Descubren pinturas rupestres en la cueva de Aitzbitarte (Guipúzcoa)

Foto: Resalte del bisonte hallado en 2015 en la cueva Aitzbitarte V

El hallazgo de unos grabados rupestres hace año y medio fue importante, pero lo encontrado ahora parece tener aún más valor. Todavía no se ha hecho público pero, según ha podido saber Radio San Sebastián, las cuevas de Aitzbitarte, en Renteria, Guipúzcoa, cuentan con un tesoro paleolítico espectacular: unas pinturas de bisontes modelados, de hace unos 14.000 años, que algunos expertos comparan ya con las pinturas de Altxerri.

"El grabado es el que más perdura y la pintura es más vistosa. El grabado es más resistente aunque sea más difícil de detectar y la pintura es más fácil de ver pero es más fácil que se borre. Las pinturas son más frágiles de cara a la conservación porque es un teñido superficial de la roca y por tanto a medida que la pared de la roca evoluciona -escurre agua o proliferan hongos o se forman capas de calcita- tienden a desaparecer. Son menos resistentes y por tanto son mejor indicador del estado de conservación de ese contexto del lenguaje simbólico prehistórico" explica Jesús Tapia arqueólogo del departamento de Arqueología Pre-Histórica de Aranzadi.

El valor es tan alto que las autoridades competentes están pensando en cerrar toda la cueva, más aún teniendo en cuenta que Aitzbitarte recibe en torno a 10.000 visitas anuales.
"Es una de las más dañadas, ha acampado mucha gente, se echan cristales y también hay saqueos. Yo recomendaría el cierre en aras a su conservación. Por ley, en el momento en que se descubre arte prehistórico en una cavidad, ésta pasa a protegerse con la figura legal de mayor rango, y esto incluye el cierre. Hay que tener en cuenta que este arte de 14.000 ó 16.000 años ha aguantado todo este tiempo inalterado o alterándose a ritmo muy muy lento y su propio descubrimiento puede ser una puesta en peligro para su conservación" insiste el experto de Aranzadi.

El hallazgo será presentado en unas semanas. Ahora los expertos trabajan en verificar la autenticidad de las pinturas.

Fuente: cadenaser.com | 22 de mayo de 2017

La milenaria arquitectura talayótica de Menorca llega al Museu de Prehistòria de Valencia


El Museu de Prehistòria de la Diputación de València ha presentado la exposición Arquitectura talaiòtica a la Prehistòria de Menorca, que permanecerá en sus salas hasta el 27 de agosto.
El encuentro ha tenido lugar en la sala de exposiciones temporales del museo y ha contado con la participación de la directora del Museu de Prehistòria de València, Helena Bonet; el conseller de Cultura i Educació del Consell Insular de Menorca, Miquel Àngel Maria Ballester; el director de programación de Acción Cultural Española (AC/E), Jorge Sobredo; y los comisarios de la exposición, Antoni Nicolau y Elena Sintes.

Helena Bonet ha dicho sobre esta exposición que «el interés es doble para los valencianos porque a pesar de estar tan cerca de nuestra tierra es una cultura muy diferente a la ibérica que sucedió aquí en el mismo tiempo». Bonet también ha destacado que «la exposición nos hace comprender con fotografías e ilustraciones el silencio de las piedras mudas», a la vez que ha explicado la diversidad dentro de la talayótica, con dólmenes, atalayas, poblados, taulas, etc, que «constituyen un museo al aire libre con 1500 monumentos», ha indicado la directora del Museu de Prehistória de València.

Helena Bonet ha cerrado su intervención explicando que «València es la tercera sede de esta itinerancia y queremos dar valor a la cultura talayótica y a su candidatura a Patrimonio de la Unesco. Por eso, aprovecharemos el Día y la Noche de los Museos para difundir esta arquitectura de una manera muy didáctica que va a gustar a los visitantes», ha asegurado.

El conseller de Cultura i Educació del Consell Insular de Menorca, Miquel Àngel Maria Ballester, ha expresado que «es un honor que el Museu de Prehistòria haya querido respaldar la candidatura de la Unesco, una propuesta que comenzó en 2009 y que el Consell hizo suya en 2010».

En este sentido, «nos hemos centrado en potenciar la investigación, mejorar el conocimiento de la cultura talayótica y difundirla entre los menorquines, pero faltaba la proyección exterior», ha manifestado el conseller Ballester. Éste ha dado las gracias a la Diputación de Valencia y a su Museu de Prehistòria, al Gobierno de las Islas Baleares, y al director de programación de Acción Cultural Española (AC/E), Jorge Sobredo, por apoyar esta exposición.


Ballester ha sintetizado esta propuesta museística diciendo que se trata de «poner en valor la riqueza, monumentalidad y grado de conservación de una arquitectura excepcional por la vida y por la muerte», ha aseverado.

Por otra parte, Jorge Sobredo, director de programación de Acción Cultural Española (AC/E), ha explicado que «como empresa estatal el objetivo de Acción Cultural Española es la promoción cultural tanto en España como en el exterior y esta exposición tiene los dos elementos que son parte de nuestro mandato: la circulación de un producto cultural de gran interés por varias ciudades españolas, y una segunda parte que es la internacionalización de la cultura española».
Asimismo, Sobredo ha destacado el apoyo que han mostrado desde AC/E a este proyecto desde que lo conocieron y por su candidatura a la Unesco donde se corrobora una vez más «nuestro interés porque se reconozca el patrimonio español histórico y artístico a nivel internacional», ha concluido.


Círculo Cartailhac en el poblado talayótico de Torre d’en Galmés © Elena Sintes

ORIGINALIDAD Y SINGULARIDAD

Los comisarios de la exposición, Antoni Nicolau y Elena Sintes, han explicado que la muestra ya se ha expuesto en Alcalá de Henares e Ibiza y presenta 66 objetos arqueológicos originales que provienen de los museos de Menorca y Ciutadella. Además, se acompaña de material gráfico de gran atractivo, con fotografías de calidad de los monumentos, ilustraciones que recrean su relación con el paisaje, así como algunas maquetas que muestran los detalles morfológicos y constructivos de las diferentes tipologías arquitectónicas.

El rico patrimonio menorquín, correspondiente a la época que se ha denominado período talayótico, constituye un ejemplo único de densidad de construcciones, cultura material y testimonios diversos en un territorio reducido del Mediterráneo occidental.


La presencia en el paisaje de monumentos pertenecientes a los diversos periodos que se sucedieron en Menorca entre finales del tercer milenio y el cambio de era, le otorgan una materialidad y monumentalidad imposible de gran valor.

Se trata de un patrimonio arqueológico de valor universal excepcional por el uso de la técnica constructiva ciclópea, por su autenticidad, exclusividad, originalidad y singularidad en el marco cronológico en el que se desarrolla y por ser testimonio único de una sociedad prehistórica mediterránea insular.

Son monumentos que, a pesar de su antigüedad, se encuentran en muy buen estado de conservación y por su monumentalidad y su emplazamiento, se integran y están muy presentes en el paisaje menorquín. Además, también es excepcional su alta concentración: la isla, con una superficie de 700 km2, tiene 1.574 yacimientos arqueológicos, de los que 1.401 están catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC).

Fuente: valenciaextra.com | 16 de mayo de 2017

Arqueólogos españoles hallan en Egipto la mayor colección de material de momificación del Reino Medio

Una expedición española en la necrópolis de Deir el Bahari (Luxor) ha descubierto lo que se estima que es «la mayor colección de material de momificación del Reino Medio»

El visir Ipi, un importante funcionario y alcalde de Tebas, capital del Antiguo Egipto, merecía el mejor enterramiento. Su tumba fue excavada en la roca en una posición privilegiada, en la necrópolis de Deir el Bahari, frente al ahora casi destruido templo del faraón Mentuhotep II de la dinastía XI. Su cuerpo fue tratado con deferencia, y su momificación no reparó en gastos: un equipo español ha descubierto varias docenas de ánforas y paños utilizados en su embalsamamiento, en lo que se trata de «la mayor colección de material de momificación» del Reino Medio jamás encontrada, ha señalado a ABC el director de la misión española, Antonio Morales. Un descubrimiento que ayudará a comprender mejor el proceso de momificación décadas antes de que alcanzara su esplendor en el Reino Nuevo.

Las 56 ánforas encontradas, llenas de casi 300 paquetes de material de momificación utilizados en el proceso de embalsamamiento del visir fueron halladas en un pozo de metro y medio de profundidad a pocos metros de la entrada al sepulcro en Deir el Bahari, necrópolis en la orilla oeste de la moderna ciudad de Luxor.


Metros y metros de vendajes de lino impregnados de resinas y aceites, restos biológicos como sangre y coágulos, decenas de bolsas de entre seis y diez centímetros de diámetro empapadas en natrón (la mezcla de sal utilizada para desecar el cadáver) y atadas con vendajes de lino, otros paquetes más pequeños e incluso un órgano humano que según las primeras indagaciones sería un corazón fueron colocados por los sacerdotes en una cámara construida expresamente en un extremo del amplio patio que precede a la TT315, donde también se almacenó la mesa donde descansó su cuerpo durante el proceso. «Como no son "puros", no pueden ir en la cámara del sarcófago, pero al haber sido utilizadas para la momificación de alguien que irá al más allá, tampoco se pueden tirar sin más», explica Morales.

Materiales ingentes

Los materiales hallados en el depósito eran ingentes, cuenta el egiptólogo, y su extracción se demoró durante varias semanas el pasado marzo. El equipo, auspiciado este año por la Universidad de Alcalá de Henares y financiado por las fundaciones Gaselec y Palarq, seguía los pasos del egiptólogo Herbert Winlock (1884 -1950), que en los años 20 dirigió en Deir el Bahari una expedición del Metropolitan Museum of the Art de Nueva York. Sin embargo, el estadounidense pasó por alto la magnitud del descubrimiento desvelado ahora por los españoles: «Sólo se llevó cuatro jarras. Buscaba el valor estético, no el científico», explica Morales.



El egiptólogo y su equipo arañaron la superficie del almacén en la temporada de 2016, aunque no ha sido hasta este año cuando se han conseguido extraer las numerosísimas ánforas. El estudio de los restos requerirá, apuntan desde la misión española, al menos una campaña más. Las largas tiras de lino, empapadas de natrón y sangre, pasarán por el cromatógrafo de gases, espectómetros y otros análisis de identificación de restos. «Es muy interesante para procesar, y somos extremadamente afortunados de tener acceso a todos estos materiales, y estudiarlos en un modo más profesional, gracias a toda esta nueva tecnología que tenemos disponible», señala a este diario la reconocida experta en momificación y profesora de Egiptología en la Universidad Americana de El Cairo Salima Ikram, que colabora en el proyecto. «Es increíble. Lleva tantos años en esto que, por ejemplo, puede probar con la punta de la lengua los paquetes de natrón y saber datos sobre la salinidad, sobre cómo se utilizaron… Una vez ‘probó’ uno bastante grande que encontramos y me dijo ‘¡ay de mí, este se colocó directamente en el estómago!’», bromea Morales.


Ikram se ha mostrado fascinada con el hallazgo: «Es un descubrimiento extremadamente inusual porque está datado en el Reino Medio, uno de los periodos más tempranos en los que se comenzó a momificar», señala Ikram. Con el tiempo, los sacerdotes egipcios encargados de la momificación aprendieron a depurar el proceso: el embalsamamiento era un arte que alcanzó su culmen en el Reino Nuevo y que se ha convertido en la práctica más reconocida del Antiguo Egipto. Menos se sabe de los técnicas empleadas decenas de dinastías antes, en el Reino Medio, cuando la momificación comenzaba a extenderse entre los egipcios de alta cuna.

«Sabemos que la momificación del visir Ipi, que ha dejado tantos materiales de embalsamamiento usados, fue muy fastuosa, ya que se preparó material extra para él»


«No todo fue utilizado, pero como se hizo especialmente para él, lo dejaron en el pozo», detalla la investigadora. Según señala Ikram, apenas se tienen datos sobre cómo de extendida estaba la momificación en los primeros años del Reino Medio, cuando Ipi fue embalsamado y Mentuhotep II, noble tebano, se nombró a sí mismo faraón para reconquistar y unificar todo Egipto bajo su mandato en la nueva capital Tebas, por lo que el descubrimiento «ayudará a entender mejor» esos primeros pasos del embalsamamiento de los muertos. Una momificación cuidada podía durar hasta 70 días, mientras el cuerpo era desecado y después envuelto en vendajes. Entre ambas épocas, con unos mil años de diferencia, cambiaron los detalles: la calidad de las momias conservadas es mucho mayor y, por ejemplo, en el reino Medio órganos como el cerebro se dejaban dentro del cuerpo, mientras que en el Nuevo era extraído a través de la nariz. Estómago, intestinos, pulmones e hígado, eran colocados en los vasos canopos. «Se supone que el corazón, como hemos visto en otros ejemplos de momificación de la época, se dejaba dentro del cuerpo. El hecho de que en este caso lo extrajeran y lo dejaran con el resto de materiales de momificación puede significar que los encargados del proceso no fueron tan responsables como deberían haber sido», especula Ikram.



Aunque es primavera, el proverbial calor egipcio hace sudar las frentes de los arqueólogos del equipo español. Más de 4.000 años no han disminuido un ápice la fuerza del natrón, que pizca y casi hace llorar los ojos de los arqueólogos, pese a los guantes y mascarillas. Pero no todo es sal: en las jarras y vendajes quedan incluso restos de las resinas y aromas utilizados. «Algunos todavía huelen muy bien, es increíble. Todavía puedes, miles de años después, oler los aceites, muy fragantes, como una suerte de incienso».

Fuente: Alicia Alamillos, Deir El Bahari (Luxor) | ABC, 21 de mayo de 2017

Ultima hora desde el Foro Boario de Roma: El Arco de Jano era en realidad de Constantino

Foto: ANSA

Han bastado tres letras – COS -, sacadas a la luz del mármol ennegrecido, para confirmar lo que los arqueólogos sospechaban desde hace tiempo. A la vez, el que durante siglos ha sido el Arco de Jano ha reencontrado la belleza de su fachada frente al Tíber y ha vuelto a ser, como en el siglo IV dC, el arco honorífico dedicado al emperador Constantino por sus hijos.

Se inicia así la primera etapa de la restauración de una de las joyas supervivientes del Foro Boario, la zona frente al río a los pies del Palatino, que durante siglos fue el centro del comercio procedente de todo el Mediterráneo. Y que ahora recupera parte de su belleza gracias a la World Monuments Fund que, con American Express, ha donado 215.000 dólares (después de haberse intervenido ya en el Foro Boario en los templos de Hércules Olivario y de Portuno), y que se añaden a los 100.000 euros ya destinados por la Superintendencia Especial para la Arqueología, Bellas Artes y Paisajes de Roma. El camino para una restauración completa del monumento está aún por escribir (los trabajos en la primera cara terminarán en julio), pero por ahora – señalan Maria Grazia Filetici y Mirella Serlorenzi, directora de restauración y directora científico – “se ha podido estudiar el estado de todo el arco tanto desde el punto de vista de conservación como estructural, mapeando sus 16 caras”.

Foto: ANSA

Único arco honorífico de planta cuadrada, adornado en un tiempo con 48 estatuas incrustadas en sus nichos, convertido en la Edad Media en fortaleza por los Frangipani (como el Coliseo) y parcialmente enterrado hasta 1827, ha sido durante los trabajos cuando el coloso ha mostrado estas letras – COS – grabadas en un bloque de la escalera que conduce al ático. “Es el primer mito en saltar por los aires – dice Serlorenzi -. No era un arco para Jano. Fue llamado así por anticuarios del Renacimiento” debido a sus cuatro entradas que recuerdan el reflejo de las dos caras del dios. “Por los catálogos regionales del siglo IV – dice – sabíamos que en la zona había un Arcus Divi Constantini.  Esta marca de cantera hoy nos indica que era precisamente este”.

Los problemas a resolver son muchos, desde el desagüe de aguas pluviales del ático (“construido como una calzada, con adoquines”) hasta los agentes atmosféricos, sobre lo que se está interviniendo con los últimos hallazgos biocompatibles, o el robo a lo largo de los siglos de las juntas de metal de los bloques. Pero, mientras tanto, se festeja con una noche de Luce al Foro Boario (25 de mayo) y con la apertura excepcional al público para un Watch Day (26), con talleres, subida a los andamios y un concierto. Después, una semana de visitas guiadas gratuitas con cita previa y una nueva guida Electa (www.coopculture.it). Ahora el anhelo del superintendente Francesco Prosperetti es restituir el Arco a los ciudadanos eliminando las cancelas que lo mantienen cerrado desde el atentado en San Giorgio in Velabro en el 93. “Espero – dice – que se reanude pronto el diálogo con el Ayuntamiento respecto a un plan presentado en tiempos del comisario Tronca”, con una apertura de día con vigilancia.

Fuente: La Túnica de Neso

Un arqueólogo español entre los magníficos guerreros de Xian

Marcos Martinón-Torres, junto a los guerrreros. M. V. L.

Las armas encontradas junto a esos gigantes de arcilla son reales y letales. Las lanzas, espadas y puntas de flecha aún pueden cortar si se las toca sin cuidado. Un estado de conservación que ha chocado a los expertos desde el primer momento, y que aún no ha sido posible explicar con certeza.
“Los bronces prehistóricos tienen ese color verdoso de la corrosión, están porosos… Sin embargo, aquí la mayoría de las armas (lanzas, espadas y puntas de flecha) todavía brillan, todavía están afiladas” como si no hubieran pasado dos milenios por ellas, explica Martinón-Torres en una visita de estudio a las excavaciones en Xian. Como catedrático del Instituto de Arqueología del University College de ..., codirige un proyecto de colaboración interdisciplinar con el museo del mausoleo y lleva más de una década estudiando estos guerreros.


El uso de cromo para evitar la corrosión es algo que se descubrió en Occidente en los años veinte del siglo pasado. Pero para sorpresa de los arqueólogos, los análisis iniciales inmediatamente después del descubrimiento, luego confirmados, mostraron la presencia de cromo en las hojas de esas armas.
“El tratamiento con cromo para prevenir la corrosión es un proceso que se hace en la actualidad. Es un proceso que se creía haber descubierto en los años veinte y que quizá los artesanos chinos ya realizaban sobre sus armas” con siglos de adelanto, explica el experto español. Tras un intenso trabajo, adelanta, “estamos a punto de concluir si esto es así, verificar si hay cromo, si ese cromo es deliberado y si ese es el motivo por el cual las armas están tan bien conservadas. En los próximos meses esperamos tener una respuesta un poco más definitiva y que nos permita resolver ese misterio”.

Será un nuevo avance en una cadena de hallazgos relacionados con los guerreros que no parece tener fin. “Siempre hay cosas nuevas”, explica Martinón-Torres, “objetos nuevos y descubrimientos que no nos esperábamos”.


Es una opinión que comparte Shen Maosheng, el director general de las excavaciones, que cita entre sus hallazgos predilectos “una matriz para producir botones”. “Es muy pequeña y no está hecha de oro ni de plata, pero para nosotros es un objeto muy importante”.

El equipo ya había logrado notables descubrimientos. Pudo determinar que, en lugar de una enorme cadena de montaje, los miles de guerreros se fabricaron en numerosas unidades de produ..., en pequeños talleres y en diferentes emplazamientos. Cada taller confeccionaba cada elemento de la escultura -piernas, cuerpo, cabeza-, que personalizaba mediante sellos de marca, cambios en la expresión facial o el peinado. Cada estatua es diferente de las demás.

Algunos expertos han conjeturado con la posibilidad de que hubiera influencia griega en estas esculturas. Un grupo de acróbatas muestra una musculatura que puede evocar un estilo helenístico. “El que haya influencias entre el este y el oeste no debería de sorprendernos… lo raro sería que no las hubiese”, matiza el experto orensano, dado que el mundo griego tras Alejandro Magno llegaba a lo que hoy son partes de India o China. Es posible, concede, que algún artesano de territorios helenísticos llegara a Xian. “Pero no podemos caricaturizar la historia y pensar que vino un artesano de Atenas. Aquí hay muchos elementos de la tecnología y la artesanía que son claramente locales”, puntualiza.


Más de 7.000 guerreros

Hasta el momento, se han localizado más de 7.000 guerreros, de los que se han excavado apenas unos 1.500, y decenas de caballos. Pero el potencial es enorme. El terreno del mausoleo es de unos 100 kilómetros cuadrados -más de 70 veces el jardín del Retiro-, explica Martinón-Torres, de los que solo se han excavado unos 400 metros cuadrados, una ínfima parte. Las fuentes históricas hablan de un ejército de un millón de soldados. Shen calcula que hay “unas 180 fosas”, y quizás cerca de 8.000 estatuas de caballos.

Y es posible que haya figuras de otro tipo. El túmulo principal, donde se encuentra la tumba del Emperador Amarillo, oculta bajo tierra una pirámide de 51 metros de altura. Dentro de ella, a su vez, los expertos han podido determinar la existencia de muros, y quizá unos canales, aunque sin la posibilidad de excavar -está prohibido por temor a arruinar los posibles hallazgos- es imposible determinar exactamente qué hay ahí dentro.

El historiador Sima Qian apuntaba, ya un siglo después, que la tumba contenía gemas maravillosas e incluso ríos de mercurio en perpetuo movimiento. Los análisis arrojan una alta concentración de este elemento, algo que echa a volar la imaginación. “Es sugerente”, admite Martinón-Torres, aunque llama al escepticismo. “También tienes mercurio en el cinabrio, que es el pigmento rojo que en la China del periodo se utilizaba para pintar muchas cosas”.


Fuente: elpais.com | 21 de mayo de 2017

Ignacio Martín Lerma: "La Cueva del Arco ayudará a conocer más el Paleolítico en el Sureste"

Es Doctor en Prehistoria y profesor de la Universidad de Murcia. Sus trabajos se centran en el estudio del Paleolítico. Es director de excavaciones arqueológicas, entre las que destaca la Cueva del Arco en Cieza.

Tras los nuevos restos arqueológicos hallados en el cañón de Almadenes, el arqueólogo Ignacio Martín Lerma (izquierda) detalla a LA OPINIÓN estos descubrimientos, destacando la importancia que a nivel mundial van a tener para seguir investigando el Paleolítico medio y superior en el sureste peninsular.

Los restos arqueológicos procedentes de la excavación del conjunto arqueológico de la Cueva del Arco, ¿qué relevancia tienen para Cieza y la Región?

El valor de esta excavación radica en el hecho de ser la primera vez que se realizan investigaciones sobre el periodo en el que se ocupó esta cavidad. Los resultados están permitiendo ampliar el conocimiento de este inigualable enclave, ubicado en Los Almadenes, ya que hasta el momento sólo se había estudiado desde el punto de vista del arte paleolítico, pero nunca se había analizado a los grupos humanos que vivieron en dicho lugar durante la Prehistoria.

Y en el conjunto del Paleolítico del Arco mediterráneo, ¿cómo calificaría la importancia de este yacimiento?

La importancia de la Cueva del Arco es indudable ya que los hallazgos realizados están ayudando a incrementar los escasos datos que hasta ahora se conocen sobre el Paleolítico en el Sureste peninsular. Existen yacimientos que presentan ocupaciones temporalmente concretas, pero hacen falta más secuencias, lugares donde se haya vivido durante un largo periodo de tiempo y que se conserven distintas ocupaciones pertenecientes a las diferentes etapas de la Prehistoria. Esto es exactamente lo que ocurre en la Cueva del Arco, que alberga estratos desde el Neolítico Antiguo (7.000 - 4.000 años) hasta la época de los Neandertales, el Paleolítico Medio (150.000 - 35.000 años).

Usted es el director de las excavaciones, pero, ¿quién integra su gran equipo?

La excavación está también dirigida por el doctor Dídac Román de la Universidad de Barcelona. Ambos formamos un buen equipo, ya que a los dos nos apasiona el estudio de la industria lítica y poseemos mucha experiencia excavando yacimientos paleolíticos. También contamos con un buen elenco de especialistas multidisciplinares, del ámbito nacional e internacional, que nos analizan otros aspectos fundamentales (materias primas, sedimentos, fauna, restos vegetales, polen) para tener un mejor conocimiento global del sitio. El resto del equipo lo forman estudiantes de la Universidad de Murcia que colaboran en las tareas de excavación.

Y las dos últimas campañas de excavaciones, ¿cómo se han desarrollado?

La primera fase consistió principalmente en la realización de un sondeo para comprobar los diferentes periodos en los que la cavidad estuvo habitada. Como ya se ha comentado, ello nos desveló la existencia de diversas ocupaciones del Paleolítico, además de una perteneciente al inicio del Neolítico. La segunda fase, donde contamos con la colaboración del profesor Lomba Maurandi, se centró en la excavación de los niveles neolíticos de otra cavidad de este mismo conjunto.

De todo lo hallado en El Arco, ¿qué destacaría?

Tanto las paredes de la cueva, con pinturas paleolíticas, como todos y cada uno de los niveles arqueológicos encierran grandes hallazgos: cerámicas decoradas del Neolítico antiguo, puntas de flecha solutrenses, una espectacular raedera convergente del Musteriense, pero me parece de vital importancia la presencia, en un nivel Gravetiense, de una estructura de combustión (hoguera) perfectamente conservada, y que, gracias a una datación, sabemos que se hizo hace 30.500 años.

Si existe el presupuesto suficiente por parte de las administraciones, ¿cuáles son los próximos objetivos y las perspectivas?

Primero, ampliar la excavación para seguir conociendo la formación del yacimiento y el desarrollo de las cavidades. Segundo, documentar y datar las diversas ocupaciones, estudiar la funcionalidad de la cavidad en cada una de las ocupaciones documentadas y conocer la estructuración del yacimiento a partir de la distribución espacial de los materiales. Por último, algo complejo pero muy atractivo: intentar comprobar la posible existencia de contacto directo entre Neandertales y humanos anatómicamente modernos.

¿Cree que este yacimiento y los del entorno del Cañón de los Almadenes aún pueden depararnos otras sorpresas?

¡Sin duda! De hecho, ya tenemos varias sorpresas, las cuales, según vayamos estudiando, iremos dando a conocer. La excavación de la Cueva del Arco se enmarca dentro de un gran proyecto que busca comprender cómo fue habitado, durante la Prehistoria, el entorno del Cañón de Almadenes. Este proyecto-marco está dirigido por Joaquín Salmerón Juan (Museo de Siyasa) y Joaquín Lomba Maurandi (Universidad de Murcia) y, desde hace meses, estamos realizando una dura labor de prospección en toda la zona que nos está permitiendo descubrir hallazgos tan inesperados como la presencia de pinturas rupestres inéditas. Este trabajo hubiese sido imposible sin la ayuda espeleológica de Salvador Inglés y del grupo GECA de la OJE de Cieza, y también sin la figura de Fran Ramírez, fotógrafo que está accediendo a todas las cuevas, como si se tratase de un arqueólogo más, y que está realizando una increíble labor de documentación gráfica.

¿Cómo cree que pueden contribuir estos hallazgos y el resto de patrimonio histórico que existe en Cieza (Serreta, Siyasa, Bolvax) al desarrollo turístico y cultural de Cieza y de la Región?
Todos los miembros de este proyecto estamos muy satisfechos con los resultados y muy esperanzados con los que se esperan obtener próximamente. Sería un error por parte de las instituciones no aprovechar estos nuevos datos para hacer incrementar el interés por el impresionante patrimonio que posee Cieza y, de esa manera, revalorizar la Región de Murcia en el ámbito de la Arqueología.

Fuente: laopiniondemurcia.es | 21 de mayo de 2017