El Cabildo Insular de La Palma inaugura una muestra de cerámica bereber del Rif en el Museo Arqueológico

El Consejero de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo Insular de La Palma, Primitivo Jerónimo Pérez, ha inaugurado hoy en el Museo Arqueológico Benahoarita (MAB) la exposición La cerámica femenina bereber del Rif: Orígenes comunes con los aborígenes de La Palma. La muestra permanecerá abierta en este lugar hasta el 31 de enero de 2019.

Jerónimo destaca y agradece la gran labor de recuperación etnográfica que han llevado a cabo los comisarios y propietarios de la exposición, Jorge Wagner y María José Santos, cuyo trabajo aparece recogido en un valioso catálogo que se puede contemplar y consultar en el propio museo.
La exposición, que se puede visitar de forma gratuita, está constituida por algo más de un centenar de piezas originales realizadas por mujeres bereberes del Rif marroquí tales y como microcerámica, juguetes o vasijas de gran tamaño. Todo el material es original y se expone junto a objetos con los que se elaboraban las piezas (pinceles, cueros para alisar, barro, espátulas de madera, molinos abarquillados y morteros, desgrasantes…).

La muestra está ilustrada con numerosos paneles informativos, fotografías de todo el proceso de elaboración, así como varios audiovisuales, de gran valor etnográfico, en los que se puede apreciar la forma de trabajar de estas alfareras bereberes. Una tradición que, por otra parte, corre grave peligros de desaparición ante el avance de la sociedad moderna.

Dos piezas de la exposición.

Jorge Pais, director del MAB, destaca que entre las vasijas expuestas hay un buen número de piezas realizadas por miembros femeninos de Oulad ben Hamamou, poblado por la tribu haouara, situada en la vertiente sur del macizo del Rif. “Este dato es de sumo interés, por cuanto de este lugar es de dónde pudieron llegar los primeros pobladores de la antigua Benahoare, que dieron nombre a la isla” explica.

Uno de los rasgos más interesantes de la exposición es que todas las piezas están decoradas con una gran variedad de motivos geométricos (triángulos, reticulados y ajedrezados, vegetales, cruciformes, zoomorfos, antropomorfos…) que tienen una enorme carga simbólica directamente relacionada con la fertilidad y fecundidad (agricultura, lluvia, etcétera).

Fuente: eldiario.es | 17 de diciembre de 2018

Descubren tres nuevas tumbas en la necrópolis tardorromana de Chipiona (Cádiz)

Necrópolis tardorromana en Chipiona (Cádiz) - Ayuntamiento de Chipiona

Los arqueólogos han hallado tres nuevas tumbas en las excavaciones que se realizan en la necrópolis de la época tardorromana, de entre los siglos IV al V d.C., localizada junto al santuario de Nuestra Señora de la Regla en Chipiona (Cádiz).

Estas excavaciones se iniciaron este año, después de que se realizaran en la zona, en la Plaza del Humilladero, unos sondeos para comprobar si había alguna necrópolis, como apuntaba cierta documentación del siglo XVII que hablaba del hallazgo en el lugar de lápidas de la época romana.
Hasta el momento los arqueólogos han hallado restos óseos de 31 individuos en más de veinte tumbas. Entre ellos varios niños en ánforas.

Siete de estos enterramientos, entre ellos los tres últimos, han sido hallados durante la ejecución de las zanjas para la cimentación de los muros de la cripta que se construye en el lugar para que esta zona sea visitable, dentro de un proyecto que se denominará Centro Cultural Arqueológico El Humilladero.

Los arqueólogos que trabajan en esta necrópolis creen que se estableció en este lugar porque había en sus cercanías un lugar de culto que, de momento, se desconoce. «Ójala salga en las excavaciones», ha explicado a EFE Jacobo Vázquez, miembro del equipo de la empresa Atlas Arqueología y Patrimonio, que lleva a cabo los trabajos de excavación e investigación.

El Ayuntamiento de Chipiona realiza estas obras dentro de la primera fase de construcción del Centro Cultural Arqueológico El Humilladero con una subvención de la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía.

En una nota de prensa explica que ya hay viabilidad para una segunda fase que, como refrenda el descubrimiento de estas nuevas sepulturas, permitirá rediseñar la cripta que en estos momentos se realiza con fines museográfico.

«Ello dará pie a investigar en otros puntos del entorno, ya que se constata que la zona es un lugar en el que se muestra un interés por asentarse», añade la nota.

Fuente: abc.es | 13 de diciembre de 2018

Hallan restos de otro niño en Las Cuevas (Argentina) del que se supone tiene 5.000 años de antigüedad

Un hallazgo inesperado sorprendió este lunes al equipo de investigadores del Laboratorio de Paleoecología Humana (LPEH) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Cuyo: nuevos restos de un niño aparecieron en el mismo sitio arqueológico en el que fue descubierto en 2015 el “Niño de las Cuevas”.

“Es verdaderamente impactante que en el mismo sitio hayan aparecido dos entierros” a aproximadamente un metro y medio de distancia uno del otro, cuenta la codirectora del equipo arqueológico, Alejandra Gasco.

Los científicos trabajan en el sitio desde el 10 de diciembre, cuando llegaron al lugar a reabrir la excavación de los años anteriores. Primero despejaron el área de vegetación y montaron la cuadrícula para empezar a excavar. A unos días de cerrarla y dar por terminada la campaña, se vieron asombrados por el descubrimiento, que estaba totalmente fuera de sus predicciones.

¿Cómo se produjo el hallazgo? “Estábamos buscando el nivel estéril de la excavación, porque ya nos encontrábamos a la misma profundidad del entierro de 2015, en el que hallamos al otro niño, cuando apareció un rasgo particular: un círculo bien definido que tenía sedimento carbonoso, muy diferente del resto de la planta, que tiene un sedimento arcilloso rojizo. Se pensó en un principio que era parte de una estructura de combustión (un fogón) y se empezó a trabajar de otra manera que en el resto de la cuadrícula de la excavación”, detalló Gasco.

Y continuó: “Se alcanzaron a extraer un par de centímetros con un pincel y aparecieron allí fragmentos de la mandíbula: eso nos dio la pauta de que estábamos ante restos de un infante. Le dimos entonces aviso a la bioantropóloga Paula Novellino (Museo Cornelio Moyano-Conicet), quien nos dio el ‘OK’ para seguir despejando el entierro”.



Con herramientas especiales más finas, menos agresivas, procedieron a despejar el sedimento de los restos óseos para evaluar si el entierro estaba articulado y lograr determinar la posición en la que estaba depositado.

“A diferencia del entierro anterior, que se halló en el mismo sitio, en este sí logramos determinar bien la estructura funeraria, que tiene forma circular de unos 30 centímetros de diámetro, es decir muy pequeña, y que está sobre el sedimento arcilloso rojo, que se considera estéril en términos arqueológicos”, describió la investigadora.
Respecto de la antigüedad del nuevo infante, los investigadores estiman que podría ser contemporáneo del anterior niño, dada la profundidad a la que fue hallado. Además, en función del tamaño del nuevo esqueleto, se supone que sería menor que el primer “Niño de Las Cuevas”.
En estos días, uno de los miembros del equipo del LPEH, Luis Acuña, se concentra en despejar el entierro, mientras que el resto, Sol Zárate, Ines Zonana, Darío Trillas y Agustín Castillo, continúa la excavación para determinar el paquete sedimentario estéril definitivo.

A continuación, el Laboratorio de Paleoecología Humana, dependiente de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN), trasladará los materiales hallados para su inventariado, catalogación y análisis. En función de éstos se determinará la antigüedad, procedencia y alimentación del nuevo infante a través de análisis de radiocarbono y de isótopos estables de carbono y estroncio, tarea que estará a cargo de Ramiro Barberena. Se realizarán también estudios específicos para determinar edad, género y posible causa de muerte, los cuales serán realizados por Paula Novellino y Gabriela Da Peña, del Museo Moyano-Conicet.

En términos generales, a nivel antropológico, se analizarán también las estrategias de subsistencia y los patrones de movilidad del grupo humano que habitaba este ambiente en el pasado. También se estudiarán las interrelaciones entre distintos grupos humanos de un lado y otro de la Cordillera.

El valor patrimonial de los hallazgos arqueológicos

En febrero de 2015, un grupo de arqueólogos del Laboratorio de Paleoecología Humana del Conicet- FCEN-UNCuyo descubrió un esqueleto de un niño, de entre 3 y 5 años de edad, en un valle de la Cordillera de los Andes, a 3.200 msnm, muy cerca del Cerro Aconcagua. El sitio de donde proviene el entierro se ubica en la Villa de Las Cuevas, en el noroeste de la provincia de Mendoza (Argentina), casi en el límite argentino-chileno.

Este proyecto de investigación arqueológica y paleoambiental, avalado por el Conicet, la UNCuyo y la Agencia Nacional de Promoción y Tecnológica de Argentina, se ha abocado a estudiar la transición que se dio en el proceso de poblamiento humano de la región desde economías cazadoras-recolectoras a agropastoriles y la forma en afectó a estas últimas el contacto con sociedades estatales.


El antropólogo Víctor Durán, director del proyecto de investigación y del LPEH, rememoró que el "hallazgo de 2015 tuvo gran impacto a nivel mediático, y también en el ámbito de la investigación. Teniendo en cuenta la fecha que nos dio el estudio del entierro podemos asociar a este niño a un grupo de cazadores/recolectores. Los habitantes de la zona vivían de estas actividades. En aquel momento, el del hallazgo, nosotros teníamos una hipótesis: que esta gente, como todo cazador/recolector debe desplazarse en el territorio, porque van detrás de las presas, que en este caso es muy probable hayan sido guanacos, que habitan tanto en montaña alta como en montaña media, así como en los valles”.

Hasta el inicio de estos estudios solo se contaba con información arqueológica referida al período de dominación incaica (especialmente sobre un sacrificio de un niño que se depositó en un santuario de altura ubicado en el Aconcagua). Encontrar un esqueleto no era algo esperado por el grupo, ya que se habían descubierto muy pocos restos óseos humanos en ambientes de altura.

También causó sorpresa el resultado del fechado radiocarbónico que se hizo sobre un fragmento de uno de sus huesos mediante AMS. La fecha obtenida da a este individuo una antigüedad de 5.750 años. Es el más antiguo de la provincia de Mendoza y corresponde a un período en el cual las condiciones climáticas eran más favorables a las actuales (un poco más cálidas y húmedas) en la cordillera de acuerdo con estudios polínicos.

La información arqueológica regional permite proponer que la sociedad de la que provino este individuo tenía una economía cazadora-recolectora y una organización social de tipo banda. Seguramente se trataba de grupos pequeños (de entre 30 y 50 personas) que se movilizaban a lo largo del año, desde tierras bajas a tierras altas y viceversa, para obtener la carne de animales que cazaban (especialmente guanacos -Lama guanicoe-) y vegetales que recolectaban.
“Al haberse encontrado este entierro infantil puede asegurarse que era el grupo familiar completo el que se desplazaba (hombres, mujeres y niños) y que es probable que el valle de cordillera donde se lo dejó haya sido parte de un territorio mayor, un espacio de ocupación estacional al que se volvía en forma recurrente”, señaló Durán.

Saber ahora de dónde provenían estos antiguos montañeses y precisar aspectos de sus modos de vida es uno de los desafíos mayores del grupo de investigación. Este nuevo hallazgo permitirá ampliar los estudios en curso que han puesto a la localidad de Las Cuevas en una posición de gran importancia dentro de la Arqueología de la provincia y el país.

Comunicación pública de la ciencia

La investigación arqueológica se realizó en el marco de la 22ª Convocatoria de Proyectos de Extensión Universitaria y Vinculación Comunitaria: Universidad, Estado y Nación del Ministerio de Educación de la Nación y la Secretaría de Políticas Universitarias, para la cual el equipo del LPEH-FCEN presentó un proyecto que apuntaba a la puesta en valor de los recursos patrimoniales en la Villa de Las Cuevas. De ese modo, se montó, el 10 de diciembre, una exposición arqueológica temporal llamada “Patrimonio en Ambiente de Altura: cuevas, rutas y villas”.

En la muestra, que se articuló con un ciclo de charlas-taller, trabajó un equipo pluridisciplinario integrado por miembros de la Subsecretaría de Comunicación de la FCEN, la museóloga y antropóloga Laura Piazze, la historiadora Oriana Pelagatti, el especialista en turismo Diego Navarro y los arqueólogos Alejandra Gasco y Víctor Durán, quienes trabajaron en conjunto con estudiantes de Historia y Arqueología de la UNCuyo. El equipo recibió también apoyo del geólogo Diego Winocur, de la Universidad de Buenos Aires. En esta exposición se utilizó cartelería preexistente elaborada por Diana Aloia y Benjamín Bender.

Fuente: losandes.com.ar | 18 de diciembre de 2018

El Museo Arqueológico Regional de Madrid viaja a África para mostrar los orígenes de la humanidad

La frase “el saber no ocupa lugar”, generalmente la escuchamos referida a que nuestro cerebro es capaz de enriquecerse con miles de conocimientos que podemos absorber como esponjas para enriquecernos personalmente.

Pero también se puede aplicar a las exposiciones como la que nos trae en esta ocasión el Museo Arqueológico Regional de Madrid. Tan solo una vitrina de unos metros de larga, pero que condensa el resultado de los descubrimientos en uno de los yacimientos más ricos del planeta en estos momentos, y cuyos trabajos han ayudado a desvelar algunos secretos que han revolucionado recientemente a la comunidad científica.

El MAR, o Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid, te presenta por tanto la exposición En África hace 1,7 millones de años: el origen del Achelense que presenta los hallazgos de los yacimientos de Olduvai Gorge en Tanzania, donde un equipo español ha tomado el relevo de los grandes investigadores sobre el origen de la humanidad en África.

La pieza central es un gran bifaz de basalto, cuya imagen puedes apreciar más abajo, un prodigo técnico de enormes proporciones y bellísima factura. Junto a los ejemplares de Konso (Etiopía) y Kokiselei (Kenia), el bifaz presentado, datado hace 1,7 millones de años, supone un hito fundamental en el surgimiento de conceptos plenamente humanos, como la simetría, infiriéndose un significado neuroestético más allá de lo meramente funcional.

Se muestran, además, materiales originales nunca antes expuestos procedentes de una zona, la garganta de Olduvai, considerada el más privilegiado solar para el estudio de la hominización y que acompañaban al bifaz en su descubrimiento.

Un yacimiento singular

Se trata de un yacimiento que ha ofrecido importante información sobre el surgimiento de uno de los más sorprendentes y exitosos avances técnicos de la Humanidad: el Achelense, un complejo cultural caracterizado por la elaboración de grandes instrumentos de piedra, como las hachas de mano (bifaces).

El Achelense, originario de África, se extendió por el Viejo Mundo perdurando como principal manifestación de la cultura material humana durante casi un millón y medio de años.
Se muestran, además, materiales originales nunca antes expuestos procedentes de una zona, la garganta de Olduvai, considerada el más privilegiado solar para el estudio de la hominización y que acompañaban al bifaz en su descubrimiento.

Aunque explorado ya a principios del siglo pasado, fueron los trabajos de Louis y Mary Leakey a mediados del siglo XX los que colocaron en el mapa a este singular rincón del Rift africano, cuna de especies tan relevantes como el Paranthropus boisei y el Homo habilis.

Desde hace algunos años, un equipo científico español integrado en el T.O.P.P. (The Olduvai Paleonthropology and Paleoecology Project), bajo la Dirección de Manuel Domínguez Rodrigo, Audax Mabulla y Enrique Baquedano, viene excavando en el yacimiento de FLK West (Tanzania). Fruto de estos años de investigación ha sido la creación del Instituto de Evolución en África (IDEA), dirigido por el Dr. Manuel Domínguez y el Dr. Enrique Baquedano y que tiene su sede en Madrid.



‘En África hace 1,7 millones de años: el origen del Achelense’ se encuentra englobada dentro de la línea de exposiciones de pequeño formato inauguradas por el Museo Arqueológico Regional en 2014, bajo el título general ‘El Presente de la arqueología madrileña’. De este modo, se pretende dar a conocer aspectos puntuales, pero muy relevantes, de la investigación arqueológica en la Comunidad de Madrid o por equipos de nuestra región en el extranjero.

Esta muestra es la cuarta de esta serie, que arrancó con el descubrimiento de una nueva especie, ‘Haploidocerus Mediterraneus. Una nueva especie de ciervo en el Pleistoceno ibérico’, y continuó con ‘Esperando tiempos mejores. Las ocultaciones tardorromanas del siglo V d.C. en Cubas de la Sagra’. La exposición toma el relevo de ‘Colonos de la Primera Edad de Hierro en Madrid: las longhouses de Las Camas (Villaverde Bajo, Madrid)’.



Inauguración

El viceconsejero de Cultura, Turismo y Deportes, Alvaro Bailarín, junto con el director del MAR, Enrique Baquedano, acompañados por Manuel Domínguez, codirector de la excavaciones y José Vicente Saz, rector de la Universidad de Alcalá, han participado en la inauguración de la muestra, comisariada por Fernando Diez, miembro del equipo de científicos españoles en Olduvai.


Fuente: dream-alcala.com | 17 de diciembre de 2018

Descubren en Azerbaijan un asombroso "juego de mesa" pétreo de hace 4.000 años

Un patrón distintivo de marcas en el suelo rocoso de un antiguo refugio en Azerbaiyán son los restos de uno de los juegos más antiguos del mundo. Se cree que se remonta a 4.000 años y se parecería al 'backgammon' de hoy en día. Crédito: Walter Crist / Parque Nacional Gobustan.

Los juegos de mesa son mucho más antiguos de lo que podría parecer y, de hecho, recientemente se ha descubierto un ‘tablero’ grabado en el suelo de una cueva en Azerbaijan de lo que se conoce como el ‘juego de los 58 agujeros’, según reveló la publicación Live Science.

El arqueólogo Walter Crist, investigador asociado del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, cree que ha encontrado uno de los ejemplos más antiguos del juego escondido entre las paredes de una cueva en el suroeste de Azerbaiyán.

Crist presentó sus hallazgos en la reunión anual en las Escuelas Americanas de Investigación Oriental el mes pasado. “No tengo dudas en mi mente …, es muy regular en la forma en que se presenta”, dijo a Live Science , refiriéndose a las marcas distintivas grabadas en la pared de la cueva.
“Son dos filas en el centro y los agujeros que se arquean alrededor del exterior, y siempre son los agujeros quinto, décimo, decimoquinto y vigésimo (5,10,15 y 20) los que están marcados de alguna manera”, explicó.

“Y el agujero en la parte superior es un poco más grande que los otros, y eso suele ser lo que la gente considera como el objetivo o el punto final del juego”.

Los arqueólogos han encontrado más de 70 ejemplos del antiguo juego de mesa esparcido por Egiptp y el Oriente Próximo, pero a pesar de su estilo increíblemente reconocible, todavía no saben cómo se jugaba. Algunos piensan que era una forma arcaica de 'backgammon' (derecha) o 'cribbage', con oponentes que usan contadores hechos a mano de palos o piedras para competir entre sí alrededor del tablero.
Otros sospechan que también se usó en la adivinación o las ceremonias funerarias, con el movimiento de las fichas (determinado por un dado o un bastón) interpretado como un signo de voluntad divina. Sin embargo, no se ha encontrado ni un dado ni un bastón de lanzamiento junto a ningún conjunto de juegos todavía.
Los arqueólogos han datado el sitio en el año 2.000 a.C., lo que podría convertirlo en uno de los ejemplos más antiguos del juego en el mundo. En este momento, la región estaba habitada por pastores de ganado nómadas.
Los arqueólogos dicen que el refugio rocoso, junto con su antiguo tablero de juego, fueron utilizados por los pastores de ganado nómadas durante la Edad del Bronce hace unos 4.000 años. Crédito: Walter Crist / Parque Nacional Gobustan.

“En la actualidad, el juego de mesa más antiguo es de Egipto, pero no lo es por mucho. Podría ser porque no lo hemos encontrado en otro lugar más antiguo. No obstante, parece que el juego se extendió muy rápidamente en todo el antiguo Medio Oriente, incluidos Egipto, Mesopotamia y Anatolia”.


Juego Perros y Chacales encontrado por Howard Carter / Wikimedia Commons

Además de proporcionar algún tipo de entretenimiento después de un largo día de pastoreo de ganado (o en el caso de los faraones, de gobierno), Crist argumenta que "el juego era una herramienta para la interacción”, un poco como el lenguaje.
“Dejar piedras en espacios en blanco en el suelo no tiene un efecto real en tu vida diaria, excepto por el hecho de que te ayuda a interactuar con otra persona”, argumenta.

Otro tablero, en el Oriental Institute Museum de la Universidad de Chicago / foto Daderot en Wikimedia Commons

Fuente: bles.com| 12 de diciembre de 2018

Hallan en Ucrania dos piedras con forma de cabeza de serpiente, de 8.300 años de antigüedad, que revelan posibles ceremonias rituales

La cabeza de serpiente lítica más ‘moderna’ de las dos encontradas. (N. Kotova)

Lo que podría pasar como dos piedras de formas extrañas es, en realidad, el trabajo de artesanos de la Edad de Piedra que esculpieron las mismas como cabezas de serpientes con ojos en forma de abalorios, según informa un equipo de arqueólogos.

Es un misterio saber por qué esta a antigua gente, que vivió en lo que actualmente es Ucrania, conformó tales piedras como cabezas de serpientes, pero los investigadores tienen una buena suposición:

"Estas esculturas podrían tener un propósito ritual", dice la investigadora principal del estudio, Nadiia Kotova, arqueóloga del Departamento de la Edad del Cobre y del Bronce en el Instituto de Arqueología de la Academia Nacional de Ciencias (NAS) de Ucrania. "Probablemente fueron utilizadas durante la celebración de ceremonias rituales".


Kamyana Mohyla I (flecha) y el montículo de piedra Kamyana Mohyla, vista desde el sur (fotografía aérea de S. Radchenko).

Kotova y su equipo encontraron dichas piedras en 2016, durante una excavación en Kamyana Mohyla I, un enclave arqueológico cerca de la ciudad de Terpinnya, Ucrania. Ambas piedras, aunque con una antigüedad diferente, se hallaron cerca de huesos y pedernales del mismo período: el Mesolítico, que es la Edad de Piedra que media entre el Paleolítico Superior y el Neolítico. Había muchas piedras areniscas en el yacimiento, pero "estas dos tenían una forma bastante extraña, así que decidimos mirarlas más de cerca", dijo Kotova a Live Science en un correo electrónico.
La figurilla "más antigua" se encontró cerca de un lugar donde se hacía fuego, junto con pilas de conchas y herramientas de pedernal. Al analizar la materia orgánica empleada en el fuego, los arqueólogos pudieron datar mediante radiocarbono la cabeza de serpiente de arenisca amarilla entre 8300 a.C. y 7.500 a.C.

La estatuilla más antigua de las dos. (N. Kotova)

Esta cabeza de serpiente es pequeña, mide solo 13 por 6.8 centímetros y pesa casi 1,215 gramos, y tiene una forma triangular con un fondo plano. "Dos ojos rómbicos fueron tallados en la superficie superior junto a dos protuberancias", escriben los investigadores en el trabajo de investigación. "Una línea ancha y larga representa la boca".

Lamentablemente, la cabeza de serpiente lítica fue "dañada en la 'nariz' durante la excavación", describen los investigadores en el estudio.

La serpiente de piedra "más joven" también se encontró en un lugar de fuego y se remonta a aproximadamente 7400 a.C. Mide aproximadamente 8,5 por 5,8 centímetros y pesa poco menos de 428 gramos, lo que significa que puede caber cómodamente en la mano de una persona, afirma Kotova.

"La piedra más pequeña tiene una forma aplanada y redondeada y lo que se llama 'cuello'", especifica Kotova. "Tiene dos huellas profundas, probablemente reflejando los ojos de la criatura. También tiene una especie de nariz".

Los dos hallazgos representan las únicas piedras con forma de cabeza de serpiente conocidas en Kamyana Mohyla I. Sin embargo, los científicos descubrieron, muy cerca del lugar donde se hizo el hallazgo, una escultura lítica con forma de pez.

La piedra similar a un pez que se encontró en el montículo de Kamyana Mohyla.Crédito: Kotova N., et al., Antiquity 2018; Imagen cortesía de B. Mykhailov.

Los arqueólogos no saben mucho acerca de los individuos que hicieron semejantes esculturas, excepto que vivían en la estepa de la región noroeste del Mar de Azov. "Realizaron herramientas de silex y de huesos, y cazaban con arcos y flechas con puntas de pedernal", dijo Kotova. "Era una sociedad de cazadores-recolectores y, desafortunadamente, todavía no sabemos mucho sobre sus tradiciones culturales".

El estudio fue publicado en la revista Antiquity.
Fuente: livescience.com | 12 de diciembre de 2018