Nuevos estudios sitúan el origen de la torre de Hércules un siglo antes de lo que se creía

Torre de Hércules en La Coruña

La construcción de la Torre de Hércules no se llevó a cabo en los siglos I o II de nuestra era, sino en el I antes de Cristo, según el historiador Antonio Rodríguez Colmenero, quien presentó ayer 'El faro romano de Brigantium Flavium, Torre de Hércules de A Coruña', libro en el que recoge cinco años de investigaciones sobre este monumento. El investigador estima que se levantó durante el mandato del emperador Augusto y que no fue solo una señal marítima, sino que tuvo también funciones militares, para lo que albergó un destacamento de soldados de la legión Gemina X
"La Torre de Hércules es única en todo el Imperio Romano, ya que hay otros faros que se conservan pero no pueden hacerle sombra", manifestó ayer el historiador Antonio Rodríguez Colmenero sobre el faro coruñés durante la presentación en la Autoridad Portuaria del libro publicado por este organismo que recoge las investigaciones sobre el mismo realizadas durante los últimos cinco años, en las que aporta importantes descubrimientos sobre su construcción, su diseño original y el sistema de iluminación empleado. En su opinión, "la Torre es un referente en la arqueología romana y La Coruña tiene la obligación de promoverla, difundirla y promoverla porque tiene mucho que presumir de ella".

La más importante de las novedades que revela Colmenero es que la Torre es más antigua de lo que hasta ahora se pensaba, ya que se databa en el siglo I e incluso principios del II después de Cristo, cuando, en su opinión, su construcción pudo iniciarse entre los años 13 y 5 antes de Cristo. El investigador considera que el faro forma parte de una serie que se extendía por el Cantábrico a lo largo de una ruta que llegaba hasta Germania y que se levantó en homenaje al emperador Augusto.

También interpreta que la mención que hace el geógrafo griego Ptolomeo a la costa gallega en la que menciona "tres claros" se refiere al faro coruñés porque el prisma con espejos existente en su linterna hacía que a lo lejos se vieran tres luces para diferenciarlas de otras posibles que hubiera en la costa. Para apoyar su tesis, relaciona el río Mearou que el autor heleno menciona en su obra con el Mero, que además ubica en las mismas coordenadas que Brigantium Flavium , nombre que los romanos dieron a la población que levantaron en la actual La Coruña.

Foto: El profesor Antonio Rodríguez Colmenero (izquierda) en la presentación de su libro junto al presidente de la Autoridad Portuaria de La Coruña, Enrique Losada Rodríguez, y Ana Goy, de la Universidad de Santiago.

Colmenero explica además que fuese un arquitecto lusitano -Cayo Sevio Lupo- el elegido para dirigir la obra por la razón de que Brigantium Flavium pertenecía entonces a la provincia de Lusitania, que años más tarde pasó a la Citerior. El historiador señala además que el faro se construyó mediante una rampa y no con el uso de armazones que a su entender habrían sido derribados por el viento y que en su parte superior contaba con una cúpula que protegía la linterna. La alimentación del fuego que divisaban los navegantes se efectuaba con aceite y no con leña o paja como se apuntaba hasta ahora, para lo que se usaba un depósito del que sobresalía una mecha.

Colmenero relaciona además el diseño idéntico de las tres primeras plantas de la Torre con su uso militar, ya que piensa que alojaron a 40 soldados de la legión Gemina X, que se encargarían de garantizar el cobro de los derechos aduaneros a los barcos que recalasen en el puerto coruñés, así como de proteger la ciudad, para lo que se apoya en las inscripciones halladas en los sillares del faro, a su juicio realizadas por los legionarios y que hacen referencia a esa unidad militar, destacada en esta parte de Hispania en aquellos años. Según sus estudios, el faro comunicaría también este asentamiento con el campamento romano de Sobrado dos Monxes.

Representación del diseño original de la Torre de Hércules y de su acceso, según la investigación de Colmenero

Excavaciones

El investigador defendió que continúen las excavaciones en la Torre..., ya que las últimas realizadas le permitieron conocer las dimensiones de la rampa de acceso al edificio y apuntó que lo ideal sería que las acabase el mismo equipo y que para él sería un placer participar en esos trabajos. "La Torre de Hércules es excepcional desde todos los puntos de vista, tanto desde el civil como el militar", destacó sobre el faro coruñés Colmenero, quien recordó que fue incluida en el patrimonio de la humanidad de la Unesco antes de que se conocieran estos importantes datos sobre su antigüedad y construcción.

Durante la presentación, Ana Goy, directora del Centro de Estudios de la Ciudad de la Universidad de Santiago, puso de relieve que la publicación de esta obra se produce durante la celebración del décimo aniversario del ingreso de la Torre en el patrimonio mundial. El libro de Colmenero está editado en colaboración con esa entidad universitaria, que según Goy "ofrece a las administraciones una investigación de calidad, de manera que el patrimonio pueda ser conocido por la sociedad con el rigor necesario".

Fuente: laopinioncoruna.es | 4 de julio de 2019

Identifican la ubicación exacta de la necrópolis ibérica de Los Collados (Córdoba)

Foto: Poblado ibérico del Cerro de la Cruz, en Córdoba

A finales del siglo XIX, el mundo vivía una fiebre arqueológica. La provincia de Córdoba no se quedó al margen y justo el mismo año en el que se fundó el Museo Arqueológico Nacional (en 1867) se produjo en un cerro de Almedinilla el que probablemente es uno de los grandes hallazgos del momento: un antiguo poblado ibero y una necrópolis con más de 250 tumbas de las que salieron ajuares y al menos 44 armas únicas (las famosísimas falcatas), muchas de las cuales están repartidas por museos de medio mundo.

Este martes, el Ayuntamiento de Almedinilla ha informado oficialmente de que por fin ha sido “descubierta la famosa necrópolis ibérica de Los Collados”. El lugar, arrasado por los expoliadores prácticamente desde que se descubrió, permanecía oculto desde finales del siglo XIX. Ahora, con la financiacion del Ayuntamiento de Almedinilla y el Ecomuseo del río Caicena/Museo Histórico de Almedinilla, y con los permisos pertinentes de la Junta de Andalucía, un equipo formado por Manuel Abelleira, Nacho Muñiz, Andrés María Adroher Auroux, Andrés Roldán Díaz y Francisco J. Matas (y sus compañeros de la asociacion de detectoristas) han dado con la necrópolis de Los Collados.

Foto: Restos en el poblado íbero del Cerro de la Cruz donde se encuentra la necrópolis.

Este lugar fue excavado por Luis Maraver (uno de los fundadores de la Real Academia de Córdoba) y Alfaro a finales del siglo XIX. De hecho, se considera que éste es el yacimiento arqueológico decano en la provincia de Córdoba. Todo lo que se encontró fue a parar al Museo Arqueológico Provincial, aún pendiente de crearse en aquellos años. Después, pasaron por la necrópolis Pierre Paris y Arthur Engel, “padres de la Arqueología Ibera”, con mayúsculas, como destaca el Ayuntamiento.

Y tras ellos, nadie más. Los franceses no documentaron el lugar exacto en el que estaba la necrópolis, imprescindible para entender a la población ibera previa ya a la romanización de la provincia. Ahora, una vez localizado el yacimiento se inicia un nuevo periodo de investigación. Las técnicas de excavación de finales del siglo XIX fueron muy rudimentarias comparadas con las de la actualidad, y es probable que de un posterior estudio a lo ya exhumado se produzcan nuevos descubrimientos.

Detalle del hallazgo en una imagen distribuida por el Ayuntamiento de Almedinilla.

Los Collados se localiza en las inmediaciones del Cerro de la Cruz, uno de los más interesantes poblados de época ibérica de la provincia de Córdoba que han podido estudiarse científicamente, según refleja el estudio de la Junta de Andalucía publicado en su catálogo de patrimonio. Los 650 metros cuadrados de superficie excavada lo convierten en uno de los escasos ejemplos de asentamientos de baja época excavados de manera intensiva en toda Andalucía, a lo que debe añadirse su buen estado de conservación.

Foto: Falcata hallada en la necrópolis de Los Collados. - CÓRDOBA

Los principales hallazgos (muchos repartidos por museos de medio mundo) de Los Collados son las falcatas (las poderosas armas que fascinaron a los romanos tras la conquista de Hispania) con nielados de plata, cuchillos, soliferro y peines, datados en los siglos V y IV a. C. De igual modo, es de destacar la cerámica ática del siglo IV antes de Cristo: kylix, cráteras y cerámicas de figuras rojas; así como la cerámica ibérica: vasos y cráteras. La necrópolis está formada por una gran concentración de tumbas, con urnas cinerarias.

Los resultados de las últimas excavaciones, lideradas por el catedrático de la Universidad de Córdoba, Desiderio Vaquerizo, que dirigió las primeras en el poblado en 1985-87-89. Después, en cuatro campañas de 2005 a 2009 dirigidas por Ignacio Muñiz (Arqueólogo Municipal de Almedinilla), E. Kavanag y F. Quesada (Universidad Autónoma de Madrid), se confirmó la destrucción violenta del poblado en el contexto de la romanización (Viriato y las Guerras Lusitanas) con niveles de incendio y restos humanos con evidencias de muerte violenta.

Fuente: cordopolis.es | 10 de julio de 2019

Un molar apunta a que hubo hibridación entre denisovanos y 'Homo sapiens' en Asia

El molar de un denisovano de hace 160.000 años de edad presenta un raro rasgo dental (tres raíces) que se encuentra principalmente en los asiáticos modernos. Este rasgo puede haber sido adquirido a través del entrecruzamiento entre 'Homo sapiens' y humanos arcaicos. Foto: Christine Lee

El análisis de un fósil molar humano arcaico de hace 160.000 años, y descubierto en China, ofrece la primera evidencia morfológica de mestizaje entre humanos arcaicos y Homo sapiens en Asia.
El estudio, que aparece en la revista PNAS, se centra en un molar inferior de tres raíces, un rasgo raro que se encuentra principalmente en los asiáticos modernos, y que se creía había evolucionado después de que el Homo sapiens se dispersara fuera de África. La nueva investigación apunta a un camino evolutivo diferente.

"La presencia de esta característica en el fósil sugiere, a la vez, que es más antigua de lo que se creía anteriormente y que algunos grupos asiáticos modernos obtuvieron este rasgo mediante hibridación con un grupo hermano de los neandertales, los denisovanos", explica Shara E. Bailey (izquierda), profesora de antropología en la Universidad de Nueva York y autora principal del artículo.

En un estudio previo, publicado en Nature, Bailey y sus colegas concluyeron que los denisovanos ocupaban la meseta tibetana mucho antes de que el Homo sapiens llegara a la región. Ese trabajo, junto con el nuevo análisis de PNAS, se centró en una mandíbula inferior del homínido encontrada en 1980 en la meseta tibetana, en la cueva de Karst Baishiya, en Xiahe, China.

El estudio PNAS, que también incluyó a la antropóloga de la Universidad de Nueva York, Susan Antón y Jean-Jacques Hublin, director del Departamento de Evolución Humana del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Leizpig, se centró en el molar, con el objetivo de comprender la relación entre los humanos arcaicos que ocuparon Asia hace más de 160.000 años y los asiáticos modernos.

Foto: Vista de la reconstrucción virtual de la mandíbula Xiahe después de la extracción digital de la corteza de carbonato adherida. La mandíbula está tan bien conservada que permite una reconstrucción virtual de los dos lados de la misma. La parte reconstruida está en gris. Crédito de la imagen: Jean-Jacques Hublin, MPI-EVA, Leipzig.

"Desde hace tiempo, ha habido consideraciones de que en Asia hubo continuidad entre humanos arcaicos y modernos debido a algunos rasgos compartidos", observa Bailey. "Pero muchos de esos rasgos o bien son primitivos o no son exclusivos de los asiáticos. Sin embargo, el rasgo molar inferior de tres raíces es exclusivo de los grupos asiáticos. Su presencia en un humano arcaico (un denisovano) de hace 160.000 años en Asia sugiere que semejante característica se transfirió al 'Homo sapiens' en esta zona geográfica a través del entrecruzamiento con tales humanos arcaicos".

Fuentes: sciencedaily.com | eurekalert.org | 8 de julio de 2019

Encuentran dos barcos funerarios vikingos en Suecia

Los navíos, uno de los cuales se encuentra intacto, se descubrieron el pasado otoño en la parroquia sueca de Gamla Uppsala, y ahora se ha hecho público el resultado de su excavación

En la parroquia de Gamla Uppsala, cerca de la ciudad sueca de Uppsala –un lugar rico en descubrimientos arqueológicos y frecuentemente mencionado en las leyendas nórdicas–, el pasado otoño, un grupo de arqueólogos suecos hizo un hallazgo sensacional mientras excavaba el sótano de una iglesia y un pozo datados en el siglo XVI: dos barcos funerarios vikingos, uno de los cuales se encontraba intacto. El descubrimiento acaba de hacerse público ahora, una vez finalizada la excavación y el estudio de estas sepulturas.

Este tipo de enterramientos no es muy habitual, ya que posiblemente estaba reservado a las élites. De hecho, en toda Suecia sólo se han descubierto diez tumbas de este tipo, que se datan en torno a los años 550 a 800, durante el período Vendel, o entre los años 800 a 1050, en plena época vikinga. Estas prácticas funerarias implicaban la cremación del cadáver, aunque, curiosamente, en estos dos entierros de Uppsala los fallecidos fueron enterrados sin cremar.

El barco intacto contenía la tumba de un hombre que fue enterrado en la popa. Foto: Arkeologerna, Shm.


Junto a este cadáver se encontró un rico ajuar funerario compuesto por armas como una espada, una lanza y un escudo, además de un peine. Foto: Arkeologerna, Shm

Un entierro noble

El barco intacto contenía la tumba de un hombre que fue enterrado en la popa. Junto a él se colocó un rico ajuar funerario compuesto por armas como una espada, una lanza y un escudo, además de un peine profusamente decorado. En el otro extremo de la embarcación se dispusieron los cuerpos de un perro y de un caballo que portaba herrajes de hierro y otros accesorios de bella factura. Posiblemente ambos animales pertenecieron al difunto y fueron sacrificados para acompañar a su amo en su viaje al más allá. El otro barco, de mayor tamaño (unos siete metros) se encuentra bastante dañado, posiblemente debido a la construcción del sótano en el siglo XVI. Asimismo, los arqueólogos han podido recuperar restos de madera de ambas embarcaciones y algunos clavos de hierro que fueron usados en su construcción.

En toda Suecia sólo se han descubierto 10 tumbas de este tipo, datadas durante el período Vendel, o en plena época vikinga. Foto: Arkeologerna, Shm.

El arqueólogo Anton Seiler, de los Museos Históricos Nacionales de Suecia, ha insistido en la importancia de este hallazgo, que es muy poco habitual ya que el último bote funerario excavado en la región de Uppsala se descubrió hace cincuenta años. Así, el descubrimiento de estos barcos, sobre todo del que se encuentra íntegro, representa una oportunidad única para estudiar los rituales funerarios asociados a este tipo de entierros vikingos con las más modernas técnicas científicas, lo que, según Seiler, puede proporcionar resultados sorprendentes y completamente novedosos.

Parte de los objetos hallados en la excavación de los navíos de Uppsala se expondrá este verano en el Museo de Gamla Uppsala y en el Museo Sueco de Historia de Estocolmo.

Fuente: nationalgeographic.com | 9 de julio de 2019

El arroz evitó que la población del Japón desapareciera hace 2.300 años

Cultivo de arroz. pixabay.com

Los residentes de la península de Corea se mudaron a las islas japonesas alrededor del año 300 a.C., y trajeron consigo el arroz a este territorio. Según un reciente estudio publicado en Scientific Reports, este acontecimiento ayudó a los japoneses antiguos, que eran principalmente cazadores-recolectores, a recuperar su población y comenzar una nueva época en su historia.

Las culturas antiguas de Japón


Vasija del período Jomon Incipiente (10.000-8.000 a. C.), la vasija más antigua del mundo, Museo Nacional de Tokio.


Se cree que los humanos poblaron el archipiélago japonés hace unos 35.000 años, durante la Edad de Hielo. En ese momento, el nivel del océano era más bajo y las islas estaban conectadas con el continente asiático por istmos. Hace unos 14.500 años, los antiguos habitantes del archipiélago ya tenían una vida cotidiana establecida y aprendieron a hacer productos cerámicos. Se dedicaban a la caza, la recolección y la pesca, y probablemente a la agricultura con base a la tala o quema de entornos boscosos. El período entre 14.500 años y 300 años a.C. recibió el nombre Jomon que significa "cerámica con marcas de cuerda" (derecha).

Cerámica del periodo Yayoi (300 a. C. al 250)

Alrededor del 300 a.C., una nueva cultura, denominada Yayoi, apareció en las islas japonesas. La misma se caracterizó por la construcción de asentamientos protegidos, procesamiento de metales y el cultivo de arroz. Se supone que algunos de sus elementos culturales fueron traídos por los inmigrantes de la enínsula de Corea. Inicialmente aparecieron en sur de Japón y luego se asentaron en el resto de las islas del archipiélago.
Cómo los humanos de Jomon recuperaron su población
Los científicos creen que a finales del período Jomon la población de las islas japonesas disminuyó visiblemente, dado que los arqueólogos han encontrado menos asentamientos que pertenecían al final d este periodo, justo antes de la aparición de la cultura Yayoi. Esto se debió al hecho de que en aquel momento el clima en las islas japonesas se volvió más frío y el nivel del mar se redujo en 1-3 metros. En estas circunstancias, la gente de Jomon tuvo dificultades para conseguir alimento debido a que la población de las islas se redujo. Sin embargo, también es probable que los arqueólogos simplemente no hayan encontrado una parte de los asentamientos del fin del periodo Jomon.

Modelo demográfico de la aparición de japoneses modernos. Y.Watanabe et al. / Scientific Reports, 2019

Investigadores de la Universidad de Tokio decidieron probar la hipótesis de la disminución de población mediante métodos genéticos. Un estudio anterior mostraba que los humanos de esa época eran genéticamente diferentes de las personas modernas de Asia oriental. Solo japoneses actuales que viven en las cuatro islas más grandes del archipiélago, y un grupo étnico indígena de Hokkaidō llamado Ainu, han heredado el genoma de los individuos del periodo Jomon.

Los autores del artículo intentaron estimar el cambio en la población durante el período de Jomon a través del análisis de las secuencias del cromosoma 'Y' en 345 hombres japoneses y compararlo con los cromosomas 'Y' de los coreanos modernos y otros residentes del este de Asia. De este modo se podía determinar la secuencia del cromosoma 'Y' en la gente de Jomon y observar su evolución. Los resultados del análisis mostraron que hay siete grupos de genomas. Uno de ellos, el cual se encontró solo en los japoneses y en los Ainu, se identificó como el cromosoma 'Y' de la cultura Jomon. Luego, los científicos construyeron una simulación de la población y calcularon la cantidad de hombres de Jomon durante varios milenios.

Cambio en el número de hombres en la población de cultura Jomon. Las líneas rojas indican el comienzo del período de Jomon y el período de Yayoi, hace 14.5 mil años a.C. y hace 2.3 mil años a.C., respectivamente. Y.Watanabe et al. / Scientific Reports, 2019

Los cálculos mostraron que la cantidad de hombres Jomon realmente disminuyó de forma considerable antes de la aparición de la cultura Yayoi en las islas japonesas. Pero después de su aparición, la población de Jomon se recuperó inesperadamente.
Según los autores del trabajo, esto sucedió gracias a los inmigrantes de la Península de Corea, los cuales ya cultivaban arroz y enseñaron a los antiguos japoneses la forma de hacerlo. De esta manera, ayudaron a la gente de Jomon a encontrar nuevas fuentes de alimento y probablemente influyeron en el crecimiento poblacional de su gente.

El año pasado, los científicos analizaron el ADN antiguo extraído de esqueletos de hace 8.000 años encontrados en el sudeste asiático. Su estudio halló que las poblaciones actuales del sudeste asiático derivan de ancestros de al menos cuatro poblaciones antiguas. En total, 26 secuencias del genoma humano antiguo se compararon con muestras modernas de ADN de personas que viven hoy en el sudeste asiático.

Yana Berman
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
Fuente: nmas1.org | 6 de julio de 2019

Identificados los restos de ‘Homo sapiens’ más antiguos de Europa

Reconstrucción por ordenador (izquierda y centro) de un fragmento de cráneo (unido a una porción de roca) de hace 210.000 años atribuido a un 'Homo sapiens' (derecha) hallado en la cueva griega de Apidima (Katerina Harvati / Universidad de Tubinga)


Un cráneo hallado hace 40 años en la cueva griega de Apidima pertenece a la especie Homo sapiens y tiene 210.000 años de antigüedad, según un nuevo análisis del fósil que se presenta en la revista Nature. De confirmarse estas conclusiones, sería el resto más antiguo de Homo sapiens hallado fuera de África y obligaría a reescribir la historia de los encuentros entre humanos modernos y neandertales en el sureste de Europa.

Un segundo cráneo hallado a 30 centímetros del primero, y que también se ha analizado de nuevo, corresponde a un neandertal y se le ha atribuido una antigüedad de 170.000 años. Esto sugiere que la primera llegada de Homo sapiens a la actual Grecia desplazó a los neandertales que vivían allí, pero que más tarde estos volvieron a ocupar el territorio.

Después, durante un periodo de unas 5.000 generaciones, sapiens y neandertales se fueron encontrando a lo largo de una frontera difusa que debió recorrer el sureste de Europa y Oriente Medio, con territorios ocupados alternativamente por una especie o la otra. Finalmente una oleada migratoria de humanos modernos que salió de África hace entre 50.000 y 70.000 años se extendió por toda Eurasia y redujo la herencia neandertal a un nivel residual.

“Lo primero que pensamos fue ‘esto es muy extraño’. No es algo que nos esperáramos”, declaró el lunes en rueda de prensa telefónica Katerina Harvati (izquierda), paleoantropóloga griega de la Universidad de Tubinga (Alemania) y directora de la investigación.

Hasta ahora se había asumido que los dos cráneos eran igual de antiguos, de entre 160.000 y 190.000 años, ya que se habían encontrado uno junto al otro. Se había asumido también que los dos eran de neandertales, ya que era la única especie conocida en Europa en aquel periodo.

Desde su descubrimiento a finales de los años 70, los fósiles se habían guardado en el Museo de Antropología de la Universidad de Atenas. Eran cráneos parciales y deformados, en los que era difícil separar los restos humanos de los sedimentos minerales incrustados. “Nunca se les había prestado mucha atención”, explicó Harvati, quien recuerda que “en Grecia no ha habido interés por la paleoantropología porque la arqueología ha tenido otras prioridades”.

Para determinar de qué especie son los cráneos, se ha hecho una reconstrucción virtual a partir de los fragmentos disponibles. El cráneo más completo, llamado Apidima 2, corresponde de manera inequívoca a un neandertal. Son reconocibles, por ejemplo, el arco óseo completo que recorre las cejas, la forma de las mejillas que parecen apuntar hacia adelante o las proporciones de la parte posterior del cráneo.

Reconstrucción virtual (izquierda) del cráneo de neandertal (derecha) de hace 170.000 años hallado en la cueva griega de Apidima (Katerina Harvati / Universidad de Tubinga).

Por el contrario, el cráneo menos completo, Apidima 1, no es de neandertal. No tiene, por ejemplo, la pequeña protuberancia ósea en forma de moño característica de esta especie. Tras analizar las proporciones de la parte posterior de la cabeza -la única que se ha preservado- los investigadores deducen que tiene que ser de un Homo sapiens.

"El aspecto redondeado de la parte posterior del cráneo es una característica exclusiva de los humanos modernos, que se cree que apareció relativamente tarde en su evolución. Sí, este sería el fósil humano más antiguo y sin distorsiones que muestra dicho perfil posterior del cráneo como el de un humano moderno", ha corroborado a EL MUNDO Katerina Harvati

Su antigüedad se ha calculado con una técnica de datación basada en la desintegración radiactiva del uranio, que ha ofrecido resultados diferentes para los dos cráneos. Los 210.000 años estimados para Apidima 1 superan al fósil de Homo sapiens más primitivo conocido hasta ahora fuera de África, una mandíbula encontrada en la cueva Misliya de Israel que tiene una antigüedad de entre 177.000 y 194.000 años.

El maxilar izquiero de Misliya conserva todos los dientes a excepción del incisivo central. La forma y estructura de los dientes y de la dentina proporcionó datos importantes con respecto a la definición de Homo sapiens. (Israel Hershkovitz, Tel Aviv University)

“Es una investigación de gran interés realizada por investigadores de prestigio que estimulará la búsqueda de más fósiles humanos en esta región tan importante en la expansión de los humanos modernos fuera de África”, declara en entrevista telefónica desde Atapuerca Carlos Lorenzo (izquierda), paleoantropólogo de la Universitat Rovira i Virgili y del instituto Iphes, que conoce los cráneos de Apidima.

Aun así, Lorenzo no está seguro de que Apidima 1 corresponda a un Homo sapiens, porque “es una hipótesis plausible, pero necesitamos más pruebas para afirmarlo de manera categórica; que no sea un neandertal no significa necesariamente que sea un 'Homo sapiens', y el fragmento de cráneo no es lo bastante completo para saber qué es exactamente”.

Los propios autores de la investigación se muestran cautos al presentar sus datos. "No tenemos el hueso frontal, el arco superciliar, la cara, los dientes o la región del mentón, cualquiera de los cuales podría tener una forma menos 'moderna'", ha advertido Chris Stringer (derecha), antropólogo del Centro para la Investigación de la Evolución Humana del Museo de Historia Natural de Londres (Reino Unido) y coautor de este trabajo.

“Si nuestra interpretación es correcta indica que los humanos anatómicamente modernos se dispersaron fuera de África desde mucho antes, y llegando mucho más lejos, de lo que se pensaba hasta ahora”, escriben los investigadores en Nature.
Se trata de un descubrimiento importante pero que, en realidad, no va a sorprender a la comunidad científica. "La existencia de sapiens tempranos fuera de África ya se sospechaba por los enigmáticos signos de intercambio temprano de ADN entre poblaciones de neandertales y sapiens", ha explicado Stringer. "Muchos son ya los datos que poseemos sobre los cruzamientos de estas dos especies evolutivamente tan próximas, en distintos momentos de su coexistencia y que está demostrado que llegaron a tener descendencia, como apuntan diversos estudios de secuenciación genética".

"Faltan evidencias"

Sin embargo, todos los expertos consultados por Materia (El País) no aceptan las conclusiones del estudio. “Se trata de una afirmación extraordinaria, pero faltan evidencias para sostenerla”, opina Juan Luis Arsuaga, codirector de Atapuerca. En 2017 este paleoantropólogo participó en la datación de isótopos de uranio del cráneo 2, el más completo, el cual arrojó una datación de al menos 160.000 años de antigüedad. El investigador dice que la morfología del cráneo 1 es totalmente compatible en realidad con la de un neandertal primitivo que aún no había desarrollado sus características típicas en la parte posterior del cráneo. “Que dos cráneos hallados a pocos centímetros uno de otro sean de dos especies diferentes separadas por más de 40.000 años es novelesco. No me creo los nuevos datos y vamos a replicar este estudio”, espeta el paleoantropólogo.

Warren Sharp, del Centro de Geocronología de Berkeley (EE UU), señala que la datación del cráneo 1 “no se sostiene”. “Las diferentes dataciones individuales obtenidas para este fósil divergen desde hace 335.000 años a 142.000 años, lo que sugiere que el fósil perdió parte del uranio que tenía originalmente. Esto implica que la edad que le dan es demasiado antigua”, explica.

Amélie Vialet, investigadora del Museo Nacional de Historia Natural de Francia, opina que “la explicación más plausible es que las dos calaveras quedaron atrapadas en los sedimentos de la cueva en la misma época y que ambos son neandertales”.

No obstante, estos resultados plantean muchas preguntas, la primera sobre su origen. ¿De dónde provienen los humanos de Apidima? "La ruta más probable desde África sería a través del Levante y Turquía", ha comentado Stringer. "Ahora nuestro escenario es que hay un grupo de humanos modernos en Grecia de hace 210.000 años, quizás relacionado con poblaciones comparables a las de Levante, pero que posteriormente fue reemplazado por una población neandertal (representada por Apidima 2) hace unos 170.000 años". El Levante al que se refiere Stringer no es el de nuestra costa mediterránea, sino la región de Oriente Próximo que comprende Israel, Jordania, Líbano, Siria y Palestina.

Foto: Apidima 1 fue descubierto frente a otro cráneo, bautizado Apidima 2, en una cavidad del macizo de Apidima, en el Peloponeso. Imagen tomada de www.nature.com.

La cueva griega de Apidima se localiza al pie de un acantilado junto al mar. Es un lugar de difícil acceso al que sólo se puede llegar usando una embarcación. Dentro, en una serie de cuevas, existe un yacimiento de complicado estudio por las características de fosilización de los restos, fuertemente incrustados en la matriz de roca. De momento no hay datos sobre otras especies animales, ni se han encontrado herramientas humanas que aporten contexto a la época en la que se formó, el Pleistoceno.
Tampoco se conocen, aún, las implicaciones de haber encontrado juntos estos dos restos fósiles. "No podemos decir que vivieran en la cueva al mismo tiempo", ha mencionado Harvati durante la rueda de prensa telefónica previa a la publicación del estudio. "Es posible que uno ya estuviera allí y llegara otro. También es posible que se encontraran, pero no tenemos respuesta para estas preguntas. Probablemente, como ocurrió en el Cercano Oriente, no fuimos capaces de competir con los neandertales, especialmente en el clima inestable que existía entonces en la región", dice Harvati.

Algunos de los primeros fósiles clave de Homo sapiens y especies relacionadas en África y Eurasia - Havarti et al.

"Desafortunadamente, no hay herramientas de piedra directamente asociadas con ninguno de los cráneos de Apidima para ayudar a establecer conexiones en otros lugares. Pero si hemos interpretado correctamente las pruebas de Apidima, la obra de estos primeros 'Homo sapiens' debe estar presente en otros lugares del registro europeo", ha indicado Stringer.

La primera dispersión fuera de África fue llevada a cabo por Homo erectus hace unos 2 millones de años. La segunda oleada ocurrió cuando la especie ancestral que dio origen a los neandertales pasó a Europa hace entre 800.000 y 600.000 años. Y el tercer grupo de migraciones fue la nuestra, como documenta el cráneo de este estudio y varios fósiles encontrados en Israel. Por ejemplo, los de la cueva de Misliya pueden tener hasta 194.000 años, así como los restos dentales hallados en la cueva Qesem los cuales ostentan unos 400.000 años. Y existe un cráneo hallado en el yacimiento de Zuttiyeh que está datado hace entre 500.000 y 200.000 años y que todavía no ha sido bien identificado, pero que podría ser un sapiens temprano.

Para descifrar todas estas incógnitas habrá que esperar a que aparezcan nuevos fósiles o a que, los que ya se conocen, puedan ser estudiados por su ADN antiguo o por modernas técnicas de análisis de proteínas. En este sentido, todos los expertos se ponen de acuerdo al constatar que la historia del hombre se completa con cada descubrimiento y apunta a un origen cada vez más heterogéneo y complicado.

Fuentes: lavanguardia.com | elmundo.es| elperiodico.com |abc.es |elpais.com | 10 de julio de 2019

Encuentran vestigios de Siclag, la ciudad bíblica donde se refugió David de la persecución del rey Saúl

Excavación arqueológica de Khirbet a Rai - EFE

De acuerdo con los libros de Samuel, el Rey Aquis de Gat ofreció Siclag como refugio a David, para ocultarse de la gran persecución orquestada por el rey Saúl. Allí se exilió durante 14 meses junto a seiscientos hombres y sus familias hasta que salió para ser ungido rey en Hebrón.
El enclave aparece también en otro momento de las escrituras. Mientras David seguía a los filisteos durante su última campaña contra Saúl, el pueblo nómada de los amalecitas tomó la ciudad y la incendió, llevándose a las mujeres y a los niños cautivos.

Situada entre Kiryat Gat y Laquis, los arqueólogos han buscado el lugar exacto de esta ciudad bíblica durante décadas. Diversos especialistas han señalado hasta una docena de enclaves diferentes, pero ninguno ha recibido el consenso de los investigadores. ¿Las razones? Que o bien no se han encontrado señales de transición entre la cultura filistea y la israelita o bien no se han encontrado restos de la destrucción de los amalecitas, como se describe en la Biblia hebrea.

Arqueólogos durante las labores que llevaron al descubrimiento de Ziklag. / Foto: Autoridad de Antiguedades de Israel.


Ahora, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Autoridad de Antigüedades de Israel han emitido un comunicado de prensa en el que afirman que un equipo de arqueólogos ha encontrado la verdadera localización de esta esquiva población filistea.

Este grupo de especialistas, liderado por el profesor Yosef Garfinkel, director del Instituto de Arqueología de la Universidad Hebrea de Jerusalén; Saar Ganor de la Autoridad de Antigüedades de Israel; y Kyle Keimer y Gil Davis, de la Universidad australiana de Sydney la Siclag se encuentra en Khirbet a-Ra'i, una excavación arqueológica en las laderas de Judea que está siendo estudiada desde 2015.

Yosef Garfinkel, profesor de la Universidad Hebrea, recorre el sitio arqueológico que afirma ser la ciudad bíblica de Ziklag, (Photo by MENAHEM KAHANA / AFP)

El nombre del poblado es inusual en el léxico de nombres de la tierra de Israel, ya que no pertenece al lenguaje local cananeo-semítico. Es un nombre filisteo, cuyo nombre fue otorgado por una población de inmigrantes llegados del mar Egeo.

Allí, los arqueólogos han descubierto los restos de un asentamiento filisteo de los siglos XII al XI a.C., al que siguió otro rural que data de principios del siglo X a.C, lo que concuerda con el relato bíblico. Ahora, la datación por carbono 14 ha corroborado esta línea de tiempo y la identificación de los investigadores.

Los arqueólogos han desenterrado evidencias de la existencia de los filisteos e israelitas - EFE

Según The Times of Israel, además de esta transición cultural entre las construcciones filisteas y el posterior campamento israelita, en este asentamiento de la época de David se han encontrado restos de un gran incendio que acabó destruyéndolo.

Más adelante en la Biblia hebrea, en el Libro de Nehemías, la ciudad se menciona nuevamente como una base para los judíos que regresaron de Babilonia.


Foto: Tinajas típicas de la época del Rey David, para almacenar vino y aceite.

Hasta la fecha, en Khirbet a-Ra'i, los arqueólogos han descubierto un centenar de recipientes de cerámica completos utilizados para almacenar vino y aceite, típicos del periodo del Rey David. A su vez, se encontraron herramientas de metal o piedra. En el pasado, se recuperaron artilugios similares en excavaciones en Ashdod, Ashkelon, Ekron y Gat, ciudades de los “Señores de los Filisteos”.

Fuentes: abc.es |aurora-israel.co.il | 9 de julio de 2019