak. Espacios sagrados y referentes territoriales', la nueva muestra temporal de Arkeologi Museoa de Vizcaya, en Bilbao, que estará abierta hasta el 4 de febrero de 2024.

La exposición reúne más de 150 piezas, algunas excepcionales o que se exhiben por primera vez, «obtenidas en las excavaciones arqueológicas realizadas en dólmenes, cistas, menhires, crómlech y túmulos de Vizcaya, Araba, Guipúzcoa y Navarra», a través de las cuáles se explican la evolución y las claves de «nuestras primeras arquitecturas» y los grupos que las levantaron.

De Ibarra ha presentado 'Megalitoak' junto al director del museo, Iñaki García Camino, y Juan Carlos López Quintana, investigador de Agiri Arkeologia Elkartea; Josean Mujika, profesor de Prehistoria de la UPV/EHU y director de la cátedra José Miguel Barandiarán; y Javier Fernández Eraso, catedrático de Prehistoria de la UPV/EHU, comisarios de la muestra, que se completa con ilustraciones, fotografías y vídeos sobre «los más de 1.000 monumentos repartidos por la geografía de Euskal Herria, desde tierras navarras hasta Encartaciones».

Foto

García Camino ha señalado que el megalitismo -las construcciones con grandes bloques de piedra escasamente trabajadas, desde el Neolítico hasta la Edad del Bronce- «se produce en un momento importante en la historia de la relación de los seres humanos con la Tierra». Es cuando nuestra especie pasa de depender totalmente de la naturaleza «a alterarla, a influir sobre su entorno». Es el Neolítico, con el desarrollo de la agricultura y la ganadería, la aparición de la cerámica y la arquitectura, y una mayor complejidad de las sociedades. Los megalitos reflejan los cambios que se produjeron en los Pirineos occidentales y, en concreto, en los montes vascos, «cuando grupos de mujeres y hombres aprendieron a domesticar la naturaleza, transformando, por vez primera, el paisaje mediante prácticas de explotación agropecuaria y forestal y de organización del territorio».

Foto: Algunas de las piezas expuestas por el Arkeologi Museoa OSKAR GONZALEZ.

Diferentes ritos funerarios

Como han detallado también Mujika, Fernández Eraso y López Quintana, estos monumentos muestran en su evolución los cambios que vivieron los grupos que los levantaron en sus sociedades y modos de vida. Como el paso de las inhumaciones colectivas en los dólmenes a los enterramientos individuales y la sustitución de la inhumación por un nuevo ritual: la incineración y el depósito de las cenizas. La exposición refleja esta evolución en sus distintas secciones, que abarcan un arco temporal que va del V milenio a I milenio antes de nuestra era.

Dos vasijas campaniformes y una modelada de entre 3.200 y 2.200 a.C. Ignacio Pérez.

Visitas al dolmen de Katillotxu

El Arkeologi Museoa completará la exposición a través de distintas actividades para todos los públicos. Todas las actividades son gratuitas y es imprescindible la inscripción previa en el 944 040 990 o en arkeologimuseoa@bizkaia.eus.

Además, con el fin de acercar la exposición a los lugares de donde proceden los materiales que se exponen, tendremos la oportunidad de visitar, durante el mes de agosto, los dólmenes de Katillotxu, en Mundaka, en el marco del programa de 'Itinerarios Históricos' que organiza la Diputación Foral.

Ya en otoño, se ofrecerán visitas guiadas para conocer los pormenores de la exposición, a partir del 1 de octubre. También se ofrecerán talleres familiares, todos los domingos de noviembre, titulados 'Entre piedras gigantes', que pretenden, mediante una actividad lúdica y una visita a la exposición, reflexionar sobre las transformaciones del paisaje por la acción humana.

El dolmen de Katillotxu durante su excavación en 2019.

Juan Carlos López Quintana, comisario de la exposición y director de las excavaciones arqueológicas de Santimamiñe, dará una charla el 25 de noviembre en la que hablará sobre el periodo Neolítico y los aspectos complementarios existentes entre este yacimiento (referente del País Vasco y Patrimonio de la Humanidad) y los dólmenes de la exposición.

Entre las piezas más destacables de la muestra hay seis estelas encontradas en las cámaras de diversos dólmenes. Es un tipo de pieza que normalmente no está decorada. Pero hay excepciones y esta exposición reúne varias muy notables, como una estela procedente del Alto de la Huesera, en Laguardia (Álava), decoradas con líneas incisas y la representación de un puñal. También es excepcional una losa de la cabecera del dolmen de Katillotxu V, en Mundaka (Vizcaya), que lleva grabada una punta de bronce de Palmela, como las que también se pueden ver en esta exposición, procedentes de Pamplona, Zuñiga (Navarra) o Los Husos (Álava).

Foto

«Una pieza extraordinaria que también tenemos aquí expuesta es un hacha puilmentada que fue hallada en Dima (Vizcaya) y que es de procedencia alpina, lo que demuestra los contactos e intercambios que podían llegar a tener estos grupos», ha comentado López Quintana. También se pueden admirar otros elementos de adorno, como cuentas, fabricadas en hueso, marfil, coral, cristal de roca o lignito recuperadas en los dólmenes de Larrarte, Trikuaizti (Guipúzcoa), Alto de la Huesera (Álava), Katillotxu, Errekatxuetako Atxa (Vizcaya) u Obioneta (Navarra) y «llegados desde muy lejos, lo que muestra la existencia de intercambios y vías de comunicación entre territorios alejados».

En 'Megalitoak' se exponen además unas pequeñas piezas de oro del dolmen de Zorroztari (Idiazabal, Guipúzcoa) y del Alto de la Huesera (Laguardia, Alava); armas en sílex y metal, como el puñal de lengüeta de Arenaza (Galdames, Vizcaya), las hachas de Iruzubieta (Markina) o Santamañazar (Zaldibar), o las puntas de Palmela de Pamplona, Zuñiga (Navarra) o Los Husos (Álava); y recipientes cerámicos como el vaso campaniforme de Pagobakoitza (Guipúzcoa) o el cuenco del Sotillo, profusamente decorados, que formaban parte de la colección de armas de la sociedad guerrera de hace más de 4.000 años.

Fuente: elcorreo.com | 26 de julio de 2023

Lo que el ADN antiguo revela de la vida en el Neolítico

Los restos enterrados del 'padre fundador' (dentro del círculo) junto a los de una mujer. Fotografía de S. Rottier.

El ADN antiguo es capaz de revelar aspectos hasta ahora secretos de nuestros antepasados y trazar el árbol genealógico de una comunidad neolítica en Francia, la cual tenía unas condiciones de salud y nutrición generalmente estables y una red social de apoyo.

El estilo de vida neolítico, basado en la agricultura, surgió en Oriente Próximo hace unos 12.000 años y contribuyó al modo de vida moderno, pues la capacidad de producir y almacenar alimentos adicionales les llevó a desarrollar nuevas costumbres sociales basadas en la riqueza y a formar jerarquías sociales.

Un estudio de científicos franceses y alemanes que publica hoy Nature analizó ADN antiguo provenientes del yacimiento de Gurgy 'Les Noisats' (centro-norte de Francia), de 94 individuos, datados aproximadamente entre 4.850 y 4.500 a.C., lo que permitió reconstruir dos árboles genealógicos.

El primero conecta a 64 individuos a lo largo de siete generaciones y es el mayor linaje reconstruido a partir de ADN antiguo hasta la fecha, mientras que el segundo conecta a doce individuos durante cinco generaciones.

Árbol genealógico reconstruido del grupo relacionado genéticamente más grande de Gurgy: los retratos pintados son una interpretación artística de los individuos basada en rasgos físicos estimados a partir del ADN (donde esté disponible). Los cuadrados punteados (genéticamente masculinos) y los círculos (genéticamente femeninos) representan individuos que no se encontraron en el sitio o que no proporcionaron suficiente ADN para el análisis. © Dibujo de Elena Plain; reproducido con el permiso de la Universidad de Burdeos / PACEA.

La exploración de los linajes reveló un fuerte patrón patrilineal, en el que cada generación está vinculada casi exclusivamente a la anterior a través del padre biológico, lo que conecta a todo el grupo de Gurgy 'Les Noisats' a través de la línea paterna.

La evidencia combinada de linajes mitocondriales e isótopos estables de estroncio revelaron un origen no local de la mayoría de las mujeres, lo que sugiere la práctica de la patrilocalidad, la cual significa que los hijos se quedaban donde nacieron y tuvieron hijos, posteriormente, con mujeres de fuera de Gurgy 'Les Noisats'.

Establecerse en la comunidad de origen de la pareja masculina se conoce como virilocalidad. Por el contrario, falta la mayoría de las hijas adultas del linaje, en consonancia con la exogamia femenina. Esto respalda la existencia de una red de intercambio relativamente amplia y potencialmente fluida que comprende muchos (incluidos los más pequeños) grupos.

El “padre fundador” del cementerio murió en otro lugar pero fue enterrado de nuevo en Gurgy. Debe haber sido de gran importancia para el grupo de parientes cercanos que usaba el cementerio. © Dibujo de Elena Plain; reproducido con el permiso de la Universidad de Burdeos / PACEA.

Las mujeres "nuevas entrantes" sólo tenían una relación muy lejana entre sí, lo que significa que deben haber venido de una red de comunidades cercanas, en lugar de un solo grupo cercano, según el Instituto Max Planck (Alemania), uno de los firmantes del estudio.

"Desde el comienzo de la excavación, encontramos evidencias de un control total del espacio funerario y solo unos pocos entierros superpuestos, lo que parecía que el sitio estaba administrado por un grupo de individuos estrechamente relacionados, o al menos por personas que sabían quién estaba enterrado dónde", dice Stéphane Rottier de la Universidad de Burdeos, el arqueoantropólogo que excavó el sitio entre 2004 y 2007. De hecho, una correlación positiva entre las distancias espaciales y genéticas mostró que era probable que los difuntos fueran enterrados cerca de un pariente.

EL "PADRE FUNDADOR" DEL CEMENTERIO

El análisis de los árboles genealógicos indica la existencia de un gran número de hermanos completos y que habían alcanzado la edad reproductiva, explicó la primera autora de la investigación, Maïté Rivollat (izquierda), de la Universidad de Gante (Alemania).

“Observamos un gran número de hermanos completos que han llegado a la edad reproductiva. Combinado con el esperado número igual de mujeres y el significativo número de bebés fallecidos, indica un gran tamaño de las familias, una alta tasa de fertilidad y unas condiciones de salud y nutrición generalmente estables, lo cual es bastante sorprendente para una época tan antigua", señala.

Otra característica notablemente única en Gurgy 'Les Noisats' es la falta de medios hermanos, lo que sugiere asociaciones reproductivas no polígamas ni monógamas en serie (o la exclusión de la descendencia de estas uniones del cementerio principal), en comparación con el hasta ahora único otro ejemplo de prácticas de unión de megalitos neolíticos.

En el marco de este sistema patrilocal, un individuo de sexo masculino del que descendían todos los miembros del árbol genealógico más grande pudo ser identificado como el "padre fundador" del cementerio.

Una de las tumbas de Gurgy. S. Rottier.

Su enterramiento es único en el lugar, ya que sus restos fueron enterrados como un depósito secundario dentro de la fosa de una mujer, de la que, lamentablemente, no se pudieron obtener datos genómicos. Los investigadores consideran que sus huesos debieron ser llevados allí desde el lugar donde murió para ser enterrados de nuevo en Gurgy 'Les Noisats'.

"Debió de ser una persona muy importante para los fundadores del yacimiento de Gurgy, dado que lo llevaran allí después de un enterramiento primario en otro lugar", explicó Marie-France Deguilloux (derecha), de la Universidad de Burdeos, coautora principal del estudio.

Aunque el linaje principal abarca siete generaciones, el perfil demográfico sugiere que llegó al sitio un gran grupo familiar que abarca varias generaciones. Dado que casi no hay subadultos enterrados en el sitio durante las primeras generaciones, y, tampoco hay entierros de adultos en las últimas generaciones, se concluye que hubo un uso breve del lugar. El grupo debió haber dejado un emplazamiento anterior, junto con los hijos fallecidos, pero aún trajo consigo al padre del linaje. Solo unas pocas generaciones después sucedió lo mismo: los adultos de las últimas generaciones se fueron de Gurgy a otro lugar, dejando atrás a sus propios hijos. Por lo tanto, Gurgy probablemente solo se usó durante tres o cuatro generaciones, o aproximadamente un siglo. Después toda la comunidad se marchó para no volver, no se sabe por qué.

Los investigadores calculan que la población total de Gurgy 'Les Noisats' era de unos 1.800 habitantes, aunque no han encontrado ni rastro de sus casas ni ningún otro edificio. Esto refuerza la idea de que eran gente más o menos corriente. “No sabemos si estaban relacionados con los otros grupos asociados a las construcciones megalíticas cercanas, pero pensamos que sí”, explica Rivollat.

Estos grandes linajes reconstruidos a partir de datos de ADN humano antiguo, combinados con múltiples líneas de evidencia, representan un paso adelante sin precedentes en nuestra comprensión de la organización social de sociedades pasadas. “Solo con los grandes avances en nuestro campo en los últimos años y la integración completa de los datos de contexto fue posible llevar a cabo un estudio tan extraordinario. Es un sueño hecho realidad para todos los antropólogos y arqueólogos y abre una nueva vía para el estudio del pasado humano antiguo”, concluye Wolfgang Haak (izquierda), del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, autor principal del estudio.

Detalle de uno de los enterramientos con algún signo de prestigio: ocre y un collar de cuentas de piedra caliza. S. R.

Vanessa Villalba-Mouco (derecha), bióloga molecular experta en ADN antiguo, destaca la importancia del trabajo, pues permite conectar la última fase de la edad de piedra, el Neolítico, con momentos posteriores en los que ya se han descubierto los metales y las armas fabricadas con ellos.

“El trabajo corrobora que la patrilocalidad y la exogamia femenina no son exclusivas de la Edad del Bronce [la primera edad del metal, que comenzó hace unos 3.300 años]. Sin embargo, pese a que los estudios prehistóricos hasta la fecha muestran la patrilocalidad y la exogamia femenina como norma general, todos ellos presentan particularidades en la organización social. Por ejemplo, en este nuevo estudio destaca la ausencia de medio hermanos o la poligamia o monogamia seriada entre parejas sexuales, aspecto que sí se ha visto en otros estudios con muestras posteriores, incluido el que hicimos de las relaciones de parentesco en la cultura de El Argar de la Edad del Bronce en la península ibérica. No sabemos si lo que para algunas sociedades era tabú, para otras era una práctica cotidiana”, detalla la investigadora.

Roberto Risch (izquierda), prehistoriador de la Universidad Autónoma de Barcelona, cree que "es espectacular que haya casos de hasta seis hermanos que sobreviven hasta la edad adulta y a su vez tienen muchos hijos. Nunca nos lo hubiésemos imaginado; y esto implica unas condiciones de salubridad excelentes”, resalta. “También sorprende lo rígida que es la exogamia [que las mujeres sean las que abandonan el hogar familiar]. Había una idea muy clara de con quién se va a tener descendencia e implica que estas sociedades estaban muy asentadas y evitaban el incesto. Que la mujer se mueva entre grupos es muy interesante. Esto implica que son ellas las que hacen de nexo entre grupos y probablemente también de canal de comunicación”, destaca.

Para Risch, la necesidad de comunicación, de reunirse e incluso de disfrutar fue lo que impulsó a las sociedades posteriores a juntarse para crear construcciones cada vez mayores, como Stonehenge, en Reino Unido, o el megasitio de Valencina de la Concepción, en Sevilla, con una extensión de 400 hectáreas. “Allí probablemente se juntaban miles de personas para comunicarse, discutir y festejar, pues ya se conocían las bebidas alcohólicas y también las drogas, como demuestra el hallazgo de sustancias alucinógenas en el mechón de pelo de Es Càrritx, en Menorca, hace 3.000 años”, destaca el prehistoriador.

Fuentes: elmundo.com | Instituto Max Planck | abc.es |elpais.com | 26 de julio de 2023

Así son las 'descomunales' termas públicas encontradas en la ciudad romana de Mérida

Imagen de los baños que acaban de ser encontrados en la Casa del Anfiteatro de Mérida. Consorcio Ciudad Monumental de Mérida.

Patrimonio de la Humanidad desde el año 1993, la ciudad de Mérida, en Extremadura, acaba de desvelar otro gran tesoro de época romana que se ocultaba bajo su histórico suelo.

La Casa del Anfiteatro, un yacimiento ubicado junto al teatro y el anfiteatro de la que fue en su día orgullosa capital de la Lusitania, ha sido la protagonista de este nuevo hallazgo: unas "descomunales" termas públicas (tal es el término que han utilizado sus descubridores para describirlas) que, en palabras de Félix Palma (izquierda), director del Consorcio Ciudad Monumental de Mérida, se "encuentran en un excelente estado de conservación".

El sector donde se ha realizado este espectacular descubrimiento se encuentra en una zona arqueológica que originariamente se hallaba en el exterior de las murallas de la romana Augusta Emerita, un lugar que estaba ocupado por talleres y dos de las casa más famosas de la ciudad: la Casa de la Torre del Agua y la Casa del Anfiteatro, ambas datadas a finales del siglo I d.C. A principios del siglo IV d.C., y con el abandono paulatino de la ciudad, sobre estas grandes domus se construyó una necrópolis.

EXTRAORDINARIAS Y EN BUEN ESTADO

Hace medio año, el Consorcio Ciudad Monumental de Mérida puso en marcha tres excavaciones arqueológicas que han posibilitado que los arqueólogos llevaran a cabo este magnífico hallazgo. "Por el momento han aparecido los baños de una casa y también otras dependencias. Estamos excavando la continuación de la Casa del Anfiteatro, cuyos límites se desconocen, para completar su cronología, pero lo más importante es que se han descubierto unas termas fantásticas, de un tamaño descomunal para lo que es una casa romana normal", ha declarado impresionado Félix Palma.

Dos de los arqueólogos del equipo durante los trabajos de excavación. Consorcio Ciudad Monumental de Mérida.

Por su parte, Ana María Bejarano (izquierda), arqueóloga que ha dirigido las excavaciones, ha especulado con que, "debido a sus grandes dimensiones, los baños pudieran haberse utilizado como una especie de albergue para residentes". Según la propia Bejarano, la finalidad del proyecto era "excavar partes de la casa que no estaban intervenidas y poder incorporarlas a la visita. El resultado ha sido que hemos encontrado unas termas públicas que exceden en tamaño a lo que son unas termas romanas privadas de una casa normal", añade.

"Las termas se hallan en perfecto estado y conservan gran parte de su decoración: placas de mármol, las molduras de las cornisas, pinturas en las paredes y también están todas las infraestructuras subterráneas", sigue explicando Bejarano. Hasta el momento, los arqueólogos no han encontrado la piscina (natatio) que normalmente se encuentra en este tipo de edificios termales, pero no descartan poder localizarla en un futuro.

Los resultados obtenidos durante las excavaciones han sido espectaculares, en palabras de los investigadores. Consorcio Ciudad Monumental de Mérida.

En suma, para Félix Palma "es importante recuperar un espacio patrimonial para el beneficio de toda la ciudad, que vengan más visitantes y que repercuta en todos los emeritenses". Y es que el proyecto de recuperación de restos arqueológicos que se ha implementado en Mérida incluye un ambicioso plan de excavaciones que abarca edificios tan importantes como la Casa del Mitreo y el Teatro romano.

A preguntas de los periodistas, y sobre otro de los espacios arqueológicos más destacados de la ciudad como es la Huerta de Otero, el director del Consorcio, Félix Palma ha recordado que esta zona “se ha ido excavando gracias al ayuntamiento de Mérida, pero hay mucho por excavar y acondicionar. La intención del ayuntamiento es hacerlo visitable. Es un yacimiento de primera categoría mundial, tiene unos niveles de conservación excepcionales, grandes pavimentos y pinturas. La Huerta de Otero será en un futuro próximo un espacio visitable en un sitio magnífico cerca de la Alcazaba y en la ribera del río”, reseñaba Palma.

Conservación de mosaicos en la Casa del Anfiteatro. Consorcio Ciudad Monumental de Mérida.

Fuentes :nationalgeogrpahic.com.es | merida.es | 25 de julio de 2023

Un taller de vidrio, lleno de monedas celtas, de 2.300 años de antigüedad, es el más antiguo conocido al norte de los Alpes

Restos de producción de objetos de vidrio. Crédito: Antiquity (2023).

Después de 20 años de estudios sobre el suelo, los arqueólogos excavaron el famoso sitio de la Edad del Hierro de Němčice (Moravia, República Checa) y confirmaron la presencia del primer taller de vidrio al norte de los Alpes.

Němčice es uno de los sitios de asentamiento más importantes de la cultura de La Tène (siglos III-II a. C.) en Europa Central, famoso por haberse encontrado una cantidad sin precedentes de monedas de oro y plata que suman más de 2000, y que indican que el sitio era un punto de acceso comercial.

A) Ubicación de Němčice en la región central del Danubio; B) vista aérea del sitio desde el sureste (compilado por I. Čižmář).

También se han encontrado en el sitio numerosos hermosos brazaletes y cuentas de vidrio. Como tal, se pensó que Němčice era un centro de producción de vidrio, pero solo estas excavaciones han confirmado este hecho.

"Nadie sabe todavía cómo exactamente los celtas hicieron pulseras de vidrio", dijo el autor de la investigación, el Dr. Ivan Čižmář (izquierda), del Instituto del Patrimonio Arqueológico de la ciudad de Brno. "Por lo tanto, estábamos interesados ​​en cualquier cosa que nos dijera algo sobre la tecnología de producción".

Para intentar responder a esta pregunta, el Dr. Čižmář y un equipo del Instituto del Patrimonio Arqueológico de Brno excavaron un área donde se habían encontrado grandes cantidades de objetos de vidrio en la superficie, con la esperanza de encontrar evidencias de producción de vidrio. Sus sorprendentes resultados se publican en la revista Antiquity.

Distribución de artefactos de vidrio en el sitio con la fuerte concentración marcada interpretada como un taller de vidrio (compilado por I. Čižmář).

Evidencias de producción de vidrio y procesamiento secundario de Němčice (compilado por I. Čižmář).

Si bien no se encontraron herramientas utilizadas para fabricar vidrio, se descubrió una mezcla de productos de vidrio completos y parcialmente completos. Esto indica que el vidrio se producía en Němčice.

Durante la excavación no solo se encontraron cuentas de vidrio y pulseras, sino también piezas de ámbar, igualmente en diversas etapas de terminación. Esto confirma que el complejo estuvo asociado a múltiples materiales de producción, haciéndolo aún más importante regionalmente.

Fotografía aérea de la excavación en 2021, con cabaña hundida (I. Čižmář).

Al mismo tiempo, los investigadores excavaron, en la parte más alta del lugar, un área cuadrada identificada como un santuario que se asemeja a edificios antiguos similares utilizados para rituales, como por ejemplo un enclave llamado Sandberg, en Austria, que una vez estuvo ocupado por celtas, lo que implica creencias compartidas en Europa Central.

Según el Dr. Čižmář, "La presencia de estas probables características sagradas en Němčice indica el carácter del sitio no solo como centro de comercio y producción, sino también como sede de una élite y centro ritual".

Fotografía aérea del santuario descubierto (I. Čižmář)

Es importante destacar que la posibilidad de que Němčice sea un centro de producción y creencias compartidas indicaría que era parte de una red centroeuropea más amplia a lo largo de la "Ruta del ámbar", una importante ruta comercial entre el norte y el sur de Europa.

Fuentes: phys.org | livescience.com | 21 de julio de 2023

Descubren el entierro de un auriga de hace 3.000 años en la Republica de Jakasia, Siberia

Además del "cinturón de bronce", los arqueólogos también encontraron en la tumba del auriga una daga de bronce y algunas joyas. IAET SB RAS.

Durante las excavaciones arqueológicas que se llevaron a cabo durante el pasado mes de junio en dos yacimientos arqueológicos en el distrito de Askiz, en la República rusa de Jakasia, en Siberia, una expedición del Instituto de Arqueología y Etnografía de la Rama Siberiana de la Ac... ha descubierto una tumba intacta, de 3.000 años de antigüedad, perteneciente a la cultura Lugav. Los investigadores están convencidos de que este impresionante hallazgo permitirá profundizar aún más en el conocimiento sobre los cambios en los rituales funerarios que se dieron a lo largo del tiempo en esta región.

Pero ¿quién fue enterrado en esta sepultura? Al parecer, todos los indicios apuntan a que los restos óseos encontrados en su interior podrían pertenecer a un auriga, una persona encargada de conducir algún tipo de carro tirado por caballos. Los investigadores saben que se trata de un auriga porque sobre el difunto se dispuso un accesorio de bronce a modo de gancho (parecido a un cinturón), que al parecer era un elemento distintivo de los conductores de carros que les permitía atarse las riendas a la cintura y liberar de este modo las manos. Este tipo de accesorio también se ha documentado en algunas tumbas chinas y mongolas.

Vista aérea de la tumba en la cual fue encontrado el "auriga" de la cultura Lugav. IAET SB RAS.

UN OBJETO "SINGULAR"

Aleksey Timoshchenko (izquierda), arqueólogo del Instituto de Arqueología y Etnografía de la Rama Siberiana de la Academia Rusa de Ciencias, ha declarado que el objeto se encontró justo en la cintura del individuo allí enterrado.

"Este hecho, junto con las analogías directas en los túmulos funerarios de China, nos permite determinar su propósito con un poco más de confianza", ha manifestado. El auriga fue enterrado bajo un túmulo que presenta la típica forma cuadrada de la cultura Lugav, junto con un un cuchillo y diversas joyas de bronce que formaban parte de su ajuar funerario.

Aunque no se ha encontrado ningún carro, el hallazgo de este singular objeto, característico de los aurigas, plantea la hipótesis de la aparición de carros tirados por caballos durante la Edad del Bronce Tardío. Oleg Mitko, arqueólogo de la Universidad Estatal de Novosibirsk, que no ha formado parte de la expedición, afirma por su parte que "objetos como el cinturón de auriga localizado en la tumba de Askiz habían sido documentados con anterioridad, aunque se desconocía cuál era su función".

Otra imagen de los restos óseos del auriga en la que puede verse la pieza de bronce dispuesta en su cintura. IAET SB RAS

"Durante mucho tiempo, en la arqueología rusa esto se llamó 'elemento de propósito desconocido'", ha explicado Mitko. Pero gracias a los descubrimientos realizados recientemente en entierros de aurigas de la Edad del Bronce en China, los investigadores han podido confirmar que este elemento constituía un accesorio imprescindible para la conducción de un carro.

Timoshchenko dirigió la última expedición a la región Askizsky de Jakasia en Siberia, donde los arqueólogos rusos ya han pasado varios años excavando áreas antes de la expansión de un ferrocarril. El equipo descubrió el entierro del auriga y otras tumbas este mes cerca del pueblo de Kamyshta.

El entierro fue descubierto por los arqueólogos durante las últimas excavaciones llevadas a cabo en la región, junto a la ampliación de las vías del ferrocarril. IAET SB RAS

Las últimas excavaciones llevadas a cabo en la zona han sido muy fructíferas y han sacado a la luz diversos entierros pertenecientes a tres fases distintas de la Edad del Bronce en la región: la más antigua data del siglo XI a.C., cuando la cultura Karasuk hizo la transición a la cultura Lugav; la segunda, a la cual pertenece la tumba del auriga, data de los siglos XI a VIII a.C., y, finalmente, una tercera fase que es posterior al siglo VIII a.C., desde la etapa Bainov temprana de la cultura Tagar.

Timoshchenko dijo que el pueblo de la Edad del Bronce de la cultura Lugav se dedicaba principalmente a la cría de ganado y fue reemplazado en la región alrededor del siglo VIII a. C., durante la Edad del Hierro Temprano, por el pueblo escita de la cultura Tagar.

Fuentes: nationalgeographic.com.es | livescience.com | 21 de juliode 2023

Demuestran que los neandertales comían tortugas terrestres en un yacimiento portugués

'Collage' de las figuras del artículo en el que se puede apreciar la localización del yacimiento, varios restos de tortuga y algunas de las marcas de consumo identificadas. Iratxe Boneta.

Un equipo formado por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y la Universidade Aberta de Portugal (UAP) ha logrado identificar y confirmar la presencia de dos grupos de tortugas entre los restos procedentes del yacimiento del Paleolítico Medio de Gruta Nova da Columbeira (Bombarral, Portugal).

Se trata de un galápago o tortuga de agua dulce (Emys orbicularis) y de una tortuga terrestre (Chersine hermanni), recoge la UAM en un comunicado.

El estudio, publicado en la revista The Anatomical Record, presenta evidencias de que estas tortugas fueron consumidas por los grupos neandertales (Homo neanderthalensis).

Durante las últimas décadas, se ha demostrado de manera concluyente que los neandertales en la península ibérica consumían tortugas terrestres durante el Paleolítico Medio.

Este consumo, junto al de otras pequeñas presas como aves, conejos, liebres e incluso cangrejos, ha demostrado que la dieta de los neandertales no solo se basaba en grandes mamíferos, sino que también explotaban intensivamente todos los recursos disponibles en su entorno.

"Este comportamiento nos revela una adaptación al ecosistema local de los asentamientos, lo que tradicionalmente se asociaba exclusivamente al 'Homo sapiens'", ha explicado la investigadora de la UAM y coautor del trabajo, Iratxe Boneta Jiménez (izquierda). "Sin embargo los resultados obtenidos con nuestro estudio añaden una prueba más a este hecho, incorporando los galápagos a la lista de las presas pequeñas consumidas por los neandertales", ha agregado.

Las tortugas terrestres son presas de fácil captura que no requieren de una gran inversión de tiempo y esfuerzo. De hecho, esta puede efectuarse durante la caza y recolección de otros alimentos, o incluso pueden realizarla los niños. Además de proporcionar una cantidad considerable de nutrientes, las tortugas ofrecen una materia prima versátil: el caparazón.

Por el contrario, la captura de galápagos requiere de cierta tecnología y una mayor inversión de tiempo y esfuerzo, ya que habitan aguas generalmente estancadas, siendo muy huidizos ante cualquier amenaza. En este sentido, la documentación de evidencias de consumo antrópico en los restos arqueológicos del yacimiento brinda información sobre la complejidad del comportamiento neandertal.

Los restos de tortuga analizados proceden del yacimiento de Gruta Nova da Columbeira (Bombarral, Portugal), descubierto en 1962 y datado en más de 90.000 años de antigüedad. Algunos de estos restos fueron analizados preliminarmente hace veinticinco años por el fallecido especialista en tortugas fósiles Emiliano Jiménez Fuentes.

Fuente: Universidad Autónoma de Madrid | 24 de julio de 2023