El ámbar de Sicilia circulaba por el Mediterráneo hace 6.000 años, mucho antes que el ámbar procedente del Báltico


Ubicación de los hallazgos geológicos (puntos) y arqueológicos (estrellas) de ámbar en Iberia.
CAD: depresión central asturiana; BC: cuenca Vasco-Cantábrica; MB: Cuenca del Maestrazgo. Muestras geológicas analizadas en este trabajo de: a) Ajo; b) Comillas; c) Cuchía; d) Puente 'El Arrudo'; e) Alloz; f) Zubielki; g) El Caleyu; h) Sant Just; i) La Hoya yj) Navalperal. Objetos arqueológicos analizados en este trabajo de: 1. La Velilla; 2. Valencina de la Concepción; 3. Los Millares; 4. Llano de la Sabina (97 y 99); 5. Llano de la Teja 18; 6. Valle de las Higueras; 7. Cueva Artificial de Sao Paulo y 8. Quinta do Marcelo. Otros sitios arqueológicos mencionados en este documento en orden de aparición en el texto: (8) La Garma A; (9) Cueva Los Cuarenta; (10) Chousa Nova; (11) Dolmen de Mamoa V de Chã de Arcas; (12) Dolmen de Alberite; (13) Campo de Hockey; (14) Los Lagos I; (15) Larrarte; (16) Trikuaizti I; (17) Pedra Cabana; (18) Cabana del Moro de Colomera; (19) Muricecs; (20) Herrerías II; (21) Palacio III; (22) Moreirinha y (23) Senhora da Guia.

Mediante espectroscopía infrarroja se analizaron 22 muestras de ámbar de Portugal y España que datan de 4.000 a 1.000 años a.C., confirmándose investigaciones previas que muestran que en el norte de Iberia el ámbar era principalmente de origen local, mientras que en el resto de la Península los objetos ambarinos provenían de Sicilia o de la región del Báltico. Al combinar estos datos con la información arqueológica disponible, los autores encontraron que el ámbar siciliano había llegado a Iberia antes de lo que se pensaba, al menos 4.000 años a.C. Después de una disminución del consumo de ámbar y del comercio en el comienzo de la Edad del Bronce, alrededor de 2.000 años a.C., una afluencia de ámbar procedente del Báltico reemplazó gradualmente el ámbar siciliano en Iberia alrededor de 1.000 años a.C.

Estos hallazgos sugieren que los íberos se involucraron en extensas redes de intercambio mediterráneas en la Prehistoria Tardía, y apoyan hipótesis previas sobre el origen de los recursos de ámbar en Iberia durante este período.

Algunos de los objetos ámbar analizados: a) Cuentas de Dolmen de La Pastora (Valencina de la Concepción); b) Cuentas registradas como ámbar desde Los Millares 7 (VII); c) Cuentas de Los Millares 12; d) objetos de ámbar de Los Millares 63 (III); e) cuentas de ámbar de Llano de la Sabina 99; f) Cuentas del Valle de las Higueras 1; g) Cuentas del Valle de las Higueras 3; h) Cuentas de Sao Paulo MAH7771_SPII1330; i) Cuentas de Sao Paulo MAH10503_SPII1521; j) Cuentas de Quinta do Marcelo MAH1745_QMar354.

Murillo-Barroso (izquierda) señala: "Hemos superado los desafíos tradicionales de intentar asignar ámbar corroído a una fuente geológica. Gracias a este nuevo trabajo, ahora tenemos evidencia de la llegada del ámbar siciliano a Iberia al menos desde el cuarto milenio a. C. Este ámbar aparece en enclaves del sur ibérico y su distribución es similar a la del marfil, por lo que tal vez el ámbar siciliano llegó a Iberia a través de los contactos con el norte de África".

El coautor Marcos Martinón-Torres (derecha), agrega: "Desde la Edad del Bronce Final vemos ámbar del Báltico en una gran cantidad de sitios ibéricos. Lo que es peculiar es que este ámbar aparece asociado al hierro, la plata y la cerámica, que apuntan a conexiones mediterráneas. Esto sugiere que el ámbar del norte puede haberse movido hacia el sur a través de Europa central antes de ser enviado al oeste por marineros mediterráneos, desafiando las sugerencias anteriores de comercio directo entre Escandinavia e Iberia".

"Todavía hay cuestiones sin resolver y que hay que investigar en el futuro, como, por ejemplo, explorar la presencia de ámbar en contextos norteafricanos del mismo período y seguir investigando las redes involucradas en la introducción y propagación del ámbar del Báltico en Iberia y comprobar hasta qué punto los metales y otros productos ibéricos fueron proporcionados a cambio".


Ejemplo de uno de los vestidos hechos de cuentas de ámbar y concha de los tholos de Montelirio (Sevilla).

Fuente: eurekalert.com | 29 de agosto de 2018

Los mosaicos de caza de Salar sitúan a su villa como referente romano en Granada

Foto: El jabalí herido en uno de los mosaicos hallados. / Noelia Jiménez García

La tercera campaña arqueológica de la Villa Romana de Salar «marca un antes y un después» para el municipio del Poniente granadino. Así lo entiende Armando Moya, el alcalde de este pueblo de apenas 2.700 habitantes.

El hallazgo de una bien conservada Venus púdica de estilo capitolino ha sido la última gran sorpresa que ha dado esta excavación, que estos días deja ver ya los ricos mosaicos que los arqueólogos esperaban encontrar. «Ya la anterior campaña, en 2017, nos dejó claro que había mosaicos de gran valor y este año, con la aparición de la Venus del siglo II y conservada estupendamente, ha sido el despegue», comenta el primer edil, que insiste en que lo encontrado demuestra lo que ya intuía el equipo de arqueólogos y estudiantes de Arqueología de la UGR: que «la villa va a ser el epicentro del mundo romano en Granada y casi en Andalucía», insisten.


Por eso, el Ayuntamiento de Salar -que hasta ahora sólo ha contado con el apoyo de Diputación en sus intervenciones- se muestra «reivindicativo con la Junta de Andalucía, a la que reclama que se implique de una vez por todas». El Proyecto General de Investigación (PGI) es decisivo en el desarrollo de las excavaciones en los próximos años y permitirá estudiar la parte urbana y la rústica de este gran complejo residencial romano, así como contextualizarlo en su entorno y comprender qué papel tenía Salar hace veinte siglos en el imperio romano. «El PGI tiene un presupuesto de 155.000 euros en cinco años de desarrollo, lo que supone una inversión de poco más de 30.000 euros al año, que para una administración como la Junta no representa apenas nada», recalca Moya, que señala la riqueza de los mosaicos geométricos y de caza, las pinturas murales y las columnas que se están empezando a desenterrar estos días. También exige Moya la declaración BIC del yacimiento, otro aspecto importante para impulsar el contenido de la villa.

Según Manuel Moreno, técnico de la excavación y experto en arquitectura romana doméstica, «el yacimiento de Salar es uno de los mejores referentes de villas en España». «No tiene nada que envidiar a otras del Norte de África o la península itálica», porque, según este especialista en arqueología de la Antigua Roma, es comparable a villas como La Olmeda (Castilla y León) y a otros modelos de la arquitectura rural de la península ibérica. Los mosaicos representan la importancia del dominus o propietario de la Villa.

Jinete triunfante

Precisamente ayer, salió a la luz una de las partes más significativas del mosaico de caza, valioso y especialmente relevante para catalogar esta muestra patrimonial. Refleja un jinete muerto con el caballo tumbado y otro jinete, este en actitud triunfal, que está atacando a un jabalí. «Por su ubicación, podría ser la representación del propio propietario de la villa, algo muy habitual entre poderosos romanos», narra Moreno, que recrea a la perfección cómo era ese peristilo, o patio monumental central de la villa, rodeado de naturaleza controlada y columnas, con una sala triclinar o de recepción del dominus. «La iconografía estaba muy pensada para impresionar a los visitantes, algo que también destaca la importancia y poder adquisitivo del dueño de esta residencia», explican los arqueólogos que trabajan en Salar, cuyo yacimiento fue descubierto accidentalmente en 2004, durante las obras de la depuradora.


También inciden los expertos en que «la ubicación de la villa es perfecta, junto a la A-92 -el eje vertebrador de la zona Bética desde tiempos romanos- y el arroyo Salar y el río Genil, que conectan la zona oriental y occidental», detallan. Precisamente se cree que el increíble buen estado de conservación de la villa está relacionado con el río cercano. «Todo apunta a que, tras el abandono de la villa en el siglo VI, el arroyo Salar y sus crecidas de arcilla han beneficiado a la zona, porque la han sepultado y protegido sus restos», afirman, también con la vista puesta en otro punto arqueológico cercano y de gran valor, Torre Gabino. «Es mucho más antiguo y, aunque hay que hablar aún con cautela, nos podría decir con su estudio que aquí hubo romanos desde antes de la construcción de la villa, es decir, antes del cambio de Era ya había asentamientos romanos en la zona», comentan todavía prudentes.

Foto: Trabajos de recuperación de los mosaicos / Noelia Jiménez García.

Pocas villas iguales

«Hay pocas villas en Andalucía y ninguna en Granada donde aparezcan tal cantidad de elementos y de la calidad de los últimos hallazgos, como la Venus», reitera por su parte el coordinador del proyecto, Julio Román. «Llevamos tres Venus, mucho para lo poco excavado, que es apenas un 10% del total», continúa este arqueólogo, que cree que «las perspectivas de la villa son muy buenas» por la importancia de los hallazgos localizados y la interpretación que éstos pueden ofrecer sobre la importancia histórica que en aquel momento pudo tener la localidad de Salar.


Según los expertos que trabajan en esta villa, otro aspecto favorable del yacimiento es que está muy bien secuenciado. Se sabe ya que la villa se creó entre la primera y la tercera década del siglo I d.C., con una fase de monumentalización a mediados del siglo III, una fase de reformas en la primera mitad del siglo V y con el abandono definitivo en la primera mitad del siglo VI.

Fuente: loja.ideal.es| 29 de agosto de 2018

Descubren el campamento militar romano más antiguo de Galicia en Ourense

As de Augusto acuñado por el legado Publio Carisio (25-22 a.C.) y recuperado en el campamento de Penedo dos Lobos.

La excavación arqueológica que se llevó a cabo en el yacimiento romano de Manzaneda, en Penedo dos Lobos, en Manzaneda (Orense), dio como fruto el descubrimiento de la presencia militar del campamento romano más antiguo que se conoce en territorio gallego hasta el momento.
Estos hallazgos sitúan la presencia romana en un horizonte cronológico anterior al cambio de era y, muy posiblemente, según señalan los arqueólogos que han trabajado sobre el terreno, coetáneo a las guerras cántabro-astures con las que el imperio finalizó la conquista de la península.
Hasta el momento, existían algunos autores que afirmaban que Galicia se había mantenido al margen del conflicto. Y aunque todavía no se puede determinar cuál era la misión del contingente militar que se asentó en Penedo dos Lobos, sí que se conoce que estaba formado por unos mil soldados y que fue ocupado durante un corto período de tiempo.
Los especialistas en arqueología han señalado que más que a un campamento de marcha (construido para descansar durante una o dos jornadas), se correspondería con un campamento estacional, que sirviese durante más tiempo a un contingente con una misión específica que por el momento se desconoce. El campamento fue descubierto por un vecino de la comarca, Rubén F. Lorenzo Pérez, que comunicó al colectivo Romanarmy.eu -que desarrolló toda la campaña arqueológica- la existencia de un recinto de alta montaña de peculiares características.
En la excavación se localizaron restos de una sandalia romana y monedas acuñadas por Publio Carisio, legado del emperador Octavio Augusto durante las guerras cántabro-astures. Todo parece indicar que estas monedas se usaban para pagar a los legionarios que participaban en estas campañas bélicas.


Además, el campamento de Penedo dos Lobos aún conserva las características cuatro puertas que definen estos recintos militares romanos y casi la totalidad del perímetro de la muralla defensiva que -según inciden los expertos es algo poco habitual- está construida en piedra. Los arqueólogos incidieron en el «excelente» estado de conservación de las estructuras que rodean el campamento.
El colectivo de investigación Roman Army reúne a un conjunto de arqueólogos profesionales, investigadores y profesores universitarios de las universidades de Santiago de Compostela, Oviedo, Minho (Portugal) o Leiden (Holanda), entre otras, que estudian la presencia del ejército romano en el noroeste de la península ibérica, poniendo especial énfasis en los episodios de conquista e invasión que terminaron con el dominio romano efectivo en los tiempos del emperador Octavio Augusto.

Un patrimonio en amenaza

El colectivo romanarmy.eu comunicó a la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta de Galicia en febrero de 2017 la existencia del campamento romano. Sin embargo, durante la intervención arqueológica se tuvo conocimiento de que el terreno se encuentra afectado en estos momentos por un plan de repoblación forestal que dañará de manera irreversible este sitio arqueológico de gran relevancia para la historia de Galicia.

Un amplio programa de divulgación

La intervención arqueológica en el Penedo dos Lobos fue retransmitida diariamente a través de Internet por parte del colectivo romanarmy.eu, mediante vídeos en directo y formatos innovadores de comunicación científica. El alcance, sólo a través del perfil de Facebook del colectivo, fue de más de 65.000 personas a lo largo de toda la semana de intervención arqueológica, en la que el público pudo seguir día a día la evolución de la intervención. Así mismo, se realizaron visitas guiadas al sitio tanto con integrantes de los campamentos juveniles de Cabeza de Manzaneda como abiertas al público general, con numerosa presencia de público.

Fuente: lavozdegalicia.es | 29/08/2018

Hallstatt, la mina de sal guardiana de secretos prehistóricos

Explotada durante 7.000 años, la mina de Hallstatt ha producido no solo un suministro constante de sal sino también descubrimientos arqueológicos que atestiguan la existencia de una rica civilización que data de la primera parte del I milenio a.C.

Todas las minas necesitan reforzarse regularmente contra el colapso, y Hallstatt, la mina de sal más antigua del mundo encaramada en los Alpes austríacos, no es una excepción. Pero Hallstatt no es como otras minas.

Explotada durante 7.000 años, la mina ha proporcionado no solo un suministro constante de sal, sino también descubrimientos arqueológicos que atestiguan la existencia de una rica civilización que data de la primera parte del I milenio a.C.

Hasta ahora, se cree que menos del dos por ciento de su red de túneles prehistóricos ha sido explorada, tras la nueva ronda de trabajos de refuerzo, que comenzó este mes, para proteger los logros de las excavaciones, según el arqueólogo jefe Hans Reschreiter (izquierda).
"Como en todas las minas, la montaña ejerce presión sobre los túneles y podrían derrumbarse si no se hace nada al respecto", dijo Reschreiter a la AFP.

Hallstatt fue reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997 y "los trabajos actuales están dirigidos a protegerla para las futuras generaciones", dijo Thomas Stelzer, gobernador del estado de Alta Austria donde se encuentra la mina.
Elevándose sobre un lago natural -hoy día frecuentado por masas de turistas, particularmente de Asia, que vienen a admirar un escenario alpino perfecto-, la mina de Hallstatt se encuentra a más de 800 metros sobre el nivel del mar.

El vasto depósito de sal marina en su interior fue dejado por un mar que cubrió la región hace unos 250 millones de años.


Escaleras de 3.000 años de antigüedad

Uno de los descubrimientos arqueológicos más llamativos fue el de una escalera de madera de ocho metros de longitud que data del año 1100 a.C., la escalera más antigua hallada en Europa.
"Estaba tan bien conservada que pudimos desarmarla y volver a armarla", dijo Reschreiter.
Otros artefactos datan de mucho más atrás. Excavada en 1838, un hacha realizada con un cuerno de ciervo, y que data del 5.000 a.C., demostró que, desde entonces, "los mineros se esforzaban por extraer la sal de aquí", dijo Reschreiter.

A mediados del siglo XIX, las excavaciones revelaron una necrópolis que mostraba la prominencia del sitio durante la Edad del Hierro. Tal civilización se conoce como "Cultura de Hallstatt", asegurando la fama del lugar.

"Miles de cadáveres han sido excavados, y casi todos ostentan adornos de bronce, lo que refleja que eran usados ​​por los más ricos", dijo Reschreiter. "Los restos óseos llevaban marcas del duro trabajo físico realizado desde la infancia, a la vez que muestran signos de una prosperidad inigualable".


Uno de los descubrimientos arqueológicos más llamativos fue el de una escalera de madera de ocho metros de longitud que data del 1100 a.C., la escalera más antigua de este tipo hallada en Europa.

El "oro blanco" no tiene precio

La sal, conocida desde siempre como el "oro blanco", no tenía precio en ese momento. Y la mina de Hallstatt producía hasta una tonelada todos los días, abasteciendo a "la mitad de Europa", dice el investigador, y agrega que "el difícil acceso de su ubicación la convirtió en la más rica del continente y fue una plataforma importante para el comercio en el año 800 a.C.".

Ello queda atestiguado por los mangos de espada hechos de marfil africano y los cuencos mediterráneos de vino encontrados en la misma. Una segunda serie de excavaciones, iniciada por el Museo de Historia Natural de Viena hace unos 60 años, produjo más sorpresas.
En túneles a más de 100 metros por debajo de la superficie, los arqueólogos descubrieron "evidencias únicas" de actividad minera a una escala "industrial" durante la Edad del Bronce, dijo Reschreiter.

Además de revelar estructuras de contención de madera de más de 3.000 años de antigüedad, que se conservaron perfectamente con la sal, la excavación desenterró numerosas herramientas, guantes de cuero, una cuerda del grosor de un puño, así como restos de millones de antorchas de madera.

Herramientas halladas en la mina de Hallstatt.

Continuamente activa

La mina fue explotada por los celtas y durante la época romana, cuando la sal se utilizaba para pagar a las legiones estacionadas a lo largo del río Danubio -de ahí el origen de la palabra "salario"-, y nunca ha dejado de funcionar desde tiempos prehistóricos.
Hoy, unas 40 personas aún trabajan allí, usando agua a alta presión para extraer el equivalente a 250.000 toneladas de sal por año.

"La sal ya no tiene el mismo valor que en la antigüedad, pero algunos de sus nuevos usos, tal como en las industrias farmacéutica y química, siguen siendo altamente rentables", dice Kurt Thomanek, director técnico del proveedor de sal Salinen Austria.
El turismo, vinculado a los descubrimientos arqueológicos, es también "un pilar de nuestras actividades. El año pasado, unas 200.000 personas visitaron la mina de Hallstatt", agrega Thomanek.

Fuente: phys.org | 24 de agosto de 2018

Una investigación sugiere un vínculo entre la extinción de los neandertales y ciclos fríos

En esta foto de 2013 proporcionada por Bogdan Onac, el investigador Vasile Ersek se encuentra en la Cueva de Ascunsa en Rumania. Los científicos dicen que los cambios ancestrales en el clima ayudaron a nuestra especie a reemplazar a los neandertales en Europa. Los investigadores utilizaron datos de esta cueva y otra para documentar dos períodos largos de frío y seco. (Bogdan Onac vía AP).

Durante miles de años, la especie a la que pertenecemos todos, Homo sapiens, coexistió en Europa con otra, Homo neanderthalensis, también inteligente y sofisticada, según han demostrado numerosos estudios en los últimos años. Pero estos parientes, los más cercanos que tuvimos jamás, desaparecieron hace unos 40.000 años de la faz de la Tierra, dejando en nosotros una pequeña parte de su genoma como herencia. Por qué los neandertales no tuvieron éxito es uno de los misterios científicos más fascinantes de la evolución humana. Si eran tan parecidos a nosotros, hasta el punto de que cocinaban, cazaban en grupo, enterraban a sus muertos e incluso pudieron crear arte, ¿qué les llevó a la extinción? ¿Fue la misma causa la que motivó nuestro triunfo como especie?

Son preguntas intrincadas que pretende ayudar a responder un nuevo estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), llevado a cabo por el equipo de Michael Staubwasser (izquierda), de la Universidad de Colonia, Alemania. Los científicos creen que fue la dieta de los neandertales, esencialmente carnívora, la clave de su declive. Los períodos fríos que atravesó el continente durante el Paleolítico diezmaron las piezas de caza en el paisaje estepario, lo que provocó que estos homínidos se quedaran sin su principal fuente de alimento.

La transición de los neandertales a las poblaciones humanas modernas se produjo durante un período de ciclos climáticos fríos recurrentes, en los que, en el valle superior y medio del Danubio, las temperaturas pudieron alcanzar los -2º C como promedio anual, una condiciones insostenibles para una ocupación humana permanente.

Staubwasser y sus colegas examinaron registros paleoclimáticos de estalagmitas en el este de Europa central de hace entre 44.000 y 40.000 años, y compararon los datos con los registros arqueológicos de artefactos creados por los neandertales. Los autores encontraron que las capas arqueológicas desprovistas de herramientas neandertales corresponden a los períodos fríos, a pesar de que sus cuerpos bajos y rechonchos se adaptaban a estos ambientes. Después de esos períodos, Europa experimentó una renovación genética a medida que los humanos modernos se expandieron. Las evidencias científicas sugieren que el último cruce entre miembros de nuestra especie y los neandertales ocurrió de cuatro a seis generaciones antes de que estos últimos fueran borrados del registro arqueológico.

Foto: Cueva de Tăuşoare, de casi 20 km de longitud, en los Cárpatos orientales en Rumania. Los análisis isotópicos de las estalagmitas en la cueva ayudaron a reconstruir el clima frío hace más de 40.000 años en Europa Central. - derstandard.at/2000086164923/Wurde-es-fuer-die-Neandertaler-in-Europa-zu-kalt.

Una dieta limitada

Para los investigadores, la dieta de los neandertales, que era más limitada que la de los humanos en el paisaje estepario, puede explicar su declive durante los períodos fríos. Bajo la presión de un clima cambiante, las fuentes de carne terrestre (grandes mamíferos) de las que dependían principalmente para sobrevivir pudieron haber escaseado. «Esto hizo inviable la estrategia de subsistencia de los neandertales», explica Staubwasser a ABC. Sin embargo, los Homo sapiens no tuvieron tantos problemas, ya que complementaban su dieta con alimentos vegetales, pescado y marisco, lo que les permitió sobrevivir y adaptarse mejor al medio.

«Los neandertales se acomodaron mejor a los bosques, que disminuyeron severamente en las condiciones más secas y frías. De hecho, en realidad, no regresaron a Europa central y occidental hasta que el glacial terminó», señala Staubwasser. En esos lugares, sí accedían a frutas y nueces.
Los autores explican en PNAS que la desaparición de los neandertales no estuvo provocada directamente por nosotros, los Homo sapiens, sino por una mayor vulnerabilidad a los rápidos cambios ambientales y al estrés ecológico en la tundra o la estepa. Independientemente de las causas de su extinción, los neandertales resultan sin duda fascinantes. Hábiles cazadores, capaces de comunicarse, sociales y hasta compasivos, probablemente fueron también los primeros artistas de la humanidad, con una capacidad de pensamiento simbólico y cognitiva que algunos creen muy similares a las nuestras.

Katerina Harvati (izquierda), experta en el hombre de Neandertal de la Universidad de Tuebingen, en Alemania, quien no participó en el estudio, dijo que es útil tener nueva información climática del sureste de Europa, región que se cree atravesó el Homo sapiens para dispersarse por el continente.
Pero añadió que no está claro si el Neandertal desapareció y el Homo sapiens apareció en las épocas que los autores indican, dado que los estudios que ellos citan se apoyan en evidencias limitadas y en ocasiones están abiertos al debate.
Chris Stringer (derecha), del Museo de Historia Natural de Londres, dijo que creía que el documento era un buen ejemplo del impacto de los cambios climáticos en los neandertales, aunque cree que otros factores también estuvieron presentes en su desaparición.

Rick Potts, de la Smithsonian Institution, calificó el estudio como "una nueva mirada refrescante en el reemplazo de especies".

Fuentes: abc.es | foxbaltimore.com | 28 de agosto de 2018

La población infantil del enclave prehistórico de Valencina (Sevilla) no tenía privilegios de nacimiento

Uno de los dólmenes que se conservan en Valencina. / JUAN CARLOS VÁZQUEZ


La primera investigación promovida sobre la población no adulta del asentamiento que durante la Edad del Cobre habría poblado con mayor o menor periodicidad el entorno de Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán (Sevilla) expone que, según los indicios, los individuos de esta antigua cultura no habrían gozado de "altos estatus sociales" por meras razones de nacimiento.

Así queda de manifiesto en el estudio titulado La población no adulta del asentamiento de la Edad del Cobre de Valencina de la Concepción: una aproximación demográfica, contextual y sociológica, un documento que firman los arqueólogos e investigadores Marta Cintas-Peña, Leonardo García Sanjuán, Marta Díaz-Zorita, Ana Mercedes Herrero Corral y Sonia Robles Carrasco.

Este trabajo, recogido por Europa Press, profundiza en el conocimiento del enclave de la Edad del Cobre localizado entre los términos municipales de Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán, donde descansan los dólmenes de La Pastora, Matarrubilla, Ontiveros y de Montelirio, así como otros múltiples megalitos, tumbas y yacimientos relacionados con las comunidades calcolíticas de la zona.

Una investigación previa publicada en la revista Journal of World Prehistory señalaba que, con una extensión de unas 450 hectáreas, el asentamiento calcolítico de Valencina y Castilleja de Guzmán "es de lejos el mayor asentamiento de la Edad del Cobre en toda la Península Ibérica y posiblemente uno de los mayores de Europa occidental en la prehistoria tardía".

Nivel inferior (Fase I) de PP4-Montelirio Estructura 10.071 con tres inhumaciones individuales. Foto: José Peinado Cucarella

Este estudio, además, planteaba la tesis de que este enclave habría tenido una función ritual o ceremonial y no urbana. Según la investigación, el asentamiento calcolítico de Valencina habría sido "un lugar de reuniones, demostraciones competitivas y rituales, con cambiantes ocupaciones ocasionales o estacionales de la zona, más que una "densa ocupación permanente de carácter urbano".

En este contexto, la "aproximación demográfica, contextual y sociológica" a la población infantil y juvenil del asentamiento humano de Valencina y Castilleja de Guzmán "supone el primer acercamiento específico, en términos científicos, a la demografía, condiciones de vida y posiciones sociales de los niños y adolescentes de las comunidades calcolíticas de dicho entorno", según apunta el último estudio.

Para ello, la investigación se basa en restos óseos rescatados en las excavaciones arqueológicas acometidas en la zona y asociados a 39 individuos no adultos, es decir con edades comprendidas hasta los 17 años. Estos restos humanos, localizados en ocho sectores diferentes del antiguo asentamiento calcolítico de Valencina y Castilleja de Guzmán, se remontan a un periodo que abarca desde el año 3.200 a.C., en el caso de los huesos más antiguos, al 2.300 a.C. en el caso de los huesos de menos antigüedad.

A partir de un análisis de los restos óseos de estos 39 individuos infantiles o juveniles, los autores de esta investigación dan cuenta de diferencias entre las prácticas funerarias correspondientes a los adultos y las relativas a los sujetos no adultos. "Todos estos individuos infantiles o juveniles fueron enterrados "o en compañía de adultos o en estructuras donde también había adultos" sepultados, al mismo tiempo que en el entorno de Valencina y Castilleja de Guzmán "hay numerosos contextos en los que sólo hay adultos" enterrados, por el ejemplo el propio dolmen de Montelirio.

Los investigadores ponen de relieve que 30 de los 39 individuos infantiles o juveniles fueron enterrados en "contextos no megalíticos", es decir en "hoyos o cuevas artificiales", y sólo nueve de estos cadáveres fueron localizados dentro de construcciones megalíticas como tal. Por el contrario, en el caso de los restos óseos descubiertos en esta zona arqueológica y atribuidos a población adulta, "58 de los individuos fueron enterrados en estructuras megalíticas frente a 76 hallados en contextos no megalíticos", lo que arroja una clara diferencia proporcional entre los fallecidos de uno u otro sector demográfico enterrados en las preeminentes tumbas megalíticas.

Además, este estudio señala que ninguno de los individuos no adultos descubiertos en los enterramientos calcolíticos de Valencina y Castilleja de Guzmán tenían asociados artículos o efectos funerarios. "En algunos casos, podemos hablar de artículos mortuorios colectivos que podrían haber estado asociados a adultos y también a individuos no adultos, pero en Valencina no hay contextos (funerarios) en los que los cadáveres de sujetos no adultos presenten una clara relación con efectos mortuorios individualizados", expone el estudio, precisando que "sí hay claros ejemplos de individuos adultos correlacionados con ajuares fúnebres personales".
Los autores de esta investigación interpretan que los indicios sugieren la idea de que en las comunidades del asentamiento calcolítico de Valencina y Castilleja de Guzmán "no había individuos que disfrutasen de altos estatus sociales por nacimiento, como parece ser el caso en algunos colectivos de la Edad del Bronce Argárica".

Fuente: diariodesevilla.es | 26 de agosto de 2018