Un arqueólogo español entre los magníficos guerreros de Xian

Marcos Martinón-Torres, junto a los guerrreros. M. V. L.

Las armas encontradas junto a esos gigantes de arcilla son reales y letales. Las lanzas, espadas y puntas de flecha aún pueden cortar si se las toca sin cuidado. Un estado de conservación que ha chocado a los expertos desde el primer momento, y que aún no ha sido posible explicar con certeza.
“Los bronces prehistóricos tienen ese color verdoso de la corrosión, están porosos… Sin embargo, aquí la mayoría de las armas (lanzas, espadas y puntas de flecha) todavía brillan, todavía están afiladas” como si no hubieran pasado dos milenios por ellas, explica Martinón-Torres en una visita de estudio a las excavaciones en Xian. Como catedrático del Instituto de Arqueología del University College de ..., codirige un proyecto de colaboración interdisciplinar con el museo del mausoleo y lleva más de una década estudiando estos guerreros.


El uso de cromo para evitar la corrosión es algo que se descubrió en Occidente en los años veinte del siglo pasado. Pero para sorpresa de los arqueólogos, los análisis iniciales inmediatamente después del descubrimiento, luego confirmados, mostraron la presencia de cromo en las hojas de esas armas.
“El tratamiento con cromo para prevenir la corrosión es un proceso que se hace en la actualidad. Es un proceso que se creía haber descubierto en los años veinte y que quizá los artesanos chinos ya realizaban sobre sus armas” con siglos de adelanto, explica el experto español. Tras un intenso trabajo, adelanta, “estamos a punto de concluir si esto es así, verificar si hay cromo, si ese cromo es deliberado y si ese es el motivo por el cual las armas están tan bien conservadas. En los próximos meses esperamos tener una respuesta un poco más definitiva y que nos permita resolver ese misterio”.

Será un nuevo avance en una cadena de hallazgos relacionados con los guerreros que no parece tener fin. “Siempre hay cosas nuevas”, explica Martinón-Torres, “objetos nuevos y descubrimientos que no nos esperábamos”.


Es una opinión que comparte Shen Maosheng, el director general de las excavaciones, que cita entre sus hallazgos predilectos “una matriz para producir botones”. “Es muy pequeña y no está hecha de oro ni de plata, pero para nosotros es un objeto muy importante”.

El equipo ya había logrado notables descubrimientos. Pudo determinar que, en lugar de una enorme cadena de montaje, los miles de guerreros se fabricaron en numerosas unidades de produ..., en pequeños talleres y en diferentes emplazamientos. Cada taller confeccionaba cada elemento de la escultura -piernas, cuerpo, cabeza-, que personalizaba mediante sellos de marca, cambios en la expresión facial o el peinado. Cada estatua es diferente de las demás.

Algunos expertos han conjeturado con la posibilidad de que hubiera influencia griega en estas esculturas. Un grupo de acróbatas muestra una musculatura que puede evocar un estilo helenístico. “El que haya influencias entre el este y el oeste no debería de sorprendernos… lo raro sería que no las hubiese”, matiza el experto orensano, dado que el mundo griego tras Alejandro Magno llegaba a lo que hoy son partes de India o China. Es posible, concede, que algún artesano de territorios helenísticos llegara a Xian. “Pero no podemos caricaturizar la historia y pensar que vino un artesano de Atenas. Aquí hay muchos elementos de la tecnología y la artesanía que son claramente locales”, puntualiza.


Más de 7.000 guerreros

Hasta el momento, se han localizado más de 7.000 guerreros, de los que se han excavado apenas unos 1.500, y decenas de caballos. Pero el potencial es enorme. El terreno del mausoleo es de unos 100 kilómetros cuadrados -más de 70 veces el jardín del Retiro-, explica Martinón-Torres, de los que solo se han excavado unos 400 metros cuadrados, una ínfima parte. Las fuentes históricas hablan de un ejército de un millón de soldados. Shen calcula que hay “unas 180 fosas”, y quizás cerca de 8.000 estatuas de caballos.

Y es posible que haya figuras de otro tipo. El túmulo principal, donde se encuentra la tumba del Emperador Amarillo, oculta bajo tierra una pirámide de 51 metros de altura. Dentro de ella, a su vez, los expertos han podido determinar la existencia de muros, y quizá unos canales, aunque sin la posibilidad de excavar -está prohibido por temor a arruinar los posibles hallazgos- es imposible determinar exactamente qué hay ahí dentro.

El historiador Sima Qian apuntaba, ya un siglo después, que la tumba contenía gemas maravillosas e incluso ríos de mercurio en perpetuo movimiento. Los análisis arrojan una alta concentración de este elemento, algo que echa a volar la imaginación. “Es sugerente”, admite Martinón-Torres, aunque llama al escepticismo. “También tienes mercurio en el cinabrio, que es el pigmento rojo que en la China del periodo se utilizaba para pintar muchas cosas”.


Fuente: elpais.com | 21 de mayo de 2017

Ignacio Martín Lerma: "La Cueva del Arco ayudará a conocer más el Paleolítico en el Sureste"

Es Doctor en Prehistoria y profesor de la Universidad de Murcia. Sus trabajos se centran en el estudio del Paleolítico. Es director de excavaciones arqueológicas, entre las que destaca la Cueva del Arco en Cieza.

Tras los nuevos restos arqueológicos hallados en el cañón de Almadenes, el arqueólogo Ignacio Martín Lerma (izquierda) detalla a LA OPINIÓN estos descubrimientos, destacando la importancia que a nivel mundial van a tener para seguir investigando el Paleolítico medio y superior en el sureste peninsular.

Los restos arqueológicos procedentes de la excavación del conjunto arqueológico de la Cueva del Arco, ¿qué relevancia tienen para Cieza y la Región?

El valor de esta excavación radica en el hecho de ser la primera vez que se realizan investigaciones sobre el periodo en el que se ocupó esta cavidad. Los resultados están permitiendo ampliar el conocimiento de este inigualable enclave, ubicado en Los Almadenes, ya que hasta el momento sólo se había estudiado desde el punto de vista del arte paleolítico, pero nunca se había analizado a los grupos humanos que vivieron en dicho lugar durante la Prehistoria.

Y en el conjunto del Paleolítico del Arco mediterráneo, ¿cómo calificaría la importancia de este yacimiento?

La importancia de la Cueva del Arco es indudable ya que los hallazgos realizados están ayudando a incrementar los escasos datos que hasta ahora se conocen sobre el Paleolítico en el Sureste peninsular. Existen yacimientos que presentan ocupaciones temporalmente concretas, pero hacen falta más secuencias, lugares donde se haya vivido durante un largo periodo de tiempo y que se conserven distintas ocupaciones pertenecientes a las diferentes etapas de la Prehistoria. Esto es exactamente lo que ocurre en la Cueva del Arco, que alberga estratos desde el Neolítico Antiguo (7.000 - 4.000 años) hasta la época de los Neandertales, el Paleolítico Medio (150.000 - 35.000 años).

Usted es el director de las excavaciones, pero, ¿quién integra su gran equipo?

La excavación está también dirigida por el doctor Dídac Román de la Universidad de Barcelona. Ambos formamos un buen equipo, ya que a los dos nos apasiona el estudio de la industria lítica y poseemos mucha experiencia excavando yacimientos paleolíticos. También contamos con un buen elenco de especialistas multidisciplinares, del ámbito nacional e internacional, que nos analizan otros aspectos fundamentales (materias primas, sedimentos, fauna, restos vegetales, polen) para tener un mejor conocimiento global del sitio. El resto del equipo lo forman estudiantes de la Universidad de Murcia que colaboran en las tareas de excavación.

Y las dos últimas campañas de excavaciones, ¿cómo se han desarrollado?

La primera fase consistió principalmente en la realización de un sondeo para comprobar los diferentes periodos en los que la cavidad estuvo habitada. Como ya se ha comentado, ello nos desveló la existencia de diversas ocupaciones del Paleolítico, además de una perteneciente al inicio del Neolítico. La segunda fase, donde contamos con la colaboración del profesor Lomba Maurandi, se centró en la excavación de los niveles neolíticos de otra cavidad de este mismo conjunto.

De todo lo hallado en El Arco, ¿qué destacaría?

Tanto las paredes de la cueva, con pinturas paleolíticas, como todos y cada uno de los niveles arqueológicos encierran grandes hallazgos: cerámicas decoradas del Neolítico antiguo, puntas de flecha solutrenses, una espectacular raedera convergente del Musteriense, pero me parece de vital importancia la presencia, en un nivel Gravetiense, de una estructura de combustión (hoguera) perfectamente conservada, y que, gracias a una datación, sabemos que se hizo hace 30.500 años.

Si existe el presupuesto suficiente por parte de las administraciones, ¿cuáles son los próximos objetivos y las perspectivas?

Primero, ampliar la excavación para seguir conociendo la formación del yacimiento y el desarrollo de las cavidades. Segundo, documentar y datar las diversas ocupaciones, estudiar la funcionalidad de la cavidad en cada una de las ocupaciones documentadas y conocer la estructuración del yacimiento a partir de la distribución espacial de los materiales. Por último, algo complejo pero muy atractivo: intentar comprobar la posible existencia de contacto directo entre Neandertales y humanos anatómicamente modernos.

¿Cree que este yacimiento y los del entorno del Cañón de los Almadenes aún pueden depararnos otras sorpresas?

¡Sin duda! De hecho, ya tenemos varias sorpresas, las cuales, según vayamos estudiando, iremos dando a conocer. La excavación de la Cueva del Arco se enmarca dentro de un gran proyecto que busca comprender cómo fue habitado, durante la Prehistoria, el entorno del Cañón de Almadenes. Este proyecto-marco está dirigido por Joaquín Salmerón Juan (Museo de Siyasa) y Joaquín Lomba Maurandi (Universidad de Murcia) y, desde hace meses, estamos realizando una dura labor de prospección en toda la zona que nos está permitiendo descubrir hallazgos tan inesperados como la presencia de pinturas rupestres inéditas. Este trabajo hubiese sido imposible sin la ayuda espeleológica de Salvador Inglés y del grupo GECA de la OJE de Cieza, y también sin la figura de Fran Ramírez, fotógrafo que está accediendo a todas las cuevas, como si se tratase de un arqueólogo más, y que está realizando una increíble labor de documentación gráfica.

¿Cómo cree que pueden contribuir estos hallazgos y el resto de patrimonio histórico que existe en Cieza (Serreta, Siyasa, Bolvax) al desarrollo turístico y cultural de Cieza y de la Región?
Todos los miembros de este proyecto estamos muy satisfechos con los resultados y muy esperanzados con los que se esperan obtener próximamente. Sería un error por parte de las instituciones no aprovechar estos nuevos datos para hacer incrementar el interés por el impresionante patrimonio que posee Cieza y, de esa manera, revalorizar la Región de Murcia en el ámbito de la Arqueología.

Fuente: laopiniondemurcia.es | 21 de mayo de 2017

Las excavaciones en el yacimiento tartésico de Guareña (Badajoz) arrojan datos sobre cómo vivían sus moradores

Las excavaciones en el yacimiento tartésico de Guareña (Badajoz) arrojan datos sobre cómo vivían sus moradoresMÉRIDA | EUROPA PRESS

La actual campaña de excavaciones en el yacimiento tartésico de El Turuñuelo, en Guareña (Badajoz), han arrojado algunas evidencias sobre la forma en la que vivían los moradores de este singular templo con 2.500 años de historia.
De este modo, los restos analizados han proporcionado ya un conocimiento bastante aproximado del estilo de vida que se desarrolló en este espacio. Así se deduce de los bronces de "calidad extraordinaria", cerámica griega o restos de alimentos, entre los que hay carnes y conchas de mariscos.
O de la vajilla, que cuenta con un conjunto de 200 platos que invita a pensar que en este lugar se reunían de forma ocasional grandes grupos de personas que compartían ceremonias religiosas y su posterior celebración festiva.
Cabe recordar que la primera aproximación a este yacimiento se realizó en 2013 y se han desarrollado campañas de excavación sólo durante tres años, por lo que los expertos consideran que a este yacimiento aún le queda mucho por contar.
Cabe destacar que los hallazgos más numerosos de esta civilización se habían realizado hasta el momento en la cuenca del Guadalquivir y no en la del Guadiana.
Los restos del templo se encuentran situados en una finca particular, en el extremo de una plantación de tomates, y van saliendo de las entrañas de un montículo artificial donde hasta ahora se sembraban garbanzos y que hace siglos crearon quienes, por razones aún desconocidas, incendiaron este templo y lo cubrieron de tierra para evitar que fuera profanado. La capa de cenizas contribuyó a la mejor conservación del edificio que ahora se excava.

Foto: Una vasija asoma en una habitación del yacimiento del Turuñuelo, del siglo V antes de Cristo, en los alrededores de Mérida. CARLOS MARTÍNEZ.
Este lugar fue visitado en este viernes por el presidente de la diputación provincial de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo, a quien acompañaba el director general de Desarrollo Rural de la Junta de Extremadura, Manuel Mejías; y los alcaldes de Guareña, Abel González Ramiro; Valdetorres, Almudena García; y Cristina, Lucas Sancho, entre otras personas.
En el lugar se encontraban excavando en ese momento diez personas junto a los directores de los trabajos, los arqueólogos Esther Rodríguez y Sebastián Celestino, según informa la Diputación de Badajoz.
La institución provincial contribuye a la financiación de esta excavación que durante el verano entrará en periodo de análisis y recapitulación de datos y que se espera poder continuar en el próximo otoño.
 
Entre los hallazgos más llamativos hasta el momento se encuentra una hermosa escalera de once peldaños, los primeros de los cuales están construidos en pizarra y otros a base de sillares de cal, que lleva a un segundo piso inédito hasta ahora en este tipo de edificios. En estos momentos, el equipo científico de la excavación planea minuciosamente la forma de acceder a ese segundo piso de la manera menos invasiva para la estructura del edificio.
 
Igualmente llama la atención una pesada bañera de cal encontrada en una de las habitaciones, un espacio ritual donde también se localizaba una pileta.
 
Este pasado viernes se trabajaba también en los alrededores una oquedad donde se han encontrado los restos de dos caballos provistos de sus correspondientes arreos, que sólo están descubiertos de forma parcial hasta el momento.

Fuente: lainformacion.com | 20 de mayo de 2017

Así se repartían las presas entre carnívoros y homininos en el Pleistoceno

Vista general del estrato fértil de Venta Micena (Orce) / UMA

El investigador Guillermo Rodríguez-Gómez, dirigido por el catedrático de Paleontología, Paul Palmqvist, ha desarrollado un modelo matemático que permite estimar cómo los carnívoros y los homininos –una tribu de primates hominoideos caracterizados por la postura erguida y la locomoción bípeda– se repartían los recursos cárnicos en las comunidades del Pleistoceno inferior.
En concreto, el modelo de Rodríguez-Gómez evaluó la cantidad de carne disponible y la intensidad de la competencia entre las especies de carnívoros en un momento previo a la llegada de las primeras poblaciones humanas a Europa. No obstante, este modelo se ha usado previamente en los yacimientos de Atapuerca, en Burgos, y Orce, en Granada, para un estudio similar, pero entre carnívoros y humanos.
“Partimos de la estimación de las densidades de población de estas especies, en función de su masa corporal y su nivel trófico, es decir según la forma en la que obtienen materia y energía; para luego, teniendo en cuenta aspectos como la tasa de natalidad, la metabólica o la longevidad potencial, calcular sus requerimientos cárnicos y el grado de satisfacción a partir de la biomasa producida por sus presas potenciales, los herbívoros”, explica el catedrático Paul Palmqvist (izquierda).

“Calculada la biomasa, se modeliza su distribución entre las especies de carnívoros, teniendo en cuenta la información previa sobre tipos y tamaños de presa óptimos para los mismos, permitiendo estimar también las densidades de población que podrían tener estos y, en función de todo ello, el nivel de intensidad alcanzado en la competencia por los recursos”, continúa.

Colonización humana en Europa

La cronología de la primera dispersión del género humano hacia Eurasia desde el continente africano, la cuna natal de la humanidad, se ha visto sometida a debate durante las últimas décadas. Así, la presencia humana más antigua fuera de África se encuentra en el yacimiento de Dmanisi (Georgia, Cáucaso), cuya edad se sitúa en torno a un millón ochocientos mil años.
En cambio, según los investigadores, los asentamientos del subcontinente europeo son sistemáticamente más jóvenes, como ocurre con los yacimientos de Barranco León- y Fuente Nueva en Orce (Granada), con una cronología de un millón cuatrocientos mil años, o Sima del Elefante en la Sierra de Atapuerca (Burgos), con alrededor de un millón doscientos mil años.

“Este desfase temporal sugiere que la demora de casi medio millón de años en la colonización humana de Europa occidental pudo venir motivada por la existencia de condiciones ecológicas adversas, aunque el retraso también pudo deberse a la existencia de barreras a dicha dispersión, como las cadenas montañosas y los grandes cursos fluviales que salpican la geografía europea, que dificultarían los movimientos de las poblaciones humanas”, aclaran.

Los grandes mamíferos del Pleistoceno inferior de Venta Micena (Orce). Fuente

El retraso de presencia humana en Europa

El yacimiento paleontológico orcense de Venta Micena, en Granada, ha sido el escenario elegido para el desarrollo de este trabajo. Con una cronología doscientos mil años anterior a la de los dos yacimientos de la región con presencia humana, Barranco León y Fuente Nueva, registra condiciones ambientales y faunísticas previas a la llegada de las primeras poblaciones humanas al margen occidental de Europa.
Tras la caracterización ecológica de la zona, a partir del modelo numérico del investigador de la UMA, se concluyó que la abundancia de recursos para los carnívoros era, en tiempos de Venta Micena, entre un 25 y 30 por ciento mayor que la disponible luego en Barranco León y Fuente Nueva.
“Estos resultados demuestran que el retraso en la colonización humana de Europa no se explica por la exclusión competitiva por parte de los carnívoros, en particular las hienas con las que competían por la carroña, ya que tales especies contaron en estas cronologías con una mayor abundancia de recursos para la caza”, afirma Palmqvist. Ambos investigadores proponen que se contemple otro tipo de barreras como causa de este retraso de presencia humana, tales como las climáticas y ambientales, o las de naturaleza puramente geográfica.

Reconstrucción del entorno de Orce hace 1,4 millones de años. MAURICIO ANTÓN

Referencia bibliográfica:
Guillermo Rodríguez-Gómez, Paul Palmqvist, Sergio Ros-Montoya, M. Patrocinio Espigares y Bienvenido Martínez-Navarro. "Resource availability and competition intensity inthe carnivore guild of the Early Pleistocene site of Venta Micena (Orce, Baza Basin, SE Spain)", Quaternary Science Reviews, 164: 154–167, 15 Mayo de 2017.

Confirman que los Neandertales habitaron los Almadenes (Murcia)

Los arqueólogos y espeleólogos estudian la cueva donde se han hallado los restos. JAVIER MORCILLO

Un grupo de expertos, capitaneados por el paleontólogo Ignacio Martín Lerma y asesorados por el director del Servicio de Museos y Patrimonio Arqueológico del Ayuntamiento de Cieza, Joaquín Salmerón Juan, ha descubierto nuevos vestigios rupestres procedentes del Paleolítico medio y superior en el cañón de Almadenes (Murcia) en forma de pinturas rupestres y otros materiales, como piezas talladas en sílex del hombre de Neandertal y Cromañón, así como un hogar completo de la fase gravetiense.

Los nuevos hallazgos se localizan en un conjunto de abrigos y cuevas, conocidos como 'Los abrigos del Arco', que, aunque fueron exploradas hace más de 25 años, por la falta de financiación no se pudo realizar un estudio completo como el que ahora ha emprendido Martín Lerma junto a Salmerón y el profesor universitario Joaquín Lomba Maurandi, ayudados por el espeleólogo Salvador Inglés y los miembros del grupo GECA de la OJE de Cieza Luis Marín, Pedro Ríos y Javier Morcillo.

Foto: Conjunto rupestre del Arco.

Las investigaciones comenzaron tras el incendio que en el verano de 2015 asoló todo el entorno del Cañón de Almadenes. Fue entonces cuando Salmerón solicitó a la Comunidad Autónoma ayudas para poder evaluar los posibles daños que el fuego habría causado en la cueva de la Serreta y otras cavidades próximas. A partir de ese momento se fueron desencadenando los acontecimientos que, sin duda, van a situar a Almadenes en uno de los lugares a nivel mundial con vestigios del paleolítico.

Así lo entiende Salmerón, que explica que, por ahora, las investigaciones se van a centrar en las cuevas 'Arco I' y Arco 2', donde se han localizado piezas de gran valor arqueológico. Hay además otra serie de simas, denominadas 'Las enredaderas', en las que también se han encontrado restos. Sin embargo, considera que proseguir con su estudio depende de la aportación que las administraciones realicen en los próximos meses. En este sentido, confía en que el Ayuntamiento de Cieza contemple una partida en sus próximos presupuestos, aunque entiende que dada la envergadura del proyecto, la Comunidad también debe implicarse.

Desde 1993

Todo comenzó en 1993 con el hallazgo casual que realizaron los miembros del Grupo Almadenes de Espeleología, Francisco Morote y Antonio Vázquez, iniciándose después un estudio dirigido por Joaquín Salmerón Juan. Pero la investigación ha permanecido dormida hasta ahora. Las excavaciones más importantes se centran en la zona denominada 'Abrigos del Arco', donde se localiza un conjunto con una cueva principal y otra secundaria con datos del Paleolítico medio y superior.

Fuente: laopiniondemurcia.es | 19 de mayo de 2017

Los Museos Vaticanos y el Museo Judío de Roma organizan su primera exposición conjunta sobre la Menorá

Representación en el arco de Tito de la captura de la Menorá durante la guerra judaica del año 70.

El símbolo más antiguo del pueblo judío campea en el lado sur de la plaza de San Pedro donde se inaugura este martes la primera exposición conjunta de los Museos Vaticanos y el Museo Judío de Roma, dedicada a «La Menorá», el candelabro de siete brazos forjado en oro por Moisés siguiendo las indicaciones de Yahvé, según relata el libro del Éxodo.
Su fascinante historia pasa por Roma, a donde la trajo Tito como trofeo de la Guerra Judaica en el año 70, y donde fue a su vez robada por los vándalos de Genserico el año 455 y llevada a Cartago, ciudad en la que se pierde su pista.

El Brazo de Carlomagno, situado a la izquierda de la fachada de la basílica de San Pedro, acoge 120 de las 130 piezas de la exposición, entre las que destaca el testimonio arqueológico más antiguo: una representación en piedra blanquecina, descubierta hace poco tiempo en la sinagoga de Magdala, situada en las orillas del lago Tiberíades y anterior a la toma de Jerusalén por Tito.

Vista de la Piedra Magdala con representación de una menorá y cubierta de más símbolos alusivos al segundo templo de Jersuralén.

Las otras diez piezas de la exposición pueden verse en el Museo Judío de Roma, con el mismo billete de 7 euros. «La Menorá» permanecerá abierta en sus dos sedes hasta el próximo 23 de julio.
La representación más fiel del mítico candelabro llevado a Roma como trofeo de guerra es precisamente un bajorrelieve de la parada triunfal en el Arco de Tito, de donde se hizo una copia para los Museos Vaticanos, que forma parte de la exposición. La imagen de ese arco de triunfo fue tomada como emblema oficial por el Estado de Israel, nacido en 1948.

En realidad, la Menorá, que se trajo Tito a Roma era muy probablemente la segunda ya que el templo construido por Salomón fue destruido por Nabucodonosor II de Babilonia en el año 586 antes de Cristo.

Según la directora de los Museos Vaticanos, Barbara Jatta, «la Biblia relata que el Señor ordenó a Moisés que fundiese el candelabro de siete brazos en oro, y se emplearon unos 34 kilogramos».
A su vez, la directora del Museo Judío de Roma, Alessandra di Castro, hizo notar que «este candelabro es el símbolo más antiguo del pueblo judío, anterior a la estrella de David». A su vez, la comunidad judía de Roma, establecida hace 22 siglos, es la más antigua fuera de Palestina.
La exposición incluye un cuadro de Karl Pavlovich Brjullov, «El saqueo de Roma» (1833), que recrea en estilo romántico el momento en que los vándalos de Genserico se llevan la Menorá como trofeo en el año 455.

'Saqueo de Roma por los bárbaros''. Óleo por Karl Bruillov, siglo XIX. Galería Tretyakov (Moscú).

Las 130 piezas incluyen préstamos de grandes museos de todo el mundo desde el Louvre y la National Gallery hasta el Kunsthistorische Museum de Viena o el Jewish Museum de Nueva York.

Palacio de Liria

Incluye también un lavabo de mármol procedente de Tarragona y cedido por el Museo Sefardí de Toledo, así como la llamada «Biblia de Alba» en hebreo y castellano, realizada entre 1422 y 1433 y procedente del Palacio de Liria, en Madrid.

Pero la aportación española más espectacular son dos gigantescos candelabros de siete brazos realizados en plata y procedentes de la catedral de Palma de Mallorca. Cada uno incluye un total de 13 ángeles, y cuatro demonios en la base (abajo).


Hay piezas conmovedoras como los afectuosos epitafios de las catacumbas judías de Roma, predecesoras de las cristianas, donde aparece el candelabro de siete brazos junto a textos escritos generalmente en griego.

Entre las imágenes en que aparece la Menorá figura una acuarela sorprendente de Marc Chagall, «El Cristo y el pintor» (1951) en que se autorretrata frente a Jesús crucificado y donde escribió «Como Cristo, yo estoy crucificado, clavado a mi caballete». Chagall había utilizado ya una imagen de Jesucristo en su «Crucifixión blanca» (1938) que presentaba, con gran fuerza dramática, la persecución nazi de los judíos.

Es el cuadro preferido del Papa Francisco, que ha contribuido a la exposición con una imagen del más famoso de los candelabros: el emblema del Estado de Israel que le regalaron en el 2014 durante su visita a ese país.