El enigma en los tesoros de la tumba del faraón Tutankamón

Los científicos revelan objetos con imágenes de animales de combate y cabras que corresponden al arte de Mesopotamia y la antigua Siria

Los tesoros de oro repujado de la tumba del faraón Tutankamón revelan nuevos secretos para la humanidad, al encontrarse en los objetos aplicaciones con imágenes de animales de combate y cabras en el árbol de la vida, que corresponden a la influencia del arte de Mesopotamia y de la antigua Siria en la Edad del Bronce.

Investigadores del proyecto germano-egipcio lograron examinar las piezas por primera vez y comentan que las aplicaciones de oro repujadas son similares a las imágenes temáticas que resultan similares a una tumba en la ciudad real siria de Qatna.

Es importante mencionar que los objetos analizados tienen origen en el famoso hallazgo realizado por el arqueólogo inglés Howard Carter en 1922, y solamente se habían mantenido almacenado en el Museo Egipcio de El Cairo y que ahora dan un mayor conocimiento de la época del faraón.

Transporte de cajas con los objetos de la tumba de Tutankamón a través de una vía férrea desmontable ideada por el fabricante francés Decauville. Fotografía de Harry Burton (1879-1940) perteneciente al Griffith Institute de la Universidad de Oxford.Foto: Griffith Institute, University of Oxford.


Los tesoreros de Tutankamón comenzaron a ser exhibidos a partir del 15 de noviembre en El Cairo, en donde se muestra el trabajo realizado por los arqueólogos mediante un largo proceso de restauración.

Asimismo, los científicos realizaron dibujos de cada tesoro e hicieron una investigación exhaustiva sobre ellos hasta lograr una interesante reconstrucción que llevó a obtener importantes conocimientos de la época que vivió el faraón y la cultura que en ese tiempo prevaleció.
Un diverso equipo de conservadores, egiptólogos y especialistas en arqueología del Cercano Oriente se unieron en este proyecto y comenzaron a trabajar en los tesoros de oro repujado que lo acompañan en su tumba, en donde cada objeto fue fotografiado y embalado.


Fueron muchos años de trabajo detallado que los conservadores Christian Eckmann y Katja Broschat del Römisch-Germanischen Zentralmuseum Mainz realizaron el minucioso trabajo de ensamblar los fragmentos de cada tesoro hasta producir 100 aplicaciones casi completas de oro repujado.

La conclusiones de los accesorios decorativos y en los tesoros son sorprendentes. Se logró distinguir motivos egipcios conocidos de Oriente Medio, pero se añade que ahora se han visualizado imágenes de animales de combate y cabras en el árbol de la vida, las cuales son ajenas al arte egipcio y deben haber llegado a Egipto desde el Levante.


En la ciudad real siria de Qatna, un equipo de arqueólogos descubrió la tumba prístina de un rey en el año 2002, y se remonta a la época de alrededor de 1340 a.C., por lo que es sorprendente debido a que es un poco más antigua que la tumba de Tutankamón en Egipto.

El profesor dice que los análisis químicos han sido valiosos para la investigación y han esclarecido que hay oculto en cada objeto valioso que fue depositado en la tumba del faraón.


Los resultados mostraron que el relieve en las aplicaciones de oro de cada artículo tiene motivos egipcios, y otras, con motivos extranjeros, estaban hechas de oro con diferentes composiciones.
Lo anterior lleva a la hipótesis de que las piezas fueron importadas o que varios talleres locales fueron los responsables de producir objetos en varios estilos, y que se usaron los modelos en las regiones antiguas del Cercano Oriente.

Fuente: debate.com.mx |National Geographic | 18 de noviembre de 2017

Así ahorraban madera en el Paleolítico

Los seres humanos del Paleolítico paliaban las duras condiciones de esta etapa aprovechando los recursos disponibles al máximo, como la grasa del hueso de un animal para aumentar la durabilidad de los fuegos y así economizar el desgaste de madera, según una investigación en la que participa la Universidad Complutense de Madrid.

Los huesos analizados, cuyos resultados recoge Archaeological and Anthropological Science, datan del Gravetiense, una fase del Paleolítico Superior de hace aproximadamente 25.000 años y se localizan en el yacimiento de Coímbre (Asturias), cercano a los Picos de Europa.
Aunque no se tratan de los restos óseos más antiguos utilizados como combustible, “son la primera evidencia de su uso de para este fin en el Gravetiense Cantábrico”, apunta José Yravedra (izquierda), investigador del departamento de Prehistoria de la UCM y autor del estudio.

Durante el Paleolítico, los huesos animales se utilizaron para fabricar herramientas, representaciones artísticas y, como es este caso, como combustible, aprovechando la ventaja de su durabilidad y convirtiéndolo en sustitutivo de la madera, que por entonces escaseaba en el entorno.

Huesos a conciencia

El científico de la UCM explica que la peculiaridad de este descubrimiento es que, mientras en otros emplazamientos como la cueva de El Esquilleu (Cantabria), donde el mismo equipo descubrió que los neandertales echaban al fuego el esqueleto completo del animal sin preferencias específicas, en el caso de Coímbre los restos hallados contienen más grasa y parecen haber sido elegidos a conciencia, aprovechando aquellos que aumentarían más la durabilidad del fuego.

Entre los restos óseos identificados en la cueva se encuentran elementos axiales –costillas o vértebras– y las epífisis (extremos) de los huesos largos de animales grandes tipo uro-bisonte.

“Estos huesos, al tener tejido esponjoso, son ricos almacenes de grasas y, por tanto, son mejores combustibles que los que no lo tienen”, explica Yravedra.

Para llevar a cabo este trabajo, relata el investigador, en primer lugar se estudió el material faunístico del yacimiento y después el estado de carbonización y calcinación de los huesos hallados.

“Mediante diferentes experimentos vimos la viabilidad del hueso como posible combustible complementario de la madera, de modo que fuegos sin hueso asociado duraban una cantidad de tiempo determinado, y si incorporábamos hueso, se duplicaba su durabilidad, aunque no su temperatura”, añade.

Además de la UCM, en este estudio han participado la UNED, la Universidad del País Vasco, el Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC y la Sociedad de Ciencias Aranzadi.

Fuente: SINC | 17 de noviembre de 2017

Murcia, ¿último santuario de los neandertales?

Vista interior de la cueva y zanja de excavación al final de la temporada de campo de 2012. Crédito: João Zilhão

Los neandertales sobrevivieron al menos 3.000 años más de lo que pensábamos en el sur de España, mucho después de que se extinguieran en todas partes, según una nueva investigación publicada en Heliyon.

Los autores del estudio, un equipo internacional de instituciones de investigación portuguesas, españolas, alemanas, austriacas e italianas, dicen que sus hallazgos sugieren que el proceso de poblaciones humanas modernas que absorbieron a los neandertales a través del mestizaje no fue una ola regular y gradual, sino una "historia intermitente y discontinua, puntual y geográficamente desigual".

Durante más de diez años de trabajo de campo, los investigadores excavaron tres nuevos yacimientos en el sur de España, donde descubrieron evidencia de materiales claramente neandertales que datan de hace 37.000 años.

"La tecnología del Paleolítico Medio en Europa se asocia exclusivamente con los neandertales", dijo João Zilhão (izquierda), de la Universidad de Barcelona y autor principal del estudio.
"En tres nuevos sitios de excavación, encontramos artefactos neandertales fechados miles de años más tarde que en cualquier otro lugar de Europa occidental. Incluso en las regiones adyacentes del norte de España y el sur de Francia, los últimos sitios de neandertales son significativamente más antiguos".

El Paleolítico Medio fue una parte de la Edad de Piedra, y se extendió desde hace 300.000 a 30.000 años. Es ampliamente reconocido que durante este tiempo, los humanos anatómicamente modernos comenzaron a salir de África y asimilar las poblaciones euroasiáticas contemporáneas, incluidos los neandertales, a través del mestizaje.

Según la nueva investigación, este proceso no fue sencillo, sino que parece haber sido puntual, con diferentes patrones evolutivos en diferentes regiones geográficas.

Cueva Antón, el enclave neandertal más reciente

Foto: Concha perforada de la Cueva Antón /PNAS
En 2010, el equipo publicó que en la Cueva Antón, en el término de Mula (Murcia), se habían obtenido pruebas inequívocas de simbolismo (derecha) entre los neandertales. Al poner esa evidencia en contexto y usando las últimas técnicas radiométricas para datar el sitio, los investigadores muestran que la Cueva Antón fue el lugar más reciente que ocuparon los neandertales.

"Creemos que el mecanismo discontinuo, puntual e irregular, que proponemos debe haber sido la regla en la evolución humana, lo que ayuda a explicar por qué la cultura material paleolítica tiende a formar patrones de similitud geográficamente extensa, mientras que los genomas paleolíticos tienden a mostrar remiendos de ancestros complejos", comentó Zilhão.

Ubicación de los sitios del Paleolítico medio tardío de la parte sur y occidental de Iberia en relación con la cuenca del Ebro (1. Cueva Antón, 2. Sima de las Palomas, 3. Cueva de Gorham, 4. Gruta da Oliveira, 5. Foz do Enxarrique).

La clave para entender este patrón, dice Zilhão, radica en descubrir y analizar nuevos sitios, no en volver a visitar los antiguos. Aunque encontrar y excavar nuevos lugares con las últimas técnicas lleva mucho tiempo, él cree que es el enfoque que da sus frutos.

"Todavía hay mucho que no sabemos sobre la evolución humana y, especialmente, sobre los neandertales", dijo Zilhão. "Nuestras ideas en libros de texto sobre los neandertales y los humanos modernos se han derivado principalmente de hallazgos en Francia, Alemania y Europa Central, pero durante la Edad de Hielo estas fueron áreas periféricas: probablemente tanto como la mitad de las personas del Paleolítico que alguna vez vivieron en Europa eran ibéricos. La investigación en curso ha comenzado a dar sus frutos, y no tengo dudas de que hay más por venir".

Fuentes: laverdad.es | PHYS.ORG | 17 de noviembre de 2017

MAM X. Diez años del nuevo Museo Arqueológico de Murcia

El Museo Arqueológico de Murcia expone hasta marzo unas 200 piezas provenientes de diferentes yacimientos y lugares de la Región.


Fundado en el año 1953, en marzo de 2007 tuvo lugar la reapertura del Museo Arqueológico de Murcia (MAM) en las instalaciones ubicadas en Alfonso X El Sabio, con una museografía totalmente renovada y actualizada que ahora, con motivo del décimo aniversario, volverá a ser revisada.


Las piezas recopilados para la muestra proceden de diferentes excavaciones, yacimientos y lugares de la Región y ofrecen al visitante una amplia mirada de nuestro pasado y nuestra historia, ya que se trata de una cuidada selección de piezas muy significativas, hitos en la historia de esta entidad, que se complementan con otras inéditas incorporadas recientemente a los fondos de la Comunidad.

El objetivo de esta exposición es que el visitante conozca la gran evolución del propio museo, su adaptación a las nuevas tecnologías, los retos de futuro y el importante papel que juega en la sociedad.

‘MAM X’ se divide en siete apartados: ‘El MAM divulga’, ‘El MAM investiga’, ‘El MAM expone’, ‘El MAM custodia’, ‘El MAM enseña’, ‘El MAM restaura’ y ‘El futuro del MAM’.

La exposición

Para la exposición ‘MAM X. Diez años del nuevo Museo Arqueológico de Murcia’ se ha contado con la participación del público. Así, durante los últimos meses se pidió a los visitantes que escogieran su pieza favorita, resultando elegido el caparazón de tortuga fechado en el Plioceno Inferior (5 millones de años) y hallado en el Puerto de la Cadena en 2006.

Asimismo, la pieza más ‘viajera’, la cedida en más ocasiones para exposiciones temporales fuera de la Región, es el conjunto del Verdolay, procedente de la necrópolis del Cabecico del Tesoro-Santuario de la Luz. Se trata de cuatro objetos de terracota y de bronce de uso funerario del Ibérico Pleno de los que destaca el pebetero en forma de cabeza femenina velada (abajo).


La más solicitada por los investigadores, y que también se exhibe ahora es un fragmento de cerámica decorada del siglo II a. C. del Santuario rupestre ibérico de La Nariz (Moratalla) que representa a la Diosa de Salchite, la posible deidad local vinculada al santuario (abajo).


Entre el material seleccionado destacan las lámparas de vidrio de la Sinagoga de Lorca (siglo XV), un casco de bronce del Ibérico Pleno (abajo) y una fuente de cerámica de finales del siglo XVIII o principios del XIX hallada en la Plaza de Europa, que se fabricó en los alfares de Hellín y que está decorada con flores. Unas piezas a las que se suman otras de los yacimientos de Begastri, Cueva Victoria, El Molinete, La Bastida, la Senda de Granada y San Esteban, entre otros muchos lugares.


También está la oportunidad de ver el bifaz achelense más antiguo hallado en Europa:


Un apartado relevante de la muestra es el dedicado a los decomisos, que han permitido incorporar bienes arqueológicos o de bellas artes recuperados por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. En la Región, en los últimos años se han intensificado los operativos que han derivado en la incautación de miles de objetos, sanciones a expoliadores y traficantes y en la desarticulación de redes de robos.


Colaboraciones

La Fundación Integra ha colaborado aportando el audiovisual de 13 minutos que forma parte de la exposición, dos ordenadores para la consulta de la página web y la visita virtual del museo, la página web de la exposición y la realización de un taller de realidad virtual que se llevará a cabo el domingo 19 de noviembre (en el horario de apertura del museo).

Visitas y talleres

MAM X. Diez años del nuevo Museo Arqueológico de Murcia, se podrá visitar hasta el 18 de marzo de 2018 de martes a viernes, de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas; los sábados, de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas, y los domingos y festivos, de 11:00 a 14:00 horas.

El público podrá asistir a visitas guiadas que tendrán lugar los miércoles y viernes a las 18:30 horas y los sábados a las 12:00 y 18:30 horas. También habrá recorridos para el público infantil y familiar, los jueves a las 18:00 horas, y se programarán visitas escolares y talleres para colegios y de fin de semana.

Todo se podrá consultar en la página web www.museosregiondemurcia.es.

Fuentes: regmurcia.com | laopiniondemurcia.es | 15 de noviembre de 2017

Caballos de guerra y cerdos: el origen de los primeros ricos y pobres de la Historia

Un príncipe polaco recibiendo honores. Desde que el hombre dejó la caza y la recolección, la riqueza comenzó a acumularse y a transmitirse, generando desigualdad - WIKIPEDIA

Los investigadores consideran que en un origen no había algo así como pobres o ricos, y que las diferencias no eran muy importantes entre los hombres. En las sociedades humanas de cazadores y recolectores no había posesiones que acumular ni que transmitir y lo más parecido a la riqueza, o quizás a la felicidad, consistía en estar en buena forma, tener aliados y tener parejas. Pero con el Neolítico y la domesticación de animales y plantas, las posesiones comenzaron a acumularse, y la riqueza material a transmitirse. Y entonces empezaron a aparecer los primeros problemas.

Una investigación publicada hoy en la revista Nature ha rastreado los orígenes de la desigualdad. Científicos de la Universidad de Washington (EE.UU.), dirigidos por Timothy Kohler (izquierda), han analizado 63 yacimientos arqueológicos de América del Norte, Europa, Asia y África con una antigüedad de hasta 11.000 años. Han concluido que el tamaño de las casas de los distintos poblados es un buen indicador de la riqueza de sus propietarios, y así han confirmado que la desigualdad entre pobres y ricos fue aumentando a medida que las sociedades agrícolas y ganaderas evolucionaban.

Sin embargo, han descubierto algo imprevisto: la desigualdad aumentó más rápidamente en el Viejo Mundo que en el Nuevo Mundo. El motivo podría estar, tal como han sugerido, en que en Europa, Asia y África había grandes animales, como caballos, cerdos o vacas, y cuya posesión suponía una ventaja. Pero estos animales no desempeñaban ese papel en América porque, sencillamente, no estaban presentes.

Riqueza: proporcional al tamaño de la casa

«Aunque los economistas y los historiadores pueden identificar los factores clave que llevaron a la desigualdad actual, está menos claro cuáles son los orígenes y cuáles fueron las primeras dinámicas que llevaron a estas diferencias económicas», ha escrito Michelle Elliott (derecha), investigadora en la Universidad de París, en un comentario publicado en Nature sobre el artículo de Kohler. «La Arqueología está en una posición única para resolver este asunto, porque puede ser usada para estudiar muchas civilizaciones antiguas antes de que existieran registros escritos», ha propuesto.

Este es el objetivo que persiguieron Timothy Kohler y su equipo. En vez de analizar la presencia de objetos de valor en tumbas o yacimientos, estos investigadores demostraron que un factor sencillo y universal sirve para estimar el nivel de riqueza de la gente: el tamaño de sus casas. En concreto, hicieron un cálculo para hallar el llamado el coeficiente de Gini, un parámetro que mide el grado de desigualdad de una sociedad, estimando las diferencias de tamaño de las viviendas en cada población. Por ejemplo, si en un lugar había mucha desigualdad, el coeficiente podía de ser de 0,8, y si había poca, de 0,3.

Sitio arqueológico de El Palmillo, en México, analizado en este estudio junto a otros 62-Kohler et al.

Mayor complejidad, mayor desigualdad

De esta forma Kohler encontró que la desigualdad era mayor en yacimientos agrícolas que en poblaciones de cazadores recolectores. «Esto es lógico, porque los estilos de vida sedentarios o agrícolas tienen más posibilidades de acumular riqueza material», ha escrito Elliott. Además, tal como ha añadido, «las poblaciones mayores, con sistemas políticos más complejos (como Estados) y regímenes más autoritarios también resultaron estar más asociados con un mayor grado de desigualdad».

Pero los investigadores de la Universidad de Washington encontraron algo más inesperado. En vez de comparar los yacimientos de los distintos continentes en función de la fecha, los compararon en función del tiempo en que llevaban dependiendo de la agricultura. Gracias a esto, averiguaron que la evolución de la desigualdad no era igual en el Viejo Continente que en América del Norte y Mesoamérica: en el Viejo Mundo se alcanzaron mayores niveles de desigualdad después de un tiempo comparable de vida en una sociedad agrícola.

Las sociedades cazadoras-recolectoras solían tener disparidades de riqueza bajas. Su movilidad dificultaría la acumulación de riqueza. Crédito: © Rafal Cichawa / Fotolia

Caballos y cerdos: fuente de poder

«Proponemos que estas diferencias se debieron inicialmente a una mayor disponibilidad de grandes mamíferos para ser domesticados», han explicado los investigadores en su estudio. ¿Por qué? «Es probable que solo los propietarios más ricos pudieran mantener al ganado. Y que pudieran beneficiarse de una mayor producción y de poder alquilar sus animales a otros».
En opinión de Elliott, la presencia de estos animales pudo permitir un crecimiento económico más rápido y extensivo en el Viejo Mundo. Como la cantidad de tierra era limitada y no todos podían permitirse mantener a varios animales, la competencia por los recursos fue aumentando las desigualdades económicas a lo largo del tiempo. Además, el uso de los animales para transportar bienes y para ser usados como monturas en la guerra también pudieron ser factores clave.

«La aparición de una nueva élite de guerreros montados (a partir del año 3.000 antes de Cristo) contribuyó directamente a mayores desigualdades (...) Caballos y otros animales, como camellos, fueron potentes armas ofensivas que permitieron a ciertos poderes a expandirse más de lo que era posible en el Nuevo Mundo. Todos los treinta grandes estados e imperios entre el 3.000 antes de Cristo y el 600 después de Cristo estaban en el viejo Mundo», han escrito los autores de la investigación.

Los caballos, usados en la guerra o como animales de tiro, aceleraron al generación de desigualdades, según los autores del estudio. FOTOLIA

EE.UU., más desigual que la Antigüedad

Los valores más altos de desigualdad encontrados por los autores del estudio están en el 6.000 antes de Cristo y en el siglo I después de Cristo. Expresados a partir del coeficiente de Gini, tienen los valores de 0,48 y 0,60, respectivamente. Curiosamente, y aunque los autores destacan que hay que tener en cuenta las diferencias en cómo se han elaborado las medidas, estos mismos valores aparecen en la sociedad contemporánea y son similares a los de Eslovaquia (0,48), España (0,58) y sorprendentemente inferiores a los de China (0,73) y Estados Unidos, en el año 2000 (0,80).

Carencias del estudio

Sea com sea, Michelle Elliott ha destacado algunas limitaciones del estudio de Kohler sobre el origen de la desigualdad entre pobres y ricos. «Necesita un mayor grado de refinamiento y puesta a punto». Por ejemplo, ha considerado que sería necesario incluir sociedades andinas de América del Sur que sí domesticaron grandes animales, llamas y alpacas en el Nuevo Mundo. Además, esta investigadora ha destacado que «el Viejo Mundo era una enorme extensión de tierra caracterizada por una biogegorafía, una cultura y una economía tremendamente diversas». Sin embargo, el estudio de Kohler representa toda esa diversidad con solo 25 yacimientos que agrupan un periodo de 9.000 años, «lo que deja grandes huecos en el tiempo y en el espacio».

Por último, según Elliott, puede haber otros factores fundamentales en el origen de la desigualdad. Por ejemplo, el hecho de que la metalurgia fuera más avanzada en el Viejo Mundo que al otro lado del océano o que algunos grandes sistemas políticos de América tuvieran formas de gobierno más colectivas y más equitativas. De momento, los investigadores dirigidos por Kohler ya han dicho que tratarán de aumentar el número de yacimientos analizados y estudiar más casos en América del Sur, África, Asia y Oceanía. Mientras tanto, la desigualdad podrá seguir aumentando si no se toman medidas.

Fuente: ABC.es | de noviembre de 2017

Antiguo cráneo encontrado en China desafía las teorías evolucionistas actuales

El 'cráneo de Dali', descubierto en 1978, está notablemente completo, con su estructura facial y su neurocráneo casi intactos. Los investigadores que que lo hallaron pensaron que pertenecía a la especie  'Homo erectus'

De vez en cuando resulta algun cráneo o un par de dientes que desafía lo que creíamos saber sobre el origen de nuestra especie.

Tomemos, por ejemplo, la emoción reciente sobre los fragmentos de dientes europeos, que como dijo un paleontólogo a National Geographic es probablemente “mucho ruido y pocas nueces”. El último hallazgo para confundir a los investigadores es un cráneo de 260,000 años de antigüedad, conocido como el cráneo Dalí, que se ve notablemente similar a los primeros restos conocidos del Homo sapiens.

En junio pasado, los arqueólogos identificaron los fósiles de 'Homo sapiens' más antiguos del mundo (foto de arriba), junto con herramientas de piedra y huesos de animales, en Jebel Irhoud, Marruecos. Los fósiles datan de hace 300.000 años, y son 100.000 años más antiguos que cualquier otro fósil de 'Homo sapiens'

El problema es que el fósil no está donde esperamos que estuviera. Los arqueólogos han desenterrado restos comparables en Marruecos, pero este cráneo en particular se encontró en Shaanxi, una provincia en el noroeste de China. La implicación es que los humanos modernos no solo se originaron en tribus de África, sino también en poblaciones humanas de otros lugares.


El consenso actual sobre la evolución humana es que el Homo sapiens se originó en África hace unos 200,000 años. La evidencia arqueológica disponible sugiere que cualquiera tiene ancestros africanos puros desciende de una sola población de Homo sapiens (y tal vez un puñado de neandertales) que abandonaron África alguna vez en los últimos 120,000 años.

El cráneo Dali

Cuando los investigadores descubrieron el cráneo Dali, en 1978, creyeron que pertenecía a otra especie humana, el Homo erectus. Este homínido particular vivió entre 2 millones y 100,000 (posiblemente 50,000) años atrás en partes de África, Asia y Europa. Como nosotros, caminaron erguidos y tenían miembros alargados.

En 1981, Xinzhi Wu de la Academia de Ciencias de China, había notado una gran cantidad de similitudes entre el cráneo de Dalí y los humanos modernos. Concluyó que debe haber al menos algún ADN compartido entre el Homo sapiens y el Homo erectus.

Eso fue hace más de 30 años y en ese momento, sus conclusiones fueron descartadas. Ahora, Wu y su colega Sheela Athreya (izquierda), profesora asociada de antropología en la Universidad de Texas A & M, están echando otro vistazo al cráneo.

“Si hubiéramos encontrado solo los cráneos marroquíes, y no el cráneo Dalí, tendría sentido seguir creyendo que todos los humanos modernos evolucionaron en África”, dijo Athreya a New Scientist. “Pero las similitudes muestran que los primeros humanos modernos pueden no haber sido genéticamente aislados de otras partes del mundo, como lo que hoy conocemos como China”.


De hecho, la nueva investigación sugiere que muchas de las características que tenemos hoy podrían haberse originado en el este de Asia, llegando a África en una fecha posterior. Este hallazgo es tan notable que, si se demuestra que es cierto (y es necesario realizar más pruebas), podría tener implicaciones importantes en la historia evolutiva humana.


“Creo que el flujo de genes podría haber sido multidireccional, por lo que algunos de los rasgos vistos en Europa o África podrían haberse originado en Asia”, dijo Athreya.
Otras teorías dicen que el cráneo Dali era de hecho un "Homo erectus asiático", como se informó la primera vez, y que estas poblaciones pudieron haber desarrollado por separado algunos rasgos humanos modernos.

El profesor Chris Stringer (derecha), experto del Museo de Historia Natural de Londres, dijo a New Scientist que, si bien los hallazgos marroquíes y chinos son similares, duda de las afirmaciones de la profesora Athreya.

"Cuando se trata de una gran cantidad de datos genéticos, se vuelve muy difícil darle a China un papel significativo en los orígenes humanos modernos", señala. "Estoy abierto a las conexiones asiático-africanas en este momento, pero para relación Asia occidental-África, no más lejos".

Por su parte, John Hawks (izquierda), de la Universidad de Wisconsin-Madison, dijo a New Scientist "que, si bien todavía es necesario hacer comparaciones más profundas entre el cráneo de Dali y los de Marruecos, en un sentido real estamos hablando de una población multirregional, conectada de forma recurrente por la migración y los intercambios genéticos".

Fuente: La Ciencia me Encanta / Historia y Arqueología