Las imágenes inéditas del drama cultural de Siria

Los tesoros de Palmira. Cajas de munición empleadas por las autoridades sirias en la evacuación de urgencia de las joyas culturales de la ciudad del desierto (LM / AKTC)

Siria ha intervenido unas 7.000 obras de arte de contrabando en la frontera con Líbano

En medio del caos de la guerra, Siria trata de mostrar normalidad a través de su cultura. El Centro Nacional de Artes Visuales de Damasco, auspiciado por Asma el Asad, esposa del presidente del país, acaba de inaugurar una exposición en la que muestra el daño de la durísima contienda en obras de arte de este país. El daño, pero también la belleza, la perfección y el estado de conservación. Las piezas intactas se combinan con las piezas dañadas; las esculturas que carecen de nariz, por ­ejemplo.

En gran parte, las obras proceden de las incautadas por el régimen sirio en su frontera con Líbano, donde las fuerzas de seguridad han interceptado desde que estalló la guerra nada menos que alrededor de 7.000 piezas arqueológicas, según fuentes cercanas a la dirección general de Antigüedades siria. Las hay de Palmira, Alepo, Homs, Idlib…

Teniendo en cuenta que Siria tiene 2.253 kilómetros de límites terrestres (apenas 375 de ellos son con Líbano), la dimensión del tráfico ilícito de bienes culturales cometido a la sombra del conflicto es hoy por hoy incalculable. La parte mayor de su frontera es con Turquía (822 kilómetros), seguida de Irak (605), Jordania y Líbano (375) e Israel (76); también tiene 193 kilómetros de costa. “El tramo por el que deben de haber salido más piezas es Turquía, sin duda”, apuntan dichas fuentes.

Piezas de Palmira (LM / AKTC)

Puede que todo ese tráfico ilícito vuelva a ir a peor. Fuentes de la máxima solvencia que han visitado el país en los últimos días anuncian que, según informaciones de los servicios secretos y del ejército sirio, una parte de los miembros del Estado Islámico (EI) que huyen de la ciudad de Mosul, recién reconquistada por el ejército iraquí, se han situado en las proximidades de la maravillosa ciudad romana de Palmira.

O de lo que queda de ella.

Hace pocos días, al menos un grupo de alrededor de 400 personas, entre milicianos del EI y sus familiares, al parecer de los procedentes de países de la Unión Europea, se encontraban en los alrededores de las localidades de Al Kawn y Salamiye. A entre cincuenta y cien kilómetros, de nuevo, de Palmira.

Obras rescatadas en Siria (LM / AKTC)

Las autoridades sirias temen que dichos integrantes del EI quieran dar un golpe de efecto y traten de reconquistar el lugar. Palmira estuvo en su manos entre mayo del 2015 y marzo del 2016 y, de hecho, sigue estando prácticamente despoblada. La mayor parte de sus alrededor de 50.000 habitantes huyeron y no han regresado.

En sus maniobras de propaganda, las hordas del EI arrasaron con buena parte de los edificios del yacimiento arqueológico. Las primeras visitas de los expertos apuntan que los daños, siendo graves, no son irreparables, dada la calidad de la piedra empleada por los romanos en su construcción hace dos mil años; es un tipo de roca que se fragmenta pero no se deshace. Todo apunta que podrá reconstruirse, reencajando las piezas.

Las autoridades se plantean una reconstrucción pausada y un nuevo museo en el yacimiento, que por añadidura mostrará los rastros del paso del EI por el recinto, según explicó hace pocos días a este diario, en una entrevista telefónica, el director general de antigüedades de Siria, Mamun Abdulkarim. Este edificio podría costar unos cinco millones de dólares, aunque todo está todavía en fase de definición.

¿Normalidad? Una muchacha posa ante una de las piezas de la muestra abierta en Damasco hace pocos días (LM / AKTC)

El paso siguiente, que, según fuentes cercanas a Abdulkarim, es la firma de un acuerdo de reconstrucción entre dicha dirección general, el Aga Khan Trust for Culture (auspiciado por el agá jan, líder espiritual de los ismailíes, que se dedica al rescate y conservación del patrimonio islámico en todo el mundo), la Unesco y posiblemente los gobiernos de la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia. Fuentes de las negociaciones estiman que el acuerdo podría firmarse antes de acabar el año, si bien el retorno de facciones del EI a los alrededores de Palmira puede poner en cuestión los plazos.

Algunas de las obras de arte ahora exhibidas en Damasco proceden de Palmira. Este diario tuvo acceso, como se ve en estas páginas, a las imágenes de los sótanos del museo de Damasco donde fueron trasladadas las piezas procedentes de Palmira. Tal como explicó Abdulkarim a La Vanguardia el pasado 1 de noviembre, los tesoros que custodiaba el museo del yacimiento fueron evacuados apenas tres horas antes de que llegaran los primeros soldados del EI. Salieron en tres camiones rumbo a Damasco, en parte metidos en cajas que habían sido de munición, tal como se puede ver en estas páginas. Todos aquellos bienes están hoy seguros en el museo de la capital; sus jardines también están llenos de obras, procedentes de diversos museos del país donde no estaban a salvo de los iconoclastas del EI.

Obras rescatadas en Siria (LM / AKTC)

Una parte de los bienes arqueológicos está estos días en la muestra, coordinada por Abdulkarim y titulada La batalla de Siria en defensa de su historia; algunas de las piezas que se muestran –en impecable museografía– están intactas. Pero muchas otras han sido mutiladas por los integrantes del EI.

La batalla no es sólo de comunicación: una de las primeras medidas que tomó Abdulkarim fue la protección con sacos terreros y vigilancia de la sinagoga de Damasco, del siglo VI de nuestra era. Es la más antigua que se conoce.

Obras rescatadas en Siria (LM / AKTC)


Un policía vigila los restos de Palmira en una imagen tomada el 14 de marzo (.)


Estas cajas esconden las obras rescatadas de Siria (LM / AKTC)

Fuente: La Vanguardia

Así era la antigua Baelo Claudia

- Una APP permite ver la recreación de todos los edificios del foro del conjunto arqueológico
- Está disponible en varios idiomas

Cuando Baelo obtuvo el calificativo de Claudia, el que la hizo oficialmente romana allá por el siglo I.d.C, empezó a dotarse de un perfecto conjunto arquitectónico. Fue el arquitecto Vitrubio quien ideó el entramado urbano de esta ciudad, de la que hoy se conservan importantes restos de numerosos edificios industriales, religiosos y lúdicos. Pero imaginarlo tal cuál era, como si viajáramos en el tiempo, con la magnitud y pomposidad de aquella ciudad blanca, colmada de ornamentos marmóreos y otros elementos de lujo perfilando la silueta de aquellos templos y edificaciones administrativas, ya es posible gracias a una APP puesta en marcha por dos historiadores, Abel Martín Bejarano-Sánchez y Eduardo Galnares Arias, de La Sibilia S.R.L.

La nueva aplicación, lista para descargar en versión de pago y demo (para probar en el dispositivo portátil), con versión en español e inglés, permite al usuario interpretar al detalle el patrimonio de este conjunto arqueológico único en Andalucía, con un balance de visitas que incrementa por año. Concretamente, detalla Abel Martín, uno de sus creadores, se han centrado en el foro de la ciudad, en el que han situado un total de ocho visores. A través de ellos se accede a una visión de 360 por 180 grados, con la que se muestra tanto la visión actual del conjunto desde esta perspectiva, como su reconstrucción, de forma que se superponen y el usuario puede asistir a ambas visiones para imaginar cómo era aquella ciudad marinera en los tiempos de su máximo esplendor. "El dispositivo se orienta geomagnéticamente de forma que lo que ves se corresponde con el paisaje en su conjunto", añade Abel Martín. "Es reconstrucción total en 3D, no es realidad aumentada", asevera de esta experiencia que, sin duda, mejora la visita al yacimiento arqueológico.

Concretamente, una vez situados dentro del conjunto con el plano en la pantalla, se puede acceder a la triada capitalina (templos de Minerva, Júpiter y Juno); al templo de Isis; al pórtico de las tabernas; a la basílica -de la que puede verse su aspecto exterior e incluso interior-; al pórtico oeste; al edificio administrativo; el tabularium (archivo) y el edificio norte, "que creemos que puede ser el Serapeum, un templo de culto al dios Serapi", explica.


Una completa visualización en la que puede verse incluso cómo eran sus losas, escalones, cornisas, ornamentos, etc., en una reconstrucción que ha sido validada por el equipo técnico de Baelo Claudia -arqueólogos y restauradores- en base a la documentación existente, las numerosas investigaciones realizadas en el conjunto y recurriendo a paralelismos de la arquitectura romana.

Y para completar este recorrido, han integrado locuciones, así como vídeos explicativos que van más allá de los edificios que integran el foro de Baelo, abarcando buena parte de la ciudad. "En estos vídeos, en los que se aprecia la ciudad pero sin texturas, hemos recreado la zona norte -que no está abierta al público-, el teatro, se han recreado las murallas, las termas marítimas de la zona exterior, así como las interiores -las pequeñas y privadas-, la fábricas de salazones o la zona sur, que se abría al puerto de esta ciudad referente en la exportación del famoso garum por todo el Imperio.

Una aplicación que permite conocer a fondo este circuito y de este modo "interpretar el bien cultural frente al propio bien cultural, de una forma distinta, aproximada, directa y en movimiento", asevera Abel Martín, que junto a su compañero se lanzaron a este proyecto cultural-tecnológico, dando un paso más allá del ámbito puramente academicista del que procedían.

No obstante, aunque ya puede bajarse esta aplicación -el precio es de 2.99 euros-, se trata de una herramienta viva y en proceso. De hecho, ahora están trabajando el teatro romano en detalle. "Hemos dividido el espacio visitable en sectores, incluido el centro de interpretación, y a medida que lo vayamos desarrollando se irá incorporando al menú de compra por módulos", relata Martín. Esta fórmula permitirá acceder a Baelo por sectores, según el tiempo disponible y los intereses de los usuarios.

De este modo, esta potente herramienta, que rompe con las limitaciones existentes en museos y centros de interpretación, es aplicable a cualquier espacio cultural.

El proyecto de La Sibila arrancó en 2012, cuando la idea originaria se llevó el accésit dentro del programa atrEBT! de la UCA. Así, a través de la oficina de la OTRI de la Universidad, se incorporaron al programa Minerva -promovido por la Junta de Andalucía y Vodafone-, donde resultaron finalistas. Además, el programa de becas de la Diputación de Cádiz para la creación, Frontera Sur, los distinguió en la línea de empresas, por lo que recibieron una subvención de 6000 euros que les ayudó a desarrollar el producto. Y es que la idea de ver Baelo Claudia tal cual era, cuajó desde sus inicios, "gustó mucho, resultó viable y hemos recibido muchos apoyos".

Ahora, el próximo objetivo de La Sibila es trasladar estos contenidos al propio Centro de Interpretación de Baelo, así como convertirlos en material pedagógico para los centros educativos. Seguir creciendo desde las múltiples opciones de la nueva APP.

Fuente: Diario de Cádiz

La malaria ya existía en el Imperio Romano

Restos humanos de 2.000 años de antigüedad hallados en varias regiones de la península itálica confirman que la malaria ya existía en el Imperio Romano, según publica hoy la revista especializada Current Biology.

La respuesta al debate sobre si la enfermedad estaba o no presente entonces es una prueba de genoma mitocondrial extraída de los dientes de cadáveres enterrados en tres cementerios italianos entre el siglo I y el III de la era común.

Esta información genética es importante, explican los científicos, porque sirve como un punto de referencia clave de cuándo y dónde existió el parásito en humanos, al tiempo que aporta más información sobre la evolución de las enfermedades humanas.

“La malaria fue probablemente un patógeno histórico significante que causó muerte generalizada en la Antigua Roma”, indica Hendrik Poinar, director del centro de genética de la Universidad McMaster (Ontario, Canadá) en el que se efectuó el estudio.

La malaria es una enfermedad grave y en ocasiones mortal causada por parásitos del género Plasmodium que afecta principalmente a los países en vías de desarrollo con climas cálidos y es responsable de casi 450.000 muertes cada año, la mayoría de niños menores de cinco años.
“Existe amplia prueba escrita con descripciones de fiebres que suenan como la malaria en las antiguas Grecia y Roma, pero se desconoce la especie específica responsable de la enfermedad”, explica Stephanie Marciniak (derecha) postdoctorada en la Universidad de Pensilvania.

“Nuestros datos confirman que la especie fue probablemente 'Plasmodium falciparum' y que afectó a gente en diferentes ambientes ecológicos y culturales. Estos resultados arrojan nuevas preguntas, particularmente cómo de extendido estaba el parásito y qué impacto tenía en las comunidades de la Italia del Imperio Romano”, agrega.

El 'Plasmodium falciparum' es el parásito de la malaria con más prevalencia en África subsahariana y el más mortal en todo el mundo.

Para efectuar este estudio, Marciniak y sus colegas analizaron ADN de los dientes de 58 adultos y 10 niños enterrados en tres cementerios de la época: Isola Sacra, Velia y Vagnari.

Situadas en la costa, Velia e Isola Sacra eran importantes ciudades portuarias y centros de comercio, mientras que Vagnari estaba en el interior y se cree que era lugar de entierro de trabajadores rurales.

Fuentes: analitica.com | cbc.ca | 6 de diciembre de 2016

El Museo de Huesca reabre la sala dedicada a la arqueología medieval y renueva su discurso expositivo con nuevas propuestas

El director general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, Nacho Escuín, asistió a la reapertura, después de más de veinte años, de la Sala 4, dedicada a las colecciones alto-medievales.
El museo ha aprovechado, también, para renovar su discurso expositivo aportando una visión más actual del Medievo. Para ello propone a los visitantes un nuevo recorrido en el que se incluyen las instalaciones de los artistas Antonio Fernández Alvira y Lina Vila.

El proyecto “La leyenda en el imaginario”, que se podrá contemplar hasta el 22 de enero, es una reinterpretación contemporánea de la leyenda de la Campana de Huesca y de la propia estancia de Doña Petronila.

“Esto supone pensar en una nueva disposición para el museo, que gana un nuevo espacio, y en contar con nuestros artistas contemporáneos aragoneses para representar nuestro arte y todo nuestro patrimonio”, señalaba Nacho Escuín, quien estuvo acompañado por la directora del Museo de Huesca, Laura Asín.

Un espacio de transición hacia la sala 5, en la que se exhiben las colecciones de arte gótico y renacentista, y que va a permitir presentar al público las obras pertenecientes a la época musulmana y cristiana durante el Medievo de forma más coherente y comprensible.

Fuente: Noticias Huesca

FONCALADA, CULTO A LAS AGUAS por BORGE CORDOVILLA



Las muestras, como la de este enlace, de CULTO A LAS AGUAS, con realización de rituales y deposición de exvotos, en la antigua Roma, nos sirven, sobre todo, para ilustrar como una potente y antigua tradición cultual a las aguas desarrollada en todo el ámbito europeo, se cristianiza claramente en el ejemplo de Foncalada, sin descartar en absoluto fines sacramentales dentro de -y tal vez con carácter principal- las funciones del monumento, así, en las Etimologías de San Isidoro se recoge:
"Los antiguos daban el nombre de DELVBRA a los templos dotados de fuentes en las que se purificaban antes de entrar en ellos (...) Hoy día se da ese nombre a los templos provistos de fuentes sagradas, en los que los fieles son regenerados y purificados. Se les denominó delubra con un buen presagio, pues sirven para la ablución de los pecados. En los delubra, la fuente es el lugar de los regenerados. En ella se forman siete gradas en el misterio del Espíritu Santo: tres de bajada y tres de subida; el séptimo grado -que es el cuarto escalón- equivale al Hijo del hombre, el cual extingue el horno del fuego, sirve de apoyo estable a los pies y da fundamento al agua; en él habita corporalmente la plenitud de la divinidad."

Hay que resaltar, respecto a la posible aplicación del texto de S. Isidoro a Foncalada -dentro de una posible función sacramental-, que las "tres gradas" de bajada y de subida mencionadas en el mismo, se hallaban presentes en el monumento ovetense (se conservan 2 en el deambulatorio S. y uno en el N), siendo el cuarto escalón el suelo de la plataforma, situado justo enfrente del afloramiento del agua por el edículo -el hijo del hombre-; allí, el mensaje catecumenal de las inscripciones, y el romper del agua, extinguiría el fuego del pecado, fundamentando la fe del neófito, y poniéndole en comunión con la plenitud de la divinidad, que allí moraba...


Reseña histórico-artística:

La fuente de Foncalada, a raíz de las investigaciones de los años 90 del pasado siglo XX, ha sido objeto de una completa reinterpretación (Ríos, Estrada, Chao, 1994).
Hasta entonces se pensaba que se trataba de una humilde fuente pública edificada en forma de edículo en época de Alfonso III. Sin embargo, a raiz de los mencionados estudios, ahora sabemos que se trata de un importante monumento tanto por su concepción, calidad de ejecución material, y significado.
El monumento, se encuentra ubicado junto a una calzada romana (Borge Cordovilla, 1993); hallándose su origen tipológico en los ninfeos pompeyanos, siendo su probable destino inicial el de establecimiento balneario (Ríos González, 1997, 1999), no descartándose que formase parte de un complejo mayor.
Pendiente el análisis arqueológico que pueda certificar o desmentir su posible origen romano,  el análisis de su epigrafía (G. de Castro, 1995) relacionan tipológicamente las inscripciones conservadas con el reinado de Alfonso II (791-842), más que con la época de Alfonso III (866-910).
Además, recientes trabajos (Borge Cordovilla, 2008), han puesto en relación la fuente con el dominio regio de carácter territorial existente al N. de la colina Ouetdao, correspondiente a Alfonso II, y que comprendería los baños de  Foncalada, la iglesia de Santullano con su monasterio adyacente, y el propio palacio  real, cuya ubicación ha sido igualmente propuesta recientemente (Ríos González, García de Castro, 2008), dentro de dicho dominio territorial.

El edificio consta de tres partes diferenciadas (Ríos González, 1997, 1999):
  • Un canal de suminsitro de agua, desde el manantial, cuya ubicación se desconoce, hasta el afloramiento a través del edículo. Está formado por una base de grandes losas calizas, sobre la que se disponen sendos paramentos laterales de sillares de arenisca, cubriéndose el conjunto, igualmente, con grandes losas calizas, como puede verse, aún hoy, en la parte posterior del edículo.
  • El edículo o templete, de proporciones cúbicas, remate en frontón a dos aguas, bóveda de cañón seguido que desemboca en arco de medio punto por donde aflora el agua procedente del canal. Está ejecutado al modo romano, conformándose sus paramentos por sillares unidos con argamasa de ladrillo y cal, los cuales presentan la particularidad de  sus alargadas proporciones, que alcanzan triple longitud respecto a la altura. En el frontón, sobre el arco, se dispone la famosa inscripción, tradicionalmente atribuída a Alfonso III, pero que ya aparece en la Cruz de los Ángeles, de Alfonso II: "HOC SIGNO TVETUR PIUS, HOC SIGNO VINCITUR INIMICVS. SIGNVM SALVTIS PONE DOMINE IN FONTE ISTA VT NON PERMITAS INTROIRE ANGELVM PERCVTIENTEM" (Con este signo se ampara el justo, con este signo se vence al  enemigo. Pon, Señor, el signo de salud en esta fuente, y no permitas entrar al angel golpeador), cuyo tipo, capital romano cuadrado, es análogo al de las inscripciones de la iglesia de San Tirso, obra indiscutida del reinado de Alfonso II.
  • Estanque, de grandes dimensiones, cuyo destino inical tuvo que ser el del baño por inmersión, estructurado, a su vez, en dos partes: la inmediata al edículo, con proporciones dobles a las del mismo, alberga unos deambulatorio laterales, con función de acceso a la piscina, y se cierra por un muro perimetral, que, en esta parte, se elevaba hasta una altura pareja con la de las impostas sobre las que asienta el arco de medio punto de la fachada del edículo. La parte posterior del estanque, cuyo muro testero se encuentra actualmente soterrado bajo el inmueble que cierra el lado E. de la plaza, tiene, previsiblemente, unas proporciones dobles de las del tramo anterior (y por tanto, triples de las del edículo). Carece de deambulatorios, cerrándose directamente por el muro perimetral, que, en esta parte, tendría un alzado parejo al de los deambulatorios del tramo anterior del estanque.



GRAN ESCÁNDALO ARQUEOLÓGICO ESPAÑOL






http://www.lne.es/aviles/2016/11/30/sopesan-llevar-juez-destruccion-patrimonio/2021312.html

GOZÓN

Sopesan llevar ante el juez la destrucción de patrimonio en el castro de Podes

El arqueólogo Alfonso Fanjul denuncia que el Principado impide recoger material que ya se está cayendo

30.11.2016 | 08:41
El director del proyecto del Castro de Podes sopesa acudir a los tribunales ante la pasividad del Principado de Asturias para frenar el deterioro de ese yacimiento arqueológico, en el que impiden actuar o llevar a cabo medidas preventivas. Alfonso Fanjul ya interpuso hace unos días una denuncia ante la Consejería de Medio Ambiente por un delito de destrucción de patrimonio histórico debido "a las constantes caídas de material arqueológico del castro". "La denuncia por la nueva destrucción de estrato y la caída de materiales, que a partir de ese momento quedan descontextualizados y sin valor de información arqueológica, se centra en el técnico del servicio de Patrimonio Cultural encargado de impedir el desarrollo del proyecto de rescate de dichos materiales", afirma Fanjul.
Y se basa en tres motivos. El primero, la "incorrecta tramitación" de un proyecto de emergencia que presentó el equipo hace un año: "Fue supervisado como proyecto de investigación por dicho técnicos, por lo que no se nos dio permiso para poder recuperar y estudiar esos materiales". El segundo, por la "negativa administrativa a que en un segundo proyecto pudiésemos al menos recoger y estudiar aquellos materiales que estaban a punto de caer". Y el tercero, "por la falta de actuaciones desde la consejería de Cultura, pese a las continuas advertencias del doctor en arqueología Alfonso Fanjul".