El hombre pez de Liérganes

«Su proeza atravesando el océano del norte al sur de España, si no fue verdad mereció serlo», reza una placa ubicada junto a la orilla del río Miera en Liérganes (Cantabria) que recuerda la mítica historia de Francisco de la Vega Casar, más conocido como el hombre pez.

Su relato se remonta a mediados del siglo XVII, en la víspera del día de San Juan del año 1674. En Liérganes vivía un matrimonio formado por Francisco de la Vega y María de Casar con sus cuatro hijos, el segundo de los cuales se llamaba Francisco. «Era bastante listo, pero abandonaba todas sus ocupaciones para zambullirse en el río, en el cual pasaba horas y horas», relataba el alcalde de Liérganes a Carlos Vieyra de Arreu y éste recogió en 1884 en La Ilustración Española.

«Desesperada la madre, lo encontró un día al tiempo en que, dejando las ropas en la orilla, se disponía a darse uno de los baños que solía. Le llamó, le advirtió que le castigaría duramente si se metía en el agua; y viendo que nada conseguía, lo maldijo diciéndole: "Así te vuelvas pez"», continuaba el alcalde. En la web del Ayuntamiento de Liérganes nada señalan de esta advertencia y cuentan que se fue a nadar con unos amigos al Miera, «se desnudó, entró en el agua y se fue nadando río abajo, hasta perderse de vista». Era un excelente nadador y sus amigos no temieron por él hasta unas horas después. A ver que no regresaba acabaron dándole por muerto.

Cinco años después, en 1679, un ser acuático extraño con apariencia humana se apareció a unos pescadores en la bahía de Cádiz, pero desapareció cuando éstos se acercaron. Así sucedió varios días hasta que finalmente los pescadores le atraparon con las redes, tras arrojarle pedazos de pan. Cuando lo subieron a cubierta, «comprobaron con asombro que era un hombre joven, corpulento, de tez pálida y cabellos rojizo y ralo» cuyas únicas particularidades «eran una cinta de escamas que le descendía de la garganta hasta el estómago, otra que le cubría todo el espinazo, y unas uñas gastadas, como corroídas por el salitre», relatan en el Ayuntamiento de Liérganes.

Le hablaron en varias lenguas, pero nada respondió. El joven fue llevado al convento de San Francisco, donde al cabo de unos días pronunció una palabra: «Liérganes». Nadie entendía a qué se refería hasta que un cántabro comentó que en su tierra había un pueblo así llamado, algo que confirmó el entonces secretario de la Inquisición, Domingo de la Cantolla. Desde Liérganes les llegaron entonces noticias de la desaparición de Francisco de la Vega cinco años atrás.

El fraile Juan Rosende acompañó a De la Vega a Liérganes en 1680, donde su madre y sus hermanos lo reconocieron de inmediato. Durante dos años vivió con ellos tranquilo, aunque sin mostrar interés por nada y rehuyendo el trato humano. Gaspar Melchor de la Riba Agüero, caballero de Santiago y vecino de Gajano que decía haberle visto muchas veces, relataba cómo «andaba siempre descalzo y lo mismo le daba ir vestido que desnudo. No solicitaba la comida, pero si se la ponían delante o veía comer, comía y bebía mucho de una vez y después, en tres o cuatro días no volvía a comer» y solo decía «tabaco», «pan» y «vino».

«Cuando le vi por primera vez ya no tenía escamas, sólo mucha aspereza en el cutis y las uñas muy gastadas», añadía De la Riba, según recogió la revista «Alrededor del Mundo» del 12 de marzo de 1913. «Este caso fenomenal está tan bien probado que no se puede dudar de él: lo testifican personas de reconocida ilustración y virtud, que lo vieron unos, lo trataron otros, lo examinaron muchos; y entre éstos figuran tres caballeros de mucho honor, testigos de vista, que fueron D. Joseph de la Torre, ministro de la Real Audiencia de Oviedo; D. Pedro de la Torre, penitenciario de la catedral de la misma ciudad, y D. Diego de la Gándara Velarde», añadía esta publicación que señalaba que el hombre pez pasó en Liérganes «de nueve a diez años» y después desapareció definitivamente sin que se volviera a saber de él.

Benito Jerónimo Feijóo (1676-1764) realizó en su obra «Teatro crítico universal» un «Examen filosófico de un peregrino suceso de estos tiempos» sobre este caso «tan exorbitante del regular orden de las cosas, que no me atrevería a sacarle a la luz en este Teatro, y constituirme fiador de su verdad, a no hallarle testificado por casi todos los moradores de una Provincia, de los cuales muchos, que fueron testigos oculares, y dignos de toda fe, aún viven hoy».

La historia relatada por Feijóo contaba, sin embargo, con algunas diferencias. Francisco de la Vega y Casar había desaparecido en la víspera de San Juan de 1674 en la ría de Bilbao, donde había sido enviado a los quince años por su madre ya viuda para aprender el oficio de carpintero.

«Todo lo que viene referido es la verdad del hecho, según relación de sus hermanos, el Sacerdote Don Tomás, y Juan, que vive; y todo lo que separe de este hecho es falso, como lo es el decir que tenía escamas en el cuerpo, y que este prodigio procedió de una maldición que le echó su madre», añadía según la relación remitida por el marqués de Valbuena, Gaspar Melchor de la Riva Agüero. Don Pedro Dionisio de Rubalcaba, natural de Solares, «que también trató muy de intento a nuestro Nadante», informó de que cuando llegó a Santander tenía escamas, pero luego se le cayeron y que «también algunos equivocarían el cutis áspero de algunas partes de su cuerpo con piel escamosa», según el relato de Feijóo.

Éste aún añadía que tras su desaparición «dicen que poco después le vio en un puerto de Asturias un hombre de la vecindad de Liérganes, pero carece de fundamento».

«Nuevo Mundo» daba cuenta en 1919 de la historia del hombre-pez de Liérganes aportando notas de color, como que decían que fue visto en la costa de Dinamarca por un navío holandés y apareció en el Canal de la Mancha y en el Puerto de Santa María antes de ser apresado en la bahía de Cádiz. La versión más auténtica y documentada, añadía C.R. Salamero en la revista, es la que compuso en 1748 el cura de Liérganes, D. Fernando Antonio del Hoyo Venero, de la cual existe una copia en el Museo Británico. Y eso que en ella el cura narra entre otras hazañas la lucha del hombre pez con un monstruoso congrio.

Gregorio Marañón estudió estos relatos y estimó que Francisco de la Vega no desapareció nadando, sino que probablemente se embarcara en Vizcaya rumbo a Cádiz y que cuando lo encontraron estaría bañándose tal como acostumbraba. Para el doctor Marañón, sería un probable caso de cretinismo. Los cretinos resisten mejor debajo del agua y su piel escamada indicaría una ictiosis, como ya indicó José María Herrán Valdivieso en «El hombre-pez de Liérganes» (Santander, 1877).

«Verdad o leyenda», la «mayor hazaña» del hombre-pez, según la placa que Liérganes colocó junto a su estatua, «es haber traspasado los siglos en la memoria de los hombres».

Fuente: www.abc.es

Un rastro de herramientas líticas en Arabia revela uno de los caminos que tomaron los humanos modernos al salir de África

¿De dónde proviene nuestra especie, y ¿cómo hemos llegado a todas partes?
Los estudios genéticos han suministrado una respuesta convincente a la primera pregunta: nuestros antepasados ​​humanos modernos evolucionaron en África y luego se extendieron por toda Eurasia hace entre 60.000 y 50.000 años. Ahora, un par de arqueólogos estadounidenses afirman haber descubierto la ruta que aquellos primeros Homo sapiens tomaron en su camino para poblar el planeta.
Siguiendo el sinuoso rastro de herramientas de piedra que los humanos modernos dejaron atrás,
como migas de pan que marcan su recorrido, los investigadores proponen que nuestros antepasados ​​tomaron un camino tortuoso a través de Arabia, deteniéndose allí alrededor de unos 50.000 años, cuando era un oasis verde. Luego viajaron a Oriente Próximo, donde se encontraron por primera vez con los neandertales.

Similitudes estilísticas y de manufactura, dicen los arqueólogos, conectan los puntos entre las herramientas hechas por primera vez en el valle del Nilo en Egipto, a continuación, en la Península Arábiga, y, por último, en Israel. Estas herramientas se hicieron progresivamente más pequeñas y sofisticadas, de modo similar a la evolución de los teléfonos móviles de hoy en día.

"Los arqueólogos se han centrado siempre tanto en el 'fuera de África' como en el 'interior del Próximo Oriente', por lo que nos hemos perdido el capítulo entero de la expansión humana en Arabia", dice el arqueólogo Jeffrey Rose (izquierda), del Instituto Ronin con sede en Nueva Jersey y co-autor de un nuevo informe publicado este mes en Quartär.

El lugar de nacimiento de nuestra especie fue en África hace unos 200.000 años, de acuerdo con los fósiles de yacimientos como Omo y Herto Bouri, en Etiopía. Sin embargo, aunque estos fósiles tienen aspecto como los actuales, las poblaciones que representan no empezaron a actuar de modo plenamente moderno hasta más tarde.
Un kit de herramientas conocido como industria Emiran, que data de hace casi 50.000 años, define la transición entre el comportamiento humano arcaico y moderno, al menos en cuanto a la fabricación de herramientas se refiere. Pero desde el descubrimiento de las mismas -puntas, cuchillas y raspadores, encontrados en una cueva cerca del Mar de Galilea, en Israel en 1951- los arqueólogos andan desconcertados sobre el lugar donde comenzó esta forma más avanzada de fabricación de herramientas.

"La industria Emiran es la tecnología puente", dice Rose, que también es un explorador de Nacional Geographic. "Pero, ¿de dónde vinieron estos chicos?"
Fuera de ...¿Arabia?

Trabajando con su ex asesor de tesis, el arqueólogo Anthony Marks (derecha), de la Universidad Metodista del Sur, en Dallas, Rose estudió todas las herramientas de piedra que cayeron en sus manos procedentes de Arabia, el noreste de África y el Medio Oriente.
En su nuevo informe, la pareja inidica que la evolución de las herramientas de piedra en la región comenzó en el valle del Nilo de Egipto hace entre 150.000 y 130.000 años. Estos cazadores-recolectores nilóticos de Egipto hicieron herramientas nubias cincelando los bordes de un núcleo de piedra de forma sistemática, a fin de producir una única punta triangular, la cual podía ser atada a una lanza, por ejemplo.

Mientras que otros investigadores han propuesto que los fabricantes de herramientas nubio-egipcias se movieron rápidamente hacia el Próximo Oriente, donde inventaron las herramientas Emiran, Rose y Marks argumentan que primero fueron a Arabia y que sus descendientes son quienes más tarde desarrollaron la tecnología Emiran.

En su informe, los investigadores describen dos tipos diferentes de juegos de herramientas, las cuales aparecen como ramificaciones de la nubia-egipcia en Arabia y elaboradas hace entre 110.000 y 50.000 años: las industrias Nubia-Dhofar y la Mudayyan, en la Meseta del Nejd, en Omán.

A partir de las industrias Dhofar-Nubian y Mudayyan, las puntas de piedra se hacen más pequeñas y
alargadas en el tiempo, volviéndose cada vez más similares a las herramientas Emiran, tal vez porque los humanos modernos las utilizaban como puntas de proyectil para cazar pequeños animales de movimiento rápido, cuando el clima se hizo más seco y encontrar comida se hizo más difícil. Las personas que hicieron las herramientas Mudayyan, en Omán, muy probablemente cazaban animales de escaso tamaño como lagartijas y roedores, dice Rose.

Foto: Un núcleo de piedra de Nubia (abajo a la derecha) y una punta (abajo izquierda) se encajan juntas (arriba). Los primeros humanos modernos de alrededor de Egipto produjeron dichas puntas triangulares cincelando los bordes de un núcleo. Más tarde, los humanos modernos en el Próximo Oriente utilizaron una técnica más eficiente para hacer múltiples puntas de un solo núcleo.

En este escenario, Rose y Marks sugieren que los fabricantes de herramientas en Arabia fueron empujados hacia el norte, hacia el Próximo Oriente, cuando el clima cambió dramáticamente hace unos 75.000 años. En ese momento, Arabia estuvo afligida por una fuerte sequía, la cual resecó los lagos y arroyos subterráneos y convirtió los pastizales en dunas de arena.

Por el contrario, el clima comenzó a crecer más y más húmedo en el Próximo Oriente hace 60.000
años, trasladándose los animales y los cazadores al norte, de acuerdo con el escenario propuesto por Rose y Marks. Allí, los humanos modernos hicieron un gran avance: en lugar de producir sólo una herramienta procedente de una sola piedra, golpeando el núcleo en una sola dirección, de arriba a abajo, como lo hacían sus antepasados ​​nubios, aprendieron a obtener varias lascas alargadas de la parte superior e inferior de un solo núcleo, una característica reveladora de la industria Emiran y de las subsiguientes industrias del Paleolítico Superior.

Conexión neandertal
Pero, en un giro sorprendente, los investigadores también proponen que los humanos modernos que hicieron la industria Emiran fueron influenciados por gentes arcaicas, posiblemente los neandertales, quienes dejaron fósiles en Israel hace entre 70.000 y 50.000 años, así como herramientas primitivas de estilo Musteriense. Los científicos dicen que las herramientas Emiran se hacían de la misma manera sistemática que las herramientas nubio-egipcias, pero se parecen mucho a las herramientas musterienses locales.

El momento encaja con los estudios genéticos que sugieren que los humanos modernos se cruzaron con los neandertales cuando llegaron al Próximo Oriente. Un cráneo de un humano moderno (arriba), de hace 55.000 años, hallado en la cueva Manot, en Israel, y del que se informó el mes pasado, ha proporcionado nuevas pruebas de que los humanos modernos estaban allí al mismo tiempo que los neandertales.
No todo el mundo está de acuerdo en que la fabricación de herramientas Emiran de los cazadores-recolectores fue influenciada por sus vecinos neandertales. "La industria Emiran no tiene nada que ver con los neandertales", dice el arqueólogo de la Universidad de Harvard, Ofer Bar-Yosef (izquierda), quien propuso hace una década que la industria Emiran fue hecha por nubios-egipcios cuando se trasladaron directamente a Oriente Medio.

Independientemente de quién influyó en los fabricantes de herramientas Emiran, el largo y sinuoso camino que llevó a las herramientas modernas puede haber tomado un largo rodeo por Arabia.
"La región de Arabia no fue sólo la ruta hacia algún otro lugar, lo que a menudo se ha considerado en diversos escenarios de dispersión", dice el paleoantropólogo Chris Stringer (derecha), del Museo de Historia Natural de Londres.
"Fue en tiempos una ubicación importante por derecho propio para los primeros humanos modernos y quizás para los neandertales también".

Fuente: National Geographic | Ann Gibbons|

Iker Jiménez le salva la vida a una niña que se ahogaba en el Corte Inglés

Del probador salió una madre con un grito que jamás podré olvidar. ¡Mi hija se muere, mi hija se ahoga!».
Los clientes que el viernes 27 de febrero estaban haciendo compras en El Corte Inglés de Castellana vivieron un suceso tan espectacular como los que Iker Jiménez describe cada semana en la nave del misterio de Cuarto Milenio. El popular presentador de Cuatro y su mujer, Carmen Porter, fueron decisivos para salvarle la vida a una niña que, de no haber recibido el auxilio de la pareja, podría no haberlo contado.



La niña se había tragado un objeto y se estaba asfixiando sin que sus padres ni nadie alrededor supiera muy bien cómo reaccionar.

De hecho, cuando llegaron Iker y Carmen, la niña, muy pequeña, empezaba a estar cianótica. “Gracias a Dios que la cosa salió bien”, explica el presentador. “Fue una situación desesperada. No es ninguna heroicidad, puesto que no pusimos en riesgo nada... pero la verdad es que la gente estaba paralizada y Carmen y yo recordamos un tipo de maniobra de salvamento por asfixia que nos dijo el pediatra, y la pusimos en marcha”, relata. “Era una situación delicada pues la niña ya estaba azul y los padres, como es normal y me hubiera pasado a mí, estaban paralizados... Todo en un sitio muy pequeño”. El hecho de que los socorristas que lograron el milagro fueran dos personas tan conocidas como Iker y su mujer magnificó la repercusión del incidente. Con dependientes y clientes –cerca de 30 personas– alucinando en vivo y en directo.

Una actuación providencial si se tiene en cuenta que sólo ellos dos supieron reaccionar gracias a las técnicas que, tiempo atrás, Carmen le había pedido al pediatra de forma insistente que le enseñase. Por lo que pudiera pasar en una situación de urgencia. “Carmen y yo actuamos a la par. Y eso dio rapidez a la acción, cosa fundamental, más aun cuando llevaban varios minutos los padres con ella intentando extraerle algo de la boca”, explica. Fuera del probador, con la niña ya respirando, tres madres se le acercaron –dos con bebés– para preguntarle cómo lo había hecho y qué había que hacer en una situación así. “Ahí me di cuenta de que nadie sabía cómo actuar.

Mi mujer es la que en su día preguntó insistentemente al pediatra... De no haberlo hecho y comentado los dos, no habríamos sabido”. “Lo importante son dos cosas, que la niña está bien porque eliminó al séptimo u octavo golpe el material que le tapaba el paso del aire, y, por otro lado, que no nos enseñan en la escuela ni en ningún lado cosas como primeros auxilios. Yo creo que eso es para que lo reflexionemos”. Afortunadamente, todo quedó en un mal recuerdo en el que Iker y Carmen se convirtieron en héroes por accidente. La de misterios que depara la vida…

Pinacoteca del Museo del Louvre (París, Francia)

Un breve recorrido de poco más de media hora de duración por una de las Pinacotecas más importantes del Mundo, la colección del Museo del Louvre es espectacular y he querido hacer un breve recorrido por los grandes artistas de todos los tiempos de éste templo de la Historia del Arte.
Acompáñame y descubre las maravillas de la Historia del Arte.

SEGOVIA: Un paseo por la Historia

Realizado por Aníbal Clemente para la Red Española de Historia y Arqueología durante en viaje a Segovia realizado entre los días 8 y 9 de diciembre.

Un paseo por la Historia es el título que le ha dado su autor para mostrarnos los lugares más emblemáticos de la Ciudad como el Acueducto romano, la Casa de los Picos, la Plaza Mayor, la Catedral de Segovia por fuera y por dentro, llegando finalmente a uno de los edificios más visitados, El Alcázar de Segovia, donde lo podréis descubrir en profundidad en éste impresionante reportaje gráfico.

Si quieres conocer la historia de los monumentos visitados, únete a nuestra Comunidad en: www.historiayarqueologia.com

Entrevista en RTVE sobre la serie Águila Roja y los Instrumentos de Tortura

ENTREVISTA EN RADIO TELEVISIÓN ESPAÑOLA SOBRE ÁGUILA ROJA Y LOS INSTRUMENTOS DE TORTURA:

¿Qué tortura no aguantaría ni el mismísimo Águila Roja?

  • Hablamos con el experto en 'métodos de tortura', Aníbal Clemente
  • Repasamos las técnicas más crueles de la Villa
A. FERNÁNDEZ CID/RTVE.es 30.09.2011
  
El crujir del garrote vil, el silbar de los latigazos o el absoluto silencio del reo en la horca. Estos son varios de los métodos de tortura que ya han sufrido algunos de los personajes de Águila Roja.
El Director de la Red Española de Historia y Arqueología, Aníbal Clemente, fiel seguidor de la serie, nos descubre los oscuros mecanismos que movían estas malas artes.

Siglo de Oro

A los protagonistas de la serie les ha tocado vivir en el 'Siglo de Oro de la tortura'. En una época en la que la justicia no era ciega, la tortura era la mejor técnica para infundir miedo, terror y sufrimiento entre los habitantes de la Villa. "El uso del látigo, de metales ardientes contra la piel del reo, el intento de ahogamiento en agua, el garrote vil (algo posterior y genuinamente español) y las condenas como la horca o la muerte en la hoguera" completan un macabro abanico en este siglo, según Clemente.
Cipri, Martín o el propio Gonzalo de Montalvo han sufrido en sus carnes la mano castigadora de la justicia del s. XVII. Como asegura nuestro experto, "se trata de una serie de ficción que combina los elementos suficientes para tener éxito. El amor, el poder, la corrupción, el misterio, la violencia y la justicia. Es por estos ingredientes por lo que me he hecho un fiel seguidor".
Aunque se impusiesen como métodos de justicia, quizás esta no sea la palabra más adecuada para referirse a estas técnicas. Son el Cardenal Mendoza o el Comisario de la Villa, es decir la personalidad religiosa o la autoridad civil, los encargados de dar el visto bueno a las más crueles torturas.

En la piel del héroe

Aníbal Clemente considera difícil determinar un único método como el más efectivo,"todo aquel que produzca un gran sufrimiento físico sin llegar a causar la muerte podría ser suficientemente efectivo para conseguir una información".
Enfundado en el traje de Águila Roja, Clemente cree que la tortura que no aguantaría nuestro héroe sería la amenaza de muerte de un ser querido, "era la tortura más grande que podría sufrir un ser humano". ¿Confesaría Águila Roja su verdadera identidad por salvar a Margarita?