El Museo del Prado ha recibido el Global Fine Art Award de 2016

Imagen de "El Bosco. Exposición del V centenario"

El Museo Nacional del Prado ha recibido el Global Fine Arts Award 2016 por “El Bosco. La exposición del V centenario”, patrocinada en exclusiva por la Fundación BBVA.

Este galardón, concedido por un jurado integrado por más de 30 profesionales del sector en la categoría Renacimiento, Barroco, maestros antiguos y antológicas, y el Youniversal, otorgado por el público, se entregó hace unos días en Nueva York.

La concesión de este galardón coincidió con otro reconocimiento singular al esfuerzo realizado por el Prado durante el pasado año: la elección del Museo del Prado como la institución cultural española más valorada en 2016 por parte del Observatorio de la Cultura, publicación de la Fundación Contemporánea en la que participan 361 profesionales.

Madrid, 20 de febrero de 2017.- El Museo del Prado ha recibido el Global Fine Art Award por “El Bosco. La exposición del V centenario”, la primera muestra monográfica dedicada en España a este artista y la más completa y de mayor calidad realizada hasta la fecha, que se clausuró con un balance definitivo de 589.692 visitantes, lo que la sitúa como la exposición más visitada en el Prado en su historia.

Esta muestra ha contado también con el beneplácito del público y ha hecho merecedor al Museo del Prado del Youniversal, modalidad del público del Global Fine Art, así como influido muy posiblemente en el reconocimiento como la institución cultural más valorada de 2016, según la encuesta del Observatorio de la Cultura en España.
Inaugurada por sus Majestades los Reyes de España, Don Felipe y Doña Letizia, y Su Alteza Real la Princesa Beatriz de Holanda a finales de mayo, permaneció en las salas A y B del edificio Jerónimos hasta el 25 de septiembre, dos semanas más de lo previsto, con un horario de apertura excepcional, ya que, los dos últimos fines de semana se pudo visitar hasta las 12 de la noche.

Para complementar, explicar y difundir esta exposición única se organizaron una serie de acciones entre las que se encuentra la producción del documental, patrocinado por la Fundación BBVA y dirigido por José Luis López-Linares, El Bosco. El jardín de los sueños, un largometraje rodado en 4K que ha obtenido la Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos en la categoría Documental, y que en Francia ha superado los 70.000 espectadores. También, ha sido nominado en los Premios Goya 2017 en la categoría Mejor película documental y finalista en los Premios José María Forqué al Mejor Largometraje Documental.

La publicación del primer cómic editado por el Museo del Prado también se inscribe en el conjunto de proyectos puestos en marcha en torno a “El Bosco. La exposición del V centenario”, El tríptico de los encantados, un acercamiento narrativo-visual a la obra del Bosco a través de una trama en la que Max, Premio Nacional de Cómic 2007, hilvana tres de sus pinturas conservadas en el Prado, y al que como complemento, el autor ha seleccionado una ambientación sonora para su lectura: “Una cabalgata que atraviesa jardines, paraísos, desiertos, bosques, también infiernos. Nunca se detiene, da vueltas y vueltas en torno a lo ilusorio. No existe una meta para los encantados” (Max). Playlist disponible en Spotify bajo el título La cabalgata de los encantados.

https://open.spotify.com/user/museodelprado/playlist/2NM6VdX54u4zSmfaQKUIgu

Y, a partir de la excepcional e icónica obra del Bosco, El jardín de las delicias, el Museo del Prado presentó una ambiciosa videoinstalación, patrocinada por la Fundación BBVA y concebida ex profeso para la sala C del Museo, que permitió experimentar y acercarse al célebre tríptico desde un especio sensorial y perceptual, en el cual, el espectador caminaba y compartía el lugar del Paraíso, el Jardín o el Infierno con una multitud de seres, criaturas y cuerpos. En Jardín Infinito, el artista Álvaro Perdices y el cineasta Andrés Sanz, diseccionaron los múltiples mundos pictóricos del cuadro haciendo posible una experiencia completamente inmersiva y envuelta por la composición de un paisaje sonoro.

Como colofón a este programa, la V Cátedra del Prado, cuyo titular fue Reindert Falkenburg, se dedicó al Bosco y a su discípulo ideal, Pieter Bruegel el Viejo.

El país que tiene el doble de pirámides que Egipto pero no recibe avalanchas de turistas

En sus desiertos se levantan unas 200 pirámides, pero son muy pocos los extranjeros que viajan hasta allí para admirarlas.

Aunque las pirámides de Egipto son probablemente las más famosas del mundo (con el permiso de las americanas), no son las únicas de África septentrional. El vecino Sudán tiene sus propias antiguas e impresionantes estructuras arqueológicas, la mayor concentración de las cuales se encuentran en Meroe.

Meroe fue la capital del Reino de Cush, conquistado por los faraones egipcios entre los años 3000 y 2890 antes de Cristo, informa 'The Independent'. Los habitantes del reino adoptaron todos los aspectos de la cultura egipcia, desde los dioses hasta la escritura jeroglífica. Tras la caída del Imperio egipcio en el 1070 antes de Cristo, los cusitas mantuvieron sus costumbres y construyeron sus propias pirámides.

Esas pirámides no solo son impresionantes, sino también numerosas. En realidad, esa parte del desierto cuenta con unos 200 monumentos de ese tipo, un número mucho mayor que los encontrados en Egipto. Las pirámides eran usadas como tumbas en las que se daba sepultura a reyes y reinas.


Desde 2003 Sudán ha vivido un conflicto entre sus Fuerzas Armadas y los rebeldes en la región de Darfur, en el oeste del país, por lo que son muy pocos quienes conocen el tesoro turístico de este país africano o están dispuestos a visitarlo.

Nueva técnica de prótesis en 3D para restaurar el patrimonio destruido en Siria

Dos bustos fúnebres de caliza alabastrina, del siglo II después de Cristo y que fueron dañados severamente por milicianos del grupo yihadista Estado Islámico (EI), regresarán la próxima semana a Siria, tras ser restaurados en Italia con la ayuda, entre otras tecnologías, de la impresión 3D.
El anuncio fue hecho el jueves por el ministro de Bienes Culturales, Dario Franceschini, al presentar ante la prensa extranjera el trabajo de recuperación realizado por expertos del Instituto Superior para la Conservación y la Restauración de Roma.

“Es una operación de la que estamos muy orgullosos porque, en primer lugar, pone en valor la gran competencia italiana en materia de restauración”, destacó.

Los dos bustos, originarios del Valle de las Tumbas, a las puertas de Palmira, estaban custodiados en el Museo de esa ciudad y fueron semidestruidos a martillazos por los milicianos del EI cuando tomaron el control de la zona.

En la primavera de 2016, la ciudad fue liberada y entonces arqueólogos sirios pudieron sacarlos para esconderlos en una caja fuerte del Banco Central sirio en Damasco, explicó el ex ministro de Bienes Culturales, Francesco Rutelli, presidente de la asociación cultural Encuentro de Civilizaciones, que patrocinó la operación.

Dijo que gracias a la colaboración histórica entre arqueológos sirios e italianos los dos bustos fueron trasladados a Roma en octubre pasado para participar durante dos meses en la muestra Renacer de las Destrucciones, realizada en el Coliseo.

A partir de diciembre de 2016, las obras pasaron al Instituto Superior para la Conservación y Restauración, cuya directora, Gisella Capponi, anunció que la próxima semana regresarán a Damasco y estarán custodiadas en bodegas especiales en espera de que la situación en Palmira permita su retorno.



“Estos dos bustos provenientes de Palmira fueron fuertemente dañados por el Estado Islámico dentro del museo. Las dos obras estaban colgadas en las paredes, no pudieron ser resguardadas y sufrieron el ataque, perdiendo partes muy significativas del rostro”, lamentó.

Dijo, sin embargo, que fue posible reconstruir integramente el rostro del busto femenino, mientras el masculino presentaba una fractura muy extendida, por lo que fue hecha una réplica simétrica y removible de la parte de la cara existente para sustituir la dañada.

“Esta prótesis fue realizada con el uso de scanner y láser, y después fue adherida con imanes a la parte faltante del rostro”, detalló.

El restaurador Antonio Iaccarino Idelson explicó a Notimex que la operación consistió primero en recomponer los fragmentos dispersos de los bustos y después se hizo un escaneo 3D con un sistema óptico de luz estructurada, en modo de tener la imagen tridimensional que permitió reconstruir la parte faltante.


Una vez realizado ese fragmento, fue fijado con imanes en la pieza original para garantizar la reversibilidad de la obra y su posible sustitución en el futuro.

Explicó que fue usado el método italiano de la restauración, sintetizado en la necesidad de mantener a las obras reconocibles y garantizar la reversibilidad de la intervención (a diferencia de otras escuelas que prevén la sustitución), para no crear piezas falsas.

Iaccarino Idelson precisó que el rostro del busto masculino fue reconstruido sin dañar el original, y que el materia usado para la prótesis fue polvo de nylon sinterizado (tratamiento térmico a una temperatura inferior a la de fusión de la mezcla, para aumentar la resistencia mecánica de la pieza) con láser.

Los dos bustos serán entregados a técnicos sirios que llegarán el próximo jueves a Roma y retornarán a su país con las piezas el 26 de febrero.

PROYECTO FÉNIX

“El 40 % de los sitios históricos de Alepo han sido destruidos“, dice por otra parte Gustavo Araoz, presidente del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), la organización no gubernamental que aconseja a la Unesco sobre temas de patrimonio cultural y que lidera un proyecto significativamente llamado Anqa (Fénix en árabe).

El propósito de este proyecto, en el que también participan la organización sin ánimo de lucro CyArk y el Instituto de Preservación de la Herencia Cultural de la Universidad de Yale (EE.UU.), es contar con modelos digitales tridimensionales de lugares históricos en peligro.

La idea es que si continúa la devastación del patrimonio cultural de Siria, Irak o Libia, por mencionar algunos países, al menos exista un modelo realizado con escáner 3D de los monumentos destruidos, lo que facilitará la tarea de reconstruirlos y brindará la posibilidad de hacerlo de una manera fidedigna y auténtica.


“Irak y Siria son sitios de la máxima importancia desde el punto de vista del patrimonio, porque son la cuna de la civilización occidental“, afirma Araoz sobre los dos primeros países escogidos para el proyecto Anqa, que acaba de recibir una “importante” donación de fondos de la fundación británica Arcadia.

Funcionarios del DGAM, el organismo oficial encargado de los antigüedades y museos en Siria, ya han recibido en Líbano un taller de formación de dos semanas acerca de la tecnología provista por CyArk, una fundación creada por Ben Kacyra, estadounidense de origen iraquí, cofundador y director gerente de Cyra Technologies.

Cyra, hoy propiedad de la alemana Leica, fue la compañía que desarrolló el primer láser para escanear en 3D y el sistema digital de diseño (CAD) que se usa en todo el mundo para ingeniería, arquitectura, construcción, sector automotriz y otros campos.

Araoz, estadounidense de origen cubano, afirma que con la donación de Arcadia, una fundación que ha otorgado desde 2002 más de 440 millones de dólares a proyectos en todo el mundo, Anqa donará los equipos necesarios para el escaneo tridimensional a las autoridades patrimoniales de Siria e Irak y además pagará los gastos de traslado y de formación de los funcionarios.


En Siria se han escogido para el proyecto seis sitios históricos en coordinación con el organismo estatal a cargo del patrimonio.

Desde su fundación en 1965 el Icomos no ha entrado nunca en cuestiones que tengan que ver con los sistemas políticos de cada país, de manera que, al igual que la Cruz Roja, pueda ejercer su misión de manera neutral, dice Araoz.

Todos los modelos del proyecto Anqa serán archivados por CyArk y pasarán a formar parte de una base de datos de libre acceso administrada por el Instituto de Preservación de la Herencia Cultural de la Universidad de Yale.

Fuente: Notimex | Imprimalia3D, 18 de febrero de 2017

Tras la pista de Tartessos

Imagen general del tesoro de El Carambolo hallado en 1958 en las inmediaciones de la localidad de camas, Sevilla. 

¿Cómo se fabricó el tesoro del Carambolo? Una nueva técnica de micro-fluorescencia desarrollada por investigadores del Centro Nacional de Aceleradores, en Sevilla, revela nuevos secretos sobre uno de los mayores tesoros del periodo tartésico en España.

El 30 de septiembre de 1958 será recordado en los alrededores de Sevilla por el hallazgo arqueológico realizado en la localidad de Camas. El descubrimiento en cuestión tuvo lugar en los terrenos de la Real Sociedad de Tiro de Pichón de la villa hispalense, durante el transcurso de unas obras para la ampliación de las instalaciones. Fue entonces cuando la azada de uno de los operarios de la obra golpeó un objeto metálico. Este, sería la primera de las 21 piezas que pondrían -por fin- en el mapa a la civilización tartésica.

El conocido como el tesoro de El Carambolo, así bautizado por el cerro en que se encontró, está formado por 21 piezas de oro de 24 quilates. Juntas suman un peso de 2.950 gramos. Entre las piezas halladas, se encuentran dos brazaletes, dos pectorales, un collar y 16 placas de oro, encontradas todas ellas dentro de un recipiente de barro ovalado, junto a algunos restos de cerámica y los huesos de varios animales. Las joyas gozan de un estado de conservación óptimo salvo por algunos rasguños producidos en el momento en que fueron halladas. Estas, profusamente decoradas, dan testimonio de un arte fastuoso, delicado, bárbaro, y a su vez, de una muy notable unidad de estilo.


Pectoral con rosetas del tesoro de El Carambolo.
Los propósitos del estudio fueron: caracterizar la composición de la aleación de los diferentes objetos y/o elementos decorativos para determinar si están realizados a partir de una misma aleación homogénea; identificar los métodos de soldadura y las técnicas de fabricación en aras de discernir  si las joyas han sido producidas por uno o varios orfebres diferentes y aportar más información para la discusión arqueológica sobre el origen del tesoro.

Las interpretaciones más aceptadas afirman que las piezas del tesoro formaron parte de los adornos de alguna figura política o religiosa de alto estatus. Sin embargo, por otra parte, el ya fallecido historiador y arqueólogo J. M. Blázquez Martínez de la Universidad de Salamanca explica en su obra, La religión de los pueblos de la Hispania preromana, que el toro fue una figura muy venerada por varias culturas en la península Ibérica. Y en este sentido, otras hipótesis más recientes, basadas en criterios arqueológicos y etnográficos, apuntan que podría tratarse, en parte, de los adornos un toro sagrado.

Sea como fuere, de lo que no cabe ninguna duda es de que el tesoro del Carambolo es un conjunto de joyería de oro datada entre los siglos VIII y VI a.C, y que representa un conjunto estilístico sin igual en el campo de la arqueología. Sus características morfológicas y de manufactura no se han encontrado en otros objetos del mismo periodo en la península Ibérica, por lo que la incógnita respecto a su significado y función sigue siendo objeto de estudio y discusión entre los expertos.

Un pueblo perdido en tiempo
Si bien es cierto que existe una extensa literatura en torno a la cultura tartésica, - a la que se vincula el presente tesoro- poco de lo escrito hasta el momento se puede respaldar con total seguridad. Ya en el Libro de los Reyes, en el Antiguo Testamento, escritas en torno al siglo VII a. C. pueden encontrase las primeras alusiones a esta civilización, localizada en lo que fue un lejano y misterioso lugar llamado Tarsis. Dícese que cada tres años las naves del Rey Salomón, volvían de esta ciudad, situada al sur de la península Ibérica, cargados de oro, plata y diversas riquezas.

Dos siglos más tarde, ya en el V a.C., también Heródoto de Halicarnaso, considerado padre de la historia, hacía referencia a Tartessos en sus escritos. En ellos alude al rey Argantonio, "el hombre de plata", último rey tartésio, con el que el reino llego a su fin, y el único del que se tienen referencias históricas. Tan solo un siglo antes, en el VI a.C el poeta Anacreonte también dejaría escritas algunas referencias en torno a esta misteriosa civilización.

Aurelio Padilla Monge, profesor de historia antigua en la Universidad de Sevilla, en su trabajo Algunas notas sobre la figura de Argantonio y sus elementos míticos, publicado en el Archivo Español de Arqueología, afirma que, buena parte de la historiografía centrada en la Iberia prerromana defiende que aquello que los griegos llamaron Tartessos fue una elaboración de la imaginación griega, construida a partir de algunos datos ciertos, y que acabó finalmente por integrarse en la mitología helena. De hecho la civilización tartésica -junto con la Atlántida- es unos de los grandes misterios que hunden sus raíces en la Grecia Clásica.

De cualquier modo, los restos de distintos yacimientos arqueológicos sitúan a una hipotética civilización tartésica en el valle del Guadalquivir, al suroeste de la península Ibérica, en el territorio conformado entre las ciudades de de Sevilla, Cadiz y Huelva durante la Edad del Bronce, y algo mas tarde, alcanzada la Edad del Hierro, desplazada en el espacio hacia el norte, al sur de Badajoz, e incluso hasta Portugal.

Detalle de las decoraciones de las cápsulas con rosetas y púas.
Las diferencias entre Placas (A) y (C) y los Brazaletes (B) y (D) son debidas a las diferentes técnicas de manufactura.

De este modo, aunque se sitúa a los tartesios en el interior de la península ibérica, y a sus vecinos fenicios en las áreas de litoral, la cercanía entrambos alimenta el debate en la actualidad sobre como fue la relación entre sendos pueblos. O si se trataba, verdaderamente, de dos pueblos distintos. Entre los estudiosos de la materia hay quien piensa que entre tartesios y fenicios existió un gran entendimiento y una fructífera coexistencia, origen de la posterior fusión de las dos culturas, y lo que motiva en la actualidad la imposibilidad de discernir -en términos arqueológicos- entre sus diferencias.

Arrojando luz, y rayos X, sobre el misterio

Tartésico o fenicio, la importancia del tesoro del Carambolo y el interés por su estudio en profundidad, ha llevado a los investigadores del Centro Nacional de Aceleradores a desarrollar un nuevo sistema para el análisis de sus piezas. Se trata de un nuevo sistema portátil de micro-fluorescencia de rayos X.

En el estudio de los hallazgos arqueológicos surgen a menudo preguntas imposibles de ser contestadas sin la ayuda de ciertas disciplinas científicas. Algunas de estas cuestiones abarcan el tipo de material que constituye un objeto, su procedencia o su edad. Así, en los últimos años, la aplicación de estos métodos de análisis en el estudio de piezas de otras épocas ha permitido un aprendizaje sin precedentes. El conocimiento de la estructura de los materiales y los procesos químico-físicos relacionados con la creación de un objeto permite revelar el desarrollo tecnológico de los artesanos de la época, además de proporcionar una valiosa información para su conservación, restauración y la autenticación de los materiales que componen una obra de arte.

Simona Scrivano del departamento de Física Atómica, Molecular y Nuclear de la Universidad de Sevilla explica que: "en el ámbito de las técnicas aplicadas -como es el caso- a la joyería antigua en particular, hay numerosas características analíticas a tener en cuenta debido a la particularidad y heterogeneidad de los objetos que se quieren estudiar. También debido al gran valor de las piezas, su unicidad y a las restricciones en materia de seguridad de los museos y fundaciones a cargo de las mismas".

La micro-XRF, (por sus siglas en inglés), es una técnica de análisis más moderna que permite el examen detallado de pequeñas zonas de la muestra

"Un requisito fundamental en el estudio del tesoro del Carambolo y otros hallazgos arqueológicos, es obtener una elevada resolución espacial que permita distinguir los diminutos detalles que presentan los objetos analizados, tales como las decoraciones y las zonas de soldaduras, a veces de un tamaño inferior a 50μm", comenta la investigadora a National Geographic. Esta es la razón que motivó el desarrollo de un nuevo equipo portátil de micro-fluorescencia de rayos X.

La micro-XRF, (por sus siglas en inglés), es una moderna técnica de análisis que permite el examen detallado de pequeñas zonas de la muestra estudiada. Esta, consiste en el análisis de los rayos X emitidos por dicha muestra , - en este caso las piezas del tesoro- tras haber sido expuesta a otro tipo de radiación primaria. Posteriormente, a partir de una técnica conocida con el nombre de espectrometría, se analiza la radiación devuelta. Con ello, a partir de los datos obtenidos se torna posible averiguar de que elementos se compone el objeto estudiado así como la proporción en la que se encuentran.

La importancia del detalle

El nuevo equipo de micro-XRF fue desarrollado por investigadores del Centro Nacional de Aceleradores y de la Universidad de Sevilla con una idea general muy concreta: conseguir un instrumento capaz de analizar a escala micrométrica (inferior a 100 μm) los detalles presentes en las joyas arqueológicas.

Aunque el tesoro del Carambolo ha atraído la atención de numerosos investigadores desde su descubrimiento, aún faltaba por realizar un estudio detallado de los procesos de soldadura empleados y de las técnicas de producción. Según nos indica Scrivano: "el nuevo equipo portátil de micro-XRF ha verificado la validez del uso del nuevo sistema para analizar detalles muy pequeños tales como elementos decorativos y áreas de unión".

Los objetos fabricados en un único taller bajo la estrecha colaboración entre varios orfebres con diferentes conocimientos tecnológicos

Los resultados del artículo“Non-destructive micro-analytical system for the study of the manufacturing processes of a group of gold jewels from ´El Carambolo` treasure” han sido publicados recientemente en la revista Radiation Physics and Chemistry. El análisis de los resultados sobre el estudio llevado a cabo en 11 de las 21 piezas del tesoro ha podido establecer la existencia de varias etapas de construcción en algunas de las joyas, así como la presencia de tres tipos distintos de soldaduras.

Del mismo modo, se ha evidenciado una serie de similitudes y diferencias en las técnicas de manufactura empleadas para la producción de los objetos. Respecto a las similitudes, destacan la homogeneidad en la composición de las aleaciones; el uso de un mismo punzón para producir las tapas con forma de roseta de las cápsulas; la misma técnica de soldadura para unir los elementos decorativos similares, y el empleo del mismo patrón decorativo en todas las joyas. Estas similitudes tecnológicas abren paso a la hipótesis de que todos los objetos de dicho grupo fueron realizados en el mismo taller.

Atendiendo a las diferencias encontradas, como el uso de dos soldaduras distintas, una rica en plata y otra llevada a cabo mediante una aleación de plata y cobre, se evidencia la presencia de un conocimiento tecnológico procedente de dos culturas diferentes. Lo más relevante es la coexistencia de las técnicas de producción de estas dos culturas distintas, una atlántica y otra de origen fenicio.

A la luz de estos resultados, se podría avalar la hipótesis de que los objetos del tesoro de El Carambolo fueron fabricados en un único taller bajo la estrecha colaboración entre varios orfebres con diferentes conocimientos tecnológicos y procedentes de pueblos distintos. También pone de manifiesto el gran conocimiento, aunque empírico, por parte de estos orfebres antiguos de las propiedades de las distintas aleaciones, además de ser capaces de controlar las pequeñas variaciones de temperatura a las cuales ocurren los diferentes procesos, algo sin duda asombroso para la época, independientemente de que se tratase de tartesios o fenicios.

Fuente: NG

Arqueólogos descubren una espada de la Edad de Bronce que se ha mantenido intacta durante 3.000 años en Escocia

Imagen: GUARD Archaeology.

Un equipo de arqueólogos ha descubierto una serie de armas enterradas en Escocia que datan de la Edad de Bronce. Entre ellas se encuentran la punta de una lanza y una espada que se mantuvo prácticamente intacta.

El hallazgo se llevó a cabo en un pueblo escocés llamado Carnoustie. Las autoridades regionales solicitaron a un grupo de expertos arqueólogos que inspeccionaran y estudiaran un terreno en el que planeaban construir dos estadios de fútbol.


Lo que encontraron es descrito como “un tesoro muy raro y significativo en la historia de los trabajos metalúrgicos”.


El lugar del hallazgo. Imagen: GUARD Archaeology.

La punta de lanza, que también proviene del mismo período prehistórico (la Edad del Bronce), fue decorada con oro. Además, también encontraron partes de lo que sería la funda de la espada, incluyendo trozos de cuero y madera.

Según los arqueólogos, los celtas decoraban con oro las armas de sus guerreros para darles un aspecto heroico e impactante.


Alan Hunter Blair, miembro de GUARD Archaeology, comentó:
“Es muy raro recuperar artefactos como estos durante una excavación arqueológica moderna, debido a lo frágil que pueden ser después de tanto tiempo. Para realizar este hallazgo, nuestro equipo extrajo un bloque de tierra de unos 80 kilogramos, que fue procesado hasta desenterrar los objetos”.
La espada encontrada data de hace más de 3.000 años. Imagen: GUARD Archaeology.
La punta de la lanza está decorada con oro. Imagen: GUARD Archaeology.

Para Blair y el resto de los arqueólogos de GUARD esto es el descubrimiento de una vida. El motivo es que, además de las armas, también hallaron un asentamiento completo de la Edad del Bronce, incluyendo casas y un salón principal que podría datar de la era del Neolítico.


Tomará años estudiar todo lo que encuentren en esa región, pero permitirá conocer mucho más acerca de los períodos de la Edad de Bronce y el Neolítico. [GUARD Archaeology vía BBC / Popular Mechanics]



Fuente: Eduardo Marín | Gizmodo, 16 de febrero de 2017
Fotos por gentileza de GUARD Arqueology

Los misterios sin resolver del yacimiento de Los Dornajos (Cuenca)

Yacimiento de Los Dornajos en La Hinojosa (Cuenca). / Katia Galán

“El yacimiento arqueológico de Los Dornajos (La Hinojosa, Cuenca)” (Arkatros Ediciones, serie Arqueología, 1, Madrid, 2016) es el título del libro que recoge los trabajos arqueológicos realizados desde 1976 en el yacimiento conquense del mismo nombre localizado en un pequeño cerro del término municipal de La Hinojosa (Cuenca). Firma ese estudio la profesora de Prehistoria de la Universidad Autónoma de Madrid, Katia Galán, ya jubilada. Hemos hablado con ella en 'Hoy por Hoy Cuenca'.

Como en muchas otras ocasiones, los curas y los maestros de los pueblos y su inquietud por el conocimiento del entorno de sus parroquias y de sus colegios les han llevado a descubrir antiguos yacimientos arqueológicos. Eso ocurrió con Zenón Salas, el párroco de La Almarcha, al que los niños le contaron que habían visto una serie de grabados en unas rocas. El cura les dijo que se lo contaran a su maestro, a don Vicente Martínez Millán, de La Hinojosa, y así llegó la noticia, en modo de carta, al departamento de Prehistoria de la UNED, donde por aquellos años 70 trabajaba de tutora Katia Galán.

“Don Vicente nos hizo centrar nuestra atención en Los Dornajos, un pequeño cerro en el que había unas cerámicas con una decoración poco habitual”, explica Katia Galán. En el Museo de Cuenca se conserva un cuenco de cerámica a mano con decoración incisa e impresa rescatado de ese yacimiento, “una de las más significativas de ese lugar porque se ha conservado una cantidad de fragmentos que nos permiten ver la forma completa del vaso y se ve muy bien que lo característico es que, la pieza, está decorada, no solo por fuera, sino también por el interior”.
Esa vasija convirtió a Los Dornajos en un hito para la prehistoria peninsular. “A partir de ahí empezó una discusión, que todavía no ha terminado, sobre si aquello era cerámica campaniforme o no, o era una variedad, etcétera. Diversidad de opiniones, que se dice”.


Cuenco de cerámica a mano con decoración incisa e impresa. / Museo de Cuenca

El misterio de Los Dornajos

“El propio yacimiento es un tanto misterioso porque no sabemos qué fue”, se pregunta la arqueóloga. “No fue un asentamiento, un poblado normal, pero tampoco fue una necrópolis. Ese es el misterio, no solo del yacimiento sino de esta cerámica. Lo importante no es que sea bonita, lo importante es su significado”.
Esa vasija es una de las casi mil piezas de cerámica que se encontraron, “un porcentaje muy alto en comparación con otros yacimientos conocidos”, reconoce Galán. También hay un par de puntas de flechas de metal, algún fragmento de molinos de mano, algún diente de hoz o de trillo.

¿Pudo ser un santuario?

“Mi hipótesis, la que está reflejada en el libro “El yacimiento arqueológico de Los Dornajos (La Hinojosa, Cuenca)”, es que en este yacimiento hubo dos momentos muy largos, uno del Bronce Antiguo, que se desarrolló principalmente en la zona llana, y otro del Bronce Pleno o Bronce de la Mancha, que fue el que tuvo lugar en el cerro. Yo creo que hay motivos para pensar que aquello pudo ser un lugar ritual, un sitio de culto de alguna manera relacionado con grabados rupestres que están muy cerca. El problema es que no lo puedo demostrar, no tengo argumentos ni en contra ni a favor. Estamos en tablas”, concluye Katia Galán.

Fuente: cadenaser.com | 16 de febrero de 2017