Seres humanos pudieron haber vivido en Brasil hace más de 20.000 años

Foto: Excavaciones en un refugio de piedra en Brasil (izquierda) sugieren que los humanos cazaban perezosos gigantes hace más de 20.000 años. Usaron huesos de perezosos desenterrados en el sitio (derecha, arriba y abajo) como adornos personales, algunos realizados con muescas y agujeros. Crédito de la imagen: Vialou et al 2017.

Determinados individuos cazaron perezosos gigantes en el centro de Sudamérica hace alrededor de 23.120 años, según informa un equipo de investigadores. Un hallazgo que agrega evidencias de que los seres humanos llegaron a Sudamérica mucho antes de que los cazadores de la cultura Clovis vagaran por Norteamérica hace aproximadamente 13.000 años.

Las evidencias de presencia de gente en el refugio rocoso de Santa Elina, ubicado en una parte boscosa del centro-oeste de Brasil, hace tiempo que plantea preguntas sobre cómo los seres humanos entraron por primera vez en América del Sur. Los primeros colonos pueden haber navegado por la costa del Pacífico en canoas antes de dirigirse 2.000 kilómetros al este, hacia el remoto refugio rocoso mencionado, o podrían haber tomado una ruta interior desde América del Norte, según informan en Antiquity el arqueólogo Denis Vialou, del Museo Nacional de Historia Natural de París y sus colegas. Otros sitios de América del Sur ocupados por seres humanos de la Edad de Piedra se encuentran mucho más cerca de la costa que Santa Elina.

Las excavaciones en Santa Elina, llevadas a cabo entre 1984 a 2004, revelaron tres capas de sedimentos que contienen numerosos artefactos de piedra y huesos de perezosos gigantes llamados Glossotherium . Los restos de perezosos incluyen pequeñas placas óseas con las que los seres humanos hicieron adornos y alguno mediante la adición de muescas y agujeros. Las capas de sedimento también contenían restos de hogares.
El 'Glossotherium', al igual que otros perezosos gigantes, era herbívoro. Medía unos 4 metros y pesaba unos 1.000 Kilogramos. Habría sido uno de los herbívoros más grandes de América del Sur. Esta especie se extinguió hace unos 12.000 años. Crédito de la imagen: dinopedia.wikia.com

Tres métodos de datación, aplicados a partículas de carbón vegetal, sedimentos y huesos de perezosos, indican que la gente llegó por primera vez a Santa Elina hace más de 20.000 años. Los seres humanos volvieron a visitar dicho refugio de roca entre hace alrededor de 10.120 y 2.000 años, según dicen los investigadores.
El abrigo rocoso de Santa Elina -marcado en rojo- se muestra en relación con otros sitios arqueológicos importantes asociados con la interacción humana y la megafauna en todo Brasil. Crédito de la imagen: Hubbe et al 2013

Fuentes: sciencenews.org | ancientnews.net | 5 de septiembre de 2017

Los mercados de Trajano de Roma exhibirán el legado del emperador hispano

Los mercados de Trajano de Roma exhibirán desde el próximo 29 de noviembre y hasta el 16 de septiembre de 2018 una muestra sobre el legado del emperador nacido en Hispania Marco Ulpio Nerva Trajano en la que destacará su aportación a la creación de Europa, informaron hoy sus organizadores.

La exposición, titulada "Trajano, construir el Imperio, crear Europa", destacará la herencia del conocido como "optimus princeps" ("el mejor gobernante"), que llevó al Imperio Romano a su máxima expansión.

Trajano, el primer emperador romano de origen hispano, nació en Itálica (cerca de la actual Sevilla, sur de España), el 18 de septiembre del 53 y murió en Selinonte (Sicilia, Italia) el 9 de agosto del 117.
En la exposición se recordará la vida del emperador, que "se impuso al mundo entonces conocido no solo como gran caudillo, sino sobre todo como 'constructor a 360 grados': desde las infraestructuras al programa de bienestar social, desde los incentivos económicos hasta las obras arquitectónicas", indicaron sus organizadores.
También se mostrarán detalles sobre su figura y sobre su vida privada, así como sobre el papel de las mujeres en la casa imperial.

Se podrán ver restos arqueológicos procedentes de museos de la ciudad de Roma, así como de museos y espacios arqueológicos italianos y extranjeros.

Habrá estatuas, retratos, decoraciones arquitectónicas, moldes de la vecina columna trajana, monedas e instalaciones multimedia e interactivas.

Entre las entidades que participan en la exposición están el departamento de Estudios Clásicos de la Duke University (Estados Unidos), la Real Academia de Bellas Artes de España y el departamento de Estudios Humanísticos de la Universidad de Ferrara (Italia).


Fuente: elpèriodico.com | 15 de septiembre de 2017

Arqueólogos descubren un biberón de época romana en la antigua ciudad de Parion (Turquía)

Un biberón de 2.000 años de antigüedad ha sido descubierto el pasado martes en el distrito de Biga, en la provincia de Çanakkale, en el oeste de Turquía.

El descubrimiento se hizo durante las obras de excavación en zonas de la antigua ciudad portuaria helenística de Parion.

El miembro del equipo de excavación de Parion Antique City y profesor asistente del Departamento de Arqueología de la Universidad de Atatürk, Hasan Kasaoğlu, dijo que el biberón tenía una sola manija y un chupete.

"Estos biberones se utilizaron durante la época romana hace 2.000 años como equipo para alimentar a los bebés con leche o alimentos. Se trata de loza de barro que se produce como resultado de la cocción", dijo Kasaoğlu, añadiendo que esas botellas se pueden encontrar en zonas que se remontan a principios de la época romana.

Según el arqueólogo, dichos biberones podrían encontrarse a veces en tumbas de bebés, en zonas que se remontan a principios de la época romana. Dijo que los dejaron en las tumbas como obsequios funerarios, añadiendo que las botellas eran equipos usados en la vida diaria.

Kasaoğlu también dijo que los antiguos biberones solían tener un volumen de 50-100 mililitros.
"Los productos se hacían para que un bebé pudiera beber cualquier líquido o alimento para bebés. Todos están hechos de barro cocido. La arcilla se moldea presionando, luego se cuece y está lista para usar", agregó Kasaoğlu.

Fuente: Daily Sabah, 12 de septiembre de 2017

Descubren que la población de Papúa Nueva Guinea tiene enormes diferencias genéticas

Un estudio genético a gran escala de personas en Papúa Nueva Guinea ha demostrado que diferentes grupos dentro del país son genéticamente muy diferentes entre sí. Científicos del «Wellcome Trust Sanger Institute» y sus colegas de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, y el Instituto de Investigación Médica de Papúa Nueva Guinea revelan que las personas allí han permanecido genéticamente independientes de Europa y Asia durante la mayor parte de los últimos 50.000 años y que las personas del país procedentes de la región montañosa aislada han estado completamente independientes incluso hasta la actualidad.

El estudio, que se publica este viernes en la revista «Science», también revela cómo el desarrollo de la agricultura y eventos culturales como la Edad de Bronce o la Edad del Hierro podrían afectar a la estructura genética de las sociedades humanas. Papúa Nueva Guinea es un país en el suroeste del Pacífico con algunas de las primeras pruebas arqueológicas de la existencia humana fuera de África. En gran parte libre de la influencia occidental y con una fascinante diversidad cultural, ha sido de enorme interés para los antropólogos y otros científicos que buscan entender las culturas humanas y la evolución.

Con cerca de 850 idiomas nacionales, que representan más del 10 por ciento del total mundial, Papúa Nueva Guinea es el país con mayor diversidad lingüística del mundo. Para descubrir si la diversidad lingüística y cultural se hizo eco en la estructura genética de la población, los investigadores estudiaron los genomas de 381 personas de Nueva Guinea de 85 grupos lingüísticos diferentes dentro del país.

Los científicos examinaron más de un millón de posiciones genéticas en el genoma de cada individuo y las compararon para investigar las similitudes y diferencias genéticas. De esta manera, encontraron que grupos de personas que hablaban diferentes idiomas eran sorprendentemente genéticamente distintos unos de otros.
El primer autor del artículo, Anders Bergström (izquierda), del «Instituto Wellcome Trust Sanger», afirma: «Éste es el primer estudio a gran escala de la diversidad genética y la historia de la población en Papúa Nueva Guinea. Nuestro estudio reveló que allí las diferencias genéticas entre los grupos de personas son generalmente muy fuertes, a menudo mucho más fuertes incluso que entre las poblaciones principales dentro de toda Europa o todo el Asia Oriental».

Independientes del resto del mundo desde hace 50.000 años

El profesor Stephen J. Oppenheimer (derecha), segundo autor del trabajo del Centro de Genética Humana del 'Wellcome Trust' de la Universidad de Oxford, añade: «Hemos encontrado una diferencia notable entre los grupos de personas que viven en las tierras altas montañosas y los de las tierras bajas, con una separación genética que se remonta a entre hace 10.000 y 20.000 años entre los dos. Esto tiene sentido culturalmente, ya que los grupos de las tierras altas históricamente se han mantenido a sí mismos, pero una barrera genética tan fuerte entre los grupos geográficamente cercanos es todavía muy inusual y fascinante».

La evolución humana en Europa y Asia ha estado muy influenciada por el desarrollo de la agricultura hace unos 10.000 años. Cuando pequeñas bandas de cazadores-recolectores se asentaron en aldeas y empezaron a cultivar, se expandieron y con el tiempo dieron lugar a sociedades más homogéneas (similares) genéticamente.

Lugares de las personas estudiadas en Papúa Nueva Guinea. Cada grupo lingüístico está representado por un círculo; el área indica el número de individuos genotipados, y el color indica el filo del nivel superior. El estudio encontró que las personas que hablan diferentes lenguas son genéticamente muy distintas entre sí. Crédito: Sciencedoi: 10.1126 / science.aan3842

Sin embargo, a pesar del desarrollo independiente de la agricultura en Papúa Nueva Guinea casi al mismo tiempo, el mismo proceso de homogeneización no ocurrió aquí. Esto puede indicar que otros procesos históricos en Europa y Asia, como las Edades de Bronce y Hierro posteriores, fueron acontecimientos clave que modelaron la actual estructura genética de esas poblaciones.

«Usando la genética, pudimos ver que la gente en la isla de Nueva Guinea evolucionó independientemente del resto del mundo durante gran parte de los últimos 50.000 años. Este estudio nos permite vislumbrar una versión diferente de la evolución humana de Europa y Asia, en la que hubo agricultura, pero no en la Edad del Bronce o la Edad del Hierro. Papúa Nueva Guinea podría mostrar la diversidad genética, cultural y lingüística que muchas sociedades humanas establecidas habrían tenido antes de estas transformaciones tecnológicas», dice otro de los investigadores, Chris Tyler-Smith (izquierda), del «Wellcome Trust Sanger Institute».

Fuente: ABC.es | 14 de septiembre de 2017

Los genes de los pueblos indígenas de Siberia mutaron para resistir el frío

Foto: Miembros del pueblo Nganasan (cazadores nómadas), Siberia.

En el Ártico, las prósperas poblaciones indígenas han hecho ajustes a lo largo del tiempo para vivir en uno de los lugares más fríos y duros de la Tierra. A pesar de los extremos estacionales a la luz del día, de la disponibilidad de alimentos y el frío intenso, los seres humanos modernos se han asentado en Siberia desde hace unos 45.000 años, poco después de su migración inicial fuera de África.

Recientemente, los científicos han estado explorando las firmas genéticas de tal adaptación en varias poblaciones indígenas acomodadas al frío. Ahora, los profesores de la Universidad de Arizona, en Estados Unidos, Ryan Gutenkunst (izquierda) y Michael Hammer (derecha), han dirigido un nuevo estudio que identifica nuevas características de adaptación a través de múltiples genes al tiempo que exploran una rica historia demográfica.
Al realizar análisis extensos sobre los datos de secuenciación del ADN de dos poblaciones siberianas del centro-norte, los Nganasan (cazadores nómadas) y Yakutos (pastores), han podido inferir su historia demográfica y adaptativa de modo más completo. Los autores recogieron muestras de ADN de Nganasan (NGA, 21 muestras) y de Yakut (YAK, 21 muestras) durante expediciones de campo realizadas en Siberia y en colaboración con el Instituto de Citología y Genética de Novosibirsk, Rusia.

También fueron capaces de utilizar los datos de varias poblaciones de Asia oriental y de Europa provenientes del proyecto Genoma 1000. Toda esa información dio como resultado un total de 508.160 variantes de un solo nucleótido (SNV, por sus siglas en inglés), o mutaciones de ADN, para tamizar y encontrar algunas firmas genéticas comunes de adaptación al frío. "Nuestra inferencia demográfica muestra que los Nganasan y Yakut primero se separaron hace aproximadamente entre 12.000 y 13.000 años de sus antepasados de Asia oriental, mientras continuaron intercambiándose con migrantes", afirma el profesor Gutenkunst.

Los autores especulan que esto pudo haber coincidido con el final del último máximo glacial y el comienzo del Holoceno, cuando un clima mucho más suave podría haber permitido a los seres humanos expandirse hacia el norte, es decir, hacia el norte de Siberia Central. Desde el momento original de la divergencia con sus antepasado, las evidencias apuntan que estas dos poblaciones permanecieron aisladas entre sí, y hubo momentos en que los antiguos siberianos fueron severamente puestos a prueba por las brutales condiciones ambientales. En este sentido, los investigadores encontraron evidencias de cuellos de botella en la población que redujeron drásticamente su tamaño en casi un 90 por ciento de los antepasados asiáticos orientales y de los siberianos. Posteriormente, se recuperaron y se expandieron de manera exponencial hasta lograr su actual tamaño de población.

Foto Foto aérea que muestra el duro entorno invernal en Purovskij Rayon, Yamalo- Nenets, Autonomus Okrug, Siberia.

Tres conjuntos de genes relacionados con la dieta

Los investigadores fueron, además, capaces de identificar con éxito las principales firmas genéticas de selección, involucrando múltiples genes de estas poblaciones. "Nuestra exploración de los datos identificó siete conjuntos de genes candidatos con señales específicas siberianas. Tres de estos conjuntos de genes están relacionados con la dieta, especialmente con el metabolismo de la grasa, en consonancia con la hipótesis de adaptación a una dieta rica en grasa animal", -subraya el profesor Gutenkunst.

"Todos esos genees juegan un papel importante en la producción de energía y la estructura de las membranas celulares, las enzimas digestivas y la digestión y absorción de proteínas", detalla este investigador.
Un estilo de vida de caza y forrajeo proporciona una subsistencia más fiable en las difíciles condiciones de Siberia, y hoy en día muchos indígenas siberianos, incluyendo los Nganasan y Yakut, se han adaptado a dietas alimenticias ricas en grasas y proteínas de origen animal.

Foto: Traje típico Yakuto. Este pueblo es el más numeroso de Siberia, casi medio millón de habitantes. Crédito imagen: ZinaZM.

En particular, los estudios fisiológicos han demostrado que los indígenas siberianos tienen de forma marcada más altas tasas metabólicas basales (BMR, por sus siglas en inglés) y relativamente bajos niveles de lípidos en sangre (por ejemplo, HDL/LDL y triglicéridos).

"Esto implica posibles papeles protectores de adaptación genética en los siberianos gracias a su dieta tradicional, lo que mantiene los niveles de lípidos de modo estable en su plasma sanguíneo y pueden hacer frente al estrés severo por frío aumentando la producción de calor", afirma.
El nuevo estudio aporta, pues, información sobre la adaptación humana a los climas fríos y es consistente con hallazgos similares entre otras poblaciones adaptadas al frío, incluyendo los Inuit de Groenlandia en el Ártico.

Fuentes: ecodiario.eleconomista.es | eurkalert.org | 13 de septiembre de 2017

Descubren un curioso enterramiento de un bebé del Neolítico en Coto Trasito (Huesca)

Gracias a ello se estudiará la posible relación genética entre los primeros ganaderos y agricultores de la zona.

El pasado sábado 9 de septiembre se cerró la campaña de excavación arqueológica en la Cueva de Coro Trasito en Tella-Sin (Huesca), tras tres semanas de intensos trabajos e interesantes hallazgos.
Desde la dirección del Proyecto de estudio y difusión del pastoralismo en el bien Pirineos Monte Perdido Patrimonio Mundial, han anunciado que en una nueva apertura de excavación se ha recuperado al menos un enterramiento de un bebé de pocos meses de vida, en muy buen estado de conservación, y que por su contexto arqueológico y a falta de su datación absoluta, se podría atribuir al Neolítico antiguo.

Se espera que este hallazgo permita en el futuro poder realizar estudios de ADN que puedan establecer comparaciones y comprobar la existencia de relaciones genéticas entre esos primeros agricultores y ganaderos con la población actual de Sobrarbe.

Este excavación se enmarca dentro del programa "Excava con Geoparque 2017", promovido por el Geoparque Mundial UNESCO Sobrarbe-Pirineos. El objetivo es propiciar el acercamiento del patrimonio geológico y arqueológico a los ciudadanos con la participación de seis voluntarios. En las tareas de excavación se ha contado con participantes de diversas procedencias y con estudiantes de las Universidades de Zaragoza, Universidad Autónoma de Barcelona, Universidad de Barcelona y Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).

Además, la excavación cuenta con la colaboración del Dpto. de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, así como de la Diputación Provincial de Huesca, la Comarca de Sobrarbe, el Geoparque Mundial UNESCO Sobrarbe-Pirineos, el Centro de Estudios de Sobrarbe y el Ayto de Tella-Sin.

Fuente: aragondigital.es | 11 de septiembre de 2017