Arqueólogos hallan una cámara oculta en la cueva de Liang Bua (Indonesia), en la que pudo habitar el Homo floresiensis

Cráneo de Homo floresiensis. Javier Trueba/MSF/Science Photo Library.

Los humanos diminutos de Flores, apodados hobbits, tenían una cámara oculta que recientemente ha sido descubierta. Y las primeras señales apuntan a la tentadora posibilidad de que en la misma haya más huesos de Homo floresiensis.
El Homo floresiensis se convirtió en una sensación mundial cuando se dio a conocer hace una década. Los frágiles restos hallados en una cueva de la isla de Flores, en Indonesia, revelaron la extraordinaria historia de una especie humana primitiva de pequeño tamaño, de alrededor de 1 metro de altura. Y lo que es más, la misma había vivido hasta tan recientemente como hace 18.000 años, mucho después de que otras especies humanas primitivas, incluyendo los neandertales, hubieran desaparecido.

Foto: Henry Gee (izquierda) y Chris Stringer con los cráneos del homínido de Flores en su presentación en la revista 'Nature' en el año 2004.


Sin embargo, la controversia se mantiene sobre si el hobbit es una especie separada, o simplemente es una población inusual de pequeños Homo sapiens, en la que al menos uno de los cuales tuvo algún tipo de enfermedad que le provocó un deterioro en el desarrollo del cerebro. Tal circunstancia, aducen determinados investigadores escépticos, explica por qué el único cráneo hobbit encontrado hasta la fecha tenía un cerebro del tamaño de un chimpancé.

Entrada oculta


El hallazgo de más huesos podría finalmente cerrar el debate, pero la búsqueda hasta el momento, en el abrigo rocoso de Liang Bua (arriba), donde fueron desenterrados los restos de los hobbits, han dibujado un espacio en blanco. Sin embargo, tal vez eso ha ocurrido porque se ha estado buscando en el lugar equivocado.
Michael Gagan (derecha), de la Universidad Nacional de Australia, en Canberra, y sus colegas, visitaron la cueva en 2006, y en un rincón poco iluminado se tropezaron con la entrad hacia un pasadizo empinado hacia abajo. Tras bajar haciendo rápel encontraron una nueva cámara.
El equipo ha excavado ahora las capas superiores de los sedimentos de la cueva de Liang Bawah, y han descubierto huesos de animales junto con herramientas de piedra que tienen pocos milenios o siglos de antigüedad, probablemente dejadas allí por seres humanos anatómicamente modernos.
Pero, en lo más profundo, las capas de mayor antigüedad de la cámara podrían contener más restos del Homo floresiensis, según indican. "¿Quién sabe qué increíbles huesos antiguos podían estar allí enterrados?", dice Gagan.

Foto: Localización de la cueva de Liang Bua y de la nueva cavidad denominada Liang Bawah, en la Isla de Flores


Espécimen de Homo floresiensis (LB1) completo en exhibición. Wikipedia

Un probable hogar

El trabajo de investigación del equipo también indica que, durante una gran parte de los últimos 200.000 años, allí hubo en realidad una cómoda entrada frente a la nueva cámara hallada, justo al lado de la entrada principal al refugio de Liang Bua. Por tanto, podría haber sido un lugar de ocupación hobbit antes de que la entrada principal se bloqueara.

Existe otra razón por la que la nueva cámara podría ser muy significativa. Dentro de Liang Bua, el sedimento -y las evidencias del hobbit- se remonta a tan sólo 100.000 años. El material anterior a esta datación aparentemente se ha erosionado. Dada la nueva cavidad, que está más abajo, podría haber un poco de ese sedimento.

Si es así, podríamos comenzar a reconstruir los orígenes de los hobbits y llegar a una conclusión sobre si se trata de una especie separada; particularmente, si la nueva cavidad proporciona un segundo cráneo hobbit tan pequeño y extraño como el primero que se halló. "Hasta que no se haga tal descubrimiento, la gente debe ser muy cautelosa sobre el reconocimiento de una supuesta nueva especie", dice Robert Martin (izquierda) conservador de The Field Museum de Chicago.

Gagan, que es especialista en climas tropicales antiguos, pero no en prehistoria humana, espera que ahora haya más excavaciones en la cueva.

"Aquí está el nuevo trabajo de investigación, con la esperanza de que inspire a los arqueólogos para ir allí y echar un vistazo", dice Gagan.

Fuente: News Scientist | 29 de octubre 2015 (Traducción de G.C.C.)

Las misteriosas figuras de Kazajistán retratadas desde el espacio

Los montículos tenían originalmente una altura de entre 1,80 metros y 3 metros

Desde el suelo, es un paisaje poco memorable.

Pero desde el aire, a una distancia de aproximadamente 700 Km, esta enorme superficie desierta en el norte de Kazajistán tiene un aspecto más que singular.

Una serie de fotos satelitales reveladas días atrás por la NASA muestran en detalle gigantescas figuras geométricas –que recuerdan a las famosas líneas de Nazca en Perú o a los geoglifos en el norte de Chile– que sólo pueden reconocerse como tales desde dicha perspectiva.

Son cuadrados, cruces y esvásticas que se extienden por un terreno que abarca varias canchas de fútbol y que, según investigadores, podrían tener una antigüedad de alrededor de 8.000 años.
En total –entre montículos, zanjas y terraplenes– hay al menos 260 rasgos ordenados en cinco formas básicas.

Las estructuras fueron descubiertas en 2007
La más grande de las estructuras, localizada cerca de un asentamiento neolítico, es un cuadrado formado por 101 montículos cuyas esquinas opuestas están conectadas por una cruz en diagonal.
El área combinada de esta formación es superior a la de la Gran Pirámide de Keops en Egipto.

Observatorios

Estos extraños dibujos, en la región de Turgai, fueron descubiertos por Dmitriy Dey –economista y amante de la arqueología– en 2007, gracias a Google Earth.
Desde entonces, su origen y función continúan intrigando a los investigadores.
"Nunca he visto algo como esto. (Las estructuras) son extraordinarias", señaló Compton J. Tucker, uno de los científicos de la NASA involucrado en la publicación de las imágenes.
En opinión de Dey, los dibujos no fueron creados para ser vistos desde arriba.

Una teoría es que podrían haber sido observatorios horizontales para seguir el movimiento de la salida del sol

Dey cree que lo más probable es que las figuras creadas por las líneas puntuadas por montículos hayan sido "observatorios horizontales para seguir el movimiento del sol naciente", una teoría que también se utiliza para explicar la función de Stonhenge, el monumento de piedra en el sur Inglaterra.
Antiguamente, tribus de la Edad de Piedra se trasladaban para cazar a esta región.

Según Dey, la cultura Mahanzhar, que habitaba la zona entre los años 7.000 a.C. y 5.000 a.C., podría haber creado algunas de las estructuras más antiguas.

Más fotos

La propuesta de Dey pone en entredicho las ideas establecidas sobre las culturas nómades, ya que hasta ahora se creía que los grupos cazadores recolectores no permanecían suficiente tiempo en un lugar como para crear construcciones de semejante escala, como la que se observa en Kazajistán.

Una de las teorías que explica la construcción de Stonehenge en Inglaterra también apunta a que podría haber servido para observar el movimiento del sol

Construir estas estructuras, además, requiere un gran número de personas e implica "un esfuerzo enorme", explica Giedre Motuzaite Matuzeviciute, arqueóloga de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, quien visitó el sitio el año pasado.

Matuzeviciute también duda en calificar a estas líneas de geoglifos –como las enigmáticas líneas de Nazca en Perú– ya que este nombre se emplea cuando el propósito es artístico y no cuando el objeto tiene una función.

Hasta el momento, el estudio de las estructuras ha avanzado a paso lento y los investigadores esperan que la publicación de las fotografías de la NASA contribuya a aumentar el interés por el tema.
La NASA ciertamente está interesada: ha incluido la toma de más fotografías a la lista de tareas de los astronautas actualmente a bordo de la Estación Espacial Internacional, que esta semana celebra su 15º aniversario desde que está continuamente habitada.

Fuente: BBC.com

En busca de Djehuty: entre momias, tumbas y jeroglíficos (El Documental)

Reportaje que muestra los descubrimientos de las 13 últimas campañas de excavación arqueológica en Egipto, siguiendo las huellas de Djehuty, el supervisor del tesoro de la reina Hatshepsut, la primera mujer faraón.

Los rostros y los nombres de ambos fueron borrados sistemáticamente hace 3.500 años para impedir su recuerdo. El proyecto Djehuty trata de restaurar su memoria con un equipo internacional dirigido por José Manuel Galán, que investiga la necrópolis de Dra Abu el-Naga, en Luxor (Egipto).


En busca de Djehuty: Entre momias, tumbas y... por historiayarqueologia

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Una investigación científica vincula el Antiguo Egipto con la Atlántida

El Antiguo Egipto, una civilización protagonista de innumerables investigaciones científicas a lo largo de los últimos doscientos años, ha resultado esconder un enorme secreto: su relación con uno de los mayores mitos de la historia, la 'Atlantis' de Platón.

Eso es lo que establece la tesis doctoral del arquitecto Miquel Pérez-Sánchez Pla (izquierda), que revela una nueva perspectiva sobre los conocimientos científicos de la Antigüedad, y especialmente sobre el conjunto monumental de las pirámides de Giza.

En su trabajo, a partir de la reconstrucción informática de la Gran Pirámide de Keops (o de Khufu) y mediante un trabajo de investigación pluridisciplinar que aúna conocimientos arquitectónicos, matemáticos, geométricos, astronómicos, geodésicos, históricos y mitológicos, el Pérez-Sánchez Pla ha logrado transcribir un código secreto que descifra una gran cantidad de información científica sobre el colosal monumento, que según el autor, ha resultado ser una auténtica "enciclopedia de piedra" del saber del pasado.

"La Gran Pirámide oculta su calendario: la ceremonia inicial del Tensado de la Cuerda se celebró el 25 de septiembre del 2.547 a.C. Trabajaron 17 años y 9 días, y la inauguraron el 3 de octubre del 2.530 a.C.", explica el autor.

En este sentido, añade que ambas fechas "coinciden con el reinado de Keops y se obtienen de dos alineaciones de sus canales estelares con el planeta Marte". Por lo que ahora se sabe que "ha cumplido 4.545 años".

LA GEMATRÍA, LA CLAVE DEL HALLAZGO

El arquitecto ha explicado que el hallazgo se ha producido a través de un antiguo sistema alfanumérico por el que cada letra tiene un valor numérico, la gematría. "Hay un número que surge persistentemente en las medidas de la Gran Pirámide, de Giza, y del territorio de Egipto: el 892. Y una sola palabra, entre las 6.000 investigadas, contiene ese valor nominal: 'Atlantis' o 'La Atlántida', sentencia Pérez-Sánchez Pla.

Tras el descubrimiento y la publicación de su primer libro, el autor y su equipo están buscando ahora financiación para el Proyecto Atlántida, que incluye una campaña de arqueología submarina en el Mar Mediterráneo donde están seguros de haber localizado la mítica isla descrita por Platón.

En el Proyecto Atlántida se prevé la divulgación de estos descubrimientos mediante otros tres libros y cuatro series de documentales cinematográficos: 'La Gran Pirámide, clave secreta del pasado'; 'El conjunto de Giza y el enigma de la Esfinge'; 'En busca de la Atlántida'; y 'El retorno del Ave Fénix'.

Vía: Europa Press

Arqueólogos hallan en Jersey (Inglaterra) piedras grabadas en un yacimiento magdaleniense

Una excavación en Jersey ha producido un alijo de artefactos de los cazadores-recolectores de finales de la última Edad de Hielo, los cuales incluyen piezas de piedra grabadas con líneas. Las mismas son similares a los grabados del mismo período hallados en Europa continental, pero estas son las primeras de su tipo en las Islas Británicas.

Los arqueólogos están en las primeras etapas del análisis de los hallazgos, pero estiman que al menos tienen 14.000 años de antigüedad. Tal datación coloca el yacimiento entre uno de los primeros del norte de Europa después de la Edad de Hielo.


Vista áerea del yacimiento de Les Varines, Jersey

También significaría que las marcas son anteriores a las primeras manifestaciones artísticas que se conocen en el Reino Unido, las cuales fueron encontradas grabadas en paredes de piedra y en trozos de hueso en Creswell Crags, en Derbyshire, en 2003. Sin embargo, el equipo quiere estudiar dichos grabados más de cerca y espera encontrar otros más antes de hacer cualquier gran declaración.

La Dra. Chantal Conneller (izquierda) es co-directora del proyecto Ice Age Island, con base al cual ha estado trabajando durante cinco años en el enclave de Les Varines, en la zona sureste de Jersey. Ella ha declarado a la BBC: "Nos sentimos razonablemente confiados desde el momento en que esto que tenemos se inscribe en esa idea, más amplia, del arte magdaleniense no representativo".

Los magdalenienses fueron una de las culturas de cazadores-recolectores que re-colonizaron progresivamente Europa en cuanto el hielo se retiró hace entre 16.000 y 13.000 años.

Fragmentos de piedra como las halladas, aparentemente procedentes de otras más grandes, cubiertas con líneas grabadas, se conocen en yacimientos magdalenienses de Francia y Alemania. "Tenemos la esperanza de que esto sea un indicio de lo que está por venir, ya que en algunos otros sitios se han consegudo cientos de estas piezas. Lo que tenemos hasta ahora es sólo un fragmento de algo mucho más grande", dijo el Dra. Conneller, profesora en la Universidad de Manchester.

Su colega la Dra. Silvia Bello (derecha), del Museo de Historia Natural de Londres, está actualmente analizando los fragmentos utilizando diferentes técnicas microscópicas. Ella advirtió que el trabajo es aún preliminar, pero dijo: "Podemos ya decir que las piedras no son naturales del yacimiento, sino que muestran claras líneas incisas hechas con herramientas de piedra, y no tienen ningún papel funcional obvio".

Se descartan otras explicaciones más mundanas, tal como que dichas rocas fueron usadas como tablas para cortar sobre ellas, sería un proceso complicado. La Dra. Conneller explica: "El estudio microscópico muestra que existe una organización en el diseño, con dos grupos de líneas, un conjunto de rectas hechas con una herramientas fina, y otro con líneas más curvadas y con frecuencia más amplias. Esto nos sugiere algo más allá de una explicación funcional".


Hasta ahora el equipo ha desenterrado tres fragmentos grabados y esperan encontrar más

Piedras planas y grabadas, halladas en otros enclaves magdalenienses, a veces contienen representaciones, tales como caballos u otras figuras, y a menudo parecen haber sido reutilizadas. El equipo ha podido observar la huella de diferentes herramientas de piedra en los fragmentos, lo que sugiere -junto con otras pistas- que tienen una historia igualmente compleja.

"Ciertamente, parecen ser algo que se regrababa en el transcurso del tiempo", dice la Dra. Conneller.


"Cinco años de paciente trabajo" en la excavación han proporcionado más de 5.000 artefectos de piedra

En cuanto a la datación exacta del yacimiento, los arqueólogos esperan tener una idea firme mediante la datación de restos óseos que fueron hallados también junto con los artefactos obtenidos este verano en la excavación. Mientras tanto, el equipo puede comparar la similitud cultural entre este yacimiento y otros enclaves magdalenienses bien estudiados en Europa. "Me siento bastante segura de que el yacimiento se remonta a algún momento entre hace 15.000 y 14.500 años. Esto se basa en algunos otros yacimientos con bastante buena tipología en el norte de Francia. Y, lo que tenemos, sin duda encaja dentro de esa diferencia de 500 años", dijo la Dra. Conneller.

"Tales artefactos bien podrían representar a algunas de las comunidades de los primeros cazadores-recolectores que colonizaron el norte de Europa, tras el período más frío de la última Edad de Hielo".

Tesoro escondido
Los descubrimientos de este verano están en el punto más alto, hasta el momento, de un proyecto de larga duración. "Esta ha sido la culminación de cinco años de paciente trabajo, la localización de miles de herramientas de piedra dentro de los depósitos inclinados hacia la veta madre", dijo el Dr. Ed Blinkhorn (izquierda), del Instituto de Arqueología del University College de Londres. "Sabíamos que un significativo yacimiento de cazadores-recolectores se extendía en este campo y parece que finalmente lo hemos encontrado."

La Dra. Conneller está de acuerdo. "Lo que es realmente interesante en este año es que parece que hemos encontrado parte del yacimiento más o menos intacto. Estamos empezando a conseguir hogares, trozos de huesos y estas interesantes piedras grabadas", dijo. El descubrimiento del yacimiento es particularmente importante, agregó, porque muy poco de este antiguo paisaje sigue siendo accesible. "El nivel del mar habría sido mucho más bajo en su momento. Al norte de Alderney había un gran canal de agua, con un amplio valle, y esto parece que habría sido un gran obstáculo para el movimiento humano. Pero en realidad no sabemos nada de lo que estaba pasando en este anegado paisaje".

La investigación del equipo, que ha estado apoyado en los últimos tres años por el Fondo de Desarrollo de Turismo de Jersey y por Capco Trust, está ahora en exhibición en el Museo de Jersey. La exposición permanecerá abierta durante todo 2016 e incluye una de las piedras grabadas.



Fuente: BBC News | Traducción de G.C.C.

Homínidos del Paleolítico inferior usaban lanzas de madera para defenderse de los grandes felinos dientes de sable

Foto: Distintas perspectivas de una pieza dental de un felino de dientes de sable

En algunas imágenes creadas por los artistas, usted puede haber visto que se representa a los seres humanos prehistóricos de caza o en lucha con los felinos de dientes de sable. Sin embargo, a pesar de su recreación artística, las mismas pueden representar una escena muy cercana a la realidad de hace unos 300.000 años, cuando los humanos del Paleolítico inferior compartían el mismo entorno con los grandes felinos en lo que actualmente es Europa.

Según los científicos que han estudiado restos desenterrados en el yacimiento arqueológico de Schöningen, en el centro-norte de Alemania, los seres humanos que hacían lanzas de madera y vivían en la región tenían un contacto muy estrecho y personal con el felino europeo de dientes de sable (Homotherium latidens, izquierda) hace unos 300.000 años. Ahora bien, si ellos interactuaron con estos grandes felinos como sus depredadores (cazadores) o como víctimas (pieza de caza) es todavía una cuestión que está abierta al debate.

Las pistas provienen del examen de cinco dientes de sable y un húmero fósiles identificados como representantes de dos felinos, hallados dentro del contexto del yacimiento descubierto en el famoso enclave de Schöningen, donde, además de otros artefactos, los arqueólogos recuperaron una serie de lanzas de madera, un palo puntiagudo doble y un palo quemado, todo lo cual se data en el periodo Holsteinian, hace alrededor de 300.000 años.

"El húmero (derecha) es un espécimen único, pues muestra evidencias de los impactos de los homínidos y su uso como un percutor", informaron los investigadores en su nota resumen del estudio completo que está publicado y disponible como artículo de prensa en Journal of Human Evolución. "Los restos del 'Homotherium' de Schöningen son los hallazgos mejor documentados de esta especie en un entorno arqueológico, y se encuentran entre los ejemplares más jóvenes de 'Homotherium' en Europa", agregan los investigadores.

El estudio de los hallazgos tiene implicaciones para comprender las relaciones entre los humanos del Paleolítico inferior y los carnívoros que vivieron en el mismo contexto ecológico. "La presencia de esta especie como un competidor carnívoro, ciertamente habría impactado en las vidas de los homínidos de finales del Pleistoceno medio", concluyen los investigadores. "El descubrimiento ilustra los posibles desafíos del día a día que los homínidos de Schöningen tuvieron que haber afrontado, y sugiere que las lanzas de madera no fueron necesariamente sólo utilizadas para la caza, sino muy posiblemente también como arma de autodefensa".
El yacimiento paleolítico de Schöningen es muy conocido por las armas más antiguas de madera -o artefactos-, excepcionalmente bien conservadas, descubiertas allí por los arqueólogos bajo la dirección del Dr. Hartmut Thieme entre 1994 y 1998, en una mina de lignito a cielo abierto.

Foto: El profesor Hartmut Thieme (izquierda) en el lugar donde se encontraron las lanzas.

Depositadas entre los sedimentos orgánicos en un antiguo lago, las mismas fueron encontradas en combinación con cerca de 16.000 restos óseos de animales, entre ellos veinte caballos salvajes, cuyos huesos ofrecen numerosas marcas de carnicería, incluyendo una pelvis que todavía tenía una lanza que sobresalía de ella. Los hallazgos se consideran pruebas de que los primeros seres humanos eran activos cazadores, con kits de herramientas especializadas.


Foto: Dos de las lanzas encontradass (se muestra cada una en dos ángulos)

El estudio de los fósiles del felino de dientes de sable fue realizado por Jordi Serangeli, del Instituto de Ciencias Arqueológicas de la Universidad de Tubinga, junto con colegas de otras instituciones, y también es autor del trabajo de investigación publicado.

Fuente: popular-archaeology.com (Traducción de G.C.C.)