Lucus Asturum tuvo una «evidente» relación comercial con Lucus Augusti

Últimas excavaciones realizadas en el asentamiento de Lucus Asturum. / IMANOL RIMADA.

Lucus Asturum comienza, poco a poco, a desvelar sus secretos. Ayer la Casa de Cultura de Lugo acogió la charla 'Retomando la investigación de Lucus Asturum. Trabajos más recientes'.
Esperanza Martín, arqueóloga responsable del equipo que realizó los últimos trabajos sobre el terreno explicó que «lo que habíamos propuesto como una aproximación cronológica tiene un refrendo claro en los materiales», y adelantó que la labor de limpieza de piezas como las monedas halladas en el enclave permiten tener «las fechas más centradas».

Apuntó, en este sentido que, por ejemplo, la cerámica de una zona como la de cloacas se extrajo con mucho sedimento. Una vez liberado del mismo «se ve claro de dónde proceden». Entre los hallazgos más interesantes fruto de la investigación, la arqueóloga citó que, de manera «evidente», el asentamiento «tenía comercio claro con Lucus Augusti».


La responsable del equipo que trabajó en la zona durante los meses de septiembre y octubre del pasado año indicó que existen monedas que prueban que las termas del enclave aún existían y funcionaban en el 350 después de Cristo.

Continuar el trabajo

La arqueóloga considera que «es imprescindible continuar con los trabajos de investigación». «Para su exposición y para dar algo más va a requerir más excavaciones, seamos nosotros o no», dijo. «El enclave requiere más intervenciones, tanto si lo quieres visualizar como enseñar y dar datos exactos». Y es que «con una excavación de un mes o dos hemos sacado toda esta información... imagina con más tiempo».

Considera que Lucus Asturum se diferencia de otros asentamientos de la región, caso de Veranes, por su tamaño y porque se enfrenta al «expolio secular». «A Lucus Asturum ha llegado gente en los últimos 2.000 años a llevarse piedras». «Cuando un enclave está abandonado no sabemos hasta qué punto está intervenido por la mala mano del hombre», añadió la arqueóloga durante su intervención.

Fuente: elcomercio.es | 27 de marzo de 2019

El Museo de Prehistoria de Valencia presenta ‘Galaicos. Un pueblo entre dos mundos’

Imagen de la exposición ‘Galaicos’ (Foto-Abulaila).

El Museo de Prehistoria de Valencia ha presentado ‘Galaicos. Un pueblo entre dos mundos’, la nueva exposición temporal que se podrá visitar en las dependencias del museo, en el Centro Cultural La Beneficencia, hasta el próximo 1 de septiembre.

La muestra, comisariada por Antoni Nicolau y Rafael M. Rodríguez para el Servicio de Turismo-Rías Bajas de la Diputación de Pontevedra, llega a Valencia después de pasar por el Museo Arqueológico Nacional y pretende poner en valor la cultura galaica, desde la Edad de Bronce Final hasta el siglo VI, mediante una selección de más de 60 objetos arqueológicos, fotografías, ilustraciones y audiovisuales.

La exposición, con una clara voluntad divulgativa y didáctica, parte de la tesis que el noroeste peninsular era una región que se integraba en los circuitos comerciales de la época, que se abrían y expandían desde el Mediterráneo, convirtiéndola en un lugar de confluencia de las tradiciones culturales de dos mundos, el Mediterráneo y el Atlántico.

En la presentación ha participado el presidente de la Diputació de València, Toni Gaspar; la diputada de Cohesión Social de la Diputación Provincial de Pontevedra, Digna Rosa Rivas Gómez; la directora del Museo de Prehistoria, María Jesús de Pedro; y los comisarios de la muestra, Antoni Nicolau y Rafael M. Rodríguez, que ha sido el encargado de ofrecer a los y las presentes una visita guiada por la exposición.

María Jesús de Pedro, directora del Museo de Prehistoria, ha destacado que “esta exposición es el fruto de la colaboración de dos instituciones que trabajan constantemente en la promoción de su patrimonio cultural y arqueológico”. Además, ha remarcado que ‘Galaicos. Un pueblo entre dos mundos’ mantiene “un discurso muy claro y didáctico con la clara vocación de dar a conocer el noroeste peninsular y la cultura galaica”. De Pedro se ha mostrado orgullosa de poder acoger esta exposición temporal y ha agradecido al personal de ambas instituciones el trabajo realizado.

Por su parte, el presidente de la Diputació de Valencia, Toni Gaspar, ha agradecido la voluntad de la Diputación Provincial de Pontevedra de “compartir con los valencianos y las valencianas una parte de su legado y su historia, de manera que se pueda comprobar que ambos territorios compartes mucho más de lo que los separa”. Digna Rosa Rivas, diputada de Cohesión Social de la Diputación de Pontevedra ha afirmado que “es un placer estar en este museo que es una joya y en Valencia y el Mediterráneo, un referente en cuanto a cultura y patrimonio”. Rivas ha destacado que el objetivo de esta muestra es “visibilizar nuestro patrimonio cultural y dar a conocer nuestra historia y nuestros orígenes”.

Antoni Nicolau, comisario de la exposición, ha reseñado que el Museo de Prehistoria de Valencia “es uno de los museos más importantes de España y de Europa, por sus colecciones, por su equipo, por sus investigaciones y por sus proyectos”. En referencia a la muestra, Nicolau ha afirmado que “pretende hacer ver que el noroeste peninsular no estaba aislado, que desde la Edad de Bronce Final comienzan a aparecer elementos de contacto entre la cultura mediterránea y el noroeste peninsular y todo esto lo sabemos gracias al trabajo de investigación, un compromiso que hermana a estas dos instituciones”.

Un espacio de confluencia entre el mundo atlántico y el mediterráneo

La historiografía arqueológica actual ha documentado que, ya desde el Bronce Final, el noroeste peninsular, especialmente la zona de las Rías Bajas, estuvo integrada en los circuitos de intercambio de largo recorrido. La fachada atlántica funciona bajo la misma tradición hasta el tránsito entre el segundo y el primer milenio antes de Cristo, bajo la expansión fenicia por todo el Mediterráneo. El comercio y contacto comenzaran a ser fluidos en el siglo V a. C., cuando el Atlántico se abre al Mediterráneo, intensificándose después del final de la Segunda Guerra Púnica, cuando se convierte en una tierra conocida por su riqueza de recursos, especialmente mineros, provocando el interés de Roma. La conquista de Roma conllevará una reestructuración social, económica y territorial que transformará Gallaecia para siempre. Esta región alejada irá evolucionando hasta convertirse en un gran espacio dinámico de donde surgirán un buen número de personajes de importancia política, cultural o religiosa.

La exposición se plantea como un viaje que mantiene el noroeste peninsular entre dos mundos, la cultura atlántica y la cultura mediterránea. La muestra se articula en cinco ámbitos cronológicos: ‘¿Campesinos y guerreros? Edad de Bronce Final (1500-800 a. C.)’; ‘Poblados fortificados de la Primera Edad de Hierro (800-400 a. C.)’; ‘El Atlántico se abre al Mediterráneo (400-19 a. C.)’; ‘En la esfera de Roma: Gallaecia (siglos I-III)’; y ‘La provincia de Gallaecia (finales del siglo IV-siglo VI)’. A lo largo de estos diferentes ámbitos, los y las visitantes obtendrán una visión de la evolución y la transformación social y cultural de las comunidades galaicas, con la caracterización y la evolución de las unidades domésticas como hilo conductor.

Fuente: comarcalcv.com | 27 de marzo de 2019

El retrato romano del Museo de Navarra es del emperador Augusto divinizado

El retrato del emperador Augusto divinizado - Luis Romero/ Javier Andreu

A Luis Romero siempre le había intrigado el retrato romano que se exhibe en una vitrina de la sala II del Museo de Navarra. Había algo en esta pieza de mármol blanco hallada en las excavaciones de Cara (Santacara) que desde el principio captó la curiosidad de este investigador de la Universidad de Navarra. Se creía que representaba a un personaje de la época de Julio Claudio, pero los retratos de este periodo eran muy parecidos -eran todos familia, al estar casados entre ellos de forma endogámica-, y este rostro desenterrado en 1974 no se había logrado identificar. Hasta ahora. El estudio realizado por este doctorando junto con el profesor Javier Andreu, director de su tesis, ha constatado que se trata del retrato del emperador Augusto divinizado más septentrional hallado en la Península.

La disposición de los mechones de pelo que caen sobre la frente fue la clave que permitió a Romero reconocer a Augusto en este fragmento inventariado con el número 1498. Debió de formar parte de una estatua de cuerpo entero del tipo Prima Porta, como se conoce a las imágenes del emperador vestido con atuendo militar similares a la encontrada en esta zona de Roma. «Fue un modelo de estatuas que surgió en Roma y se difundió por todo el imperio», explica este investigador que, al analizar con detenimiento la pieza, descubrió entre los mechones dos pequeñas hendiduras en la parte derecha del cráneo y un rebaje en la parte central. Señal de que «la estatua llevaba una corona».

El retrato, en la vitrina del Museo de Navarra - Javier Andreu

«Se conservan las huellas para el anclaje de una corona en material metálico que creemos que era de bronce», relata Romero. Sospecha que era una corona «cívica», con hojas de roble, aunque no descarta que fuera triumphalis. En todo caso, no estaba realizada en el mismo bloque de mármol, como suele ser habitual.

«Existen 17 copias de retratos de Augusto en España y hasta ahora solo dos de ellas que llevaran corona de bronce: la de Tarraco (Tarragona) y la de Torreparedones, en Córdoba. La de Cara es la tercera descubierta con corona y la hallada más al norte», detalla este doctorando que data este retrato póstumo de Augusto en época tiberio-claudiana, decenios después de su muerte, cuando se muestra al emperador como un dios.

«Falta por hacer una analítica del mármol blanco para saber de dónde procede, pero probablemente fuera importado y esculpido en un taller local de época relativamente temprana (en los años 70 del siglo I d.C.)», añade el profesor Andreu, director del Diploma en Arqueología de la Facultad de Filosofía y Letras de la U....
El estudio de estos investigadores viene a confirmar la hipótesis de la arqueóloga María Ángeles Mezquíriz, que ya apuntó en 1974 que la estatua debía de formar parte del sacellum junto al que se encontró, un pequeño recinto o templete que estaría dedicado al culto imperial.

Luis Romero y Javier Andreu, junto a Mercedes Jover, del Museo de Navarra - Gobierno de Navarra.

Culto a Augusto en territorio vascón

Esto demuestra, a juicio de Andreu, que la ciudad romana de Cara, como Los Bañales (en Uncastillo, Zaragoza), también en territorio vascón, «estaba muy bien conectada con los programas oficiales de Roma». Eran «auténticas urbes romanas, que prestaban lealtad al emperador con un culto muy instaurado».

«El gran boom urbanístico en el Valle del Ebro fue en época de Augusto, el gran globalizador del culto imperial», subraya el profesor, que espera que próximas investigaciones puedan revelar qué ocurrió en ese periodo para que ese modelo de ciudad se hiciera irresistible a las poblaciones vecinas.
«Los nuevos hallazgos en torno a esta pieza nos pueden aportar datos muy importantes sobre los orígenes del culto imperial en las ciudades de los Vascones», sostiene.

Romero, por su parte, no oculta su «orgullo» por haber podido identificar a Augusto con este estudio que presentará junto a Andreu en la Reunión de Escultura de Yecla, en Murcia, el próximo 28 de marzo. Su aportación ha sido valorada muy positivamente por el Museo de Navarra, al añadir importancia a una pieza de su colección y situarla en su verdadero contexto histórico respecto a la Romanización de los territorios septentrionales de la Península Ibérica. Desde la institución informan que el retrato, ahora identificado como Augusto divinizado, cambiará próximamente su cartela y se integrará en el proyecto de actualización de las salas de romanización que el Museo de Navarra está desarrollando para 2020.

Fuente: abc.es | 27 de marzo de 2019

Una exposición muestra los vestigios arqueológicos hallados en Valdemoro (Madrid)

La muestra recoge algunos de los típicos vasos campaniformes hallados en la zona centro peninsular / Ayuntamiento de Valdemoro.

Una exposición titulada 'Antes de Vallem Maurii' muestra en el centro cultural Juan Prado de Valdemoro los vestigios arqueológicos hallados en el municipio en los últimos años y que remontan a las primeras poblaciones en la zona a la época de la Edad del Bronce.

Hasta el 27 de abril la muestra recorre la evolución histórica de Valdemoro a través de los estudios realizados en la zona y presentados por la empresa de consultoría en patrimonio histórico Gabark 2013 junto con el Ayuntamiento y el colectivo Espartal-Ecologistas en Acción, encargado de difundir la riqueza medioambiental de la localidad.

El título de la exposición, Vallem Mauri, hace referencia al primer nombre del municipio del que se tiene constancia escrita, si bien no se han hallado más documentos sobre esta zona pero sí indicios arqueológicos sobre sus primeros pobladores.

Excavaciones arquelógicas en el muncipio de Valdemoro.

En la muestra destacan fragmentos cerámicos y vasos campaniformes hallados en las excavaciones de la Ermita de Santiago, dirigidas por los arqueólogos Pilar Oñate y Juan Sanguino, además de otros restos históricos de la Edad del Hierro y la época romana provenientes de zonas como el Arroyo de la Cañada o El Caracol, pertenecientes al Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid.
Además de los restos históricos, la exposición repasa las plantas de interés botánico presentes en estos parajes naturales, además de importantes especies de anfibios y fauna invertebrada catalogada por Ecologistas en Acción.

El alcalde, Serafín Faraldos, ha señalado que "la muestra permite conocer de forma novedosa los vestigios arqueológicos de nuestros antecesores en la población del municipio", al tiempo que considera que la recuperación de zonas como la villa romana encontrada en la Ermita de Santiago es una de las asignaturas pendientes de la localidad.

Hallan seis tumbas romanas durante la excavación de un solar en Palencia

Halladas siete tumbas romanas en una obra en Los Tres Pasos - Foto: Áscar Navarro

Al menos siete tumbas de origen romano, datadas entre los siglos III al V d.C. han sido localizadas durante las obras de construcción de una vivienda unifamiliar situada en un solar de la zona conocida como Los Tres Pasos, concretamente junto al colegio de Nuestra Señora de La Providencia, según informaron a Diario Palentino expertos en arqueología y según pudo comprobar este periódico en el mismo lugar del hallazgo.

Tres de las tumbas permanecían en la tarde de ayer tapadas con un toldo negro, mientras que el resto eran visibles para los numerosos curiosos que se acercaron hasta el lugar. Según los expertos consultados por este periódico son tumbas de inhumación de época romana, pero más tardías, concretamente fechadas entre los siglos III y V d.C. Están realizadas con tégulas y suelen ser de terracota, planas, rectangulares o trapezoidales, con dos pestañas o rebordes a lo largo de los lados mayores. Técnicamente se denominan a la capuccina y recogían habitualmente las cenizas de los difuntos. Según la información aportada a Diario Palentino no son las primeras tumbas halladas en este lugar puesto que durante las obras de construcción de la pasarela sobre la línea férrea de Los Tres Pasos otros dos enterramientos de similares características también salieron a la luz.

Trabajos arqueológicos en la zona de los Tres Pasos / Radio Palencia

No obstante, el conjunto descubierto podría pertenecer a la denominada científicamente como necrópolis de Eras del Bosque, un yacimiento con materiales de tradición indígena y plenamente romanos, situado en la ciudad, concretamente en la zona norte-este.

Las primeras noticias de materiales se sitúan entre los años1860 y 1864 debido al desarrollo de las obras del ferrocarril (Mariano del Amo 1992: 173) según la documentación de Francisco Simón Nieto y Becerro de Bengoa. Se trata de una necrópolis que posteriormente va ampliándose en una franja al este y noreste del recinto antiguo, entre la desaparecida muralla y la vía férrea, cuyos límites norte y sur estaría, respectivamente, en las inmediaciones del cementerio viejo y la estación de pequeña velocidad. Sus enterramientos corresponderían a una zona plenamente romanizada, como demuestran las inhumaciones en sepulcros con cubierta a modo de bisel, y también rito de incineración. La última parte de la necrópolis sería la de Eras del Bosque, propiamente dicha.


Los límites de tal recinto los marcan el camino de hierro, cuya exploración dio lugar al hallazgo de numerosas lápidas sepulcrales, cipos y estelas, con muchos otros objetos que se dispersaron en manos de los anticuarios. Los enterramientos, por su parte, se disponían alineados, separados entre ellos un metro, metro y medio. Estas tumbas tenían un pequeño túmulo cubierto con piedras. (Mariano del Amo 1992: 179).

Por lo demás, lo más probable es que el Servicio de Arqueología de la Junta inicie las investigaciones pertinentes para determinar el valor arqueológico del hallazgo. Dichas investigaciones se suelen llevar a cabo a través de catas y excavaciones y posteriormente, se determinará, una vez catalogados, si se conservan en el mismo lugar donde han sido localizados o se recogen y se llevan a dependencias especializadas.

Fuente: diariopalentino.es | EFE | 28 de marzo de 2019

La cueva de la Garma se confirma como el asentamiento humano más antiguo de Cantabria

Imagen de archivo de las excavaciones en La Garma. / JAVIER COTERA.

El equipo que trabaja en la zona arqueológica de La Garma ha encontrado en esta cueva las evidencias más antiguas de la presencia humana en la región. El hallazgo se ha producido en el exterior de La Garma A -una de las diez cuevas documentadas hasta ahora en la colina de Omoño-, donde ya en la campaña de 2018 se presentó el descubrimiento más importante, el de un depósito arqueológico correspondiente a ocupaciones de una especie humana más arcaica que la nuestra e, incluso, que el Hombre de Neandertal, probablemente el Homo Heidelbergensis, que es la especie representada en la famosa Sima de los Huesos de Atapuerca.

Las dataciones obtenidas por diversos métodos (series de Uranio, OSL, racemización de aminoácidos) parecen indicar que este yacimiento se ocupó hace cerca de 400.000 años, lo que lo sitúa en la más antigua evidencia de la presencia humana en Cantabria, de las más arcaicas de toda la cornisa y de las pocas pruebas del Homo Heidelbergensis que existen en Europa. La antigüedad de estos vestigios solo está superada por los que han conseguido datar en la cueva de Lezetxiki (Guipúzcoa), de 600.000 años.

De momento, no han aparecido restos humanos, pero «no se descartan, ya que todavía queda por excavar entre metro y medio y dos metros en esta zona», según el director de la excavación y responsable del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (Mupac), Roberto Ontañón (izquierda).

Lo que se ha descubierto era el lugar que estos individuos utilizaban para vivir. Eran grupos pequeños, de entre 20 y 40 miembros emparentados. En el yacimiento se han encontrado abundantes restos de los animales procesados por aquellas poblaciones (incluyendo el elefante extinguido Palaeoloxodon antiquus) y de las herramientas de piedra que utilizaban, entre las que destacan varios bifaces. «Son restos y carcasas de animales cazados y despiezados por personas, junto con las industrias asociadas a estos restos de fauna, los utensilios utilizados para ello», ha puntualizado Ontañón.

Recreación artística de los homínidos de Atapuerca, que podrían ser 'parientes cercanos' de los de La Garma.

Y todo en un área exterior en la ladera de Omoño, uno de los puntos más importantes del complejo arqueológico de La Garma, «que hasta hace 15.000 años era un gran abrigo, orientado al sur», explica el experto. Que esté a la intemperie ha favorecido el trabajo, ya que la erosión de la ladera arrastró los materiales hasta el exterior, donde ahora han sido localizados, se ha podido llegar a áreas más profundas y ahora el equipo de arqueólogos se encuentra ya atacando la fase anterior de la colina.

Es en esta zona donde se han encontrado unos vestigios que 'dibujan' una Cantabria de hace 200.000 años de clima templado, «tipo sabana, con animales de pradera, con un paisaje totalmente diferente», describe Ontañón. Entre los restos de fauna anterior a la glaciación, han encontrado del citado elefante extinguido, de leones, rinocerontes, linces y hasta un molar de un macaco, «es muy raro, el segundo que aparece en la cornisa».

Se trata, según Ontañón, de un «hecho curioso», tanto porque en las cuevas de Cantabria las evidencias más antiguas correspondían al Paleolítico encontrado en El Castillo, que rondan los 90.000 años -con lo que las de La Garma son 300.000 más antiguas- como porque en Atapuerca, «que está aquí cerca (en Burgos)», hay restos de hace 1,2 millones de años «y aquí (en Cantabria) no habíamos encontrado nada».

Foto tomada en agosto en este yacimiento.
Foto tomada en agosto en este yacimiento.

La campaña de excavación continúa este año y los participantes están muy expectantes, puesto que quedan varios metros de sedimento por debajo. El yacimiento tiene más de siete metros de espesor y restan por excavarse dos y no se descarta encontrar vestigios más antiguos que los últimos hallados.

Estos hallazgos se enmarcan dentro del proyecto promovido y financiado por la Consejería de Educación, Cultura y Deporte que ha continuado este año con los diversos programas de investigación y de conservación actualmente en marcha, fundamentalmente en los yacimientos denominados La Garma A, Galería Inferior, Nivel Hidrostático y Galería Weitzman-Kreger, que cuentan con el apoyo del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria y de la Stuart Weitzman Foundation.

Mapa de alta resolución en 3D

Dentro de este programa de investigación arqueológica, conservación y puesta en valor de la Zona Arqueológica de La Garma (Ribamontán al Monte), hay que mencionar la realización de un mapa de alta resolución en 3D del campo magnético de los suelos magdalenienses de la Galería Inferior. Se trata de una técnica novedosa, empleada hasta ahora en muy pocos sitios, que permite localizar las trazas no visibles de fuego y otros indicios de actividad humana. Hasta ahora no se había aplicado esta técnica en ningún lugar del mundo a una escala comparable y está permitiendo desvelar la localización de un rasgo «fantasma» en ese campamento de hace 16.000 años, los hogares en torno de los cuales los magdalenienses organizaron el espacio doméstico y desarrollaron el grueso de su actividad cotidiana.

Por otro lado, algunas de las piezas pertenecientes a la extraordinaria colección de arte mueble paleolítico procedente de la Galería Inferior, una de las más importantes de Europa, se han podido contemplar en varias exposiciones de gran relevancia. Así, la escultura en forma de oso de la Zona IV en el Museo de Arqueología Nacional de Francia y en el Laténium (Parque y Museo de Arqueología de Neuchâtel, en Suiza), el contorno recortado de la Zona IV en el Museo Arqueológico de Alicante y la falange con representación de uro (derecha) de la Zona I en la gran exposición conmemorativa del 150 aniversario del Museo Arqueológico Nacional, para la que se seleccionaron los objetos más relevantes de la Arqueología española.

Proyectos para la presente campaña

Durante la campaña de 2019, se prevé continuar con la excavación de las ocupaciones del Paleolítico Inferior, explorando la posibilidad de que se conserven restos más antiguos, y seguir con los trabajos de documentación de los suelos arqueológicos y del arte parietal de la Galería Inferior, así como los niveles más profundos del karst.
Entre los proyectos más relevantes cabe destacar la puesta en marcha de un programa de análisis molecular de los suelos de la Galería inferior, un avance técnico que permite localizar e identificar áreas de actividad humana no observables directamente a través del análisis de la distribución de ácidos grasos en los sedimentos, la finalización del estudio del esqueleto de león de las cavernas conservado intacto en la Galería Weitzman-Kreger y la realización de análisis de ADN de los restos humanos de la Galería Inferior.

Fuente: eldiariomontanes.es | 28 de marzo de 2019