¿Fue real el duelo bíblico entre David y Goliat?

David y Goliat. Cuadro del pintor francés Guillaume Courtois, siglo XVII

Hallazgos arqueológicos relativamente recientes, como una inscripción que habla de la "Casa de David" o, más impactante aún, un cementerio filisteo, del pueblo al que pertenecía el célebre gigante, pueden ayudar a dar un marco de interpretación a la "biografía" bíblica de ese Rey hebreo, condensada en los libros de Samuel del Antiguo Testamento.
Frente a la Biblia, conviene evitar dos posiciones extremas: la de quienes pretenden interpretarla al pie de la letra -y llegan por ejemplo al extremo de querer probar científicamente que un hombre puede sobrevivir tres días en el estómago de una ballena, como Jonás- y la de los escépticos absolutos que consideran que todo es fábula y que la Biblia no puede ser tomada como fuente.
En el caso de David, hay que tener en cuenta que se trata de acontecimientos que datan de los siglos XI y X antes de Cristo (habría vivido aproximadamente del 1040 al 966 a.C.), pero el relato fue sistematizado y "editado" varios siglos después, en tiempos del rey Josías (648-609 a.C.). Se trata entonces de una tradición oral, lo que no implica que sea falsa, pero sí puede tener muchos componentes de leyenda o mito, superpuestos a lo realmente acontecido. Esto no implica que la Biblia misma no pueda ser considerada "fuente", siempre que se tengan en cuenta estos contextos.
La versión de Leonardo Alenza. David se dispone a decapitar al gigante Goliat

David es uno de los grandes héroes bíblicos y su triunfo sobre Goliat tiene muchas enseñanzas y sentidos que incluso exceden al cristianismo.
El trasfondo de la historia es el enfrentamiento de Israel, cuyo rey era Saúl, con los filisteos, un pueblo venido del mar, y asentado en la costa cananea.
De una de las ciudades filisteas, Gat, era originario Goliat, un gigante al que la Biblia atribuye una estatura de casi 3 metros (seis codos y un palmo) y que durante 40 días se lo pasó haciendo alarde frente al ejército israelita, desafiándolo a elegir a su mejor hombre para pelear contra él. Si Goliat era vencido, los filisteos serían esclavos de Israel. Y viceversa.
Nadie se animaba a recoger el desafío, hasta que apareció David, un pastorcillo muy joven, adolescente, provisto únicamente con una honda y cinco piedras lisas. Aunque, claro, David no era cualquier pastor; nadie lo sabía, pero poco antes había sido ungido secretamente por el profeta Samuel -que actuaba por órdenes directas de Dios- como futuro rey de Israel.
David enfrentó a Goliat con una honda, el arma usada por los pastores para ahuyentar a las fieras que amenazaban sus rebaños
A Goliat el desafío de este muchachito la causó mucha gracia. Hasta que David interrumpió sus carcajadas desmayándolo de un hondazo que le dio en plena frente. Una vez caído el gigante, lo decapitó con su propia espada. Una escena que no ha cesado de inspirar a los artistas, como puede verse en las ilustraciones que acompañan esta nota, que han mostrado una rara predilección por el momento de la decapitación. Una de las excepciones es esta maravillosa escultura de Bernini (siglo XVII) que representa muy bien el momento previo, el movimiento de David preparando el lanzamiento.
David, de Bernini (Galería Borghese, Roma)

Luego de la proeza, el rey Saúl, que hasta entonces disfrutaba de escuchar a David tocar la lira en el palacio -era neurasténico y la música calmaba sus nervios-, empezó a sentir celos del joven, a quien la Biblia describe como "rubio, de hermosos ojos, prudente y (de) muy bella presencia". Y menos mal que no sabía que estaba destinado a sucederlo… El hijo de Saúl, Jonathan, en cambio, estaba muy fascinado con David. Los dos jóvenes se habían vuelto amigos inseparables. Una hija de Saúl, Mical, estaba enamorada de él. Se convertiría luego en su primera esposa. Definitivamente al rey no le sentaba bien la cercanía de este joven tan carismático. Un día, irritado, le tira un lanzazo. David lo esquiva pero se ve obligado a huir.
El rey Saúl trata de matar a David (Guercino, siglo XVII)

Pero tras la muerte de Saúl, David se convertirá en rey, como estaba escrito. Entonces elegirá una ciudad neutra para facilitar la unidad de todas las tribus israelitas. Esa ciudad es Jebus, a la que convertirá en capital del reino unificado y que pasará a llamarse Ciudad de David y, más tarde, Jerusalén.
"Una prueba histórica de la existencia de una dinastía fundada por David es la Estela de Tel Dan -explicó a Infobae el historiador Sergio Prudencstein, especialista en Medio Oriente- en la cual hay una expresión, 'Casa de David', la misma que aparece unas 24 veces en el texto masorético [versión hebrea de la Biblia], en referencia a la dinastía que gobernó en el reino de Judá desde el siglo IX hasta la caída de Jerusalén a manos de los ejércitos caldeos [Nabucodonosor], alrededor de los años 586/7 a. C.)".
La importancia de este hallazgo, que data del año 1993, es que hasta ese momento no se contaba con ninguna evidencia arqueológica del reino de David, explica Prudencstein. Lo que se encontró en Tel Dan, norte de Galilea, es un fragmento de basalto negro con parte de una inscripción conmemorativa. Las trece líneas que se leen parcialmente están escritas en arameo.
La Estela de Tel Dan que menciona la “Casa de David”

Aparecen las palabras "casa", "David" e "Israel". Sería entonces la primera mención en un texto arqueológico de la existencia de una dinastía real davídica. El fragmento data del siglo IX a C y se trata de una inscripción externa a Israel, de un rey enemigo que los menciona.
La posible reconstrucción del texto es, en la 7a línea: "rey de Israel mató". Y en la 8a: "Casa de David y yo dejé sus ciudades en ruinas".
Sergio Prudencstein explica que otras huellas de la presencia de ese reino hebreo son los desechos encontrados en excavaciones en la zona donde estaba la Ciudad de David, en los alrededores de Jerusalén, y que muestran que quienes allí vivían no comían cerdo -un rasgo que los diferencia de los otros pueblos-; en cambio, sí se encuentran restos óseos de otros animales. Las excavaciones en Ashdod, Ekron, Ascalón, Gat y Gaza -las cinco ciudades filisteas- han mostrado las diferencias entre los filisteos y los israelitas y demás pueblos cananeos.
Los amigos David y Jonathan pasean con la cabeza de Goliat (por Cima da Conegliano, siglo XVI)

Ahora bien, ¿qué hay del célebre y desparejo duelo? Al respecto, el único testimonio es el relato bíblico y ya vimos cuáles son sus condicionantes.
"Hay que enmarcarlo en la continua lucha de los israelitas contra los filisteos, un pueblo que los incomodaba. También Sansón -otro personaje bíblico- se enfrenta a los filisteos. Estos son una fuerza de oposición a la existencia de Israel en Canaán", explica Prudencstein.
El reino filisteo era una pentápolis: cinco ciudades separadas que nunca pudieron unir su poder. "No sabemos cómo se llamaban ellos a sí mismos -aclara Prudencstein-. La palabra 'filisteo' posiblemente tenga origen egipcio, 'peleset'. De ella derivará luego 'Palestina', el nombre que los romanos darán a esa zona para molestar a los hebreos".
Cabe aclarar que los palestinos actuales no son descendientes de estos filisteos. En el 604 a.C. Nabucodonosor arrasó sus ciudades y los pocos sobrevivientes fueron llevados a Babilonia.
David y Goliat, por Tiziano

Todas las ciudades filisteas fueron excavadas, incluso Gat, la de Goliat, explica el historiador. Así se hallaron elementos que la Biblia nombra como la "puerta de Goliat", ubicada en la ciudad del gigante y con las mismas características que describe la Biblia.
También se encontró -dice- la huella de la destrucción de los altares de los filisteos -por idólatras- por parte de los reyes bíblicos, lo que confirma las oleadas iconoclastas que cada tanto lanzaban los israelitas. "Esto implica una interacción entre el reino de Israel y los filisteos", concluye.

El cementerio de Goliat
Pero sin dudas el hallazgo más importante en relación a los filisteos es un cementerio en la ciudad de Ascalón, que podrá brindar mucha información acerca de este pueblo desaparecido hace 2.600 años. Textos egipcios, hebreos y asirios hablan de ellos, pero es la primera vez que "hablarán" por sí mismos. O, mejor dicho, a través de sus muertos.
El equipo de arqueólogos que realiza las excavaciones en el cementerio filisteo de Ascalón

El descubrimiento data de 2013 pero fue informado al público recién en 2016, cuando el equipo de arqueólogos que trabaja en el sitio ya había desenterrado más de 200 individuos de sus diferentes tumbas.
La primera conclusión que hace a nuestra historia es que no apareció entre ellos ningún "Goliat". Sherry Fox, una arqueóloga del equipo que dirigió Daniel Master, profesor del Wheaton College de Harvard, dice que los filisteos tenían "una talla normal".
Sus prácticas funerarias eran distintas del resto de los pueblos de la zona: sepultaban a sus muertos en tumbas individuales, con algunas pertenencias y, como puede verse en la foto, en ciertos casos colocaban una pequeña vasija conteniendo perfume cerca de la nariz del muerto. Podían llegar a enterrar a varios individuos unos sobre otros en la misma tumba, separados por estratos.
Tumba filistea

Se cree que este pueblo, comerciante y navegante, pudo haber venido de Creta y pertenecer a la civilización minoica. Se habría desplazado hacia Oriente por la presión de la expansión griega. Intentaron invadir Egipto -allí los bautizaron como "pueblos del mar"– pero fueron repelidos por los faraones Merneptah y Ramsés II. Se volcaron entonces hacia Canaán.
Junto a la nariz del muerto, una pequeña vasija con perfume

Aunque esta versión de su origen requiere todavía de una mayor confirmación, lo evidente es que eran considerados extranjeros en tierra semita, donde ocupaban una angosta banda costera que iba de la actual Gaza hasta Tel Aviv. Vivieron allí entre los años 1200 y 600 antes de Cristo.
Hablaban una lengua indoeuropea, consumían cerdo y no practicaban la circuncisión. La Biblia los menciona varias veces y da de ellos una visión muy negativa, al punto que filisteo pasó a ser sinónimo de persona vulgar e ignorante. Es evidente que la historia de David tiene una finalidad propagandística y fundacional para Israel y eso explica la estigmatización del filisteo.
La vasija de perfume que los filisteos colocaban junto a la nariz del muerto

Si no había gigantes entre los filisteos, ¿qué representa Goliat?
"Puede ser un mito relacionado con los dólmenes y menhires que posiblemente los antiguos asociaban con gigantes, responde Sergio Prudencstein. Es muy probable que tenga origen en esas construcciones del megalítico. Gigantes hay en todas las culturas de la región, en toda Mesopotamia hay historias de gigantes y la propia Biblia tiene varios pasajes sobre su existencia. Por ejemplo, los espías que Josué envía a Jericó, hablan de gigantes. Seguramente porque vieron dólmenes y menhires y deducen que los deben haber construido gigantes".
Pero además, "vencer al gigante es vencer a todo lo grande; el mensaje bíblico es que con ayuda de Dios todos lo podemos hacer: David es casi un niño, es pequeño, Goliat es un gigante". Y agrega: "Con ayuda de Dios, él ya había podido matar un oso y un león".
David decapitando a Goliat. La cruda versión de Caravaggio

Otra posible explicación es que la diferencia de talla simbolice la proporción en la cual se encontraban los israelitas respecto a los otros pueblos de la región en la cual pugnaban por consolidar un reino que, en opinión de muchos especialistas, era aún muy pequeño y vulnerable en esos tiempos.
"Lo interesante de David -agrega en otro orden Prudencstein- es que, a diferencia de Salomón y otros personajes perfectos, es una persona llena de defectos, lo que hace mucho más interesante su biografía. Era un hombre de carne y hueso que cometía errores terribles. Especialmente cuando manda a la guerra y ubica como carne de cañón al esposo de su amante Betsabé para poder quedarse con ella".
Betsabé tomando su baño. Detrás, en segundo plano, David la mira desde su balcón

Más adelante, estos errores le serán cobrados, y bien caros. El hijo que concibe con Betsabé muere a poco de nacer. Su hijo menor, Absalón, dueño de una llamativa y muy larga melena roja, se subleva contra su padre. David no tiene más remedio que enfrentarlo. Mientras huye al galope, Absalón enreda sus cabellos en las ramas de un roble, y Joab, el comandante de tropas de David, lo mata de tres flechazos.
Absalón, el hijo rebelde de David, huyendo de los soldados de su padre, queda atrapado por los cabellos en las ramas de un árbol

Dios castiga también a David, dice la Biblia, prohibiéndole construir el templo. Lo hará su hijo, Salomón. Los errores del padre los corrige el hijo, dice Prudencstein.
La honda, esa arma temible
Los ejércitos mediterráneos de la Antigüedad tenían batallones completos de honderos. Las hondas más antiguas se han hallado en la tumba de Tutankamón que murió hacia el 1325 a.C. Eran de lino entretejido. Las de la Guerra de Troya fueron descriptas como trenzadas con lana.
En la región y en la época de David, era un arma muy común. La usaban especialmente los pastores para ahuyentar a los predadores de sus rebaños. Eran de cuero. Y los proyectiles, piedras lisas de las que, por la erosión del agua, se encuentran en los lechos de los ríos.
Detalle de los relieves de la columna de Trajano: honderos del ejército romano

Otro elemento característico del personaje David es la lira, cuyos creadores fueron los beduinos. Esto se explica porque es un instrumento fácilmente transportable. Se la sostenía en el brazo con el codo doblado. No fue una creación siria, ni egipcia, ni caldea. En Mesopotamia y en Egipto se tocaba el arpa. La lira de David es un rasgo histórico concordante ya que los israelitas eran nómadas.
David toca la lira para calmar los nervios del Rey Saúl (Ernst Josephson, 1878)

Posdata: Sea histórico o no en todos sus detalles, el relato del duelo entre David y Goliat deja al menos dos valiosas enseñanzas.
Más vale cerebro que músculo.
No hay enemigo pequeño.

Fuente: infobae.com | 22 de abril de 2017

Confirmada la presencia de neandertales hace 45.000 años en Segovia

Las últimas investigaciones realizadas en el yacimiento del Abrigo del Molino (Segovia), que se excava desde el año 2013, han puesto de manifiesto la existencia de ocupaciones neandertales en fechas situadas entre 41.000 y 45.000 años de antigüedad.
 
Se trata del yacimiento con los restos más modernos de un asentamiento neandertal en el centro de la Península Ibérica y una de las evidencias "más importantes" que constatan el proceso de desaparición de norte a sur de los grupos neandertales en Europa, según ha indicado el director de las excavaciones en el Abrigo del Molino (Segovia), David Álvarez Alonso (izquierda), a través de un comunicado remitido a Europa Press.
Según sus investigaciones, el Abrigo del Molino habría sido ocupado por neandertales, cuando esta especie ya se había retirado del norte peninsular, empezando así su proceso de desaparición en el sur de Europa.
Por otra parte, la importancia del Abrigo del Molino también radica en que sus dataciones sitúan la presencia de neandertales en el interior peninsular, cuando los primeros Homo sapiens habían empezado a asentarse en la zona norte, según se desprende de algunos datos existentes en yacimientos como la cueva de El Castillo (Puente Viesgo, Cantabria).

Congreso europeo

Al hilo de estos estudios, Álvarez ha señalado que esta semana tendrá lugar el congreso European Geosciences Union General Assembly, en Viena (Austria), el más importante de esta disciplina en Europa.
En la rueda de prensa previa al congreso, que se celebrará en Viena el próximo miércoles, 3 de mayo, se presentará a la opinión pública internacional una selección de los mejores trabajos llevados a cabo en Europa sobre Ciencias de la Tierra en sentido amplio, destacando el estudio presentado por el equipo multidisciplinar germano-español sobre las dataciones precisas del yacimiento arqueológico musteriense del Abrigo del Molino, situado a las afueras de Segovia capital.
El estudio sobre el yacimiento segoviano galardonado lleva por título 'Dating the last Neanderthals in Central Iberia - New evidence from Abrigo del Molino, Segovia, Spain'; y ha sido realizado por un equipo multidisciplinar --arqueólogos, geógrafos y geólogos-- españoles y alemanes.
El Abrigo del Molino se está situando no sólo como uno de los yacimientos peninsulares "más importantes" para explicar el proceso de desaparición de los neandertales, sino también, a nivel europeo representa uno de los enclaves que "más interés" ha despertado en los últimos años, como así lo refleja su presencia destacada en el EGU General Assembly.
Estas investigaciones sirven, ha agregado Álvarez, para "profundizar en el debate sobre la posible coexistencia en la Península Ibérica de Nendertales y Sapiens, así como también representa uno de los enclaves más destacados en la actualidad para analizar el proceso de desaparición de los neandertales".
Fuente: lainformacion.com | 24 de abril de 2017

El ADN permite confirmar hipótesis arqueológicas

Cada vez más los hechos están demostrando que la ciencia es una sola. Por ejemplo: en 2003 se descifró el genoma humano, y de golpe todas las disciplinas científicas se han visto revolucionadas. De hecho, las consideradas “blandas”, como la arqueología y la antropología, empiezan a construir certezas gracias a estudios de ADN: diferentes pruebas genéticas han ido confirmando la hipótesis de que el hombre americano... era asiático.

Y recientes investigaciones de un grupo liderado por el arqueólogo tucumano Jorge Martínez apuntalan esa teoría. Martínez es investigador del ISES Conicet y profesor de la carrera de Arqueología de la UNT, y el yacimiento en el que se hizo el hallazgo está en Antofagasta de la Sierra, en la puna catamarqueña.

Empezar por el principio
Los “experimentos” de la naturaleza demoran miles de años y, a diferencia de lo que pasa en laboratorios, las variables son muchísimas y están fuera del control humano; es más: en la mayoría de los casos los humanos somos una variable. Eso parece haber ocurrido con la última glaciación. Hace unos 20.000 años se congelaron los mares, por lo que se comprimieron y bajó su nivel; en consecuencia, apareció tierra que estaba sumergida, formando un puente entre Asia y Alaska. Por allí, grupos de cazadores-recolectores dejaron lo que es ahora Siberia y se establecieron en esas tierras, que ofrecían condiciones más amigables: había vegetación, que les brindaba leña, y mamíferos para cazar y alimentarse, informa Scott Elias, de la Royal Holloway University, de Londres en una nota que publica BBC Mundo.

“Pero los motivos que impulsan a un grupo humano a explorar nuevos territorios no sólo se relacionan con la búsqueda de recursos animales para cazar; también tiene que ver con sus creencias y su mundo simbólico. El hambre de búsqueda siempre movió a los humanos; búsquedas terrenales (literalmente) y también sobrenaturales. Ya se delimitaban, hace tantas decenas de miles de años, espacios sagrados y espacios prohibidos, cuestiones de creencias... Sólo por hambre nadie abandona un lugar seguro y se lanza a la aventura”, reflexiona Martínez.


¿El mismo tronco?
Los humanos llegaron al estrecho y por “un tiempo” no tuvieron más remedio que quedarse: el camino hacia América del Norte estaba cerrado por el hielo. Elias y sus colegas calculan que la zona estuvo poblada durante unos 10.000 años. ¿Qué pasó en ese lapso?

Aquí empiezan a resultar claves los estudios de ADN: una investigación a cargo de Ramus Nielsen, de la Universidad de California, confirmó que cerca del 80% de los nativos americanos actuales descienden de aborígenes que vivieron en América del Norte hace unos 13.000 años y reafirmó una hipótesis que ya tenía ocho años: debido al aislamiento, terminaron diferenciándose genéticamente de sus ancestros siberianos.

“El proceso de Beringia hizo que esos humanos se diferenciaran de los asiáticos y se convirtieran en nativos americanos”, dice Connie Mulligan, de la Universidad de Florida, EEUU, que participó de aquel análisis inicial. Pero no es todo: cuando se estudió la variación genética se descubrió ese patrón excepcional en todos los nativos americanos modernos analizados, y, en cambio, muy rara vez en los asiáticos.

“Con ese patrón original ocurrió algo muy interesante: se mantuvo en los esquimales, que se quedaron en la zona cercana al polo. En cambio, en el resto de este inmenso continente sin Homo sapiens se subdividió en cuatro grandes grupos; y el estudio de ADN permite rastrear las ascendencias, nuestra herencia genética", explica Martínez.
En Antofagasta de la Sierra encontramos restos humanos de unos 8.400 años de antigüedad; pudo establecerse una conexión paleogenética con grupos pertenecientes a dos sitios arqueológicos de alrededor de 10.000 años de antigüedad de la costa nor-pacífica de América: uno en Alaska y otro en Montana (EEUU).

Otra investigación puede dar pistas de qué ocurrió con el 20% “diferente”: estableció que grupos de la región amazónica tienen un “misterioso” flujo genético ártico. “Esto parece indicar que no hubo una población fundadora homogénea. (…) Tal vez hubo varios pulsos migratorios”, propone Pontus Skoglund, de la Universidad Harvard en Boston, EEUU. Dicho de otro modo: hacia y desde Beringia los diferentes grupos humanos ni entraron ni salieron juntos. Y su ADN también se fue modificando por separado.

Una cosa es segura: llegar a América fue, decididamente, un viaje de ida.

Fuente: lagaceta.com. ar | 25 de abril de 2017

En Europa ya conocíamos la rueda hace 5.200 años

Foto: Un eje de la conocida como rueda de Ljubljansko barje que tiene un radio de 72 centímetros y 5 de espesor y fue elaborada en madera de fresno. Foto: EFE/Matevz Paternoster.

El hallazgo confirma la posibilidad de que la rueda no surgiera en Mesopotamia, según se creía antes, sino que fue inventada simultáneamente también en Europa. La rueda, un invento sin el que no se concibe la civilización, surgió posiblemente en Europa al mismo tiempo que en Mesopotamia, según confirma un ejemplar de hace 5.200 años localizado en Eslovenia y expuesto ahora en el museo de Vrhnika, cerca de Liubliana. “La datación la sitúa como la rueda de madera más antigua conocida en el mundo”, explica a Efe Irena Sinkovec, conservadora de los Museos y Galerías de la Ciudad de Liubliana.

La edad de esta pieza ha sido determinada mediante los más modernos métodos científicos de un instituto especializado de Viena, que usó mediciones de los estratos en el terreno y de los anillos de los árboles en la zona donde fue hallada, así como la datación por radiocarbono, explicó. Según Sinkovec, esta rueda, descubierta en 2002 en una zona pantanosa cerca de la capital eslovena, es al menos un siglo anterior a las halladas en Suiza y Alemania, consideras hasta entonces las más antiguas.


Las representaciones gráficas más antiguas de la rueda provienen de estandartes en la ciudad de Ur, en Mesopotamia, pero no se conserva ningún resto físico de las ruedas propiamente dichas, recordó Sinkovec. Anton Veluscek, jefe del equipo de arqueólogos responsable del hallazgo, considera que la importancia de esta pieza radica en que “además de su antigüedad excepcional, esta rueda y el eje son increíblemente avanzados tecnológicamente”.



El arqueólogo considera que la rueda probablemente formó parte de un carro de eje simple y esta tecnología muestra que ya existía una larga tradición y experiencia en la elaboración de ruedas y ejes. El hallazgo confirma la posibilidad de que la rueda no surgiera en Mesopotamia, según se creía antes, sino que fue inventada simultáneamente también en Europa o incluso en Europa primero, opina Veluscek. La conocida como rueda de Ljubljansko barje, por el pantano donde se localizó, tiene un radio de 72 centímetros y 5 de espesor y fue elaborada en madera de fresno. Viene acompañada de un eje cuadrado de roble, de 124 centímetros de longitud, cuya forma y enganche a la rueda, mediante cuñas, significa que rueda y eje rotaban conjuntamente.

Foto: La rueda, un invento sin el que no se concibe la civilización, surgió posiblemente en Europa. Foto: EFE/Matevz Paternoster.

La madera esta chamuscada, probablemente para proteger el material de la acción de parásitos. Tras su hallazgo, fue sometida durante diez años a un arduo proceso de restauración en el Instituto de Investigación Arqueológica de Maguncia (Alemania). En el pantano de Ljubljansko barje han sido hallados muchos objetos de una civilización prehistórica que habitó allí hasta hace unos 6.500 años. Ese pueblo vivía en palafitos, recintos sustentados en pilares sobre el pantano.


El lago que ocupaba el área donde están los palafitos ya no existe, lo que permitió hallar la rueda y muchos otros objetos de gran interés arqueológico, aún más antiguos, entre los que se cuentan una canoa y un molde para fabricar hachas de bronce. Las construcciones de los Palafitos Alpinos de Eslovenia fueron declaradas en 2011 Patrimonio Cultural Universal de la Unesco, junto a otros situados en Alemania, Austria, Francia o Italia. La rueda se puede ver en el Centro cultural de Vrhnika, a 20 kilómetros de Liubliana, hasta el 17 de junio próximo, cuando será devuelta a su hogar en el Museo de Liubliana para “descansar”, antes de volver a ser expuesta en 2018.

Fuente: Vesna Bernardic | EFE, Zagreb, Sin embargo.mx, 23 de abril de 2017

María Martinón confía en que el talento guiará el relevo en el equipo Atapuerca

María Martinón lo tiene claro. El equipo de investigación de Atapuerca cuenta con una “cantera impresionante”, en la que destaca la capacidad de científicas, que se han convertido en líderes en sus respectivas disciplinas, y este talento deberá tenerse en cuenta a la hora de plantear el relevo de José María Bermúdez de Castro, Juan Luis Arsuaga y Eudald Carbonell al frente del proyecto de investigación de los yacimientos burgaleses. Y la científica espera y confía en que así será, puesto que las mujeres “ya están tomando el relevo”.

La gallega ha ofrecido esta mañana la sexta charla del programa Stem Talent Girl, destinado a alumnas de 3º y 4 º de la ESO, a las que se inspira para que no descarten convertirse en líderes de ciencia y tecnología. Como miembro del equipo de investigación de Atapuerca, aunque sea también profesora e investigadora de la University College London, María Martinón ha asegurado que Atapuerca es un buen ejemplo de la capacidad y el talento de las mujeres científicas, un reconocimiento por el que en España ha tocado “luchar un poco”.

El equipo de investigación es un ejemplo “impresionante” de mujeres capaces, que lideran sus campos y disciplinas profesionales, dentro de una cantera “tremenda”, ha asegurado. De ahí que, con su habitual optimismo, Martinón confíe en que esa realidad se tenga en cuenta a la hora de plantear el futuro del proyecto burgalés. “Hay talento”, ha insistido, “y las mujeres ya están tomando el relevo”, pero sí que es cierto que Atapuerca debería aspirar a una valoración del talento en igualdad de oportunidades cuando llegue el momento de relevar a los codirectores.

“Hay un movimiento imparable, en el que la gente que vale va a encontrar su sitio”, ha afirmado la científica. De ahí que también confíe en que, “sin hacer favores a nadie”, se valore el talento de cada profesional a la hora de decidir quién sustituye a José María Bermúdez de Castro, Juan Luis Arsuaga y Eudald Carbonell. De momento, Atapuerca ya es un ejemplo de integración de la mujer en la ciencia, en un país en el que falta tradición científica, justo lo contrario de Reino Unido, donde se encuentra ahora trabajado Martinón.

Libertad de elección

En su experiencia personal, la científica afirma que en Reino Unido se reconoce el talento venga de donde venga Y las nuevas generaciones tienen que ser conscientes de que pueden escoger qué quieren ser. “Es importante saber que tienen la opción de ser lo que quieran ser”, ha asegurado en su charla, porque “tienen la libertad, las capacidades y el talento”. De ahí que considere el proyecto de Stem Talent Girl muy inspirador, un proyecto de oportunidades, que abre la mente a las jóvenes promesas de la ciencia y la tecnología.
La científica ha animado a las alumnas a que no tengan miedo a tomar decisiones, insistiendo que lo mejor de la vida es la posibilidad de elegir, dejando un lado el miedo a equivocarse. No existe una decisión única y definitiva. “No hay un solo camino sin retorno”, sino muchos desvíos, y la vida se debe plantear como un proyecto científico. En ciencia, se parte de hipótesis que hay que falsear o validar. Y falsear una hipótesis no es un fracaso científico, sino un acierto, ya que se posiciona un paso por delante de donde estabas antes.

La vida es exactamente igual. Se toman decisiones, se exploran caminos y, si no ofrecen lo que se busca, se plantean alternativas. Nunca una decisión supondrá una pérdida de tiempo, será un paso más en el aprendizaje personal. Y así entiende también Martinón su estancia en Reino Unido, donde lleva año y medio, después de dejar el CENIEH. La científica está de “misión”, impulsando un proyecto para conseguir que Atapuerca tenga una difusión internacional desde la perspectiva educativa, y no solo científico.

Y lo está consiguiendo. Ahora, la prestigiosa University College London cuenta con un grado de Antropología y se ha creado una asignatura sobre Atapuerca, de tal modo que los futuros científicos ya saben que para estudiar la evolución humana tienen que venir a Burgos. La ciencia es internacional, ha asegurado Martinón, aunque se pueda hacer desde España o desde el extranjero. Lo que es “inevitable” es que requiere de lazos internacionales para ser “puntera”, de ahí que los científicos deban salir y ver mundo, pero trabajando para evitar una fuga de talento.

Equivocación desinformada

El brexit, “un desatino, un desacierto”
Por otra parte, María Martinón espera que el brexit no vaya a afectar de manera directa a los científicos. Reconoce que la ciencia “está más protegida” que otros sectores, ya que se escoge a la gente por su talento, su aportación personal. Sin embargo, la situación política en Reino Unido podría animar a algunos científicos a buscar oportunidades fuera del país. A su juicio, la salida de la Unión Europea es “un desacierto, un desatino, una equivocación desinformada”, y muy triste, porque ha sacado a la luz “el egoísmo social” .

Fuente: burgosconecta.es| 23 de abril de 2017

El fascinate mundo del ADN que desvela sobre quiénes fueron los primeros habitantes de América

Muchos nativos americanos descienden de los Clovis.

Hace miles de años, no había ni un sólo ser humano viviendo en el continente americano. Pero eso cambió en la última Edad de Hielo. Hubo un tiempo en que la mayor parte de América del Norte estaba cubierta con una gruesa capa de hielo que hacía que la región fuera difícil de habitar. Pero, en un momento dado, algunos humanos aventureros emprendieron un viaje hacia un nuevo mundo.
Probablemente, llegaron a pie desde Siberia a través del estrecho de Beringia, un puente de tierra que se extendía desde Alaska hasta Eurasia y que existió desde finales de la última glaciación hasta hace unos 10.000 años. Ahora esa zona está sumergida bajo el agua.

Se sigue debatiendo cuándo llegaron esos primeros americanos y de donde venían. Pero estamos cada vez más cerca de averiguar lo que pasó y de saber quiénes eran realmente.

El último máximo glacial

Durante la última Edad de Hielo, hace unos 20.000 años, una travesía desde Asia hasta América no habría sido algo particularmente agradable. Pero, paradójicamente, la presencia de hielo y glaciares en América del Norte hizo que la travesía fuera, en parte, más fácil de lo que habría sido hoy día.

Durante la Última Edad de Hielo se formó un puente en el Estrecho de Bering. Derechos de autor de la imagen: ALAMY

La abundancia de hielo significaba que los niveles del mar eran mucho más bajos. Por eso emergió un tramo de tierra entre Siberia y Alaska (Beringia) por el que los humanos y animales pudieron caminar.

En algún momento durante ese tiempo, conocido como el Último Máximo Glacial, grupos de cazadores-recolectores se trasladaron desde lo que es ahora Siberia y establecieron allí su campamento.

"Los primeros que llegaron a la zona eran, probablemente, grupos pequeños y ambulantes que, probablemente, dependían de la disponibilidad de recursos estacionales", dice Laurianne Bourgeon, de la Universidad de Montreal, en Canadá.

Atascados en Beringia

Muchos de esos pueblos hicieron bien en buscar refugio allí. La zona central de Beringia tenía un entorno mucho más agradable que las tierras heladas que dejaron atrás. El clima era más húmedo y la vegetación, en forma de arbustos leñosos, les dio acceso a madera para obtener calor.

El ADN está dejando al descubierto secretos muy antiguos. Derechos de autor de la imagen: ALAMY

Además, era el entorno ideal para grandes mamíferos a los que podían cazar y cuyos huesos podían quemar, dice Scott Elias, de la Royal Holloway University, en Londres, Reino Unido.

Cuando los humanos llegaron al estrecho, no tuvieron más remedio que establecerse allí. Las vastas capas de hielo les cortaron el camino hasta América del Norte. Ahora se sabe que hicieron de Beringia su hogar y que permanecieron allí durante varios miles de años.
Según esa hipótesis, eso ayudó a que aquellos grupos aislados fueran genéticamente distintos a los que habían dejado atrás, de acuerdo con un estudio de 2007. Y eso significa que los primeros que llegaron a Norteamérica —cuando el hielo se deshizo y permitió su entrada— eran genéticamente distintos a quienes habían vivido en Siberia miles de años antes.

"Es posible que una de las partes más importantes de ese proceso fuera lo que ocurrió en Beringia, cuando se diferenciaron de los asiáticos y se convirtieron en nativos americanos", dice Connie Mulligan, de la Universidad de Florida en Gainesville, EE.UU., quien participó en ese análisis inicial.

Otros estudios apoyan esa teoría. Por ejemplo, Elias y sus colegas argumentan que esos seres humanos se quedaron en Beringia unos 10.000 años.

En movimiento

Cuando, finalmente, el hielo comenzó a retirarse, esos grupos viajaron a diferentes partes del continente. Ha habido un largo debate sobre si aquellos primeros colonos migraron desde diferentes áreas o sólo desde una.
Hace más de 20 años, Mulligan sugirió que sólo hubo una migración desde Beringia hacia el "Nuevo Mundo".
Hay evidencia de presencia de humanos en Oregón hace 14.500 años. Derechos de autor de la imagen: SCIENCE PHOTO LIBRARY

Llegó a esa conclusión tras analizar la variación genética en el ADN de nativos americanos de hoy en día y compararla con la de asiáticos. Ese mismo patrón excepcional apareció en todos los nativos americanos que analizó, pero muy rara vez en los asiáticos modernos. Y eso significa que los nativos americanos surgieron de una única población que vivió en Beringia, aislada, durante muchos años. En 2015, un estudio que usó técnicas más avanzadas llegó a una conclusión parecida.

"No hubo movimientos o cambios en ese grupo de población tal y como algunos sugirieron anteriormente", explica Rasmus Nielsen, de la Universidad de California, en Berkeley, EE.UU., a cargo de ese análisis.
De hecho, cerca del 80% de los nativos americanos de hoy en día son descendientes directos de los Clovis, quienes vivieron en América del Norte hace unos 13.000 años. Pero sabemos que tal vez hubo migraciones graduales desde Beringia. Y eso es porque hay pequeños grupos en la región amazónica de Sudamérica —como los indígenas Suruí y los Karitiana— que tienen un misterioso "flujo genético ártico" que no está relacionado con los Clovis.

Vínculos remotos

Otro estudio de 2015 reveló que, por lo tanto, hubo "más de una población que fundó las Américas", y que las poblaciones indígenas del continente americano tienen vínculos genéticos remotos con Australia, Papua Nueva Guinea y las islas Andamán.

Cortaduras hechas por la mano humana fueron halladas en esta mandíbula de caballo de 24.000 años de antigüedad.Derechos de autor de la imagen: LAURIEANE BURGEON

"No hubo una población fundadora homogénea. (…) Tal vez hubo varios pulsos migratorios", dice Pontus Skoglund, de la Universidad Harvard en Boston, Massachusetts, EE.UU.
En otras palabras, los habitantes de Beringia no llegaron o se fueron todos al mismo tiempo. Esto hace muy probable que hubiera diferentes grupos que nunca se conocieron.

La cuestión de la fecha

Para comprobar quiénes fueron realmente los primeros americanos, tenemos que tener en cuenta cuándo llegaron. Es difícil saber en qué momento exacto sucedió.
El equipo de Nielsen concluyó que los ancestros de los primeros americanos llegaron a Beringia entre hace 23.000 y 13.000 años. Ahora tenemos evidencias arqueológicas que sugieren que la gente que salió de Siberia —y después de Beringia— lo hizo incluso antes.

Restos animales fueron descubiertos en el sitio arqueológico de las cuevas Bluefish en el territorio del Yukón. Derechos de autor de la imagen: LAURIANE BOURGEON/MUSEO CANADIENSE DE HISTORIA

En enero de 2017, Laurianne Bourgeon y su equipo encontró pruebas que demuestran que hubo seres humanos que vivieron al norte del territorio del Yunkón, al oeste de Canadá, en una zona llamada Cuevas de Bluefish hace 24.000 años.

"Llegaron a Beringia hace 24.000 años y permanecieron genética y geográficamente aislados hasta hace unos 16.000 o 15.000 años, antes de dispersarse las capas de hielo que cubrían la mayoría de Norteamérica durante ese periodo. Las cuevas sólo se usaron en breves ocasiones para actividades de caza" dice Bourgeon.

Pero su análisis no revela las fechas exactas en que esa gente se aventuró por primera vez hacia el sur. Para saberlo hay que observar las pruebas arqueológicas.

Cuestionamientos

Se sigue debatiendo cuándo llegaron los primeros americanos y de donde venían. Derechos de autor de la imagen: GETTY IMAGES

Durante décadas, se han encontrado herramientas de piedra que dejaron los Clovis por todo América del Norte. Algunas son tan sólo de hace 13.000 años, lo cual sugiere que tardaron mucho en ir hacia el sur. Pero en los últimos años ha surgido evidencia que cuestiona esa idea.

Por ejemplo, en un asentamiento en el sur de Chile llamado Monte Verde hay evidencia de ocupación humana de hace 18.500 y 14.500 años. Sabemos que hacían hogueras, comían marisco y usaban herramientas de piedra, pero como no dejaron restos humanos, mucho sobre ellos sigue siendo un misterio.

El viaje al otro extremo

Y hay otro dilema. El hielo todavía cubría Norteamérica hace 18.500 años, complicando la travesía hacia el sur. ¿Cómo llegó la gente al sur de Chile tan temprano?

Una teoría dice que se abrió una ruta sin hielo que permitió el desplazamiento de esos humanos, aunque los hallazgos más recientes apuntan a que eso ocurrió apenas hace unos 12.600 años. Elias también destaca lo difícil que tuvo que haber sido aquel viaje.

El mar de Bering es hoy en día territorio de mamíferos marinos. Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES

"Incluso si se abrió una brecha entre aquellas enormes capas de hielo, ese entorno tuvo que haber sido horrible, con barro, hielo, agua derretida y lodo. No debió haber sido un lugar habitable para personas o animales", señala el científico.

Pero hay una alternativa. Esa gente pudo haber viajado por barco, tomando una ruta siguiendo la costa del Pacífico. No hay pruebas arqueológicas que apoyen esa idea, pero los barcos de madera rara vez se conservan.

Todavía quedan muchas preguntas sin responder, pero Mulligan dice que estudiar cómo y cuándo se dispersaron los humanos a través del continente americano nos ayuda a comprender los procesos de migración, es decir, cómo cambian las poblaciones y qué rasgos genéticos persisten.
En muchos sentidos, América ofrece a los científicos una oportunidad de oro para estudiar esos procesos. Ha habido muchas migraciones en el mundo, pero quienes emigraron a América emprendieron un camino sin retorno.

"Sabemos que los habitantes originales vinieron desde Asia hasta el Nuevo Mundo y que no había otra gente allí ni grandes migraciones de retorno", dice Mulligan.

El hecho de que fuera un viaje de ida, unido al creciente interés en estudiar la genética de esa gente, significa que pronto podremos saber más sobre quiénes fueron realmente esos primeros americanos y sobre cuándo llegaron exactamente.

Vía: BBC