Sale a la luz un gran panel con 30 pinturas rupestres del Neolítico en Navarrés (Valencia)

El equipo arqueológico que trabaja desde hace una semana en la recuperación del Abrigo del Garrofero de Navarrés (Valencia) contempla sacar a la luz un extenso panel que, a primera vista, contiene más de 30 pinturas rupestres del Neolítico, con una antigüedad que puede alcanzar los 6.500 años. El ayuntamiento de la localidad ha obtenido una ayuda de 18.104 euros de la Consellería de Cultura para la limpieza, consolidación y documentación de este yacimiento de arte rupestre levantino declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998.

El abrigo se protegió con un verjado de seguridad a través de un programa pionero promovido por la diputación entre finales de los 70 y principios de los 80 Trini Martínez, responsable del equipo de arqueólogos que dirige el proyecto, Arquivolta Patrimoni i Societat, subraya que, pese a la riqueza y el gran valor patrimonial del hallazgo, la cavidad nunca se había estudiado hasta ahora ni, mucho menos, había sido objeto de intervención alguna, circunstancia que mantenía al Abrigo del Garrofero instalado en el terreno del olvido, alejado del conocimiento general de la población y de los circuitos rupestres, como buena parte de los tesoros aún inexplorados que alberga el Macizo del Caroig.

El yacimiento se encuentra en el popular paraje del Río Grande, muy próximo al Abrigo del Voro de Quesa, de características similares pero mucho más conocido. Martínez subraya que, dentro del arte rupestre levantino, las 30 figuras que, en una primera inspección ocular, se observan en el Garrofero -pueden ser más- representan «un conjunto muy amplio», teniendo en cuenta que lo habitual es encontrar entre 5 y 15 en una misma cavidad. Entre las pinturas destaca una escena de caza de una cabra montesa en el centro de la superficie rocosa.

Figura femenina (Abrigo del Garrofero - Navarrés - Valencia)
La restauradora Laura Ballester, experta en arte rupestre, ha convertido el yacimiento de Navarrés en su centro de trabajo. La primera fase de la intervención se centra en limpiar, restaurar y consolidar los paneles decorados, retirando la capa de polvo en la parte más deteriorada, eliminando las inconcreciones que dificultan la visibilización de los trazos y actuando en caso de que haya algún riesgo de desprendimiento.

A continuación, Arquivolta planea documentar los hallazgos y plasmar las conclusiones en un estudio hasta ahora inédito, además de practicar un escaneado en tres dimensiones del abrigo, aplicando técnicas fotogramétricas que permitirán acercar el conocimiento del yacimiento -en una zona de difícil acceso- al público general. Así, cualquier usuario desde casa podrá visitar online el Abrigo del Garrofero a través de la web del Ayuntamiento de Navarrés y escrutar cada una de las pinturas en 3D.

Ruta senderista

El proyecto va un paso más allá, con la posterior creación de una ruta senderista homologada que conectará el yacimiento con la localidad y otros elementos del patrimonio navarresino, como son las casas-cuevas que se enmarcan en pleno corazón del Macizo del Caroig. «La idea es conjugar el patrimonio cultural con la práctica deportiva y que la visita del abrigo sea una motivación extra», observa Martínez. Fórmulas diversas de poner en valor el territorio que se retroalimentan entre sí.
En 2015, Navarrés ya intervino en el Abrigo del Garrofero renovando el cierre del yacimiento y actualizando los sistemas de protección de las pinturas con una ayuda del Ministerio de Cultura. La actuación que ahora se ha iniciado se extenderá previsiblemente hasta el 15 de noviembre. Una vez completada, se habrá recuperado uno de los numerosos tesoros arqueológicos que esconde el Caroig todavía «vírgenes».

Fuente: levante-emv.com | 16 de septiembre de 2016

Tras las huellas de los pastores que poblaron el Pirineo hace más de 7.000 años

Cueva de Coro Trasito COMARCA DE SOBRARBE / SOBRARBE


¿Quiénes fueron los primeros pastores aragoneses? ¿Cómo vivieron? Para responder estas y otras preguntas ha finalizado ya la campaña de excavación arqueológica en la Cueva de Coro Trasito, en la localidad sobrarbense de Tella-Sin, tras tres semanas de intensos trabajos e interesantes hallazgos para propiciar el acercamiento del patrimonio geológico y arqueológico a los aragoneses. En una nueva apertura de excavación se ha recuperado, al menos, un enterramiento de un niño y de un bebé de pocos meses de vida, en muy buen estado de conservación y que, por su contexto arqueológico y a falta de su datación absoluta, se podrían atribuir al Neolítico antiguo.

Además, se espera que este hallazgo permita en el futuro poder realizar estudios de ADN que puedan establecer comparaciones y comprobar la existencia de relaciones genéticas entre esos primeros agricultores y ganaderos con la población actual de Sobrarbe. Se trataba de una nueva edición del programa ‘Excava con el Geoparque Mundial Unesco Sobrarbe-Pirineos’. Como en años anteriores, se ofrecía la oportunidad de acercar a los ciudadanos el patrimonio geológico y arqueológico de Sobrarbe, así como las técnicas y metodología utilizadas por los investigadores en un yacimiento real.
Seis voluntarios, con peticiones llegadas de toda España y tras un sorteo entre las 19 inscripciones previas, participaron activamente en la excavación del Coro Trasito, próxima al pueblo de Tella-Sin, para seguir avanzando en el conocimiento de esta cueva, utilizada desde el Neolítico por grupos humanos que basaban su medio de vida en el pastoralismo y la agricultura.

Hace 70 siglos ya se almacenaban animales y grano

Nacho Clemente (izquierda), científico titular del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha sido uno de los arqueólogos que ha participado en los sucesivos trabajos en una cueva que aporta información relevante sobre cómo se organizaban las sociedades de hace 70 siglos. “Hemos conocido mejor cómo estructuraban el espacio, que dedicaban en parte al almacenamiento de animales y silos de grano”, comenta.

Esta labor les ha llevado a excavar una zona nueva en la que no se había entrado hasta la fecha y que se dedicaba a realizar enterramientos y para cuestiones de carácter simbólico. “Hay más restos humanos sin conexión con dos niños bien conservados. Individualmente, tenemos que realizar las dataciones y los resultados llegarán dentro de unos meses. Por las cerámicas y otros objetos arqueológicos puede ser de hace 6.500 o 7.000 años”, continúa Clemente.

Lo que los estudiosos de la Prehistoria en Aragón dan por seguro es que se produjo una oleada de población en el Pirineo con la que se instalaron allí estos pastores primigenios de manera fija, lo que se deduce entre otros factores de la cantidad de grano y cereal recuperado, también guisantes, que evidencian una dedicación importante a la agricultura. Coro Trasito se puede considerar ya un espacio de referencia tras la destrucción de la cueva de Chaves en 2009, que ofrecía un patrimonio del Neolítico de una riqueza extraordinaria. Los hielos no permitieron un asentamiento temprano en el Paleolítico Superior, por lo que es complicado dictaminar el origen y el momento de los primeros ‘aragoneses’.

Seis años de excavaciones con éxito

En 2011 se llevó a cabo un primer sondeo en la Cueva de Coro Trasito que permitió recuperar materiales de varios niveles arqueológicos de la Edad del Bronce al Neolítico. Dos años después se realizó un nuevo trabajo en el que se profundizaron seis unidades estratigráficas más. Las sucesivas campañas arqueológicas de 2014, 2015 y 2016 brindaron unos datos imprescindibles para conocer la economía y modos de vida de los primeros pobladores neolíticos del Pirineo central. Un buen número de silos y otras estructuras excavadas facilitan inferir sistemas de almacenamiento y una organización social del espacio muy interesante.

Los análisis del polen, semillas y carbones, así como el estudio de los restos de fauna, la industria lítica y la producción cerámica hacen pensar asimismo a los investigadores que la cueva pudo ser ocupada por esas comunidades humanas durante buena parte del año. El último momento de ocupación documentado hasta el momento es de la época del Bronce Final (alrededor del 1.500 antes de Cristo). Este nivel se asienta y corta directamente el último momento del Neolítico Antiguo y la ocupación del Neolítico Antiguo se extiende desde el 5.300 hasta el 4.600 antes de nuestra Era. En estas cuevas ya convivían animales y personas.

Trabajos arqueológicos en la cueva de Coro Trasito COMARCA DE SOBRARBE / TELLA-SIN (HUESCA)

Visitas guiadas a Coro Trasito

La última edición del programa ‘Excava’ ha contado con la colaboración de las instituciones. La cueva de Coro Trasito forma parte del programa de visitas guiadas que organiza el municipio de Tella-Sin. El precio para los adultos es de 10 euros y los niños de 6 a 12 años pagan 5 euros. Estas se pueden reservar a través del número de teléfono 608 104 525. El punto de encuentro es el Museo del Oso de Tella. Después, la aproximación se realiza en coche por un tramo por pista de tierra en buen estado por el que puede subir cualquier turismo desde el dolmen de Tella hasta la cueva del Oso y la de Coro Trasito, a 1.600 metros de altitud, que se encuentran prácticamente unidas.

Otro de los puntos clave del Alto Aragón en este tipo de investigaciones se halla en el yacimiento de la cueva de Els Trocs, en la localidad pirenaica de Bisaurri. Entre otros descubrimientos se ha constatado un uso funerario de la gruta en la época Calcolítica, entre los años 3.000 y 2.500 antes de Cristo. Los arqueólogos desenterraron asimismo un fragmento del parietal izquierdo de un cráneo humano con una huella evidente de un flechazo que le atravesó la cabeza. En su interior muestra una incisión punzante y un levantamiento óseo sin desprendimiento exterior que muestra la herida aguda sufrida.

Desde que se iniciaron estos trabajos en 2009, el equipo dirigido por el profesor de la Universidad de Valladolid Manuel Rojo ya ha exhumado más de 20.000 restos de fauna, sobre todo de oveja y cabra, lo que ha dado pie a los científicos a plantear que este tipo de actividad económica tan específica, la trashumancia, se realizaba ya desde hace 7.300 años.

Fuente: eldiario.es | 16 de septiembre de 2017

El legado de Dubois

Diferentes vistas del segundo molar superior permanente del yacimiento de Lida Ajer. Fuente: Nature.

Hace 130 años, el médico militar Eugène Dubois encontró un yacimiento de fósiles en una cueva de la isla de Sumatra. Buscaba el mítico “eslabón perdido” que, según sus convicciones, encontraría algo más tarde en la vecina isla de Java. En Sumatra, Dubois consiguió reclutar a varias decenas de trabajadores convictos y contó con la ayuda de dos ingenieros en aquella lejana y compleja región del sureste de Asia. Los resultados no fueron los deseados y la expedición, que duró tres años, fracasó en parte por el fallecimiento de uno de los ingenieros. Aun así, Dubois consiguió recuperar materiales del yacimiento de la cueva de Lida Ajer.

La colección de restos recuperados incluía dientes de orangután, junto con los de otros mamíferos difíciles de identificar, además de un incisivo y un molar superior humanos. Pero la posible antigüedad del yacimiento era demasiado reciente como para satisfacer la hipótesis de Dubois. Había que encontrar una forma humana de aspecto intermedio entre el de nuestra especie y el de los simios antropoideos. Los dientes humanos de Lida Ajer eran muy similares a los nuestros y no aportaban nada interesante para Dubois. Aquel hallazgo pasó inadvertido y se ha hablado muy poco de él en la literatura científica. Apenas se citan los restos fósiles de las especies encontradas en un par de artículos científicos, que sitúan el yacimiento en el Pleistoceno Tardío, sin más precisión.


Por fortuna, un equipo liderado por K.E. Westaway, de la universidad de Sidney, ha conseguido nueva información sobre la antigüedad de los diferentes niveles del yacimiento paleontológico de Lida Ajer, donde no se han encontrado herramientas u otras evidencias de actividad humana. Además de revisar la morfología de los fósiles, las investigaciones se han centrado en realizar dataciones fiables de la brecha fosilífera. Se utilizaron los métodos de las series de uranio para las neoformaciones calcáreas de la cueva (espeleotemas) y el ESR para el esmalte en el esmalte de los dientes. Los resultados han sido publicados en la revista Nature durante la tercera semana de agosto ¿Qué interés puede tener esta revista tan prestigiosa en publicar la antigüedad de un yacimiento excavado hace 130 años y con registro fósil muy pobre?

Como bien observó Dubois hace más de un siglo, los dos dientes humanos pertenecieron a individuos de nuestra propia especie. El segundo molar superior es pequeño y ya había reducido el tamaño de ciertas cúspides. El incisivo superior tiene la raíz muy corta y su morfología es muy similar a la de las poblaciones recientes del este de Eurasia. Pero la antigüedad obtenida sitúa estos dientes en el rango de 73.000 y 63.000 años. De nuevo, los datos confirman que nuestra especie partió de África mucho antes de lo que se suponía hace tan solo una década. El sureste de Asia fue ocupado por nuestra especie hace unos 100.000 años, según han mostrado yacimientos como los de Zhiren o Daoxian (China). Las fechas que se van obteniendo en las diferentes islas del archipiélago de Indonesia también “envejecen” la presencia de Homo sapiens en el sureste de Asia.

Además, se vuelve a constatar la enorme resistencia de los neandertales ante los intentos de salida de África de las poblaciones de nuestra especie por el Corredor Levantino. Hace al menos 120.000 años pudimos pasar hacia Eurasia por el estrecho de Bab el-Mandeb, en el llamado “cuerno de África”. Ocupamos sin aparente dificultad todo el sur de Asia, cruzando a continuación brazos de mar hacia el continente australiano en un relativamente breve lapso de tiempo. Sin embargo, el paso por el norte fue detenido en el Corredor Levantino a las puertas de Eurasia. Hace solo 40.000 años pudimos pisar por primera vez tierras europeas, tras haber coexistido e hibridado con los neandertales, que impidieron nuestro avance nada menos que durante 80.000 años.

Nos preguntamos si en el sur de Asia las poblaciones de Homo erectus fueron más permisivas y hospitalarias. Tal vez no estaban allí para impedir nuestro viaje, o quizá habían reducido su densidad demográfica. La posibilidad de mestizaje entre Homo sapiens y Homo erectus fue propuesta a raíz de la publicación de los restos del yacimiento de Zhiren, en el sur de China. Pero sin datos genéticos esa evidencia del registro fósil es poco consistente. Faltan yacimientos por explorar para responder al nuevo enigma que nos plantea el estudio de la evolución de nuestra especie.

Fuente: quo.es | 14 de septiembre de 2017

Arqueólogos descubren 3 estatuas de época romana en la antigua ciudad de Side (Antalya, Turquía)

Las estatuas, que podrían representar a funcionarios del Bajo Imperio romano, fueron halladas en las ruinas de Side, una antigua ciudad de la provincia turca de Antalya que constituyó un importante centro comercial en época romana.

Tres antiguas estatuas de gran valor histórico y datadas en el siglo III de nuestra era han sido descubiertas durante unas excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en la provincia mediterránea de Antalya, al sur de Turquía, según anunció el sábado el Ministerio de Cultura y Turismo del país euroasiático.

El hallazgo se produjo en un yacimiento arqueológico en las ruinas de Side, en el distrito de Manavgat, y las estatuas representan a dos hombres y una mujer vestidos con ropas de la época que se cree representaban a importantes funcionarios públicos de la época romana. El pasado mes de agosto se descubrieron en el mismo lugar otras tres valiosas estatuas también pertenecientes al Imperio Romano.


Los arqueólogos tratan ahora de averiguar por qué las estatuas fueron halladas tumbadas sobre el suelo; se sospecha que los romanos pudieron haberlas reutilizado en la época del Bajo Imperio, aprovechando el cuerpo de las estatuas pero volviendo a esculpir las cabezas con nuevos rostros, una práctica muy común a partir del siglo III durante la crisis económica, política y social que padeció el Imperio Romano, según confirmó el profesor Hüyseyin Sabri Alanyalı, de la Universidad de Anatolia.

Side fue fundada por colonos griegos de Cime (en la Eólida, una región de Anatolia occidental) probablemente en el siglo VII antes de Cristo, convirtiéndose en un importante punto comercial gracias a su puerto; tras su conquista por Alejandro Magno y más tarde durante el dominio de los seléucidas, Side se empapó de la cultura helenística.

A partir del siglo I a.C. fue una importante base naval de los piratas cilicios hasta su derrota y conquista por Roma, pasando a formar parte de la provincia romana de Galatia y convirtiéndose en un importante centro de comercio de aceite de oliva para toda Asia Menor y de esclavos en todo el Mediterráneo.

Es en esta época cuando Side vive su esplendor, alcanzando los 60.000 habitantes, y cuando los ricos mercaderes construyen las grandes obras públicas y monumentos que se pueden ver en la actualidad, incluyendo un acueducto, santuarios como el templo de Apolo, un ágora, las murallas, las termas, o el teatro concebido para luchas de gladiadores y juegos circenses; todos ellos son visitados cada daño por decenas de miles de turistas.

A partir del siglo IV la ciudad comienza sin embargo una progresiva decadencia por la crisis económica que asola el Imperio agudizada por las invasiones y saqueos; tras su saqueo por los árabes en el siglo VII, en el siglo X la población comienza a marcharse a la cercana ciudad de Attalia (renombrada Antalya por los turcos), y a pesar de una breve recuperación en el siglo XII bajo dominio bizantino, tras otro saqueo fue definitivamente abandonada, pasando a llamarse Eski Antalya (Antigua Antalya) y cayendo en el abandono y el olvido, hasta que en 1947 arqueólogos turcos iniciaron las excavaciones en el lugar.

Fuentes: Hispanatolia | Dailysabah, 17 de septiembre de 2017

Arqueólogos hallan el enigmático Mosaico de Las Estrellas en Cástulo (Linares, Jaén)

El centro arqueológico de Cástulo sigue dando sorpresas a medida que avanzan los trabajos de excavación, limpieza y documentación en el curso 2017. Esta serie de trabajos, realizados durante todo el verano tanto por voluntarios venidos de distintos puntos de España y del ámbito internacional, como por aquellos trabajadores del Plan Emplea +30 y Emplea Joven de la Junta de Andalucía, terminarán a finales de este mes de septiembre.


Entre las grandes sorpresas que han llegado este año, destaca especialmente el descubrimiento del Mosaico de Las Estrellas. Las primeras fotografías del mismo fueron publicadas por el FORVM MMX. Este último descubrimiento está situado en el área 2 del yacimiento íbero romano, próximo a los que previamente ya se había vislumbrado de Los Amores y Los Octógonos.

Es una más de las sorpresas que han dejado las actuaciones este año en el espacio de Cástulo. Un año en el que según el director del conjunto arqueológico, Marcelo Castro, se han superado las expectativas en lo referente al personal participante en los trabajos, el número de visitantes al yacimiento y el avance en los sistemas de actuación y los objetivos marcados. “Aunque seguimos encontrando sorpresas, y seguro que alguna más descubriremos de aquí al término de las actuaciones, nos ha asombrado especialmente el hecho de encontrar en la Torre Alba un alzado de más de dos metros que no esperábamos en su parte más erosionada. Además, en esta zona hemos podido conocer mejor el estado de conservación de la singular torre”, explicó Castro.


Además de los mencionados trabajos en la zona de los mosaicos y la Torre Alba, también conocida como Torre Púnica, este avance de las actuaciones se ha dado en especial en el área 1, con importantes excavaciones que continúan mostrando los secretos de Cástulo.

Sin embargo, los trabajos en referencia al complejo arqueológico no sólo avanzan en el aspecto físico. También tecnológica y documentalmente se van consiguiendo métodos para acercar el complejo al público. El último de ellos es una reproducción real, que permite la visita desde casa a todo el complejo arqueológico visto desde una altura considerable y en 360 grados. Del mismo modo se pueden acceder a las zonas del Mosaico de Los Amores, las Termas Romanas y el área 1. La visita puede hacerse a través de la página web www.roundme.com, a través de este tour interactivo mostrando las actualizaciones más recientes de la campaña 2017.

Fuente: Diario de Jaén, 17 de septiembre de 2017

Descubren los restos más antiguos de Homo Sapiens en la Meseta en Tamajón (Guadalajara)

Excavaciones del CENIEH en la Cueva de los Torrejones.

Un equipo de arqueólogos y paleontólogos coordinados desde el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), dirigido por Adrián Pablos y Nohemi Sala, ha llevado a cabo en los primeros días del mes de septiembre prospecciones y excavaciones arqueológicas en el paraje tamajonero de la Cueva de los Torrejones (Guadalajara). El proyecto está adscrito al CENIEH, pero cuenta con la colaboración de la Universidad de Alcalá, la Universidad del País Vasco, el Instituto Geológico y Minero de España, el Centro Mixto UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humanos, y del Ayuntamiento de Tamajón; y con la co-financiación de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha y el CENIEH.

Los ocho investigadores que lo integran le han dado continuidad al trabajo llevado a cabo en los años noventa por un equipo anterior, en aquella ocasión procedente del Instituto Geológico y Minero de España, dirigido por los profesores , Carlos Diez, y . Entonces, Arribas, Díez y Jordá habían hallado un resto fósil humano del pie, un navicular, asociado a los de hienas, leopardos y rinocerontes en el mismo nivel estratigráfico. Esta fauna se correspondía, en los años 90, con la que había en la Meseta durante una fase intermedia del Pleistoceno superior, entre 80.000 y 60.000 años de antigüedad.

De acuerdo con los conocimientos que se tenían entonces, aquel primer equipo concluyó que, el de Los Torrejones era un yacimiento neandertal, y que los restos del individuo encontrado pertenecían, consecuentemente, a esta especie, Homo neanderthalensis. Sin embargo, excavaciones más recientes han hallado restos fósiles de esta misma fauna en yacimientos posteriores de otros puntos de la Península Ibérica. Cabía por tanto la posibilidad de que los hallazgos de Los Torrejones no fueran neandertales, sino pertenecientes a nuestra especie, Homo sapiens.

Según esta nueva línea de investigación, el equipo del CENIEH analizó en el laboratorio el hueso navicular encontrado en los años noventa en Los Torrejones, concluyendo de forma inequívoca que perteneció a un Homo sapiens. Así, se trata del resto más antiguo de nuestra especie encontrado en el centro de la Península Ibérica.
“Hay hallazgos similares en la Cordillera Cantábrica, en el Mediterráneo y en Portugal pero, hasta ahora, no habían aparecido huesos de Homo sapiens pertenecientes al Paleolítico Superior, en la Meseta”, explica Adrián Pablos (izquierda).

Consciente de la importancia del descubrimiento, el CENIEH solicitó un proyecto a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha que recibió luz verde del gobierno regional. El trabajo de campo comenzó el pasado 1 de septiembre y le ha dado continuidad a aquellas excavaciones de los noventa, en un yacimiento “que tiene mucho potencial”, sigue Pablos. Los investigadores tomaron como punto de partida la información, hallazgos y documentos generados a la conclusión de aquella primera excavación. “Estudiamos la cueva junto a nuestros predecesores, a modo de prospección, para decidir los puntos más interesantes donde continuar la excavación, retomándola donde ellos la dejaron y verificando la posibilidad de abrir algún otro nuevo, a la vista de indicios de más depósito original”, sigue el investigador.

Así, el trabajo del equipo de excavación e investigación ha recuperado los niveles donde fue encontrado el hueso humano, y lo ha continuado en esa misma estratigrafía. Sus esfuerzos se han centrado en conocer mejor la secuencia de esa estratigrafía. Ahora, y una vez que hace unos días terminaba el trabajo de campo en Tamajón, los nuevos hallazgos están siendo estudiados y datados mediante el método del Carbono 14, cuyo rango de medición llega hasta los 45.000 años. Según Pablos, los restos aparecidos (abajo) posiblemente tengan una antigüedad de entre 12.000 y 30.000 años, “un intervalo que, aunque parezca grande, en arqueología es una franja realmente estrecha”.



Los investigadores han excavado sobre lo que fue el techo de la Cueva de los Torrejones, porque con los años el sedimento ha rellenado en parte su cavidad. En el Paleolítico Superior el lugar era un cubil de hienas. Esta especie aportó restos de todos los animales del ecosistema, incluidos los homínidos. Es generalista a la hora de alimentarse, principalmente carroñera, pero también cazadora, y cuenta con un sistema social complejo. Así, y probablemente aportados por las hienas, han aparecido restos de tejones, caballos, asno salvaje, el uro o antepasado del toro de lidia, ciervos, jabalís y algún fragmento de oso, además del hueso de Homo sapiens, igualmente como presa de las hienas.

“Contar con un Homo sapiens del Paleolítico Superior es algo extraordinario en la Península. Siendo el lugar un cubil de carnívoros generalistas, los hallazgos nos dan una magnífica representación del ecosistema de la época”, juzga Pablos. Según el investigador, la flora de Tamajón no debía ser muy diferente a lo que es hoy en día, aunque sí la fauna. “La diferencia es que en el Paleolítico Superior encontramos animales que hoy viven en África, como la hiena o el rinoceronte, si bien parece claro que han desaparecido de Europa por la presión antrópica y no por el clima”, explica el investigador.

La cueva de los Torrejones, en Tamajón.

Método de trabajo y procesamiento de los hallazgos

El método de trabajo con el que se han llevado a cabo las excavaciones ha consistido en retirar el sedimento encontrado mediante catas en los niveles estratigráficos convenidos previamente. Una parte de ese material ha sido cribado en seco en busca de huesos y otros hallazgos, como algunas herramientas líticas que también han aparecido. Otra parte del sedimento ha sido lavada con coladores especiales para recuperar así restos de micromamíferos.

El material salió sucio de sedimento, por lo que fue necesaria una primera limpieza que se llevó a cabo en Tamajón. Después de asignar a cada hallazgo un número de referencia, ha sido trasladado para su estudio a Burgos y Madrid. Por tratarse casi exclusivamente de material paleontológico, los hallazgos, una vez procesados, engrosarán los fondos del Museo de Paleontología de Cuenca, si bien depositar algo en Tamajón y exhibirlo de forma temporal o permanente en el Centro Cultural de la villa agallonera “es una posibilidad a considerar en un futuro próximo”, afirma Pablos, que el Ayuntamiento de Tamajón acogería con agrado. “Los numerosos yacimientos arqueológicos y paleontológicos que existen en nuestro término municipal, y que poco a poco, y gracias al interés de las instituciones, naturalmente también del Ayuntamiento, vamos descubriendo, son importantes para conocer nuestro pasado, pero también lo deben ser para el futuro. Con ellos, Tamajón tiene un rico patrimonio arqueológico y paleontológico que podrá explotar, con el debido respeto y cuidado por su preservación, también turística y económicamente en las próximas décadas”, valora Eugenio Esteban, alcalde de la villa agallonera, que da las gracias al equipo por su dedicación y por haberse fijado en Tamajón para llevar a cabo su labor.

Después de terminar el trabajo de campo, el equipo trabaja ahora en la elaboración de un informe científico, para que posteriormente ellos mismos, u otros equipos, puedan continuar el trabajo en el yacimiento. “Aparte de la Cueva de los Torrejones, en toda la zona de Tamajón hay muchas cavidades y abrigos susceptibles de contener sedimentos prehistóricos interesantes de estudiar. Este no debería ser un proyecto aislado en una sola cueva, sino algo más grande, a la altura de la potencialidad de la zona, y a medio y largo plazo, en la comarca de Tamajón”, valora Adrián Pablos.

Fuente: lacerca.com | 18 de septiembre de 2017