Gnomónica y culto ancestral

En este trabajo se pretende poner en evidencia que en el antiguo Egipto, las festividades de recibimiento de cada una de las estaciones del año,  además de estar íntimamente ligadas a los estados cíclicos del río Nilo, también lo estuvieron con los fenómenos gnomónicos que permitieron asociar el alejamiento y posterior retorno trópico del Sol, con la caída y resurrección del cuerpo del faraón, por él simbolizado en días gnomónicos especiales.

En resumen, intentaremos demostrar la correlación directa que existió entre los ciclos del río Nilo, el cuerpo del faraón, la gnomónica, y las celebraciones estacionales, así como también, que esta correspondencia entre ciclos de diferentes fenómenos, fue profundamente conocida por los antiguos egipcios, a partir de saber valorar diferentes señales; como ser, la aparición de Sotis (orto heliaco de Sirio) y la ocultación y / o resurgimiento del Sol y las sombras, según su altura del astro en el horizonte, conocimientos estos, que no dudamos, son muy antiguos.

Un nuevo proyecto pondrá en valor y hará visitable el Castro de Elviña (A Coruña)

Foto: Castro de Elviña.

El Castro de Elviña se enfrentará el próximo año, en el que comenzará una nueva campaña de trabajos en este enclave, a lo que será uno de sus principales retos, su conversión en un lugar visitable por los ciudadanos con el fin de que comprendan su trascendencia en la historia de Galicia.

Para el arqueólogo municipal, Marco Antonio Rivas (izquierda), se trata de uno de los yacimientos "más importantes"de la comunidad, al que su proximidad a la ciudad le da un valor cultural muy importante". El hecho de que además se extienda sobre una superficie de 30 hectáreas de propiedad pública le confiere una especial relevancia a la hora de proporcionarle un uso social, según este experto.

No fue hasta el comienzo de este siglo que los terrenos sobre los que asienta el castro fueron adquiridos por el Concello de A Coruña, ya que hasta entonces eran propiedad de los vecinos de la zona, lo que supuso continuos problemas para efectuar las excavaciones. "Ahora hay que convertir ese esfuerzo económico hecho por el Concello en un rendimiento social", proclama Rivas, para quien el lugar es hoy un yacimiento arqueológico "interesante para la investigación pero no atractivo para el público".

"Llega el momento de que prime el uso sobre la investigación", señala el también autor del proyecto que se desarrollará en el castro, quien es partidario de "que las excavaciones permitan comprender mucho mejor las estructuras que ya están a la vista". Rivas estima "beneficioso que el yacimiento pueda ser visitado de forma continua por la población porque eso va a hacer que se mantenga, que los caminos no se llenen de vegetación..." y que al mismo tiempo pueda continuar la investigación.

En la misma línea, el edil de Culturas, José Manuel Sande, cree que esta actuación supondrá "una nueva etapa para el patrimonio coruñés", ya que el yacimiento será considerado como "un nuevo espacio cultural integrado en A Coruña". Espera que sea un punto de partida para un mayor número de intervenciones en este sentido. El proyecto había sido licitado en 2015 por el PP pero el concurso se anuló por un error formal.

Uno de los problemas con que cuenta este lugar es el acceso, porque el único existente no admite el paso de autobuses o de muchos coches. Uno de los factores que pueden resolver esta dificultad es su proximidad a la tercera ronda, lo que permitiría abrir una nueva vía de conexión desde esa circunvalación, aunque el arqueólogo del Concello advierte de que "también es bueno mantener los caminos actuales para que la gente venga a pasear por su cuenta y vea el yacimiento al margen de visitas guiadas, con un acceso mucho más abierto que ahora". Para Rivas, el uso social del yacimiento "no solo es compatible con su conservación, sino necesario, porque la falta de uso está causando problemas de conservación".

A pesar de la gran extensión de terreno sobre la que se cree que existieron construcciones que formaban parte de este poblado, en la actualidad la superficie visible solo ocupa entre 4 y 5 hectáreas. El complejo se estructura a partir de la parte superior del monte, llamada croa, bajo la cual existen al menos dos terrazas sobre las que se asientan las viviendas y otras construcciones no residenciales. Rivas explica que las estructuras que eran visibles antes de que se excavase pertenecen a la última fase en la que el castro estuvo habitado, aunque su ocupación se inició en torno al siglo II antes de Cristo y continuó durante 800 años.


Casa del Tesoro. En esta construcción aparecieron las joyas castreñas que se conservan en el castillo de San Antón, por lo que se cree que tenía un uso público, como toda la zona en la que se halla.

"Su evolución va en paralelo a la ciudad romana de A Coruña y es posible que en algunos casos fuera inversamente proporcional", advierte el arqueólogo municipal, quien considera que en fases en la que el asentamiento urbano estuviese en crecimiento, el de Elviña disminuyese en importancia. Una de las características más sobresalientes del yacimiento del Castro de Elviña y que lleva a pensar que sería más grande de lo que se cree es que hay pocos espacios habitados que se hayan descubierto, mientras que alrededor de la croa existen grandes espacios públicos, una circunstancia que no es habitual en los poblados de este tipo y que para Rivas supone que "muy probablemente A Coruña ya tenía importancia antes de la existencia de la Torre de Hércules".

Las investigaciones efectuadas hasta el momento no permiten saber cuántas personas vivieron al mismo tiempo en el castro, pero Rivas destaca que el hecho de que en el asentamiento haya espacios públicos "revela que hubo una jerarquía y por lo tanto que había que controlar un volumen de población notable", aunque también hay que tener en cuenta que algunas personas estuvieran en este lugar solo de forma temporal y que procediesen de otros castros.


Joyas castreñas que se conservan en el castillo de San Antón

Al acceder al poblado desde la zona sureste se encuentran estructuras que pertenecen a la zona de uso público, como en la que apareció el llamado Tesoro de Elviña, que fue trasladado al Museo Arqueológico del Castillo de San Antón, donde se conservan la diadema-cinturón, la gargantilla y el collar que integran este conjunto. Se piensa que toda esta área era un espacio público porque en ella se encuentra también el aljibe que abastecía de agua a los pobladores, cuyo manantial lo llena en invierno hasta llegar a los primeros peldaños de la escalera que sirve para acceder al fondo.

También se halla en esta parte del castro el templo en el que se veneraba un ídolo fálico (izquierda), que estaba clavado en el suelo de un recinto de forma ovalada y que, al igual que las joyas del tesoro, fue llevado al museo arqueológico. La existencia del manantial de esta terraza y del que se encuentra en la croa favoreció la elección de este lugar como asentamiento, pero no fue el único, según Rivas, quien detalla que también buenas zonas de cultivo, así como vistas de A Coruña y de las vías de comunicación terrestres de la época, por lo que a su juicio "tiene una ubicación estratégica".
A esto se suma la existencia de rocas graníticas de la parte superior del castro que quizás tuvieron algún significado para poblaciones anteriores, ya que allí han aparecido huecos con forma de pie y cazoletas.

Podomorfo. Este hueco en la roca con forma de pie situado en la parte alta es una de las muestras de que el lugar donde se levantó el castro estuvo ya habitado por otras poblaciones anteriores.

El técnico municipal recuerda que es frecuente que los afloramientos graníticos se usaran en aquellos tiempos como referentes en el paisaje y que además se sacralizasen. Una línea de rocas graníticas colocadas por los pobladores delimita la zona donde se encuentran el aljibe y el templo del ídolo fálico, lo que se interpreta como un intento de reflejar la trascendencia que tenía esta parte del castro, en la que también se halla la casa de la exedra, denominada así por Luis Monteagudo, por la forma abovedada que tiene en un lateral, en la que puede apreciarse que estuvo ocupada en diferentes épocas y con usos diferentes. Por el momento se desconoce qué finalidad tenía esa construcción con una estructura tan peculiar, en cuyo suelo aparecieron muchos molinos de mano, por lo que se especula que pudo albergar un horno.


Casa Ovalada. Se ignora qué función tenía esta construcción, situada al pie de las viviendas y junto a la zona de trabajo de los metales, que estuvo ocupada durante varios siglos.

La ladera del monte fue dividida en tres recintos diferenciados mediante la construcción de murallas, la más importante de las cuales es la que cuenta con dos torreones semicirculares en medio de los cuales hay una rampa y unas escaleras. La fortificación ejerce presión sobre la terraza inferior, por lo que en las obras que se desarrollarán el próximo año se consolidarán para evitar que afecte a las construcciones situada a su pie. También está previsto excavar entre la casa de la exedra y el templo para investigar si existía relación entre ambos edificios, así como si había caminos que los comunicasen.


Torreones. Estas construcciones, situadas en la entrada sureste, destacan por su monumentalidad. Entre ellas aparece una escalera que da acceso a la croa, la parte más alta del castro, que posee vistas excepcionales.

Al llegar a la croa se aprecia uno de los atractivos del yacimiento, las espectaculares vistas que ofrece, ya que desde allí se divisan la ciudad, la Torre de Hércules y un amplio tramo de costa. Al mismo pie del castro aparece el campus universitario de Elviña, que se prolonga hacia la derecha por el de A Zapateira. El giro hacia el suroeste permite apreciar desde este lugar el barrio de Novo Mesoiro y la tercera ronda.

La zona suroeste del castro es la única descubierta de uso doméstico, con viviendas que tenían techo de paja. En sus proximidades están las formas realizadas en las rocas que se creen anteriores a la época castreña. Aquí se trabajará para impedir la acumulación de agua que se forma con las lluvias y que los muros de las viviendas no descansen directamente sobre la roca. También se instalará un pavimento de arena y arcilla para diferenciar los usos de cada zona.


Aljibe. Se abastece del manantial que brota en el fondo, al que se accede por la escalera construida, en la que en invierno el agua llega casi hasta arriba. En la parte alta del castro existe otra fuente.

En un nivel inferior hay construcciones que estuvieron dedicadas a trabajar los metales y una estructura ovalada que representa un enigma para los arqueólogos. Rivas explica que tiene poco que ver con el resto, ya que es más grande y bajo ella aparecen muros que revelan la existencia de tres fases constructivas diferentes, la más antigua del siglo II antes de Cristo y la última de cuatro siglos después.

Tiene además un zócalo para darle mayor altura que fue levantado durante una remodelación muy importante cuya causa es desconocida. Por el momento se ignora qué función tendría esta construcción, que tiene muros adosados y una pila excavada en la roca, por lo que se excavará para comprobar su planta y averiguar qué uso tuvo, aunque se supone que era público.


Zona suroeste del Castro de Elviña, en la que aparecen las viviendas, con el barrio de Novo Mesoiro y la tercera ronda al fondo.

La muralla que rodea esta parte del castro está jalonada en algunos puntos por tocones de árboles que crecieron sobre ella, ya que el poblado estuvo enterrado durante siglos y las raíces se encajaron entre las piedras, por lo que ahora serán retirados para evitar que afecten a la fortificación. También se trabajará en la consolidación de paños de esta parte de la muralla, en la que hay rocas integradas a lo largo de su trazado, ya que su ubicación fue aprovechada al construir las defensas.
La entrada suroeste al castro está apenas excavada, por lo que se continuará esta labor, que según Rivas permitirá ver que es "incluso más monumental que la de los torreones", ya que y tiene una especie de plaza en el medio que fue usada durante mucho tiempo porque tiene tres pavimentos superpuestos.

Fuente: laopinioncoruna.es | 4 de septiembre de 2016

Siete décadas de excavaciones

Sesenta y nueve años después de que se acometieran las primeras excavaciones en el Castro de Elviña para desentrañar cómo se desarrollaba la vida en este poblado, el Concello, gracias a la subvención que recibirá del Ministerio de Fomento, continuará los trabajos en este yacimiento arqueológico, pero no tanto para proseguir las investigaciones sino para hacer que sea comprendido de un modo más fácil por quienes lo visitan.

Foto: La croa, zona más elevada del castro, vista desde la terraza inferior.

Tras el abandono del castro, el lugar cayó en el olvido, aunque documentos medievales mencionan su existencia. Los terrenos acabaron en manos privadas y hubo que esperar a 1947 para que se llevara a cabo la primera excavación, que fue dirigida por Luis Monteagudo. Este investigador había recorrido todos los alrededores de la ciudad en busca de yacimientos arqueológicos y no solo trabajó en el Castro de Elviña, sino también en el de Monte das Arcas, en el límite con Arteixo, un enterramiento de la Edad de Piedra.

La actuación desarrollada en ese momento permitió descubrir que el castro contaba con estructuras que revelaron la presencia de estructuras relevantes, como los torreones monumentales existentes en la entrada sureste del poblado y la llamada casa de la exedra. Monteagudo fue relevado al año siguiente de haber iniciado su labor por José María Luengo, quien hasta 1957 prosiguió las excavaciones en lo que se considera como la el primer recinto externo del castro, en el que salieron a la luz el denominado Templo Fálico, el aljibe y el conocido como Tesoro de Elviña.

Pero al concluir las excavaciones de Monteagudo, el castro quedó sumido en el abandono durante más de veinte años, ya que hasta que Felipe Senén López Gómez no retomó la actividad en 1979 el lugar permaneció al margen de la actividad arqueológica, a pesar de su importancia para la comprensión de la historia coruñesa. El entonces director del Museo Arqueológico actuó en el yacimiento hasta 1985 y reclamó la puesta de un marcha de un plan para recuperarlo, del que debían formar parte la expropiación de los terrenos, la retirada de la torre de alta tensión situada en la parte más elevada y la creación de un parque arqueológico en el que se expusieran todos los hallazgos realizados en el lugar.


El arqueólogo municipal, Marco Antonio Rivas, en la zona amurallada de la parte suroeste del castro.

Durante esta etapa se volvió a trabajar en puntos del castro que ya habían sido excavados en los años precedentes, aunque ahora con medios y métodos más avanzados, al tiempo que se recuperaron estructuras que había quedado abandonadas, como la casa de la exedra.

En 2001 el Concello y la Universidad de Santiago elaboraron el plan director del Castro de Elviña, que tenía por objetivo recuperar este yacimiento prehistórico y transformarlo en un equipamiento cultural. Ese documento hizo posible la expropiación de los terrenos y el reinicio de las excavaciones, que fueron dirigidas desde 2002, por José María Bello, en aquel momento responsable del Museo Arqueológico, aunque de nuevo el castro estaba invadido por la vegetación y las construcciones estaban dañadas.


Entrada Suroeste. Los vestigios aparecen aún cubiertos con material geotextil para evitar daños por agua o vegetación. Serán excavados porque existió una entrada más monumental que la de los torreones.

Fue también entonces cuando surgió la idea de construir en el lugar lo que se llamó la Casa de los Antepasados, presupuestada en 38 millones de euros y que debía inaugurarse en 2007, aunque esta iniciativa que debía financiar el Gobierno central nunca pasó de ser un proyecto. Bajo la dirección de Bello, en el castro se llevó a cabo una intervención ambiental que modificó totalmente el aspecto del yacimiento, así como sondeos en todos los recintos del poblado que se aprecian en la superficie. También se excavó en la zona suroeste de la parte más elevada del poblado, y en la que la rodea en el primer recinto externo, además de en el sector sur del segundo recinto externo.

Estos trabajos concluyeron en 2009, aunque el año anterior el Concello y Fomento habían firmado el convenio para continuar las excavaciones mediante un proyecto dotado con 1,7 millones de euros y que debía concluir en 2012. Las intervenciones se reanudaron, entre ellas la retirada de la torre de alta tensión en 2015, pero diferentes problemas llevaron a que aún esté pendiente la última fase del proyecto, que debe iniciarse en los próximos meses y que será clave para hacer que el castro sean un lugar atractivo para su visita.

Fuente: laopinioncoruna.es | 4 de septiembre de 2016

La consejera de Cultura y el rector de la Universidad de Salamanca presentan los trabajos de restauración de la Fachada Rica


La consejera de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, María Josefa García Cirac, y el rector de la Universidad de Salamanca, Daniel Hernández Ruipérez, han visitado hoy las obras de restauración de la Fachada Rica y las Fachadas laterales de las Escuelas Mayores de la Universidad de Salamanca.

La visita ha servido para comprobar el avance de los trabajos que se iniciaron a principios del mes de agosto y que está desarrollando un equipo multidisciplinar de profesionales, coordinados por la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico.

Un proyecto integral, basado en la colaboración institucional y en la participación público-privada, iniciado a principios del mes de agosto, que pretende no solo su conservación y mantenimiento, sino también contribuir al mejor conocimiento y difusión de tan emblemático espacio del patrimonio histórico y cultural de Castilla y León.

La actuación comenzó a fraguarse en febrero de 2011, con el desarrollo de una primera fase, en la que gracias a la colaboración de ENUSA, se realizaron los estudios previos necesarios para diagnosticar y documentar el estado real de la fachada y para redactar un proyecto de intervención adecuado a sus necesidades. Durante la presentación, la consejera ha señalado que la intervención se enmarca dentro de la “participación activa” de la Junta en el VIII Centenario de la creación de la Universidad de Salamanca y ha destacado que la restauración que se está acometiendo, se ejecutará “con el rigor, calidad y espíritu innovador que caracterizan las intervenciones más actuales en el patrimonio cultural”. En este sentido, ha afirmado que el objetivo es que constituya un proyecto de investigación sobre los mejores procedimientos y técnicas en este tipo de elementos, contribuyendo a que “Castilla y León siga posicionándose como referente nacional e internacional en las ciencias de conservación y gestión del patrimonio cultural”.

Por otro lado, la consejera ha asegurado que los 800 años de actividad docente e investigadora de la Universidad “constituyen un patrimonio cultural intangible de enorme transcendencia no solo para España y la cultura española, sino también para todo el mundo occidental” y por ello ha anunciado que, la Junta está trabajando ya para proponer a laUNESCO la inclusión de la Universidad de Salamanca en la denominación de Salamanca como Patrimonio de la Humanidad.

Por último, la consejera ha recordado que la Junta también contribuirá a la celebración del centenario de la USAL con la financiación íntegra de la remodelación del antiguo edificio del Banco de España, cedido por el Gobierno, para convertirlo en la sede del futuro Centro Internacional de Referencia del Español de la Universidad de Salamanca.

El rector, por su parte, ha agradecido tanto a ENUSA como a la Consejería de Cultura y a la Fundación Santa María La Real su apoyo en el mantenimiento y recuperación del patrimonio y ha destacado que la Universidad de Salamanca cuenta con más de 30 edificios que cuentan con algún tipo de protección patrimonial, “para nosotros es muy importante que exista un apoyo que nos permita cumplir con la función que la sociedad nos otorga de docencia, investigación y transferencia, pero también con esta otra obligación de la que les hablo de conservar un patrimonio que es de todos y del que todos deberían disfrutar. Mantener el patrimonio implica, en ocasiones, elevadas cantidades de dinero y estos abordajes, hoy en día, solo se pueden llevar a cabo con la colaboración público privada”. Asimismo, ha expresado su convencimiento de que habrá otros proyectos en el futuro en los que también será posible contar con estos mismos apoyos y que serán de gran interés para la Universidad.

Diagnóstico y estado de la fachada

Los análisis realizados durante la fase de estudio arrojaron como principal conclusión que la Fachada presentaba un buen estado de conservación, aunque se detectaron algunos desplomes históricos que no constituyen un riesgo estructural y lesiones en la piedra, provocadas, entre otros motivos, por los cambios bruscos de temperatura.
Los daños ocasionados por la humedad, algunas fisuras y grietas y la suciedad generalizada completan el cuadro de patologías de la fachada. Lesiones que se aprecian también en la ornamentación escultórica del conjunto, que ha sufrido pérdidas de volumen y material.

Visita restauración USAL

Trabajos de restauración

Atendiendo a los resultados de los estudios previos, se redactó el proyecto de intervención en la fachada, que se está ejecutando ya, con la implicación directa de la Junta de Castilla y León y la Universidad de Salamanca y la colaboración de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, que coordina al equipo multidisciplinar de profesionales que está abordando el desarrollo de los trabajos.

Como han podido comprobar la consejera y el rector, por ahora, se ha efectuado una limpieza superficial de la fachada, destinada a eliminar polvo y suciedad. Paralelamente, se trabaja en la restauración de los pináculos y en la realización de los ensayos encaminados a determinar el mejor método para retirar una pátina aplicada en los años ochenta, que impide la correcta transpiración de la piedra.

Para frenar el efecto de la humedad en la fachada, se sustituirá la actual cubierta por una nueva que mejore la ventilación, estanqueidad e impermeabilización del espacio y que facilite la evacuación del agua de lluvia. Del mismo modo, se restaurarán las esculturas que así lo requieran y se eliminará la suciedad y la costra biológica adherida a la fachada. Se trabajará, igualmente, en la consolidación y el saneado de la piedra, así como en la eliminación de sales y en la reintegración volumétrica. Se procurará armonizar cromáticamente el conjunto y se instalará un sistema destinado a evitar la presencia de aves. Toda la actuación se llevará respetando la historia del edificio, utilizando métodos y materiales estables, reversibles y homogéneos y documentando cada paso de la intervención.

Monitorización

Con el fin de facilitar la mejor conservación y mantenimiento de la fachada se ha procedido a la monitorización interior y exterior del espacio, mediante la instalación de sensores ambientales y estructurales que servirán para comprender mejor el comportamiento del conjunto en relación con el clima exterior.

lona Usal

Un proyecto participativo

Otra constante en el proyecto de restauración de la Fachada Rica ha sido considerar el ámbito de la intervención más allá de su lienzo principal, atendiendo a su historia y extendiéndolo al volumen completo del conjunto. Más aún cuando el muro de la fachada cierra espacios tan emblemáticos como la sala de manuscritos e incunables, que atesora algunos de los ejemplares más importantes de la biblioteca salmantina, legajos que han servido de inspiración en el diseño de la lona de obra, creada a partir de las letras de los vítores que pueden verse en Salamanca, grafías que conforman una peculiar sopa de letras con la que se perfila la imagen de la fachada y se hace un guiño a los autores y los títulos de los libros que guarda la biblioteca de la universidad.

Para facilitar la implicación de la sociedad con el proyecto durante la restauración se mantendrá el programa de difusión con el punto de información de la Plaza de las Escuelas, con la organización de unas jornadas especializadas y con la planificación de visitas técnicas.

La actuación integral en la fachada, que ha supuesto una inversión total de 590.000 euros, concluirá este año y servirá para armonizar y remozar el conjunto de cara a la próxima conmemoración en 2018 de la fundación de la Universidad de Salamanca.

Descarga aquí la nota de prensa en .pdf

IMÁGENES: Diferentes momentos de la presentación de la restauración de la Fachada Rica y visita institucional a las obras. Imágenes facilitadas por la Junta de Castilla y León

Fuente:
Fundación Santa María la Real del patrimonio histórico

Carmona tartésica

Desde mediados del siglo VIII a.C. se había desarrollado un núcleo estable de población en su zona norte, coincidiendo con el actual barrio de San Blas.

A partir de esa fecha, la presencia de fenicios fue cada vez mayor, tanto que parece que dieron a Carmona (Sevilla) su primer nombre conocido: la raíz car- en semita, quiere decir ciudad.
Los fenicios trajeron muchas e importantes novedades: la primera estructura urbana que articula el poblado con manzanas y calles, la metalurgia del hierro, el torno alfarero, la explotación extensiva del olivo, etc.

Descubren nuevos espacios en el asentamiento de la Edad de Bronce de la Font de la Figuera (Valencia)


Excavación en L' Altet de Palau

El Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación lleva a cabo desde hace más de diez años una campaña de excavaciones en los yacimientos de L’Arbocer y en L’Altet de Palau, en la Font de la Figuera (Valencia), que han permitido conocer un asentamiento de la Edad de Bronce.

Durante el mes de julio se ha llevado a cabo una nueva campaña de excavación realizada en el poblado del Altet de Palau, donde se han descubierto nuevos espacios de habitación y de comunicación entre departamentos: estancias grandes con muros de piedra revocados con lucido; suelos de habitación con estructuras de combustión, bancos y enlosados de piedras planas; cerámica, pesos de telar de barro, una pulsera y dos punzones metálicos, molinos de piedra, dientes de hoz de sílex y numerosos restos de fauna.

La conservadora del Museo de Prehistoria, Maria Jesús de Pedro, ha sido la encargada de dirigir esta campaña y ha contado con sus colaboradores habituales como son Pablo García Borja, Carmen Tormo Cuñat, Víctor Chaos López y Mario Sanz Tormo. Los trabajos han estado centrados en el sector norte y nordeste del yacimiento, y alcanzan una extensión alrededor de los 80 m2.

Foto: Excavación en L' Altet de Palau

Diez años de excavaciones
Las campañas realizadas desde 2005 han permitido conocer el asentamiento de la Edad de Bronce, con espacios de habitación de planta cuadrangular, diferentes áreas de trabajo: de moltura, de almacén o de metalurgia; una muralla de grandes dimensiones con bastiones rectangulares, una calle central que articula los diferentes departamentos, y estructuras excavadas en la roca a manera de cubetas; con una cronología de mediados del II milenio a.C., avalada por la presencia de bronces entre los hallazgos metálicos, por las técnicas de construcción empleadas, por la cerámica, pesos de telar y otros elementos de la cultura material; y confirmada por los análisis de C-14 efectuadas sobre grandes de cebada que dan como resultado dataciones alrededor del 1400 aC, es decir, del Bronce tardío o reciente.

En cuanto a sus bases económicas, la agricultura estaría centrada en el cultivo de cebada vestida, y los rebaños de ovejas y cabras serían numerosos, además de algunos perros y cerdos; bueyes y caballos realizarían tareas de carga, y la caza de ciervos y conejos complementaría la dieta cárnica.
Respecto a la vegetación, en los alrededores del yacimiento habrían especies arbóreas como la carrasca y el pino, utilizadas en la construcción, y también matorrales de brezos, legumbres y ginebras; robles, fresnos y salces.

Estas campañas comenzaron a raíz del encuentro de un conjunto metálico formado por hachas, pulseras, sortijas, punzones y un puñal de bronce, y forman parte del Programa de Excavaciones Arqueológicas de la Corporación.



Nuevas líneas de actuación

A día de hoy, con más de tres cuartas partes del poblado ya excavadas, son prioritarias las medidas de consolidación y protección de las estructuras, dada su fragilidad, a pesar de su buen estado de conservación. Es por eso que, desde el Museo de Prehistoria, y como ya se ha hecho en otros yacimientos valencianos, como la Loma de Bexti de Paterna, están previstas diferentes actuaciones encaminadas a preservar un interesante legado arquitectónico, de gran valor arqueológico y patrimonial; y a garantizar su futuro uso público, con una señalización adecuada, plafones informativos, visitas guiadas, etc.


Por otro lado, la continuación de los trabajos de excavación es determinante para el estudio del poblamiento del II milenio aC en las comarcas del Vinalopó, La Costera y La Vall d’Albaida; una zona de gran interés como cruce de culturas en contacto con los poblados de la Edad del Bronce de l'Alcoià, el mundo argárico del Cabezo Redondo de Villena, o los poblados de Corredor de Almansa, entre los cuales Lo Cuchillo, con cronologías parecidas.

Un nuevo estudio sugiere que la cantidad de sangre que llega al cerebro fue la clave en la evolución de la inteligencia humana

Orificios craneales de los humanos actuales

Que el aumento de tamaño del cerebro humano en algún punto remoto de nuestra evolución tiene que ver con el desarrollo de la inteligencia es algo comunmente aceptado. Pero ahora un equipo de investigadores de Sudáfrica y Australia lo cuestionan. Según explican, la auténtica clave para la evolución de la inteligencia fue el aumento del suministro de sangre al cerebro.

Según explican en el artículo publicado en Royal Society Open Science, para demostrar su hipótesis calcularon como había ido variando la cantidad de sangre suministrada al cerebro de nuestros ancestros a lo largo del tiempo. Encontraron que el cerebro humano no solo evolucionó en tamaño, sino que también pasó a consumir mayores cantidades de sangre.

Foto: De izquierda a derecha: Australopithecus afarensis, Homo habilis, Homo ergaster, Homo erectus y Homo neanderthalensis. Crédito: Roger Seymour.

El profesor Roger Seymour (izquierda), un biólogo evolutivo de la Universidad de Adelaida, dijo: "El tamaño del cerebro ha aumentado alrededor de un 350 por ciento más a lo largo de la evolución humana, pero hemos hallado que el flujo de sangre al cerebro se incrementó un increíble 600 por ciento".

Para ello estudiaron fósiles de 11 especies de homínidos, desde el Australopithecus hasta los primeros Homo Sapiens.

Según Roger, esto se debió a la necesidad progresiva de energía del cerebro para establecer conexiones entre las neuronas que permitieron la evolución del pensamiento complejo y el aprendizaje.

"Creemos que esto está posiblemente relacionado con la necesidad que tiene el cerebro de satisfacer cada vez más las conexiones energéticas entre las células nerviosas, las cuales capacitan la evolución del pensamiento y el aprendizaje complejo. Para permitir que nuestro cerebro sea tan inteligente, debe ser alimentado constantemente con oxígeno y nutrientes de la sangre".

Los investigadores analizaron el tamaño de dos agujeros de la base del cráneo en los fósiles de los primeros humanos. Estos agujeros están donde las principales arterias se dirigen al cerebro. Encontraron que, con el tiempo, tales agujeros aumentaron de tamaño desde hace unos tres millones de años, cuando el Australopithecus vagaba por África.

Gráfico: Tasa de flujo sanguíneo cerebral en relación con la antigüedad estimada en 12 especies de homínidos.

Cuantas más neuronas y conexiones desarrollaba el cerebro, la actividad metabólica se incrementaba, lo que requería una mayor demanda del oxígeno y los nutrientes aportados por la sangre.

Dos orificios en la base del cráneo humano permiten a las arterias llevar sangre al cerebro. El diámetro de estos orificios está en relación con la capacidad de las arterias para suministrar sangre. Por tanto, midiendo los cambios de tamaño de estos orificios en nuestros ancestros los investigadores han sido capaces de determinar su aumento progresivo y ponerlo en relación con la evolución de la inteligencia.

No solo eso, los mismos investigadores afirman, en otro estudio publicado el pasado año, que la inteligencia de los animales se puede predecir midiendo el tamaño de sus orificios craneales.

Sin embargo, el profesor Darren Curnoe (derecha), director de Paleontología y Geobiología en la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia), es más cauteloso y dice que "el estudio es demasiado especulativo".

"No creo que sea una pieza innovadora de la ciencia o que suponga un cambio de juego en nuestra comprensión de la evolución del cerebro humano", dijo a SBS Science en un correo electrónico.

Argumenta que una de las limitaciones más importantes del estudio es que hace una serie de hipótesis acerca de cómo evolucionó el cerebro humano, tal como considerar la evolución de una forma lineal respecto a los cambios anteriores, cuando esto puede no haber sido el caso, así como sobre el aumento de la complejidad y organización del cerebro.

"Mi principal preocupación es que sabemos muy poco acerca de la variación en la organización del cerebro entre las diferentes especies humanas y no es razonable suponer que en realidad existían grandes diferencias", concluye.

Fuente: La Brújula Verde |  Mail Online | SBS Science