El galo que perdió una moneda en Palencia

Moneda gala hallada en el yacimiento de Dessobriga. PROYECTO DESSOBRIGA


Es solo una hipótesis, pero muy probable… Se le cayó a un soldado galo que formaba parte de las tropas auxiliares del emperador Augusto al llegar a las tierras cerealísticas de la actual Osorno (Palencia). Y más de 2.000 años después, el equipo del Proyecto Dessobriga, que dirige Margarita Torrione, catedrática de Historia y Civilización Hispánicas de la Universidad de Saboya (Francia), encontró aquella moneda que fue acuñada en la segunda mitad del siglo I antes de Cristo por Contoutos, jefe de los Santoni, tribu del sudoeste de la Galia (al norte del estuario del Gironda), y el primer pueblo vencido por Julio César en la Guerra de las Galias.

Paralelamente, llegaron otros hallazgos, como un gran edificio de unos 50 metros de longitud, detectado por fotografía aérea y actualmente en excavación. O el de varias estelas provenientes de la necrópolis prerromana, algunas grabadas en signario celtibérico. Una de ellas lleva el nombre indígena de Touto: “Bastante común en estelas de la península ibérica de la Segunda Edad del Hierro, cuya etimología proviene del céltico 'touta', comunidad, tribu, clan. Y resulta casi tan alusivo, desde el punto de vista étnico, como llamarse François o Germán, en Francia o Alemania”, señala Torrione (izquierda). Detrás de todo ello, subyace una ciudad vaccea y luego romana, militarizada por Roma en función de su privilegiada situación de cruce de caminos y por su abundancia de cereal.

En el último tercio del siglo I a. C., las tribus cántabras y astures seguían sin someterse al poder imperial. Necesitadas del alimento que les faltaba, saqueaban los fértiles campos de sus vecinos vacceos. Cuando Augusto establece su campamento en Segisamo (la actual Sasamón, Burgos), a unos 30 kilómetros de Osorno, sufre la misma necesidad: mantener a sus legiones y tropas auxiliares, además de dejar sin suministros a los rebeldes. Por ello, Dessobriga fue atacada y sometida hacia el año 29 a. C., durante los preparativos de las Guerras Cántabras (29-19 a.C.).

Cachas de hueso decoradas. PROYECTO DESSOBRIGA

En 2001, a causa del trazado de la Autovía del Camino de Santiago, se llevaron a cabo, no lejos del altozano de Las Cuestas (Osorno) intervenciones de urgencia que pusieron al descubierto parte de un poblado de la primera Edad del Hierro (siglos VIII-V a.C). Pero no sería hasta 2013, cuando Margarita Torrione comenzó un proyecto definido: desenterrar Dessobriga, una concentración urbana que figura en el Itinerario Antonino, una especie de Guía Michelin de vías romanas.
"Para ello elaboré un plan de trabajo que se realizó mediante una prospección geomagnética, con ayuda económica de la Diputación de Palencia, del Ayuntamiento de Osorno, mis propios fondos y permiso de la Junta de Castilla y León". Se exploraron 23 hectáreas que desvelaron la existencia de cabañas prehistóricas (entre los siglos VIII y V antes de nuestra era), un posterior poblado vacceo de identidad marcadamente defensiva, convertido posteriormente en mansio urbana (finalmente los vacceos no pudieron resistir al imperioso Augusto) y una necrópolis de incineración.

Arqueólogos en Dessóbriga en la campaña de 2016. PROYECTO DESSÓBRIGA

El gran edificio que se excava actualmente en la zona amesetada del altozano de Las Cuestas, responde a una primera construcción indígena, "si bien remozada y reutilizada por los romanos".
Según las primeras hipótesis, estas dependencias habrían servido para almacenaje y comercio de grano, siendo en parte arrasadas y recubiertas en las primeras décadas del siglo I d. C. por Roma con una amplia avenida empedrada que podría corresponder al cardo maximus, una especie de gran vía norte-sur.

Un gran muro defensivo y un foso de algo más de seis metros de anchura defendían esta población de posibles ataques en su zona más llana y vulnerable. Así, el abundante material arqueológico hallado (cerámica, fíbulas, monedas, armas, canicas vacceas, junto con edificios y el sistema defensivo) certifican que este territorio situado a caballo entre los términos de Osorno la Mayor y Melgar Fernamental, provincias de Palencia y Burgos, estuvo intensamente ocupado entre la primera Edad del Hierro y finales del siglo II de nuestra era, período del Alto Imperio Romano.

Flecha romana de doble aleta usada durante la toma de Dessobriga. PROYECTO DESSOBRIGA

Del 5 al 25 de agosto se llevará a cabo una nueva campaña arqueológica. Los vacceos, la etnia más desarrollada entre los pueblos vecinos de los celtíberos, según el cronista griego Diodoro de Sicilia (siglo I antes de nuestra era), ocupaban una franja de la Península de unos 45.000 kilómetros cuadrados. Se los ha considerado los primeros “comunistas” de la Historia, dado su sistema de producción colectivista. Diodoro aseguró que la cosecha se repartía entre todos los habitantes a partes iguales. "Pero posiblemente, el reparto estaba controlado por las élites, por lo que la afirmación no es segura, pero dennos tiempo”, bromea Torrione al recordar este sistema económico supuestamente igualitario. El mismo que les llevó a ser objeto de codicia por parte de los pueblos circundantes y por Roma, lo que a la postre supuso su fin como gentes libres, según confirma la moneda de bronce que perdió un soldado galo muy lejos de su casa, en Hispania.

Estudiantes de arqueología, en una de las parcelas del yacimiento de Dessobriga. / MANUEL BRÁGIMO

Fuente: elpais.com | 27 de junio de 2019

Un nuevo e inesperado capítulo en la historia de los neandertales

El hueso maxilar de una niña neandertal de la cueva de Scladina, Bélgica. Crédito: © J. Eloy, AWEM, Archéologie andennaise

A medida que la capacidad para estudiar ADN antiguo avanza, los científicos que tratan de comprender la evolución humana se llevan sorpresa tras sorpresa. Y esta vez, lo inesperado ha venido de la mano de los neandertales, ya saben, la "otra especie" de humanos inteligentes que compartió Europa con nuestros antepasados directos.

Sabemos, por ejemplo, que cuando los primeros hombres modernos (nosotros), llegaron al viejo continente, se encontraron con esta otra especie humana, los auténticos primeros europeos, que llevaban ahí varios cientos de miles de años y cuyas poblaciones se extendían desde la Península Ibérica hasta Siberia. Pero hace 40.000 años, poco después de "nuestra" llegada, los neandertales desaparecieron por completo.

Los detallados análisis genéticos llevados a cabo durante los últimos años han revelado que "ellos" tuvieron descendencia cruzándose con "nosotros" en Asia hace unos 60.000 años, mucho antes de nuestra migración a tierras europeas. Del mismo modo, tanto neandertales como hombres modernos se cruzaron, también, con los denisovanos, una población aparte de la que la que no sabríamos nada sin la genética, ya que sus fósiles son muy escasos.

Pero del pasado y origen de los neandertales apenas tenemos noticias. ¿La razón? Resulta extraordinariamente difícil encontrar ADN viable en fósiles de más de 100.000 años de antiguëdad. Y las pocas muestras que logran atravesar ese océano de tiempo se topan con una tecnología de análisis que a duras penas consigue obtener datos fiables de materiales tan antiguos.

El fémur de un neandertal masculino de la cueva Hohlenstein-Stadel, Alemania. Crédito: © Oleg Kuchar, Museo Ulm.

Una gran sorpresa

A pesar de ello, un equipo de investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, acaba de conseguir ADN viable de dos neandertales europeos de hace 120.000 años. Y se han llevado una gran sorpresa al comprobar que esos dos especímenes se parecen más (genéticamente hablando), a los últimos neandertales que vivieron en Europa 80.000 años más tarde (hace 40.000) que a otro neandertal de edad similar a la suya hallado en Siberia. El hallazgo se acaba de publicar en la revista Science advances.

Gracias a este descubrimiento, ha sido posible empezar a desentrañar la historia temprana de los neandertales. Y ahora sabemos que esta otra especie inteligente tuvo en Europa una continuidad y estabilidad que duró, por lo menos, 80.000 años (los que van desde hace 120.000 a 40.000). Pero el trabajo también sugiere que ese grupo pudo haber migrado hacia el este y haber reemplazado allí a algunas poblaciones neandertales siberianas.


Cueva de Scladina. Crédito: D. Bonjean, © Archéologie andennaise

Migración a Siberia

Tanto los restos óseos como la evidencia genética nos han enseñado que los últimos neandertales que vivieron en Europa y Asia Central hace 40.000 años pertenecían a un único grupo. Es decir, que procedían de un ancestro común que vivió hace unos 97.000 años. Sin embargo, resulta que un neandertal de hace 90.000 años hallado en la cueva de Denisova, en Siberia, está más relacionado con los neandertales tardíos que con el llamado Neandertal Altai, encontrado en la misma cueva, pero cuya antigüedad es de 120.000 años. Y eso sugiere que hubo una migración temprana de neandertales hacia Siberia, seguida de una migración posterior desde Europa que reemplazó a la población anterior.

¿Qué fue realmente lo que pasó? Para aclararlo, Stéphane Peyrégne y sus colegas del Instituto Max Planck obtuvieron muestras de ADN nuclear de neandertales que vivieron en Europa occidental hace aproximadamente 120.000 años, uno en la cueva Scladina, en Bélgica, y el otro de la cueva de Hohlenstein-Stadel, en Alemania.

Los investigadores utilizaron técnicas avanzadas que descartaran en las muestras la contaminación microbiana o de ADN humano actual, y hallaron que los dos individuos eran miembros de la población europea que dio origen a todos los neandertales identificados hasta ahora, excepto el neandertal de Altai. Lo cual parece sugerir que la población a la que los dos individuos analizados pertenecían vivieron en Europa al mismo tiempo que la población de Altai vivía en Siberia, y que más tarde sus descendientes emigraron hacia el este para reemplazarlos.

Foto: Falange de un dedo del pie de una mujer neandertal hallado en Denisova en 2010, y la ubicación de muestras neandertales de las que se disponen datos de todo el genoma.

Un grupo misterioso

Pero no fue esa la única sorpresa. Los investigadores, en efecto, tambièn encontraron ADN mitocondrial (que no está en los núcleos de las células, sino en las mitocondrias y que solo se transmite por vía materna) que era "altamente divergente" en el ejemplar de Hohlenstein-Stadel. Y eso significa que existió otra población que aún no ha sido identificada. Una historia, pues, mucho más compleja y que necesitará de mucha más investigación para aclararse.

Fuentes: abc.es| archaeologynewsnetwork.blogspot.com| 27 de junio de 2019

Los combates de Cagayán

Photo by Ainhoa Valero CC (License) 

Muchas veces la historia genera discusiones relativas a la potencia de la cual disponían los grandes imperios mundiales. A menudo son situaciones hipotéticas que no permiten corroborar su validez histórica, ya que a menudo son sociedades muy alejadas, sea geográfica o temporalmente. Pero a veces hay situaciones que parecen extraídas de novelas de fantasía o de ciencia ficción, donde dos civilizaciones absolutamente antagónicas entran en contacto y se enfrentan entre sí. Si mezclamos los conceptos: samurái, Armada Española de Filipinas, tercios y siglo XVI, nos aparece en la coctelera una historia que compraría el mismo Tarantino para realizar una de sus películas. Pues sí, estas realidades entraron en contacto en 1582, en unos hechos que se conocen como los Combates de Cagayán.

Hay que tener en cuenta que Japón vivió grandes periodos de hambrunas que explican el bajo crecimiento demográfico que ha existido a lo largo de su existencia pretérita. Unas condiciones difíciles, con una subsistencia basada en la pesca y la agricultura. Esto hacía que muchas personas abandonaran el territorio natal para dedicarse a otras actividades. Por influencia del confucianismo encontramos una sociedad altamente estratificada conformada por los clanes, con el emperador como líder supremo.

Los militares en el Japón feudal son los samuráis, y su misión era la vigilancia interior del país. Antes del 1600 no había recibido casi influencias extranjeras, sólo pequeñas incursiones cristianas. Numéricamente eran importantes, no estamos hablando de un 1%, estamos hablando de porcentajes mucho más elevados. En el siglo XIX había un samurái por cada 17 personas, había zonas del país donde los clanes eran más fuertes y había un samurái por cada 3. Personas cuya misión era luchar por los intereses de su señor. El código Bushido era un código militar de lealtad, obediencia y respeto al compromiso que pactaba el samurái con su señor, aquí radicaba su estilo de vida.

El imperio español, en contraposición, era una potencia mundial, y su superioridad estaba más que justificada. Disponía de un control territorial casi mundial, y designaba varios gobernadores para controlar sus colonias de ultramar. Si los japoneses atacaban alguna región bajo control español, pagarían las consecuencias con creces.

El siglo XVI fue un tiempo de transformación social, aparecieron nuevos conceptos e inventos, como por ejemplo el termómetro o el microscopio. Es el siglo también donde se potencian las relaciones sociales, el Renacimiento cambia la percepción del mundo y aparecen lugares de ocio como los casinos donde había actividades de dados y cartas, que curiosamente hoy en día se puede disfrutar en línea, como elblackjack online.

Imagen: Juan Luis de Acosta//Dominio público

El río Cagayán es uno de los ríos más impresionantes del archipiélago de Filipinas. Se encuentra en un valle homónimo y se extiende por varias provincias, como Nueva Vizcaya, Isabela o Quirino. En ese contexto concreto la región era una zona sin ley, donde tenían lugar todo tipo de enfrentamientos entre piratas, saqueadores y maleantes. Hay que recordar que aquel lugar fue descubierto por el explorador Magallanes, concretamente en los inicios del siglo XVI.

En la región del Cagayán existía un pequeño grupo de indígenas que estaban bajo la tutela de la administración española, y al tener constancia de que existía un grupo de piratas japoneses que los extorsionaba, Gonzalo de Ronquillo -quien era en ese momento el gobernador- intentó aplicar una solución. Para remendar el conflicto, delegó la responsabilidad sobre Juan Pablo de Carrión, quien era en aquellos momentos capitán de la Armada, con un bagaje muy grande con relación a la zona de Filipinas y las zonas adyacentes.

Los primeros japoneses que ocuparon la región se llamaban Wako, un grupo de piratas que mostraron una fuerte actividad en la zona. Su origen se encuentra en el siglo XIV, es decir, en los albores de la Dinastía Ming.

Hay que tener en cuenta que la superioridad militar de la Armada española fue decisiva en este conflicto. Uno de los primeros hechos violentos que tuvo lugar fue un bombardeo por parte de Carrión sobre un barco de guerra japonés, que al ver la potencia de fuego decidió retirarse. Sin embargo, fue una retirada temporal, ya que el líder del grupo japonés reclutó 18 embarcaciones para iniciar las represalias. Carrión, por su parte, reclutó un grupo de 40 soldados y 7 embarcaciones, el choque era inevitable. Sorprendentemente, los piratas japoneses no eran ni más ni menos que Ronin, es decir, samuráisque no disponen de señor y con plena autonomía.

Los japoneses sólo contaban con el beneficio numérico, eran muchos más, pero la especialización tecnológica española jugaba en su contra. El primer enfrentamiento se inició después de que una pequeña embarcación japonesa fuera avistada cerca de la isla. Una de las galeras españolas, conocida como la Capitana, inició la ofensiva para interceptarla. Es en este momento cuando se inició el primer abordaje. Los españoles, comandados por el mismo Carrión, se asustaron al ver el gran número de hombres que había dentro la embarcación japonesa. También vieron cómo disponían de armamento de fuego provisto por Portugal. Los españoles decidieron retroceder hasta retornar a su propio barco.

Photo by Colección Privada (Author) CC BY-SA 3.0 (License)

La formación defensiva de la que disponían los tercios viró el curso de la batalla. Establecieron una posición conservadora, con las picas por delante y la artillería detrás, y se derribó uno de los mástiles del barco para conseguir una trinchera extra. La llegada de una segunda embarcación española, el San Yusepe, provocó que los japoneses abandonaran la suya y se lanzaran al agua, intentando nadar hasta tierra firme.

Los españoles siguieron río arriba, y entraron en contacto con la flota japonesa, conformada por 18 barcos. Se inició una batalla con cañones y la superioridad española se hizo patente. El combate naval dio lugar a un combate terrestre, casi a la desesperada y después de que los japoneses intentasen negociar una rendición que fue negada. Tras observar cómo la superioridad de los soldados españoles también era patente sobre campo abierto, los japoneses se retiraron. Como trofeo, los tercios españoles se quedaron con las catanas japonesas. Un souvenir magnífico de una batalla inolvidable, y altamente desconocida por el gran público.

AUTOR: Joan de Buen

Los neandertales utilizaban resina para pegar sus herramientas de piedra a mangos de madera o hueso

Herramientas de piedra con residuos analizados y halladas en la 'Grotta de Fossellone' (Italia). La flecha blanca indica la muestra analizada; R indica residuo macroscópicamente visible. Todas son herramientas de pedernal excepto (B). Significativos marcadores moleculares de materiales orgánicos fueron encontrados en todas estas piezas.

Los arqueólogos que trabajan en dos cuevas italianas han descubierto algunos de los primeros ejemplos conocidos de antiguos humanos que usaron un adhesivo en sus herramientas de piedra, un importante avance tecnológico llamado enmangar (hafting, en inglés).

El nuevo estudio, llevado a cabo por Paola Villa (izquierda), de la Universidad de Colorado Boulder, muestra que los neandertales que vivieron en Europa desde hace aproximadamente entre 55.000 y 40.000 años viajaban lejos de sus cuevas para recolectar resina de los árboles pinos. Luego utilizaban esta sustancia pegajosa para pegar sus herramientas de piedra a mangos hechos de madera o hueso.
Tal investigación se suma a un creciente cuerpo de evidencias que sugiere que estos parientes del Homo sapiens eran más inteligentes de lo que algunos han pensado.

"Continuamos encontrando pruebas de que los neandertales no eran hombres primitivos inferiores, sino que eran capaces de hacer cosas que tradicionalmente solo se han atribuido a los humanos modernos", dijo Villa, autora correspondiente del nuevo estudio y conservadora adjunta en el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Colorado Boulder.

"Esa visión vino de un descubrimiento casual en la Grotta del Fossellone y en la Grotta di Sant'Agostino, un par de cuevas cerca de las playas de lo que hoy es la costa oeste de Italia", agrega.


Dichas cuevas fueron el hogar de neandertales que vivieron en Europa durante el período del Paleolítico Medio, miles de años antes de que el Homo sapiens pisara el continente europeo. Los arqueólogos han descubierto más de 1.000 herramientas de piedra en los dos sitios, incluidas piezas de pedernal que miden no más de 2,5 a 5 centímetros.

En su estudio de las herramientas, Villa y sus colegas notaron un extraño residuo en un puñado de las mismas, esto es, fragmentos de lo que parecía ser material orgánico.

Herramientas de piedra con residuos analizados de la cueva de Sant'Agostino (Italia). Todas las herramientas son de pedernal.

"A veces ese material es solo un sedimento inorgánico, y otras veces son las huellas del adhesivo utilizado para mantener la herramienta en encajada en su mango", dice Villa.
Para averiguarlo, la investigadora del estudio, Ilaria Degano (derecha), de la Universidad de Pisa, realizó un análisis químico de 10 herramientas de pedernal utilizando una técnica llamada cromatografía de gases/ espectrometría de masas. Las pruebas mostraron que tales herramientas de piedra habían sido recubiertas con resina de pinos locales. Y en un caso esa resina también se había mezclado con cera de abejas.

Villa explicó que los neandertales que habitaban las cuevas mencionadas no solo recurrían a sus propias manos para usar herramientas de piedra. Al menos, en algunas ocasiones, también juntaban esas herramientas a mangos o empuñaduras para darles una mejor agarre para afilar lanzas de madera o realizar otras tareas como cortar carne o raspar el cuero.
"Necesitas herramientas de piedra para cortar las ramas de los árboles y convertirlas en un arma puntiaguda", sostiene Villa.

Este hallazgo no es el ejemplo de su tipo más antiguo conocido de los neandertales en Europa: dos lascas con residuos de resina descubiertas en la cantera de Campitello, en el centro de Italia, son anteriores. Pero sí sugiere que esta técnica era más común de lo que se creía anteriormente.

Arqueólogos en la 'Grotta del Fossellone'. Crédito: Paola Villa.


El hecho de enmagar herramientas también proporcionó evidencia de que los neandertales, al igual que sus parientes humanos modernos, podían provocar un fuego cada vez que lo deseaban, afirma Villa, algo que los científicos han debatido durante mucho tiempo. Ella manifestó que la resina de pino se seca cuando se expone al aire. Como consecuencia de ello, los neandertales necesitaban calentarla sobre un fuego pequeño para hacer un pegamento efectivo.

"Esta es una de las varias pruebas que indican claramente que los neandertales eran capaces de hacer fuego cuando lo necesitaban", dijo Villa.
En otras palabras, disfrutar del resplandor de una cálida fogata no era solo privativo del Homo sapiens.

Fuente: Universidad de Colorado Boulder | 26 de junio de 2019

El arte de la negociación romana

Fresco antiguo romano de la Necrópolis de Esquilino, datado c. 300-280 a.C. El fresco representa una escena política cordial entre un romano y un no romano. WIKIMEDIA COMMONS

A los romanos se los suele representar acuchillando y quemando en su camino a través de los países para asegurar su imperio. Pero un arqueólogo de la Universidad de Michigan sugiere que los mismos pueden haber "atrapado las moscas con miel".

En su apogeo, aproximadamente hacia el año 117, el Imperio Romano rodeaba el mar Mediterráneo, abarcando la actual Italia, España, Francia, Alemania, Europa del Este, Turquía, Siria y una franja en todo el norte de África. Desde la Edad Media, los historiadores han descrito esta expansión como una conquista militar, pero, a pesar de todo su alcance, dicha conquista proporciona poca evidencia de guerra o una interrupción del poder local dentro de los asentamientos excavados en Italia, según Nicola Terrenato.

Nicola Terrenato, arqueólogo de la Universidad de Michigan, sostiene en su nuevo libro que los romanos construyeron su imperio a través de la diplomacia política. Crédito: Nicola Terrenato

En tal sentido, Terrenato piensa que la élite de los terratenientes y políticos romanos ofrecieron puestos de poder a los nobles no romanos para atraerlos a su imperio. Una gran cantidad de inscripciones recientemente digitalizadas muestra que los aristócratas locales sobrevivieron a la conquista romana ilesos. Algunos de estos aristócratas incluso prosperaron como políticos en Roma.

"Parece que los romanos les dijeron: 'Vengan tranquilamente y sean parte de esto, y no solo conservarán su poder local, sino que también tendrán la oportunidad de participar en el gran destino de Roma'", declara Terrenato, autor del libro “The Early Roman Expansión into Italy” (“La temprana expansión romana en Italia”)
"La violencia existió, pero esto realmente no fue lo que hizo al Imperio Romano. Lo que lo constituyó fue la existencia de una diplomacia delicada e inteligente entre las élites terratenientes".

La investigación de Terrenato abarca décadas en la zona rural del centro de Italia, más concretamente en Gabii. En el proceso de su investigación, se dio cuenta que muy pocas de las aldeas y granjas en las regiones conquistadas reflejaban una destrucción relacionada con la guerra. Tales enclaves tampoco mostraban un cambio en el idioma o en las costumbres de las sociedades locales.

Si la conquista hubiera sido muy violenta, como generalmente es aceptado, Terrenato argumenta que uno esperaría encontrar evidencias de interrupción y cambios radicales en el liderazgo social. En su lugar, se constata que las estructuras sociales y económicas de estos asentamientos siguieron existiendo, y que las mismas familias que estaban en el poder antes de la expansión romana parecían mantener sus posiciones dominantes. Por ejemplo, dice Terrenato, las tumbas familiares de la nobleza local siguieron realizándose mucho después de producirse ese panorama supuestamente violento y catastrófico.

Teatro romano de Volterra (Italia), área de estudio del profesor Terrenato.

"Las evidencias arqueológicas te permiten ver la verdad material. Puedes tener historiadores antiguos que dicen que una ciudad fue saqueada y destruida, pero cuando la excavamos vemos que hay muy poca destrucción", dijo Terrenato. "Debió haber habido algún proceso de negociación mediante el cual los romanos y las élites no romanas locales llegaron a un gran acuerdo para gobernar el Imperio conjuntamente”.

Fuente: phys.org | 26 de junio de 2019
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Como complemento muy interesante a este post se recomienda leer la entrevista que la bioarqueóloga Kristina Killgrove realiza al profesor Nicola Terrenato en forbes.com

Las caries de los neandertales y otros misterios bacterianos

Recreación realista del un neandertal en el Museo de Historia Natural de Trento, Italia. Shutterstock/Luca Lorenzelli

Los neandertales son nuestros parientes homínidos más próximos, con los que convivimos durante unos miles de años. Habitaron Europa y Asia occidental desde hace aproximadamente 230.000 años hasta su extinción definitiva hace unos 40.000 años. Eran principalmente cazadores y solían vivir en pequeños grupos de entre 15 y 30 individuos.

Convivieron con los Homo sapiens durante el Pleistoceno y, según los últimos datos genómicos, en nuestro genoma actual hay restos de ADN neandertal. Esto demuestra que nos cruzamos, en el sentido sexual de la palabra, en algún momento de la Prehistoria.
Los neandertales se extinguieron y solo nos han llegado hasta nuestros días unos pocos huesos. El registro fósil de estos humanos está representado por unos 400 individuos. De sus microbios no sabemos nada… o casi nada.

Al estudiar algunos huesos de la dentadura de los neandertales, los científicos comprobaron que algunos dientes tenían caries. Como están causadas por bacterias se les ocurrió extraer el ADN y secuenciarlo, por si tenía restos microbianos. Los resultados se publicaron en la revista Nature.
Para ello emplearon muestras de caries de cinco neandertales: dos de la cueva de El Sidrón (Asturias) en España, dos belgas y un italiano. Los resultados demostraron que en las caries dentales queda preservado el ADN microbiano. Su análisis puede darnos mucha información sobre cómo era la microbiota de nuestros antepasados.
Comprobaron que el 93 % de las secuencias eran bacterianas, el 6 % de arqueas, y el resto de microorganismos eucariotas y virus.


Fueron capaces de caracterizar hasta 222 especies de bacterias. Los grupos más frecuentes eran similares a los que nos podemos encontrar en la placa dental de los humanos modernos: actinobacterias, firmicutes, bacteroidetes, fusobacterias, proteobacterias y espiroquetas. También encontraron secuencias de bacterias que producen caries y otras enfermedades dentales, como Streptococcus mutans.

Un dato interesante es que fueron capaces incluso de secuenciar el genoma casi completo de una de las bacterias del neandertal, que han denominado Methanobrevibacter oralis subsp. neandertalensis. En otras palabras, una arquea simbionte que produce metano encontrada en la boca de un neandertal. Han podido incluso estimar su antigüedad en unos 48.000 años. Es, por tanto, el genoma microbiano más antiguo hasta ahora secuenciado.
Las técnicas de amplificación, secuenciación y análisis del ADN son, hoy en día, una herramienta tan potente que podemos conocer hasta la composición bacteriana de la microbiota de la boca de un homínido prehistórico ya extinguido. No solo eso, sino que también podemos llegar a saber qué comían. Eso es un dato importante, porque la dieta influye en la microbiota.

Methanobrevibacter oralis subsp. neandertalensis

¿Qué come un neandertal?

Con los datos del ADN preservado en sus dientes, los científicos determinaron la dieta de los neandertales. La de los belgas era a base de carne de rinocerontes lanudos y muflones (un tipo de cabra salvaje europea). La de los españoles era vegetariana, a base de champiñones, musgos y piñones (todavía no se habían inventado ni la cerveza belga ni la paella).
En los dientes de los neandertales de El Sidrón también han encontrado secuencias de ADN del hongo Penicillium, que produce antibióticos. Los autores lo han interpretado como que nuestros antepasado ya se medicaban hace miles de años. Teniendo en cuenta que la cueva de El Sidrón está en Asturias, bien pudiera ser que comieran queso de cabrales prehistórico.

Los investigadores también examinaron la diversidad microbiana en las muestras de los neandertales, en busca de potenciales microorganismos patógenos que fueran un signo de enfermedad.
Encontraron secuencias de un microorganismo eucariota patógeno (Enterocytozoon bieneusi) que infecta las células del epitelio intestinal y produce diarreas. Así que se demuestra que los neandertales… tenían diarrea.

También encontraron que la microbiota neandertal contenía menos bacterias gramnegativas potencialmente patógenas, que son más frecuentes en los humanos modernos. Sí detectaron especies potencialmente patógenos como Neisseria gonorrhoeae, Corynebacterium diphteriae o Bordetella parapertussis, aunque no es posible asegurar si estas secuencias son en realidad de cepas similares no patógenas. Así que no podemos afirmar con seguridad que padecieran gonorrea, difteria y tos ferina, pero sí que tenían caries y diarrea, y producían metano.


La versión original de este artículo fue publicada en el blog del autor, Ignacio López-Goñi, microBIO.

Fuente: theconversation.com | 24 de junio de 2019

CaixaBank renueva el convenio de colaboración con la Fundación Atapuerca para la formación de científicos divulgadores

La formación de científicos divulgadores está destinada a la transmisión educativa del proyecto de Atapuerca a los escolares


Burgos, 26 de Junio de 2019

CaixaBank, a través de su Acción Social y en colaboración con laFundación Bancaria “la Caixa”, ha renovado esta mañana el convenio de colaboración con la Fundación Atapuerca basado en la formación de científicos divulgadores del Proyecto Atapuerca, quienes a su vez aportarán formación científica al equipo de monitores de la Fundación encargados de transmitirestos conocimientos a los escolares.

Marc Benhamou, director territorial de CaixaBank en Castilla y León y Asturias,Eudald Carbonell, vicepresidente de la Fundación Atapuerca y Javier Gutiérrez, director general de la misma entidad, han firmado esta mañana un convenio para dar continuidad al Programa Fundación Bancaria “la Caixa” para la formación de científicos del proyecto Atapuerca. Este programa consiste en costear la formación de científicos divulgadores del proyecto Atapuerca, quienes a su vez aportan formación científica al equipo de monitores de la Fundación Atapuerca, encargado de transmitir directamente en las visitas escolares los conocimientos científicos sobre la evolución humana. La formación se desarrollará en cuatro cursos que se impartirán a lo largo de 2019 y 2020.

En el marco de esta colaboración, y como continuación a la creación del material didáctico destinado al ciclo de infantil del año pasado, en el curso 2019/2020 se desarrollará una exposición, con el objetivo de acercar el conocimiento de la evolución humana en general y de los yacimientos de la sierra de Atapuerca en particular a los alumnos de primaria.

Este programa nació en 2015 para acercar a la comunidad escolar de toda España, especialmente de Castilla y León, conocimientos sobre uno de los yacimientos más emblemáticos del mundo.

Este objetivo se ha cumplido ampliamente, siendo beneficiarios de este proyecto más de cien mil escolares (desde marzo de 2016 hasta octubre de 2018) procedentes de toda España, destacando la Comunidad de Castilla y León. Tanto las visitas a los yacimientos como al Centro de Arqueología Experimental y talleres didácticos se han adaptado a cada nivel escolar, desde alumnos de infantil, hasta universitarios y escuelas de adultos, pasando por la gran mayoría que son los alumnos de primaria, secundaria y bachillerato.

El Área Social, uno de los pilares del Plan de RSC de CaixaBank

Gracias a su capilaridad territorial, la red de oficinas de CaixaBank apoya a la Fundación Bancaria “la Caixa” en su labor social, detectando las necesidades locales y canalizando una parte de su inversión social. La colaboración entre ambas instituciones hace posible que miles de entidades y asociaciones puedan acceder cada año a las ayudas de la Fundación Bancaria “la Caixa”.

Esta acción social se destina a impulsar proyectos de pequeña envergadura pero de gran calado en los territorios en los que opera CaixaBank. El año pasado se impulsaron más de 11.500 proyectos con una inversión de 43,6 millones de euros. 

De hecho, el Área Social es uno de los pilares Plan de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de CaixaBank dentro de su modelo de banca socialmente responsable. En este apartado se incluye la Acción Social de CaixaBank, que engloba tanto la distribución de las aportaciones económicas de la Fundación Bancaria a través de las oficinas de CaixaBank, como otras actuaciones en materia de voluntariado, vivienda y proyectos solidarios; y, por otro lado, también contempla la Inclusión Financiera, apartado en el que se recogen la concesión de microcréditos y acciones divulgativas de cultura financiera, entre otras.

CaixaBank es una entidad con una vocación profundamente social. Fruto de la herencia que ha recibido, la entidad mantiene una actitud de servicio a la sociedad y a sus clientes. Por eso tiene un compromiso con la inclusión financiera y es la única entidad presente en el 100% de las poblaciones de más de 10.000 habitantes y en el 94% de las de más de 5.000. Es también la única entidad que ofrece microcréditos a personas sin garantías ni avales, a través de MicroBank, para ayudarles a impulsar sus proyectos personales y profesionales. Mantiene un compromiso con la cultura financiera a través de múltiples iniciativas, para ayudar a que las personas tomen mejores decisiones en la gestión de su economía. Y el 46% de su plantilla participa en tareas de voluntariado durante las semanas sociales y el resto del  año.

CaixaBank destaca por su actuación responsable y así se lo reconocen los principales organismos internacionales. El índice de sostenibilidad mundial Dow Jones SustainabilityIndex la sitúa entre los 16 mejores bancos mundiales y entre los cuatro mejores europeos en términos de responsabili¬dad corporativa. La organización internacional CDP, por su parte, la incluye como empresa líder contra el cambio climático.