Vizcaya llena en cinco años su ‘vacío’ histórico de arte rupestre

Imagen tomada hace un mes, aproximadamente, en el interior de la cueva de Atxurra (Berriatua), donde prosiguen las investigaciones sobre el terreno.

El territorio de Vizcaya ha dejado de ser el vecino pobre y el tantas veces aullado vacío vasco de arte rupestre se va llenando poco a poco. Las coordenadas de las dieciséis cuevas con dibujos y grabados localizados [hasta la fecha] en esta última década están ya en todos los manuales; y lo que es más importante, han abierto nuevas líneas de investigación sobre los movimientos de aquellos primeros caminantes del actual continente europeo, sus relaciones sociales, y los intercambios de materiales, ideas, conocimientos,... entre los habitantes de un gran triángulo que tiene a Bizkaia en su centro geográfico: Dordoña al norte (cueva de Lascaux), al este la cordillera pirenaica (cueva de Chauvet) y al oeste la cordillera cantábrica (Altamira).

Así lo reconocía, entre otros, César González Sainz (izquierda), catedrático y una de las voces más influyentes y mejor consideradas a nivel mundial en asuntos relacionados con la Prehistoria.

 Recientemente pudo admirar in situ durante dos horas y media el “espectacular” y “único” panel de Armintxe (Lekeitio) en compañía de Andoni Iturbe (derecha), jefe del Servicio foral de Patrimonio de la Diputación de Vizcaya con quien ha compartido más de una y de dos conversaciones formales e informales sobre arte parietal en los últimos años.

“No sé qué pasa, pero os estáis convirtiendo en un referente cuando antes por izquierda y por derecha os comían”, recuerda Iturbe que le dijo hace ya un tiempo el docente en la Universidad de Cantabria. “Estamos abriendo los brazos y ganando espacio”, respondía Iturbe. Para ello, ha sido fundamental una generación de arqueólogos muy bien formados, nuevas técnicas y un equipo de trabajo que engloba a distintos especialistas (biólogos, geólogos, fotógrafos...) entre los que adquieren especial relevancia los espeleólogos.

Panel de Armintxe (Lekeitio).

De hecho, el último hallazgo en el agujero urbano Armintxe fue suyo. En concreto del Grupo Ades con la colaboración de Agiri, colectivo cultural dedicado a la arqueología. Hace unos años (finales de 2004, primeros meses de 2005), desde la institución foral se creyó oportuno regresar a las cuevas exploradas hace un siglo por Barandiaran, Aranzadi y Eguren, y dar un nuevo impulso a la investigación. Se optó por ofrecer una formación específica a los espeleólogos para que su modus operandi fuera otro cuando accediesen a las cientos de grutas catalogadas en el territorio. “La relación con arqueólogos -apostillaba Iturbe- les ha dado otros ojos. Es en los últimos cinco o seis años cuando más resultados hemos tenido; y coincide con esa política de formación”.

En una línea similar se expresaba recientemente Diego Garate (izquierda), arqueólogo de profesión y espeleólogo por afición (y necesidad). Su firma certifica descubrimientos de arte parietal en los últimos seis años, como el de Atxurra (Berriatua) y el de Askondo (Mañaria). “Desde Santimamiñe hasta la actualidad ha habido algún hallazgo puntual, pero no se había hecho una investigación sistemática. Ese ha sido el quid de la cuestión. La empezamos los arqueólogos con los descubrimientos de Askondo y Lumentxa y desde el año pasado estamos potenciando el trabajo conjunto con espeleólogos. Es fundamental y está impulsando todavía más esta revolución en el arte paleolítico”, sostenía.

VISIÓN CONJUNTA

En cualquier caso, el jefe del Servicio foral de Patrimonio tiene claro que no se trata de competir, sino de que cada uno haga su trabajo “y al final ser capaces de tener esa visión conjunta que la región cantábrica tuvo un potencial brutal en esa época”.

No en vano, las hipótesis de trabajo y las líneas de investigación abiertas apuntan a que la geografía vasca (y Vizcaya) era una especie de aduana, un paso natural para aquellos sapiens sapiens que hace 40.000 años buscaron refugio entre Asturias y la Dordoña francesa huyendo de una Europa glacial.

Pinturas de la cueva de Santimamiñe en Kortezubi / DFB

Muchas de las grutas localizadas en el Pirineo y en las montañas apoyadas en la costa vasca del Cantábrico fueron habitadas por seres humanos y por animales [en Venta Laperra (Karrantza) algunas pinturas están desgastadas a consecuencia de los frotamientos y zarpazos de osos] pero no en todas existen muestras artísticas. No obstante, los extraordinarios y generosos frutos obtenidos en estas últimas campañas de investigación animan a los agentes implicados (Diputación, arqueólogos, espeleólogos,...) a seguir la senda abierta hace una década. “Y casi con toda seguridad aparecerán más” pronosticaba Iturbe.

Él mismo recordaba cómo durante su visita a Armintxe, el catedrático en Prehistoria César González llamaba la atención sobre una cuestión esperanzadora tanto para el patrimonio cultural de la región cantábrica en su conjunto como para la investigación. “Allí, con aquel silencio que sobrecoge, me dijo: Andoni, date cuenta que para cuando las personas del Paleolítico hicieron esto, antes habían hecho pruebas en otros muchísimos sitios. Así que lo que conocemos ahora, probablemente sea una mínima parte de las expresiones artísticas que ellos realizaron. Tiene que haber más. Otra cosa es que algunas se hayan destruido o que no las hayamos descubierto. Pero yo creo que sí aparecerán más”, zanjaba Iturbe.

Fuente: deia.com | 23 de octubre de 2016

El arte de Clara Peeters en el Museo del Prado

Bodegón con flores, copa de plata dorada, almendras, frutos secos, dulces, panecillos, vino y jarra de peltre. Clara Peeters. Óleo sobre tabla, 53 x 73 cm. 1611. Madrid, Museo Nacional del Prado.

Coorganizada con el Koninklijk Museum voor Schone Kunsten Antwerpen (Museo Real de Bellas Artes de Amberes) en colaboración con el Gobierno de Flandes y con el patrocinio de la Fundación AXA, el Museo del Prado presenta, en la sala D y hasta el 19 de febrero, su primera exposición dedicada a una mujer pintora: Clara Peeters, pionera en el campo de la naturaleza muerta y una de las pocas mujeres que se dedicaron a la pintura en Europa en la Edad Moderna.

Imagen de la exposición “El arte de Clara Peeters”. Foto © Museo Nacional del Prado. 

Esta exposición reúne las quince mejores obras, procedentes de diferentes instituciones y colecciones privadas, de la escasa producción conocida de Clara Peeters, que se cifra en torno a cuarenta pinturas. Entre ellas se incluyen los cuatro importantes cuadros de esta pintora que conserva el Prado y que convierten a esta institución en una referencia internacional para el estudio de su obra.

Madrid, 24 de octubre de 2016.- Tras su exhibición en Amberes, el Museo del Prado recibe en su sede una muestra dedicada a Clara Peeters, pintora flamenca perteneciente a la primera generación de artistas europeos especializados en naturalezas muertas y una de las escasas mujeres que pudo dedicarse profesionalmente a la pintura en Europa en la Edad Moderna.

La presencia de este grupo de quince obras relevantes de Clara Peeters en el Prado quiere destacar los logros de esta dotada y delicada artista, de la que se conocen apenas cuarenta obras de su mano.

Alejandro Vergara, comisario de la exposición y jefe de Conservación de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del Museo del Prado, en la exposición “El arte de Clara Peeters”. Foto © Museo Nacional del Prado.

Tanto la exposición como el catálogo que la acompaña suponen el estudio más actualizado hasta la fecha sobre su vida y su obra situando a Clara Peeters en el contexto cultural y artístico de Amberes y poniendo también el foco de atención en la situación de las mujeres artistas a principios de la Europa Moderna, cuando los prejuicios generalizados les cerraban muchos caminos.

La exposición

Clara Peeters cultivó el género del bodegón y un estilo que insiste en la apariencia real de las cosas, premisas que revelan un espíritu emprendedor y una mentalidad vanguardista, ya que, cuando comenzó a trabajar en este género, en la primera década del siglo XVII, solo unas cuantas obras de este tipo formaban parte de las colecciones de los Países Bajos Meridionales y el realismo se ofrecía como una alternativa al idealismo de la tradición renacentista.

De izquierda a derecha: Jean-Paul Rignault, presidente de la Fundación AXA; y Miguel Zugaza, director del Museo Nacional del Prado en la exposición “El arte de Clara Peeters”. Foto © Museo Nacional del Prado.

Los bodegones expuestos, fechados entre 1611 y 1621, proceden de colecciones particulares (seis), instituciones del norte de Europa (tres), Inglaterra (uno), Estados Unidos (uno) y del propio Museo del Prado (cuatro). Quince obras que incluyen aves y pescados listos para ser cocinados; alimentos ya preparados y dispuestos sobre la mesa; y vajillas y objetos diversos, la mayoría de lujo, que se caracterizan por la minuciosa descripción de las formas y las texturas, y por el elegante contraste entre objetos luminosos y fondos oscuros, que contribuyen a crear una impresión general de sobriedad.

Bodegón con gavilán, aves, porcelana y conchas. Clara Peeters. Óleo sobre tabla, 52 x 71 cm. 1611. Madrid, Museo Nacional del Prado.

Estas obras revelan los gustos y costumbres de las clases más prósperas de los comienzos de la Edad Moderna, así se pueden observar productos importados como dulces, vinos, frutas o pescado -alimento este último que Peeters convirtió en protagonista de alguna de sus composiciones siendo la primera artista en hacerlo- como en Bodegón con pescado, vela, alcachofas, cangrejos y gambas; gavilanes o halcones peregrinos junto a aves muertas -los primeros bodegones dedicados al tema de la caza, actividad asociada a la vida aristocrática- en Bodegón con halcón peregrino y su presa-; y conchas -cuyo origen exótico y peculiar belleza las hacían valiosas- representadas en Bodegón con pastel, taza de plata con dulces, porcelana, conchas y ostras.

También en sus pinturas aparecen otros muchos tipos de objetos que podrían asociarse a la riqueza, el buen gusto, la educación o la cultura. Entre ellos están la porcelana; las copas y tazas de plata dorada; el vidrio soplado; y los contenedores de plata para la sal.

Bodegón con dulces, granada, copa dorada y porcelana. Clara Peeters. Óleo sobre tabla, 45,5 x 33 cm. c. 1612. Colección Particular.

Clara Peeters a menudo incluyó, en sus cuadros, autorretratos reflejados en las superficies de jarras y copas. Estos retratos, apenas visibles, aparecen en al menos ocho de sus obras, de las cuales, seis se pueden contemplar en esta exposición. En Bodegón con flores, copa de plata dorada, almendras, frutos secos, dulces, panecillos, vino y jarra de peltre los reflejos en la copa de plata y la jarra de peltre muestran a la artista con un tocado, un gran cuello y un vestido de hombros altos. Otros como Bodegón con pescado, vela, alcachofas, cangrejos y gambas, Bodegón con arenque, cerezas, alcachofa, jarra y plato de porcelana con mantequilla, Bodegón con quesos, almendras y panecillos, y Bodegón con quesos, gambas y cangrejos de río muestran tan solo la cabeza de la artista reflejada en las tapas de las jarras. Bodegón con flores, copas doras, monedas y conchas refleja, en la superficie de la copa de la derecha, hasta seis autorretratos de Peeters en los que se muestra con pinceles y paleta reafirmando su condición de mujer pintora y animando al espectador a reconocer su existencia.

Estos autorretratos también descubren su calidad como artista, ya que, su diminuta escala es una demostración de su maestría.

Clara Peeters

La escasez de referencias documentales sobre Clara Peeters convierte su obra en una fuente de información extraordinaria para descubrir a esta pintora, contemporánea de Jan Brueghel el Viejo, Rubens, Snyders y Van Dyck, formando parte de un período de apogeo en la historia del arte europeo.

Clara Peeters fue pionera en el campo de la naturaleza muerta y una de las pocas mujeres que se dedicaron a la pintura en Europa en la Edad Moderna. Diversos testimonios permiten suponer que desarrolló su trabajo en Amberes, aunque pudo realizar algún viaje a Holanda. Aunque no aparece inscrita en el gremio de pintores de la ciudad, es citada en un documento como pintora de Amberes y al menos seis de los soportes que empleó para sus cuadros tienen marcas que indican que las tablas fueron preparadas para esa ciudad. Además, en la hoja de tres de los cuchillos de plata, que se incluyen en sus obras y en los que aparece escrito su nombre, se puede ver una marca de la ciudad de Amberes. Estos cuchillos, que los comensales llevaban a los banquetes, se empleaban como regalo de boda y al contener su firma, podrían ser un recuerdo de su propio matrimonio que, en cualquier caso, no está documentado.

Mesa con mantel, salero, taza dorada, pastel, jarra, plato de porcelana con aceitunas y aves asadas. Clara Peeters. Óleo sobre tabla, 55 x 73 cm. c. 1611. Madrid, Museo Nacional del Prado. 

Clara Peeters nació alrededor de 1588-90. Once de sus obras conocidas están fechadas y las más tempranas son de 1607 y 1608. Su momento de mayor actividad fue alrededor de 1611-1612, pero se desconoce si pintó después de 1621.

La amplia distribución de su obra en colecciones de Róterdam, Ámsterdam o Madrid sugiere que aspiraba a obtener beneficios de su obra y que trabajaba de forma altamente profesional exportando su arte a través de marchantes.

Bodegón con quesos, almendras y panecillos. Clara Peeters. Óleo sobre tabla, 34,5 x 49,5 cm. c. 1612 - 1615. Mauritshuis, The Hague, acquired with the support of the Friends of the Mauritshuis Foundation, the Bank Giro Lottery, the Rembrandt Association (thanks to its A. M. Roeters van Lennep Fund, Utrech Rembrandt Circle and Caius Circle) and a private individual, 2012.

Por otro lado, las diferentes calidades de su pintura sugieren que trabajaba con la ayuda de un taller.

La mujer artista en el siglo XVII

Aunque la costumbre y la ley no favorecían la integración de la mujer en el mundo profesional, un reducido número de mujeres consiguieron salvar las limitaciones existentes y convertirse en pintoras. Pero condicionantes como la dificultad del aprendizaje del dibujo anatómico a partir de modelos vivos, normalmente masculinos que posaban desnudos, a los que las mujeres no tenían acceso, limitaban su producción al género del bodegón o al retrato.

Catharina van Hemessen (1527/28-1560) es la primera mujer artista documentada en Flandes y una de las primeras en Europa. Nació en Amberes y fue la profesión de su padre, el pintor Jan Sanders van Hemessen, lo que le permitió aprender en casa. La mayor parte de los cuadros que se conocen de esta artista son retratos.

Para Sofonisba Anguissola (h. 1532-1625) fue su condición social lo que le permitió ser artista. Trabajó como dama de honor de Isabel de Valois y de su hija la infanta Isabel Clara Eugenia. Su talento artístico hizo que le encargaran retratos por los que nunca recibió un salario, pero sí joyas y vestidos.

Artemisia Gentileschi fue una de las mujeres pintoras más reconocidas al inicio de la Edad Moderna. Hija del famoso pintor Orazio Gentileschi, nació en Roma en 1593.

Cultivó el género del bodegón, un aspecto poco conocido de su carrera, pero también pudo aprender con su padre a pintar otro tipo de obras.

Varias mujeres pintoras de los siglos XVI y XVII fueron también hijas de pintores, entre ellas Lavinia Fontana, Fede Galizia, Isabel Sánchez Coello, Levinia Teerlinc y Elena Recco.

Imagen de la exposición “El arte de Clara Peeters”. Foto © Museo Nacional del Prado.

Los dinosaurios gigantes que cruzaron continentes

Recreación del Savannasaurus elliottorum - Travis Tischler / Australian Age of Dinosaurs Museum of Natural History

Titanosaurios originarios de América del Sur atravesaron la Antártida hasta alcanzar Australia hace unos 100 millones de años

Con semejante tamaño, la Tierra se les tenía que quedar pequeña. Es solo una licencia, pero parece que la recorrieron con sus majestuosos portes de un lado a otro. El hallazgo en Australia de los fósiles de dos gigantescos saurópodos, uno de ellos una especie nueva para la Ciencia, ha permitido defender una teoría acerca de la evolución global de estos míticos dinosaurios. Una investigación publicada en la revista Scientific Reports apunta que estos herbívoros de cuello largo pudieron haber cruzado continentes enteros. Originarios de América del Sur, cruzaron la Antártida hasta alcanzar Australia hace unos 95 millones de años. El aumento de temperatura que ocurrió en esa época en el planeta les permitió pasar por puentes de tierra congelada entre los continentes y llevar a cabo esa antiquísima y colosal migración.

Stephen Poropat con cinco vértebras de la espalda de la nueva especie de titanosaurio- Judy Elliott

La nueva especie fue encontrada en la formación Winton, al oeste de Queensland, y ha sido denominada como Savannasaurus elliottorum. Fue un matrimonio, el paleontólogo David Elliot y su mujer, Judy, quienes descubrieron los restos muy cerca de su casa, cuando pastoreaban ovejas en su propiedad. Al recoger los fragmentos, se dieron cuenta de que las piezas encajaban. Era un dedo completo de saurópodo.

El Savannasaurus era un titanosaurio de tamaño medio, de aproximadamente la mitad de la longitud de una cancha de baloncesto, con un cuello largo y una cola relativamente corta. «Con las caderas al menos de un metro de ancho y una enorme caja torácica en forma de barril, es el saurópodo más rotundo que hemos encontrado hasta ahora», dice Stephen Poropat, investigador del Australian Age of Dinosaurs Museum of Natural History. «Vivió junto con al menos otros dos tipos de saurópodos (Diamantinasaurus y Wintonotitan), así como con otros dinosaurios ornitópodos, incluyendo anquilosaurios blindados y el terópodo carnívoro Australovenator».

Reconstrucción del esqueleto del nuevo dinosaurio Savannasaurus elliottorum- Travis Tischler

Además, los paleontólogos también descubrieron fósiles del cráneo de otro titanosaurio, ya conocido desde 2009, el Diamantinasaurus matildae, un tanto parecido a un hipopótamo. Nunca antes se había encontrado en Australia una cabeza de saurópodo. «Este nuevo espécimen nos ha ayudado a rellenar muchos vacíos en nuestro conocimiento sobre la anatomía del esqueleto del dinosaurio», dice Poropat.

Los titanosaurios incluyen a algunos de los animales más grandes de todos los tiempos y, gracias a estos hallazgos, los investigadores creen que se expandieron por todo el mundo hace 100 millones de años. Poropat y sus colegas del University College y el Imperial College en Londres sugieren que la disposición de los continentes y el clima global durante la parte central del Cretácico permitió a los dinosaurios emprender viajes increíbles.

Así era el Diamantinasaurus matildae- T.T.

«Australia y América del Sur estuvieron conectados a la Antártida en la mayor parte del Cretácico», dice Paul Upchurch, del University College. «Hace 90 millones de años, en el tiempo en el que el Savannasaurus estaba vivo, las temperaturas medias globales eran más cálidas que las actuales. Sin embargo, hacía bastante frío en los polos en algunos momentos, lo cual parece que restringió el movimiento de los saurópodos a las latitudes polares», explica. De esta forma, los investigadorse sospechan que el Savannasaurus provenía de Sudamérica, pero no pudo entrar en Australia hasta hace aproximadamente 105 millones de años. En ese tiempo, las temperaturas medias se incrementaron permitiendo a los saurópodos atravesar masas de tierra en latitudes polares.

Fuente: ABC

La «bomba gay» que diseñó Estados Unidos para acabar con sus enemigos y volverles homosexuales

La bomba se ideó para convertir en homosexual a todo aquel militar que fuese rociado por el afrodisiaco que llevaba en su interior. Estamos en 1994

Un proyecto de 7,5 millones de dólares destinados a una bacanal en toda regla

El gobierno estadounidense se devanó los sesos buscando en 1994 un arma capaz de anular la capacidad y la fuerza del enemigo. Pensando y pensando, y volviendo a pensar, se le ocurrió que una bomba gay sería la opción más adecuada. Que fuese o no racional es ya otro tema.

La bomba en cuestión pretendía encender el ánimo de los soldados con la intención de que sus impulsos primarios se transformasen en una orgía desbocada de uniformes. Todo para que perdiesen el norte y el pudor, y cambiasen sus tácticas, ametralladoras y granadas por un subir y bajar de pantalón de un par de rombos.

Un proyecto de 7,5 millones de dólares destinados a una bacanal en toda regla —no letal, eso sí, que algo bueno tenía que tener— que el Pentágono recogió en un CD y que, al contrario de lo que por entonces se intentó difundir, fue considerado muy seriamente por el gobierno. Uno se puede imaginar, por ende, una imagen de una película de Berlanga más que la escena de la cruda realidad.

No preguntes, no digas

De sobra es sabida la animadversión que el Ejército Estadounidense tenía hacia la homosexualidad dentro de sus filas. De hecho, por aquel entonces y hasta que fue derogada en 2010 por Barak Obama, se intentaba, a golpe de eslogan, restar importancia a la tendencia sexual de un soldado. Para ello se promulgó la ley No preguntes, no digas, es decir, haz lo que quieras con tu sexualidad, pero fuera del Ejército Norteamericano.

Algunos sospechan que aquella ley —aprobada, por cierto, por Clinton en 1993—no hizo ninguna gracia en los círculos bélicos, y que la pataleta hubiese podido ser la causante de que los Laboratorios Wright pusieran en marcha su tronchante idea de fabricar una bomba gay como arma belicosa.

Sea como fuere, la empresa Sunshine Project sacó a la luz el proyecto norteamericano en 2004, siendo así difundido por el mundo entero. Los del Pentágono no tuvieron más remedio que afrontar el descubrimiento, restándole la importancia que sí tenía y argumentando que no fue tanto el interés que se tuvo en desarrollar el proyecto de una bomba cargada de afrodisiaco para voltear la orientación sexual de todo aquel sobre el que cayese.

Autora | Virginia Mota San Máximo
Vía | Virginia Mota San Máximo
Imagen | Wikipedia

Cómo cambiaron los primeros agricultores la Historia

Esculturas de yeso, que datan de alrededor de 6500 a.C., fueron descubiertos en 1985 en el yacimiento neolítico de Ain Ghazal, en las afueras de la ciudad capital Amán, Jordania. Probablemente representan antepasados míticos.

Debajo de una ladera rocosa, en el centro de Jordania, se encuentran los restos de una aldea de 10.000 años de antigüedad, llamada Ain Ghazal, cuyos habitantes vivieron en casas de piedra con vigas de madera en el techo, muros y pisos relucientes por el yeso blanco.
Cientos de personas que vivieron ahí rendían culto en templos circulares y hacían esculturas evocadoras, de ojos enormes, de tres pies de altura. Enterraban a sus queridos muertos bajo el piso de sus casas y decapitaban los cuerpos para poder decorar los cráneos.

Esqueleto fosilizado de un ser humano que fue enterrado debajo del piso de una casa familiar en Ain Ghazal, un pueblo agrícola de 10.000 años de antigüedad, en Jordania. C. Blair / Proyecto ArqueológicoAin Ghazal.

Sin embargo, con todo lo fascinante que era esta cultura, hay algo más sobre Ain Ghazal que intriga a los arqueólogos: fue una de las primeras aldeas agrícolas que surgió en los albores de la agricultura.
Alrededor del asentamiento, los campesinos de Ain Ghazal cultivaron cebada, trigo, garbanzos y lentejas. Otros miembros de la aldea se iban durante varios meses seguidos a pastorear ovejas y cabras en las colinas de los alrededores.

Sitios como Ain Ghazal (derecha) proporcionan una visión sobre una de las transiciones más importantes en la historia humana: el momento en que la gente comenzó a domesticar las plantas y los animales, se asentó y empezó a crear el tipo de sociedad en la que vivimos ahora la mayoría.

Sin embargo, a pesar de todo lo que han enseñado a los arqueólogos yacimientos como Ain Ghazal, todavía siguen batallando con grandes preguntas. ¿Quiénes, exactamente, fueron los primeros agricultores? ¿Cómo surgió la agricultura, piedra angular de la civilización misma, y cómo se expandió a otras partes del mundo?

Algunas respuestas están surgiendo ahora a partir de una fuente sorprendente: el ADN extraído de los esqueletos de Ain Ghazal y de otros asentamientos tempranos de Oriente Próximo. Estos hallazgos ya han cuestionado ideas sostenidas hace tiempo sobre cómo surgió la agricultura y la domesticación.

Y, lo que es más, los nuevos datos muestran que los primeros agricultores dejaron una marca genética importante. Las gentes, desde Irlanda hasta la India, rastrean algunos de sus antepasados en aquellos pueblos que empezaron a cultivar cebada y trigo en Oriente Próximo hace miles de años.

“Es una parte de la historia de la civilización que apenas estamos empezando a conocer”, anota Iosif Lazaridis (izquierda), un investigador en la Escuela de Medicina de Harvard.

Falsas impresiones

La revolución agrícola cambió a nuestra especie y nuestro planeta. Conforme las bandas de cazadores y recolectores comenzaron a domesticar las plantas y los animales, abandonaron la vida nómada y construyeron aldeas y pueblos que han durado miles de años. Un suministro estable de alimentos permitió el crecimiento rápido de sus poblaciones, y los pequeños grupos igualitarios se convirtieron en reinos que se extendieron cientos de kilómetros.

La agricultura se originó en unos cuantos centros pequeños por todo el mundo, pero, probablemente, primero en el Creciente Fértil, una región de Oriente Próximo que incluye partes de lo que hoy es Irak, Siria, Líbano, Israel y Jordania. Las evidencias claras que hay allí de la agricultura (aldeas, cultivos, ganado, herramientas para la preparación de los alimentos) datan de hace unos 11.000 años.

En la década de 1990, los arqueólogos concluyeron, en su mayoría, que la agricultura en el Creciente Fértil comenzó en Jordania e Israel, una región conocida como Levante Sur. “El modelo consistía en que todo empezó allí y luego se propagó, incluidas, quizá, las personas”, comentó la Dra. Melinda A. Zeder (derecha), una investigadora del Museo Nacional de Historia Natural Smithsonian, en los Estados Unidos.

Sin embargo, en los últimos años, la Dra. Zeder y otros arqueólogos han dado un giro a ese consenso. Su investigación indica que la gente estaba inventando la agricultura en varios sitios del Creciente Fértil más o menos al mismo tiempo. En las montañas Zagros de Irán, por ejemplo, la Dra. Zeder y sus colegas han encontrado evidencias de domesticación gradual de cabras silvestres durante muchos siglos, hace como 10.000 años. Y también es posible que hubieran estado cultivando plantas antes de lo que se creía.

A finales de los 1980, el Dr. Ofer Bar Yosef, de la Universidad de Harvard, y sus colegas, excavaron un yacimiento de 23.000 años de antigüedad en las costas del mar de Galilea, conocido como Ohalo II. Constaba de media docena de chozas de paja. El año pasado, Bar Yosef y sus colegas informaron que, en una de las chozas, había 150.000 semillas y frutos quemados, incluidos muchos tipos, como almendras, uvas y olivas, que después se convertirían en cultivos. También se encontró una cuchilla de pedernal que al parecer se utilizó para cosechar los cereales, al igual que una plancha de piedra para moler semillas. Parece claro que los habitantes estaban cultivando plantas silvestres mucho antes de lo que se pensaba.

“Nos hemos obsesionado con las muy pocas cosas que vimos preservadas en los registros arqueológicos, y nos hemos quedado con la falsa impresión de que se trataba de un cambio abrupto”, dice la Dra. Zeder. “Ahora entendemos que realmente hubo un largo periodo en el que estuvieron experimentando con los recursos”.

Muchos científicos han sugerido que los humanos recurrieron a la agricultura bajo presión de determinadas circunsta... Quizá el clima de Oriente Próximo se volvió riguroso, o quizá la población de cazadores y recolectores sobrepasó el suministro de alimentos silvestres.

Sin embargo, “experimentar con los recursos” no es el tipo de cosas que hace la gente en momentos de desesperación. Más bien, argumenta la Dra. Zeder, la agricultura ocurrió a medida que los cambios climáticos provocaron el desplazamiento de algunas especies de plantas y animales silvestres hacia a Oriente Próximo.

Muchos grupos distintos empezaron a experimentar con formas de producir alimentos extras, lo que, al final, les permitió realizar una nueva forma de vida: asentarse como grupos sociales más estables.

En las montañas Zagros de Irán, cabras salvajes fueron domesticadas durante muchos siglos. Crédito. Fereidoun Biglari / Museo Nacional de Irán.

Avances en el ADN

Los genetistas se han preguntado desde hace mucho si podrían ayudar a resolver el acertijo de los orígenes de la agricultura mediante el análisis del ADN de los restos humanos descubiertos en lugares como Ain Ghazal.

El material genético antiguo puede sobrevivir en esqueletos durante miles de años, a veces hasta cientos de miles de años. De hecho, los científicos han sido capaces de reconstruir genomas completos de humanos antiguos y de parientes extintos como los neandertales.

Sin embargo, han fallado diversos intentos de extraer ADN de esqueletos de Oriente Próximo. Al parecer, las condiciones en la región han sido demasiado duras como para que sobreviva ADN antiguo.
“Genéticamente, Oriente Próximo era una zona desconocida”, comentó el Dr. David Reich (izquierda) un genetista en la Escuela de Medicina de Harvard.

Pero esto ya no es así. En dos estudios recientes, los genetistas, incluido el Dr. Reich, han utilizado métodos nuevos para extraer suficiente ADN de los huesos de los primeros agricultores y averiguar su relación con otros pueblos. Un equipo de investigadores con sede en la Universidad Johannes Gutenberg, en Mainz, Alemania, ha reconstruido los genomas de cuatro de los primeros campesinos de las montañas Zagros, cuyos huesos datan de hace unos 10.000 años.

El Dr. Reich y sus colegas -incluido Ron Pinhasi, un arqueólogo en la Universidad College de Dublín, y el ya citado, Iosif Lazaridis, de Harvard- recuperaron material genético de 44 conjuntos de restos de todo Oriente Próximo. Su botín incluía ADN de los primeros agricultores en Irán, así como huesos de otros sitios en el Levante Sur, como Ain Ghazal. El grupo de Reich descubrió material genético, todavía más antiguo, de cazadores y recolectores en la región, tan remotos como hace unos 14.000 años.

Los nuevos resultados indican la misma conclusión general: los primeros agricultores de cada región eran descendientes de los primeros cazadores y recolectores. Y, lo que es más, cada población tenía su propia genealogía distintiva, la cual se remonta a decenas de miles de años.
Eran tan genéticamente diferentes unos de otros como los europeos de los chinos. Y estos grupos siguieron siendo distintivos durante toda la revolución agropecuaria, conforme cambiaron de cazadores y recolectores a agricultores hechos y derechos. “Fue bastante sorprendente ver cuán diferentes eran estos grupos unos de otros”, dijo Iosif Lazaridis. “Fue más extremo que cualquier cosa que pudieras haber imaginado que estaba pasando”.

El Dr. Reich y otros arguyen que los hallazgos muestran que las gentes de alrededor del Creciente Fértil se hicieron agricultoras de forma independiente. “No sucedió como si hubiera una población en Oriente Próximo que desarrolló la agricultura y que luego se expande y supera a todas las demás”, explicó.

Restos de una bellota se recuperaron en una cabaña de almacenamiento en Ohalo II. Crédito: Prof. Ehud Weiss, El Martin (Szusz) Departamento de Estudios de la Tierra de Israel y Arqueología, Universidad de Bar Ilan.

¿Un lugar de nacimiento, o muchos?

Los arqueólogos han dado la bienvenida a los nuevos resultados de los genetistas. Pero, por ahora, están interpretando los datos en formas diferentes.

La Dra. Zeder dijo que el ADN antiguo sustenta un escenario en el que los agricultores de todo el Creciente Fértil inventaron la agricultura de forma independiente, quizá en repetidas ocasiones. Sin embargo, el Dr. Bar Yosef dice que él cree que la agricultura, como tal, evolucionó solo una vez y que se propagó rápidamente de un grupo al otro.

El Dr. Bar Yosef señala a la datación cada vez más precisa que se tiene de los sitios arqueológicos en el Creciente Fértil. En vez de en el Levante Sur, los yacimientos más antiguos con evidencias de agricultura plena se encuentran en el norte de Siria y el sur de Turquía. Ahí es donde el Dr. Bar Yosef cree que empezó la agricultura.

En otras partes del Creciente Fértil, argumenta, la gente sólo estaba ensayando con la agricultura. Únicamente cuando entraron en contacto con aquellos que combinaban los cultivos y la cría de ganado, y utilizaron la tecnología para manejar ambos aspectos (lo que los científicos denominan el 'paquete neolítico'), fue cuando adoptaron esas prácticas de forma permanente.

“Si pones en un mapa las dataciones de los sitios en los cuales se encontró evidencia de agricultura, ves que siempre sucede más tarde conforme te alejas del centro de la zona”, subrya el Dr. Bar Yosef. Los nuevos resultados genéticos simplemente muestran que esta tecnología agropecuaria se propagó por todo el Creciente Fértil, pero que las poblaciones que la compartían no se mezclaban entre sí. La nueva investigación muestra también que, aún después de que se estableció la agricultura por todo el Creciente Fértil, la gente siguió genéticamente aislada durante miles de años.

“Aunque hablaban unos con otros, no se casaban entre sí”, afirma Garrett Hellenthal (izquierda), un genetista del Colegio Universitario de Londres que colaboró con los investigadores de la Universidad Gutenberg.
Sin embargo, la investigación del ADN también muestra que este prolongado periodo de aislamiento terminó de forma repentina y espectacular.

Hace unos 8.000 años se cayeron las barreras entre los pueblos del Creciente Fértil y los genes empezaron a fluir por toda la región. Oriente Próximo se convirtió en una mezcla homogénea de personas. ¿Por qué?

El Dr. Reich especula que las crecientes poblaciones de agricultores comenzaron a vincularse unas con otras por medio de las redes del comercio. La gente se movilizó a través de esas rutas y empezó a casarse y tener hijos. Los genes no solo fluyeron por todo el Creciente Fértil, sino que también se propagaron hacia el exterior. Los científicos han detectado ADN de los primeros agricultores en personas que viven en tres continentes.

“Parece que hubo expansiones hacia fuera, en todas las direcciones”, comentó Iosif Lazaridis.
Los primeros agricultores de Turquía se movieron por toda la parte occidental del país, cruzaron el Bósforo y viajaron a Europa hace unos 8.000 años, donde no se encontraron con agricultores. Europa había albergado a grupos de cazadores y recolectores durante más de 30.000 años, y los agricultores acabaron por hacerse con gran parte de su territorio y convertirlo en tierras de cultivo, sin mezclarse con ellos.

Los cazadores y recolectores, aún cuando se apegaron a su modo de existencia durante siglos, al final fueron absorbidos por las comunidades agrícolas más grandes. Los europeos de hoy pueden rastrear gran parte de su genealogía en ambos grupos.

La influencia de los antiguos pueblos agrícolas del Cercano Oriente todavía se puede ver en lugares como la India. Crédito Sanjay Kanojia / AFP - Getty Images

Los primeros campesinos de lo que hoy es Irán se expandieron hacia el este. Al final, sus descendientes terminaron en lo que hoy es la India, y su ADN constituye una parte considerable del genoma de los indios.

¿Y las gentes de Ain Ghazal? Se expandieron al este de Africa, llevando con ellos cultivos y animales. Los africanos orientales conservan la genealogía de los primeros agricultores del Levante Sur; en Somalia, una tercera parte del ADN de sus gentes proviene de allí.

El Dr. Reich espera saber más sobre los primeros agricultores mediante la obtención de muestras en forma más sistemática en todo el Creciente Fértil. Sin embargo, es pesimista en cuanto a llenar algunos de los huecos más notorios del mapa genético del Creciente Fértil. Nadie ha recuperado todavía ADN de personas que vivieron en los asentamientos agrícolas más antiguos que se conocen. Y es poco probable que lo puedan intentar pronto. “No es fácil dar con estos especímenes únicos y especiales”, dijo.

Para hacerlo, tendrían que aventurarse en el corazón mismo de la guerra civil en Siria.

Fuentes: lagaceta.com.ar | The New York Times | Carl Zimmer | 22 de octubre de 2016

La sectaria actuación de la señora Teresa Sanjurjo amenaza los premios Princesa de Asturias


Los premios Príncipe/Princesa de Asturias desde la llegada de la señora Teresa Sanjurjo  han entrado en caída libre.

Punto de información en Oviedo para desmontar los premios Princesa de Asturias.

La Universidad Pontificia y el ente de Cantoblanco son los lugares donde se ha "formado" esta señora por lo cual no ha de extrañarnos la deriva de la Fundación hacia el descrédito, la decadencia y una contestación ciudadana cada vez mayor.
Los Premios Princesa de Asturias desde que esta señora se ha encaramado a la dirección de los mismos cada vez se parecen mas a un cortijo; el cortijo de la señora Sanjurjo.
El puesto le queda grande y lleva camino de dinamitar en un tiempo récord el indiscutible prestigio que había alcanzado la Fundación trayendo como galardonados a los personajes más pintorescos que encuentra a su paso.
¡Váyase señora! váyase para su casa antes de que sea demasiado tarde.
El pueblo se ha alzado contra su mandarinato del chalaneo empresarial, contra los groseros oropeles y contra sus botas de cascabeles.

http://www.elespanol.com/corazon/casas-reales/20161020/164484047_0.html

Según los propios estatutos de la fundación y aquí los tienen http://www.fpa.es/zonaprivada-es/cargarAltaUsuarioZonaPrivadaCandidatura.do  existe un reglamento para la presentación de candidaturas y en el caso del premio de Ciencias Sociales ha sido vulnerado de una manera asombrosa.http://www.fpa.es/es/comunicacion/mary-beard-premio-princesa-de-asturias-de-ciencias-sociales.html?idCategoria=7&especifica=0
El grupo Deméter que impulsó la candudatura de la señora Mary Beard https://demeter.grupos.uniovi.es/presentacion/miembros  no cumple los requisitos. No puede ser encuadrado en modo alguno dentro de los posibles impulsores de candidatos a los Premios Princesa de Asturias  según el propio reglamento de la Fundación.

Tenemos que decir alto y claro que la Fundación de los Premios Princesa de Asturias ha caido en manos del Opus Deis.

http://blogs.elconfidencial.com/espana/el-confidente/2010-01-07/la-reina-sofia-y-el-opus-dei-principales-valedores-de-la-nueva-directora-de-la-fundacion-principe-de-asturias_441584/

http://www.lamarea.com/2013/10/25/el-principe-felipe-ficha-cortesanos-en-el-ibex-35/

En estos enlaces tienen Vds información sobre como el Opus Dei logro el control de la Fundación.

Resulta grotesca la alianza entre el grupo Demeter y el Opus Dei para lanzar al margen del reglamento de la Fundación candidaturas propagandísticas para ensalzar el dominio romano y de paso para intentar acrecentar la huella romana en Asturias. ¿Quién lo iba a decir? Un grupo de trabajo pseudofeminista ¡¡¡aliado al Opus Dei!!! y esta claro que en el sanedrín romanista todo puede ser posible Dios los cría y ellos se juntan.

Cantoblanco, Opus Dei, Papas Negros, Deméter, élites ociosas intentando influir en la sociedad con dinero público y utilizando a su servicio la prensa más servil e inculta.

Sí, todos los caminos conducen a Roma y como se dice vulgarmente éramos pocos y parió la abuela

http://www.lne.es/sociedad/2016/10/15/opus-nombra-sacerdote-ignacio-aparisi/1998182.html

Ahí le tienen formado como la señora Sanjurjo en el ente de CANTOBLANCO ¡cómo no!  y también del Opus Dei y para más inri de raigambre transalpina o italianizante a tenor de su apellido.

Vuelven los flechas negras; vuelven los fasci all stero la propaganda organizada mussoliniana para recrear y glorificar el fenecido Imperio Romano.